El ser humano puede realizar todo cuanto su mente pueda
imaginar. Pero de su capacidad mental, actualmente
el ser humano apenas si utiliza un 1%. ¿Qué hay del resto de la
mente dormida? El ser humano puede realizar todo cuanto su mente pueda
imaginar. Pero de su capacidad mental, actualmente
el ser humano apenas si utiliza un 1%. ¿Qué hay del resto de la
mente dormida?
Si comenzáramos a desarrollar un poco más el poder de la
mente, podríamos comenzar a actuar con una capacidad extraordinaria sobre la
realidad y sobre nuestro cuerpo, podremos tener dominio de facultades como la
telepatía (transmisión del pensamiento de mente a mente) , la psicocinesis
(capacidad de mover objetos con la fuerza mental),la percepción sensible para
predecir sucesos, la clarividencia, una creatividad aguda, y, entre muchas
otras cosas, la capacidad de poder sanar el cuerpo en un instante.
Todos estos
fenómenos antes mencionados superan a la física moderna, la ciencia aún no ha
podido demostrar dichos fenómenos, no los puede interpretar ni comprender,
incluso hay algunos científicos que los rechazan y no los aceptan, mientras por
otro lado existen aquellas mentes de la ciencia que los investigan
cuidadosamente, y ya se comienza a hablar y a reconocer de una
energía mental, de un poder extraordinario proveniente de la mente.
En el caso de la
capacidad de curar el cuerpo, hay muchas pruebas que cada vez son más
evidentes.
En el caso de Edgar Cayce, un gran paranormal, la experiencia de la
curación ha sido una experiencia personal que ha transmitido así: “…
Para curar hay que permitir que la fuerza vital fluya, de forma que su acción
estimule y despierte cada célula del cuerpo incitándola a cumplir su cometido”.
Por otro lado, la sanadora Olga Worrell se sometió a una
prueba moderna y científica, un aparato creado por los físicos nucleares para
hacer visible el desplazamiento de las partículas de alto nivel energético. La
sanadora energética colocó sus manos sobre el aparato, de la misma forma que si
estuviera sanando a una persona, y el resultado fue una visible, significativa
y sorprendente alteración en el uniforme ambiente del vapor de la cámara. Al
mover sus manos, las ondas aparecidas por la emisión de energía seguían el
desplazamiento de las manos. Cuando los científicos intentaron hacer lo mismo,
no sucedió nada sino un gran desconcierto.
Poco a
poco la ciencia comprueba cada vez más que la mente, efectivamente, puede
recuperar el equilibrio celular y sanar el cuerpo. Pero no se necesita ser científico ni
un especialista en alta tecnología para comenzar a comprobar este poder
extraordinario de la mente. Podemos comprobar de una forma muy sencilla esto
que a decir verdad, es una facultad evidente.
Si fueras un poco observador podrías darte cuenta como
alguien que está enfermo puede recuperarse más rápido si
tiene un actitud ante su enfermedad de aprendizaje. Si aprendemos de la
enfermedad, entonces podremos aprender a enfocarnos en lo que sigue.
En realidad, tú puedes comprobarlo por ti mismo si comienzas
a enfocar un pensamiento positivo sobre alguna área de tu cuerpo que te
moleste. Ni la ciencia podrá convencerte del poder sanador que posees si tú no
comienzas a experimentarlo y lo pones en práctica por ti mismo.
Por lo pronto, puedes comenzar por saber que normalmente
se entiende que un pensamiento negativo es aquel que genera duda, temor,
culpa, remordimiento, etcétera, mientras que uno positivo es aquel que genera lo contrario,
digamos, un sentimiento de confianza, del bienestar, de entendimiento, de
curiosidad, etcétera.
Pero ciertamente ningún pensamiento es ni positivo ni
negativo, son sólo información en nuestra cabeza la cual puede modificarse,
pero si la juzgamos como negativa, entonces no podremos tener mucho domino
sobre ella.
Puedes comenzar con la tarea de enfocar un pensamiento
positivo en cualquier área de tu cuerpo que desees sanar, enviar gratitud,
amor, aprecio, etcétera, insistir en esto hasta que empieces a ver como se
recupera el cuerpo sorprendentemente.