Como suelo hacerlo la mayoría de los días me encuentro
metiendo mis manos en la masa compuesta por los acontecimientos que de una
manera u otra se me hacen presente sobre mi mesa de trabajo, estos, los acontecimientos,
constituyen la “materia prima”, “los ingredientes” que una vez que son
analizados los intentamos exponer en los artículos que publicamos.
Cuando empleamos el término analizar no significa de que
pasamos la información recibida por el tamiz de algún tipo de evaluación previa
o censura, simplemente nos referimos al grado de trascendencia que tal
acontecimiento nos pueda causar en nuestra captación de lo que pensamos que
pueda haber acontecido y la posterior reacción de nuestra sensibilidad al
respecto.
Así que en eso estamos, en la evocación de todo lo
acontecido en nuestro entorno y aportando nuestra solidaridad a través del
compartimiento de nuestras impresiones en el bien entendido de que toda
opinión, cuando es emitida con la intención de contribuir en una evaluación
justa y desinteresada, siempre será recibida con la calidez y el afecto que
toda buena acción es considerada.
Es por eso que metemos nuestras manos en la masa y nos
identificamos con cada una de nuestras opiniones, el contenido de “nuestra masa
informativa” tendrá consigo todo el proceso que le es propio y su tiempo de
elaboración le permitirá alcanzar la consistencia y el sabor que la conviertan
en una “sana y digerible” degustación.
Eso esperamos
Hugo W Arostegui
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