“Concepto sencillo que, sin embargo, grafica con
sabiduría las situaciones en las que se hacen o se dicen cosas en vano, tal vez
valiosas, pero que no son tenidas en cuenta. La comparación es muy directa y de
fácil interpretación. El saco al que se alude es una bolsa (y
no la prenda de vestir como algunos imaginan), rota por cierto, razón por la
cual lo que se ingresa por la boca de la misma se pierde por el tajo o el
agujero.”
Imaginemos que tenemos un saco que tiene un gran
agujero (es decir, que está roto). Imaginad ahora que vais introduciendo cosas
dentro. Esas cosas se irán cayendo al suelo, ¿verdad? Pues bien, una vez
visualizado el efecto gráfico de la expresión española de hoy, pasemos a ver
cómo se usa.
Se dice que algo cae en saco roto cuando es
obviado, no se le hace caso, no va a ninguna parte. Es hacer un esfuerzo de
forma inútil porque quien se supone que tiene que hacerte caso, no lo hace,
pasa de ti. En este caso, nuestras palabras o acciones serían las cosas que
introducimos en el saco y la persona que se supone que tiene que hacernos caso,
sería el saco (que como está roto, no retiene nada de lo que introducimos en
él).
“Ustedes siembran mucho, pero cosechan poco; comen,
pero no se sienten satisfechos; beben, pero se quedan con sed; se abrigan, pero
no entran en calor; y el que trabaja a jornal, echa su salario en saco roto”
Hageo 1:6
“No eches en saco roto estas
cosas y en nombre de Dios ordena que nadie se enzarce en disputas que no sirven
para nada, sino únicamente para ruina de quienes participan en ellas” 2do. Timoteo
2:14
Opinión de un profesional de la salud:
El Síndrome del saco roto.
“Con todos estos enfermos utilizo la parábola que
da nombre al Síndrome:
"Pero Luis... así no avanzaremos... Es como si
Ud. viniese aquí cada día con un saco, pretendiendo que yo se lo llene... Yo
deposito soluciones (fármacos, consejos, pautas...) en su saco pero... en tanto
en cuanto Ud. no ponga algo de su parte... ¡será como si su saco tuviese un
enorme agujero en el fondo!...".
Entenderlo, ¡ya lo creo que lo entienden!... Pero,
aun así, una excesiva mayoría sigue acudiendo a la consulta con su saco... ¡Y
éste sigue roto!”
Reparemos o cambiemos nuestro saco
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