Por fuera nos miramos casi a diario. Nos aseguramos de que la ropa esté
bien puesta y nos luzca. Tratamos de que el pelo esté impecable, en caso de
calva,
debe estar lustrosa. Los dientes refulgentes y el maquillaje
exacto.
Miramos que las prendas combinen adecuadamente y por lo regular, nunca
salimos sin antes echar un vistazo para verificar que no haya una mancha o un
roto por algún lado de la ropa que nos pueda arruinar el día. Esta es la
rutina, cada vez que vamos a salir, todos los días. ¿Y cuántas veces nos
miramos por dentro?
Mirarnos por dentro es un ejercicio que no se acostumbra porque de
alguna manera nos han adoctrinado de tal forma que pensamos que lo que vamos a
ver no nos va a gustar. Si esta aseveración fuese falsa, entonces estaríamos
mirándonos todo el tiempo. Frases como esta serían la regla y no la excepción.
Quizás en vez de decir: “qué lindo tengo hoy el pelo”, diríamos, “que
lindo y feliz está mi corazón.” Sería común escuchar: “hoy estoy brillando como
un sol”. O tal vez, “Estoy en baja, creo que mi cuerpo necesita una
pausa”.
Cuando lo ponemos de esta forma, podemos decir que sí, en ocasiones nos
miramos, pero no siempre decodificamos esas señales de nuestro interior y mucho
menos las expresamos.
Aprender cómo funciona nuestro interior mediante el estudio de los
Chakras o vórtices de energía, puede ayudarnos a entender nuestra belleza y a
fortalecer nuestro ser si descubrimos alguna deficiencia.
Por otro lado, la escritura es una excelente radiografía de nuestras
emociones. Al anotar en un diario, escribir poesía o simplemente pausar
para identificar cómo nos sentimos, es de gran ayuda para mantener nuestro
bienestar. Observarnos y hacer una nota en nuestra agenda, nos permite
identificar patrones, y esa información es valiosa ya que nos alerta hacia
nuestro estado anímico y nos permite hacer ajustes.
Reconocer cuando algo nos está molestando consistentemente permite que
lo podamos resolver. Recibir el mensaje de un dolor corporal y analizar su
procedencia energética antes de adormecerlo con analgésicos es una buena
práctica de poder.
La invitación es a sacar tiempo para observar nuestro cuerpo y más
importante aún, nuestros pensamientos.
El sabotaje más fuerte que nos impide la co creación de una vida feliz,
por lo regular, no viene de nuestro entorno. El peor sabotaje viene
de nuestra mente y del diálogo con un cuerpo, tanto físico como anímico, con
baja auto-estima.
¡Mírate por dentro! ¡Mira qué lindo o linda eres!! ¡Observa la extraordinaria
criatura que eres y las maravillas que puedes hacer y comparte tu belleza y
logros con otros!
En momentos de retos, mirar el bien y celebrarlo, es el camino hacia un
nuevo amanecer de luz y felicidad, sin mencionar que la buena vibra alargará por mucho tus días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario