Siempre, aunque intentemos evitarlos, surgirán en nuestra vida momentos
en los cuales quisiéramos desaparecer, pedirle a la tierra, de ser posible, que
nos tragase.
Cuando tales sentimientos nos embargan estamos recibiendo una muy clara
señal de que nos encontramos perdidos, sin un rumbo en el cual nos
identifiquemos, sumidos en la vaguedad y el contrasentido de una existencia que
se tambalea y vacila, como un beodo, en medio de la soledad y el desamparo.
“La vida es complicada, pues siempre estará llena de retos y
descubrimientos que tendrás que conocer día a día. En ocasiones nos encontramos
con cosas que nos llenan de alegría y vitalidad y nos inspiran a vivir nuevas experiencias.
Sin embargo, también existen
ocasiones en las que simplemente queremos dejar de experimentar y bajamos los brazos. Nos sentimos
perdidos, no logramos pensar bien y pensamos que no habrá nada que podamos hacer
para solucionar eso que estamos viviendo”
Todos hemos pasado por esos momentos, pero
lo que debes tener claro es que eso son: momentos. No estarás
toda tu vida sin saber qué hacer o dónde ir.
Pasará, y lo mejor de todo es
que aprenderás de ello.
Probablemente ahora no sepas
qué hacer, pero créeme que las formas más enriquecedoras de encontrarte
a ti misma nuevamente son
más simples de lo que crees.
Recuerda quién eres y de dónde vienes. Vuelve
a conectarte contigo mismo y analiza.
Piensa en todo eso que amas y
haz las cosas que te gustan, esas que te llenan de alegría y te hacen sonreír
siempre, pues así tendrás más fuerza para seguir adelante.
Reflexiona, dedícate a pensar y ofrécete un tiempo a solas en el que puedas sentir tu corazón y
escuchar tus pensamientos, siempre teniendo presente que no existe nadie mejor
que tú para hacer las cosas que quieras y tomar las decisiones que influyan en
tu vida y, sobre todo, no hay nadie más preciso que tú para
perseguir y luchar por tus sueños.
Siempre recuerda eso.
Y si sientes que
las cosas salen de control, jamás
dudes en pedir ayuda si es necesario, pues a veces una mano amiga puede
ser una gran fuerza de empuje para volver a conectarte contigo y volver a pisar ese camino que habías
dejado porque te perdiste.
Siempre está la
solución, pero lo que debes tener claro es que siempre estará dentro de ti.
Reflexiona y encuéntrala.
Todo será mejor.
www.upsocl.com/mujer/como-encontrarte-a-ti-mismo-cuando-no-sabes-que-hacer/
Hugo W Arostegui
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