miércoles, 21 de febrero de 2018

Valores


El verdadero valor de una persona no se encuentra en su inteligencia, ni en sus talentos, ni en sus habilidades, ni siquiera se encuentra en sus principios …
El auténtico valor de una persona, el más valioso, el que es exclusivo, inconfundible, el que es innato al gran ser humano, es esa capacidad tremendamente generosa de situarse en el lugar del otro, de olvidarse de uno mismo, de sustituir el YO por encima de todo a él TÚ como una misma parte. 

De postergar ser el centro del universo por empatizar con tus semejantes. De aparcar la falsa necesidad de nuestro ego por la bondad de prestar ayuda a los demás. De desatender nuestros arduos deseos por atender los deseos de los que de verdad te necesitan en ese momento.

Esa cualidad, que es tan escasa en la actualidad, es la que más valor tiene, porque en un mundo tan superficial y caótico como es el actual, donde cada cuál camina en soledad y mira por si mismo, es realmente difícil encontrar a personas que no solamente se preocupen por ti sino que se ocupen de hacerte sentir feliz.

Sentir empatía requiere de un grado de atención cuantioso, de un esfuerzo extraordinario de observar al otro.

Seamos más humanos y desarrollemos nuestra empatía, situémonos en el lugar del otro e intentemos comprenderlo en cada situación. Las relaciones humanas funcionarían mucho mejor si practicáramos la escucha activa desde nuestro corazón y apreciáramos de verdad los sentimientos y necesidades de los demás.

Pregúntate todos los días, ¿qué puedo hacer hoy para que tú te sientas mejor? 
   
“Quien escucha con el corazón encuentra la armonía entre la palabra, el gesto y el silencio”

(J. Bermejo)

martes, 20 de febrero de 2018

Lo Que Tu Mente “Piensa”


Todo depende de lo que pensemos! Es frecuente decir “estoy cansado, no puedo aguantar más” e inmediatamente después tener ganas de echarnos a dormir tres días seguidos. No olvides que el cuerpo y el cerebro trabajan para complacerte, y especialmente el primero tiende a hacerlo a corto plazo

Sin embargo, también pueden llegar a ser una especie de genio de la lámpara que obedece sin protestar los deseos de su amo.

A diferencia de lo que creemos, no es la mente la que nos dice lo que tenemos que hacer o cómo debemos sentirnos… ¡Sino todo lo contrario! Somos los responsables de cómo nos sentimos. No podemos echar la culpa al entorno, a los políticos, a la economía o a nuestro jefe… todo reside en nuestro interior. Claro que siempre es mucho más fácil buscar el responsable en el otro o en algo ajeno. 

De esta manera no tenemos la posibilidad de aprender, cambiar y mejorar.

Las maratones son una de las pruebas de resistencia que más demandan de nuestro físico, pero también de nuestra mente. 

Además de requerir una buena preparación física también demandan un entrenamiento mental. ¿Por qué? Porque en el preciso momento en que el cuerpo no puede más es el cerebro el que ayuda a seguir adelante… aunque después el dolor sea tan grande que no haya calmante que pueda atenuarlo.

Sin necesidad de convertirte en maratoniano para probar esta teoría, piensa en las veces en que estabas a punto de caer vencido por el sueño, el cansancio o el tedio de la rutina y dijiste “puedo seguir”, “estoy bien” o “lo terminaré”. Es probable que en ese momento consiguieras un plus de energía -que no salió de una taza de café- para continuar con tus tareas y luego caer extenuado en la cama para dormir varias horas seguidas.

Las maratones son una de las pruebas de resistencia que más demandan de nuestro físico, pero también de nuestra mente. Además de requerir una buena preparación física también demandan un entrenamiento mental. ¿Por qué? Porque en el preciso momento en que el cuerpo no puede más es el cerebro el que ayuda a seguir adelante… aunque después el dolor sea tan grande que no haya calmante que pueda atenuarlo.

Tampoco se trata de ser la persona más positiva del mundo y andar por la vida buscando el medio vaso lleno de cada situación, sino de saber que hay pensamientos que nos ayudan y otros que nos perjudican. Deja de prestar atención a lo irrelevante y céntrate en lo que realmente importa. Si las cosas rondan mucho por tu cabeza, tómate el tiempo para resolverlas y pasar a la siguiente tarea.

Si no puedes dormir porque tu mente es un torbellino de ideas, ten un pequeño cuaderno en la mesita de noche y aprovecha ese aluvión de creatividad para solucionar algunos de tus problemas. No malgastes tu energía en “rumiar” las cosas malas que te ocurren. Mejor aprovecha tu tiempo y tus recursos para encontrar una solución a los problemas.

Recuerda que no todo tiene por qué ser racional… ¡permite un poco de improvisación en tu vida! Si bien hay cosas basadas en la lógica, existen otras (muchas) que están más ligadas a las emociones, sensaciones e intuiciones.

Aprende a vivir con incertidumbre, aunque sea en una mínima dosis. Toma decisiones que también requieran ciertos riesgos y considera los errores como parte de las reglas del juego. Evita las auto presiones y acepta que eres imperfecto… eso disminuirá tus niveles de temor y ansiedad y como consecuencia, tus equivocaciones.

“Nuestra vida es lo que nuestros pensamientos hacen de ella”
-Marco Aurelio-


El Enfoque Adecuado



Idealmente cuando empezamos un nuevo proyecto deberíamos poder continuar y proseguir hasta terminarlo por completo, sin embargo esto casi nunca pasa en la vida de la persona promedio.

¿Porque ocurre esto? Es muy simple, la motivación cambia a través del tiempo dependiendo de nuestro estado de ánimo, la variación de nuestras emociones, y diversos factores externos que nos afectan significativamente.

No es un secreto, que existen personas que se registran a un gimnasio para algún tiempo después desistir por completo, estar igual de gordos o incluso más, y fallar totalmente en el objetivo que se plantearon al inicio. Existen también personas que se proponen la meta de aprender un nuevo idioma, poco tiempo después, no se notan progresos ni se sabe que la persona efectivamente pueda hablar y entender el nuevo lenguaje.

Todo esto, ocurre porque sencillamente esas personas ven la meta como muy lejana. Y en ocasiones tienen razón.

No necesariamente te voy a decir que para que logres tu meta debes verla como algo posible de realizar, o cercano. Aunque sinceramente, ayuda, es indispensable que tengas en cuenta estos seis factores:

1. Imagínate Logrando La Meta Deseada, Con Todos Tus Sentidos

La visualización, no tiene nada de efectivo si no se usa la mayor cantidad de sentidos posible. Imagínate que ya estás logrando el resultado que deseas, y piensa en cómo sería a través de tu vista, tu olfato, tacto, tu oído, y tu gusto. Piensa en todos esos factores que estarán involucrados, una vez hayas alcanzado ese destino.

2. Recuérdate Diariamente El “Por Qué De Tu Meta”

¿Qué habrá mejorado en ti, una vez alcances el éxito? Es importante que te preguntes el “por qué” de aquello que estás haciendo. Las personas, a veces nos distraemos de ese “por qué”, y empezamos en un círculo vicioso a adoptar el auto-sabotaje.

3. Busca Apoyo (Especialmente De Quienes Ya Lograron Lo Que Tú Quieres)

Es mucho más fácil lograr una meta, si tienes alguien que te apoye en el camino. Sencillamente, si encuentras alguna persona que haya alcanzado ese destino que tú por ahora deseas, y ves cómo difícil, o lejano, tus probabilidades de éxito aumentarán increíblemente.

4. No Pierdas La Inercia

Puede que por momentos, te sientas agotado, desmotivado, y aburrido. Pero no dejes que esto te detenga, no permitas que tu meta deje de recibir acción de tu parte al menos una hora diaria. No dejes que nada ni nadie te impida continuar, por más cansado que te sientas en el camino.

5. Tómate Un Día Libre

Por otra parte, es bueno que consideres el descanso como parte fundamental de tu crecimiento, y de la adopción de nuevos hábitos para el éxito. Ninguna persona extraordinariamente exitosa ha logrado alcanzar sus metas trabajando sin descanso y acabando su cuerpo y su mente. Todo requiere de autocontrol y medida.

6. Celebra El Logro De Pequeños Objetivos

Ya he mencionado anteriormente, que se hace indispensable dividir una meta u objetivo grande en varias metas u objetivos pequeños, y más fáciles de digerir. Esto aplica para cualquier cosa en la vida, y una de las grandiosas ventajas de llevar a cabo esta estrategia, es que puedes celebrar y felicitarte por cada uno de esos pequeños objetivos que alcances, logrando así un aumento de tu motivación intrínseca.

Pues bien, no se trata de magia. Se trata de mantenerse enfocado, de estar pendiente de la meta, dedicarle tiempo a tus sueños, de sencillamente mantener presente la imagen de aquello que te hace verdaderamente feliz.

Si buscas y te dedicas a lo que te hace feliz, tu éxito está garantizado.

El Conocimiento Activo Y Pasivo


Filosofía
El Conocimiento Activo Y Pasivo

Puesto que en la Naturaleza toda existe algo que es materia para cada género de entes -a saber, aquello que en potencia es todas las cosas pertenecientes a tal género- pero existe además otro principio, el causal y activo al que corresponde hacer todas las cosas -tal es la técnica respecto de la materia-, también en el caso del alma han de darse necesariamente estas diferencias.

Así pues, existe un intelecto que es capaz de llegar a ser todas las cosas y otro capaz de hacerlas todas; este último es a manera de una disposición habitual como, por ejemplo, la luz: también la luz hace en cierto modo de los colores en potencia colores en acto. Y tal intelecto es separable, sin mezcla e impasible, siendo como es acto por su propia entidad. Y es que siempre es más excelso el agente que el paciente, el principio que la materia.

Por lo demás, la misma cosa son la ciencia en acto y su objeto. Desde el punto de vista de cada individuo la ciencia en potencia es anterior en cuanto al tiempo, pero desde el punto de vista del universo en general no es anterior ni siquiera en cuanto al tiempo: no ocurre, desde luego, que el intelecto intelija a veces y a veces deje de inteligir.

Una vez separado es sólo aquello que en realidad es y únicamente esto es inmortal y eterno.

Nosotros, sin embargo, no somos capaces de recordarlo, porque tal principio es impasible, mientras que el intelecto pasivo es corruptible y sin él nada intelige.

               

lunes, 19 de febrero de 2018

Las Acciones Humanas


Filosofía
Las Acciones Humanas
Entre las teorías sociológicas, algunas se fundamentan en la acción individual. Max Weber expresó: En la acción está contenida toda la conducta humana en la medida en que el actor le asigna un sentido subjetivo (sentido mentado)

La esencia de una teoría de la acción es la descripción adecuada de las motivaciones y de las causas que promueven la acción social. No toda teoría sociológica la ubica como la variable de mayor relevancia. Este tipo particular de teoría sociológica se ha de vincular necesariamente a la Psicología social y por ello ha de utilizar, en forma implícita o explícita, el concepto de actitud.

A modo de ejemplo se resume brevemente por ser una teoría representativa del caso considerado, a la propuesta por Talcott Parsons y colaboradores. Tanto las funciones a cumplir por la teoría, las variables relevantes y los fundamentos psicológicos, han sido extractados a partir del libro de Parsons y colaboradores citado abajo.

Funciones a cumplir por la teoría:
Ayudará a la codificación del conocimiento concreto existente, y esto puede hacerse suministrando hipótesis generalizadas para la reformulación sistemática de hechos e ideas.

Deberá ser una guía para la investigación. Por medio de la codificación podremos localizar y definir más exactamente las fronteras de nuestro conocimiento y de nuestra ignorancia.

Facilitará el control de las distorsiones de observación e interpretación, que son fomentadas por la departamentalización de la educación e investigación en ciencias sociales

Así como el individuo mantiene ideas y creencias que promueven determinadas acciones, en la sociedad existen conocimientos e información que conforman el sistema cultural promoviendo a su vez las distintas acciones individuales. 

La cultura y el sistema social influyen sobre las actitudes individuales, mientras que los individuos influyen sobre el sistema social y sobre la cultura. Para Parsons, la acción es la unidad elemental de la cual se ocupa la Sociología e involucra los siguientes elementos:

El actor que cumple la acción.
Una finalidad hacia la cual se orienta la acción.
Una situación inicial de la cual se desarrollan nuevas líneas de acción, en las cuales tenemos las condiciones ambientales sobre las cuales el actor no tiene posibilidad de control y los medios sobres los cuales tiene posibilidad de control.


Una orientación normativa de la acción que lleva al actor a preferir ciertos medios en lugar de otros, basándose en el sistema moral vigente en la sociedad. 

También puede haber orientaciones valorativas que conducen la orientación dependiendo de una escala de valores subjetivos.

La Isla Humana


El llamado "síndrome de la isla" hace referencia a las personas que ante la mirada del otro se muestran independientes y libres. Lamentablemente, esta actitud no es tan real, ya que dicho comportamiento enmascara algo mucho más profundo: el miedo al compromiso.

Lo más común es que no tengan conciencia de que están pasando por esta situación. Por eso, es muy frecuente que confundan sus conductas "evasivas" con manifestaciones de independencia.

Hay que tener en cuenta que las razones por las que una persona teme involucrarse demasiado en una relación de pareja varían, pero, en general, tiene que ver con el miedo a crecer o repetir un esquema violento de vinculación que se quiere dejar en el pasado.

La psicoanalista Beatriz Goldberg explicó a Infobae que hay personas que creen que involucrarse con alguien es perder espacios. "Existe el temor a dejar de ser uno y desvanecerse en el otro. Si alguna vez se estuvo en un fracaso amoroso, se tenderá a la decepción. También se auto convencen de que están bien de ese modo, pero en realidad, no quieren pasar nuevamente por una situación similar", aseguró.

Sin embargo, es posible diferenciar la independencia genuina de aquella que esconde el miedo a involucrarse. La primera permite crecer en todos los ámbitos de la vida, la segunda hace todo lo contrario y además fomenta el temor a perderse en el otro y asumir responsabilidades.

"La sociedad actual envía mensajes contraproducentes para algunos. Cuidarse mucho a uno mismo y no invertir tanto en el otro, cuando en una pareja hay que compartir y contenerse mutuamente. Si uno está con este síndrome, no da nada a su pareja porque sufre una carencia emocional", detalló la especialista.

Lo cierto es que si no hay compromiso seguramente la relación no llegue muy lejos, incluso si ya se convive o se tiene una familia en común. Esto puede pasar porque la vulnerabilidad aflora en exceso y pone trabas en la mente de quien padece este trastorno.

El yo se percibe débil y no se involucra para no sentir que está "cediendo" parte de su territorio al otro. Todo se centra en las cosas que se pierden estando en pareja y no en lo que realmente se gana. 

Pero también está el miedo a la libertad y a vivir, más precisamente, a tomar las riendas de la propia vida.


LA INTUICIÓN



Tenemos en nuestro poder un gran potencial, todavía no manchado con defectos de nuestro mundo. Es natural como un niño y nos preserva en un primer momento de aquello que podría ser nocivo para nuestra integridad.

Pero... ¿por qué no la atendemos?, ¿por qué no le prestamos atención?
Se halla libre de todo juicio al tiempo que unida a nuestras predicciones, aquellas que a menudo esbozamos en silencio tras confirmar una noticia que ya suponíamos.

A pesar de estar formada por lo mejor, seguimos sin darle adecuado crédito. Es rápida y no se halla teñida con mecanismos de defensa que protegen nuestro indefenso yo. ¡Qué curiosidad! Las defensas protegen al yo privándole de la única posible y real: la intuición.

Uno de los mecanismos para defender nuestro estimable Yo es la negación de una realidad. Si ese hecho llegara a nuestra conciencia tal y como ha sido presentido, probablemente nos llenaría de angustia o desasosiego. Y precisamente la justificación de la actuación de la negación es impedir que cualquier realidad sea mal vivida para el ser humano.

La gran virtud de la intuición es justamente que surge previa al proceso de enmascaramiento de la realidad. No se saca ningún provecho con ella a pesar del gran beneficio que podría reportarte si te acostumbraras a percibir sus señales o indicaciones.

La intuición ayuda al ser humano a captar una situación, hecho o persona que podría ser perjudicial. A menudo el miedo a que nuestra intuición tenga una justificada realidad nos hace bloquearla, negarla obstaculizando su reflexión.

Argumento e Intuición
Cuando un ser humano ha estudiado un cierto tema por un tiempo determinado, gradualmente se da cuenta de que el tema reviste cierta importancia dentro de su mente. La opinión que se forma del tema, es la resultante de concentrar los muchos detalles aprendidos.

Los detalles no se hallan presentes en la opinión a pesar de haber ayudado a que esta se formara. Luego de que el hombre ha estudiado un tema con suficiente dedicación y profundidad se puede decir que lo entiende. 

Siempre que se discuta algo referente al tema en cuestión el hombre juzgará el valor de las opiniones de los demás, según los dictados de su propia intuición. Así sabrá intuitivamente si un determinado expositor está en lo cierto.
La actitud de este hombre respecto de aquellos que discuten el tema que él conoce tan bien, debería ser de tolerancia y de paciencia. Cualquier cosa que se diga sobre el tema debería ser analizado con justicia.

Ahora supongamos que alguien con un evidente conocimiento superficial le contradice y exhibe numerosos argumentos en contra de sus opiniones. Estos argumentos no tendrían peso frente a el, porque su intuición le dice que son falsos.

De hecho, muy poca verdad se puede obtener por la argumentación. De esta resulta la agudización de las facultades mentales y un mayor conocimiento de los hechos. Pero, por tales medios las personas no pueden llegar al conocimiento interno de las cosas, el cual es superior a la mera reunión de eventos y situaciones.

La pequeña y silenciosa voz de la intuición no puede escucharse de las palabras en desacuerdo o de la discordancia de dos mentes. Solamente en el silencio puede oírsele; y es tan sutil que se desvanece tan pronto se pronuncian las palabras.


En la meditación, uno se vuelve intuitivo, y se acerca a la verdadera fuente de la real verdad... la suya. Ve y comprende el significado interno de las cosas. Que tosco, desagradable y burda es la argumentación cuando se le compara con el sublime proceso de la intuición. 

Claro está, que el origen de donde manan nos da la clave. Mente y espíritu.