Y de nuevo tenemos al gran Oscar Wilde negando la existencia de una
única verdad. Y es que seguro que todos podemos pensar en una persona que
parece que siempre tenga que tener la razón.
Que no atiende a posibles cambios en su posición, aquella persona que
siempre niega otras opciones, y lo que es peor, lo hace sin escuchar si puede
ser realmente una opción según su postura.
Pues bien, aquí lo tenemos. No hay una verdad pura ni tampoco es simple.
Así que eso de “es así de simple”, no debería de existir en nuestros cabales ya
que si así fuera, no habría necesidad de conocer, compartir, aprender… todo
sería siempre igual. Afortunadamente tenemos variedad y eso es lo que
desprestigia esta afirmación pues la verdad jamás es simple.
Del mismo modo, la verdad no es pura, ya que su origen puede haber
sufrido millones de cambios y eso no significa que haya sido inmutable, sino
que ha variado hasta llegar a nosotros.
¿Acaso una mesa es únicamente un árbol? La respuesta ya la sabes, no es
talar el árbol, tratar la madera, diseñar una mesa, trabajarla, venderla,
colocarla en el comedor… hay muchos factores que han variado aquella mesa cuyo
origen inicial era el árbol, origen que sin embargo no es puro ya que ha sido
tratado para adecuarlo al producto que representa.
Así que ya sabes, jamás creas que tu verdad es única ni simple. Siempre
puede haber habido cambios. Aprende a escuchar cuál es la verdad según la otra
persona y aprenderás mucho más de lo que imaginas.
Escuchar es la clave. ¿A cuántas personas conoces que le haría bien
entender que la verdad jamás es pura y simple?
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