Mezcla de sentimientos muy intensos que se
manifiestan de forma desenfrenada.
"estaba poseído por una vorágine de amor y
pasión hacia ella"
La vorágine, en este sentido, puede ser la sucesión o al amontonamiento de elementos
o situaciones que, por su
velocidad, genera confusión y desconcierto. Por ejemplo: “Mañana concluyen mis vacaciones
y vuelvo a la vorágine de la oficina”, “¡No
lo puedo creer! En el medio de la vorágine, me olvidé del cumpleaños de Paula”, “Siempre es bueno salir de la vorágine
y detenerse a reflexionar”.
La mayoría de las veces se vive al límite de todas las
posibilidades, pareciera que se quisiera estar presente en todas las opciones
posibles, aunque estas opciones, nos exijan movernos a un ritmo tan acelerado,
que casi sin darnos cuenta, nos precipitemos al borde de la cornisa, es decir, no
poder controlar el desborde de los
acontecimientos quedando a merced de las circunstancias y que éstas adquieran
las características propias de una verdadera vorágine.
La aceleración de todo lo que pretendamos hacer nos llevará a
una necesaria evaluación apresurada de cada acontecimiento con el agregado de
que en tales circunstancias se corre el altísimo riesgo de perder la
objetividad necesaria para actuar en consecuencia.
Hugo W Arostegui
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