Un estudio reciente demuestra que los científicos que realizan los
grandes descubrimientos son cada vez mayores.
Las investigaciones realizadas hasta ahora apuntaban justamente hacia el
lado contrario, especialmente en el campo de la física, y demostraban que los
principales avances eran desarrollados por científicos jóvenes.
La edad de los premiados con el Nobel de Física se mantuvo baja durante
el principio el siglo XX, en particular durante la emergencia de la
mecánica cuántica a mediados de la época de 1930.
Sin embargo, basándose en un análisis histórico y bibliográfico de los
ganadores del premio Nobel en Física, Química y Medicina entre los años 1875 y
2008, el investigador de la Universidad Estatal de Ohio Bruce Weinberg y
su equipo han demostrado que alcanzar el éxito académico antes de los 30 era
común en todas las disciplinas antes de 1905, pero cada vez ha ido resultando
menos habitual.
Antes de esta fecha, dos tercios de los ganadores de este galardón en
los tres campos tenían menos de 40 años, y el 20% no superaba los 30.
Pero desde entonces la dinámica ha cambiado y en el año 2000 ya
apenas se daban casos de grandes logros científicos antes de los 30 en ninguna
de estas materias. En física, concretamente, solo un 19% de los autores de
grandes resultados eran menores de 40 años, y en química prácticamente ninguno.
De hecho, actualmente la edad media de los laureados en física por la
Academia Sueca es de 48 años. “Ahora muy pocos avances realmente relevantes se
consiguen antes de los 30”, asegura Weinberg.
Brillantes a los 50
El aumento de la edad de oro del científico se debe a varios factores,
entre ellos, a la necesidad de una carrera formativa cada vez más larga que
retrasa el inicio de la carrera productora, según los investigadores.
Otro de los factores es la rapidez con la que avanzan los
descubrimientos y las teorías científicas que, en muchos casos, desbancan a las
anteriores y las dejan obsoletas. "Los físicos de principios del siglo XX
citaban en sus artículos trabajos recientes, ya que la teoría cuántica era
nueva”, relata Weinberg. “Por tanto, los científicos veteranos no tenían
ventajas, pues su conocimiento (más completo) de la teoría anterior no era
necesaria para hacer contribuciones importantes en ese campo”.
En casos como ése definitivamente la experiencia no sólo no es una
ventaja, si no que puede lastrar la investigación. "Los físicos jóvenes de
aquel tiempo (años 30) eran parte de una revolución en el conocimiento teórico.
El desarrollo de la mecánica cuántica hizo que los viejos conocimientos
resultaran menos importantes en las investigaciones”, describe Weinberg. “Los
jóvenes lo podían hacer mejor, en parte porque no habían conocido los antiguos
razonamientos y podían pensar de una manera nueva”, concluye.
La investigación de Weinberg dilapida los trabajos realizados con
anterioridad, que solían hacer hincapié en las diferencias en la edad más
creativa en ciencias de un campo a otro, asumiendo que era más o menos
constante en cada una de ellas. “Se pensaba de manera general que los
matemáticos y los físicos realizaban sus mejores trabajos en edades jóvenes,
mientras que los científicos médicos y los historiadores lo hacían más tarde”,
explica Weinberg.
“Hemos sido los primeros en observar que dentro de cada área hay cambios
en el tiempo mucho más importantes que los que se observan de un área a otra, y
que están asociados con variaciones de la edad del éxito”, asegura Weinberg.
Albert Einstein, que por cierto publicó su teoría de la relatividad
a los 26 años, dijo una vez que “una persona que no ha hecho su gran
contribución a la ciencia antes de los treinta nunca lo hará”. Obviamente, no
contaba con la evolución de los conocimientos, los pensamientos, y las técnicas
de estudio.
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