sábado, 22 de octubre de 2016

La Luz De Una Llama




“No existe una única definición de «conocimiento». Sin embargo existen muchas perspectivas desde las que se puede considerar el conocimiento; siendo la consideración de su función y fundamento, un problema histórico de la reflexión filosófica y de la ciencia.

La rama de la filosofía que estudia el conocimiento es la epistemología o teoría del conocimiento.

La teoría del conocimiento estudia las posibles formas de relación entre el sujeto y el objeto. Se trata por lo tanto del estudio de la función del entendimiento propia de la persona.”

El conocimiento que una persona haya adquirido, por las razones que fueren, tiende a que quien entienda que lo posee, me refiero al conocimiento, le será de ventaja sobre aquellos que aún no han tenido acceso a tal información, es por esta causa que resulta más común de lo que debiera que exista una marcada tendencia  a “pretender esconder” aquello que sabe con la mezquina intención de tornarse algo así como “imprescindible”.

El conocimiento que se esconde o se pretende ocultar tiende a perderse, a obnubilarse, ocurre lo mismo que si tuviésemos la luz que emite una llama, si intentamos cubrirla, la llama languidece, pierde el oxígeno se ahoga y muere.

El conocimiento que se comparte es el que crece y se multiplica cuánto más lo difundimos mayor será la luz que irradie, tal cual si fuese la luz de nuestra llama intelectual, lejos de agotarse brillará cada vez más intensamente alumbrando nuestro camino y el de todos aquellos con quienes lo hemos compartido.

Hugo W Arostegui


Los Monos Sabios


“Los tres monos (en japonés san saru (三猿)), también conocidos como los «tres monos sabios» o «tres monos místicos» , están representados en una escultura de madera de Hidari Jingorō (1594-1634), situada sobre los establos sagrados del santuario de Toshogu (1636), construido en honor de Tokugawa Ieyasu, en Nikko”

“Si piensas que conoces el significado del símbolo de los Tres Monos Sabios, tal vez será mejor que pienses de nuevo. Se nos ha enseñado por la Élite (es decir, los medios de comunicación y sus patrocinadores corporativos) que significa fingir ignorancia a la mala conducta de los demás en lugar de exponer su mala conducta:
“En el mundo Occidental, la frase se utiliza a menudo para referirse a aquellos que tratan incorrectamente de mirar hacia otro lado, negándose a reconocerlo, o fingir ignorancia.” -Wikipedia

El problema es que “hacer la vista gorda” a la mala conducta de los demás no  es el auténticamente verdadero u original significado espiritual del símbolo Oriental. Esta es una falsa y corrupta “sustitución” de su significado.”

“Literalmente miles de estudios desde la década de 1950 se han preguntado si existe un vínculo entre la exposición a la violencia en los medios y el comportamiento violento. Todos menos 18 han contestado: “Sí”. La evidencia de la investigación es abrumadora. Según la AAP, “Extensas investigaciones evidencian e indican que la violencia en los medios de comunicación puede contribuir a un comportamiento agresivo, desensibilización a la violencia, pesadillas y miedo de ser dañado. Ver programas violentos también está relacionada con tener menos empatía hacia los demás. “ -University of Michigan Health System (Universidad del Sistema Sanitario de Michigan) (página web)

Nada nuevo hemos inventado desde entonces y considerando que esta imagen de “los monos sabios” prácticamente se ha incorporado por adopción voluntaria a “nuestra manera” de interpretar todo lo que acontece en nuestro “alrededor social” tal proceder considerado bajo la óptica de “la conciencia colectiva” mantiene su plena vigencia como si fuese “un reflejo involuntario” o como solemos mencionar “una reacción natural propia de “nuestro instinto de preservación” frente a situaciones que consideramos que son, socialmente hablando, un medio de evasión muy eficaz para eludir responsabilidades.

Aunque no pueden ser considerados “humanos” estos “monos sabios” nos han transmitido una enseñanza que nos definen: “yo no sé nada, yo no vi nada,  yo no escuché nada a la cual agregamos otra que sí es muy nuestra, yo ni siquiera estaba ahí.”

Hugo W Arostegui



Excluidos


El acceso  a la información con la que contamos actualmente nos permite obtener el conocimiento básico necesario como para que podamos “estar en contacto” con la realidad social en la cual deberíamos estar insertos.

Cuando digo deberíamos estar insertos es porque resulta más que evidente que integramos una sociedad donde algunos hemos podido insertarnos en el quehacer colectivo y otros (según las últimas encuestas divulgadas una persona cada tres) que no logran una adecuada inserción y permanecen en condición de excluidos de todas las oportunidades que nuestra sociedad debería proporcionarles.

“En Sociología se habla de excluido o de exclusión social para referirse a aquellas personas o grupos de ellas que no pueden gozar de los derechos que otorga la comunidad que integran, pues no se les ha ofrecido igualdad de oportunidades o no pudieron aprovecharlas.

Son aquellos que no tienen acceso a la educación, al trabajo, a la vivienda digna, a los servicios de salud, derechos imprescindibles y que hacen a la dignidad humana.
Muchos viven en lugares donde no llegan los servicios de agua potable o la red cloacal, ni hay ningún tipo de servicio asistencial; otros a pesar de vivir en las grandes urbes, no cuentan con los medios económicos necesarios para acceder a los servicios esenciales”.

Resulta claro que cuando mencionamos la palabra exclusión corremos el riesgo de irritar sentimientos localistas de algún determinado sector social que nos salga al paso argumentando que lo que decimos responde a una postura tendenciosa o desinformada o que nos motivan  “intereses espurios de vaya uno a saber quién o quienes  los impulsan.

Hay un proverbio que reza: “a quien le quepa el sayo que se lo ponga” de manera que dejamos a consideración del sólido y democrático criterio de cada uno determinar en el acierto o en el error la adopción de las medidas que se estimen pertinentes con la finalidad de asegurar una correcta integración social en la cual no nos sintamos excluidos.

Hugo W Arostegui


viernes, 21 de octubre de 2016

Barajar Y Dar De Nuevo


Lo peor que puede sucederle a una persona es sentir que ha estado perdiendo tiempo y oportunidades y que tanto el tiempo como las oportunidades que ya no son, que nunca han sido, nos han dejado a la vera del camino, inertes y perplejos, mientras vemos pasar a quienes han sido nuestros contactos, que continúan  por su camino, mostrándonos sus espaldas mientras les perdemos de vista.

Esto que ha ocurrido lamentablemente volverá a ocurrir mientras no se cambie de senda y de pisada como bien lo comenta un viejo refrán: “quién mal anda mal acaba” que significa
“Si sigues cometiendo errores y rodeándote de personas que no debes así es como acabas”

“No hay duda de que la vida es experta en ponernos en situaciones en donde no nos queda otra que empezar una vez más.

Si bien, somos una sucesión infinita de inicios, no siempre nos resulta agradable barajar y dar de nuevo, por la simple razón de que volver a arrancar no es, para nada, un proceso fácil de enfrentar.

Cuando las cosas que creíamos tener bajo control se desmoronan lo primero que nos invade es el miedo, por lo tanto no es nada ilógico que la mera idea de apostar nuevamente nos parezca insostenible.

Nada nos llena más de impotencia que tener que encarar el vacío de perder aquello que nos resultaba conocido.

Por supuesto, no estamos hablando de situaciones en las cuales empezar es casi por inercia, estamos hablando de momentos en donde nos sentimos en jaque, en donde creemos que se nos arrebató todo lo que teníamos, y en los que las opciones viables desaparecen. Entonces, ¿Qué hacemos?, ¿cómo volvemos al ruedo?

No existe un consejo infalible para esto, ni fórmulas secretas.

Cada uno tendrá sus tiempos, pero lo que sí es importante es que comprendamos que frente a estas situaciones será nuestra capacidad resiliente lo que nos logre sacar a flote. 

Nos referimos a esa capacidad de poder sobreponernos frente a la adversidad.

Claro, que resulta rápido de leer, pero llevarlo a la práctica requiere un esfuerzo mayor por parte de nosotros, y aunque desde el vamos sepamos que no será simple, debemos tener siempre la certeza de que no es imposible.”
www.revistaohlala.com › Calidad de vida

Es el momento de “irte al mazo” y volver a empezar, prepararte para no cometer las mismas torpezas en la próxima ronda, observa bien a tu alrededor y siente como ahora eres ganador en experiencia y en valorar mejor todo lo que tienes en tu mano.


Hugo W Arostegui

Nuestras Etapas


Generalmente hablando nuestro tránsito por la vida atraviesa, o debería atravesar, por razones puramente cronológicas, por diferentes etapas que se relacionan, cada una de ellas, por las condiciones de respuesta que nuestra capacidad limitada de “tiempo vital” nos permitiría ir atravesando con posibilidades de alcanzar el grado de madurez necesario como para que nos podamos sentir de que avanzamos en nuestras metas y objetivos.
Cada uno debería conocer mejor que nadie cada una de estas etapas que mencionamos y si por alguna razón no las hemos superado en tiempo y forma el “desfasaje “que nos ocasiona en cuánto a nuestra capacidad de respuesta seguramente nos demostrará en los hechos de que deberemos atravesar las etapas posteriores en condiciones sino adversas por lo menos serán como tener que “ir nadando contra la corriente”
Cuando nos referimos a lo que denominamos “la criatura humana” debemos considerar seriamente de que el comportamiento del ser humano, visto en su perspectiva individual, no está sujeto a ningún tipo de “proyecciones a priori” lo que equivale a decir que su “singularidad” pone a su alcance el logro de sus proyectos sin que exista una limitante por el tiempo de transcurso que lleve por su vida, pero lo que es irrebatible es que, sea quien sea, la persona que se encuentre en las condiciones descriptas “ir nadando contra la corriente” se le requerirán condiciones excepcionales que quizás es probable que las posea o que se constituyan en “un lastre” muy difícil de superar.
La inteligencia humana está en condiciones de conducirse y adoptar el rumbo que estime como el más conveniente para poder quemar estas etapas que mencionamos y que indefectiblemente se le han de presentar.

Hugo W Arostegui

jueves, 20 de octubre de 2016

El Destino De Los Valores


El cultivo de los valores que utilizamos a lo largo de nuestra vida, si bien hacemos uso de sus cualidades de altruismo, solamente pueden adquirir su condición efectiva de valor cuando se transforman en una acción que efectivamente es prodigada a un semejante, sin la presencia de nuestro prójimo los valores aludidos pierden su razón de ser.
Esto quiere decir, ni más ni menos, que todo lo que podamos argumentar como eventuales poseedores de ciertos valores humanos, estos valores deberán indefectiblemente ser parte integral, en toda su extensión, de un beneficio directo recibido en usufructo por alguien cuya condición de necesidad pueda ser atendida por nuestro aporte solidario.
Nuestras cualidades humanas adquieren tal condición cuando las ejercemos en la única forma en las que pueden materializarse, como bien dicen los boxeadores “más vale dar que recibir” lo que significa que toda buena acción que podamos prodigar necesita para su cultivo que trabajemos con ahínco procurando mejorar las condiciones de vida de nuestra comunidad.
Como integrantes de la sociedad necesitamos del cultivo colectivo de nuestros valores y a una atención adecuada al derecho de recibir una buena educación ciudadana la cual pasa por ayudar a mitigar las necesidades que como sociedad necesitamos atender, a saber: salud, educación, necesidades básicas, seguridad, trabajo, etc. etc.

Hugo W. Arostegui 

Las Diferencias Que Nos Igualan


En un ámbito donde coexisten y se interrelacionan seres humanos, que como sabemos y aceptamos, somos seres únicos e irrepetibles, suena entendible que la convivencia entre humanos. La cual resulta vital e irrenunciable, deba admitir la convergencia y las oportunidades de realización personal de todos y cada uno sin exclusiones de ningún tipo.
No es posible pretender “cortar con la misma tijera” ni forzar “unanimidades” porque la sola mención de humanidad implica aceptar que “todos somos diferentes” de forma tal que nuestras posibilidades de realización personal sólo puede entenderse en un escenario donde podamos garantizar el pleno desarrollo de “nuestras diferencias”
“Nuestras diferencias nada tienen que ver con una fosa que separe, sino que se asemejan más bien a los guiones que unen y complementan. ¿Qué sería del rojo sin el verde, del amarillo sin el azul…? Cada tonalidad completa el mosaico de la humanidad y le confiere toda su belleza. Nada es más bello que una persona asentada en la autenticidad, sin máscara ni artificio, a la vez fuerte y vulnerable. Toda diferencia es un regalo para quien sabe apreciarlo en su justo valor.
La diferencia implica, pues, respeto, tolerancia y no-juicio. Para que pueda iluminarnos, no necesita ser comprendida ni analizada, sino solo acogida cual semilla, a fin de que pueda germinar. Relacionarnos con la diferencia es ponerse a sí mismo en entredicho permanentemente, la mejor forma de no atascarse en la rutina y en los tópicos que llueven por doquier. Nuestras diferencias nos recuerdan, a cada instante, que ninguna verdad es absoluta.
Si bien no puedo adherirme a la noción de partidos políticos y religiosos, me divierto escuchando sus discursos. Aun cuando tengan que ver a menudo con la manipulación o la toma de poder, sus palabras me enriquecen con una mirada distinta, que me permite percibir mejor el engranaje que mueve a la humanidad. Nunca desestimo tajantemente las palabras de un líder político o espiritual porque su etiqueta no me atraiga. Intento, al contrario, captar lo que se oculta detrás del discurso. De esta forma, sus palabras me esclarecen, en lugar de exasperarme o contrariarme.
Allí donde algunos solo ven sombra, yo disfruto buscando la luz que la sombra disimula. Cuando nos preocupamos por mirar con el corazón, todas nuestras diferencias se borran, puesto que estas solo son apariencias. Detrás de nuestro color de piel, de nuestras costumbres, de nuestros condicionamientos y de nuestras heridas brilla una misma luz: la de la vida. Ver más allá de las apariencias equivale a desactivar cualquier posible conflicto o lucha que pueda dividir a la humanidad.
Nuestras diferencias son todos los puentes que franquean la vida ilusoria que nos separa de la unidad.” https://a-baechler.net/es
Sean pues nuestras aparentes diferencias la motivación que nos impulse a dejar un rastro bien visible de nuestro paso por la vida marcando un horizonte al cual orientar a las futuras generaciones de humanos que sepan complementarse en sus singulares diferencias.

Hugo W Arostegui