Estamos inmersos en el quehacer diario, marcando de alguna forma nuestra
presencia en este mundo que compartimos conjuntamente con cuántos otros que al
igual que nosotros hacen lo suyo en esta tarea que nos integra e involucra a la
vez en la impronta de una “identidad conjunta” que no solo nos identifica
en la labor colectiva sino que además nos hace “copartícipes” del acto creativo
de la vida en comunidad.
Es bueno que podamos darnos cuenta de que somos definitivamente
gregarios, que existimos y nos gozamos de compartir “nuestra sociedad” la que
integramos “entre todos” la que asumimos conscientes de que se “construye a sí
misma” con nuestro aporte colectivo en el cual nos definimos como “actores
sociales activos” en un mundo que se transforma y nos representa en toda
nuestra humanidad.
Lo que suceda o pueda suceder, lo que hará posible “que nos ganemos un
día más” solo será posible “si marcamos nuestra tarjeta” si decimos “estoy
presente” la vida no se detiene, continúa su rumbo independiente, lo que no
quiere decir de que “nos llevará de arrastro” simplemente nos ignorará y aunque
sigamos respirando quedaremos excluidos, voluntariamente excluidos de lo que
pueda acontecer, habremos faltado “sin aviso previo” a las realizaciones
propias de un día de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario