jueves, 8 de agosto de 2019

Ausencia De Argumentos



La descalificación de alguna persona por la sencilla razón de que no contamos con los elementos de juicio medianamente razonables como para rechazar sus opiniones generalmente contrarias a nuestro modo de ver las cosas, suele ser un recurso, o un golpe bajo o, como se dice vulgarmente, “una puñalada trapera” que “escondida debajo del poncho” le ensartamos con el ánimo de eliminar de alguna manera su pensamiento adverso a los nuestros.

Todos contamos con “con cierto morbo” que nos hace proclives a “a degustar” ese sabor especial que suele emitir el “condimento” que casi siempre, por no decir siempre, acompaña a este procedimiento de deslizar subrepticiamente alguna referencia tendiente a descalificar el concepto, generalmente buen concepto, que alguna persona ha sabido ganarse a lo largo de su trayectoria.

Como alguien entendido en el asunto ha dicho: “cuánto más alto crece el árbol mayor es el ruido que produce al caer”.

 “Descalificar se utiliza también en aquellas situaciones en las que alguien es desacreditado. Así, si una persona hace una afirmación inadecuada es muy probable que alguno de sus interlocutores rechace su idea y la descalifique.

El concepto de descalificar se emplea en contextos de agresividad verbal. De hecho, si alguien dice "no voy a consentir ningún tipo de descalificaciones personales" está indicando que se opone a los insultos y a las críticas.”

Lo cierto es que cuando se recurre sin argumentos válidos, por el hecho de que de alguna forma cierta envidia nos corroe, o nos sentimos impotentes de ante la argumentación esgrimida por nuestro ocasional contendor, en el ámbito que fuere, lamentablemente el daño que se produce suele salir mucho más caro que la enfermedad que nos aqueja y moleste.

Generalmente la desacreditación suele dejar sus víctimas tanto en el lado de quien las formula como en el de aquel a quien se le formulen tales acusaciones, lamentablemente su accionar tiene el “efecto boomerang”  suele golpear por detrás a quien lo arroje.


Persiste


Cuando llegamos a un punto desde el cual entendemos que hemos agotado todas las variables posibles de una situación dada, todo parece indicar que no nos vale la pena continuar con el esfuerzo y que lo mejor, lo que nos viene en mente, es dejar de lado lo que intentamos realizar abandonando nuestras aspiraciones de alcanzar nuestros objetivos.

Es entonces, cuando todo parece conspirar en contra de nuestras expectativas, en que surge nuestra capacidad de resiliencia sacando de lo recóndito de nuestro ser esa fuerza adicional que nos induce a continuar, a no dejarnos doblegar ante la adversidad, es decir, extraemos de nosotros mismos el aliento vital que nos impulsa a persistir con mayor intensidad.

Persistir:

“Esta palabra proviene del latín persistere y su significado es “mantenerse firmemente parado”. Se forma con los siguientes componentes léxicos, el sufijo per que es a través de, por completo y sistere que es establecer, estar fijo.

El verbo persistir tiene dos significados, el primero es aquel que se encuentra ligado a la idea de que algo se mantenga a lo largo del tiempo o que tenga una continuidad en su duración. El segundo significado de esta palabra es mantenerse firme y ser constante en la manera en la que se actúa o en la que se plantean planificar determinadas acciones en la vida de una persona”.

Todo esfuerzo que se realiza requiere poner a prueba nuestra voluntad de alcanzar los objetivos propuestos, seguramente habrán innúmeros obstáculos, algunos previsibles y otros que puedan surgir durante la marcha, la magnitud del éxito o el fracaso siempre estará proporcionalmente ligado a cuánto estemos dispuestos a realizar en la dedicación constante que seguramente nos requerirá lo que nos hayamos propuesto.


HMejor Dejar Pa Despuésacer Lo Que Se Sabe


La traducción más correcta sería dejar para mañana aunque también la encontramos traducida como aplazar, diferir, posponer, postergar o relegar.

Las definiciones de postergar, posponer o relegar implican dar menos importancia a la cuestión o persona que espera y además “dejar para después” y son palabras que conllevan costumbre o rutina. En cambio diferir o aplazar significa dejar para otra fecha por definir pero no implica necesariamente un hábito personal.

La procrastinación se trata de un desorden del comportamiento que tiene su origen en la asociación del hecho a realizar con el cambio o la incomodidad que produce dicha acción que puede ser psíquica, física o intelectual.

Normalmente suele aplicarse al sentido de ansiedad que se produce ante una tarea pendiente de concluir, el acto que se pospone puede ser percibido como pesado, angustioso, abrumador, peligroso, difícil, tedioso, aburrido… y nos produce cierto estrés así que queda justificado el posponerlo para un futuro sin determinar “sine die”.

Las personas que lo padecen son aquellas que suelen llegar a las tiendas o establecimientos en el momento en el que están a punto de cerrarlos, o los que pagan los recibos en el último minuto, o los que realizan las tareas escolares o universitarias la noche antes, o los que reservan hoteles, restaurantes... en el último instante

Pienso que todos, de una manera u otra ,hemos compartido, por no decir padecido, estas actitudes que tanto nos desagradan por mayor que sea la educación y los modales de quienes utilizan este recurso disuasivo como una forma de dilatar hasta quien sabe cuándo lo que ansiosamente esperamos recibir.

Resulta que esta tendencia tan marcada que muchos suelen padecer y que tanto sacan de la paciencia a los ilusos que esperan confiados en que las cosas se realicen un mañana tan prometido como esquivo, es una antigua conocida que ha estado presente desde los albores de nuestra civilización y continúa vigente en todas las promesas incumplidas.

La procrastinación es una epidemia en nuestros días que afecta a todo el mundo en mayor o menor medida.

Es la que nos lleva a postergar de manera sistemática las tareas que debemos hacer y a reemplazarlas por otras más irrelevantes pero placenteras. En la mayoría de los casos la confundimos con la pereza.

Superar Divergencias


En el vastísimo espacio de nuestras redes sociales donde suelen surcar muy variadas expresiones como si fuesen consecuencia de una eclosión intempestiva y esporádica de una fuerza ingobernable e inconsulta que surge de la impresión interior de cada uno para cursar el firmamento donde suelen orbitar en las esferas de influencia de cada individuo dejando verdaderas estelas de energía que se pierden inútilmente en el espacio.

Cada uno dentro de sí mismo, envuelto en su propia caparazón, acorazando con uñas y dientes apretados aquello a lo que ha definido como “su postura” como si para emitir lo que considera su interpretación personal de un determinado asunto, implicase un enfrentamiento contra todo y todos en un “caiga quien caiga” dispuestos de salvaguardar hasta el “último límite” aquello que consideramos una realidad ineludible.

Lo cierto es que demostramos, en las expresiones de nuestro intelecto, ser partícipes de una gran libertad expresiva, pero también, en esa misma actitud, puede observarse un fuerte contenido de individualismo que “impregna” a cuánto decimos de cierta fragancia que nos caracteriza como si fuésemos “machos alfa” que marcamos nuestro territorio para dejar constancia de cuáles son los límites de “nuestro territorio”.

Es por eso que señalamos la necesidad de la convergencia, la de encontrar posturas que nos sean comunes dentro de las cuales podamos enriquecer y fortalecer nuestras inquietudes.

“Cuando dos cosas o varias tienen un punto de unión se produce una convergencia, es decir, una confluencia, concurrencia o concentración. Lo contrario supone una divergencia o separación.

Convergencia de ideas y proyectos

Si dos personas tienen planteamientos similares están convergiendo, pues hay una semejanza entre sus posturas.

En el contexto de un debate se produce una lógica discrepancia de opiniones y visiones. Ante ello, cabe la posibilidad de que alguien proponga un acercamiento de las posiciones y cuando esto sucede se produce una convergencia.

Imaginemos que dos empresas competidoras deciden fusionarse para un proyecto concreto con el fin de obtener una mayor rentabilidad. 

En este caso, ambas entidades tendrán que converger, lo cual implica establecer estrategias conjuntas.

Así, el concepto supone un cierto acuerdo o pacto para que las diferencias iniciales se traduzcan en coincidencias.

A eso seguramente todos aspiramos


miércoles, 7 de agosto de 2019

Mostrar Atención



 A instancias de la Psicología, la atención es una cualidad que ostenta la percepción y que hace las veces de filtro de los estímulos ambientales, evaluando cuáles resultan ser los más relevantes e importantes, atribuyéndoles en este sentido la prioridad para luego recibir un procesamiento más profundo.

Además, la atención, es entendida como un mecanismo que se ocupa de controlar y regular los procesos cognitivos, en muchas ocasiones hasta actúa de manera inconsciente.

Determinantes de la atención

Los expertos determinan dos tipos de determinantes de la atención, por un lado los internos, aquellos propios del individuo y que dependen de él; y por otras parte los externos, que son aquellos que resultan del medio.

Entre los internos nos encontramos con el estado orgánico (las pulsiones que sufre el sujeto cuando recibe estimulación), los intereses (aquello que se encuentra íntimamente vinculado con lo que atrae a la persona en cuestión, por ejemplo, si le gusta muchísimo la moda, prestará especial atención a aquellos contenidos vinculados al tópico), la sugestión social (atraer la atención de otras personas por invitación) y los cursos de pensamiento (cuando el pensamiento sigue una idea y justo se presenta un estímulo, este captará de inmediato la atención).

Y respecto de los externos, nos encontramos con la potencia del estímulo (aquellos sonidos fuertes), el cambio (las alteraciones en el campo de la percepción), tamaño (cuando la imagen es realmente imponente), repetición (un estímulo débil pero que por su constante repetición gana fuerza y entidad), el movimiento (un desplazamiento que genera una reacción), contraste (estímulo que se contrapone al entorno) y organización estructural (los estímulos se organizan y jerarquizan para recibir correctamente la información).

El interés aumenta la atención

Todas estas cuestiones recién mencionadas están comprobadas que aumentan la atención de una persona. Sabemos que cuando algo nos interesa especialmente no hará falta que nos digan que prestemos atención, la misma surgirá de manera espontánea ante la percepción de aquello que nos interesa demasiado.

Y el proceso contrario sucede con aquello que no nos despierta ni el más mínimo interés, solemos despreciar en materia de atención a lo que no nos importa o no forma parte de nuestros intereses. Una de las maneras más comunes es no escuchando cuando se habla de algo que no nos reporta ningún tipo de interés o beneficio.

A la persona que no se la encuentra atenta se la llamará distraída porque su pensamiento no está focalizado en aquello que se demanda.

La atención es una condición sine quanom a la hora de aprender cualquier cosa, desde una materia en la facultad hasta alguna tarea.
Los centros educativos y asimismo algunos cursos se esfuerzan en este sentido y entonces desarrollan técnicas que se proponen justamente aumentar la atención.

Pero la atención también es sumamente importante para no incurrir en equivocaciones en el trabajo, en el estudio o para no sufrir algún tipo de accidente. Entonces, la atención es importante en muchas áreas de nuestra vida y no solamente para aprender conocimientos.

Por otro lado, cuando se quiere dar cuenta de la urbanidad, cortesía y la demostración de respeto de la que se es objeto por parte de alguien se suele emplear el término atención para referirla. “Mientras duró mi visita, la atención de mis primos fue excepcional”.
La atención en este sentido es sinónimo de buenos modales. Cuando las personas disponen de buenos modos suelen ser muy atentas y están al tanto de las necesidades y demandas del otro, especialmente si les toca ser anfitriones.

Mientras tanto, cuando la persona carece de buenos modales no será para nada atenta ni se preocupará por lo que necesita el otro, si la está pasando bien o qué puede hacer para que disfrute.

A la persona que se muestra concentrado ante determinado estímulo y entonces se preocupa por escuchar, leer, oír, observar se lo denominará atento y de la misma manera se llamará a aquella persona que se muestra amable en su trato para con los demás.


No Tires La Toalla


Utilizamos este término de no tirar la toalla recurriendo a una expresión típicamente latina, para referirnos a un comentario que por notoria actualidad se refiere a las muy probables dificultades que se agregarían a las muchas ya padecidas  por todos aquellos que han debido tomar la penosa decisión de buscar nuevos horizontes fuera de sus países de origen.

Los  cambios sustanciales anunciados en las últimas elecciones realizadas en nuestro todopoderoso vecino del norte del Río Grande, donde no han faltado el uso de los más duros epítetos para todas aquellas personas que producen la mayor riqueza jamás vista en tiempos de crisis( no obstante ser groseramente discriminados por realizar sus tareas carentes de documentación y garantías ciudadanas situación que es extensiva a los miembros de sus propias familias), hacen que cunda el pánico entre ellos como asimismo una muy genuina preocupación sobre sus posibilidades de sobrevivencia en el futuro.

“Tirar la toalla” es una expresión que usualmente se aplica a una situación en la que nos rendimos y dejamos de intentar conseguir aquello por lo que estamos luchando ya que no salimos airosos, abandonamos, nos damos por vencidos.

Tiene su origen en el mundo pugilístico. Cuando el entrenador o preparador de un boxeador ve que éste está al límite de su resistencia y no se encuentra en condiciones físicas de continuar tiene la opción de arrojar una toalla al aire (que debe caer dentro del cuadrilátero) como símbolo de rendición y finalización del combate para evitar daños mayores o irreparables.

Algunas fuentes señalan que en un principio se arrojaba la esponja con la que se refrescaba al boxeador, pero más tarde se optó por la toalla al ser ésta más fácilmente visible.”

Es ahora más que nunca donde debe aflorar la voluntad combativa del emigrante, con la fuerza y dignidad de su trabajo calificado, donde no se vislumbran, ni en el corto ni mucho menos en el largo plazo, etnias blancas ni de ningún otro color capaces de satisfacer la demanda agregada que pudiesen brindarles el confort y bienestar que tanto anhelan y necesitan.

Los tiempos han cambiado y ya no queda espacio, y si lo hubiera, sin lugar a dudas no hay cabida, civilizadamente hablando, para que turbas xenófobas, culturalmente anquilosadas, pretendan, con su nacionalismo exacerbado,  someter a sus semejantes a un trato discriminatorio o despectivo, entiendo que será  nuestra propia evolución quien se encargará a su debido tiempo de poner las cosas en su lugar.

La altivez, el discurso agresivo y retumbante tendrán que cederle el paso a una realidad circundante que nos envuelve y globaliza, somos ciudadanos de un mundo que se manifiesta e impone sus condiciones y en donde las posturas fósiles y arcaicas solo se podrán exhibir en los museos ni siquiera tendrán lugar en cárceles u hospicios.


El Obsecuente

Hay personas a los que en el reparto de dones les fue mal, sabedores de sus límites, finalmente no les quedará más remedio para progresar que hacer méritos y congraciarse con sus jefes. Y como saben de antemano que no tienen la capacidad intelectual para merecer ascensos, el único camino que se les ocurre es el de la obsecuencia.


Pero —como decía mi abuela—, “más vale caer en gracia, que ser gracioso”; por lo que a veces más que lograr sus fines, estos desdichados ponen aún más en evidencia sus limitaciones y terminan haciendo el papel de bufones.

Entre los de su especie, su arsenal está pletórico de las artes de la calumnia y el chisme; armas que utilizan con predilección sobre aquellos otros a los que su pobre razonamiento hace ver como rivales que deben vencer.

En este juego maléfico rápidamente recibe buenas dosis de su propia medicina, aplicada por parte de otros obsecuentes como él: estas dosis suelen ser fatales sobre él. Por el contrario, para quienes no necesitan mentir sus capacidades —pues son evidentes— esos ataques sólo les causan un daño momentáneo; aunque tal benignidad es cierta solamente si tuvieren otra oportunidad para mostrar su valía, entonces demostrarán tal equívoco y —en este caso— será el obsecuente quien terminará cuestionado.

Pude observar que generalmente se forma una pareja inseparable: entre el obsecuente y su jefe mediocre. En este nefasto dúo, uno de ellos se encarga de obtener todo tipo de información que desmerezca a sus compañeros, es el alcahuete, lo que es utilizado luego por el otro para cortar cualquier posibilidad de reconocimiento hacia alguno de sus dirigidos, en especial aquel que pudiera eventualmente convertirse en reemplazante suyo, o —lo que es peor— pudiera poner de relieve su poca capacidad para ocupar esa posición de privilegio. A cambio, prodiga escasos beneficios al obsecuente que le hace tal favor.

Si un obsecuente progresa, junto con él progresará su metodología de trabajo. Malos días le esperan a esa organización. Y aunque —por incompetente—  finalmente el obsecuente termine relevado, habrá ocasionado ya un grave daño a todos.

También me consta que, en otros casos, la obsecuencia es una burda actuación a tiempo completo, pero dirigida hacia un fin determinado: la obtención de un favor.

Esto es muy común en la política, donde la gente se arrima a los políticos con el solo fin de obtener un beneficio dado, que bien puede variar desde una pensión o subsidio, hasta una beca de estudio para un hijo o la asignación de una vivienda en un plan del gobierno, o aún un puesto de trabajo —aunque más no fuera temporario— para alguno de la familia.

En esas personas su lealtad hacia los postulados y objetivos que defiende ese político durará lo mismo que la paciencia que tengan para esperar por aquel beneficio. Llegado a ese punto, para el logro de su meta, el obsecuente se venderá al mejor postor.


Redescubrir La Normalidad



 “Dar verdadero sentido a nuestra vida se va convirtiendo en realidad a lo largo de nuestra existencia, en la medida en que llevamos a la práctica el propio proyecto personal de crecer y perfeccionarnos desde dentro, encontrando satisfacción en la labor que realizamos, teniéndonos en gran estima y convirtiéndonos en nuestro mejor amigo.

Sólo cuando hemos logrado vivir en paz y armonía interior con nosotros mismos, estamos en disposición de derramarnos sobre los demás, de salir de nuestro caparazón mezquino y miope y elevar nuestra mirada por las altas y lejanas cumbres de la generosidad y del bien común, como actitud, como programa de nuestra vida cotidiana.

¿De qué manera? Haciendo realidad los siguientes principios:
a) Como dice Buscaglia, hay que sentir la propia identidad sabiendo que no es perfecta, pero que está en proceso de creación y de crecimiento. «Siempre pasan meses entre la siembra y la siega».
b) Gozar de la vida en sus múltiples facetas y comprender que la dicha, la felicidad, es una cuestión de interpretación personal, digo más, de elección. Cada pensamiento, cada acción es sobre todo un acto de elección, de interpretación de la realidad presente, sea cual fuere, de forma positiva o negativa. Seamos positivos, sembrando comprensión y esperanza.
c) Lo verdaderamente importante no es el propio interés, sino la cooperación desinteresada y el interés mutuo. «Al perder el interés apasionado por nuestros semejantes, hemos perdido la capacidad de ser felices», subraya A. Montagú.
d) Las acciones de interés social que redundan en provecho de pueblos y comunidades enteras y son de carácter universal producen una felicidad de mayor calidad y la correspondiente valoración positiva de sí mismo.
e) Hemos de convertir nuestra vida en un largo sendero sembrado de amor: a un lado, la aceptación y el amor a nosotros mismos; al otro lado, el amor y la aceptación de los demás.
f) Atinadamente afirma Amando de Miguel que “el truco para alcanzar la felicidad está en fijarse aspiraciones modestas”, refiriéndose a las cosas pequeñas, de cada día, aquellas que para la mayoría de los mortales carecen de importancia. Pero son precisamente estas “aspiraciones modestas”, sentidas y vividas en paz y armonía con nosotros mismos y con nuestros semejantes, las que forman el entramado de base de todo espíritu noble y generoso… ¡con amplitud de miras!

Dice Phil Bosmans en su Canto a las cosas sencillas de cada día.
“Redescubre las cosas normales,
el encanto sencillo de la amistad,
las flores para un enfermo,
una puerta abierta,
una mesa acogedora,
un apretón de manos,
una sonrisa
el silencio de una iglesia,
el dibujo de un niño,
una flor que se abre,
un pájaro que canta,
una hilera de álamos,
un riachuelo, una montaña…
La vida se vuelve una fiesta
cuando sabes disfrutar
de las cosas normales de cada día”.

Esa amplitud buscamos y es a esa amplitud que aspiramos

El Intercambio De Información



Hoy en día son innumerables las oportunidades que nos surgen, diría a cada paso, en el intercambio de información que recibimos y transmitimos a través de los múltiples medios puestos a nuestro alcance mediante los cuales estamos en contacto.

Las redes sociales que hemos conformado se han convertido en un medio muy valioso de compartir inquietudes, como asimismo, una gran oportunidad para desarrollar nuestra solidaridad y fortalecer nuestro espíritu de colaboración con todos aquellos que de alguna manera necesiten de nuestro aporte solidario.

“Cabe destacarse que cuando es necesario conseguir algún fin que de manera individual sería realmente complejo de lograr, o directamente imposible, es que se llama, se invita a la gente que pueda hacerlo a colaborar con su participación, su esfuerzo, para poder alcanzar la propuesta que se persigue.

Asimismo, cuando observamos que alguien, un amigo, un compañero, un afecto cercano, necesita de nuestra ayuda, cooperación, auxilio, en la realización de alguna tarea o actividad y lo asistimos, estaremos colaborando con él.

Entonces, la de colaborar es una acción sumamente común y corriente a instancias de las relaciones interpersonales y en diversos ámbitos.

Y también el término de colaborar se usa para indicar la relación laboral que mantiene un individuo con una empresa determinada y que principalmente se destaca por no implicar la típica vinculación de dependencia laboral, ya que quien colabora, generalmente, lo hace de una manera un poco más libre en lo que respecta a la asistencia física al lugar de trabajo y el cumplimiento de horarios.”
... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/social/colaborar.php


martes, 6 de agosto de 2019

No Te Detengas


No Te Detengas

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...

Poesía: No te detengas. (Walt Whitman)


Nada Nos Pertenece



Es muy bueno reflexionar sobre cuál sería una de las razones básicas, por no decir la razón prioritaria, por la cual nos manifestamos  y tomamos partido en todos los ámbitos que fueren necesarios en procura de definir ante quien corresponda de que estamos siendo contemporáneos con la vida que transcurre y nos transporta, la cual nos pertenece de pleno derecho y a la que no estamos dispuestos a dejarla pasar, por la sencilla razón de que estamos vivos, juntos, la vida y nosotros, compartimos el tiempo presente, redactamos y escribimos las páginas que dan cuenta de nuestro paso y existencia.

Esta, definitivamente, no es tarea para historiadores de un tiempo que ha pasado, ésta es nuestra propia historia, a nosotros corresponde narrarla, llenar con nuestro puño y letra los espacios que aún continúan en blanco en el trazado de nuestras propias vivencias.

Hubo un tiempo pasado que nunca ha sido nuestro y existe un tiempo presente que estamos configurando al cual le damos sentido, este es el ahora de nuestras vidas, todo cuanto sucede o pudiera llegar a suceder deberá contar con nuestra presencia en un aquí, ahora, y conmigo sin exclusiones ni excluidos en el quehacer constante que nos conducirá al futuro.



Conductas Extremas


Existen muchas personas que adoptan en sus decisiones posturas extremas, o dicho de otra manera, se refugian u ocultan sus temores en posiciones extremas buscando, quizás instintivamente, el amparo que puedan brindarles todos aquellos que motivados por las mismas inseguridades le ofrezcan la posibilidad de “engrosar un frente común” evitando de esta manera el tener que asumir en solitario los dictados que puedan “susurrarle” su propia conciencia.

En momentos en que estamos hablando de flexibilidad y tolerancia como conducta colectiva que nos permita una adecuada integración en la diversidad, de todos quienes formamos parte de una sociedad, que se manifiesta en la libre expresión de cada una de sus partes, consolidando el todo, de “un entramado social” que asume su “identidad” como la manifestación “libre y espontánea” de cada una de sus partes” nos parece un “franco retroceso” que algunos de sus exponentes adopten conductas tan radicales que les lleve a no admitir dentro de su seno manifestaciones que parecieran que les contradice y ante las cuales no existe la voluntad, no solamente de dialogar sino , y esto es lo grave, que les induce a la adopción de actitudes francamente hostiles y violentas en contra de aquellos que no adhieran a su radical forma de manifiesta intolerancia.

“En la mayoría de los casos, el extremista, lleva sus ideologías a un extremo; sin embargo, los extremistas políticos toman acciones, convirtiéndose en una especie de activistas que buscan apoyar con todas sus fuerzas al movimiento político, además de que aplican sus puntos de vista de manera radical, y mantienen sus opiniones de igual manera, por lo que muchos asumen que sus acciones estarían marcadas por la violencia, pues es la manera en la que actúan, usualmente, los sujetos con sus opiniones al límite.”

En la religión, de alguna manera, es uno de los entornos en donde la mayoría de los extremistas, pues la utilización de una figura que representa un “gran poder que controla todo lo existente y por existir”, además de la creencia, sumamente arraigada en la cultura, de que se va “al cielo”, después de morir, lugar en que se puede encontrar la paz eterna, aunque se deben cumplir ciertos requerimientos para lograrlo, como lo es amar al ente todopoderoso y vivir una vida sencilla; algunas personas, con esperanza, cumplen estos requisitos con fervor, lo que puede generar una tendencia que sobrepasa los límites. Igualmente, se pueden excluir a los demás sujetos que no presentan las mismas conductas.”






lunes, 5 de agosto de 2019

Cultura De Convivencia

Nuestra forma de ser, lo que “sale de nosotros”  todo aquello que aflora y se manifiesta con la intención de ser compartido nos hace exponentes de “una cultura” que aporta todo aquello que “se ha cultivado” en las entrañas de “un yo soy” que florece en ese encuentro vital de la comunicación entre quienes nos expresamos y aquellos que son los receptores de las inquietudes expuestas.

Esta es la dinámica de lo que entendemos como cultura, la expresión intelectual de un sentimiento que se complementa en el intercambio activo, una lectura para ser tal necesita de ser leída es en esa “simbiosis” vital donde se produce “el cultivo”, donde se transforman mediante la acción conjunta, “todo lo que podría ser” constituyéndose en “esto que es” algo nuevo que no existía y se manifiesta pleno de vida, esto es para nosotros, cultura.

“En general, la cultura es una especie de tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad determinada.

Por lo tanto, las costumbres, las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y las normas de comportamiento son aspectos incluidos en la cultura.

Otra definición establece que la cultura es el conjunto de informaciones y habilidades que posee un individuo. Para la UNESCO, la cultura permite al ser humano la capacidad de reflexión sobre sí mismo: a través de ella, el hombre discierne valores y busca nuevas significaciones.”



El Relato Responsable

Cuando participamos, de una manera u otra, en el análisis de acontecimientos que de alguna forma demuestran ciertas particularidades que los ameritan a ser sujetos de análisis posteriores, recurrimos al desglose de  tal información con la responsabilidad propia de quien entiende que es posible aportar un punto de vista de contenido crítico de los hechos como asimismo emitir los juicios de valor de tales acciones que entendamos pertinentes formular.

“La palabra Responsabilidad proviene del término latino responsum (ser capaz de responder, corresponder con otro). La responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones o cuidado al hacer o decidir algo, o bien una forma de responder que implica el claro conocimiento de que los resultados de cumplir o no las obligaciones, recaen sobre uno mismo.


La responsabilidad se puede ver como la conciencia acerca de las consecuencias que tiene todo lo que hacemos o dejamos de hacer sobre nosotros mismos o sobre los demás.

En el campo del estudio o del trabajo; por ejemplo, el que es responsable lleva a cabo sus tareas con diligencia, seriedad y prudencia porque sabe que las cosas deben hacerse bien desde el principio hasta el final y que solo así se saca verdadera enseñanza y provecho de ellas.”

Esta ha sido una constante en cada una de nuestras intervenciones como también la única motivación que nos induce a exponer nuestras conclusiones, somos plenamente conscientes de que tanto lo que digamos, como todo aquello que pudiésemos omitir, en cualquiera de los temas que desarrollamos, no solamente implica la emisión de una determinada postura, sino que  al hacerlo nos introducimos con  nuestra exposición de motivos en áreas tan sensibles como privadas, las cuales merecen todo el respeto y la consideración que cada caso en particular requiere.

Cuando Ocurren Las Cosas



Estaríamos diciendo algún dislate, probablemente uno más de los tantos que mencionamos periódicamente en nuestras páginas si dijéramos que cuando las cosas tienen que ocurrir lo que sucede es que tales cosas sucedan, está claro que esto no tiene ninguna relación con alguna postura de tipo filosófica, o de predestinación, fatalismo o vaya uno a saber cómo cada cual o cada uno lo califique.

Lo que parece es que si todo lo que ocurre no sucede en una zona que pueda afectar nuestra área más sensible, si la difusión de los que ha ocurrido u ocurre no ha siquiera rozado nuestros “puntos más sensibles” así hubiese sucedido en “la casa de enfrente” de dónde vivimos, digamos la peculiar frase: “aquí no ha pasado  nada” y seguimos tan campantes.

Pero la realidad nos demuestra que “en el jardín donde estamos plantados”  posiblemente creciendo fuera de “nuestro radio de acción” alguien continúa arrancando sin piedad alguna todo lo que aparentemente se vislumbra florecido y hermoso, plenos de la misma vida que disfrutamos con inocultable optimismo, el mismo optimismo que nos invade cuando observamos que por lo menos cerca nuestro “aquí no ha pasado nada”

Pero… lo dicho, lo que tiene que suceder, sucede, y lo hace totalmente independiente de todo aquello que nos pudiese interesar preservar, los sucesos se van anunciando así mismos y los medios los difunden según sean los intereses del o los que pagan el precio de tal difusión, pero, como decimos, lo que tiene que suceder, sucede, diariamente mueren niños desnutridos, se muere por violencia de género, por carencia de una atención acorde a las necesidades, por la violencia inconsulta de la propia violencia, la que pueda ejercer un marginal o un gobernante, o aquella que ocurre por fuera de la caparazón de indiferencia debajo de la cual nos recubrimos.

Mirar Alrededor



Y bueno aquí vamos nuevamente despuntando el vicio de opinar, es bueno tener en cuenta que opinar no es lo mismo que decir que uno habla de la vida ajena aunque, convengamos, que siempre que nos estemos refiriendo a lo que pueda suceder con otras personas, aunque nos disguste admitirlo, tendremos que aceptar que la vida del otro es eso, del otro, nos estaremos refiriendo a lo que pueda hacer o dejar de hacer alguien que es el dueño y señor de su propia existencia y que cuando hablamos de lo que hace o pensamos que hace o que pudiese llegar a hacer, indefectiblemente estaremos incursionando, por no decir metiéndonos, en hablar de la vida ajena.

Así son las cosas, se suele decir que “duelen más los callos” cuando ponemos en “remojo” nuestros propios pies, lo que equivale a decir que resulta mucho menos doloroso cuando esos callos se sienten y se sufren en un pie ajeno al nuestro, cuando las molestias que ocasionan no nos impiden movernos impunemente cuando aunque “fuese sin querer” alguien nos plante la punta de su zapato encima del nuestro en pleno baile.

Y no me dirán que esto no sucede, vaya que sucede, hay quienes opinan que para no sufrir tales consecuencias mejor sería utilizar pies ajenos para salir a bailar, como si el utilizar los pies ajenos no fuese lo mismo que hablar de la vida ajena.

“El despertar para el sentido de la auto-responsabilidad, y la responsabilidad sobre lo que decimos y hacemos, representa el desarrollo de la sensibilidad humana en las relaciones interpersonales. Sin la “marca” de la sensibilidad en nuestro comportamiento social, la insensibilidad gana fuerza y terreno para actuar entre las sombras de la inconsciencia.

Por tanto, la vida ajena ¿nos interesa? Sí y no. La respuesta dependerá de nuestras intenciones reveladas a la luz de la conciencia o de nuestras intenciones inconscientes transferidas al otro en forma de envidia y celos.

Un dicho popular nos informa de que “la envidia mata”. Subyacentes a esta sabiduría se hallan nuestras tendencias de carácter, o sea, de naturaleza negativa, que muchos males han causado a la humanidad a lo largo de su historia.

Tendencias que pueden ser individualmente alteradas con un mejor nivel de lucidez y discernimiento a partir de uno mismo. Y cuando activamos el proceso interno de alteración de nuestras tendencias negativas, es que hemos comenzado a abdicar del egocentrismo en favor del bien común y de una mirada nueva hacia la vida.”

Disfrutemos Todo Lo bueno


Si algo nos cabe realizar en la búsqueda de todo aquello que pueda resaltar todo lo bueno que como sociedad realizamos en nuestra convivencia diaria donde se exhiben los logros que cada uno, desde el anonimato de su accionar, va insertando, para consolidar entre todos el aporte básico que consolida y hace grata nuestra civilidad.

Existe una clara tendencia a unir el ruido de sus voces a todo aquello que de alguna manera magnifique los dramas que suceden en la comunidad, posiblemente sin darse cuenta, de que se convierten en “cajas de resonancia” que unen su estridencia a un cúmulo de voces que se elevan al unísono formando “un coro de aves de mal agüero” sin tener muy en claro de donde provienen ni a dónde van.

Recuerdo que en nuestra niñez, a la hora del almuerzo, en ese momento en que nos juntábamos todos alrededor de la mesa, que nunca faltaba alguno que aprovechara la ocasión para decir alguna cosa, generalmente algo que se había oído en algún lado y que no dejaba “muy bien parado” a un determinado personaje conocido por todos los que estábamos sentados a la mesa, pues bien, antes de que comenzaran a circular “tales rumores” se oía una voz que nos decía: “ si nadie tiene algo bueno para decir será mucho mejor que se calle”.

Parece que todo aquello que no escandaliza, que no tiene “ese sabor tan especial de lo prohibido” no interesa, no tiene el rango de “noticia” que todos quisieran escuchar, entonces, para no ser insípidos, preferimos callar todo lo bueno que deberíamos mencionar y nos adherimos al coro de críticas, generalmente chismes, que a todos les interesa enterarse y de ser posible “agregar algo más”.

Recordemos que aquella frase que sin dudas nos ayudará a elevar nuestras miras en procura de regocijarnos por todo lo bueno que sucede a nuestro alrededor y que lamentablemente no percibimos: “Si hay algo bueno o digno de alabanza a eso aspiramos”

domingo, 4 de agosto de 2019

Cuando Nos Duele Igual



Cuando el dolor nos duele con la misma intensidad que le pueda doler al otro, nos referimos     a aquel al que las circunstancias, o la propia vulnerabilidad de la vida que transcurre sin tomarse una pausa, le muestra “en carne propia” toda la intensidad de “su sentir” cuando quisiéramos que todo lo que le duele no le doliera tanto, decimos entonces que podemos comprender todo lo que significa la compasión.

“Es un término que se presta a confusión. Cuando hablamos de lástima, nos referimos al lamento o quejido ante algo que no sucede como se esperaba, mientras que compasión es un sentimiento humano que se manifiesta a partir y comprendiendo el sufrimiento de otro ser.

Es posible que cuando se experimenta lástima se reconoce la pena y el sufrimiento de otra persona pero sin involucrarse en él, sin sentirlo como suyo. En cambio cuando se experimenta la compasión, el sufrimiento del otro se siente como suyo, va acompañado de empatía y se siente el sufrimiento como si lo estuviera viviendo en carne propia.

Compasión viene del latín cumpassio que literalmente significa “sufrir juntos” o “acompañar”. La compasión implica percibir y comprender el sufrimiento del otro, acompañado del deseo de reducir o eliminar tal sufrimiento. Ante esto, queda aclarado que la compasión no implica menosprecio hacia quien sufre.

La compasión, desde el punto de vista conductual, tiene varias facetas que incluye un componente emocional que se genera cuando percibimos el sufrimiento del otro y generamos un impulso hacia la atenuación de ese sufrimiento. 

De aquí se genera la decisión de realizar acciones destinadas a paliar ese sufrimiento. 

Desde la visión cognitiva lo primero que ocurre es la atención y evaluación del sufrimiento ajeno y la evaluación de nuestras capacidades para intervenir eficazmente en la atenuación o eliminación de ese sufrimiento.

La lástima es un sentimiento egoísta porque lleva implícito el “menos mal eso no me está sucediendo a mí” mientras que la compasión nos permite por un momento dejar de pensar en nosotros para pensar en aquel que vive un dolor, un temor o una desesperanza. Es una manera de acercarse al otro. 

Es a través de la compasión que una persona puede mostrar bondad, solidaridad y nobleza ante la necesidad de acompañar a otro.”

Pensamos que  nos puede ser de gran utilidad el hecho de comprender el origen de los sentimientos que nos embargan cuando nos referimos a la “levedad del ser y de la vida que compartimos” toda acción que nos impulse a “dar de nosotros mismos” aquello que no nos sobra, lo que nos resulta vital y necesario preservar, entonces sí, sabremos de compasión y de amor, que se manifiesta en nuestro interior profundo y se aplica en quienes brindamos nuestro desinteresado servicio.