miércoles, 21 de agosto de 2019

Caminos Intrincados


Abarca con tu mirada todos los caminos para que puedas elegir el tuyo, pero no lo escojas entre los que parecen fáciles y floridos porque no llevan lejos.

Elígelo entre los que se confunden con el infinito,
es decir, entre aquellos a los que tu ojo no alcanza a verles fin.
Y cuando lo hayas elegido, transita por él con alegría, con decisión, con fe.

La alegría te llenará de gozo,
la decisión te dará todo el valor que es necesario para las luchas que te aguardan,
la fe te hará invencible.

Piensa pues, antes de que elijas tu camino,
Cuál te conviene seguir si deseas ir lejos.
Quienes solo trabajan para hoy nada más viven,
quienes trabajan para hoy y para mañana, viven y progresan,
pero los que trabajan para hoy, para mañana y para siempre, elevan y magnifican su vida.

En la medida de nuestras fuerzas, trabajemos para lograr un buen fin.

Cada día hagamos parte de la obra, si no es posible acabarla, pero es necesario que renovemos esperanza, fe y caridad porque en el camino de nuestras ilusiones hay siempre obstáculos, dificultades, lágrimas, decepciones y hasta fracasos.

Lentamente, pero siempre se realizan los sueños.

No te importe fracasar una y otra vez,
los más grandes de entre los hombres fracasaron muchas veces.

Levántate pues cuando tropieces, levántate pues cuando caigas, levántate siempre,
porque quizá un poco más allá de donde tropezaste,
un poco más allá de donde caíste,
Alguien te espera para repetir en nombre de la vida,
la esperanza y el amor:

¡Todo es posible para el que cree!

No hay comentarios:

Publicar un comentario