Ilusión es una palabra que procede del latín ilusionis y
significa engaño. Porque así es la ilusión, es ese don que tenemos los seres
humanos para creer en aquellas cosas que no vemos, pero que nos ayudan a vivir.
La ilusión está conectada a emociones positivas. Cuando
nos ilusionamos nos sentimos bien, nos sentimos plenos y motivados.
Nuestra mirada cambia. Nuestro estado emocional
también. Nos sentimos entusiasmados y cargados de energía. Es un sentimiento
que nos empodera.
Desde pequeños recurrimos a las ilusiones para
construir nuestro proyecto de vida, para diseñar nuestros sueños y
fijar nuestras metas. Vivimos con ella porque es la fuerza que nos empuja
a alcanzar nuestros objetivos. La ilusión es nuestra compañera de
viaje. Con ella pensamos dónde nos gustaría ir, qué nos gustaría ser o a quien
quisiéramos tener a nuestro lado.
La ilusión nos ayuda a hacer realidad nuestros
sueños.”
La ilusión atraviesa horizontalmente todas las
etapas de nuestra vida, desde nuestra primera infancia nos ilusionamos con los
duendes y las hadas y aunque el tiempo transcurra inexorablemente desde que
recibimos la primera palmada en nuestra cola, nada ni nadie podrá jamás
impedirnos soñar y poder nutrir a la alma del encanto de la ilusión.
La ilusión al igual que el aire que respiramos
siempre estará latente y aunque no la veamos fluye constantemente impregnando
de sentido a nuestra existencia.
“Con esta frase se apostilla las esperanzas
que mantienen la ilusión que no siempre se cumple. Se trata de una frase
consolatoria empleada cuando la realidad no ha proporcionado lo que anhelamos.”
Los sueños y la ilusión son el motor que alientan a
la esperanza e incentivan la capacidad creativa de la persona humana, nunca se
sitúan fuera de nuestro alcance como jamás se es tan viejo, nos referimos a los
sueños y a la ilusión de que algún día, no tan lejano como la vida misma,
formen parte de nuestra realidad como un corolario merecido por todo el
esfuerzo realizado.
“La ilusión está vinculada a los sentidos y es
esa capacidad que poseemos las personas para reunir todas nuestras fuerzas y
concentrarlas a favor de la conquista de un objetivo.
Ilusión es una palabra que procede del latín ilusionis y
significa engaño. Porque así es la ilusión, es ese don que tenemos los seres
humanos para creer en aquellas cosas que no vemos, pero que nos ayudan a vivir.
La ilusión está conectada a emociones positivas. Cuando
nos ilusionamos nos sentimos bien, nos sentimos plenos y motivados.
Nuestra mirada cambia. Nuestro estado emocional
también. Nos sentimos entusiasmados y cargados de energía. Es un sentimiento
que nos empodera.
Desde pequeños recurrimos a las ilusiones para
construir nuestro proyecto de vida, para diseñar nuestros sueños y
fijar nuestras metas. Vivimos con ella porque es la fuerza que nos empuja
a alcanzar nuestros objetivos. La ilusión es nuestra compañera de
viaje. Con ella pensamos dónde nos gustaría ir, qué nos gustaría ser o a quien
quisiéramos tener a nuestro lado.
La ilusión nos ayuda a hacer realidad nuestros
sueños.”
La ilusión atraviesa horizontalmente todas las
etapas de nuestra vida, desde nuestra primera infancia nos ilusionamos con los
duendes y las hadas y aunque el tiempo transcurra inexorablemente desde que
recibimos la primera palmada en nuestra cola, nada ni nadie podrá jamás
impedirnos soñar y poder nutrir a la alma del encanto de la ilusión.
La ilusión al igual que el aire que respiramos
siempre estará latente y aunque no la veamos fluye constantemente impregnando
de sentido a nuestra existencia.
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