lunes, 10 de febrero de 2020

La Buena Madera


Las personas imitan o adquieren las características de personalidad de sus padres o del entorno que les rodea en la infancia y juventud.

El refrán “de tal palo, tal astilla” se emplea para referirse a las personas que imitan o adquieren algunas características o cualidades de sus padres o del entorno en el cual crecen o se crían.

En sentido explícito, significa que la astilla que se desprende de un palo tendrá, por fuerza, las mismas características de este.

El significado implícito, en cambio, alude a las relaciones de semejanza existentes entre padres e hijos, bien por herencia genética, bien por educación, según lo cual los hijos se parecerán a sus padres en su comportamiento, gustos, forma de ser o de actuar, así como en el físico, etc.

En un sentido general, se puede decir que lo que significa el dicho “de tal palo, tal astilla”, es que todo, de un modo u otro, se parece a su origen o a aquello de lo que proviene.

“De tal palo, tal astilla”, por lo tanto, puede ser empleado de forma positiva con la finalidad de resaltar una virtud del padre que posee el hijo: “Samanta adora estudiar, como su madre: de tal palo, tal astilla”.

Asimismo, el refrán puede ser usado con el objeto de señalar o enfatizar una característica negativa de la persona, que también posee el padre: “Al igual que su padre, a Miguel no le gusta caminar. De tal palo, tal astilla”.

Expresiones sinónimas de este dicho popular son: cual el cuervo, tal el huevo; cual es el padre, tal es el hijo; cual es la madre, así las hijas salen; de tal árbol, tal ramo; de tal parra, tal racimo; de tal simiente, tal gente, etc.


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