sábado, 13 de junio de 2020

Evasores


 Muchas veces somos conscientes de nuestra realidad, reconocemos cuáles son esas cosas que nos hacen infelices y las personas que no suman en nuestras vidas. Sin embargo, preferimos quedarnos de brazos cruzados y seguir hundiéndonos en la tristeza.

Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, pero eso no es cierto. El peor ciego es aquel que aun siendo consciente de su realidad, decide volver a cerrar los ojos. Ser Mejor publicó un artículo que te hará reflexionar sobre esta situación. Aquí lo compartimos contigo:

“En más de alguna ocasión somos personas tontas a propósito, vaya, nos aferramos a ocultar la realidad cuando no llena nuestras expectativas, cuando no se ajusta a nuestras fantasías y sueños, cuando es más fácil negar que aceptar. Nos convertimos en seres intransigentes, sordos, ciegos, y nos encerramos en un mundo virtual en el que solo podemos encajar nosotros mismos, todo para beneficiar una relación que desde hace mucho ya terminó.

Muchas personas relacionamos el amor con las estrellas del cielo, y de hecho es muy acertado hacerlo, ya que hay muchas estrellas en el cielo que tiene muchos años luz que dejaron de existir y sin embargo nosotros aún podemos verlas brillar, esto es porque se encuentran a una distancia tan grande de nosotros que los rayos de luz que alguna vez emitieron aún siguen en camino hacia nosotros, pero la realidad es que puede que ya hayan pasado muchos años que dejaron de existir, es un fenómeno extraño y hermoso, y lo mismo pasa con las relaciones amorosas, hay ocasiones que podríamos jurar que las seguimos viviendo, pero la realidad es que tienen mucho tiempo que murieron, desgraciadamente en el último ejemplo no son nuestros sentidos los que nos engañan, somos nosotros mismos los que lo hacemos.

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