No siempre que mencionamos la palabra libertad
entendemos a cabalidad su significado, no se trata solamente de sentirse libre
ante determinadas circunstancias ni de evaluar el grado de responsabilidad o de
compromiso que asumimos con nuestra postura ante una situación dada.
Cuando hablamos de libertad nos referimos a toda
acción que emprendamos impulsados por nuestra libre y espontánea decisión de
expresar nuestro pensamiento independientemente de lo que pudiesen pensar todos
aquellos cuya especulación sobre este caso en cuestión les pudiese significar,
a nuestro entender eso es asumir nuestra condición de ser y sentirnos libres.
“Si quieres ser dueño de tu libertad, ¿estás
deseando reconocer la libertad de los demás también?
Entonces, puedes comprender que no haces a los
demás tristes, si no que ellos pueden decidir sentirse de esa forma cuando tú
haces algo. Tú no les haces felices, si no que – ellos optan por sentirse así
cuando tú haces algo.
No importa lo que hagas, digas, algunas
personas lo aprobaran, y otras no. Tienes la libertad de decidir con qué
personas estarás. Si decides estar con los que te juzgan, puedes sentirte como
una mala hierba en un jardín, sintiéndote constantemente como si necesitases
defenderte a ti mismo y a tu forma de Ser.
En cambio, puedes elegir estar bien cuando te
juzguen, sabiendo que solamente estás siendo quien tú eres, y que los demás son
libres de sentir lo que quieran acerca de esto. Pueden estar juzgándote bajo
sus estándares, pero tú estas viviendo bajo tus propios estándares. También
puedes elegir estar con esas personas que no te juzgan, y en
cambio, te aprecian por quien eres. Puedes sentirte más libre, y más relajado
cuando eres auténtico, siendo quien realmente tú eres. Comprenderás que tú no
eras una mala hierba, sino solamente una flor en el jardín equivocado.
Quizás, en el pasado, tendías a cambiar, a ser
alguien distinto de quien eres realmente, para ser amado, para obtener amor. Si
quieres saber que eres querido por como tú eres, entonces sé quién
realmente eres, y deja que sea esa la imagen que se ama.
El amor no puede ser solicitado. Debe
fluir libremente, y darse libremente. Entonces, sabrás que ese amor es
auténtico. Si tú creas una imagen a fin de ser amado, y la gente ama
esa imagen, con eso no te sentirás amado por quien realmente eres.
Si las expresiones de amor se solicitan,
se piden, entonces no sabes en realidad si se manifestarían en caso de que tú
no la pidieras. Todavía no estarías seguro del amor. Date cuenta cuando las
expresiones de amor proceden libremente de los demás, cuando tú eres auténtico.
Entonces, sabrás que llegan porque los otros eligen expresar su amor, y sabrás
que es auténtico. Cuando sabes que el amor está ahí, ábrete y siéntelo”.
Ser auténticamente libres incluye también a los
prejuicios como también al “qué dirán de mí” o al “que podrán pensar de mí” si
permitimos que las presiones del tipo que sean intercedan en nuestras
decisiones nuestra libertad estará condicionada por los sentimientos de
terceros que sujetos a motivaciones y/o intereses particulares pueden sentirse
compelidos a interceder e intentar ejercer algún tipo de presión sobre tus
decisiones.
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