martes, 20 de agosto de 2019

Hacernos Cargo


“Por lo tanto, una persona responsable es aquella que desarrolla una acción en forma consciente y que puede ser imputada por las derivaciones que dicho comportamiento posea. De este modo, la responsabilidad es una virtud presente en todo hombre que goce de su libertad.”

La definición de esta locución es encargarse de algo.

“Es en este sentido que se utiliza para referirse a alguna tarea o acción que hay que realizar. 

De este modo se puede considerar que una persona se hace cargo de un empleo específico, de una tarea que le han pedido, de un puesto en el que se desempeña. Pero en esta acepción no solamente se tiene en cuenta la ejecución, sino la manera en que se realiza. Ya que cuando se dice que alguien se hace cargo de su trabajo, por ejemplo, es que lo realiza con responsabilidad, dedicación y a conciencia.

También significa ser consciente de alguna cosa o comprenderla y considerar sus circunstancias y de este modo asumir la responsabilidad al respecto.”

“Tienes tanto derecho a molestarte por algo que haya ocurrido como cualquier otra persona, no pasa nada. Pero si te haces cargo de ello, todo será más satisfactorio, porque te encontrarás en un proceso de descubrimiento y crecimiento personal, en el que cada malestar originado ya sea en relación con los demás o con el contexto, será una oportunidad para seguir conociéndote.

De lo contrario, siempre estaremos a expensas de los demás y de las circunstancias, de todo, menos de nosotros mismos.

Y esto, también sucede cuando hablamos de los que están a nuestro alrededor. Te invito a que cuando estés opinando o criticando a alguien, intentes ser un poquito más consciente sobre lo que estás diciendo, la mayoría de las veces, eso que estás diciendo tú también lo contienes, lo has contenido o te has sentido identificado.”

“Yo me hago responsable de cómo me siento”
¿Y qué hacer ante todo esto?
“Primero, aceptar que existe la posibilidad de proyectarnos en el otro. Que no es tarea fácil, si tenemos en cuenta que si lo hacemos, es porque de momento no somos capaces de asumirlo y lo trasladamos fuera. Por ello, tendemos a resistirnos a asumir la responsabilidad de nuestras reacciones. Y segundo, darse cuenta.
“Tú no me enfadas, me enfado yo ante lo que has hecho o ha sucedido”, 

“Yo soy quien, siente ira, tristeza o rabia, ante las distintas circunstancias que se presentan en la vida y no las rechazo o las evito, sino que voy a quedarme en ellas, aceptándolas para después ver qué puedo hacer con ellas. Pero ante todo, yo soy responsable de mí mismo”


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