jueves, 11 de junio de 2020

Estar A La Altura


Existen momentos de incertidumbre en la vida, esos instantes en los cuales no sabemos a ciencia cierta cómo saldrán las cosas, nos llenamos de expectativas, de dudas, de temores y de ansiedad. En una constante espera de los resultados, de alguna manera nos toca asumir riesgos y lo hacemos, a lo largo de toda nuestra vida, indudablemente, cuando no hay seguridad de nada, cualquier cosa puede ocurrir.

Asumir riesgos es parte del aprendizaje de la vida, los errores hacen la historia y los éxitos las grandes victorias, actuar frente a situaciones en las cuales no hay seguridad, nos alerta sobre el hecho de que cualquier cosa puede pasar, esto no debe ser necesariamente causal de temores infundados, simplemente nos debe preparar para accionar frente a cosas inesperadas.

Evidentemente todo en la vida depende del cristal con el que se mire y las actitudes que elegimos en la vida hacen la diferencia. Podemos vivir atemorizados evitando correr riesgos para no cometer errores, o podemos aventurarnos a desafiar nuestros propios límites e ir siempre más allá.
Las sorpresas de la vida también suelen llegar cuando menos se espera, no sólo las adversidades, debemos imprimir buenas energías a lo que hacemos, procurar vivir sin alimentar las expectativas, más bien estar en disposición de recibir lo bueno que nos llega y de tener la fortaleza y valentía para superar las adversidades.
El caso es que no importa qué tanta seguridad se pueda tener de algo, las probabilidades de que las cosas cambien siempre están presentes, todo puede ocurrir, todo puede salir muy bien o cambiar repentinamente, lo ideal es realmente no esperar nada, simplemente observar, estar atentos y alerta para poder actuar de manera óptima ante cualquier escenario.
En cuestión de relaciones amorosas, quizás esto nos pueda parecer aún más riesgoso, pero es sabido que aquel que se involucra en relaciones, debe esperar cualquier cosa, así que tomar la decisión de vivir intensamente o prudentemente, o ambas, es cuestión de cada quién.

No te dejes envolver por los temores, ni embargar de dudas, vive con la mente clara y el corazón esperanzado, porque nada está deparado en tu camino que no puedas enfrentar.


Sustituidos

"La fisiología humana, no cambia al ritmo vertiginoso del desarrollo tecnológico".

La computadora más antigua, pero más moderna (el cerebro), le ha permitido al hombre imponerse, al menos en el planeta Tierra, a todas las demás especies. 

El hombre, con la capacidad de pensar, ha logrado cambios impresionantes que maravillan no sólo a los abuelos, sino también a las nuevas generaciones, y que fundamentalmente, han traído comodidad y seguridad.

La comodidad y la comunicación de los tiempos actuales, van modelando un hombre distinto, que es capaz de mantenerse informado instantáneamente de lo que ocurre en cualquier parte del mundo. Es apenas a principios del siglo que ahora finaliza, que empezaron a rodar automóviles, a la "impresionante" velocidad de 40 a 60 kilómetros por hora. Son ganancias también de este siglo, el teléfono, la televisión, la conquista del espacio, las computadoras y la comunicación electrónica, entre otras, de tal manera que descansan en paz, en gran medida, como apoyo al trabajo, el caballo, el correo, el telégrafo, y una larga lista, que ha sido atropellada por el desarrollo tecnológico.

El cálculo matricial y la comunicación electrónica, han dado vida a la maravilla de las computadoras, que hoy se encuentran presentes en todo. Hasta las amas de casa, menos afectas al manejo de la computación, hoy se internan en la red electrónica, hasta para averiguar los precios de lo que quisieran comprar. Con una computadora, y una línea telefónica, se tiene acceso a la red electrónica que no tiene fronteras físicas para comunicarse con cualquiera que decida hacerlo también
.
Todas aquellas cosas de las que nos servimos, van siendo ajustadas al sistema computarizado, desde los minúsculos relojes, hasta los más grandes aparatos como refrigeradores y automóviles.

En pocas palabras, o se ajusta el hombre al desarrollo, o se aísla de la vida cotidiana. También es cierto que el actual desarrollo nos ha hecho demasiado dependientes, hasta de grandes errores involuntarios, como es el caso de que muchas computadoras no fueron diseñadas originalmente para reconocer el año dos mil, corriéndose el riesgo de perderse registros o simplemente mal funcionamiento, lo que ha obligado a poner en práctica costosísimos programas que deben subsanar el problema. Pero hay quienes tienen sus dudas al respecto y han preferido tomar sus propias y personales precauciones, como proveerse de alimentos adicionales, o cancelar sus vacaciones, situación esta última, que se está resintiendo en una entidad turística como Quintana Roo
.
Pero, por otra parte, sin atender a las razones que le han dado origen, el desarrollo no ha sido correctamente enfocado, ya que el hombre ha afectado el medio ambiente de manera irreversible, y además, el mismo desarrollo va conformando una sociedad aparentemente progresiva, pero realmente lastimada por el propio adelanto tecnológico, en razones de que el hombre no puede cambiar al ritmo de la tecnología.

La comodidad y los cambios tecnológicos, han deteriorado el instinto de supervivencia, que va empezando a ser falta en una sociedad cada día más insegura, en razón de que la tecnología ha generado también una excesiva concentración de la riqueza, con su contraparte, la proliferación de la pobreza.

Todas las especies vivas han tenido que ajustarse a los cambios o desaparecer, pero antes las modificaciones eran impuestas por la naturaleza, pero el hombre, ese monstruo pensante, empezó, en aras del desarrollo a hacer las cosas a su manera, y hoy tenemos que la especie humana, no puede cambiar a la velocidad de la tecnología actual, provocándose una descompensación, que representa seguramente la problemática más importante para el siglo XXI.

Esa descompensación entre los cambios fisiológicos y los tecnológicos, tienen puesto de cabeza al mundo, con incidencia de enfermedades raras y una vida muy desajustada.

No cabe duda, que el desarrollo debe ser reorientado o la especie humana va a reventar. .


miércoles, 10 de junio de 2020

Diferencias De Criterio



Yo tengo razón, tú estás equivocado

Somos adictos a "tener razón", pero quedar cautivos de nuestras opiniones es un trampa.

Escuchar a los demás es prueba de empatía y respeto, claves para crecer y estar en paz.

La mayoría de nosotros creemos que podemos cambiar lo que los demás piensan; de otro modo, no pasaríamos tanto tiempo en la vida dándole vueltas a “qué opinan los demás de nosotros” y tratando de mejorar su juicio sobre nuestra persona. Eleanor Roosevelt dijo: “Nadie puede hacer que te sientas inferior si tú no lo permites”. Esta afirmación pone el foco de atención hacia nosotros mismos y no en los demás; por ello, quizá el único pensamiento que precisa ser cambiado es la creencia de que “los demás deberían pensar diferente”.

Querer tener razón es la enfermedad crónica de la humanidad, seguramente una de las causas que han enfrentado más a las personas, las naciones y las religiones organizadas del planeta. La posesión de las personas por sus propias ideas es siempre una causa de sufrimiento. 

El problema, al consistir las creencias en “posesiones mentales” no visibles, ha sido buscar la solución a nuestras diferencias tratando de cambiar a los demás antes que examinar la causa real de los conflictos (la necesidad de tener razón).

En demasiadas ocasiones comprobamos cómo querer imponer nuestras razones y opiniones a los demás nos cuesta caro. Tal vez logremos desautorizar las ideas de alguien, pero al final acabamos con una razón más y un amigo menos. ¿Vale la pena? Seguramente no. 

El resultado es que querer estar siempre en posesión de la verdad consume una gran cantidad de energía y tiempo que nos impide disfrutar de los demás y de la paz mental de saber que en el fondo todos tenemos nuestra propia lógica.

¿Es mejor tener razón a toda costa antes que ser feliz? Que cada uno responda esta pregunta con sinceridad.

Una creencia es algo a lo que te aferras
Porque crees que es verdad”
Deepak Chopra

La perspectiva materialista o newtoniana del universo nos conduce a cosificar todo con lo que entramos en contacto, ya sea algo material o inmaterial. Incluso lo no material, como un pensamiento, acaba tomando forma y se convierte en objeto de conflicto. Así, una idea o una creencia se acaban convirtiendo en una posesión, una propiedad, algo que debe ser defendido para que no perezca.

Todo pensamiento consciente, repetido durante un tiempo, se convierte en un programa mental invisible. Con el tiempo acumulamos opiniones, creencias, que pasan a conformar lo que llamamos identidad construida o ego. 

Si alguien agrede esas posesiones mentales, en realidad es como si lanzara un ataque personal, porque confundimos pensamiento e identidad. 

No parece sensato confundir lo que somos con lo que pensamos, pero esto no lo tienen tan claro quienes se aferran a sus creencias con desesperación.

Tener opiniones es normal, también tener gustos y preferencias… pero que esas ideas y predilecciones le tengan a uno cautivo o secuestrado es una trampa. El libre pensamiento es una conquista humana, pero la libertad de opinión se convierte en una desventaja cuando las posiciones mentales impiden abrirse a nuevas perspectivas o puntos de vista que no concuerdan con las propias
.
La pregunta ¿somos nuestras creencias? se responde con un rotundo no. 

Desde luego, tenemos convicciones, pero en esencia no somos lo que pensamos; a un nivel profundo y esencial, nuestras opiniones no pueden definirnos. Pero llegar a esta claridad no es sencillo ni rápido. De hecho, los conflictos del mundo son tanto disputas por pertenencias materiales (cosas) como por posesiones inmateriales (ideales). 

Cuando entendemos que tenemos una mente y la usamos, pero que no somos esta, nos liberamos de su contenido y nos autoexcluimos de cualquier conflicto y, por tanto, sufrimiento.

Cuando una creencia nos domina, llegamos a pensar que todo el mundo piensa, o debería pensar, lo mismo. Pero hay opiniones para todos los gustos, la diversidad construye el mundo, y aunque parezca extraño, hay personas que creen cosas muy diferentes a las que nos parecen normales. Ver las cosas desde distintas perspectivas no es fruto de un lavado de cerebro, sino de preferencias, cultura, contextos… Sin duda, aquellos que no esperan que todo el mundo esté de acuerdo con ellos gozan de una mayor tranquilidad mental, que es de lo que va la vida.

A la Altura De Las Expectativas


Defraudar es:
"Frustrar y no responder a la confianza o expectativas que se tenían puestas en algo"

Las personas siempre tienen unas expectativas sobre otras personas o sobre situaciones. Es natural proyectar nuestras opiniones y nuestros deseos al futuro y tratar de imaginar y anticipar cómo serán las cosas.

Una expectativa es:
"Lo que se considera lo más probable que suceda"

Muchas veces, esta expectativa se ve defraudada, no satisfecha, frustrada.
Las causas pueden ser:
Unas expectativas irreales, debidas al desconocimiento, a la
 desinformación o al autoengaño. Autoengaño es negarse a reconocer las evidencias que indican que estamos equivocados. 

Por ejemplo, lo que se conoce como "pensamiento deseoso" (en inglés, "wishful thinking"), que es el autoengaño que comete quien piensa que las cosas son o serán de una determinada manera sólo porque él mismo desea que sean así.

Por esperar que los agentes involucrados se comporten en el futuro igual que lo han hecho en el pasado (por el sesgo cognitivo debido a la ilusión de control).
O el engaño deliberado por la otra parte:

Estimulando la formación de esas expectativas irreales.

Dando un sucedáneo (sustituto de mala calidad) de lo que promete o se espera recibir de él.

Dando mucho menos de lo prometido. En el refranero español se habla de "Montañas pariendo ratones".

Prometiendo cambios favorables en el futuro (el clásico "cariño, en adelante voy a ser diferente").

Dando largas, postergando decisiones "hasta un momento más favorable”...etc. 
Comprar tiempo mientras se exigen nuevas contrapartidas y sacrificios.

En general, mediante lo que los anglosajones llaman "deceitful speech", es decir, discurso fraudulento, que no va a la raíz de las cosas ni es honesto a la hora de exponer los motivos de las partes, la situación real ni la evolución más probable.

Muchos casos de expectativas defraudadas son una conjunción de ambos fenómenos:
Mucha gente es engañada porque en el fondo necesita creer lo que le dicen. 
Y hay gente experta en manejar y utilizar las expectativas de los demás a su favor.

Sobre todo si están deseosos de recibir un mensaje tranquilizador y reconfortante sobre un futuro mejor.

Hay mucho conocimiento de la psicología humana detrás de muchas mentiras.

Casi nada se dice por casualidad.

La mayor parte de la población es de 
carácter primario, tiende a confiar rápidamente y a creer en los demás. No suele poner distancia para analizar lo que ocurre de verdad ni detectar las segundas intenciones.

"La resonancia es la repercusión que las impresiones tienen sobre el ánimo de cada persona. Si las impresiones tienen efecto sobre la conducta en el momento de la gran emoción, la resonancia es primaria. En cambio, si las impresiones influyen en un momento posterior a la emoción, la resonancia es secundaria."

El problema de defraudar expectativas es que se convierte fácilmente en una huida hacia adelante ("extend and pretend" en inglés, que podría traducirse por "continuar y seguir fingiendo").

Una mentira sólo se tapa con otra mentira mayor.



Nuestra Especie


Cuando la especie humana fue considerada como tal por Linneo y le dio el nombre de Homo sapiens, los seres humanos volvieron a formar parte de la naturaleza en la cultura humana. Durante siglos, los seres humanos habían estado considerados como formando un mundo aparte. 

Reflejo de ello son expresiones tales como "el hombre, rey de la creación". Todo el mundo estaba a su servicio y él no debía rendir cuentas a la naturaleza. La consideración de los seres humanos como seres naturales formando un solo mundo con todos los demás seres está impregnando la cultura de nuestro tiempo, a causa, quizá, de la preocupación generada por los abusos que los humanos han perpetrado y perpetran en su propio perjuicio y en el de la naturaleza no humana.
Esto explica la proliferación de grupos y partidos que se aglutinan en torno al llamado o ecologismo. 

Por su parte, muchas naciones han tomado partido al respecto y, sin adherirse a militancias concretas, se preocupan de que el desarrollo de la sociedad sea sostenible. En este sentido, la Unesco ha patrocinado el UNDP o Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, con el subtítulo perfectamente claro de Sustainable Human Development.

Sin embargo, a pesar de la clara evidencia de que los seres humanos son seres naturales, y tanto su modo de vivir como de actuar es perfectamente natural, se está desarrollando una opinión que vuelve a distanciar al hombre de la naturaleza. 

Está opinión, curiosamente, se halla sobre todo presente en personas que parecen tener una gran preocupación por una naturaleza unitaria. Así se vuelve a enfatizar lo natural como opuesto a lo humano, como si fuera más natural que las aves construyan un nido que no que los humanos se construyan una vivienda.

Este hecho no pasaría de ser o una inercia del pasado o una manera de distinguir el natural humano del natural no humano, al que llamaríamos redundantemente natural en oposición a artificial, que sería lo natural manipulado por el Homo habilis, si no fuera que se hace una valoración de uno y otro en términos tan simplistas como que lo natural no humano siempre es bueno y lo artificial siempre es objeto de sospecha. Ciertamente, las hongos venenosos son perfectamente naturales y, con todo, no son demasiado buenas para comer, y, en general, la naturaleza actúa ciegamente, produciendo frecuentemente lamentables catástrofes destructoras tanto de objetos naturales no humanos como de seres humanos. 

Esto no obsta para que muchas personas consideren altamente peligroso, o por lo menos digno de ser examinado muy atentamente y con lupa, cualquier producto químico o cualquier actuación del hombre sobre la naturaleza viva o no viva, mientras miran a otro lado cuando se produce algún perjuicio a los seres humanos por causas naturales, considerándolo como una fatalidad perfectamente aceptable.

Este hecho, que podría ser considerado grotesco, está llegando a impregnar amplias capas de la población, y en determinados campos, por ejemplo, los referentes a la salud humana, está propiciando conductas altamente peligrosas para los propios humanos. Es urgente que tanto los muy sensibilizados por los daños producidos por ciertas actuaciones humanas como los expertos en el conocimiento de la naturaleza unan sus esfuerzos a fin de que una consideración tan ajustada a la realidad como que los seres humanos son seres naturales y forman parte de la naturaleza no se convierta en un instrumento a favor de la afirmación contraria.


El Multiverso


 Apenas un par de semanas antes de su muerte, Stephen Hawking remitió para su publicación un trabajo científico en el que formulaba las bases teóricas para comprobar la existencia de universos paralelos. 

Junto al físico Thomas Hertog, el trabajo póstumo de Hawking brinda las matemáticas necesarias para demostrar la existencia, o no, de un Multiverso, en el que el Universo en que vivimos apenas sería uno de múltiples universos surgidos cada uno de su propio Big Bang.

El genial físico británico afirmaba estar convencido de que las evidencias de la existencia de universos paralelos están ocultas en la radiación de fondo de microondas, el eco del calor del Big Bang, y proponía la construcción de una sonda científica equipada con una serie de sensores específicos y capaces de recoger datos de esos otros universos a nuestro alrededor.

Anteriores trabajos han llegado a postular zonas de contacto entre nuestro universo y otros paralelos, pero los cálculos necesarios para manejar esos conceptos han terminado siempre mostrando una incómoda e inmanejable serie de resultados infinitos.


Hawking, por el contrario, ha sentado las bases para transformar la idea del Multiverso en un marco científico comprobable. Una herencia gigantesca que, de comprobarse experimentalmente, supondría toda una nueva era para la física y el conocimiento humano


Las Intenciones


En la vida las intenciones sobran, incluso muchos dichos y refranes versan sobre ellas, tenemos miles de intenciones en la vida, los deseos, los anhelos, lo que queremos se convierte en una firme intención tarde o temprano, incluso nos rodean las intenciones y los intereses de los demás, de manera que todo fluye en torno a meras intenciones, buenas y malas, puras o desafiantes, positivas u oscuras, sin la existencia de la voluntad, nunca dejarán de ser solo eso, intenciones.

Cuando establecemos una relación con alguien, cuando perdonamos, cuando decidimos dar oportunidades, no solo a los demás, sino también a nosotros mismos, lo hacemos desde una intención, que principalmente trata de que las cosas funcionen, de que la confianza, la transparencia, la verdad y el amor siempre sean nuestros principales pasos y que puedan permanecer el mayor tiempo posible, sin embargo, si nuestros deseos no van en consonancia con nuestras acciones o simplemente no forman parte de la voluntad de nuestra pareja, difícilmente lograremos llevar esta relación con mayor éxito.

En la vida, la voluntad es el motor conductor y propulsor de lo que queremos alcanzar, del lugar al cual queremos llegar, de nuestras acciones y decisiones y sin voluntad la intención no cuenta, pues dudosamente terminará dando algún fruto si no va precedida por acciones concretas, por deseos genuinos que se manifiesten en hechos.

Es curioso para muchas personas, que algunas relaciones resulten eternas, y no solo eternas, sino que además conserven esa chispa y esa llama que la encendió desde la primera vez y que de alguna manera sigue viva, solemos pensar que irremediablemente las relaciones cambian, para peor desafortunadamente, todo suele enfriarse y aquello que fue más nunca será, pues ocurre que las relaciones que tienden a esparcirse en el camino, son aquellas que pretenden mantenerse puramente de intenciones, son esas relaciones donde la voluntad quedó vencida, por la costumbre, por el cansancio o porque simplemente la emoción fue sorprendida por el desamor, entonces la intención emerge…como único camino de seguir adelante.

El pilar de las relaciones se llama voluntad, para amar, para confiar, para aprender, para vivir intensamente cada segundo al lado de esa persona que nos acompaña y que nos eligió así como nosotros la elegimos, voluntad para desear y ser mejores, voluntad para ser y hacer.

No todo en la vida es color rosa, las relaciones afrontan dificultades, penas, tempestades y situaciones que pueden desequilibrar las cosas en determinados momentos, pero cuando la voluntad en la pareja priva, nada puede ocurrir que no pueda superarse, ninguna herida puede hacerse tan profunda que no pueda ser sanada, la intención de levantarse como pareja, se transforma en acción, el amor es su columna y no hay puentes tambaleantes que cruzar, simplemente la voluntad y la claridad de saber hacia adonde nos dirigimos y con quien queremos estar.

No llenes tu vida de intenciones, sé voluntad, permite que la acción y la fortaleza de esa intención se manifieste, no vivas de intenciones que no tienen largos caminos recorridos, suelen ser tan repetitivas que tarde o temprano te darás cuenta de que para la intención la voluntad no existe, pues cuando la voluntad se hace presente la intención se convierte en una realidad viva y tangible.


martes, 9 de junio de 2020

Mario Benedetti




Poema de Mario Benedetti – "No te rindas"

No te rindas, aún estás a tiempo de abrazar la vida y comenzar de nuevo, aceptar tu sombra, liberar el peso y retomar el vuelo.
No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir los sueños, abrir las esclusas, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor, no cedas.
Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque lo has querido y porque yo te aprecio, porque existe el vino y el amor es cierto, porque no hay herida que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos, bajar el puente y cruzar el foso, abandonar las murallas que te protegieron, volver a la vida y aceptar el reto.
Recuperar la risa, ensayar un canto, bajar la guardia y extender las manos, desplegar las alas e intentar de nuevo, celebrar la vida, remontar los cielos.
Mario Benedetti

Nuestro Pensamiento

“El pensamiento es extremadamente valioso. Uno puede de hecho crear cosas con la mente.

Por ello, vigila cuidadosamente tus pensamientos, pues cada uno de ellos puede crear, literalmente, algo vivo.

Ten en cuenta que cuanto más elevada sea una facultad, más lejos puede llegar. Es posible arrojar algo lejos pateándolo, pero llegará más alto si utilizas tu mano.

Más lejos aún llegarás con tu voz, llamando a alguien que está muy lejos. El oído llega más lejos aún, pues puedes escuchar sonidos como el de un disparo desde una distancia muy grande. Tu vista llega más lejos aún, percibiendo lo que hay en el cielo. Sin embargo, lo más elevado de todo es la mente, que es capaz de penetrar las alturas más excelsas. 

Debes por lo tanto cuidar tu mente por sobre toda las cosas.”


Las facultades intelectuales o superiores de la mente, son aquellas que nos diferencian de cualquier animal. En nosotros los seres humanos, la mente es lo que nos diferencia de los animales. Hemos sido dotados de unas facultades intelectuales que en nuestros sistemas educativos nunca se nos ha enseñado, siendo estas una parte importante y tan elevada de nuestra personalidad. 

Al aprender a usar adecuadamente las facultades intelectuales se obtiene control sobre los pensamientos y los sentimientos.




Filosofía De Descartes

Las Razones De La Razón
LOS RESTOS de René Descartes fueron enterrados en la iglesia parisina de Sainte Geneviève du Mont 16 años después de su muerte. La Revolución Francesa los trasladó al Panteón, pero su tumba se halla hoy en Saint Germain des Prés, junto a esta inscripción en una lápida de marmol: "Tratando en sus ocios invernales de armonizar los misterios de la Naturaleza con las leyes de la matemática, aventuró la esperanza de poder abrir los arcanos de ambas con una misma llave».
El pensador francés había fallecido a sus 53 años por una neumonía en 1650 en Estocolmo, a donde se había desplazado seis meses antes para dar clases de filosofía a la reina Cristina de Suecia. Dice la leyenda que no pudo resistir el esfuerzo de levantarse a las cinco de la mañana en invierno para acudir al Palacio Real a impartir sus lecciones.
Descartes no sólo era un filósofo. Fue un gran innovador en la física, las matemáticas y la geometría de su tiempo, en abierta rivalidad con el joven Pascal, con el que disputó la paternidad de un experimento sobre la presión atmosférica.
Hay dos libros de Descartes que recomiendo porque contienen las bases de la filosofía moderna: 'El discurso del método' y las 'Meditaciones metafísicas', donde se defiende la autonomía de la razón frente a la fe. Ambos textos fueron fundamentales en mi formación juvenil, aunque he tardado muchos años en comprender su dimensión.
La lectura de Descartes, diplomático, soldado y teólogo, resulta hoy más interesante que nunca porque en su obra encontramos la primera apuesta radical por la separación de la razón y de la fe.
Educado en el escolasticismo filosófico del colegio jesuita de La Flèche, Descartes sostiene que la religión no puede interferir en la ciencia, que se asienta sobre la deducción. A partir del 'res cogitans', el pienso luego existo, construye una explicación del mundo basada en la geometría y las leyes de la física. Es en este contexto en el que Cartesius -que solía escribir en latín- habla de las ideas "claras y distintas", que son el sustento de las verdades científicas.
Pero a la vez que rompe con la visión de Santo Tomás de Aquino y levanta un muro entre fe y ciencia, Descartes sostiene que los seres humanos tenemos grabada en el alma la idea de Dios, que es innata. Por tanto, el Ser Supremo coexiste con una actividad de la razón en la que no interfiere. Dicho con otras palabras, el hombre debe leer el libro abierto del mundo, guiándose por el intelecto.
Otros filósofos de su tiempo tuvieron muchos problemas con la autoridad eclesiástica, pero Descartes era sumamente hábil y estaba muy bien relacionado. Jamás fue molestado, aunque sus escritos llegaron a figurar posteriormente en el 'Índex' de libros prohibidos por su carácter librepensador.
Aunque reafirma la existencia de Dios como algo indiscutible, Descartes lo fía todo a la razón. Por eso, fue reivindicado por los ideólogos de la Revolución de 1789 y todavía hoy su nombre se asocia a la tolerancia y la libertad de pensamiento, que un siglo más tarde fueron bandera de la Ilustración.
Descartes me llevó al hábito de analizar los problemas y no dejarme engañar por la apariencia de las cosas. Sus enseñanzas encajaban muy bien con el espíritu de los jesuitas en el que me eduqué en Burgos. Solía pensar entonces que todo lo que podemos observar tiene una explicación racional. Pero hoy ya no estoy tan seguro porque, como escribía Pascal, que llevó una vida marcada por el dolor físico y la adversidad, "el corazón tiene razones que la razón desconoce".


El Derecho De Sufrir


Sufrir significa tomar postura frente al propio dolor y esto equivale a estar ´por encima´ de él.” 

El hombre y la mujer tienen derecho no sólo a la vida, al trabajo, a la alegría, a la paz; tienen, además, un derecho fundamental queiri nadie les puede quitar de ninguna manera y éste se refiere al sufrimiento.

 “Porque en el recto sufrimiento, en el sincero sufrimiento de un genuino destino, se le abre al hombre una suprema oportunidad, más aún, la más grande oportunidad de cumplir su propio sentido y darse plenitud a sí mismo.”   “¡El dolor pertenece a la esfera más íntima y personal del hombre.

¡El hombre no educado por el dolor permanece siempre niño! ¡La última ley de la historia es el sufrimiento!

He aquí por qué el crecimiento, la maduración, el enriquecimiento de una vida humana están ligados al dolor y a la pregunta, ¿por qué sufrir? Tal respuesta no es pronunciada en voz alta, con altivez, con alegría y soberbia, sino que se manifiesta balbuceando, a veces con lágrimas que no siempre son físicas, en el fondo del corazón, en lo íntimo del propio ser. La respuesta que el ser humano sufriente da a la pregunta sobre el porqué del dolor es siempre una respuesta sin palabras. Sin embargo, para Frankl, esa es la única respuesta significativa.

 Y esto es así porque el amor y el dolor se gestan y maduran en el silencio. El amor es la meta última y más alta a que pueden aspirar el hombre y la mujer. La salvación de la persona está en el amor y a través del amor. 

El verdadero amor es el único sentido capaz de dar vida y vida en abundancia.


Sociedad Y Valores


El bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud, han sido conceptos que desde el principio de la humanidad han guiado el comportamiento y las aspiraciones de las personas y las sociedades. Los seres humanos han definido sus valores a lo largo de la historia, reflejándolos en las mentalidades colectivas, las leyes y costumbres, la religión y la cultura.

¿Qué son los valores?
Los valores son aquellos criterios que rigen el comportamiento de los seres humanos. La práctica de los valores identifica a un individuo con la manera de estar en el mundo del grupo al que pertenece, afirmando así una determinada concepción de la humanidad.

Las mentalidades colectivas
Todas las actividades humanas, incluidos el lenguaje verbal y los gestos, corresponden a un entorno mental colectivo. Dicho entorno determina las motivaciones, las elecciones y la forma de afrontar las consecuencias de nuestros actos.
Para entender las mentalidades colectivas hay que acudir a las fuentes históricas. El legado de las generaciones pasadas es tan importante como nuestras acciones presentes.

COMPONENTES DE LAS MENTALIDADES COLECTIVAS
Las mentalidades colectivas están formadas por los siguientes componentes:
El racional. Historia cultural e intelectual de las ideas, de la filosofía y de la exploración de la conciencia.

El emotivo. Afectos e impulsos que nos mueven a actuar y a reaccionar.

El imaginario. Representaciones mentales que configuran un mundo interior personal pero compartido por los miembros de un colectivo.

El inconsciente. Aquellos procesos mentales que escapan a la conciencia.

El conductual. Toda la actividad humana es observable según lo que se hace o se dice.

Los valores en las leyes y costumbres
Los valores sociales encuentran su máxima expresión en los códigos de comportamiento que cada sociedad se impone a partir de leyes, usos y costumbres aceptados por la generalidad.

Las religiones y las mentalidades colectivas
Las religiones tratan, por un lado, de responder de una forma concreta a los problemas derivados de la convivencia social, y por otro, de proporcionar a las comunidades unos valores éticos y morales, relacionados con su concepción del mundo.

Las doctrinas sociales de la gran mayoría de las religiones se inspiran en los principios que se desprenden de sus libros sagrados. En el caso del cristianismo, los Evangelios resaltan la importancia de los siguientes principios:
El respeto a la dignidad de la persona.
El amor al prójimo como base de la convivencia.

El bien común y la justicia social como referencia para gobernantes.
Los valores sociales en la literatura y el cine
La lectura sirve para aprender, desarrollar la inteligencia y entretenerse. Las páginas de los libros son también un espejo en el que se reflejan los valores de una época y de una sociedad.

Durante la Edad Moderna, la literatura influyó decisivamente en la formación del sentimiento de identidad de los pueblos europeos, creando una imagen coherente de los mismos y dando lugar al nacimiento de proyectos colectivos
.
La literatura ha sido una potente creadora de imágenes. Mención especial hay que hacer del teatro, que durante siglos tuvo una importancia capital para la constitución del espíritu colectivo de los pueblos. 

Hay que tener en cuenta que hasta finales del siglo XIX la capacidad de lectura era patrimonio de una minoría culta. Además, el teatro se consume colectivamente, frente a la lectura que es un acto individual.

 A partir de la segunda mitad del siglo XX, la imagen (cine y televisión) ha superado como generador e indicador de valores sociales a la palabra escrita. Este medio, relativamente reciente, es un soporte de expresión de valores con una amplia influencia, debido a su carácter masivo.

lunes, 8 de junio de 2020

Moralidad


La moralidad afecta nuestras decisiones diarias, y esas decisiones están dictadas por nuestra conciencia. De nuevo, debemos decidir por nosotros mismos de dónde proviene la conciencia.

Mucha gente tiene la idea de que la conciencia es un asunto de nuestros corazones, que conceptos del bien y del mal, y de justicia están "programados" en cada uno de nosotros.

Esto coincide con los escritos de Pablo, el apóstol, quien señala que hasta aquellos que no creen en Dios, frecuentemente obedecen las leyes de Dios, como aparecen en los Diez Mandamientos: 

"Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos" (Romanos 2:14-15).


De nuevo, aquellos que no creen en Dios se quedan con la única conclusión posible a que pueden llegar - que nuestras decisiones están basadas únicamente en nuestra necesidad de sobrevivir. 

Lo que llamamos nuestra conciencia, entonces, estaría basada en nuestro comportamiento adquirido, en vez de ser parte de un diseño divino.



El Ser Cultivado


Cada año parece que necesitamos más la llegada de las vacaciones. Las prisas y la acumulación de tareas es una constante en el hombre y la mujer actual. La acción, el movimiento, el ruido se ha convertido en compañeros de viaje inseparables en nuestro quehacer diario
.
Sin embargo, las doctoras Montserrat Noguera y Padma Solanas, autoras de «La fuente de la salud» advierten que hay que cultivar el silencio interior, convertirlo en un hábito y practicarlo a diario. Se puede hacer «cómodamente sentados, por ejemplo, o bien al caminar de una forma consciente. También la contemplación de la belleza y la grandeza de la naturaleza es una forma inmejorable de hacerlo».

Otra forma de cultivar el ser es educar el sentido del asombro «que yace adormecido en nuestro interior ante la predecible tiranía de la cotidianeidad. En cierta manera —matizan— la felicidad del ser humano está íntimamente vinculada a la capacidad de asombro» porque la mirada rutinaria de las cosas nos enferma».

En su opinión estamos hiperestimulados, de ahí que se hable del síndrome del agotamiento profesional, «burn out», una patología severa relativamente reciente que está estrechamente relacionada con el ámbito laboral y el estilo de vida que se lleva. «Pagamos un altísimo precio por dicho ritmo trepidante de vida, la salud y nuestra felicidad.
Es preciso que haya una gestión natural del estrés».

Atribuciones Causales

Weiner desarrolló la teoría de la atribución para explicar la asociación entre la inferencia causal y éxito y el fracaso académico. Para ello se centró en identificar las diferencias en las necesidades y rendimiento de las personas cuando piensan en sus éxitos o fracasos.

El modelo motivacional de Weiner (1986) explica la conducta de logro mediante las atribuciones causales percibidas por las personas en resultados de logro anteriores. Dicho de una manera más sencilla, el éxito estaría relacionado con cómo las personas han explicado sus éxitos anteriores.

Esta teoría relaciona las expectativas para el futuro con la estabilidad de las atribuciones realizadas. Así, las atribuciones más estables sostienen las expectativas de obtener el mismo resultado en el futuro, mientras que las atribuciones más inestables producen cambios de las expectativas sobre el resultado futuro.

Así, si pensamos que nuestro éxito se debió a un momento de inspiración supondremos que la probabilidad de repetirlo es menor que si suponemos que se produjo porque somos personas inteligentes. La inspiración va y viene, la inteligencia está “siempre con nosotros”.

Harol Kelley aborda el estudio de la validez atributiva para explicar cómo deciden las personas que sus impresiones sobre un objeto son correctas. Según el modelo de variación de Kelley, las personas hacen inferencias causales para explicar por qué otras personas se comportan de una manera determinada.

Esta forma de realizar atribuciones tiene que ver con la percepción social y la autopercepción. Según este modelo, las causas de un resultado se pueden atribuir a la persona (interno), al estímulo (externo), a la circunstancia o a alguna combinación de estos factores.

Criterios y atribuciones

Así, las atribuciones se hacen sobre la base de tres criterios: consenso, carácter distintivo y consistencia.

Consenso: existe “consenso” cuando todas a la mayor parte de las personas responden frente al estímulo o situación, de igual modo que la persona observada.

Carácter distintivo: cuando la persona observada responde de forma distinta a otros estímulos o situaciones similares.

Consistencia: cuando la persona responde siempre de la misma forma o parecida al estímulo o situación considerada.

Así, en función de estos tres parámetros, estableció tres tipos de atribuciones.

“Consenso alto/distintividad alta/consistencia alta”: es propio fin de la conducta el que hace que la persona actúe así.

“Consenso bajo/distintividad baja/consistencia alta”: son las características personales las que hacen que la persona actúe así.

“Consenso bajo/distintividad alta/consistencia baja”: son las circunstancias que rodean a la decisión las que hacen que el sujeto actúe así.

Sea siguiendo un modelo u otro, lo cierto es que ninguna persona se priva del “placer” de intentar darle una explicación a su conducta y a las de los demás. Esto es así porque hacer bien esta tarea nos da una gran ventaja para operar en el mundo, ya que entendemos que una atribución correcta nos hará ser más hábiles a la hora de predecir resultados y acciones.