"La fisiología humana, no cambia al ritmo vertiginoso del desarrollo
tecnológico".
La computadora más antigua, pero más moderna (el cerebro), le ha permitido al hombre imponerse, al menos en el planeta Tierra, a todas las demás especies.
El hombre, con la capacidad de pensar, ha logrado cambios impresionantes
que maravillan no sólo a los abuelos, sino también a las nuevas generaciones, y
que fundamentalmente, han traído comodidad y seguridad.
La comodidad y la comunicación de los tiempos actuales, van modelando un hombre distinto, que es capaz de mantenerse informado instantáneamente de lo que ocurre en cualquier parte del mundo. Es apenas a principios del siglo que ahora finaliza, que empezaron a rodar automóviles, a la "impresionante" velocidad de 40 a 60 kilómetros por hora. Son ganancias también de este siglo, el teléfono, la televisión, la conquista del espacio, las computadoras y la comunicación electrónica, entre otras, de tal manera que descansan en paz, en gran medida, como apoyo al trabajo, el caballo, el correo, el telégrafo, y una larga lista, que ha sido atropellada por el desarrollo tecnológico.
El cálculo matricial y la comunicación electrónica, han dado vida a la maravilla de las computadoras, que hoy se encuentran presentes en todo. Hasta las amas de casa, menos afectas al manejo de la computación, hoy se internan en la red electrónica, hasta para averiguar los precios de lo que quisieran comprar. Con una computadora, y una línea telefónica, se tiene acceso a la red electrónica que no tiene fronteras físicas para comunicarse con cualquiera que decida hacerlo también
.
Todas aquellas cosas de las que nos servimos, van siendo ajustadas al sistema computarizado, desde los minúsculos relojes, hasta los más grandes aparatos como refrigeradores y automóviles.
Todas aquellas cosas de las que nos servimos, van siendo ajustadas al sistema computarizado, desde los minúsculos relojes, hasta los más grandes aparatos como refrigeradores y automóviles.
En pocas palabras, o se ajusta el hombre al desarrollo, o se aísla de la vida cotidiana. También es cierto que el actual desarrollo nos ha hecho demasiado dependientes, hasta de grandes errores involuntarios, como es el caso de que muchas computadoras no fueron diseñadas originalmente para reconocer el año dos mil, corriéndose el riesgo de perderse registros o simplemente mal funcionamiento, lo que ha obligado a poner en práctica costosísimos programas que deben subsanar el problema. Pero hay quienes tienen sus dudas al respecto y han preferido tomar sus propias y personales precauciones, como proveerse de alimentos adicionales, o cancelar sus vacaciones, situación esta última, que se está resintiendo en una entidad turística como Quintana Roo
.
Pero, por otra parte, sin atender a las razones que le han dado origen, el desarrollo no ha sido correctamente enfocado, ya que el hombre ha afectado el medio ambiente de manera irreversible, y además, el mismo desarrollo va conformando una sociedad aparentemente progresiva, pero realmente lastimada por el propio adelanto tecnológico, en razones de que el hombre no puede cambiar al ritmo de la tecnología.
Pero, por otra parte, sin atender a las razones que le han dado origen, el desarrollo no ha sido correctamente enfocado, ya que el hombre ha afectado el medio ambiente de manera irreversible, y además, el mismo desarrollo va conformando una sociedad aparentemente progresiva, pero realmente lastimada por el propio adelanto tecnológico, en razones de que el hombre no puede cambiar al ritmo de la tecnología.
La comodidad y los cambios tecnológicos, han deteriorado el instinto de supervivencia, que va empezando a ser falta en una sociedad cada día más insegura, en razón de que la tecnología ha generado también una excesiva concentración de la riqueza, con su contraparte, la proliferación de la pobreza.
Todas las especies vivas han tenido que ajustarse a los cambios o desaparecer, pero antes las modificaciones eran impuestas por la naturaleza, pero el hombre, ese monstruo pensante, empezó, en aras del desarrollo a hacer las cosas a su manera, y hoy tenemos que la especie humana, no puede cambiar a la velocidad de la tecnología actual, provocándose una descompensación, que representa seguramente la problemática más importante para el siglo XXI.
Esa descompensación entre los cambios fisiológicos y los tecnológicos, tienen puesto de cabeza al mundo, con incidencia de enfermedades raras y una vida muy desajustada.
No cabe duda, que el desarrollo debe ser reorientado o la especie humana va a reventar. .
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