jueves, 13 de febrero de 2020

Filosofía Y Política


Las incursiones de la filosofía en el terreno de la política tienen más de dos mil años de historia. 
Si Platón se hizo conocido por relacionar su teoría de las ideas con un modelo de organización política basada en una jerarquía férrea, su discípulo Aristóteles no le anduvo a la zaga, y propuso una serie de principios democráticos que, según él, eran necesarios para que la voz y los intereses del pueblo pudiese dar forma a las decisiones importantes que se toman.

Esta serie de propuestas son conocidas como las 9 reglas de la democracia según Aristóteles.
Artículo relacionado: "Diferencias entre la Psicología y la Filosofía"

El contexto: la democracia de Atenas
Por supuesto, los estándares democráticos de la Antigua Grecia no se parecen demasiado a los que imperan actualmente en la mayoría de países industrializados de Occidente. Aunque se considere que los atenienses fuesen los padres de la democracia, en aquella época sólo podía tener representación las familias ricas. La mayoría de la población, en la que se incluían esclavos, mujeres y menores, además de personas consideradas extranjeras, no tenían ni voz ni voto.

Además, este modelo de democracia no estaba ni mucho menos generalizado por toda Grecia. Los espartanos, por ejemplo, ponían mucho más énfasis en la necesidad de funcionar como un gran campamento militar que en las virtudes de la representación política.

Los sofistas
Este es el contexto en el que Aristóteles escribió sus textos sobre política; en Atenas, algunas personas acudían por sorteo a lugares de representación política en los que unas cuantas decenas de personas debatían. Vencía la parte que conseguía convencer al resto, y es por eso que para ciertas familias pudientes a filosofía se reducía a un juego de retórica en el que era más importante la forma en la que se decía algo que el contenido de ese mensaje.

Era por eso que por Atenas proliferaron unos expertos de la retórica, los llamados sofistas, que instruían a quien les pagase en el arte de convencer a los demás, algo que se consideraba una inversión para ganar poder de influencia.

Tanto Sócrates como Platón mostraron su total repulsa ante esta concepción de la filosofía tan basada en el relativismo, ya que entendían que la verdad no cambiaba en función de quién pagase por la defensa de ciertos intereses.

El sistema de política desarrollado por Aristóteles
Después de estos dos filósofos, Aristóteles no ponía tanto énfasis en la necesidad de acceder a una verdad universal y absoluta independientemente de las consecuencias que esto tuviese, pero sí creyó importante fijar una serie de reglas para que la democracia fuese lo más perfecta posible, evitando los riesgos de la corrupción y de las triquiñuelas retóricas.

Esta serie de reglas de la democracia de Aristóteles fueron escritas en su libro Política, y son las siguientes:
1. Elegir todas las magistraturas entre todos
Aristóteles entendía que la política afecta a todos y que por consiguiente todos deben tener el derecho de influir en la política.
2. Que todos manden sobre el individuo y que el individuo mande sobre todos
Este encaje entre los intereses colectivos y los individuales era considerado fundamental para que la democracia no tuviese puntos ciegos.
3. Que los cargos públicos se designen por sorteo
Este filósofo griego creía que, allí donde fuese posible y donde la necesidad de conocimientos técnicos no fuese un escollo, los cargos debían ser elegidos por sorteo para evitar el tráfico de influencias.
4. Que una persona no pueda ejercer dos veces el mismo cargo
Aristóteles creía que esta regla de la democracia era fundamental para que no permaneciesen ciertos cargos enquistados, lo cual haría que los intereses personales de la persona se mezclasen con los objetivos políticos que persigue.
5. Que la misma persona solo ocupe a la vez un cargo público
Esta regla, que contaba con la excepción de las personas dedicadas a la protección de la ciudad mediante el ejército, podía servir como un modelo primitivo de separación de poderes.
6. Que los cargos públicos sean de corta duración
Esto era necesario, una vez más, para que los intereses personales de los políticos no interfiriesen demasiado con su rol político.
7. Que los cargos elegidos administren justicia
La idea de la justicia debía estar por encima de los objetivos políticos y de las estrategias concretas, por el bien del conjunto de la población y para no sentar precedentes de injusticia.
8. Que la asamblea del pueblo tenga poder sobre todas las cosas
Las decisiones fundamentales debían de proceder de la soberanía del pueblo, no de las decisiones de unas pocas personas.
9. Que ningún cargo público sea vitalicio
Esto era necesario para impedir que apareciesen brechas entre el poder de los cargos públicos y el resto de la población. Si existen cargos vitalicios, estos podrían tomar cualquier medida injusta, dado que tienen garantizado un extra de poder durante toda su vida y por consiguiente no tendrían por qué pagar las consecuencias.

https://psicologiaymente.net/social/reglas-democracia-aristoteles


miércoles, 12 de febrero de 2020

La Confianza


Tener la capacidad de confiar en los demás es una parte muy importante de nuestra vida. Incluso, no tan solo es necesario confiar en los demás, sino también en uno mismo. Pero, para algunas personas confiar en los demás es todo un reto.

Especialmente cuando se conoce a una nueva persona, ya que surge una crisis de confianza. Ahí es exactamente cuando surge el miedo a confiar en los demás. Pero eso quiere decir que al mismo tiempo existe un problema de confianza en uno mismo que es importante resolver.

“Tienes que confiar en los demás aunque a veces traicionen tu confianza, pues de lo contrario la vida sería imposible”.
-Orson Scott Card-.

Ante todo, reconoce la necesidad de confiar de nuevo, ya que algunas personas se engañan al creer que no necesitan tener relaciones estrechas en su vida, y eso no es cierto, los seres humanos se necesitan mutuamente y requieren socializarse, ya que de otra forma, su vida estará vacía.

Muévete en ambientes donde veas que hay confianza entre las personas, siempre hay alguien en quien puedas confiar; sólo necesitas encontrar la persona adecuada.

Hay que entender que una persona no tiene que satisfacer todas tus necesidades, lo que importa es que todas tus necesidades sean satisfechas, y lo puedes lograr confiando en distintas personas con diferentes necesidades.

Busca personas  dignas de confianza, que traten bien a sus semejantes; si es aficionada a contar los detalles íntimos de la vida de otras personas, es probable que traicione también tu confianza, pero si no habla mal de otras personas, es poco probable que hable mal de ti a los demás.

Encuentra personas, fomentando la confianza con lentitud; comparte pequeñas confidencias y espera a ver qué pasa; si habla de ellas  a los demás, no confíes en él, pero si la persona demuestra que es fiel en las cosas pequeñas, puedes sentirte  seguro de confiar en él.

“Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas”.
-Proverbio-.

Pero, sobre todo, aprende a confiar en ti mismo, ya que en muchas ocasiones el miedo a confiar en otra persona se debe al miedo a uno mismo, a no ser capaz de manejar una traición. No tengas prisa, ten paciencia, ya que después de haber sido traicionado, puede ser un reto,  aprender a confiar de nuevo. Date el tiempo y el espacio que necesitas.

Es el momento de empezar a confiar en ti mismo. Porque la falta de confianza en los demás no es más que un reflejo de la falta de confianza que tienes en ti.

No es necesario que asumas riesgos para demostrar que confías en ti mismo, pero puedes realizar actividades que te enseñan cosas sobre ti mismo.

Especialmente cuando se conoce a una nueva persona, ya que surge una crisis de confianza. Ahí es exactamente cuando surge el miedo a confiar en los demás. Pero eso quiere decir que al mismo tiempo existe un problema de confianza en uno mismo que es importante resolver.

“Tienes que confiar en los demás aunque a veces traicionen tu confianza, pues de lo contrario la vida sería imposible”.
-Orson Scott Card-.

Ante todo, reconoce la necesidad de confiar de nuevo, ya que algunas personas se engañan al creer que no necesitan tener relaciones estrechas en su vida, y eso no es cierto, los seres humanos se necesitan mutuamente y requieren socializarse, ya que de otra forma, su vida estará vacía.

Muévete en ambientes donde veas que hay confianza entre las personas, siempre hay alguien en quien puedas confiar; sólo necesitas encontrar la persona adecuada.

Hay que entender que una persona no tiene que satisfacer todas tus necesidades, lo que importa es que todas tus necesidades sean satisfechas, y lo puedes lograr confiando en distintas personas con diferentes necesidades.

Busca personas  dignas de confianza, que traten bien a sus semejantes; si es aficionada a contar los detalles íntimos de la vida de otras personas, es probable que traicione también tu confianza, pero si no habla mal de otras personas, es poco probable que hable mal de ti a los demás.

Encuentra personas, fomentando la confianza con lentitud; comparte pequeñas confidencias y espera a ver qué pasa; si habla de ellas  a los demás, no confíes en él, pero si la persona demuestra que es fiel en las cosas pequeñas, puedes sentirte  seguro de confiar en él.

“Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas”.
-Proverbio-.

Pero, sobre todo, aprende a confiar en ti mismo, ya que en muchas ocasiones el miedo a confiar en otra persona se debe al miedo a uno mismo, a no ser capaz de manejar una traición. No tengas prisa, ten paciencia, ya que después de haber sido traicionado, puede ser un reto,  aprender a confiar de nuevo. Date el tiempo y el espacio que necesitas.

Es el momento de empezar a confiar en ti mismo. Porque la falta de confianza en los demás no es más que un reflejo de la falta de confianza que tienes en ti.

No es necesario que asumas riesgos para demostrar que confías en ti mismo, pero puedes realizar actividades que te enseñan cosas sobre ti mismo.

Empieza a confiar en los demás y, sobre todo, en ti mismo.



Confiables


A menos que uno pueda tener confianza en la fiabilidad de quienes le rodean, él mismo está en peligro. Cuando aquellos con quienes contamos nos decepcionan, nuestra vida puede volverse un desorden y aun nuestra supervivencia podría llegar a estar en peligro. 

La confianza mutua es el material más firme para edificar las relaciones humanas. Sin ella, toda la estructura se viene abajo.

Ser digno de confianza es una cualidad muy estimada. Cuando la tenemos, se nos considera valiosos. Cuando la perdemos, la gente puede llegar a pensar que no valemos nada.

Deberíamos hacer que otras personas cercanas a nosotros exhiban esta cualidad y la adquieran. Se volverán mucho más valiosas para sí mismas y, por lo tanto, para los demás.

CUMPLE TU PALABRA UNA VEZ DADA.

Cuando hacemos un compromiso, una promesa o expresamos una intención. debemos cumplirlo. Si decimos que vamos a hacer algo, deberíamos cumplir. Si decimos que no lo vamos a hacer, no deberíamos hacerlo.

El respeto que tenemos por otro se basa, en gran medida, en que la persona sea capaz de cumplir su palabra o no. Por ejemplo, hasta los padres se sorprenderían al ver cuánto pierden en la opinión de sus hijos cuando no cumplen una promesa.

Confiamos y admiramos a la gente que cumple su palabra. Se considera basura a quienes no lo hacen.

Aquellos que no cumplen su palabra a menudo nunca reciben una segunda oportunidad.

Una persona que no cumple su palabra, poco tiempo después puede encontrarse embrollada y atrapada en todo tipo de “garantías” y “restricciones” y hasta se le podría impedir relacionarse normalmente con los demás. No hay un exilio personal más completo de nuestros semejantes que cuando no cumplimos con las promesas que hacemos.

Nunca deberíamos permitir que alguien prometa algo a la ligera, y deberíamos insistir en que cuando haga una promesa, la debe cumplir. Nuestra vida puede convertirse en un lío si tratamos de asociarnos con personas que no cumplen sus promesas. No es algo de poca importancia.

“Se viaja por el camino a la felicidad
con mucha más facilidad
con personas en quienes podemos confiar”



Trascender


El hombre sabe que es un ser finito en lo biológico, sin embargo, busca en su integralidad holística el ser trascendente. Su vida personal y ecosocial, busca su perfeccionamiento trascendente a través de su conciencia, de su dignidad y de su libertad. Lo racional y emocional del ser, se proyecta como una opción de búsqueda del Trascendente y de la trascendencia, para lograr superar así, la finitud de su ser y de su existencia terrena.

En cada cultura y creencia, los seres humanos han establecido caminos, reglas y modos de alcanzar la trascendencia. Desde la antropología y la teología, se procederá a realizar un camino particular desde la perspectiva judeocristiana. La vía más natural, se realiza a través de la procreación (trasmisión genotípica y fenotípica); así como, el sentirse protagonista de una historia y la construcción biográfica de su porvenir en momentos y contextos determinados.

El ser humano tiene una inclinación natural de “dejar huellas”, legados y constituirse en ejemplo o testimonio de otros, en especial con sus hijos y seres próximos. Si bien no es un comportamiento corriente, trata al menos una vez en su vida (sin distingo de clase, etnia o circunstancias de vida). 

Como un ejemplo pudiera emplearse el dicho popular musulmán, la necesidad que tiene todo hombre de “escribir un libro, sembrar un árbol y tener un primogénito”. Tres aspectos propios de la necesidad biológica de continuidad de las especies (Herencia biológica y cuido de la naturaleza); y, en la naturaleza intelectual y espiritual del hombre en dejar una obra que lo represente y continúe su existencia en el conocimiento humano el tiempo con su descendencia, una vez que uno ya no esté presente (Herencia social y cultural).

Otras reminiscencias de este hecho en la historia, quedan en todas las culturas al poner sus apellidos con prefijos o sufijos que hacían mención “el ser hijo de”, o ser la esposa-de o el esposo de y menos, hablar del árbol genealógico de la familia.

Estamos Vivos

Cuando alguien pregunta qué es la vida, hay respuestas de todos los colores. Pero la mayoría son planteadas como afirmaciones irrevocables, no hay vuelta de hoja, es así. Cada persona la ve y la vive de una manera completamente diferente, porque las circunstancias de cada una son completamente diferentes a las de los demás.

“La vida no es un problema para ser resuelto, es un misterio para ser vivido"
A continuación me gustaría compartir con ustedes algunas de las respuestas que me he encontrado en Internet acerca de esta cuestión. Estas son visiones completamente diferentes, algunas tal vez complementarias, otras radicalmente opuestas:
Es un delicado equilibrio entre tomar buenas decisiones y evitar peligros.
Es confiar en nuestros sentimientos, enfrentar retos, encontrar felicidad, valorar los recuerdos y aprender del pasado.
Es algo tan corto que si la echas a perder se acaba más rápido.
Es como el sofá de los Simpson; nunca sabes qué va a pasar.
Es una aventura: vívela, siente, ama, ríe, llora, juega, gana, pierde, tropieza,  pero siempre levántate y sigue.
Es vivir el momento y hacer de este lo mejor posible, sin saber qué va a  pasar después.
Es una cámara de tortura, de la cual sólo saldremos muertos
Es saber aguantar el paraguas cuando llueve

“No cambies lo que más quieres en la vida por lo que más deseas en el momento, porque los momentos pasan pero la vida sigue”

Estas son solo unas pocas frases a modo de ejemplo, pues ya adelantaba que definiciones de lo que es la existencia puede haber tantas como personas, y de eso se trata. Porque aquella persona que cree que es una tortura no se equivoca, pues si eso es lo que piensa, si eso es lo que cree, eso es lo que es para ella. Si para otra es aguantar los chaparrones que caigan, eso será su vida.

Mi definición de la vida
Y es que si tuviera que decir mi definición de lo que es la vida sería: “es lo que tú quieres que sea”, ni más ni menos. Porque aunque todos seamos seres humanos, no todos vemos lo mismo, aunque estemos uno al lado de otro.



Artificios



Aclaro que no soy anti-tecnológico. Quienes me conocen saben que disto mucho de serlo; sin embargo, sé sumar. Y si sumas intereses comerciales, avances tecnológicos en inteligencia artificial y nuestros sesgos cognitivos, pues… sería demasiado ingenuo pensar en que no es posible una muy conveniente manipulación de nuestro comportamiento.

Sería maravilloso poder hablar con ese ‘alguien’ de voz dulce que no te juzga. Que no se cansa. Que te habla solo cuando se lo pides y siempre es cortés. Siempre es paciente. Siempre tiene palabras de aliento. Nunca tiene arranques emotivos. Nunca tiene una opinión propia. Es como Jarvis pero sin el matiz de Paul Bettany.

Es el principio de las Amistades Artificiales. Ya no solo serán asistentes que nos recuerden nuestros compromisos. Serán los entes con los que compartiremos nuestro día. Serán nuestros confidentes y consejeros. Se convertirán en guías, mentores, maestros y quién sabe qué más.

Esto no ocurrirá porque la tecnología de un salto; ocurrirá porque quienes desarrollan esta inteligencia artificial, descubrirán que pueden explotar una de nuestras tantas vulnerabilidades: el deseo de que nos escuchen sin juzgarnos. El deseo de drenar todo lo que sentimos, sin esperar reprimenda ni consejo. El poder sacar el estrés que acumulamos… sin tener que después retribuirlo escuchando a la otra persona.

Siri, Cortana o como se llame, ya tendrá la experiencia de qué decir cuando estamos vulnerables. 

Si ya pueden reconocer las emociones en nuestro rostro, nuestra voz y las palabras que usamos y en cuáles horas del día, del mes, del año, pronto sabrán cómo orientarnos en cada momento.

Orientarnos claro está, a los intereses de los inversionistas.

Después de todo, la inversión de esos millones debe tener algún tipo de ganancia.

El peor escenario posible es que quienes tratan de desarrollar esta inteligencia artificial descubran que en muchas ocasiones, los humanos le encontramos ‘sentido’ a cualquier incoherencia. Es tan fuerte nuestro deseo de buscar una explicación a lo que nos pasa, que cualquier frase (desde el edulcorado desarrollo emocional, pasando por diálogos de películas hasta palabras oídas por casualidad), puede disparar una reacción emotiva en nosotros.


Los Límites Mentales

"Hay personas que siempre dicen que no a cualquier propuesta y responden “no se puede”, “es muy complicado”, etc. Suelen ser personas conservadoras, temerosas de los cambios, a las que les asusta la innovación. También puede tratarse de personas que no tiene motivación más allá de lo que hacen, no quieren comprometerse y evitan toda exigencia. 

Sin embargo, en nuestra vida se producen crisis que implican que se produzcan inexorablemente cambios. Generalmente, nos resistimos a esos cambios y, por eso, no logramos administrarlos. 

Todo cambia, toda la vida se compone de cambios. Deberíamos, por tanto, de gestionar los mejores cambios en nuestra vida. 

El primer cambio es el más difícil, el segundo es más sencillo… Un pequeño cambio trae tras de sí una catarata de cambios". 
Bernardo Stamateas. "Nudos mentales". 

"La mente es un lugar de gran almacenaje y es allí donde deben comenzar los cambios, donde hay que desterrar y arrancar todos aquellos conceptos que lastiman tu vida, te hacen sufrir y permanecer herido. Todo comienza en tu cabeza". 

"Si te resistes y no vives ni cambias, solo permaneces". 
Bernardo Stamateas. "Resultados extraordinarios". 

 "Si un barco que va navegando desvía su curso cinco grados hacia el norte, a babor (derecha) o a estribor (izquierda), en el momento ese cambio es casi imperceptible. Pero si continúa avanzando, en la distancia se percibirá el cambio realizado, que se verá multiplicado. Ese cambio puede ser positivo o negativo". 

Bernardo Stamateas. "Nudos mentales". "Hay personas que siempre dicen que no a cualquier propuesta y responden “no se puede”, “es muy complicado”, etc. Suelen ser personas conservadoras, temerosas de los cambios, a las que les asusta la innovación. También puede tratarse de personas que no tiene motivación más allá de lo que hacen, no quieren comprometerse y evitan toda exigencia. 

Sin embargo, en nuestra vida se producen crisis que implican que se produzcan inexorablemente cambios. Generalmente, nos resistimos a esos cambios y, por eso, no logramos administrarlos. 

Todo cambia, toda la vida se compone de cambios. Deberíamos, por tanto, de gestionar los mejores cambios en nuestra vida. 

El primer cambio es el más difícil, el segundo es más sencillo… Un pequeño cambio trae tras de sí una catarata de cambios". 
Bernardo Stamateas. "Nudos mentales". 


"La mente es un lugar de gran almacenaje y es allí donde deben comenzar los cambios, donde hay que desterrar y arrancar todos aquellos conceptos que lastiman tu vida, te hacen sufrir y permanecer herido. Todo comienza en tu cabeza".

"Si te resistes y no vives ni cambias, solo permaneces".
Bernardo Stamateas. "Resultados extraordinarios".

"Si un barco que va navegando desvía su curso cinco grados hacia el norte, a babor (derecha) o a estribor (izquierda), en el momento ese cambio es casi imperceptible. Pero si continúa avanzando, en la distancia se percibirá el cambio realizado, que se verá multiplicado. Ese cambio puede ser positivo o negativo".
Stamateas. "Nudos mentales

El Desapego


Desprenderse de lo que no se usa puede provocar diferentes respuestas en cada uno, sin embargo, es algo favorable para deshacerse no solo de cosas sino también de las ideas y pensamientos que acompañan el deseo de retener y acumular en demasía.

Desapegarse de objetos es liberarnos, es romper ataduras que nos unen al pasado, a situaciones inexistentes o a personas y afectos que pertenecen a otros momentos de la vida. Vivir en el presente equivale a dejar ir lo vivido para poder crear momentos nuevos y ser capaces de disfrutar el hoy con amplitud y sin la sombra de lo que ya fue.

La preocupación por carecer, por tener miedo a la ruina esclaviza y provoca la acumulación que conduce a la codicia. Tenemos muchas más cosas de las que realmente necesitamos y en más de las ocasiones ni siquiera disfrutamos las muchas que tenemos.

Es tiempo de aprovechamiento inteligente de los recursos, empecemos por nosotros.

En todas las casas hay: la vajilla, los manteles, los vestidos, los adornos, las joyas, las pertenencias y los regalos provenientes de personas muy queridas, que hoy, o están pasadas de moda, no nos quedan, 

nos fueron dadas por seres que amamos y que por supuesto creemos que representan a las personas, pero solo son objetos que ocupan lugar y espacio. Lo valioso de todo eso permanece en nuestra memoria y en nuestro corazón.

Compartir todo esto para que alguien más lo disfrute antes de que no le sirva a nadie, favorece para desalojar la mente y la casa permitiendo y favoreciendo el flujo natural de la abundancia en todas direcciones.

Lo que retienes a alguien le hace falta, comparte y ayuda a que la energía  de la riqueza se mueva y llegue a más personas.


martes, 11 de febrero de 2020

Compartiendo Frases


Compartiré contigo 24 frases para vivir de manera diferente. Asimilar estas frases te permitirá ver la vida distinta y de forma positiva, encontrando respuestas a muchas de las preguntas que puedas estar teniendo.

1. La tentación de rendirse será mucho más fuerte justo antes de la victoria.
2. El truco de la vida es morir joven, pero lo más tarde posible.
3. No hables a menos que puedas mejorar el silencio.
4. El viaje de mil millas comienza con el primer paso.
5. El fuerte superará un obstáculo; el sabio, todo el camino.
6. No temas demorarte, ten miedo a detenerte.
7. La felicidad de un tonto también es tonta.
8. Que hayas tropezado y caído no significa que vayas por el camino equivocado.
9. La cabaña donde te ríes es más reconfortante que el palacio donde te aburres.
10. Siempre mira las cosas desde el lado positivo, si no lo hay, frota los lados oscuros hasta que brillen.
11. Lo que suceda, sucede a tiempo.
12. Aquel que señala tus defectos no siempre es tu enemigo; aquel que habla sobre tus virtudes no siempre es tu amigo.
13. No te preocupes si no sabes algo, preocúpate si no quieres aprender.
14. Los maestros solo te abren las puertas, el resto del camino lo harás por tu cuenta
15. Por mucho que sople el viento, la montaña no se inclinará ante él.
16. Vive con paz en tu alma. Vendrá el tiempo y las flores florecerán solas.
17. No hay amigos sin defectos; si les buscas defectos, te quedarás sin amigos.
18. La desgracia entra por la puerta que tú le abres.
19. Nadie regresa de sus viajes siendo el mismo que era antes.
20. Aquellos que son capaces de ruborizarse, no pueden tener un corazón negro.
21. Es mejor ser una persona por un día, que ser una sombra por mil días.
22. Tu casa está ahí donde están tus pensamientos.
23. La persona que pudo mover la montaña empezó moviendo unas piedras pequeñas.
24. Si cometes un error, es mejor reír de inmediato.




Deseos De Servir


Cuando servimos de corazón, no debemos sufrir ni hacer sacrificios.Si nos pesa, quizá sea porque estamos tratando de cerrar una herida personal, y no por ayudar a otros. Así que empecemos por ofrecer lo que podamos dar. 

Si tenemos tiempo, ofrezcámoslo; si nuestro bolsillo lo permite, demos dinero, o compartamos nuestros talentos con los demás: escuchar, hablar, cocinar, pintar... De este modo estaremos felices de hacerlo sin sentir que es un sacrificio.

El deseo de ofrecer ayuda a gente lejana es un anhelo noble, pero servir a quienes nos rodean es más fácil y podemos hacerlo de inmediato. Dentro de nuestra familia puede haber alguien que necesita ayuda, y también entre nuestros vecinos o en la comunidad. 

Esto no significa que el resto de la gente no nos debe importar, sino que es mejor empezar por las personas que están más cerca de nosotros.

Ayudar en forma anónima nos quita la posibilidad de dar otro regalo: nuestra presencia. Cuando una persona está enferma o tiene una carencia, no solo podemos ayudarla con algo material (por ejemplo, dinero), sino también con nuestra presencia. 

La calidez de un abrazo, una sonrisa cariñosa o una mirada comprensiva pueden ser un auténtico bálsamo cuando hay dolor o necesidad. Nuestra persona, en sí misma, puede ser un valioso regalo para otro ser humano.

Al ofrecer ayuda, no solo debemos tener consideración por la otra persona, sino respetar también el momento en que se encuentra. A veces, todos necesitamos afrontar el dolor o una situación extrema para crecer como seres humanos. Esto no implica dejar de ayudar a los demás, sino respetar sus tiempos. 

No pretendamos que sigan nuestros consejos, que valoren lo que les damos y, menos aún, que nos den muestras de gratitud. Nuestra tarea es dar el paso hacia ellos, y ellos decidirán cuándo ir a nuestro encuentro.

Nuestra tarea es dar amor y ayudar a quien lo necesite, como podamos, mirar alrededor y empezar a ofrecer lo mejor de nosotros mismos. Así, nuestro corazón no tendrá más vacíos por llenar.
Cuando servimos de corazón, no debemos sufrir ni hacer sacrificios.Si nos pesa, quizá sea porque estamos tratando de cerrar una herida personal, y no por ayudar a otros. Así que empecemos por ofrecer lo que podamos dar. 

Si tenemos tiempo, ofrezcámoslo; si nuestro bolsillo lo permite, demos dinero, o compartamos nuestros talentos con los demás: escuchar, hablar, cocinar, pintar... De este modo estaremos felices de hacerlo sin sentir que es un sacrificio.

El deseo de ofrecer ayuda a gente lejana es un anhelo noble, pero servir a quienes nos rodean es más fácil y podemos hacerlo de inmediato. Dentro de nuestra familia puede haber alguien que necesita ayuda, y también entre nuestros vecinos o en la comunidad. 

Esto no significa que el resto de la gente no nos debe importar, sino que es mejor empezar por las personas que están más cerca de nosotros.

Ayudar en forma anónima nos quita la posibilidad de dar otro regalo: nuestra presencia. Cuando una persona está enferma o tiene una carencia, no solo podemos ayudarla con algo material (por ejemplo, dinero), sino también con nuestra presencia. 

La calidez de un abrazo, una sonrisa cariñosa o una mirada comprensiva pueden ser un auténtico bálsamo cuando hay dolor o necesidad. Nuestra persona, en sí misma, puede ser un valioso regalo para otro ser humano.

Al ofrecer ayuda, no solo debemos tener consideración por la otra persona, sino respetar también el momento en que se encuentra. A veces, todos necesitamos afrontar el dolor o una situación extrema para crecer como seres humanos. Esto no implica dejar de ayudar a los demás, sino respetar sus tiempos. 

No pretendamos que sigan nuestros consejos, que valoren lo que les damos y, menos aún, que nos den muestras de gratitud. Nuestra tarea es dar el paso hacia ellos, y ellos decidirán cuándo ir a nuestro encuentro.

Nuestra tarea es dar amor y ayudar a quien lo necesite, como podamos, mirar alrededor y empezar a ofrecer lo mejor de nosotros mismos. Así, nuestro corazón no tendrá más vacíos por llenar.


La Moral Pública


El arte de gobernar consiste en el ejercicio de la función pública, rodeando la administración del Estado de seguridades materiales, las cuales solo se soportan y permanecen, en la medida que los actores de la gestión pública, alimenten con la moralidad, prudencia, eficacia y honor, cada una de las realizaciones, las cuales han de estar sujetas a los pilares de la honestidad, el decoro, la cultura y la responsabilidad ciudadana.

Sin éstos aditamentos no podemos construir un país fortalecido con valores, confiado en la moralidad de sus gobernantes, dispuesto a contribuir, en lo personal cada ciudadano, para impedir las laceraciones que frecuentemente se le producen a la moral pública, inspiradas en una glotonería insaciable, en la avaricia incontenible y sobre todo en la seguridad de la impunidad.

Somos los ciudadanos con derecho a sufragar, quienes tenemos la grave responsabilidad de escoger los gobernantes, seleccionando personas con un perfil moral blindado ante las tentaciones que el ejercicio del poder produce.

Los panameños somos testigos de la precaria calidad moral de muchos aspirantes en el escenario político. El rechazo de las actuaciones deshonestas, teñidas con el soborno y el aprovechamiento de una posición gubernamental importante, no parece intimidar a quienes hacen del servicio público una forma de vida divorciada del ejemplo, y viven de su trasiego con cualquier grupo que les beneficie, porque su único interés es proveerse de bienes materiales, aún cuando sean objeto de severas críticas como personas, ya que la moralidad no forma parte de su formación dirigencial.

No es imposible encontrar mezclados entre la gente decente a personajes identificados por el lodo que lleva su plumaje, fruto del tránsito por el pantano, y como decía el poeta, debemos aspirar a que el plumaje de cada uno de nosotros no sea de esos manchados por el pantano de nuestras actuaciones.

Es indispensable que cada funcionario público, cada educador y, en especial, cada padre de familia, 
adopte una actitud de resguardo y protección a los valores morales, dotando a los jóvenes de ejemplos a seguir, previniendo las ofensas, desalentando la delincuencia, imponiendo modelos de comportamiento familiar y público, para que podamos construir el país que deseamos heredar a nuestros descendientes.

Con el concurso de todos, podremos desalentar la corrupción, la extorsión, y así vamos creando una moral blindada contra las ambiciones desmedidas y contra el abuso tan frecuente en el ejercicio del poder.

La moralidad pública depende del aporte que cada funcionario y dirigente haga en beneficio de la decencia, la pulcritud, la capacidad y productividad de cada estamento de la administración y se perpetuará en la medida en que no renunciemos a los principios morales que deben levantarse como un muro que contenga el aprovechamiento inmoral, porque es de nosotros de quienes depende que la moral pública no siga siendo lacerada.


Controversiales

Filosofía

¿Cómo evoluciona el pensamiento filosófico? ¿Cómo progresa el conocimiento científico? Estas preguntas, que han suscitado una gran variedad de respuestas contrapuestas entre sí, reciben en esta obra un tratamiento novedoso. Por empezar, se tratan conjuntamente porque, si bien el pensamiento filosófico y el científico presentan innegables diferencias en su naturaleza y desarrollo, a la vez, como se procurará mostrar, avanzan frecuentemente, de acuerdo con una pauta común: la aparición, el desarrollo, la extinción o la trasformación de espacios controversiales. Estos espacios son concebidos como constituidos por una red de controversias, reales y ficcionales, en torno de cierta problemática. De este modo, el modelo de los espacios controversiales presupone que tanto el pensamiento científico como el filosófico avanzan históricamente a través de la confrontación entre distintas posiciones, recuperando y repensando así una antigua tradición dialéctica que fuera dejada de lado en la modernidad en favor de una concepción monoléctica del progreso del entendimiento y el conocimiento.

Por otra parte, este modelo, además de su contenido filosófico, que conlleva por ejemplo el rechazo de dicotomías como las del externalismo versus el internalismo o el ruputurismo versus el continuismo, se ofrece como un instrumento para identificar y reconstruir conceptualmente la trayectoria histórica de distintos espacios controversiales en la ciencia y en la filosofía. En esta obra se incluyen así, después de la introducción y la descripción del modelo, diversas aplicaciones del mismo en estudios de casos tomados de la historia de la ciencia y la filosofía. Se estudian, en relación con la primera, la trayectoria del concepto de irreversibilidad, de Fourier a la teoría del caos, la historia de la cambiante percepción de la relación entre la química y la física, el curioso caso del cambio radical que sufrió un popular texto de física del siglo XVIII, las controversias que caracterizaron los inicios de la biología molecular, las etapas en la evolución de la lingüística durante el siglo XX. Asimismo, se revisa, a la luz del modelo la historia e interconexión de debates fundamentales de la filosofía de la historiografia, la historia del concepto de superveniencia en la filosofía de la mente y la evolución de la filosofía de las ciencias sociales a partir del análisis de tres conocidas controversias. En definitiva, esta es una obra de vastos alcances que, además de su relevancia para investigadores y docentes en los diversos temas abordados, también es de interés para todo lector dispuesto a embarcarse en un recorrido fascinante a través de una diversidad de estudios de casos de espacios controversiales en la historia de la ciencia y la filosofía.

Aunque hubo algunos desarrollos previos, sólo en la segunda mitad del siglo pasado, la tradición controversial fue realmente recuperada por una corriente de investigadores en filosofía, historia y retórica de la ciencia. Gracias a esa corriente, las controversias dejaron de ser consideradas como fenómenos marginales o periféricos para ser vistas como eventos que están en el núcleo mismo del desarrollo del pensamiento y el conocimiento.

La Verdad



Y de nuevo tenemos al gran Oscar Wilde negando la existencia de una única verdad. Y es que seguro que todos podemos pensar en una persona que parece que siempre tenga que tener la razón. 

Que no atiende a posibles cambios en su posición, aquella persona que siempre niega otras opciones, y lo que es peor, lo hace sin escuchar si puede ser realmente una opción según su postura.

Pues bien, aquí lo tenemos. No hay una verdad pura ni tampoco es simple. Así que eso de “es así de simple”, no debería de existir en nuestros cabales ya que si así fuera, no habría necesidad de conocer, compartir, aprender… todo sería siempre igual. Afortunadamente tenemos variedad y eso es lo que desprestigia esta afirmación pues la verdad jamás es simple.

Del mismo modo, la verdad no es pura, ya que su origen puede haber sufrido millones de cambios y eso no significa que haya sido inmutable, sino que ha variado hasta llegar a nosotros.

¿Acaso una mesa es únicamente un árbol? La respuesta ya la sabes, no es talar el árbol, tratar la madera, diseñar una mesa, trabajarla, venderla, colocarla en el comedor… hay muchos factores que han variado aquella mesa cuyo origen inicial era el árbol, origen que sin embargo no es puro ya que ha sido tratado para adecuarlo al producto que representa.

Así que ya sabes, jamás creas que tu verdad es única ni simple. Siempre puede haber habido cambios. Aprende a escuchar cuál es la verdad según la otra persona y aprenderás mucho más de lo que imaginas. 

Escuchar es la clave. ¿A cuántas personas conoces que le haría bien entender que la verdad jamás es pura y simple?