sábado, 13 de junio de 2020

Cuando Acertamos

Porque, deberíamos tener más confianza en nosotros, dando por buena, “la respuesta que nos surge espontáneamente”, sin haber pasado previamente, por un proceso más o menos largo de reflexión. Ya que, por descontado, nuestra” supuesta infalible cabeza”, también se equivoca.

Si lo recapacitamos, pronto nos daremos cuenta de que está “demasiado intervenida” por los “principios que vamos guardando” a medida que crecemos. Que son los que de verdad, “rigen nuestra vida”.

Cuando nacemos, salimos a “un mundo ya construido”, con sus verdades y sus mentiras, como, “grabadas a fuego” en los que ” nos tienen que adiestrar y esculpir los primeros cimientos”, conformándose así, nuestra “futura forma de ser”. O sea, “nuestros educadores”, que, lo que realmente hacen “es tan solo, transmitirnos SU PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD“, “no tal y como es”.

Cada ser humano, tendremos que “ir descubriendo la realidad particular para cada uno”. A su vez, iremos creando un “conjunto de convicciones”, que hará que cada individuo advierta las “veracidades o falsedades” según su peculiar punto de vista. E, irá construyendo un “modelo único” que será el causante de la “forma de sentir y actuar”.
Por otra parte, como ya sabemos, el pensamiento siempre va “acompañado de imágenes mentales”, surgidas inevitablemente, del mero hecho de pensar y como nuestro cerebro, no distingue entre verdad o ficción “se generarán idénticas emociones”. Estas nos llevarán a “sentir estados de sufrimiento o de gozo”, ya se trate de “una figuración mental o una realidad vivida”.

Pero a medida que crecemos lo suficiente, podemos reparar en la necesidad de “renovar o actualizar” nuestros “habituales condicionamientos internos”. En los que hemos basado toda nuestra vida, por lo que, aunque no deja de ser una labor muy aconsejable, sin embargo, también, es una ardua tarea. Porque, evidentemente esos condicionamientos, son “los auténticos directores de nuestra vida” y dependiendo de ellos tomaremos “diferentes decisiones”, que “harán que obtengamos uno u otro resultado”.

Por lo que, además son “los responsables de los éxitos o fracasos que logremos” de acuerdo con las opciones elegidas.


Personalmente considero, que “el proponerse a reformar la base de datos original”, es fundamental en el caso de las creencias limitantes, en que tenemos que “reemplazar cuantas más de ellas, mejor”. Ya que nos restringen nuestras “posibilidades de hasta dónde podemos llegar”, además de coartar nuestra libertad.

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