miércoles, 14 de marzo de 2018

Relatos Del Más Allá


Estar cerca de ir al "cielo", y vivir para contarlo, es una historia que puede convertirse en un tema de investigación científica.

Es el día perfecto: soleado y con viento fresco. Paseas placenteramente distraído y vas a cruzar la calle. Justo entonces, un camión te golpea. Te sientes completamente entumecido y te desvaneces rápidamente. Es el fin y lo sabes. Tu vida pasa ante tus ojos como si fuera una película épica. Fin.

Abandonas tu cuerpo y lo miras desde arriba. La gente se inclina sobre él. Una luz cegadora se abre paso desde el cielo hacia ti. Te llama suavemente. La sigues por un túnel hacia un lugar mucho más que real y espectacular. Estás seguro de haber llegado al más allá.

Semanas más tarde, despiertas entre constantes pitidos del monitor cardiaco que está junto a tu cama de hospital.

El viaje científico inicia 
Si tu hospital está en Bélgica, Steven Laureys podría visitarte para preguntarte qué recuerdas de tu experiencia cercana a la muerte (ECM).

Él te diría que muchas personas han recorrido este camino antes que tú y que puedes confiarle tu experiencia.
“Los pacientes en cuidados intensivos tienen miedo de contar sus historias”, dijo Laureys. Temen que la gente no los tome en serio, especialmente los médicos y científicos.

Laureys lidera el Grupo de Ciencia del Coma del hospital universitario de la ciudad de Lieja. Con sus colegas, publicó un estudio científico acerca de las ECM el mes pasado en la revista PLOS ONE.

Muchas de las personas que se embarcan en estos viajes fantásticos parecen volver más felices y ya no temen a la muerte. La experiencia se convierte en la piedra angular de su vida.

Las ECM se sienten “incluso más reales que la realidad”, dice Laureys. Su equipo investiga la claridad y el intenso colorido de la experiencia que muchas personas tienen cuando pierden la consciencia.

“Nuestro objetivo principal es la investigación de la consciencia en pacientes comatosos”, dijo. Su equipo espera mejorar su comodidad y la calidad de los cuidados a estos pacientes.

Su hipótesis es que las experiencias cercanas a la muerte se originan en la fisiología humana y “el cerebro disfuncional produce estos fenómenos”. El equipo estudia la forma en la que el cerebro crea la mente y la percepción de la realidad.

La misma historia una y otra vez
A lo largo de los años, muchos pacientes han despertado de comas y le han contado a Laureys acerca de sus viajes al más allá.

Todas sus historias tienen elementos iguales o muy parecidos: “Una experiencia extracorpórea, haber visto una luz brillante o haber sido conducido por un túnel; todos son elementos conocidos de la famosa Experiencia Cercana a la Muerte”, según el estudio de Laureys y su equipo de seis científicos.

Raymond y Nadine, de Bélgica, tuvieron infartos. Cuando su cerebro se quedó sin oxígeno, tuvieron sensaciones extracorpóreas, dijo Laureys.

“En un punto sentí como si me arrancaran de mi cuerpo (...) Estaba pasando por un túnel completamente oscuro, muy, muy rápido, a una velocidad que no se puede expresar porque nunca la has vivido”, dijo Raymond.

Al final del túnel de Raymond apareció una luz. Al principio tenía miedo y se resistió. La luz era femenina y se “comunicó” con él. Él se rindió ante ella: “Me di cuenta de que no debía resistirme y me dejé ir. En ese momento tuve la experiencia”.

Nadine podía verse desde afuera de su cuerpo. “Es como si estuvieras en una nube, aunque en realidad no sea así”, dijo. Todo estaba fuera de su control y eso la asustó. Entró en un agujero negro. “Te preguntas si regresarás a tu cuerpo”.

Prueba psicológica
Las investigaciones científicas acerca de las personas que tienen una ECM son difíciles, porque sería cruel realizar estudios del cerebro en una persona que posiblemente morirá en breve.

Por eso, Laureys y su equipo estudiaron los recuerdos de los sobrevivientes sobre las experiencias cercanas a la muerte con la ayuda del Cuestionario de Características de Memoria.

Compararon las ECM con otros recuerdos reales intensos como matrimonios y alumbramientos, pero también con sueños y pensamientos; cosas que no ocurrieron en la realidad física.

Los recuerdos de los eventos reales importantes en general son más intensos que los sueños y los pensamientos, dijo Laureys. “Si el recuerdo es real, es más rico; si el recuerdo es reciente, es más rico”, dijo.

“Para nuestra sorpresa, los recuerdos de las ECM eran mucho más ricas que cualquier evento imaginado o real para estos sobrevivientes del coma”, reportó Laureys.

Los recuerdos de estas experiencias superan por mucho a todos los demás recuerdos en cuanto a la intensidad de la sensación de realidad. “La diferencia era muy grande”, dijo con asombro.

Incluso cuando el paciente había tenido la experiencia hace mucho tiempo, su recuerdo era rico “como si hubiera sido ayer”, dijo Laureys.

Auténticos creyentes
En el cuestionario se pregunta a la gente acerca del nivel de certeza de que una experiencia que recuerdan fue real y no imaginada o soñada. “Ellos (los pacientes) están muy convencidos de que es real”, dijo Laureys.

En una sencilla búsqueda en internet se revelan cientos de relatos de ECM. Algunas son reales, otras tal vez son inventadas, pero muchas personas están absolutamente convencidas de que el más allá existe fuera del reino de lo físico.

Existen reportes de que a veces aparecen imágenes religiosas en las ECM, pero no se limitan a una sola religión, y no siempre se presentan. A veces aparecen Buda, Jesús o Mahoma, pero usualmente no lo hacen, dijo Laureys.

Sin embargo, una ECM puede convertir a un escéptico en creyente. Es el caso del neurólogo Eben Alexander, un científico agnóstico que se convenció de la existencia de lo espiritual y describió su experiencia en los mismos términos que los investigadores belgas: “hiperrealista”; “demasiado real para ser real”.

El origen está en el cerebro 
“No hay pruebas de que pueda haber una experiencia consciente sin actividad cerebral”, dijo Laureys.

Tú puedes volverte un creyente, pero según los médicos tu cerebro nunca murió.

Estuviste en coma. Tal vez tu corazón se detuvo por un instante, tal vez no. Pero ni siquiera eso es necesario para tener una experiencia extracorpórea.

“Muchos individuos que han tenido ECM no estaban físicamente en peligro de muerte, lo que indica que la percepción del riesgo de muerte en sí misma es importante para provocar las ECM”, señaló el estudio.

Es suficiente que pienses que estás muriendo para que tengas una.
La Asociación de Psicología de Estados Unidos está de acuerdo. Define las ECM como “eventos psicológicos profundos que tienen elementos trascendentales y místicos y que ocurren típicamente a los individuos que están cerca de la muerte o en situaciones de peligro físico o emocional intenso”.

En el caso de los pacientes de coma, el cerebro que produce las ECM puede estar funcionando al mínimo, pero sigue vivo, según la hipótesis de Laureys. Y en teoría se trata de una alucinación intensa. “La actividad normal del cerebro produjo sus percepciones extraordinarias”, indica el estudio.

Se necesitan más investigaciones
El equipo belga de investigación sólo ha estudiado a unos cuantos pacientes hasta ahora y no ha podido obtener imágenes cerebrales de los pacientes que tienen ECM para obtener datos sólidos que respalden la hipótesis de la naturaleza fisiológica de la experiencia.

Como médico, Laureys siente que se debe investigar más, ya que muchas personas temen que su consciencia permanezca mucho tiempo después de su muerte, y de atestiguar lo que ocurra con su cuerpo. “Históricamente, las personas tienen miedo de que las entierren vivas (...) La gente teme donar sus órganos”, dijo Laureys.

Hay bastantes modelos espirituales que explican las ECM, dijo, además de los supersticiosos. “Hay muchas explicaciones locas por allí”. Es momento de aplicar más ciencia dura, agregó.

Laureys no quiere especular acerca de la existencia del cielo o el infierno, pero dice que sólo una mínima parte de las experiencias cercanas a la muerte son aterradoras. La mayoría son placenteras y edificantes.

Con base en sus relatos, parece que más personas van al “cielo” que al “infierno”.


Filosofando


A veces, resulta extraño hacerse preguntas un poco trascendentes (qué es la vida, para qué estoy aquí, qué puedo mejorar, etc.), porque algo en el ambiente (en la oficina, en el comedor de tu casa o en el supermercado), tiende a empujar las conversaciones hacia lo superficial y rutinario, a pesar de ser preguntas que todos reconocemos como propias. 

Sí, es cierto que no parece adecuado entrar en la tienda y preguntar al dependiente: “¿no es curioso que hoy puede ser el último día de nuestra vida y todavía no lo sabemos?”. Pero sin llegar a estos extremos, sí deberíamos reservar unos minutos de cada día, al menos, para preguntarnos sobre el destino de nuestro viaje y los encargos que tenemos que cumplir antes de llegar.

Por esto me gusta tanto releer la historia de Juan Salvador Gaviota, el rebelde volador que quiso hacer lo que su voz interior le pedía, aun a costa de sufrir la incomprensión y el desprecio de aquellos que más quería. Su experiencia le acarreó dificultades y sinsabores que los demás no conocían. Pero también, la gloria de la conquista de sus metas, la satisfacción del descubrimiento de sus poderes internos, la convicción de que había elegido el camino correcto.

La mayoría de las gaviotas no aprendían nada más que las normas elementales de vuelo, lo justo para ir y volver entre la playa y la comida. Pero Juan Salvador Gaviota amaba volar más que nada en el mundo y dedicó todo su esfuerzo a aprender nuevas técnicas. 

Quiso compartir sus descubrimientos en el arte del vuelo con la bandada, pero fue expulsado de la sociedad de las gaviotas.

“Juan Salvador Gaviota. Hemos nacido para comer y vivir el mayor tiempo posible. Eres un irresponsable al querer convencer a otras gaviotas”

Juan Gaviota pasó el resto de sus días solo, pero voló mucho más allá de los Lejanos Acantilados. Su único pesar no era su soledad, sino que las otras gaviotas se negasen a creer en la gloria que les esperaba al volar, que se negasen a abrir sus ojos y a ver; pero nunca se arrepintió del precio que había pagado.

Richard Bach


El Universo Del Hombre


Toda la materia ordinaria con la que interactuamos en nuestra vida diaria está formada fundamentalmente por átomos, por quarks y electrones: el sistema solar, las formas de vida sobre la tierra, la superficie sobre la que se escribe este artículo y hasta nosotros mismos somos distintas formas en que estas partículas se agrupan e interactúan. 

Los seres humanos somos, en esencia, un conjunto de quarks y electrones que comenzaron a existir en los primeros instantes del universo y que, debido únicamente a las fuerzas de la naturaleza, por un corto periodo de tiempo convergieron en esta región del espacio-tiempo para dar origen a nuestro cuerpo físico e incluso a nuestra conciencia.

Se cree que la ciencia moderna, al reducir al hombre a un sistema de partículas materiales inertes, lo transforma en un ser autómata, frío, privado de toda espiritualidad. Pero la base fundamental de la perspectiva científica es que los seres humanos no tenemos ningún privilegio con respecto al resto del universo. 

Aferrarse a la idea de que el hombre se encuentra por encima de las leyes de la naturaleza, si bien es cierto lo hace sentir elevado, al mismo tiempo lo arranca de la realidad y lo aísla del resto del mundo, dando lugar a preguntas innecesarias acerca del origen y significado de su existencia que casi siempre son respondidas recurriendo a algún evento sobrenatural.


Para la ciencia moderna, nosotros no fuimos colocados en este universo, nosotros somos una consecuencia natural de la existencia del universo. Somos el universo en sí. 

Las partículas de las que estamos hechos son las mismas que hacen brillar al sol. 

Las leyes físicas a las que estamos sujetos son las mismas que permiten volar a las gaviotas. Los procesos biológicos que dieron origen a nuestra especie son los mismos que dieron origen a las orquídeas. Incluso la historia misma del universo está impresa en cada uno de nosotros: como seres vivos probablemente existamos desde hace solo unas cuantas décadas, pero la sustancia fundamental de la que está compuesto todo nuestro cuerpo ha sido parte del universo por miles de millones de años y aún después de nuestra muerte seguirá siéndolo, tal vez, por toda la eternidad.

Personalidad Definida



Hay dos tipos de maneras de ir formando tu personalidad, aquella que se forja interiormente con tus propios valores y creencias, y aquella que se forja por los acontecimientos que le rodea del exterior.

Pongamos dos archifamosos ejemplos. El primero, Diego Maradona, el deportista más famoso de la época de los 8O. A ojos de todo el mundo lo tenía todo, era considerado el mejor jugador del mundo, tenía dinero y tenía la admiración y el reconocimiento de todo el mundo. 

Observamos, que la mayoría de gente se hubiese cambiado por su situación sin dudarlo….parecía feliz.  

Luego cuando se descubrió todo el tema relacionado con las drogas se vio que no era realmente así, y que muchas cosas (casi siempre guiadas por el aquel entonces su manager) las hacía solo para mantener la apariencia y no defraudar a nadie, aunque estuviera sometido a mucha presión. 

Se construía una vida hacia el exterior en lugar de hacerlo desde el interior, muchas cosas las hacia contra su voluntad, y porque lo marcaba el protocolo y casi nunca porque le apetecía
.
Otro caso totalmente opuesto podría ser el de Rafael Nadal, uno de los tenistas más completos de todos los tiempos. A diferencia del anterior se nota que tiene una personalidad y creencias trabajadas. Soporta las críticas sin reactividad, ya que él sabe mejor que nadie cuales son las opiniones importantes, tiene la suficiente personalidad para tomarse un tiempo para sí mismo sin importar los torneos o eventos que se pierda, incluso si pierde el numero uno… para él es un simple número de reconocimiento hacia el exterior, el sabe interiormente que a su mejor nivel, es el numero uno a expensas de lo que diga un ranking. En definitiva tiene claro cuáles son sus valores principales y a dónde quiere llegar, y eso pase lo que pase le hace fuerte.

A lo largo de nuestra vida nos encontramos a gente con más dinero que nosotros, más atractivas, con mejor forma física, con mejor habilidades que nosotros, pero si se llega a tener una personalidad definida, a la larga supera con creces cualquiera de las cosas mencionadas antes. 

Y para empezar a tener una personalidad fuerte se empieza por mirarse a uno mismo desde el interior. Buscar esos valores en los que crees y estás dispuesto a luchar, encontrar esos miedos que te bloquean y que te están impidiendo ser como eres. Tienes que encontrar tu camino sin desviarte de él
.
Por ejemplo: si estas en un trabajo en el que solo te da validación de la gente, pero en cambio interiormente no te llena, quizás a corto plazo no se note, pero a la larga empezaras a notar el malestar, las inquietudes. O si estas con chicas que no te aportan nada interiormente, pero en cambio si te da validación externa… todo ese tipo de cosas a la larga están destinadas al fracaso.


Es como querer gastar todo el dinero que tienes en una casa solo con elementos exteriores y nada en elementos interiores. Tiene jardín, tiene unas estructuras arquitectónicas perfectas, una ventanas impresionantes y todo el mundo que la ve desde fuera se queda maravillado, pero en cambio desde dentro ya no te ha quedado dinero para decorarlo, y a larga no hay manera de vivir en una casa de semejantes características sin estar arreglado el interior, por muy bonita que se vea desde fuera. 

En cambio es preferible gastar más dinero en el interior y estar más cómodo, y así dejar más de “lado” el exterior y el que dirán de esa casa. Al fin y al cabo solo tu vivirás en ella.

martes, 13 de marzo de 2018

Cuando Interpretamos



Interpretar significa desentrañar el verdadero sentido de algo, aunque generalmente quien interpreta, no puede hacerlo de modo totalmente objetivo, poniendo su propia visión o subjetividad en ello, sobre todo en temas ideológicos o artísticos.

La interpretación puede hacerse de textos, de palabras, de ideas, de acontecimientos de la realidad, y puede expresarse a través del lenguaje oral o escrito, por medio de representaciones teatrales, de la música o de la danza.

Los pintores, o los músicos, por ejemplo interpretan la realidad o sus estados anímicos en sus obras.

Cuando se interpreta un escrito o un discurso podemos hacerlo de modo literal u objetivo, ateniéndonos solo a las palabras expresadas, o de modo subjetivo intentando descubrir la real voluntad del emisor interpretación libre, o sea darle una explicación según su propia visión del tema.

Cuando realizamos una interpretación podemos muchas veces equivocarnos, sobre todo si no existe la posibilidad de dialogar con el emisor del mensaje para conocer su real intención

Las palabras poseen la característica de ser ambiguas y vagas, por lo tanto pueden ser susceptibles de ser entendidas de diversos modos.

En Derecho es importante interpretar las normas jurídicas para darles su sentido correcto respetando la voluntad del legislador. Los encargados de realizar esta interpretación son especialmente los jueces, que deciden los casos concretos sometidos a su decisión, a través de las sentencias, interpretando las normas jurídicas y también las pruebas aportadas, para darles su adecuado alcance. 

Los teóricos del derecho o doctrinarios, también realizan interpretación de las normas, que sirven de apoyo para basar las pretensiones de las partes litigantes, y también pueden ser consideradas por los jueces en sus decisiones.


Cuando se habla de interpretación de los sueños, se alude a que esas imágenes y sucesos que se nos presentan en el subconsciente, pueden tener una significación que las vincule con el mundo real.

El Universo Y Nosotros


El hombre es un pequeño universo: este es uno de los principios fundamentales del hermetismo. Ernest Haeckel ensayó algo relativamente similar desde la biología: “la ontogenia recapitula la filogenia”, en el nacimiento de cada ser se observan rasgos de todas las especies que ha atravesado en su evolución. Somos hombre pero también somos una extensa línea de animales, vegetales y microorganismos que devienen en este instante. 

Empédocles, el filósofo mago presocrático, creía que el desarrollo individual era un espejo de la formación del universo. “Si quieres hacer un pay de manzana de la nada, primero tienes que inventar todo el universo”, decía Carl Sagan, el gran inhalador gnoseológico del polvo de estrellas. Y también su famosa aseveración que llevó la literalidad a lo maravilloso: “El cosmos también está dentro de nosotros, estamos hechos de la misma sustancia que las estrellas. 

Somos una forma en la que el cosmos se conoce a sí mismo”. James Gleick escribe: “A la larga, la historia es la narrativa de la información volviéndose consciente de sí misma”. David Bohm ideó el concepto de “totalidad implicada”, en el que postula que la naturaleza del universo es holográfica y que la realidad primordial, a la manera del Mundo de la Voluntad de Schopenhauer, es la conciencia. 

Una reciente teoría científica sugiere que existe una protoconciencia diseminada en todo el universo que logra estados de coherencia y autorreflexión en organismos complejos como puede ser el hombre y el cerebro humano. 

Que la conciencia ha existido desde siempre y se torna a ver a sí misma en nosotros.

“Cuál es la diferencia esencial entre el mundo del hombre y el mundo de la naturaleza? Yo soy parte de esto. Soy, de alguna forma, una de las células en este cerebro inmenso. Que no puedo entender, como la parte no puede entender al todo. Y al mismo tiempo no me siento, como muchas personas sienten, un extraño en ese mundo, sus formas estéticas de alguna manera me llaman más que las formas estéticas que producen los hombres…

“De igual forma que una flor es una florescencia de todo el campo, me siento como una humanización de todo el universo. En otras palabras, parezco ser, como todo lo demás, un centro —un tipo de vórtice— en el que toda la energía del universo se realiza, toma vida. 

Una especie de diafragma a través del cual todo el universo se vuelve consciente de sí mismo”. -Alan Watts

El místico indio Sri Aurobindo, lo resume así:
"Preguntas cuál es el principio de todo esto:
Y es esto…
La existencia que se multiplicó por sí misma
Por el puro deleite de ser
Y se proyectó en trillones de seres
Para que pudiera encontrarse a sí misma
Innumerablemente"

Somos Lo Que Somos


Tal vez todavía no he podido saber porque yo soy yo, pero lo que si se es que podemos llegar a conocernos a nosotros mismos cada vez mejor.

El ser humano es un conjunto formado por el cuerpo físico, la mente, las emociones y el espíritu, no se pueden contemplar por separado. Al momento de conocernos podernos darnos cuenta de nuestros defectos y cualidades. 

Si cada uno de nosotros conocemos nuestros defectos podríamos tratarlos de arreglar o simplemente saber cómo manejarlos, las cualidades se pueden desarrollar y aprovechar  al máximo. ¿Qué pasaría si todos le diéramos el uso correcto a nuestras cualidades y las desarrolláramos más? ¿Cómo sería nuestro mundo si cada quien se dedicara hacer lo que gusta de verdad?  Siempre me he preguntado esto, creo y estoy seguro que si supiéramos esto despeñaríamos lo que nos apasiona hacer y tendríamos un mundo perfecto, un mundo de alegrías y felicidad. Pero nadie quiere esto porque solo buscamos lo que nos vaya a dejar más dinero, poder o posición social.

Para poder llegar a conocernos a nosotros mismos, el autoconocimiento es muy importante. El autoconocimiento es como la filosofía, que dice que nada se debe de dar como conocido, nos engloba a nosotros mismos como ser humano y nos hace tener una buena relación con nosotros mismos y la realidad en la que vivimos.
 “El autoconocimiento esta basado en aprender a querernos y a conocernos a nosotros mismos.” (maria josepa)

Cada quien tenemos un rol en la vida que nadie puede llegar a sustituir, ya que somos una mezcla de muchas cualidades que nos hacen únicos. Muchas personas creen conocerse a sí mismas, pero simplemente se guían por lo que los demás les dicen que son. 

Muchas veces queremos seguir el rol que los demás quieren que sigamos. Debemos de tener siempre claro de quienes somos para actuar como de verdad queremos, y no por lo que creemos que queremos o lo que debemos de querer.
La identidad es lo que nos distingue de otros, por lo cual debemos de saber cómo somos y como nos comportamos. 

La gente externa nos pude llegar hacer dudar en verdad de quienes somos, ¿si no tenemos claro quiénes somos como podemos saber lo que queremos? ¿Podemos llegar a tomar las decisiones correctas?

Debemos de tener claros nuestros valores y virtudes, para actuar en base a ellos siempre. Nosotros somos lo que hacemos, y es lo que trasmitimos a los demás. Un filósofo una vez dijo “mi identidad es la precedencia del deseo de ser yo mismo”

Sé que llegar a conocernos a nosotros mismo es un trabajo difícil porque cuesta aceptar a veces muchas cosas que no nos agradan de nosotros mismo, pero cuando nos conocemos nos sentimos aliviados. Muchas veces por no conocernos buscamos eso que queremos en cosas que no valen la pena y muchas veces hasta nos pueden llegar a hacer daño. Somos muchas veces inconscientes de cosas que hacemos pero no por eso se justifican.

Lo importante de todo esto es poder llegar al equilibrio con nosotros mismos, pero sobre todo llegar a una etapa de aceptación con nuestra  persona.  

La autoestima nos ayudara mucho también en una etapa de conocimiento personal.

Asumir Los Riesgos

Sin riesgos, no hay superación personal; he aquí la respuesta:

Reírte es arriesgarte a parecer estúpido,

llorar es arriesgarte a parecer sentimental
,
buscar a otr@ es arriesgarte a establecer un compromiso,

exponer tus sentimientos es arriesgarte a exponer tu verdadero ser,

expresar tus ideas y sueños ante una multitud es arriesgarte a perderlos.

Amar es arriesgarte a que ese amor no te sea correspondido,

vivir es arriesgarte a morir, esperar es arriesgarte a desesperar;

pero hay que correr riesgos, porque lo más arriesgado de la vida es
no arriesgarse a nada.

La persona que nada arriesga, nada hace, nada tiene y nada es,

puede que evite el sufrimiento y el dolor, pero no puede aprender,

sentir, cambiar, crecer, amar, vivir…

A sus actitudes encadenados son esclavos, han renunciado a la libertad.

Sólo la persona que se arriesga es libre.

ANÓNIMO



Superar Obstáculos


El concepto de superación personal se fundamenta básicamente en la conquista de nosotros mismo para lograr nuestras aspiraciones y sueños, reconociendo nuestras más profundas carencia y superando todos nuestros miedos, limitaciones y vacíos interiores.

Podríamos decir que concepto de superación personal incluye el logro de aquello que es fundamental para la vida de cada ser humano, por encima de todas las limitantes que el mismo puede tener. No obstante muchas personas en la actualidad han perdido el verdadero enfoque de su vida y le han brindado más importancia a factores externos, creyéndolos fundamentales para su vida.

Tales son el dinero, el poder, la fama, la belleza, el lujo y en general, las comodidades materiales, las personas se sienten tristes cuando no poseen este tipo de elementos y creen que la posesión de estos se encuentra el secreto de la verdadera felicidad, no obstante nada se aleja más de la realidad, ni el dinero, ni la fama otorgan la felicidad, mientras que una persona sin objetos materiales puede llegar a ser verdaderamente feliz.

Descubramos, de manera aproximada, el concepto de superación personal.
Literalmente es superar nuestras propias barreras y temores, estas bien pueden ser físicas, mentales, espirituales y emocionales; sin embargo, dentro de el concepto de superación personal podríamos incluir el capacidad de mantener el equilibrio en todas las áreas antes mencionadas.

Si bien mantener el equilibrio en este mundo resulta muy complejo debido a la posibilidad permanente de la alteración, mantener el equilibrio y la armonía en los momentos más cruciales de nuestra vida, sin lugar a dudas nos ayuda siempre a tomar nuestras mejores decisiones.

La superación personal es todo un aprendizaje sincero y constante de nosotros mismos, podemos lograr la superación personal a través de diferentes métodos, las lecturas sin lugar a dudas son el método más reconocido puesto que ellas nos explican, nos enseñan y nos permiten comprender muchos aspectos de nuestra vida que en ocasiones nos resultan incomprensibles.

¿Para qué sirve la superación personal?
Fundamentalmente la superación personal nos permite mantenernos tranquilos, armónicos, constantemente positivos en nuestra vida, enfocados en aquello que queremos y nos permite también proporcionar a los demás, verdadera compañía, profundos consejos y ánimo y apoyo constante.


Sin embargo nuestro primer deber es con nosotros mismos, con nuestro crecimiento con nuestra paz y armonía; que tomemos el control de nuestro ser y nuestra vida y tomemos las decisiones más indicadas para alcanzar el éxito, es decir, para lograr hacer en nuestra vida aquello que nos apasiona y nos hace vivir la vida con ánimo y coraje.

lunes, 12 de marzo de 2018

La Vida De Esta Vida


No me convence el consejo tan popular del “vivir el momento, porque te vas a morir”. Demasiadas veces se utiliza para justificar decisiones que perjudican tu mañana. Si el placer del momento es más importante que la planificación a largo plazo, el mañana se podrá convertir en algo indeseado.

Vuelvo a lo mismo: para poder aprovechar el hoy tienes que tener una idea remota de dónde quieres estar mañana. Si no sabes cuál es tu misión de vida, cómo vas a poder tomar decisiones en el hoy.

Ojo, misiones de vida hay muchas. Visitar todos los países del mundo, erradicar el cáncer, crear una vida profesional que me permita educar mis hijos en casa, convertirme en el mejor músico del país, dedicar más tiempo libre a la asociación x,… todo el mundo es libre de crear su norte.

Es posible que no consigas llegar al destino final, o quizás ni siquiera existe este destino de forma fija. Aun así, un norte te ayuda a aprovechar el hoy sabiendo que seguirás aprovechando también el mañana.

Saliendo del camino de rosas
No te voy a engañar: tener una misión no siempre es un camino de rosas. 

De hecho hay trechos (y puede ser largas) en las que tienes la impresión de que no estás avanzando nada de nada. Es fácil abandonar tus intentos y volver al dulce y exclusivo “vivir el hoy”. Quién sabe, a lo mejor te mueres mañana y no tienes que vivir con las consecuencias.

La otra opción es aceptar que para ser feliz es necesario conocer el aburrimiento, el dolor y la frustración. Las emociones positivas dependen de la contraposición de las emociones negativas. Y curiosamente, la felicidad y esta sensación maravillosa de haber triunfado dependen de que hayas conquistado alguna dificultad. 

Si todos tus antojos se satisfacen al momento, tu vida pronto te parecerá demasiado monótono: es esperar a morir en una jaula dorada sin poder desplegar las alas jamás.

La vida no siempre es fácil. Te tropezarás con obstáculos. Conocerás el dolor. Te traicionarán. Te frustrarás. Y habrá días en las que te gustaría rellenar una hoja de reclamación para el universo para que te haga caso aunque sea un poquito.

Estas son tus oportunidades de crecimiento: aceptando lo que no puedes cambiar puedes volcar tu energía en las cosas que están a tu alcance. Puedes decidir de dejar las quejas y los rencores atrás, perdonar, pasar página y seguir tu camino sin rencores.

La vida no es un camino de rosas. Pero los cactus también tienen su encanto.
Como si muero mañana como si muero dentro de 70 años


No quiero vivir el hoy como si no hubiera mañana. Quiero vivir el día de hoy de forma que no importa si me muero mañana o dentro de 70 años.

Incongruencias Humanas

Diversos autores claves de la psicología humanista -Sidney Jourard, Fritz Perls, Carl Rogers- coinciden en describir en forma similar el modo como los individuos se conducen en términos de la postura en que se muestran frente a la otra persona. 

Frecuentemente, se ha utilizado una analogía de “capas” en cada persona, en donde las que se ubican más externamente y que corresponden a sus datos más superficiales se hallan más accesibles a los otros. En esta analogía -que también puede describirse como las capas de una cebolla-, las capas externas se refieren a datos biográficos generales, percepciones generales acerca del mundo, estudios y gustos. Las capas más internas corresponderían a lo que la persona considera más íntimo y, por algún motivo, “secreto”.

Resultado de esto es que las relaciones interpersonales comunes, donde existe una prescripción de “lo socialmente adecuado” son, por lo general, formales, más bien frías y distantes, centradas en la apariencia y en la tarea -cuando son de tipo laboral-, o bien de aparente cordialidad pero superficiales -cuando son relaciones sociales-. 

Esto es, naturalmente, producto de un condicionamiento social en donde introyectamos los valores y preferencias del entorno donde nos toca vivir y que, lamentablemente, tiende a alejarnos del contacto con nuestro sentir más íntimo (Rogers 1964). Según Sidney Jourard (1980), “La sociedad busca entrenar en vez de educar. En el entrenamiento se estimula más la conformidad que la originalidad. Al buscar continuamente la conformidad, nos perdemos a nosotros mismos. Para ingresar a la sociedad debemos conformarnos, y cuando nos hacemos adultos nos volvemos parte de un sistema en que generamos la conformidad en otros. En nuestra sociedad hemos desarrollado una habilidad excepcional para entrenar, engañar y volver cada vez más estúpidas a grandes cantidades de personas.

Y así, al estar enajenados de nuestras claves internas más confiables para guiar nuestra vida de un modo íntegro, ésta se caracteriza por un sentimiento continuo de inseguridad y la búsqueda de la aprobación y la valoración en los demás.

Quisiera examinar a continuación el fenómeno de la congruencia e incongruencia a nivel de la sociedad entera, discutiendo ejemplos e implicancias. A mi modo de ver, los grandes ideales políticos, sociales y religiosos a los que solía dedicarse la vida en los años sesenta han sido sofocados por un ambiente de cinismo y escepticismo. 

En estos días abundan los ejemplos de deshonestidad, oportunismo, egoísmo, superficialidad y simple desprecio por cualquier cosa que no sean los propios y mezquinos intereses. 

Es muchísimo lo que durante la niñez aprendemos del ejemplo de los otros: muy pronto nos damos cuenta que los discursos de los adultos no necesariamente tienen que ver con la realidad, así que aprendemos observando e imitando lo que los adultos hacen. Y, ¿qué es lo que vemos? Que la verdad se idolatra en el discurso pero no se respeta en los hechos, que los adultos se traicionan a sí mismos y a su verdad, a los que quieren, a los principios que dicen tener, a sus propios sueños; que nos piden que cuidemos nuestra salud mientras se intoxican con todo tipo de sustancias extrañas, que critican a sus propios amigos a sus espaldas, etcétera.

Concluimos entonces que la forma reina, pero no el fondo: lo que importa es parecer honesto y decente, no serlo. El dinero y el poder lo permiten todo, y son los nuevos fundamentos de la sociedad en que vivimos; la codicia ciega y criminal está destruyendo al planeta, la naturaleza es arrasada sin freno, poniendo al planeta en una situación extremadamente peligrosa. 

Comenzamos entonces a desconfiar -muchas veces, en forma totalmente justificada-, de las autoridades políticas, gubernamentales, económicas, eclesiásticas y, en general, de todo aquel que detente poder. La mayoría de las figuras públicas tiene doble discurso: no practican lo que predican, y a veces hacen todo lo contrario

Quisiera examinar a continuación el fenómeno de la congruencia e incongruencia a nivel de la sociedad entera, discutiendo ejemplos e implicancias. 

A mi modo de ver, los grandes ideales políticos, sociales y religiosos a los que solía dedicarse la vida en los años sesenta han sido sofocados por un ambiente de cinismo y escepticismo. 

En estos días abundan los ejemplos de deshonestidad, oportunismo, egoísmo, superficialidad y simple desprecio por cualquier cosa que no sean los propios y mezquinos intereses. Es muchísimo lo que durante la niñez aprendemos del ejemplo de los otros: muy pronto nos damos cuenta que los discursos de los adultos no necesariamente tienen que ver con la realidad, así que aprendemos observando e imitando lo que los adultos hacen. 

Y, ¿qué es lo que vemos? Que la verdad se idolatra en el discurso pero no se respeta en los hechos, que los adultos se traicionan a sí mismos y a su verdad, a los que quieren, a los principios que dicen tener, a sus propios sueños; que nos piden que cuidemos nuestra salud mientras se intoxican con todo tipo de sustancias extrañas, que critican a sus propios amigos a sus espaldas, etc., etc.






Emociones Y Sensibilidad


“Cada emoción se queda dentro de tu mente, como un eco de todo lo que te importa en esta vida.”

Desde que tengo memoria, es que siempre he sido sensible. Siempre he tenido una emocionalidad involuntariamente alta, o al menos mientras más conozco a otras personas y realidades, creo que es así. No es algo que pueda controlar, pero tampoco es algo que se salga de control. Simplemente así es, y así soy.
Sensible hasta la médula. No importa si me veo o no igual. 

Muchas veces personas me han dicho que en el primer contacto ven en mí a una persona más fría, más lejana. Sé que no tiene directa relación con la sensibilidad, pero yo creo que es así. A primera vista quizás no se ve todo lo que soy, todo lo que siento. Creo que ni siquiera sucede con el tiempo, sino que es algo que pasa solo dentro de mí, sin que nadie más lo pueda ver.

Solo aquellas personas que me conocen, pueden tener un atisbo de esto. Es algo que involucra a toda tu vida, cada cosa que haces, cada conversación que tienes, cada persona que conoces. Tu visión de vida tiene sensibilidad en sí.

Como te expresas, como recibes cada comentario, todo te afecta totalmente de alguna u otra manera. No siempre es negativo, pero nada te deja indiferente.
Con el tiempo puedes aprender a manejar un poco más, el cómo manejar qué tanto te afectan ciertos temas, dependiendo de qué tanto puedas involucrarte en ellos también. Porque si no todo queda en ti. 

No importa si se lo escuchaste simplemente a alguien, o un amigo te contó su problema: aunque no sea algo mío, queda grabado en mí, como un peso de algo que deseo solucionar por los demás.

No es difícil, es intenso. Son muchas emociones, propias y ajenas que convergen dentro de ti. Una sola persona tomando todo lo del resto, asociándose a su dolor, a su alegría. Pero con el tiempo he decidido verlo como una virtud, como una característica hermosa y no una carga, algo de lo que no todos son capaces.

Acepto mi propia sensibilidad, aunque no siempre lo demuestre para afuera. Por dentro, en mi corazón y en mi mente, conozco todo esto. 

Sé que no siempre todos me comprenderán, pero al menos yo tengo la intención de siempre comprenderlos a ellos.


Cultivar Tus Sueños


Para cultivar las plantas igual que se cultivan los sueños hay que seguir el mismo orden que nos dicta la naturaleza. De la misma manera que te ayuda un jardinero con la naturaleza te ayuda un coach con tu vida.

Me encanta la metáfora de plantar semillas y ver como crecen preciosas flores, plantas y majestuosos árboles para poder disfrutar y alegrarnos al contemplar la naturaleza. 

Las frutas y verduras también salen a partir de semillas. Éstos vegetales son necesarios en nuestra dieta alimentaria.

SEIS PASOS NECESARIOS PARA CULTIVAR LOS SUEÑOS Y LOS JARDINES
Elige las semillas de las plantas que quieres que crezcan
Elige la semilla de tu sueño que quieres que se cumpla
Crea en tu mente la disposición de las plantas y flores para que el jardín tenga la estructura que te gustaría tener
Prepara tu mente para recibir la semilla de tu sueño e ir imaginando como lo vas consiguiendo
Planta las semillas de tu jardín
Planta las semillas de tu sueño
Riega tus semilla y aliméntalas con abonos y nutrientes
Alimenta tu sueño con objetivos y acciones
Concentra tu trabajo en que esas plantas crezcan
Concentra tu energía en conseguir tu sueño
Deja que transcurra el tiempo necesario para que vayan las plantas creciendo a su ritmo establecido
Haz que el tiempo trabaje a tu favor para conseguir tu sueño
Igual que con una elección cuidadosa de la semilla del trigo hace que salga una gran cosecha, la elección adecuada de tu sueño es fundamental para alcanzar una vida idónea. El coaching personal te ayuda a conseguirlo.

TRES PREGUNTAS NECESARIAS QUE TE DEBES HACER
¿Qué quiero hacer?
¿Qué posibilidades de beneficio tiene mi sueño?
¿Cuál es el mejor sueño para mí?
La ley de la reciprocidad está profundamente arraigada en el liderazgo y en la naturaleza humana.
Toma unas semillas para que te acuerdes que hay que cultivar a las personas.
Cree en ellas
Cuídalas
Estímalas
Riégalas
Dales lo mejor que puedas darles.
Ya verás los frutos tan espléndidos que recoges.

Cultivar tu sueño necesita tiempo para producir los beneficios que deseas obtener. 

Esto es igual que para la semilla vegetal. A menudo, tienen que pasar semanas o meses antes de que la semilla produzca sus frutos. Incluso para que un pino pase a convertirse en un árbol gigante han de pasar decenas de años
.
Es muy importante entender que hay que dejar pasar el tiempo para que haga su labor.



domingo, 11 de marzo de 2018

Convicciones



“Lo que creemos tiene el poder para crear y para destruir”

Lo malo es que la mayoría de nosotros no decidimos conscientemente en qué vamos a creer y, además, nuestras creencias se basan a menudo en una mala interpretación de experiencias pasadas. Solemos desarrollar con frecuencia creencias limitantes acerca de quiénes somos y de lo que somos capaces. Como no hemos alcanzado el éxito en el pasado creemos que ya no lo podremos alcanzar en el futuro.

La mayoría de quienes dicen ser realistas están viviendo en el temor, asustados ante la posibilidad de verse defraudados de nuevo. A partir de ese temor desarrollan creencias que les hacen vacilar y esconderse. No están dispuestos a arriesgarse. Son los pesimistas. Manejan expresiones como “es lo que hay” “las cosas son así” o “no hay nada que hacer”. Estas creencias destruyen su capacidad para actuar y enfrentarse a los retos que se les presentan.

En psicología este estado mental destructivo se denomina incapacidad adquirida. Se presenta en las personas que suponen que tienen información completa de una situación por sus experiencias. Esto es debido a una aceptación rígida de algo que funcionó en el pasado y una negativa a considerar otras alternativas y perspectivas. Estas experiencias pueden ser tanto personales como provenientes de situaciones que han observado en otros. También por aprendizajes familiares
.
Los optimistas son aquellos que, a pesar de no disponer de referencias para el éxito, o incluso de tener referencias de fracaso, se las arreglan para ignorarlas. Se imaginan a sí mismos haciendo algo diferente cada vez y teniendo éxito con creencias como “el pasado nunca equivale al futuro” o “si persisto lo conseguiré”. 

Su confianza les hace tenaces y perseverantes y esto les aporta certidumbre lo que contribuye a que desarrollen convicciones poderosas que les ayudan a alcanzar sus objetivos.


Trascendencia Humana


¿Qué hacer para trascender? ¿Qué hacer para lograr mi misión en la vida? Nacer, crecer, multiplicarse y morir parecieran ser sólo las etapas que los seres humanos viven como nos enseñaron en la primaria; pero no es tan simple. 

Somos seres conformados por redes de afectos, de gustos, de miedos, de búsqueda, de encuentros y desencuentros, de amor y desamor que nos convierten en seres complejos.

Muchas personas sentimos que llegamos a este mundo para cumplir una misión, sin embargo, en ocasiones tardamos toda la vida en esa búsqueda, haciéndonos preguntas: ¿para qué y por qué estoy aquí?, ¿quién soy?, ¿para qué vivir, si de todos modos sé que voy a morir? Todos alguna vez en la vida nos hemos cuestionado sobre lo que sigue después de la muerte.

“Buher y Levinas, y muchos otros filósofos contemporáneos, no cierran la posibilidad de una vida futura. Si Dios nos crea como personas significa que nos quiere como personas, no nos puede tratar como cosas que se usan y se tiran. 

Si el hombre no viviera para siempre, sería como una cosa que una vez usada, se tira”.

Entonces, en dónde reside la importancia de trascender, de ser feliz, de vivir en búsqueda. En septiembre de 2010 asistí a una conferencia de René Mey, hombre de paz, que trabaja “con el fin de ayudar a que el país cumpla su misión y pueda llegar a ser un ejemplo de amor para el mundo, ayudándonos entre nosotros para dar el primer paso hacia el despertar de “la nueva inteligencia del corazón”.

Me impactaron sus palabras sobre cómo encontramos nuestra misión al ir caminando por la vida; los problemas son aprendizaje que conforman a la persona que necesitamos ser para estar listos para cumplir nuestra misión. Escuchar para comprender mejor, nunca juzgar, ir hacia dentro para poder evolucionar y vivir como un hombre simple son sus máximas de vida. René es ejemplo de alguien que ha trabajado por el ser, por trascender. Queda claro que tenemos que hacer un trabajo interior para lograrlo, para ser felices.

Sé que lo único que Dios, Alá, Buda, Jehová o como llames al Ser Supremo que te protege y guía, quiere que seas feliz. Puedes hacer todo lo que quieras en la vida, menos quedarte absorto, tienes que elegir, para bien o para mal, pero elegir, porque si no lo haces la vida decide por ti y dejas que la corriente de la vida te lleve para donde quiera, sin poner límites. Gracias al don del libre albedrío puedes vivir de acuerdo con tus creencias y tus principios, desarrollar la elección por el bien común, por el tuyo y por el de tu familia.

Cuando llegue el momento de partir, cuando se desprenda tu cuerpo de tu alma; dejarás la parte física de ti al que muchos llorarán y añorarán. Decir adiós a quien se va, honrarlo y despedirlo, vivir respetuosamente el duelo es importante para los que se quedan. Tus seres queridos estarán más tranquilos si saben que viviste plenamente, si elegiste para tu bien, si fuiste feliz. 

El dolor de tu partida desaparecerá poco a poco ya que tú trascenderás en el tiempo y espacio. Habrás sembrado recuerdos de vida, semillas de amor, de ejemplo, en tu estirpe, en tu gente, en tu país.


Comprender Lo Que Leemos


La comprensión lectora: propuestas para la atención a la diversidad en el aula: Esta obra fruto maduro de un dilatado y minucioso trabajo de un equipo de investigación de profesores de la Universidad de Cádiz nos ofrece una amplia serie de principios lingüísticos, de criterios de análisis y de pautas didácticas que fundamentan, estimulan y orientan la más compleja e inaplazable de las tareas pedagógicas en los diversos niveles y en los diferentes ámbitos disciplinares de la enseñanza: la de desarrollar la competencia lectora que, como es sabido, abarca, no sólo la destreza interpretativa, sino también la pericia crítica y la habilidad valorativa.

Para calibrar el alcance de la aportación científica y técnica que nos proporciona este instrumento, hemos de partir de dos supuestos que, a nuestro juicio, son fundamentales: el primero, que aprender a leer correctamente los textos es la senda más directa para alcanzar una visión adecuada de la vida humana, y el segundo que enseñar a leer es una labor difícil que exige el dominio de diversas técnicas especializadas.

La lectura es una de las actividades intelectuales que más contribuyen a ensanchar y a profundizar nuestra existencia: nos proporciona un conocimiento supraindividual y nos abre unos caminos anchos, dilatados y divertidos; nos descubre unas esperanzadoras avenidas del tiempo que cada uno ha de recorrer palmo a palmo y, en consecuencia, nos acerca a la libertad verdadera; es un inagotable motor de superación personal y un mecanismo impulsor de cambios saludables y de ilusiones nutritivas; es un lazo que liga el pasado con el presente y con el futuro e, incluso, es una práctica terapéutica que nos ayuda a reconciliarnos con nosotros mismos y nos empuja, amigablemente, a luchar para no ser presas prematuras de una muerte inevitable.

La lectura de estos textos, tan adecuadamente seleccionados y tan minuciosamente preparados, puede, efectivamente, ayudar a desentrañar sus misterios internos y, si está correctamente dirigida, pueden estimular a los alumnos para que no se limiten simplemente a transitar por la vida sino que se esfuercen en examinarla detenidamente, en digerirla y en vivirla. 

A algunos, incluso, les descubrirá nuevos mundos, los relacionarán con personas insólitas con las que, unas veces, llegarán a identificarse y con las que, otras veces por el contrario, discreparán.

Otro de los objetivos de este método es lograr que la lectura estimule la reflexión sobre las diferentes maneras de ser y de actuar, sobre las distintas sendas que conducen a la realización humana. Estoy convencido de que, en cierta medida, este libro servirá también para educar el buen gusto y para enseñar a valorar la belleza. 

Si lo leemos de manera exigente, si lo explicamos y aplicamos de forma adecuada, servirá también para que los alumnos, al mismo tiempo que aprenden, disfruten. Es posible, incluso, que sirva también para que al mismo tiempo que desarrollan la capacidad crítica y racional, tomen conciencia de su existencia y mantengan tensa esa inquietud por el crecimiento espiritual, por la palabra precisa, por la imagen bella y, en resumen, por la perfección estética.

La lectura que nos hace herederos de inmensas fortunas que superan toda nuestra limitada capacidad de disfrute es la escuela más grata para la niñez, es el taller y el hogar más acogedor para el adulto y es el asilo más confortable para la vejez.

Es la flecha que dirige nuestros anhelos; es el arco que impulsa y concentra en una armoniosa unidad las múltiples voces de los personajes. Es la voz que hace imposible el olvido y, por lo tanto, el silencio definitivo. 

La lectura agrupa los mundos complementarios de la imaginación y de la realidad en el universo unificador de la palabra y, cuando es atenta, proporciona una felicidad más intensa, más honda, más completa y mejor repartida entre los hombres.

Los textos escritos son puentes levadizos...

Pensar Y Razonar No Sólo Copiar Y Pegar


El hecho de que la capacidad de pensar y razonar distinga a los humanos del resto del reino animal es una cuestión que ha estado en el centro de atención de los psicólogos desde que su disciplina empezó a tomar forma, a finales del siglo pasado.

Pues bien, partiendo de esta premisa, Alan Garnham y Jane Oakhill presentan una amplia gama de investigaciones sobre todas las vertientes del pensamiento.
Éste, evidentemente, ya ha sido contemplado desde diversas perspectivas, así como analizado a partir de distintos puntos de vista teóricos, pero, a pesar de constituir un tema tan importante en el terreno de la psicología y de haber sido objeto de estudio de todas las tendencias teóricas, nunca como en este libro había mostrado su verdadera importancia en el marco de la psicología y la ciencia cognitivas más recientes.


Así, tras una breve introducción histórica, la obra se dedica a ilustrar las más significativas áreas del pensamiento: los conceptos y las imágenes, la relación entre el lenguaje y el pensamiento, la inducción, las hipótesis deductivas, el razonamiento estadístico, la toma de decisiones, la resolución de problemas, la creatividad y la enseñanza de técnicas del pensamiento, entre otras. 

La Era Digital


Nos encontramos en una nueva era y es que estamos metidos de lleno en la era digital, a pesar de que muchos de nosotros nacimos cuando todo era analógico.
Esta nueva era digital gira en torno a las nuevas tecnologías e Internet y está llevando a cabo cambios profundos y transformaciones de una sociedad que se mueve en un mundo globalizado. 

Estos cambios profundos suponen una verdadera revolución que nos toca vivir; a pesar de que –todavía– muchas personas no se hayan dado cuenta de lo que “tenemos encima”.

La era digital ha venido para quedarse definitivamente entre nosotros y se manifiesta a través de un verdadera revolución tecnológica (Internet, ordenadores, dispositivos y herramientas TIC, foros, chats, blogs, medios de comunicación, etc.) que está transformando de manera clara y profunda los hábitos, el lenguaje, la vida y las costumbres de muchas personas para crear una nueva cultura “la cultura digital”.

Además, todo este aluvión tecnológico supone un reto para que las personas puedan asimilar los conocimientos, actitudes y habilidades; y, por tanto, poder aprovechar todas las ventajas que ofrece este mundo digital –y aquí el mundo educativo tiene que ser consciente de este reto–.

No cabe duda de las muchas ventajas que la era digital ofrece a la sociedad y a las personas que son capaces de adaptarse ante esta nueva situación (más eficiencia, ahorro de costes, más información disponible, y toda la innovación educativa asociada a la era digital.

Sin embargo, este nuevo mundo digital tiene también algunos inconvenientes cuando nos olvidamos que por encima de la tecnología están las personas y por tanto deberían ser un medio y no un fin en sí mismas.

Las tecnologías por tanto no son ni buenas ni malas, otra cosa es su utilización y lo que es más importante requieren mucha pedagogía social del uso y la producción de nuevos medios.

Por tanto todas estás herramientas y la nueva cultura que estamos creando se tiene que utilizar para mejorar la educación y el aprendizaje y para dar valor a las personas y así las innovaciones serán efectivas si aportan valor a la sociedad para poner a las tecnologías al servicio de las personas y potenciar y sacar todo lo bueno que tienen y por tanto enfocarnos en sus ventajas.


La nueva era digital nos ofrece un mundo nuevo de oportunidades que podemos y debemos aprovechar, sin olvidar que todo ello habrá valido la pena si trabajamos para construir un mundo mejor, capaz de ayudar a mejorar la vida de muchas personas para que puedan llegar a ser más felices y más válidas y sin duda esa mejora del mundo pasa por una mejor educación para nuestros hijos.

sábado, 10 de marzo de 2018

Gustos Y Disgustos


“El egoísmo es medir a los otros por nuestros gustos y disgustos, no por sus necesidades, sino por nuestras preferencias” (A.Orange)

El egoísmo es otro de los “pecados” capitales, un pecado que igualmente viene de lejos. Según Sófocles, “siempre se repite la misma historia: cada individuo no piensa más que en sí mismo”. En parte puede que sea algo incluso genético, vinculado al instinto de supervivencia, porque no puede negarse que el egoísmo puede resultar a veces conveniente (Alexis Karrel sostenía que si estuviésemos completamente desprovistos de egoísmo, seríamos incapaces de vivir), 
y Flaubert lo elevaba a una de las tres condiciones necesarias para ser feliz (junto con la estupidez y el estar bien de salud). 

Por contra, George Sand era de la opinión de que no hay verdadera felicidad en el egoísmo. Tal vez ambos tenían razón. Lo que es seguro es que la acertaba Jaime Tenorio al concluir que “si las personas fueran menos egoístas, yo sería más feliz”... Ni que fuera sólo por eso, vale la pena combatir esta enfermedad del espíritu.

Todos resultamos contagiados por ella en alguna ocasión,  pero cuando el egoísmo se convierte en un rasgo definitorio de la personalidad, acaba resultando disfuncional socialmente -sin altruismo y sin cooperación, la sociedad naufragaría- y perjudicial a nivel personal -la gente rechaza a los egoístas sistemáticos-.  Y eso que sería mucho más razonable practicar un egoísmo cívico e inteligente, del tipo que animaba Jacinto Benavente: el egoísmo de procurar que todos estén bien para estar uno mejor. Efectivamente, es difícil sentirse bien o seguro si los que nos rodean lo pasan mal.

A pesar de esto, demasiado a menudo nos comportamos egoístamente. 

Quizás porque es fácil detectar al egoísta que se esconde detrás del vecino y no ver la biga en el ojo propio. Jean Cocteau hacía broma al respecto: “Egoísta es el sujeto que se empeña en hablarte de sí mismo cuando tú te estás muriendo de ganas por hablarle de ti”. Y algunos confunden el egoísmo “bien entendido” con la filantropía “bien aplicada” (C.Vigil).

En cualquier caso, el egoísmo puede expresarse de diferentes maneras. Por ejemplo, a través de los celos. Honoré de Balzac definió el ser celoso como el colmo del egoísmo, como amor propio en defecto, como la irritación de una falsa vanidad.


Egoísmo, celos, ingratitud… nos alejan de las personas de nuestro entorno, y determinan que malgastemos una gran cantidad de energía que podríamos utilizar en labores más positivas. 

Démosles la vuelta, pues. Aprendamos a agradecer todo aquello que nos viene dado –que es casi todo-. Dejemos los celos para las películas y la literatura, cual muestra de una época en que el hombre aún era un analfabeto emocional. 

Y convirtamos el egoísmo en una sana autoestima: es sólo cuestión de grado.  

La Mente No Descansa


El cerebro no reposa nunca. Cuando nuestra mente divaga, somos capaces de generar ideas sorprendentes.


A diferencia lo que solemos pensar, el cerebro permanece activo incluso cuando se encuentra aparentemente descansando. La actividad del órgano cerebral en reposo, es decir, sin la presencia de algún estímulo o tarea, está estructurada y responde a unos determinados patrones o redes espaciotemporales: las llamadas redes en estado de reposo o resting-state networks (RSN). Neurocientíficos de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) acaban de descifrar las claves de su funcionamiento.

Tal y como exponen en la revista Trends in Neurosciences,  y basándose en modelos informáticos de gran escala del cerebro, han comprobado que cuando las redes en estado de reposo se encuentran en una situación descrita por los expertos como 'límite de la inestabilidad', su eficacia aumenta, a la vez que incrementa su velocidad para movilizarse ya sea para la percepción sensorial o para la acción cerebral. Dicho de otro modo, cuando el cerebro se encuentra en el punto crítico de la 'inestabilidad' en una situación de reposo, puede desplegar todo su potencial de respuesta ante un estímulo o una tarea concreta.

Así, según subraya Gustavo Deco, coautor del trabajo, una de las principales conclusiones del estudio es el descubrimiento de que el cerebro trabaja durante el reposo en un punto crítico de "inestabilidad". Este punto crítico, puede y se verá afectado en los diferentes individuos, por diferentes razones, como, el aprendizaje, la experiencia, el envejecimiento o incluso diferentes síndromes neuropsiquiatricos.