¿Qué es el horizonte? El horizonte aparece cuando la tierra y el cielo
se juntan en la distancia. Pero ocurre algo curioso con el horizonte: ¿alguna
vez podrías llegar al horizonte?
Si tu vas andando hacia el horizonte éste se va
alejando, es decir, nunca puedes llegar al horizonte. Es una construcción
que hemos hecho los seres humanos para entender el concepto de tiempo y
espacio.
Todos los seres humanos tenemos en nuestra mente
nuestro ideal de vida. Ese estilo de vida que conforma nuestros sueños
absolutos. Ese ideal es tan perfecto que te garantizo que nunca lo vas a lograr
porque por mucho que lo logres siempre querrás más.
Ese ideal es igual que el horizonte. Por mucho
que avances siempre lo verás más lejos.
Esto lo digo por lo siguiente. Hay personas que
parten de un punto en la vida. Vamos a llamarle el punto A.
Van avanzando, toman acción y hacen que las cosas
sucedan en la vida y llegan como resultado al punto B, que es una situación
mejor en la vida. Han mejorado.
Sin embargo, el ideal que existe en su cabeza
está todavía más lejos porque los seres humanos tenemos un don: nuestra
capacidad para soñar no cesa. Eso es lo que nos mantiene ilusionados en la
vida.
Básicamente las personas medimos nuestro desempeño
en la vida de dos maneras diferentes y dependiendo de cuál sea la forma para
medirlo vas a conseguir felicidad o infelicidad en la vida.
Este concepto es muy poderoso.
Te puedes hacer una pregunta: ¿por qué te
sientes tan frustrado a pesar de todos los logros que has conseguido en la
vida? Te sientes tan frustrado por esas diferentes maneras de medir los
logros:
1) hay personas que llegan al punto B en
función del ideal al que aspiraban y obviamente como hay una diferencia no se
sienten muy bien. Es una situación frustrante.
2) otras personas miden sus resultados en
función del punto en el que comenzaron, que era mucho peor. Entonces tienen una
sensación de logro y realización extraordinaria. Se dan cuenta de que
han avanzado muchísimo. Por supuesto que no han llegado al ideal pero es
que nunca van a alcanzarlo.
El ideal está ahí para servirnos de faro pero
realmente el ideal en sí no es alcanzable.
La gente verdaderamente feliz opta por la segunda
manera de medir los resultados. Esa es la clave. El horizonte sirve para
inspirarse y sacar nuestro potencial pero siempre mide tu avance con respecto a
tu punto de partida.
Eso marca toda la diferencia.
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