Lo bueno de la vida es que siempre es posible encontrar todo
lo que se nos expone en el gran escenario que constituimos entre todos, cada
persona reúne particularidades que le son propias, una obra prima que se expone
a sí misma, única e irrepetible, así somos todos los que participamos en esta
tan particular obra escénica que en presencia o ausencia de sus actores nos
permite demostrar todo lo que podamos exhibir con nuestras acciones que surgen
como fulgores espontáneos de una muy interesante creación propia de nuestra
humanidad.
“La palabra interesante es
un término que empleamos regularmente para expresar aquello que interesa,
es decir, que por determinada causa, razón, despierta interés en un individuo o en varios. El
interés implica la puesta total de la atención a favor de algo o de alguien, o
la inclinación del ánimo hacia una cosa o individuo. La propuesta educativa de la institución que visité hoy me pareció muy
interesante.
Y la otra referencia que presenta la palabra que nos ocupa
nos permite la expresión de aquello o aquel que resulta ser
importante, encantador, seductor; en el caso de los individuos
esa atracción normalmente está dada por
las cualidades físicas o espirituales que presenta el individuo, que lo
convierten en un personaje sumamente fascinante.
En tanto, cuando una situación, acontecimiento,
despiertan un destacado interés y tienen una notable repercusión en un grupo social o en la comunidad en
pleno, se suele hablar en términos de evento interesante, de tema interesante,
entre otras alternativas.
Cabe destacar, que lo que en definitivas cuentas termina por
determinar lo interesante o no que puede resultar alguna cuestión es la comparación con otras cuestiones con
las que lo interesante comparte similitudes.
También merece mencionarse que aquello que interesa está en
estrecha vinculación con la subjetividad, porque por ejemplo puede suceder que
lo que para alguien resulta ser interesante para otro pueda no serlo para nada.
Así, para quien aprecia la música clásica, recibir una invitación para asistir a una
función de gala de una reconocida ópera termina siendo un programa súper
interesante, en cambio, para quien no gusta para nada de la música clásica,
tal programa no implicará una propuesta interesante”.
Así son las cosas interesantes las que permanentemente
suceden delante nuestro, el poder percibirlas, y más aún apreciarlas, es lo que
constituyen “el sabor único de la vida” un bufete en el cual aportamos los
sabores de nuestra riqueza existencial, esa riqueza inigualable que cada uno
puede y debe aportar para generar el inigualable interés que solo la vida
humana puede otorgar.
Hugo W Arostegui
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