viernes, 23 de agosto de 2019

Lazos De Sangre


Esta expresión la escuche de una sobrina, hija de mi hermana, Olga, ya fallecida, una joven madre a quien solamente recuerdo haber visto cuando era muy pequeña, esas palabras, somos familia, me ha “calado profundamente” pues es una expresión que conlleva  un contenido filial que no obstante el tiempo y la distancia mantiene toda su vigencia.

En estos días pasados he tenido la oportunidad, diría que una increíble e insólita  oportunidad, de volver de alguna manera a mis raíces, esta vez, observando el comportamiento y la manera de vivir de las nuevas generaciones me refiero a mis sobrinos, hijos e hijas de mis hermanos, quienes sin perder su identidad, parecieran reeditar muchas de las páginas que se pudieran haber escrito en nuestras propias historias de vida.

Tengo, por esas circunstancias que solo encuentran alguna explicación en la vida misma, el honor de ser el mayor, por no decir el más viejo de todos, de manera de que las nuevas generaciones no cuentan con muchos antecedentes sobre mis orígenes, situación que tendrán que descubrir por sí mismos y si bien no hay dudas de nuestro parentesco las cualidades humanas de cada uno, principalmente las mías, que hacen a los valores afectivos que pudieren generar, esos se tienen o no se tienen, es algo que no se puede improvisar, sin duda, las nuevas generaciones podrán saber por sí mismas quien soy y si vale la pena tenerme como pariente, alguien ha dicho una vez “los parientes no se eligen se sufren”.

Volviendo al tema de inicio, el “descubrimiento de mis sobrinos” es bueno saber que con esta sobrina, la que mencionó que “somos familia” tenemos muchos lazos en común, como el hecho de haber nacido el mismo mes del año, claro que yo nací una semana después, y que su madre ha sido una de esas hermanas con la que siempre tuve una buena sintonía y a la que según dicen la gente de esa época teníamos cierto parecido en nuestros rasgos físicos.
Parece muy bueno ir conociendo a esta altura de mi vida a mis sobrinos y sobrinos nietos que son una parte esencial en el desarrollo de “nuestra familia”
Esta expresión la escuche de una sobrina, hija de mi hermana, Olga, ya fallecida, una joven madre a quien solamente recuerdo haber visto cuando era muy pequeña, esas palabras, somos familia, me ha “calado profundamente” pues es una expresión que conlleva  un contenido filial que no obstante el tiempo y la distancia mantiene toda su vigencia.

En estos días pasados he tenido la oportunidad, diría que una increíble e insólita  oportunidad, de volver de alguna manera a mis raíces, esta vez, observando el comportamiento y la manera de vivir de las nuevas generaciones me refiero a mis sobrinos, hijos e hijas de mis hermanos, quienes sin perder su identidad, parecieran reeditar muchas de las páginas que se pudieran haber escrito en nuestras propias historias de vida.

Tengo, por esas circunstancias que solo encuentran alguna explicación en la vida misma, el honor de ser el mayor, por no decir el más viejo de todos, de manera de que las nuevas generaciones no cuentan con muchos antecedentes sobre mis orígenes, situación que tendrán que descubrir por sí mismos y si bien no hay dudas de nuestro parentesco las cualidades humanas de cada uno, principalmente las mías, que hacen a los valores afectivos que pudieren generar, esos se tienen o no se tienen, es algo que no se puede improvisar, sin duda, las nuevas generaciones podrán saber por sí mismas quien soy y si vale la pena tenerme como pariente, alguien ha dicho una vez “los parientes no se eligen se sufren”.

Volviendo al tema de inicio, el “descubrimiento de mis sobrinos” es bueno saber que con esta sobrina, la que mencionó que “somos familia” tenemos muchos lazos en común, como el hecho de haber nacido el mismo mes del año, claro que yo nací una semana después, y que su madre ha sido una de esas hermanas con la que siempre tuve una buena sintonía y a la que según dicen la gente de esa época teníamos cierto parecido en nuestros rasgos físicos.
Parece muy bueno ir conociendo a esta altura de mi vida a mis sobrinos y sobrinos nietos que son una parte esencial en el desarrollo de “nuestra familia”


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