lunes, 24 de julio de 2017

Brindar Servicio



Servir es ayudar a alguien de manera espontánea, como una actitud permanente de colaboración hacia los demás. La persona servicial lo es en su trabajo, con su familia, pero también en la calle ayudando a otras personas en cosas aparentemente insignificantes, pero que van haciendo la vida más ligera. Todos recordamos la experiencia de algún desconocido que apareció de la nada justo cuando necesitábamos ayuda que sorpresivamente tras ayudarnos se pierde entre la multitud.

Las personas serviciales viven continuamente estuvieran atentas, observando y buscando el momento oportuno para ayudar a alguien, aparecen de repente con una sonrisa y las manos por delante dispuestos a hacernos la tarea más sencilla, en cualquier caso, recibir un favor hace nacer en nuestro interior un profundo agradecimiento.

La persona que vive este valor, ha superado barreras que al común de las personas parecen infranqueables:

- El temor a convertirse en el “hácelo todo”, en quien el resto de las personas descargará parte de sus obligaciones, dando todo género de encargos, y por lo tanto, aprovecharse de su buena disposición.

La persona servicial no es débil, incapaz de levantar la voz para negarse, al contrario, por la rectitud de sus intenciones sabe distinguir entre la necesidad real y el capricho.

- Vernos solicitados en el momento que estamos concentrados en una tarea o en estado de relajación (descansando, leyendo, jugando, etc.), se convierte en un verdadero atentado. ¡Qué molesto es levantarse a contestar el teléfono, atender a quien llama la puerta, ir a la otra oficina a recoger unos documentos... ¿Por qué “yo” si hay otros que también pueden hacerlo?

Quien ha superado a la comodidad, ha entendido que en nuestra vida no todo está en el recibir, ni en dejar la solución y atención de los acontecimientos cotidianos, en manos de los demás.

- La pereza, que va muy de la mano a la comodidad también tiene un papel decisivo, pues muchas veces se presta un servicio haciendo lo posible por hacer el menor esfuerzo, con desgano y buscando la manera de abandonarlo en la primera oportunidad. Es claro que somos capaces de superar la apatía si el favor es particularmente agradable o de alguna manera recibiremos alguna compensación. ¡Cuántas veces se ha visto a un joven protestar si se le pide lavar el automóvil...! pero cambia su actitud radicalmente, si existe la promesa de prestárselo para salir con sus amigos.

Todo servicio prestado y por pequeño que sea, nos da la capacidad de ser más fuertes para vencer la pereza, dando a quienes nos rodean, un tiempo valioso para atender otros asuntos, o en su defecto, un momento para descansar de sus labores cotidianas.

La rectitud de intención siempre será la base para vivir este valor, se nota cuando las personas actúan por interés o conveniencia, llegando al extremo de exagerar en atenciones y cuidados a determinadas personas por su posición social o profesional, al grado de convertirse en una verdadera molestia. Esta actitud tan desagradable no recibe el nombre de servicio, sino de “servilismo”.

Algunos servicios están muy relacionados con nuestros deberes y obligaciones, pero como siempre hay alguien que lo hace, no hacemos conciencia de la necesidad de nuestra intervención, por ejemplo:

- Pocos padres de familia ayudan a sus hijos a hacer los deberes escolares, pues es la madre quien siempre esta al pendiente. Darse tiempo para hacerlo, permite al cónyuge dedicarse a otras labores.

- Los hijos no ven la necesidad de colocar la ropa sucia en el lugar destinado, si es mamá o la empleada del hogar quien lo hace regularmente.

Algunos otros detalles de servicio que pasamos por alto, se refieren a la convivencia y a la relación de amistad:

- No hace falta preocuparse por preparar la cafetera en la oficina, pues (él o ella) lo hace todas las mañanas.

- En las reuniones de amigos, dejamos que (ellos, los de siempre) sean quienes ordenen y recojan todo lo utilizado, ya que siempre se adelantan a hacerlo.

No podemos ser indiferentes con las personas serviciales, todo lo que hacen en beneficio de los demás requiere esfuerzo, el cual pasa inadvertido por la forma tan habitual y natural con que realizan las cosas.

Como muchas otras cosas en la vida, el adquirir y vivir un valor, requiere disposición y repetición constante y consciente de acciones encaminadas para lograr el propósito. Hagamos unas breves consideraciones:

- Esforzarnos por descubrir pequeños detalles de servicio en lo cotidiano y lo común: ayudar a recoger los platos después de la comida, mantener en orden los efectos personales (sea en casa o el trabajo), ceder el paso o el lugar a una persona, llevar documentos u objetos en vez de esperar que alguien venga por ellos... Existen múltiples oportunidades y el realizar cada una de ellas, nos capacita para hacer un mayor esfuerzo en lo sucesivo.

- Observa cuantas cosas hacen los demás por tu persona y sin que lo pidas. Cada una de ellas puedes convertirla en un propósito y una acción personal.

- Dejar de pensar que “siempre me lo piden a mí”. Observa cuantas veces te niegas a servir, seguramente muchas y frecuentemente. Existe un doble motivo para esta insistencia, primero: que nunca ayudas, y segundo: se espera un día poder contar contigo.

- Si algo se te pide no debes detenerte a considerar lo agradable o no de la tarea, sin aplazar el tiempo, comenzar inmediatamente sin considerarlo una carga.

Esperar a recibir atenciones tiene poco mérito y cualquiera lo hace, para servir eficazmente hace falta iniciativa, capacidad de observación, Generosidad y vivir la Solidaridad con los demás, haciendo todo aquello que deseamos que hagan por nosotros, viendo en los demás a su otro yo.
  

Unidad En La Diversidad


Todo parte de un Dios Creador, sin embargo cuando se trata de entenderlo, explicarlo o adorarlo, los seres humanos formamos miles de religiones. Todos somos semillas de luz en esencia, todos nos entendemos como hermanos y nos sabemos hijos de la misma luz, pero cuando se trata de ponerlo en práctica, formamos religiones, países, etnias, sociedades y destacamos lo que nos distingue de los demás en lugar de buscar lo que nos asemeja. Es fácil entender la armonía, es fácil filosofar sobre lo relativo de los juicios, sobre el espejismo de la imperfección, sobre el camino glorioso de la humanidad, sobre la edad dorada, pero en el aquí y el ahora, al parecer impera la confusión, el deseo por hacer las cosas “como yo las entiendo”, “a mí manera”, “como mis Maestros me han dicho”, etc. 

Y todo esto es entre aquellos que estamos en el camino llamado vida. El Gran espejismo empieza cuando operamos desde el nivel de conciencia tridimensional. Cuando la Tierra inició su enfriamiento sólo unas cuantas semillas diferentes poblaban la Tierra; hoy, mucho tiempo después son millones los seres diferentes que habitan la Tierra. La Unidad se volvió Diversidad.

Cuando nacemos como niños, estamos en unidad unos con otros, no hay diferencias, tenemos los mismos intereses y las mismas formas de pensar, no hay colores de piel, no hay distintas religiones, ni lenguajes, no hay ni siquiera diferencias sexuales… sólo un mismo y gran deseo de ser felices. 

Pero cuando crecemos, las diferencias han aflorado. Empezamos a ver diferencias en todas partes y no sólo eso… disfrutamos estas diferencias. Deseamos ser diferentes, distinguirnos de los demás… hemos empezado a manifestar la Diversidad. Cuando hemos crecido, nos unimos a algún movimiento espiritual. Buscamos la unidad. Buscamos acuerdos, buscamos unir nuestras manos en torno a un mismo esfuerzo, pero las diferencias de pensamientos, los egos, las creencias de ser los llamados a la Gran Misión, nos dificultan el trabajo colectivo. La Unidad se encuentra solamente dentro de nosotros mismos. Somos UNO en esencia, somos UNO en la conciencia espiritual del Ser pero no en la fisicalidad. Hemos avanzado hacia la Diversidad

No habrá una sola religión en el mundo. Habrá muchas que entenderán de la misma manera a Dios aunque lo adoren de distintas formas. Unidad en el centro, diversidad en la periferia. No habrá una sola nación en el mundo. Habrá muchas aunque unidas por intereses comunes. 

Prevalecerán los valores espirituales del hombre por encima de los materiales, aunque habrá muchas maneras diferentes de practicarlos. Los hombres estarán unidos por lo importante pero conviviendo con sus diferencias. No se hablará en un solo lenguaje, se hablará en muchos, aunque todos entenderán el lenguaje del amor y del espíritu. 

Se entenderá el mensaje del corazón aunque sea dicho con palabras diferentes. Las organizaciones no forzarán sus miembros a pensar de la misma manera, se privilegiará la democracia, la voluntad de las mayorías y de ninguna forma será doloroso el que una organización se divida, pues esto será una señal más de que la diversidad está avanzando. No se buscarán organizaciones grandes en el número de miembros, sino organizaciones firmes en el ideal que persiguen. Nuevamente… Unidas por lo esencial pero respetuosas de las diferentes formas de lograrlo.


Seremos guiados por intereses que surgen del interior de nuestra conciencia ya hechas unidad con la Humanidad despierta, y no como ocurre frecuentemente ahora, donde nuestros intereses difícilmente se pueden despegar de las emociones asociadas a nuestras personalidades llenas de necesidades de reconocimientos públicos. No nos engañemos buscando una unidad que quedó atrás en la evolución de nuestra humanidad, aprendamos a vivir de manera armónica en la diversidad que hemos logrado como una conquista de un largo aprendizaje. Es el momento de trabajar en mecanismos que nos enseñen y permitan avanzar con nuestras diferencias. Aprendamos a comunicarnos, aprendamos a ceder en nuestros puntos de vista, en nuestras opiniones, en aras de alcanzar una unidad mayor dentro del grupo donde trabajamos.


domingo, 23 de julio de 2017

Propiedades De Nuestra Mente


El ser humano puede realizar todo cuanto su mente pueda imaginar. Pero de su capacidad mental, actualmente el ser humano apenas si utiliza un 1%. ¿Qué hay del resto de la mente dormida? El ser humano puede realizar todo cuanto su mente pueda imaginar. Pero de su capacidad mental, actualmente el ser humano apenas si utiliza un 1%. ¿Qué hay del resto de la mente dormida?

Si comenzáramos a desarrollar un poco más el poder de la mente, podríamos comenzar a actuar con una capacidad extraordinaria sobre la realidad y sobre nuestro cuerpo, podremos tener dominio de facultades como la telepatía (transmisión del pensamiento de mente a mente) , la psicocinesis (capacidad de mover objetos con la fuerza mental),la percepción sensible para predecir sucesos, la clarividencia, una creatividad aguda, y, entre muchas otras cosas, la capacidad de poder sanar el cuerpo en un instante.

Todos estos fenómenos antes mencionados superan a la física moderna, la ciencia aún no ha podido demostrar dichos fenómenos, no los puede interpretar ni comprender, incluso hay algunos científicos que los rechazan y no los aceptan, mientras por otro lado existen aquellas mentes de la ciencia que los investigan cuidadosamente, y ya se comienza a hablar y a reconocer de una energía mental, de un poder extraordinario proveniente de la mente.

En el caso de la capacidad de curar el cuerpo, hay muchas pruebas que cada vez son más evidentes. 

En el caso de Edgar Cayce, un gran paranormal, la experiencia de la curación ha sido una experiencia personal que ha transmitido así: “… Para curar hay que permitir que la fuerza vital fluya, de forma que su acción estimule y despierte cada célula del cuerpo incitándola a cumplir su cometido”.

Por otro lado, la sanadora Olga Worrell se sometió a una prueba moderna y científica, un aparato creado por los físicos nucleares para hacer visible el desplazamiento de las partículas de alto nivel energético. La sanadora energética colocó sus manos sobre el aparato, de la misma forma que si estuviera sanando a una persona, y el resultado fue una visible, significativa y sorprendente alteración en el uniforme ambiente del vapor de la cámara. Al mover sus manos, las ondas aparecidas por la emisión de energía seguían el desplazamiento de las manos. Cuando los científicos intentaron hacer lo mismo, no sucedió nada sino un gran desconcierto.

Poco a poco la ciencia comprueba cada vez más que la mente, efectivamente, puede recuperar el equilibrio celular y sanar el cuerpo. Pero no se necesita ser científico ni un especialista en alta tecnología para comenzar a comprobar este poder extraordinario de la mente. Podemos comprobar de una forma muy sencilla esto que a decir verdad, es una facultad evidente.

Si fueras un poco observador podrías darte cuenta como alguien que está enfermo puede recuperarse más rápido si tiene un actitud ante su enfermedad de aprendizaje. Si aprendemos de la enfermedad, entonces podremos aprender a enfocarnos en lo que sigue.

En realidad, tú puedes comprobarlo por ti mismo si comienzas a enfocar un pensamiento positivo sobre alguna área de tu cuerpo que te moleste. Ni la ciencia podrá convencerte del poder sanador que posees si tú no comienzas a experimentarlo y lo pones en práctica por ti mismo.

Por lo pronto, puedes comenzar por saber que normalmente se entiende que un pensamiento negativo es aquel que genera duda, temor, culpa, remordimiento, etcétera, mientras que uno positivo es aquel que genera lo contrario, digamos, un sentimiento de confianza, del bienestar, de entendimiento, de curiosidad, etcétera. 

Pero ciertamente ningún pensamiento es ni positivo ni negativo, son sólo información en nuestra cabeza la cual puede modificarse, pero si la juzgamos como negativa, entonces no podremos tener mucho domino sobre ella.


Puedes comenzar con la tarea de enfocar un pensamiento positivo en cualquier área de tu cuerpo que desees sanar, enviar gratitud, amor, aprecio, etcétera, insistir en esto hasta que empieces a ver como se recupera el cuerpo sorprendentemente.

Fraternidad:


Fraternidad es un término derivado del latín frater, que significa hermano. Por esta razón, fraternidad significa parentesco entre hermanos o hermandad. La fraternidad universal designa la buena relación entre los hombres, en donde se desarrollan los sentimientos de afecto propios de los hermanos de sangre, unión y buena correspondencia.

La fraternidad es el lazo de unión entre los hombres basada en el respeto a la dignidad de la persona humana, en la igualdad de derechos de todos los seres humanos y en la solidaridad por de unos por los otros.

La fraternidad es un valor que no se resume solo a los hombres sino un valor universal y transversal a todos los seres humanos de considerarnos todos hermanos. De esta manera el valor de la fraternidad nos lleva a ser solidarios, respetuosos y empáticos unos con los otros. 

Como concepto filosófico, la fraternidad está vinculada a los ideales promovidos por la Revolución Francesa en 1789, basada en la búsqueda de la libertad, igualdad y fraternidad.

La fraternidad está muy desarrollada entre los estudiantes de las universidades americanas. Es similar a una asociación en la que los miembros se reúnen para organizar fiestas y otros eventos que permiten la socialización de los estudiantes. La amistad, el compañerismo, la camaradería y otros principios se practican entre los miembros.

El movimiento Scout es también un movimiento que promueve la fraternidad. A través de la práctica del trabajo en equipo, del respeto al ser humano, del amor por los animales y la naturaleza, los jóvenes participantes se convierten en ejemplo de liderazgo, responsabilidad, generosidad, altruismo y fraternidad.

En el libro gauchesco “Martín Fierro” de José Hernández, el protagonista expresa: “Los hermanos sean unidos” calificando el vínculo como de ley primera.

Ciertas logias u organizaciones secretas, entre las cuales se destaca la masónica, se denominan fraternidades, lo mismo que ciertos grupos universitarios unidos por prácticas y costumbres comunes.
En muchas partes del mundo, continuamente se lesionan gravemente los derechos humanos fundamentales, sobre todo el derecho a la vida y a la libertad religiosa. 

El trágico fenómeno de la trata de seres humanos, con cuya vida y desesperación especulan personas sin escrúpulos, representa un ejemplo inquietante. A las guerras hechas de enfrentamientos armados se suman otras guerras menos visibles, pero no menos crueles, que se combaten en el campo económico y financiero con medios igualmente destructivos de vidas, de familias, de empresas
.
Decía Edgar Morin: la libertad se puede instituir. La igualdad se puede imponer. La fraternidad, en cambio, no se establece con una ley, ni se impone desde el Estado. Viene de una experiencia personal de solidaridad y de responsabilidad. 

Por sí sola, la libertad liquida la igualdad y la igualdad impuesta como único principio destruye la libertad. Solamente la fraternidad permite mantener la libertad, pero sin abandonar la lucha por suprimir las desigualdades.


Hugo W Arostegui

Ser Agradecido


La gratitud es una de las actitudes más importantes que puedes adquirir, y una de las que más cambiará tu vida con diferencia.
Alguien agradecido está mucho más cerca de lo que significa ser feliz, y de llevar una vida más plena de lo que lo está una persona crítica y malhumorada.

La gratitud cambiará tu perspectiva de la vida.
Las personas agradecidas ponen su foco en dar y en los demás, las personas desagradecidas se fijan más en sí mismos, y se revuelcan en autocompadecerse, en su inseguridad y en sus dudas.

La gente agradecida es también mucho más optimista y siempre ve las circunstancias en las que se encuentran como una oportunidad para aprender lecciones y sacar algo bueno, lo cual no implica que no pase por momentos bajos, pero son los menos.

Ten además en cuenta que, cuando practicas la gratitud, no solo tú te sientes bien, sino que contribuyes a mejorar la vida de los demás incrementando su bienestar.

Y te darás cuenta de que cuanto más das más recibes, porque cualquier acto que realices encaminado a mejorar la vida de otra persona redundará en un beneficio para ti mismo.

Practicar la gratitud aumenta nuestra calidad de vida y además fomenta la reciprocidad, siendo en este punto cuando el siguiente mensaje cobra sentido:

Resumiendo, estos son algunos de los beneficios que yo veo en practicar la gratitud:
Nos conecta con la vida.
Contribuye a la felicidad y al optimismo.
Reduce la insatisfacción.
Nos ayuda a adaptarnos a las circunstancias.
Mejora la salud mental y física.
Eleva la autoestima, la confianza y la seguridad.
Nos hace más conscientes y nos permite vivir en el presente.
Mejora nuestras relaciones haciéndolas más sanas.
Nos enfoca en lo positivo y en sus valores.

¿No te parecen razones suficientes como para ponerte a agradecer ya mismo?

Y por si todavía no lo ves claro, y para complementar toda esta verborrea, te dejo con una pequeña historia que a mí me resulta especialmente reveladora.

“A una estación de trenes llega una tarde una señora muy elegante. En la ventanilla le informan que el tren se retrasará y que tardará aproximadamente una hora en llegar a la estación.

Un poco fastidiada, la señora va al kiosko y compra una revista, y en otra tienda compra también un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a leer un periódico. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de galletitas, lo abre y después de sacar una, comienza a comérsela despreocupadamente.
La mujer se siente indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a ignorarlo haciendo como que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el paquete y saca una galletita, la exhibe frente al joven y se la come mirándolo fijamente.
Como única respuesta, el joven sonríe… y se sirve otra galletita.
La señora gruñe un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo una última galletita. ‘No podrá ser tan caradura’, piensa, y se queda como congelada mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha suavidad, la corta exactamente por la mitad. Y con una sonrisa amorosa le ofrece media a la señora.
– ¡Gracias! – dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
– De nada – contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: ‘Insolente’.
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas… !Intacto!.”

Y ahora dime:

¿Tú como prefieres ser?

Convivencia Humana


Convivencia: Acción de convivir, relación entre los que conviven”.  
Convivir: Vivir en compañía de otro u otros

“Los estudiosos e investigadores han comprobado desde la psicología a la fisiología, desde la sociología a la medicina, que la convivencia es uno de los factores más trascendentes no sólo para el bienestar y la felicidad, sino para el sostenimiento de la salud total.

 La convivencia es una forma de relacionarnos que debemos escoger desde muy jóvenes. Para la convivencia positiva es necesario el respeto, el amor, el perdón, entre otros, debemos tolerar costumbres de otras personas.

El ser humano tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad de una relación íntima y estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de sentirse parte de una comunidad cercana e interesada por él. Los seres humanos son fundamentalmente animales grupales y su bienestar es mucho mayor cuando éste se encuentra en un ambiente armónico, en el cual se vive en estrecha comunión.

Para la supervivencia es indispensable la independencia y la autoconfianza, pero en el discurrir de la vida no puede prescindirse del apoyo y de la compañía de los otros.

Como señalan ciertos exponentes del existencialismo no puede haber un "yo", sin un "tú". Esta interdependencia social es mucho más que un abstracto concepto filosófico, constituye una necesidad humana fundamental”
Publicado por Abril Mariana

Los seres humanos tenemos necesidades básicas para poder sobrevivir. Una de estas necesidades es relacionarnos con otra persona desde el momento mismo de la concepción, hasta poder valernos por nosotros mismos y, en la mayoría de los casos, hasta en la fase final de nuestra existencia.
La Convivencia Humana es una forma de relacionarnos que debemos escoger desde muy pequeños, para poder convivir armoniosamente.

No puede haber solo un “yo” o un “otra” persona, para que una convivencia sea efectiva y positiva, es necesario el amor, el respeto, el perdón y, sobre todo, la tolerancia de aceptar la otra persona tal cual es y si Dios nos acepta como somos, Porque nosotros no podemos.

“Quien es capaz de vivir en sociedad y no tiene necesidad de ella, porque se basta así mismo, tiene que ser un animal o un dios”.Aristóteles
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El hombre no solo vive, sino que convive, el hombre no puede vivir como hombre sin convivir, sin inter relacionarse con otros hombres.

Los valores nos proporcionan pautas para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Los Valores son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar de una convivencia humana armoniosa.

Podemos concluir diciendo que, para que haya una buena convivencia humana, tiene, necesariamente, que haber un mutuo respeto. 

Como decía Benito Juárez “El respeto al derecho humano es la paz” y así vivir una armoniosa relación, aceptando y respetando el individuo, con sus creencias, culturas y credo.-


Hugo W Arostegui

sábado, 22 de julio de 2017

Cuando Pospones Para Mañana


 “Un día de estos lo dejo todo y me voy”
“A ver si un día me animo y doy el salto”

Son sólo algunas de las frases con las que te autoconvences de que con visualizar un cambio y desearlo es suficiente para conseguirlo. La realidad es que estos mensajecitos son un freno a tu presente, una prórroga que renuevas para seguir estancado sin el menor esfuerzo.

“A veces la diferencia entre querer ser feliz y serlo estriba en pasar de tener deseos a formularse objetivos”

Mientras “deseas” vives consolado con la fantasía de los sueños, con el alivio inmediato que otorga el pensar “¡cómo de diferentes podrían ser las cosas!” Por breves instantes, te metes de lleno en el cuento de la lechera, creyendo que desear es cambiar.

Luego aterrizas en la cruda realidad y es tan distante tú “yo presente” de tu “yo futuro” que te vienes abajo, posponiendo de forma condescendiente tu viaje al cambio
.
Cada vez que simplemente deseas y postergas la acción, aumentas la probabilidad de quedarte en la zona de confort, o lo que es peor involucionar. Así que a partir de ahora, cuando te escuches eso de “ya si eso empiezo mañana”, “el mes que viene me pongo con ello sin falta”, “no veo el momento de comenzar con eso”, etc.; reconoce abiertamente que estás procrastinando.

Por el contrario, proponerte un objetivo es trazar un puente entre el deseo y la acción. Cuando te marcas una meta, no esperas a que la suerte, las circunstancias u otros te den el pistoletazo de salida, sencillamente te comprometes contigo mismo a emprender a través de acciones concretas.

Ponte un brazo en cabestrillo durante un par de semanas. Aunque no tengas lesión alguna, deja de utilizarlo. En poco tiempo notarás cómo verdaderamente te cuesta ejecutar hasta los más sencillos movimientos.

Todas las habilidades que tienes, pero que no pones en marcha desde hace tiempo por pereza, estrés o desmotivación, van perdiendo espacio, fuerza, funcionalidad y eficacia en tu vida. Si pospones el cambio, tus destrezas dejan de actualizarse y se oxidan.

¿Conoces esa sensación incómoda, que puede tornarse en angustiante, cuando vas aplazando una y mil veces algo que te demanda un esfuerzo y una determinación que en ese momento no tienes?

Sí, pues entonces sabrás que las asignaturas pendientes se convierten en poderosas acosadoras: se presentan continuamente para hacerte sentir culpable por lo que hoy ya “deberías” tener, ser o hacer.

Dilatar en el tiempo una acción puede evitarte la confrontación a corto plazo, sin embargo a medio plazo la ansiedad llamará a tu puerta para restregarte los motivos por los que no te sientes orgulloso de ti mismo.

¿Quieres decidir por ti mismo, sentirte agente activo de tu vida y tener cierto control sobre los acontecimientos? Entonces apostarás, sin duda, por encargarte hoy de afrontar el aquí y el ahora.
Cualquier pequeña acción propia presente, por difícil que te resulte, te hará sentir infinitamente más satisfecho que miles de deseos glamurosos lanzados cual monedas a la fuente del mañana.

Si decides cambiar mañana, tal vez no estés decidiendo plenamente, pues el día X podrás encontrarte reaccionando a duras penas a las decisiones que otros o el destino tomaron por ti.




Insolentes


Aunque durante muchos años había relegado los principios bíblicos a un segundo plano, parece que William Wilberforce, el genial político y filántropo inglés, nunca llegó al punto de ser un “insolente”. ¿Por qué digo esto? Porque en 1784 William decidió ir a vacacionar a Francia e Italia. 

Tal desplazamiento implicaba un recorrido de mil novecientos kilómetros por las serpentinas sendas de los Alpes, en un carruaje tirado por caballos. Cuando ya tenía todo arreglado le sobrecogió una gran preocupación: ¿Quién lo acompañaría durante ese trayecto? Equivocarse en ese punto podría dar al traste con el descanso que tanto anhelaba.

Un día Wilberforce se encontró con un antiguo amigo: Isaac Milner. Aunque hacía  mucho que no se veían, Milner estaba al tanto de los éxitos políticos de Wilberforce; y Wilberforce conocía muy bien el prestigio académico de Milner. Así que, contrario a lo que hace el “insolente”, Wilberforce creyó que el “sabio” Milner habría de ser un excelente compañero para su viaje, y lo invitó. ¿Quién era Isaac Milner? Era el inventor y matemático inglés que servía como profesor lucasiano en la Universidad de Cambrigde.

Quizá te preguntes: ¿Y qué es eso de “profesor lucasiano”? Es uno de los títulos  académicos más prestigiosos del mundo. La Cátedra Lucasiana fue fundada en 1663 por el reverendo Henry Lucas, del cual deriva el término “lucasiano”. Los que han ocupado esa posición se cuentan entre las personas más destacadas de la historia. Para que tengas una idea: Isaac Barrow, Isaac Newton, Paul Dirac y Stephen Hawkins han sido profesores lucasianos. 

Actualmente, el profesor Lucasiano de Cambrigde es el físico británico Michael Boris Green.

Lo que quiero que fijes en tu mente es que William Wilberforce supo elegir a su compañero de viaje. Tan acertada fue su decisión, que las conversaciones sostenidas durante aquellas vacaciones produjeron un cambio perdurable en su vida.

¿Quiénes son tus compañeros en este viaje que se llama “vida”? ¿Cuáles son las personas con las que pasas tu día a día? ¿Te rodeas de gente prudente, que hace grandes aportes a tu crecimiento personal? ¿O eres un “insolente” que prefiere huir de las buenas compañías? 



Autenticidad


¿Conoces personas auténticas? ¿Eres una de ellas? ¿Sabes cómo son? Es posible que hayas convivido o convivas con una persona de este tipo y ni lo sabes. Las personas auténticas son una ráfaga de aire que refresca tu vida y llenan cualquier espacio en el que están. Son fáciles de identificar porque cuando llegan a tu vida te inundan de buena vibra, alegría e inspiración.

Su forma de ser es agradable y cualquiera a su lado se siente bien y confiado. Las personas auténticas te hacen sentir, tan bien que te permiten ser tú mismo. Con ellos te podrás olvidar de poses e ideas preconcebidas. Saben que cada uno es especial y te harán sentir único y especial. Aquí te decimos los principales rasgos de las personas auténticas.

Hacen escuchar sus opiniones y se expresan sin temor
Las personas auténticas saben que existen pocos motivos por los que las opiniones deben mantenerse ocultas. Si estas personas tienen algo que decir, simplemente lo hacen. Eso sí, siempre tienen cuidado de no lastimar ni herir a los demás con sus opiniones. Buscan hacerse escuchar y hacen valer su opinión pero no quieren dañar a nadie.

Muchas veces preferimos ocultar nuestras opiniones porque tememos ser criticados. Las personas auténticas saben que la crítica es muy común pero que no siempre se relaciona con quienes son. Entienden que la opinión que los demás se hagan de ellos es algo exterior. Una de sus mejores cualidades es que saben que las opiniones no se deben tomar como algo personal.

“No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son demasiado cobardes para manifestarla”
-Napoleón I-

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo solo porque tenías ganas de hacerlo?  Las personas auténticas rigen su vida por su propia escala de valores y hacen solo aquello que desean. Saben que no pueden depender de los demás para ser felices ni lograr sus objetivos. Son independientes y están dispuestos a arriesgarse para llegar a donde desean.

Su mejor amigo es su “yo interior”

Las personas auténticas son muy distintas entre sí. Algunas tienen muchos amigos porque se les da bien relacionarse. Otras son más introvertidas y prefieren tener pocos amigos que sean muy cercanos. Nunca les verás hacer algo que vaya en contra de su escala de valores y su conversación interior es positiva. Las personas auténticas no se autosabotean ni hacen cosas que les puedan afectar.


viernes, 21 de julio de 2017

Nuestras Corazas


A lo largo de la vida nos enfrentarnos a situaciones o momentos que nos resultan duros e incómodos. Quizá simplemente son escenarios en los que nuestras emociones no saben actuar, no conocen las armas para combatirlos.

Este es un hecho muy natural, el ser humano aprende de la experiencia y de su entorno. A diario vivimos circunstancias que ponen a prueba lo más profundo de nuestro ser. No siempre el resultado de nuestras decisiones es positivo para nosotros mismos. Es innato desarrollar Mecanismos de Defensa para enfrentase a estas batallas, somos guerreros que escogemos nuestras armas para la lucha, y en ocasiones creamos una coraza cuya protección altera nuestra calidad emocional.

La Coraza Emocional
La actitud defensiva ante la vida, es una opción emocional que trabaja las 24 horas del día. Su función radica en sobrellevar las vicisitudes diarias, lo que no significa que sea de forma sana y enriquecedora. Puntualmente son mecanismos que nos pueden ayudar a manejar situaciones. Pero en un periodo a medio- largo plazo iremos creando una coraza emocional ante la repetición continua de dichos escenarios. Las consecuencias de esta coraza emocional, entre otras, son:

 Capacidad de negar dichas situaciones e incluso sentir emociones por ellas.

 Evasión de cualquier responsabilidad ante diferentes hechos. Tratar de buscar excusas o culpables añade más negatividad a este hecho.

• Negativa gestión de las culpas. Justificar las culpas daña nuestro interior emocional y no ayuda a comunicarnos.

• Baja autoestima e inseguridad. Estos son pilares emocionales básicos, que destruyen nuestra capacidad de relación y de amor por nosotros mismos.

• Deseo de ser una persona “perfecta”. Ocultando nuestras emociones o debilidades se intenta crear un alma perfecta, que no siente ni padece inmune a cualquier sentimiento.

• Débil conocimiento de uno mismo. Afecta a lo que somos, lo que queremos y cómo lo queremos. En definitiva mostramos un cuadro de nuestro yo poco definido y con sombras.

La coraza emocional puede impedir la visión de la realidad que nos rodea, limitándonos nuestra evolución personal. Por lo general llegamos a convertirnos en personas ariscas, descreídas y con nula capacidad de generar ilusión. Poco a poco nos destruimos y vamos dejando víctimas en nuestro círculo más cercano
.
Ante cualquier sentimiento destructivo, que merme nuestra calidad emocional de vida, el primer paso para adminístralo es ser honesto con uno mismo.

Aceptarse como uno es, no buscar un modelo de perfección irreal, nadie es perfecto. Realizar un profundo estudio interior de lo que somos es primordial.

Estos conceptos no se adquieren de forma rápida, pero la constancia y la motivación por llevar el timón de nuestra vida es un premio que anima a intentarlo todos los días.

La comunicación es el pilar básico que moverá este camino para destruir la coraza emocional. Tan importante es hablar con nosotros mismos como lo es mostrarnos a los demás: nuestros deseos, miedos, dudas, ideas… son ingredientes esenciales para conseguir acercarnos al mundo, libres sin duras corazas que nos impidan avanzar en el largo aprendizaje de la vida.



Nuestra Magia


Tu magia es única. Tu forma de ser es una obra de arte esculpida a base de encuentros, desengaños, incredulidades y a base a virtudes y defectos llevándote en ocasiones a ser irresistiblemente caótico, impredecible y auténtico.

Evidentemente, no siempre sentimos como la magia está presente en lo que hacemos. A veces nos sentimos lúgubres, fuera de lugar, pesimistas, asténicos, apáticos; pero esto ocurre para saber detectar si un nuevo vendaval de pura vida se acerca hacia nosotros.

En el transcurso de nuestra vida, podemos vivir decepciones, podemos sentir que ya somos demasiado viejos y concluir “que cualquier época pasada fue mejor”. No te das cuenta de que no es lo que pasa en tu vida lo que te arrebata o no la magia, sino que eres tú el único que permite perderla por el camino.

La única forma de recuperar la magia es poner a rodar la que ya tienes
Olvídate por tanto de los recuerdos bonitos si lo único que hacen es creer que jamás volverás a tenerlos. Si tienes miedo, abrígate de él. Cuándo tenemos miedo es señal de que en nuestra vida pueden pasar cosas interesantes. Y no mires al futuro con los mismos parámetros con los que lo hacías en el pasado. Tú ya no eres el mismo. Es un error de cálculo en la mirada:

“El error es mirar lo de ayer con ojos de hoy,
querer que las cosas vuelvan a ser igual
cuando tú ya no eres el mismo,
como si se pudieran reciclar los suspiros
o dar un mismo beso por segunda vez.
Los mudos no gritan, los sordos no ven la música,
con las cinco letras que se escribe tarde
no puedes escribir ahora,
el amor que fue, ese ya nunca vuelve.”
-Marwan-

Como vas a poder volver a creer en cosas bellas cuando te refugias en el regazo confortable de la melancolía, cuando te arrinconas con recuerdos y negación en el túnel de tu propio olvido. Cuando le niegas a tu alma poder poner en práctica esa magia tuya con otras personas y en otras situaciones.
La melancolía hace poemas, escribe canciones, pinta cuadros, escucha quejas y seca lágrimas…pero no reconstruye vidas. Así que plántate en un nuevo punto de partida, herida pero sabía, y lleva como estandarte a lo que vayas a vivir un ligero equipaje: fe, magia, esperanza y voluntad.

“La esperanza tan dulce
tan pulida tan triste
la promesa tan leve
no me sirve
no me sirve tan mansa
la esperanza
la rabia tan sumisa
tan débil tan humilde
el furor tan prudente
no me sirve
no me sirve tan sabia
tanta rabia.”

-Mario Bennedetti-

jueves, 20 de julio de 2017

Frases Motivadoras


Mensajes motivadores sobre el valor de la actitud, el esfuerzo y el sacrificio para poder alcanzar el éxito, hacer realidad nuestros sueños, metas, aspiraciones, anhelos y lograr lo que deseamos. Hacerle frente con mente positiva al fracaso y los obstáculos en la vida.
Frases para motivarse y luchar por nuestros sueños

Piénsalo, después motívate, inténtalo y lucha hasta conseguir lo posible e imposible en la vida
Algún día diré "no fue fácil, pero lo logré".
Si lo puedes soñar, lo puedes hacer. Todo depende solo de ti.
La única persona que estará contigo toda la vida, eres tú. Así que ámate, considérate, cuídate y vive orgulloso de ti.
MANTÉN en tu vida gente que de verdad te quiera, te anime, te inspire, te motive, te haga mejorar, te haga feliz...
Si estás con personas que NO hacen nada de lo anterior: ¡Deja que se vayan!
De todas las prendas que puedas ponerte, tu actitud es la más importante.
Recuerda, eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas. 
El éxito es un viaje, no un destino.
Da gracias a Dios por lo que eres ahora y sigue luchando por lo que quieres ser mañana.
La cárcel más grande del mundo no tiene rejas ni barrotes, sino solo recuerdos negativos...
De todas las prendas que puedas ponerte, tu actitud es la más importante.
Recuerda, eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas. 
El éxito es un viaje, no un destino.
Da gracias a Dios por lo que eres ahora y sigue luchando por lo que quieres ser mañana.
La cárcel más grande del mundo no tiene rejas ni barrotes, sino solo recuerdos negativos...
De todas las prendas que puedas ponerte, tu actitud es la más importante.
Recuerda, eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces y más inteligente de lo que piensas. 
El éxito es un viaje, no un destino.
Da gracias a Dios por lo que eres ahora y sigue luchando por lo que quieres ser mañana.

La cárcel más grande del mundo no tiene rejas ni barrotes, sino solo recuerdos negativos...

Intrépidos


La palabra intrépido es un término que en nuestro idioma se puede usar para referir a aquel individuo que no presenta temor ante los peligros que se le puedan presentar de pronto en la vida; y por otra parte, también es posible usar la palabra cuando se quiere expresar que alguien es osado a la hora de actuar, de comportarse, o en lo que atañe a la realización de alguna actividad especial, deporte, entre otros.

La persona intrépida dispone de un notable coraje, valor y fuerza de voluntad que es lo que le facilitará someterse a los más difíciles entornos y situaciones sin temor a fracasar en ese intento. Como generalmente los obstáculos provocan en las personas miedo, la disposición de coraje es lo que le permite a una persona neutralizar el temor y seguir adelante en la acción propuesta.

Ahora bien, cabe destacarse que intrépido no es una palabra que esté muy extendida en nuestro idioma para justamente expresar las cuestiones indicadas. La realidad es que para expresar tal situación solemos usar un término mucho más popular y extendido, como ser el de valiente y que es el sinónimo más reconocido de la palabra que nos ocupa.

El concepto de valiente es el que habitualmente usamos cuando queremos expresar que un individuo sobresale por su arrojo y que por tanto no demuestra miedo a la hora de actuar o ante aquello que está por venir y tendrá que enfrentar. Para el valiente es algo natural invertir esfuerzos para conseguir cosas para sí mismo o para el entorno que lo rodea.

Entonces, intrépido, así como su sinónimo más popular, valiente, pueden ser usados para dar cuenta de aquellas acciones que implican un importante valor y osadía. Arrojarse al mar para salvarle la vida a una persona que se está ahogando es de intrépido, de valiente. Entrar a una casa que se está incendiando para salvar a un anciano, asimismo, es ser intrépido.

El concepto opuesto al de intrépido es prudente, ya que refiere a aquella persona que se caracteriza por actuar con cautela y moderadamente.

"Intrépidos defensores de la dignidad de la vida humana, de toda la vida y en todo el arco de su desarrollo. En nuestra patria, necesitamos dignificar la vida. Dignificar la vida de niños y jóvenes que sufren abandono y viven al margen de la sociedad, como un descarte de la sociedad; hay niños y jóvenes tan injustamente tratados por la sociedad egoísta, condenados a vivir en las calles, alimentándose resentimiento social y víctimas de la violencia; sujeto a abusos de diversos órdenes, que no tienen acceso a la calidad de educación, que viven en hogares que no les ofrece oportunidades de futuro.",

miércoles, 19 de julio de 2017

Confianza Y Eficacia


El concepto de la autoeficacia puede sonar moderno, pero en realidad no lo es en lo absoluto. Aunque antes no se conociera con este nombre, desde siempre las personas que han confiado en sus capacidades fueron las que llegaron más lejos. Desde lo más sencillo hasta lo más difícil, nada es posible si no tenemos la confianza suficiente.

En el área de la “psicología positiva” se ha estudiado mucho al respecto este tema de la autoeficacia, que se relaciona con otros conceptos, tales como la fortaleza personal o la resilencia. Más allá de los tecnicismos de los términos que muchas veces marean, lo cierto es que si crees en ti, puedes lograr cualquier cosa.

Los que han conseguido el éxito en los negocios o en su vida personal, dicen que su mayor secreto es confiar en sus capacidades. No se trata de algo mágico, sino que realmente está comprobado que la auto confianza es la primera causa de tener lo que se desea. ¿Por qué? Porque los pasos que se dan son más firmes, no se tienen en cuenta los obstáculos sino que se atraviesan, se tiene bien en claro cuál es la meta, se juzgan adecuadamente las decisiones y lo que va ocurriendo en el camino, etc.

La creencia en uno mismo es una capacidad que no todo el mundo tiene, desafortunadamente. Pero la buena noticia es que se trata de una virtud que se puede añadir en cualquier momento de la vida. La clave está en mantener esa idea. El psicólogo Albert Bandura fue quien impulsó este concepto luego de muchas investigaciones. Y se basó en el comportamiento de diferentes individuos, según si creían o no en sí mismos, y obviamente, los resultados que obtuvieron.

Pero no basta simplemente con decir “confío en mi” o “soy capaz de lograrlo” sino que hay que actuar en consecuencia. Esto significa, comenzar con buena actitud y mantenerla, pero también perseverar, esforzarse cada vez más y afrontar los retos que van surgiendo en el camino.

Si alguien tiene autoeficiencia, según indica la teoría, este comportamiento o pensamiento jugará un rol determinante en lo que se refiere a varios sectores, desde lo psicológico a lo físico o emocional. Y esta conducta se irá perfeccionando y modificando a medida que los buenos resultados comiencen a aparecer.

Es más sencillo ser autoeficiente si se obtiene lo que se desea. Pero la clave está en nunca bajar los brazos ni dejar de confiar en nuestras capacidades sólo porque algo no tiene el resultado esperado. Todo sucede por una razón, y si no se ha dado lo que deseábamos, puede ser porque no estamos trabajando correctamente.


Son diferentes las habilidades que necesitaremos para ser autoeficaces, pero la principal, sin dudas es la perseverancia. Gracias a la persistencia y en algunos casos, la tozudez, es que iremos más allá que el resto de los mortales que nos rodean. Nos enfrentaremos a retos y ganaremos cada etapa, iremos un paso más allá y subiremos de a un peldaño, tal vez lento, pero seguro. Y lo mejor de todo es que al ser perseverantes, nos convertiremos en resilientes, por lo cual, acabaremos siendo autoeficaces.

Al Pie Del Cañon


Una frase tan utilizada como “Estar al pie del cañón” merece dar a conocer las secretas entrañas de su significado y procedencia. Y para empezar, diremos que, según los expertos, esta expresión se utiliza para “indicar que una persona permanece en actitud firme ante una situación comprometida, difícil o penosa, cuando todos los demás han abandonado”. En castellano, sería algo así como mostrar “resistencia y heroicidad ante una situación límite”.
Su origen se remonta a épocas de lucha armada, allá por la España de principios de Siglo XIX. Cuentan que durante la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), más precisamente durante uno de los Sitios de Zaragoza, la esposa de un cabo de artillería, conocida como Agustina de Zaragoza, tuvo una participación muy inusual que la convirtió en heroína.
Agustina se casó a los 17 años con Joan Roca Vilaseca, cabo de artillería, el 17 de abril de 1803 en la iglesia de Santa María del Pino de Barcelona. El matrimonio tuvo un hijo varón cuyo nombre se desconoce, que murió de corta edad. Su marido participó desde el principio en la guerra, tomando parte en la batalla del Bruch. Los acontecimientos de la guerra los llevaron a él y a Agustina a Zaragoza.
Durante el asedio de esta ciudad, Agustina llevó a cabo la acción que la hizo célebre. Tras haber caído heridos o muertos todos los defensores de la puerta llamada del Portillo, las tropas francesas se aprestaron a tomarla al asalto. Agustina, que llevaba la comida a su marido, tomando la mecha de manos de un artillero herido consiguió disparar un cañón sobre las tropas francesas que corrían sobre la entrada. Dice la leyenda que los asaltantes franceses, temiendo una emboscada, se batieron en retirada, y nuevos defensores acudieron a tapar el boquete, defendiéndose la ciudad una vez más.
Había nacido el mito de Agustina de Aragón o La Artillera, nombre que se le dio a partir de entonces a la mujer, que, en un momento en que eran tan necesarios los ejemplos de heroísmo, pasó a ocupar un lugar destacado en las páginas de los libros de historia de España.
Esta acción aguerrida de Agustina de Aragón fue la que dio origen al uso de la frase “estar al pie del cañón” y convirtió a la heroína en fuente de inspiración para diversos artistas como por ejemplo Francisco de Goya, que la inmortalizó en su cuadro Agustina de Aragón pintada en los años posteriores a la guerra civil. Asimismo, en 1950 se estrenó la película Agustina de Aragón, bajo la dirección de Juan de Oruña. Inclusive en tiempos modernos, la figura de Agustina sigue siendo tema para los creadores de historias en soportes más actuales, como demuestra el cómic o novela gráfica Agustina, editado desde el año 2009, que narra las aventuras de Agustina en los Sitios de Zaragoza.
En esta ciudad puede apreciarse un monumento a esta valiente mujer, en la Plaza del Portillo. En la estatua, obra de Mariano Benlliure, Agustina aparece, precisamente, al pie del cañón, lista para ahuyentar a la soldadesca francesa. Aun cuando posteriormente España fuera igualmente ocupada, esta gesta femenina quedó en el recuerdo colectivo de España y sus colonias, con una frase que hasta ahora es utilizada en el habla popular.
Nota: La imagen del post corresponde a Agustina Aragón, estampa de Juan Gálvez y Fernando Brambilla, publicada en Cádiz por la Real Academia de Bellas Artes en 1812-1813.


Al Borde Del Abismo


“El simple hecho de acercarnos a ese precipicio ya es un acto de valentía. Más allá del abismo y las dificultades hay un mundo de posibilidades que merecen la pena”

Estamos seguros de que a lo largo de tu ciclo vital te has visto en muchas ocasiones ante un abismo

Son instantes de sufrimiento en los que nos acercamos a ese precipicio llevados de la mano de otras personas.

Hablamos, sin duda, de relaciones afectivas traumáticas, esas que vulneran nuestra autoestima y que nos acercan al límite de nuestras fuerzas. Incluso llegamos a pensar que todo está perdido.

Suele decirse que hay que llegar a situaciones extremas para darnos cuenta, de pronto, de nuestra valentía y fuerza interior. Porque, aunque no lo creas, todos tenemos alas para volar.

Todos hemos tocado fondo en alguna ocasión. Son instantes de introspección y de obligada reconstrucción interior, de reflexión. Nadie debe avergonzarse por haber caído y aún menos odiarse a sí mismo por haberse permitido llegar hasta el abismo.

Vivir es experimentar y cometer errores. Si hay veces en que establecemos relaciones afectivas cargadas de infelicidad es porque, al principio, el amor nos llenó de ilusiones y de confianza hacia la otra persona.

Y eso es algo que todos merecemos: Permitirnos la oportunidad de ser felices.

Ahora bien, la felicidad no siempre está garantizada, y la tristeza nos lleva a esos límites personales a los que nos acercamos traídos por otras personas.

Y el abismo siempre es frío, porque es un límite donde se abre la nada; sin embargo, al otro lado del abismo está también una nueva oportunidad. Ahí donde es imprescindible que abramos nuestras alas con fuerza, con resistencia, sacando esa fuerza interior que todos tenemos.

En esos instantes de sufrimiento emocional sentimos que hemos llegado al límite de nosotros mismos. Nos decimos aquello de “no puedo más”. Ahora bien, cuando te digas esto a ti mismo, acompáñalo por otra frase: “hasta aquí he llegado”.

No mires hacia abajo, ahí donde está la indefensión, el desconsuelo, la debilidad y el no puedo. Es momento de abrir tus alas y de recuperar todo eso que eras antes: alguien con optimismo, autoestima y que se quería lo bastante así mismo como para luchar con todas sus fuerzas.


Ante La Adversidad


La vida es un camino con altos y bajos y una gran variedad de matices. Sin importar donde te encuentres o quién eres, las situaciones adversas pueden representar un desafío, incluso para el más optimista de todos. A continuación te brindamos 5 claves para lidiar con ellas y mantenerte positivo, encontrando el lado bueno de cada experiencia.

 1.    Cambia tu manera de pensar
Puede que no siempre lo parezca, pero las situaciones adversas siempre representan una oportunidad para aprender algo. Si te sientes incómodo o dolorido por una cierta situación negativa, podrás hacer uso de ella. Cambiar tu mentalidad y buscar la lección en la experiencia, no se trata de culparte a ti o alguien más por encontrarte allí y ahora, sino de ver lo positivo de la situación e intentar prevenir que ocurra nuevamente.

2.    Apóyate en alguien
No tienes por qué lidiar con esta situación adversa por ti mismo, sino que también puedes recurrir a tu familia y amigos o a quienes puedes confiar para enfrentarla. No sólo te ayudará a salir vencedor, sino que además fortalecerá tus vínculos con los demás.

3.    Concéntrate en las cosas que puedes controlar y deja lo demás de lado
No siempre podrás controlar las situaciones a tu alrededor y no podrás agradar a todos. Hacemos lo que podemos mientras nos encontramos en una situación complicada y lo que puedes hacer es tomar el control sobre tus acciones y remediar tus errores.
Si te encuentras en una situación adversa, intentar tomar el control de las cosas sobre las que no lo tienes sólo te hará sentir peor. Es contraproducente y es probable que si no tienes control sobre ello, no puedes hacer absolutamente nada para cambiar o evitarlo.

4.    Sé compasivo contigo mismo
Toda situación adversa es una instancia para practicar una habilidad valiosa, la compasión por uno mismo. El tiempo y la cantidad de compasión que dirijas hacia ti mismo es directamente proporcional a tu calidad de vida. Si eres capaz de hacerlo, podrás ser más resistente a los desafíos y es probable que tomes más riesgos en el futuro tanto a nivel personal como profesional.

5.    Recuerda que toda situación complicada llega eventualmente a su fin
La vida es un camino lleno de obstáculos que estarás constantemente enfrentando y superando, por lo que debes aceptar que estas situaciones adversas son inevitables.  Tu trabajo es extraer lo que más puedas de ellas, ya sea una lección, una mejor relación con alguien, mayor autoestima o autoconfianza, y asegúrate de aprovechar los buenos tiempos mientras los tengas.