Una de las historias de superación personal que más éxito
han cosechado, principalmente porque la película “Amigos Intocables” la hizo
conocida alrededor del mundo.
Philippe es un hombre francés de buena posición económica
que se queda tetraplégico y pasa a necesitar a alguien que lo cuide. Esta
persona resulta ser Abdel, un hombre argelino que vive en un ambiente
marginal y es un ex-convicto.
El choque cultural que se da entre ambos será a la vez la
chispa que los llevará a prestarse apoyo mutuo para superar las distintas
barreras que tiene que superar cada uno.
Hay muchas lecciones que aprender de la historia de
Philippe y Abdel, aquí te dejamos 6 que esperamos que puedan ayudarte a tí a
superar tus propias dificultades.
1.
Nadie necesita que sientan lástima por ellos,
pero sí empatía.
¿Por qué?
Al sentir lástima por una persona suceden dos cosas, por un
lado le estamos dando el mensaje al otro de que él o ella sufre de algo de
lo cual tiene que lamentarse, haciendo que se enfoque en aquello que le falta y
no en aquello que tiene, lo cual últimamente lo limita.
Por otro lado hace que nosotros veamos todo aquello que
el otro es incapaz de hacer, en vez de ver el potencial de todas aquellas
cosas que sí puede hacer.
Abdel nunca sintió lástima por Philippe y esto es
precisamente lo que el francés más agradece:
“Necesitaba volver a encontrar mi norte. La lástima es lo
último que necesitas para ello. En la lástima no hay esperanza. La lástima
es lo que te da alguien porque tienen miedo de realmente cuidarte. Yo no
necesitaba eso.” – Philippe Pozzo Di Borgo
Si logramos sentir empatía por la situación del otro y
no lástima lograremos no sólo que el otro vea sus propias capacidades y no
incapacidades, sino que le haremos sentir acompañado en su situación, que
no está solo en su proceso, lo cual seguro le ayudará a salir adelante.
2.
Las apariencias no importan.
Las personas a veces inconscientemente evaluamos a los demás
basándonos únicamente en cosas observables, en su aspecto físico, vestimenta,
en su círculo social, en el sector en el que vive, etc.; y al hacerlo
creamos una división entre ellos y nosotros y ponemos un muro entre
aquellos que son como yo y aquellos que no.
Pero la verdad es que cuando somos capaces de evaluar a
una persona más allá de por cómo se ve, más allá de “su portada”, nos llevamos
gratas sorpresas.
Las personas somos muchos más que sólo portadas, somos
mucho más bellos y complejos que eso, todos nosotros, sin excepción. Cuando
nos damos la oportunidad de ver a los demás por lo que son realmente, por lo
que hacen, por cómo viven, por lo que entregan al mundo, por lo general aprendemos
mucho de la vida.
Philipe no juzgó a Abdel ni Abdel no juzgó a
Philipe y ambos encontraron en el otro todo lo que tenían que
entender sobre la vida: hay muchas más cosas que nos unen como seres
humanos de las que nos separan
.
3.
Nunca pierdas la esperanza.
La esperanza no es racional, la esperanza no siempre hace
sentido y la esperanza parece siempre ver más allá de lo evidente. Pero si
no nos queda esperanza, ¿Qué nos queda?
La esperanza es hermosa, es como una sola vela prendida en
la noche más oscura, nunca la tenemos que perder, porque nos da la luz que
necesitamos para continuar por nuestro camino. La esperanza nos hace
seguir adelante, no rendirnos, nos alimenta los sueños y consuela nuestras
desilusiones. La esperanza es vital porque ilumina el camino hacia la
felicidad.
Philippe y Abdel representan a dos personas en situaciones
poco esperanzadoras. Uno confinado a una silla de ruedas y sin la
capacidad de moverse del cuello para abajo. El otro proveniente de un barrio
marginal, donde todos habían perdido la esperanza en él. Todo menos él mismo.
Eso fue lo que le llevó a tomar el trabajo con Philipe y últimamente a cambiar
el curso de su vida, y el de Philippe, para mejor y para siempre.
Nunca debemos perder la esperanza, porque aunque el
panorama luzca muy oscuro, no nos olvidemos de que hasta de las nubes más
negras caen agua limpia.
4.
La vida es más rica cuando se toma con humor.
Todos tenemos defectos, a veces nos hace bien reírnos de
ellos. Philippe y Abdel son el perfecto ejemplo de esto, ambos saben que
sus vidas están llenas de ironías y dificultades, pero ninguna se deja deprimir
por ellas.
“La vida en una silla de ruedas puede ser divertida y
también triste. Pienso que muchas personas encuentran que tener una
discapacidad es atemorizante, pero lo que queremos es que las personas se
relajen alrededor de nosotros y este tipo Abdel tiene tanto sentido del
humor. Nunca idiota, simplemente divertido. Me gusta reírme.” – Philippe Pozzo Di Borgo
La mayoría de nosotros sabe por experiencia que tener
un sentido del humor acerca de las cosas hace que la vida sea más fácil.
Hay ciertos estudios que respaldan que el reírnos de nosotros
mismos contribuye con que seamos más felices y mejora nuestro humor en general. Además
nos hace personas más resilientes y aumenta nuestra capacidad de perdonar a
otros y a nosotros mismos. “Si puedes reírte de tí mismo, te puedes
perdonar a tí mismo” y “si puedes perdonarte a ti mismo, puedes
perdonar a otro.” dice Susan Sparks en Psychology
Today.
La vida es mucho más rica cuando se toma con humor, ¡haz
la prueba!
5.
Las personas merecen que les des una
oportunidad.
Cuando somos capaces de derribar nuestros prejuicios y
nuestras preconcepciones acerca de los demás nos damos cuenta de sus
potenciales y vemos cosas que quizás nadie más valora.
Muchas veces lo único que necesita una persona es que
otra crea en ella, y de esa manera ella comienza a creer en sí misma.
Philippe fue capaz de ver más allá de la raza, el
pasado y la condición social de Abdel y decidió darle la oportunidad de
trabajar para él. Abdel fue capaz de ver más allá de la condición física
de Philippe, y la actitud de ambos cambió sus vidas para siempre y para mejor.
Las personas merecen que les des una oportunidad, ya sea que
cumplan con expectativas o no, todo el mundo merece la oportunidad de
probarse a sí mismo y todo el mundo merece que alguien crea en ellos.
6.
Las personas menos esperadas te pueden dar las
lecciones más importantes de tu vida.
Alguna vez te ha pasado que alguien muy mayor o muy menor dice
algo que te hace echar la cabeza para atrás y pensar, ¿cómo no me había dado
cuenta de eso antes?
Esto sucede porque muchas veces son las personas más
diferentes a nosotros las únicas que nos pueden ensanchar la mirada frente a la
vida y hacernos ver todo aquello que no estábamos viendo.
Philippe y Abdel son personas completamente diferentes, que
probablemente no se imaginaban que el uno podía aprender del otro, pero lo
hicieron. ¿Por qué? Porque la vida es muy diversa y nos necesitamos los
unos a los otros para entenderla en su completa extensión.
Todos tenemos nuestras propias historias, nuestras propias
experiencias y nuestros propios sentimientos; y todos tenemos algo
que entregar a los demás. Nuestra vida es única y por lo tanto nuestra
visión también, nunca pienses que no tienes nada para enseñar a otro. Tú
por ser tú eres muy valioso para alguien más, preocúpate de entregar lo que
guardas dentro.
Escrito por Paula Enei