lunes, 27 de febrero de 2017

El Proceso De Aprender

El Proceso De Aprender

El vocablo aprender proviene del latínapprehendere, esta palabra era relacionada con la acción de perseguir y atrapar algo; y en efecto el hecho de aprender es adquirir conocimientos diversos.
Esta acción se da mediante el proceso de aprendizaje dichos conocimientos son obtenidos mediante el estudio o la experiencia de distintas situaciones vividas.

La conducta del ser humano es adquirida mediante el aprendizaje al igual que sus valores, destrezas y habilidades ya que estos son hábitos obtenidos a través de la educación y la evolución de cada persona.

El poder aprender siempre cosas nuevas es una de las funciones más importantes de nuestro cerebro, ya que en él podemos fijar información nueva de manera constante la cual permanecerá en nuestra memoria y así podremos recordar siempre lo que hemos aprendido.

Mientras nos enseñan acerca de cualquier tema adoptamos la actitud de imitar o repetir para poder aprender, los seres humanos estamos sometidos a cambios constantes que nos llevan a una etapa de adaptación para poder subsistir en sociedad, dicha adaptación la obtenemos imitando la actuación de aquellos que están a nuestro alrededor, o de aquellos a quienes nos gustaría parecernos.

Siempre debemos prestar atención a todo lo que nos rodea, pues día a día se presenta distintas situaciones de las cuales obtenemos experiencia y de las mismas aprendemos habilidades o destrezas que podemos moldear a nuestra conveniencia con el propósito de avanzar en los distintos escenarios de nuestra vida.

La acción de aprender está acompañada de tres situaciones distintas para poder lograr su fin las cuales son: observar, (todas las acciones y hechos que podemos percibir mediante la observación son materia para el aprendizaje) estudiar, (bien sea por medios propios o a través
ya que ejecutar las acciones observadas y estudiadas nos llevan a obtener mayor destreza de aquello que se desea aprender y así aplicarlo en la vida cotidiana).

Individualmente cada sujeto tiene su modo o manera de aprender cada cosa, para algunos es más fácil o difícil que para otros, todo depende de la disposición y la experiencia de cada quien, lo cierto es que todos aquellos conocimientos adquiridos en nuestro pasado y presente serán el fundamento de nuestras futuras actuaciones.
conceptodefinicion.de/aprender/


Hugo W Arostegui

domingo, 26 de febrero de 2017

Aquellos Momentos En Que No Te Encuentras

Siempre, aunque intentemos evitarlos, surgirán en nuestra vida momentos en los cuales quisiéramos desaparecer, pedirle a la tierra, de ser posible, que nos tragase.
Cuando tales sentimientos nos embargan estamos recibiendo una muy clara señal de que nos encontramos perdidos, sin un rumbo en el cual nos identifiquemos, sumidos en la vaguedad y el contrasentido de una existencia que se tambalea y vacila, como un beodo, en medio de la soledad y el desamparo.
“La vida es complicada, pues siempre estará llena de retos y descubrimientos que tendrás que conocer día a día. En ocasiones nos encontramos con cosas que nos llenan de alegría y vitalidad y nos inspiran a vivir nuevas experiencias. 
Sin embargo, también existen ocasiones en las que simplemente queremos dejar de experimentar y bajamos los brazos. Nos sentimos perdidos, no logramos pensar bien y pensamos que no habrá nada que podamos hacer para solucionar eso que estamos viviendo
Todos hemos pasado por esos momentos, pero lo que debes tener claro es que eso son: momentos. No estarás toda tu vida sin saber qué hacer o dónde ir.
Pasará, y lo mejor de todo es que aprenderás de ello.

Probablemente ahora no sepas qué hacer, pero créeme que las formas más enriquecedoras de encontrarte a ti misma nuevamente son más simples de lo que crees.

Recuerda quién eres y de dónde vienes. Vuelve a conectarte contigo mismo y analiza.
Piensa en todo eso que amas y haz las cosas que te gustan, esas que te llenan de alegría y te hacen sonreír siempre, pues así tendrás más fuerza para seguir adelante. 

Reflexiona, dedícate a pensar y ofrécete un tiempo a solas en el que puedas sentir tu corazón y escuchar tus pensamientos, siempre teniendo presente que no existe nadie mejor que tú para hacer las cosas que quieras y tomar las decisiones que influyan en tu vida y, sobre todo, no hay nadie más preciso que tú para perseguir y luchar por tus sueños

Siempre recuerda eso.

Y si sientes que las cosas salen de control, jamás dudes en pedir ayuda si es necesario, pues a veces una mano amiga puede ser una gran fuerza de empuje para volver a conectarte contigo y volver a pisar ese camino que habías dejado porque te perdiste.

Siempre está la solución, pero lo que debes tener claro es que siempre estará dentro de ti.
Reflexiona y encuéntrala. Todo será mejor.
www.upsocl.com/mujer/como-encontrarte-a-ti-mismo-cuando-no-sabes-que-hacer/


Hugo W Arostegui

La Impronta De Cada Día


Todo lo que hacemos o dejamos de hacer deja una huella que muy pocos humanos tenemos la capacidad de captar en nuestros receptores individuales, tal es lo que constituye nuestra impronta, esa señal que subyace imperceptible como una marca indeleble de generación en generación.

“Señal o carácter peculiar: huella. Conjunto de característica cultural o característica humana que son consecuencia del contacto con una persona o grupo social: la profesora ha dejado su impronta en los alumnos. En biología, tipo de aprendizaje propio de animal pequeño, por lo general durante un período crítico y receptivo de su vida”.

Durante este período, el animal joven aprende a dirigir su respuesta social hacia un objeto concreto, normalmente uno de los padres: proceso de aprendizaje para el que solamente se está sensibilizado durante la etapa juvenil y que tiene carácter irreversible.

El estrés y el desamor en el hogar suponen a los niños un daño evidente durante su crianza. Decenios de investigación han permitido documentar, además, las consecuencias psicológicas en la edad adulta de tales experiencias (entre ellas, depresiones latentes y dificultades para mantener relaciones afectivas). Estudios actuales confirman que una vida familiar conflictiva provoca efectos fisiológicos graves en el desarrollo neural.
El cerebro infantil posee una exquisita sensibilidad. Las discusiones acaloradas afectan a los pequeños incluso cuando duermen. Investigadores de la Universidad de Oregón han hallado, mediante imágenes por resonancia magnética funcional, que los niños de familias que informaban sobre fuertes conflictos hogareños (superiores a los habituales), se mostraban más sensibles a voces agresivas o airadas. De hecho, manifestaban un repunte de actividad cerebral en respuesta a frases leídas en tono agrio mientras dormían. La excitación cerebral se concentraba en las áreas responsables de la regulación de las emociones y del estrés.
Ni la negligencia afectiva ni las disputas familiares dejan señales externas, pero sí afectan de forma notable la arquitectura cerebral. Un estudio sobre adolescentes desarrollado por la Universidad de Yale halló, mediante resonancia magnética funcional, que el desamor y el abuso emotivo en la infancia reducen la densidad celular posterior de las regiones cerebrales que regulan las emociones. Según el artículo, publicado en Journal of the American Medical Association en 2011, aunque los adolescentes del estudio no llegaban a cumplir los criterios definitorios de trastornos psiquiátricos por completo, muchos de ellos sí experimentaban problemas emocionales (conductas irreflexivas o arriesgadas).
Aunque el descuido afectivo o el estrés en el hogar familiar parezcan lesionar fácilmente el cerebro juvenil, resulta improbable que tales daños se tornen permanentes si se tratan a tiempo, asegura Hilary Blumberg, profesora de psiquiatría en Yale y autora del estudio con adolescentes.
Asimismo, reconoce que si la falta de control de estos sujetos sobre sus impulsos pudiera corresponder a un síntoma de alteraciones cerebrales inducidas por la falta de cariño, tal fenómeno facilitaría a los asistentes sociales o a los profesionales de la salud la aplicación de los tratamientos apropiados.
En el futuro, algunas terapias podrían orientarse directamente hacia las alteraciones neuro­lógicas. Si bien se ha probado que el ejercicio regular frena la pérdida por envejecimiento de materia gris en el cerebro, tal vez pudiera proteger también contra pérdidas asociadas al desamor.
Se confía en que la investigación de los cambios cerebrales inducidos por una vida familiar tormentosa acabará proporcionando formas de deshacer tales daños en cualquier momento de la vida.
Hugo W Arostegui

sábado, 25 de febrero de 2017

El Pensamiento Libre


“Solemos defender la libertad de expresión, aunque no tenemos costumbre de pararnos a pensar si tenemos libertad de pensamiento. Entendiendo a esta como la oportunidad de tomar una decisión libre y meditada con la que elijamos nuestros valores sin condicionamiento cultural, político, social ni económico.

Desde que nacemos, lo habitual es que las personas que nos cuidan traten de hacernos partícipes de su manera de pensar. Pueden hacer esto de una manera abierta, manifestándolo directamente, o indirecta, solo permitiéndonos contacto social con las personas que siguen su misma línea de pensamiento y no hablando demasiado bien de las que se oponen”

Es difícil saber si somos libres para pensar. Lo cierto es que estamos condicionados por lo que hemos vivido y habitualmente lo tomamos como punto de partida para construir el resto del mapa que configuran nuestros pensamientos. Así, este condicionante ha penetrado tan hondo en nosotros que puede costarnos una gran cantidad de esfuerzo y tiempo determinar cuánta y cómo ha sido su influencia.

Esto significa que es difícil opinar o pensar de una manera distinta a la que estamos acostumbrados.

Hacerlo probablemente supondría poner en cuestión otros aspectos que van más allá de la parcela que nos ha elicitado ese pensamiento. Sería como arriesgarnos a que ocurriera un pequeño o gran terremoto.

Sin embargo, pensar libremente sería “salirse” de cualquier opinión o forma de vida conocida cuando en realidad, estamos acostumbrados a coincidir y agruparnos en semejanza de opiniones. 

Bien mostrando acuerdo hacia lo que piensan “los nuestros” o bien mostrando desacuerdo hacia lo que piensan “los otros”.

Sin duda, nuestros progenitores fueron un referente -bueno o malo- en algún momento.
Así aunque más tarde, nos desmarquemos de lo que nos enseñaron, siempre quedará en nosotros esa forma particular de ver la vida nuestros padres nos enseñaron
.
Podemos diferenciarnos mucho de ellos respecto a tendencias o matices, pero si buscamos en nosotros mismos, encontraremos valores, opiniones, sentimientos y actitudes, que reconoceremos en ellos también.

Esto también nos condiciona para no ser “libres” pensando. No partimos de “cero”, sino desde una educación y de unas vivencias de la infancia que nos predisponen para enfrentar el resto de acontecimientos que se nos presenten.

Por otro lado, desde la infancia, todo nuestro contexto social, cultural, político y familiar, nos transmite claramente lo que se espera de nosotros. Es decir, nos van indicando cual es nuestro sitio, o lo que es lo mismo, el lugar que la vida espera que nosotros ocupemos.

Si bien, también puede ser que sintamos un gran rechazo y oposición por lo que nos enseñaron y que en contra de esto nuestras decisiones intenten oponerse de manera sistemática a lo que nos intentaron trasmitir. 

A pesar de la muestra de desacuerdo hacia ello, seguimos influenciados por esos mensajes ya que vamos a tomar una predisposición positiva a todo lo que se oponga a ello antes de valorarlo, hasta el punto de ir al extremo opuesto, en algunas ocasiones.

“No existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y esa búsqueda es la que nos hace libres.”
-Carlos Fuentes-

Por otro lado, crecemos inmersos en una cultura, con sus ideales y formas particulares de vivir.
Sin duda, esto es lo que en gran medida nos aporta cierta seguridad y bienestar, ya que lo hemos hecho así durante muchos años y al final hemos creado una manera particular de identificación.

En muchos casos, no nos atrevemos a romper la “zona de confort” en la que hemos crecido, ya que nos aporta protección y comodidad.

Nos quedamos quietos a pesar, de que a veces no nos sintamos dueños de nuestra vida, sino parte de una tradición o forma de vivir “que siempre fue así”.

Sé creativo, atrévete a inventar tu propia forma de vivir.


Seguir Siempre Adelante

Seguir Siempre Adelante

“Nunca te rindas tratando de hacer lo que realmente deseas hacer. Donde hay amor e inspiración, nada te puede salir mal”- Ella Fitzgerald


“En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida:  Sigue adelante“- Robert Frost


 Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo”- Thomas Jefferson


Si te caes siete veces, levántate ocho“- Proverbio japonés


“La diferencia entre ganar y perder, frecuentemente, es no rendirse“- Walt Disney




Dicen Que No Ocupa Lugar


 Se conoce que la etimología del vocablo Saber proviene del latín “sapere” que significa “tener inteligencia o conocimiento sobre algo”.

La acción, hecho o efecto de saber algo no se puede encerrar con un concepto definido, ya que depende la perspectiva de cada quien.

Sin embargo esta palabra es usada cotidianamente para indicar que una persona es notificada o adquirió un conocimiento acerca de un tema en específico, o también para referirse a la sabiduría que posee un individuo sobre algo, por lo tanto el saber algo alude al conocimiento que cada quien tiene con respecto a una materia definida y particular, entonces podemos concluir que saber, sabiduría y conocimientos son sinónimos.

Se puede llegar a saber o conocer sobre un tema o materia bien sea por medios propios y experiencias vividas, o porque alguien más te hace partícipe de sus conocimientos, es decir, por medio de la educación bien sea de manera práctica o teórica que alguien más puede implementar sobre ti. El saber puede tomarse como una representación objetiva de una realidad vivida o que otra persona te cuente.

El saber no puede reducirse únicamente a un tipo de aprendizaje como tal, bien sea que este sea implementado en una escuela o venga desde la educación adquirida en casa, el saber es un conjunto de todo lo que vemos, oímos, sentimos, olemos, estudiamos, practicamos, etc. 

Es decir, es todo lo que permanece en nuestra memoria y tenemos el conocimiento que está en ella.

Depende también del mundo en que nos rodea, la civilización, tradición, autoridad y cultura de la comunidad en la que vivimos, pues el saber evoluciona de persona en persona dependiendo de las experiencias y situaciones que se presentan en su día a día, es decir el saber no se hereda, se adquiere con el tiempo.

El saber engloba entonces toda esa información sobre conocimientos desarrollados y acumulados sobre distintos temas y que dependen del interés de cada individuo, pero que conjuntamente se complementan para explicar el proceso del desarrollo intelectual de cada quien, percibiéndolo además como un instrumento personal de evolución pero particular y único.

Se aduce utilizando una muy trillada frase “que el saber no ocupa lugar” pero cuando nos referimos al grado de conocimiento que una determinada persona ha logrado desarrollar, debemos citar que todo aquello que pudiera haber aprendido le ha demandado un esfuerzo constante donde ha dejado de lado muchas cosas que seguramente ha sabido sacrificar con la finalidad de alcanzar sus objetivos, ese saber, el adquirido, sin duda ocupará siempre un lugar preponderante en su vida, no habiendo nada igual o comparable que pudiese llegar a compensar ni mucho menos sustituir .

Hugo W Arostegui


Nuestra Medida



Meditación-contemplación

“Mándame ir hacia ti… Ven.
El ansia de lo divino es una constante en el ser humano.
Es un anhelo positivo que está puesto ahí por Él.
La trampa es querer conseguirlo por un camino equivocado.
Lo divino forma parte de mí.
Es la parte sustancial y primigenia de mi ser.
Cuando descubro y vivo esa presencia,
despliego todas las posibilidades de ser que ya hay en mí.
El secreto está en la absoluta confianza en Él.
Si pretendo buscarle como un bien más de consumo,
solo me encontraré con seguridades ficticias.
Solo lanzándome sin “paracaídas” conseguiré aterrizar en Él”.
Fray Marcos

Se conoce como pretensión a la acción de pretender. Como tal, la pretensión es la ambición, propósito, o aspiración que posee un sujeto por conseguir algo.
En relación a lo anterior, se puede ver la pretensión de un individuo cuando este se postula para un puesto de trabajo con la intención de lograrlo, para así desarrollar una carrera y progresar junto a la empresa.
Deseos exagerados. Por ejemplo: tiene la pretensión de que le pague el viaje, y la lleve a todos lados. Por otro lado, el término en estudio es visto como vanidad, presunción de ser considerada como Ahora bien, el término pretensión puede ser visto de forma despectiva, como ambiciones o tal, como por ejemplo: enseña pero sin pretensiones de profesora.
Los sinónimos de pretensión son petición, solicitación, reclamación, exigencia, derecho, entre otros.

Uno de los puntos más importantes que trata un individuo a la hora de buscar trabajo es el salario en relación a sus funciones, es por ello la importancia de indicar por parte del aspirante su pretensión salarial o de renta con el fin de que el empleador tenga conocimiento y pueda negociar sobre el asunto.
Debido a la dificultad de responder a esta pregunta, el aspirante debe de ir a la entrevista de trabajo con análisis previo de cuanto se gana en el mercado aproximadamente, así como los beneficios que ofrecen. Con respecto a este punto, es fundamental tomar en cuenta ciertas cuestiones, como el currículo, es decir, si existe experiencia laboral, estudios, entre otros.
Asimismo, es de gran ayuda realizar una lista de gastos fijos para así determinar el mínimo por el cual está dispuesto emplearse.
Por caso es que este sentido de la palabra se asocia con el de ambición.


Cuando una persona presenta un deseo importante y un afán de lograr una mejor posición económica, un mejor empleo, o cualquier otra condición que mejore en algún aspecto su situación, implicará una pretensión. Es una cuestión inherente a los seres humanos la pretensión así que es bastante habitual encontrarnos con ella.

Ahora bien, hay maneras y maneras de manifestarla y buscarla. Hay personas que son capaces de cualquier cosa con tal de conseguir aquello que pretenden, sin importarles si con sus métodos afectan a alguien o cruzan la línea de lo legal. Y por otra parte hay personas que se encaminan a lograr sus pretensiones pero lo hacen de un modo transparente y correcto.


viernes, 24 de febrero de 2017

Prudencia



“Capacidad de pensar, ante ciertos acontecimientos o actividades, sobre los riesgos posibles que estos conllevan, y adecuar o modificar la conducta para no recibir o producir perjuicios innecesarios”

“El concepto de prudencia está vinculado a múltiples valores. Expresarse con un lenguaje claro y adecuado forma parte de la prudencia, sobre todo en la comunicación de hechos trascendentes o malas noticias. Por otra parte, la prudencia implica el respeto por los sentimientos y la vida del prójimo.

Resulta interesante mencionar que el pueblo egipcio solía representar a la prudencia a través de una serpiente con tres cabezas (una con apariencia de león, otra de lobo y la restante, de perro). Es que, para ellos, un individuo es prudente cuando tiene la astucia de las víboras, el vigor de los leones, la agilidad de los lobos y la paciencia propia de los canes.

Como hemos visto, la prudencia es un concepto que puede tocar todos los aspectos de la vida, desde nuestra propia seguridad y la de las personas que nos rodean, hasta nuestras relaciones con los otros, e incluso la economía”

Por eso es fundamental tenerla presente como medio de alcanzar la estabilidad.

“Esta manera reflexiva y cauta que mencionamos puede observarse tanto en el obrar de alguien como en el hablar, por caso, cuando alguien se demuestre de este modo se dirá que habla y actúa con prudencia y se lo denominará como prudente”
... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/social/prudencia.php

La prudencia supone siempre la detención para analizar lo que sucede, las alternativas disponibles frente a una elección crucial, y por tanto permitirse tranquilamente evaluar los efectos antes de tomar una decisión.
O sea, la prudencia supone echar una mirada consciente sobre todas las opciones, tomarse el tiempo para elegir la mejor y ahí recién actuar.

Leer las características de la prudencia es por supuesto más sencillas y simples que llevarlas a la práctica, por eso es que se trata de una cualidad difícil de disponer, porque supone un trabajo consciente y previo, tomarse y darse el tiempo siempre de pensar antes de hablar o de actuar.

Y como sabemos, la vida actual, tan envuelta en un frenesí, muchas veces, nos impide actuar pensativamente.

Dominar los impulsos es sin dudas un trabajo difícil de realizar pero es el camino que desemboca en la prudencia.

Mientras tanto, el concepto de prudencia se encuentra relacionado con diferentes valores y cualidades tales como la moderación, la templanza, la cautela, la moderación, especialmente a instancias de la comunicación interpersonal de hechos trascendentales o de malas noticias.

Quien es prudente actuará de una manera justa y adecuada y jamás atentará contra el respeto de los sentimientos del otro y la vida del prójimo.

Porque pensará antes de decir algo o de hacer algo que perjudique a alguien.





El Despilfarro


Verbo activo transitivo. Este término se refiere en derrochar, malgastar o desperdiciar los bienes o del patrimonio propio o también que no le pertenece o ajeno y los que tiene en su encargo, custodia o de cuidado, ya sea una hacienda o del capital.

El dinero forma parte de nuestro estilo de vida, de hecho, el trabajo es un medio de estabilidad económica al ganar un sueldo mensual con el que hacer frente a los gastos necesarios y también, a los derivados de los planes de ocio.

El ahorro también es un valor que muestra la importancia de planificar para el futuro.

El ahorro permite poder dar respuesta a posibles gastos imprevistos de mañana que pueden ser urgentes. Existen acciones vinculadas con lo económico que son contrarias al ahorro: el despilfarro.

Aquella persona que despilfarra el dinero lo dilapida al no darle el valor que de verdad tiene. Es decir, la persona cae en la tendencia de gastar por gastar, sin valorar de verdad la utilidad de una compra y si de verdad necesita realizar ese gasto.

El despilfarro nunca remite a gastos importantes y necesarios, por ejemplo, no se considera de este modo el gasto que un paciente invierte en su tratamiento psicológico sino que es un despilfarro un gasto excesivo en una compra que es totalmente secundaria e innecesaria. El despilfarro puede tener consecuencias negativas a largo plazo como la ruina económica o la acumulación de deudas.

El despilfarro está acompañado de un estilo de vida caro, incluso, superficial, marcado por los derroches y el exceso.

El despilfarro resulta inútil, es decir, no aporta algo valioso a largo plazo (cuando este comportamiento es frecuente). No existe un criterio razonable en el gasto, ni una gestión moderada.

Conviene puntualizar que el concepto de despilfarro también puede utilizarse en otro contexto en relación con otro factor que también tiene una economía distinta: el tiempo. La economía del tiempo es una realidad en nuestra vida marcada por el principio y el final.

Una persona puede considerar un despilfarro de tiempo, las horas que dedica a un fin que no le llena lo suficiente o que le aleja de otro objetivo que es más importante.

En relación con el plano económico, lo mismo ocurre en este contexto que cuando la sensación de pérdida de tiempo se prolonga, queda un peso de vacío en el interior.

La prolongación de esta “sensación de vacío” es consecuencia de que sintamos que hemos comprometido un tiempo que no nos pertenece en el presente y sentirnos con la carga de una pesada hipoteca que nos insume un coste a futuro “en términos de tiempo” una deuda contraída que nunca sabremos con certeza si seremos capaces de pagar.

Hugo W Arostegui




El Valor De Nuestro Tiempo


Me atrevo a afirmar, sin ninguna duda, que usted siente que tiene menos tiempo libre a su disposición que el que considera que se ha ganado.

No sólo eso, sino que probablemente piensa que en el pasado más o menos inmediato, sus padres o usted mismo podían disfrutar de un mayor tiempo de ocio cuando llegaban al hogar, a pesar de que en muchos casos sus cargas familiares y laborales eran mayores.

No, no son imaginaciones suyas: efectivamente, este es un sentimiento compartido por muchas personas en los países occidentales.

No hay que ser un lince para darse cuenta de que no ha sido así, y no sólo los avances tecnológicos no han reducido la jornada, sino que esta ha desbordado las ocho horas que pasamos en nuestro puesto de trabajo y nos ha obligado a estar continuamente pendientes del teléfono móvil y del correo electrónico.

Son muchas las teorías que ha intentado abordar el problema de esa sensación acuciante de que las 24 horas del día son pocas en las sociedades occidentales.

Paradójica porque tenemos a nuestra disposición muchos más artilugios que nos permiten ahorrar tiempo –de electrodomésticos a aplicaciones informáticas, ¿recuerdan cuánto se tardaba en escribir, enviar y esperar respuesta de una carta?– y porque no es totalmente cierto que el tiempo de ocio del que disponemos se haya reducido.

Un recomendable artículo publicado en The Economist recoge algunas de las teorías más célebres a tal respecto, y señala dos elementos esenciales en la ecuación: la percepción y la distribución.

Si la jornada laboral no ha aumentado y si tenemos muchos más medios tecnológicos a nuestro alcance, ¿por qué nos sentimos como si nunca tuviésemos tiempo? El artículo propone una interesante visión de nuestra percepción del tiempo: lo que ha cambiado no es la cantidad de tiempo de que disponemos, sino cómo lo entendemos.

En el pasado, la relación entre tiempo y dinero no era tan acentuada. Sin embargo, desde el siglo XVIII, cuando empezó a medirse el tiempo con relojes, todo empezó a cambiar, y la hora trabajada empezó a cuantificarse de forma monetaria.

Ello implica que una hora de nuestras vidas tenga un valor económico asociado, y cuando algo de repente resulta tan valioso que podemos cuantificarlo en dinero, nos parece mucho más escaso.

“Paradójico, el tiempo, todo lo da y todo lo quita. Porque el reloj gobierna la rutina de los hombres, nada hay más objetivo que el tiempo, pero también nada hay más subjetivo que él cuando la espera lo paraliza y la emoción lo acelera. Nada más personal, nada más compartido. 

Nada más abundante, nada más escaso. El tiempo está en todas partes y en ninguna. Es la forma de ser y de no ser. El tiempo es puente, pero también abismo. Desechable, inmortal. La vida está hecha de tiempo, pero así mismo es una carrera contra el tiempo.

Alrededor del tiempo surgen los conflictos que tejen la existencia, el conflicto entre el presente y el futuro, origen y fundamento del conflicto entre el orden y la transgresión, la seguridad y el sentido; el conflicto entre un futuro que promete y un pasado que obliga, entre la plenitud del instante y la ubicuidad de lo sido. ¿Cómo pudiera ser de otra manera? Si a medida que somos no somos, si somos responsables de lo que ya no somos y es menester contar con lo que todavía no somos. 

El tiempo es el enigma de la existencia, pero también la clave, la sustancia, el reto”

Hugo W Arostegui


Gratitud


“El sentimiento de gratitud no corresponde a una de las emociones básicas. Todo lo contrario.
Para experimentarla se requieren una serie de procesos complejos en la mente. No todo el mundo puede experimentar gratitud

Es una virtud reservada para los espíritus más elevados y para las inteligencias mejor desarrolladas.
A diferencia de otros sentimientos, el de la gratitud no aparece como un impulso simplemente. 

La gratitud exige que haya un sistema de valores éticos, en donde estén resueltos los conceptos de dar y recibir, además de una renuncia a la visión egocéntrica de la vida”

“Cuando la gratitud es tan absoluta las palabras sobran.”     Álvaro Mutis

“Las personas que no son capaces de experimentar gratitud tienen un elevado narcisismo. 
No solamente tienen problemas de memoria, sino que también dan por sentado que merecen toda la ayuda que reciben. 

De hecho, muchos de ellos se atribuyen por completo los beneficios que obtienen y omiten por completo lo que los demás aportaron para poder lograrlos.

La ingratitud es propia de personas que han sido criadas con exceso de gratificaciones. No se les enseña a valorar lo que otros les dan. Sus padres le inculcan la idea de que lo merece todo, por ser quien es.

Quien ha pasado por dificultades y las ha resuelto, sabe el inmenso valor que tiene la ayuda de otros.
Nada como sentirse impedido para algo, o atrapado, o vencido, para entender que la mano que otro tiende es un verdadero regalo del cielo.” “La gratitud no solo es la más grande de las virtudes, sino que engendra todas las demás”-Cicerón-


Inteligencia

Inteligencia
Nombre femenino

En términos de inteligencia humana seguramente no agotaremos el tema en todo lo que podamos agregar al respecto, es por eso que nos limitaremos a mencionar algunos aspectos que hacen a nuestra tan particular forma de exponer con nuestras actitudes el grado de desarrollo de esta invalorable facultad.

Así como existen las piedras que habitualmente tropezamos con ellas en más de una oportunidad, “se dice que el ser humano es el único capaz de tropezar con la misma piedra más de una vez” de la misma manera, el sostener de que la inteligencia que cada ser humano pudiera poseer, oficiaría como garantía de que sus decisiones sobre un asunto dado contarán con el aporte de esta facultad, sería cometer el mismo error, como el volver a tropezar, esta, como tantas otras veces, con tantas piedras como las que se pudieran encontrar en el camino.

“Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad”

El término inteligencia proviene del latín intelligentia, que a su vez deriva de inteligere. Esta es una palabra compuesta por otros dos términos: intus (“entre”) y legere (“escoger”).

“Por lo tanto, el origen etimológico del concepto de inteligencia hace referencia a quien sabe elegir: la inteligencia posibilita la selección de las alternativas más convenientes para la resolución de un problema.

De acuerdo a lo descrito en la etimología, un individuo es inteligente cuando es capaz de escoger la mejor opción entre las posibilidades que se presentan a su alcance para resolver un problema”.

“La inteligencia pueden clasificarse en distintos grupos según sus características:
la inteligencia psicológica (vinculada a la capacidad cognitiva, de aprendizaje y relación), la inteligencia biológica (la capacidad de adaptación a nuevas situaciones), la inteligencia operativa y otras.
En todos los casos, la inteligencia está relacionada a la habilidad de un individuo de captar datos, comprenderlos, procesarlos y emplearlos de manera acertada. Quiere decir que es la capacidad de relacionar conocimientos y conceptos que permiten la resolución de un determinado conflicto, es una cualidad que poseemos los humanos y también los animales, sólo que en el caso de ellos se la llama erróneamente instinto.

Existen muchos conceptos erróneos acerca de la inteligencia, incluso se han elaborado diversos conceptos y mecanismos para medir la inteligencia, como el del cociente intelectual de los individuos. Sin embargo con ellos sólo se analizan las capacidades de lógica, matemática y lingüísticas de una persona, obteniéndose resultados poco precisos de la capacidad verdadera de una persona.

Si se tiene en cuenta el carácter complejo de la inteligencia, el concepto sólo puede ser definido en forma parcial y para esto se apela a diversos procedimientos y atributos. Hablaremos de lo planteado por el psicólogo estadounidense Howard Gardner, de la Universidad de Harvard, quien asegura que la inteligencia puede entenderse como el potencial de cada individuo que puede advertirse e incrementarse a través de diversos procedimientos, pero que resulta imposible de cuantificar”.

Hugo W Arostegui


jueves, 23 de febrero de 2017

Diversidad


La diversidad cultural refiere a la convivencia e interacción entre distintas culturas. La existencia de múltiples culturas está considerada como un activo importante de la humanidad ya que contribuye al conocimiento. Cada persona, por otra parte, tiene derecho a que su cultura sea respetada tanto por otras personas como por las autoridades.

En muchas ocasiones, la supervivencia de una cultura se ve amenazada por el avance de otra con vocación hegemónica. En estos casos, el gobierno y las instituciones deben proteger a la cultura que tiene menos poder para garantizar su subsistencia y, de esta manera, asegurar la diversidad cultural.

En ese mismo sentido, la diversidad sexual es la existencia de distintas orientaciones e identidades sexuales. Los grupos minoritarios, entre los que se encuentran homosexuales y bisexuales, se encargan de defender este concepto para que sus derechos no sean vulnerados y puedan acceder a las mismas posibilidades que la mayoría (heterosexuales).

La diversidad biológica o biodiversidad señala la inmensa variedad de seres vivos que habitan el planeta tras millones de años de evolución. El equilibrio ambiental depende del mantenimiento y la protección de la biodiversidad. 

Dentro de esta clasificación se encuentran las especies pertenecientes tanto a los ecosistemas terrestres como acuáticos.

Para conseguir establecer y cuantificar la diversidad de las especies de una región fue necesario conocer de forma taxonómica a las mismas, para conseguir además establecer la importancia que dicha especie ocupa dentro del ecosistema. La taxonomía es la ciencia que estudia los diferentes organismos vivos y las relaciones que se establecen entre ellos y su entorno. Consiste en uno de los pilares para la existencia de la biodiversidad porque permite acercarse a un ecosistema y comprender los diversos roles que tiene cada especie en el espacio natural.

La diversidad ecológica es otra de las grandes ramas dentro de la biodiversdad. Se dedica al estudio de la variedad de especies existentes dentro de un mismo ecosistema. 

Podríamos decir que se trata del estudio sintético de la biodiversidad, que se detiene únicamente en los ejemplares que existen en un mismo hábitat y se dedica a estudiar la forma en la que las acciones de estos pueden modificar el medio natural. 

La diversidad ecológica analiza la composición del paisaje, la variedad de especies que residen allí y las influencias que unas proyectan sobre las otras.
Uno de los grandes nombres que surge al pensar en biodiversidad es el de Jacques Cousteau, un investigador francés apasionado por la vida y sobre todo, por nuestro accionar sobre el planeta, quien demostró una gran preocupación por el futuro de la tierra.

En sus extensos estudios acerca de la vida en la Tierra, Cousteau expresó la relevancia que las pequeñas acciones podían tener sobre el futuro de lo que nos rodea; y, sobre todo, manifestó su deseo de que nuestra especie se volviera más atenta a las necesidades del medio natural al que se enfrentaba cuando se acercaba a la naturaleza y fuera respetuoso con lo que allí se encontraba pues, la modificación de la vida de una mínima especie podía significar una ruptura natural que había llevado decenas de años o incluso siglos en conseguirse y condenaba a la muerte a quién sabía cuántas especies.