miércoles, 1 de febrero de 2017

Describiendo La Vida


En este hermoso día de febrero que estamos compartiendo seguramente ocurren cosas que nos involucran a muchos de nosotros, de no ocurrir así, algo deberá ser corregido, pues nadie puede de motu proprio,  “tirarse al costado del camino” y dejar que la vida continúe como si tal cosa, como si lo que hagamos, o lo que resulta peor, dejemos de hacer, no tuviera ninguna relevancia en el quehacer diario.

La vida continúa con o sin nosotros, quien nada hace simplemente no existe, la vida se le escurre como se escurre la arena entre nuestros dedos, pensar en una “automarginación”  voluntaria de lo mucho que podemos y debemos aportar es un derroche inconsciente  de las “muy pocas oportunidades” que podamos encontrar para poder integrarnos al accionar conjunto, nuestra vital inclusión a la “vida en sociedad” en la comunidad que integramos.

El cúmulo de los días como el de este primer día de febrero es el que constituye “la existencia humana” un regalo invalorable en el cual no se nos requiere retribución alguna, malgastar estas oportunidades, demuestran el grado de ingratitud y de ceguera existencial que no solamente nos excluye como individuos sino que, además, nos condena a continuar vegetando sumidos en la ignorancia.


Hugo W Arostegui 

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