domingo, 16 de julio de 2017

Trascendencia


El sentido más inmediato y elemental de la voz trascendencia se refiere a una metáfora espacial. Trascender (de trans, más allá, y scando, escalar) significa pasar de un ámbito a otro, atravesando el límite que los separa. Desde un punto de vista filosófico, el concepto de trascendencia incluye además la idea de superación o superioridad. En la tradición filosófica occidental, la trascendencia supone un «más allá» del punto de referencia. Trascender significa la acción de «sobresalir», de pasar de «dentro» a «fuera» de un determinado ámbito, superando su limitación o clausura.

Que un tema trascienda no significa necesariamente que interese a quienes lo tratan a nivel consciente, sino que produzca en ellos sensaciones muy profundas, a veces de origen desconocido e imposibles de ignorar o evitar, y que cambien irremediablemente sus vidas, al menos durante un tiempo. Dicho esto, tampoco es correcto asumir que la falta de trascendencia indica la ausencia de atractivo, sino que también responde a cuestiones que muchas veces son circunstanciales, que están íntimamente ligadas a las necesidades de cada uno en las diferentes etapas de su existencia.

Nadie tiene el poder de forzar la trascendencia de una creación o de un comentario; a menos que, claro está, posea un conocimiento de sus interlocutores tan preciso y tan profundo que sea capaz de pronunciar las palabras exactas para disparar esa misteriosa inquietud que permanecerá viva a lo largo de días, meses y años. Sobra decir que puede tratarse de valiosas enseñanzas o de crueles ataques que generen heridas aparentemente irreparables.

A un nivel espiritual o filosófico, la trascendencia está vinculada a aquello que está más allá del mundo natural. Lo trascendente está asociado a lo inmortal y a lo esencial. Trascender es sobresalir, alcanzar de una forma u otra algo que está fuera de los límites que impone el cuerpo.

Dejar al mundo un legado cultural trascendente es el objetivo de muchos artistas y científicos, entre personas de otros campos; conseguir que el propio trabajo sea admirado decenas de generaciones después de nuestra muerte, que sirva de inspiración para futuros esfuerzos intelectuales, que nuestro nombre se convierta en sinónimo de sabiduría y de visión de futuro, es un sueño tan grande como peligroso.

Si bien a simple vista quienes buscan la fama eterna por todos los medios pueden parecer egocéntricos, si olvidan disfrutar de la vida, podría decirse que se convierten en auténticos seres altruistas, en personas que trabajan para el disfrute y el desarrollo de los demás, dejando a un lado su propia felicidad. Cuando junto con la labor artística o de investigación trascienden la pasión y el amor de la persona, el legado es más fuerte.

Es importante tener en cuenta que existen distintos modos de trascendencia. Puede hablarse de la trascendencia respecto del Yo o de la trascendencia temporal, entre otros tipos. Lo habitual es que las personas entiendan por trascendencia el hecho de alcanzar un nivel de conciencia superior, o bien una dimensión desconocida.


La meditación trascendental es una técnica mental que busca la relajación y el desarrollo pleno del potencial mental y físico; se trata de una de las formas de alcanzar la trascendencia.

Hugo W. Arostegui

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