El concepto de la autoeficacia puede
sonar moderno, pero en realidad no lo es en lo absoluto. Aunque antes no se
conociera con este nombre, desde siempre las personas que han confiado en
sus capacidades fueron las que llegaron más lejos. Desde lo más sencillo hasta
lo más difícil, nada es posible si no tenemos la confianza suficiente.
En el área de la “psicología positiva” se ha estudiado mucho
al respecto este tema de la autoeficacia, que se relaciona con otros
conceptos, tales como la fortaleza personal o la resilencia. Más allá de los
tecnicismos de los términos que muchas veces marean, lo cierto es que si crees en
ti, puedes lograr cualquier cosa.
Los que han conseguido el éxito en los negocios o en su vida
personal, dicen que su mayor secreto es confiar en sus capacidades. No
se trata de algo mágico, sino que realmente está comprobado que la auto
confianza es la primera causa de tener lo que se desea. ¿Por
qué? Porque los pasos que se dan son más firmes, no se tienen en cuenta los
obstáculos sino que se atraviesan, se tiene bien en claro cuál es la meta, se
juzgan adecuadamente las decisiones y lo que va ocurriendo en el camino, etc.
La creencia en uno mismo es una capacidad que no todo el
mundo tiene, desafortunadamente. Pero la buena noticia es que se trata de
una virtud que se puede añadir en cualquier momento de la vida. La clave está
en mantener esa idea. El psicólogo Albert Bandura fue quien impulsó este
concepto luego de muchas investigaciones. Y se basó en el comportamiento de
diferentes individuos, según si creían o no en sí mismos, y obviamente, los
resultados que obtuvieron.
Pero no basta simplemente con decir “confío en mi” o
“soy capaz de lograrlo” sino que hay que actuar en consecuencia. Esto
significa, comenzar con buena actitud y
mantenerla, pero también perseverar, esforzarse cada vez más y afrontar los
retos que van surgiendo en el camino.
Si alguien tiene autoeficiencia, según indica la teoría,
este comportamiento o pensamiento jugará un rol determinante en lo que se
refiere a varios sectores, desde lo psicológico a lo físico o emocional. Y esta
conducta se irá perfeccionando y modificando a medida que los buenos resultados
comiencen a aparecer.
Es más sencillo ser autoeficiente si se obtiene lo que se
desea. Pero la clave está en nunca bajar los brazos ni dejar de confiar en
nuestras capacidades sólo porque algo no tiene el resultado esperado. Todo
sucede por una razón, y si no se ha dado lo que deseábamos, puede ser porque no
estamos trabajando correctamente.
Son diferentes las habilidades que necesitaremos para ser
autoeficaces, pero la principal, sin dudas es la perseverancia. Gracias a la
persistencia y en algunos casos, la tozudez, es que iremos más allá que el
resto de los mortales que nos rodean. Nos enfrentaremos a retos y ganaremos
cada etapa, iremos un paso más allá y subiremos de a un peldaño, tal vez lento,
pero seguro. Y lo mejor de todo es que al ser perseverantes, nos convertiremos
en resilientes, por lo cual, acabaremos siendo autoeficaces.
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