martes, 5 de septiembre de 2017

Cuando Algo No Nos Gusta



"Ya no soportaré más algunas cosas, no porque me haya vuelto arrogante, sino simplemente porque llegué a un punto de mi vida en que no me apetece perder más tiempo con aquello que me desagrada o hiere.

No tengo paciencia para el cinismo, las críticas excesivas y exigencias de cualquier naturaleza. Perdí la voluntad de agradar a quien no agrado, de amar a quien no me ama y de sonreír para quien no quiere sonreírme.

Ya no dedicaré ni un minuto a quien me miente o quiere manipularme. Decidí no convivir más con la pretensión, hipocresía, deshonestidad y elogios baratos. No tolero la erudición selectiva y la altivez académica.

No me mezclaré más con el gentío o la chusma. No soporto conflictos y comparaciones. Creo en un mundo diverso y por eso evito personas de carácter rígido e inflexible.
En la amistad me desagrada la falta de lealtad y la traición.  No me llevo nada bien con quien no sabe elogiar o incentivar. Las exageraciones me aburren y tengo dificultad en aceptar a quien no gusta de los animales. 

Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no la merece…"
Meryl Streep, texto adaptado por genial. Gurú

Hay ciertas etapas en nuestras vidas en las que fingir para ser aceptado socialmente comienza a carecer de sentido. Sonreír cuando no nos apetece, intentar caer bien a todo el mundo y procurar ser perfectos resulta bastante agotador, además de ser desesperante.

No todo está bien ni siempre estamos a gusto, pero parece que estamos obligados a ser personas alegres, felices y tolerantes con cualquier cosa en todo momento. Fingir es doloroso, ya es hora de nos demos cuenta.

Solemos fingir que todo está bien aunque no lo esté cuando en realidad no tenemos razones para estar siempre felices y contentos. Hay circunstancias complicadas que requieren de emociones negativas como la tristeza o el enfado.
El hecho de que sean negativas no quiere decir que no sean sanas. Es decir, ¿no es normal sentir tristeza cuando te han roto el corazón o cuando un familiar enferma?

No hay nada más doloroso que intentar aparentar estar bien cuando algo nos está lastimando por dentro. Esto acaba volviéndose en nuestra contra, pues acabamos metiéndonos en una espiral que nos absorbe y nos aprieta el alma.

Por esta razón, es necesario que nos deshagamos de la obligación de estar siempre perfectos y dispuestos y comencemos a mostrarnos tal y como somos. Pues, aunque sea posible engañar a lo demás, es imposible engañar a nuestra conciencia.

Aparentar ser lo que no somos nos acaba generando malestar y hasta dolencias como la depresión, la ansiedad, la fatiga, la lentitud, la desesperanza, la fatiga, el insomnio, la irritabilidad…


Extendiendo La Mano


La amistad es uno de los valores más importantes que tenemos los seres humanos. Esa conexión tan especial y única hace que los días sean siempre mejores y que ante cada golpe que la vida misma nos da, sepamos que no estamos solos, porque nuestros amigos están ahí, extendiendo su mano para ayudarnos a ponernos de pie una vez más.

De hecho, la amistad es uno de los tópicos universales. Cientos de historias se han escrito en torno a esta relación y ni hablemos de las amistades que saben transformarse en amor romántico y suscitan celos. En esa circunstancia ser amigo de alguien puede ser un auténtico castigo, ya que estás condenado a ver cómo esa persona tan especial empieza a construir una vida llena de felicidad al lado de alguien que no eres tú… pero eres su amigo y como tal sólo deseas su felicidad.

La amistad es un estado del alma que nos permite abrir las alas hacia la vida y nosotros, con nuestra propia amistad, también le enseñamos a volar a quienes nos rodean.

Los verdaderos amigos en las buenas no envidian y en las malas, acompañan.
Una gran virtud de la amistad es la capacidad de comprensión mutua.
Un amigo de verdad se queda cuando sabes quién eres realmente.
La amistad se trata de poder separarse físicamente y aún así mantenerse unidos para siempre.
No olvides que los amores van y vienen, los amigos son los que se quedan.
Los amigos también son almas gemelas.
La amistad tiene la cualidad de multiplicar la felicidad y restar las penas.
La amistad es esa magia que nos comprueba que el cariño surge del corazón sin importar la distancia.
Cada amigo es un tesoro que hay que saber guardar.
Quiero una amistad como el mar: Infinita.
Un amigo no sólo te hace reír, a veces te ayuda a llorar.
Un amigo auténtico tiene la capacidad de llegar a tu corazón en un segundo, aún si está al otro lado del planeta.
Los amigos son de esa clase de personas que defienden tu espalda y te dicen la verdad de frente.
Tener amigos es una de las bendiciones más grandes de la vida.
Los amigos se cuentan con los dedos de una sola mano, porque más vale calidad que cantidad.

Un amigo vale la pena cuando te dice la verdad, aunque no sea lo que quieres escuchar.


Opiniones


Los terroristas del ISIS son malos, nadie puede discutir eso. Y culpables de sus actos, tampoco 
admite discusión. Pero eso no quiere decir que todos los demás seamos buenos. Los asesinatos de París son crímenes espeluznantes. Pero eso no quiere decir que no haya otros criminales.

Francia es la cuna de la Ilustración y la capital del laicismo, es cierto, pero también ha sido una potencia colonial. En los países ricos hay democracia, es cierto, pero también han derrocado democracias por la fuerza, desde Chile hasta Irán, para imponer a tipos como Pinochet o el Shá de Persia. ¿Quién controla la industria farmacéutica, responsable de tantas muertes al día? ¿Quién controla la venta de armas, en la que España cada día ocupa un puesto más importante? ¿Es un embargo de alimentos o de medicamentos un acto terrorista? ¿Lo es el control de precio de las materias primas?

España es buena, sin duda, no faltaba más, pero tanto Javier Solana como José María Aznar bombardearon sin mandato de la ONU. Y si a eso vamos, ¿el famoso mandato de la OTAN es una patente de corso?

Y por cierto, ¿quién creó y financió el ISIS? Hubo un tiempo en que Estados Unidos apoyaba a cualquiera que se autoproclamara rebelde al régimen sirio. ¿Qué responsabilidad tienen en la creación y financiación del ISIS la CIA y el Mossad? ¿Era una buena idea engordar a los islamistas para quitarse de en medio a Bachar el Asad? ¿Tan buena como engordar a Saddam Hussein para quitarse de en medio a Jomeini? ¿Tan buena como engordar a Bin Laden para quitarse de en medio a la Unión Soviética en Afganistán? ¿Seguimos? ¿Tenemos más buenas ideas, mejores todavía, a punto de surgir de nuestras cabezas pensantes?

Lo que quiero decir con estas preguntas es: ¿todo el problema se reduce a un grupo de chiflados sedientos de sangre sin más instigación que su ciega fe en Alá? Son efectivamente un grupo de chiflados, etc., pero ver sólo eso es un poco miope. Y por lo tanto, poco efectivo.

Un día antes de los atentados en París, hubo también dos atentados del ISIS en Beirut que causaron 40 muertos y más de 200 heridos. No salió en portada, nadie aseguró cariacontecido que “hoy todos somos libaneses”, en su perfil en redes sociales nadie puso una bandera libanesa con un crespón negro. Si a nosotros, que somos buenos, unos muertos nos importan más que otros, ¿por qué ellos, los malos y terroristas, no iban a proceder igual?

Desde luego que, frente al terrorismo, hace falta una reacción policial, quizá también militar, pero no sólo eso. También tendremos que mirar qué es lo que hemos hecho y hacemos, y qué es lo que vamos a hacer. Para eso, no basta con dejar hablar a los políticos: habrá que preguntarles a las empresas de armas, a las petroleras, a las farmacéuticas, a los bancos, a los servicios secretos. A los que deciden, en otras palabras. Preguntemos a nuestros propios malos. Porque buenas palabras las tienen también los malos (o quien las pronuncie en su lugar).

De momento, Hollande ya ha tirado bombas, ha dicho que esto es la guerra y ha pedido una alianza o cruzada contra el enemigo común. No es venganza, dice nuestro ministro. No ni poc, dirían en Piles.
Rajoy también ha hecho lo mismo, pedir unidad contra el terrorismo, salvo que el terrorismo actúe, por ejemplo, en Beirut, cosa que al parecer tiene mucha menos importancia y no requiere que se una nadie.

Si nosotros tenemos que unirnos en la guerra contra el terrorismo islámico, ¿qué tendrán que hacer las víctimas de los bombardeos de Estados Unidos, como el del hospital de Médicos sin Fronteras en Afganistán, a principios de octubre?

Como dice Marco Aurelio (y repito con demasiada frecuencia): “La mejor manera de defenderte es no parecerte a ellos” (Meditaciones, VI, 6).

Mi pregunta a todos nosotros, los buenos, las víctimas, es: ¿intentamos no parecernos a ellos, los malos, los terroristas, no en las palabras, sino en los hechos? ¿O de nuestros hechos sólo son responsables también unos cuantos chiflados sedientos de sangre, instigados por su ciega fe en el beneficio empresarial, etc.?


Superación


Muchas veces pensamos por cosas que nos pasan de forma repentina e inesperada, que hemos perdido todo y que nada tiene sentido, por lo que caemos en tristeza, falta de superación, depresión y desmotivación, para ello es bueno leer frases de superación personal que nos ayuden en esos momentos un poco difíciles a ver la vida de otro color y vivirla de otra manera.

“Aquello que habita en el pasado y aquello que habita en el futuro es sólo una pequeña cosa comparado con aquello que habita dentro de nosotros”
Autor: Ralph Waldo Emerson

“Sólo una cosa convierte en imposible un sueño: el miedo a fracasar.”                  
 Autor: Paulo Coelho

“Una persona no puede directamente escoger sus circunstancias, pero si puede escoger sus pensamientos e indirectamente y con seguridad darle forma a sus circunstancias.” 
Autor: James Allen

“La vida es una oportunidad, benefíciate de ella. La vida es belleza, admírala. La vida es un sueño, alcánzalo. La vida es un desafío, enfréntalo, La vida es un  juego,   juégalo.” 
Autor: Madre Teresa

“Los días más perdidos de tu vida son los que no has sonreído.”
 Autor: Cummings

“Para que los cambios tengan un valor verdadero deben ser consistentes y duraderos.” 
Autor: Anthony Robbins

“Si no existiera el invierno, la primavera no sería placentera, y si no pasamos por la adversidad la prosperidad no sería bienvenida.”   
Autor: Anne Bradstreet

“Nunca es demasiado tarde para ser la persona que podrías haber sido”  
Autor: George Eliot  

“Un tulipán no trata de impresionar a nadie. No se esfuerza en ser diferente de una rosa. No tiene que hacerlo. Es diferente. Y hay sitio en el jardín para cada una de las flores” 
Autor: Marianne Williamson

“Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre. Pero con frecuencia miramos tanto a la puerta cerrada que no somos capaces de ver la puerta que se ha abierto frente a nosotros” 
Autor: Hellen Keller


Convicciones


Una vez un monje oriental vio cómo un alacrán se estaba ahogando. Decidió sacarlo del agua, pero cuando lo hizo, el alacrán le picó. Ante el dolor lo soltó dejándolo caer y nuevamente el animal comenzó a hundirse… entonces intentó sacarlo y otra vez lo volvió a picar. 

La escena se repitió varias veces: Sacarlo del agua, ser picado y soltarlo.

Alguien que observaba, le dijo: “¡Por qué es tan testarudo! ¿No entiende que cada vez que lo saque del agua lo va a picar?”

Entonces el monje le respondió: “La naturaleza del alacrán, es picar… no va a cambiar mi naturaleza, que es ayudar”

Para tener un carácter consolidado hay que vencer los miedos, porque el miedo no permite que asumamos riesgos, y la auténtica manera de vivir es arriesgándose en cada momento y cada vez que tomamos nuestras propias decisiones.

Una persona posee un carácter firme cuando en su vida se mantiene fiel a unos principios personales, cuando está seguro con sus convicciones, y sobre todo cuando es capaz de dominarse y controlar sus impulsos. Una persona con carácter también tiene miedos, la diferencia radica en la forma en que se enfrenta a ellos. No se aleja ni se paraliza, asume las situaciones de riesgo con audacia y firmeza, tratando de resolverlas adecuadamente sin desmoronarse ante la adversidad.

Vivir no es sencillo. El mundo puede ser maravilloso, pero también puede ser cruel.

Mantener fuerte nuestro carácter, nos permite aceptar las cosas como son, no como uno quiere que sean. Nos ayuda a alejarnos de personas débiles que jamás se comprometen, y cuyo ego negocia con todo a su alrededor porque todo tiene precio o valor.

“La meta no es poseer sino dar, no es tener sino ser, no controlar sino compartir, no someter sino estar de acuerdo” Rabino Abraham Joshua Heschel


lunes, 4 de septiembre de 2017

Mente Abierta


Las personas que no poseen apertura mental son poco o nada flexibles y les asusta demasiado el cambio, pues tienen miedo a lo desconocido. No tienen la habilidad para cambiar de opinión y aceptar las ideas de otros. En otras palabras, como popularmente se dice, son muy “cerrados”, o “estructurados”.

“Los hombres no son prisioneros del destino, sino prisioneros de su propia mente.”
-Franklin D. Roosevelt-

Cómo potenciar y conseguir una mente abierta
Si queremos aprovechar al máximo nuestro potencial de éxito en las relaciones personales, en los negocios y en la vida en general, es importante tener una mente abierta, flexible, desestructurada. Lo mejor es no limitarse a sí mismo; hay infinidad de cosas que se pueden hacer y lograr si abrimos nuestros ojos al mundo y a las cosas que están a nuestro alcance.

Es muy común que estemos amoldados a unos hábitos, a una rutina, y solo veamos las cosas en blanco o negro porque estamos “cómodos” con nuestra forma de pensar. Sin embargo, el mundo está lleno de colores, de matices, y las posibilidades son infinitas. Pero claro, abrirnos a un mundo desconocido resulta todo un desafío y a veces genera temor.

Si tenemos apertura mental ante todas las posibilidades, veremos que la vida es mucho más de lo que creemos y que las oportunidades realmente son abundantes en todos los sentidos.

Consejos para alcanzar la apertura mental
Tenemos que aprender a pensar diferente, siguiendo estos consejos:

Cuestionar las cosas un poco más. ¿Quién dijo que hay que aceptar las cosas tal como te las presentan el sistema y los demás? Si algo te confunde o no encaja, no dudes en cuestionarlo.
Aprender a pensar más allá de lo que está delante de uno. Es necesario comprender que todo está conectado y tu poder para anticipar y pensar en el futuro puede ayudarte enormemente.
No tener miedo a equivocarse. Es muy bueno arriesgar de vez en cuando. Si tienes una excesiva autoexigencia o demasiado miedo a cometer errores, nunca harás nada.
Permitir que otras personas nos sirvan de inspiración. La apertura mental está muy relacionada con la humildad, pues quien cree saberlo todo nunca podrá aprender de los demás y no será capaz de replantearse o cuestionar sus ideas o creencias.

En resumen, es necesario pensar diferente para liberarse de las propias limitaciones. Las personas de mente abierta tienen más posibilidades de alcanzar todo su potencial en la vida porque arriesgan, se atreven, exploran, no se quedan con la opción más fácil.

Las personas con apertura mental son buscadores incansables, inconformistas en el buen sentido de la palabra y siempre están dispuestos a aprender de todos y de todo. Recordemos que la mayoría de los avances y logros alcanzados por la humanidad han sido llevados a cabo por personas que tenían la fortaleza de una mente abierta, cuestionadora y sin límites. 
“El fin de tener una mente abierta, como el de una boca abierta, es llenarla con algo valioso.”
-Gilbert Keith Chesterton-

domingo, 3 de septiembre de 2017

Los “Otros” Que Siempre Están Cerca



todo el mundo le gusta que le reconozcan por su trabajo, que lo respeten, que lo traten ‘como gente’.
Y sin embargo, no todos tratan como personas a quienes desempeñan trabajos humildes como tales. Un simple test a los lectores: ¿Saludan ustedes con cortesía (similar a la que emplean con los profesionales con los que interactúan) a los empleados de limpieza o vigilantes en su trabajo? Yo he comprobado que, al menos para algunos, estas personas son de facto invisibles para muchos…

Más aún, ¿saludan igual a los que les cuidan o limpian su vehículo, o les piden una limosna en la calle? ¿Tiene entre sus amigos a alguien de una clase social “diferente”?, ¿lo invita a su casa? 

Leo en un artículo de Marco Barboza, citando a J. Cotler, un dato impresionante: En 1966, de 499 entrevistados en seis comunidades indígenas y en una hacienda del departamento del Cusco, el 52 % se encontraba de acuerdo con la afirmación “los indios han nacido para servir y obedecer al misti”. Lo que no nos dice la encuesta es qué porcentaje de los ‘mistis’ pensaban lo mismo. 

Probablemente cerca del 100 %. ¿Y hoy día? Entre los indígenas, probablemente el porcentaje de los que se sienten inferiores a los blancos habrá bajado a niveles insignificantes, pero entre los miembros de los sectores más acomodados, no estoy tan seguro que los porcentajes hayan bajado tanto. Nada más hay que ver las expresiones racistas y clasistas que se escapan a algunas gentes, escudadas tras el anonimato del Twitter o del Facebook, o en inopinadas diatribas callejeras.

“El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan”, decía K. Marx. Efectivamente, si evaluamos las causas profundas de muchos conflictos sociales vemos que no solo se reducen a un tema económico: la falta de consideración y respeto provocan resentimiento, desconfianza y hasta odio, lo que hace muy difícil luego llegar a cualquier negociación y acuerdo.

Creo que un poco más de respeto en nuestras relaciones cotidianas ayudaría sin duda mucho a la paz social y al bienestar de la sociedad.


viernes, 1 de septiembre de 2017

Competencia Solidaria


La persona que desea superarse a sí misma es la que, por ejemplo, quiere obtener calificaciones académicas mejores que las que ha logrado hasta ahora, o desea hacer su trabajo de un modo más eficiente.

Por otra parte, la persona que desea superar a las demás es la que, por ejemplo, quiere obtener mejores calificaciones académicas que su amigo o lograr que se le declare "Trabajador del Año" en su empresa.

Ambos tipos de ambición pueden ser útiles en diferentes contextos. Pero P. Marijn Poortvliet, de la Universidad de Tilburgo en los Países Bajos, y Céline Darnon, de la Universidad de Clermont en Francia, se interesan más por el contexto social de estas ambiciones y por cómo afectan a nuestras relaciones con las personas de nuestro entorno.

Poortvliet y Darnon se han centrado en el intercambio de información, y si la persona con ambiciones es abierta y honesta cuando trabaja en equipo con otras.

Y lo que se ha constatado en este estudio es que quienes buscan superar a los demás tienden a ser más embusteros y más reacios a compartir información con sus compañeros de trabajo, tanto en el laboratorio como en las oficinas del mundo real que Poortvliet ha estudiado. La razón es bastante obvia: cuando el rival comete errores aumentan las probabilidades de vencerle. 

Las relaciones personales de esta clase de gente, empeñada en competir siempre con los demás, tenderán por tanto a deteriorarse.

Por otro lado, las personas que intentan autosuperarse son bastante abiertas y dispuestas a ayudar a la gente de su entorno, ya que buscan superarse a sí mismas, no a los demás. Y por otra parte, dependiendo del contexto en que traten de autosuperarse, puede que ello pase por ser más cooperativas con sus semejantes. Esto puede ayudar a mejorar el ambiente de trabajo. Por todo ello, las relaciones personales de quienes quieren autosuperarse tendrán más probabilidades de ser buenas. 

Un ejemplo de esto último, desvelado por estudios anteriores, es que la gente con estas metas de autosuperación están más dispuestas a escuchar las opiniones, valoraciones y propuestas de los demás, mientras que las personas que quieren superar a las demás optan mayormente por asumir que siempre tienen la razón y que son los otros quienes se equivocan.

Pese a todo, no siempre es malo ser competitivo. Por ejemplo, para quien aspira a ser campeón olímpico, es bueno querer autosuperarse, pero sobre todo tiene que superar a los demás.


Estar Siempre Bien Dispuestos


De pronto, y sin que sepas muy bien cómo, el universo entero parece hilar sus dedos artesanos para traerte cosas buenas, aquello que esperabas, aquello que sin duda mereces y que tu propia esperanza había dado por perdida.

¿Por qué no? Algunos lo llaman suerte, otros designios, unos pocos hablan de ley de la atracción, pero en realidad… ¿Quién puede negarte que tu esfuerzo, dedicación y voluntad haya tejido su propia cuerda para que al final de la misma se hallara aquello que esperabas?

“Las cosas buenas llegan a quien sabe esperar y a quien disfruta por fin de esa suerte que se ha ocupado en forjar jornada tras jornada. Es el destino, es la oportunidad y la fuerza interior de uno mismo conjugadas para traernos las cosas maravillosas que dan vida a nuestro corazón”

Si eres una persona que suele ver con gran escepticismo eso “de que las cosas buenas llegan de improviso si uno sabe esperar”, merece la pena que reflexiones con nosotros sobre estos sencillos aspectos. La magia, la suerte, la providencia y  las cosas hermosas de la vida están a la vuelta de muchas de nuestras esquinas. Solo hay que sabe doblarlas, saber recorrer el camino con la mente abierta y el corazón dispuesto.

Como puedes intuir hay muy poco de magia en estos conceptos. Tampoco es una idea sacada a la fuerza de los manuales de autoayuda con los cuales, vender un slogan vacío.

La creencia en uno mismo mueve montañas y es nuestra auténtica fuerza vital. ¿La tienes tú? Te invitamos a poner en práctica estos sencillos consejos para permitir que las cosas buenas, lleguen a tu vida con la sutileza de quien por fin, ve el amanecer en su vida.




El Factor Humano

«El cielo ideal de las Humanidades, está en la realidad lleno de nubarrones violentos. Basta abrir los periódicos o escuchar las noticias. Y esa oscuridad nos lleva a pensar si esa prodigiosa invención de las “humanidades” no se nos ha deteriorado y si, a pesar de los indudables progresos reales, el género humano no ha logrado superar la ignorancia y su inevitable compañía, la violencia, la crueldad. El “género humano”, esa trivializada expresión, convertida en “desgénero humano”, en una degeneración».

Emilio Lledó. Fragmento del Discurso de recogida del premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2015.

La sociedad alcanza hoy niveles de sofisticación impensables hace solo unas décadas. Internet es un buen exponente de ello. Sin duda ha mejorado muchos aspectos cotidianos, como las comunicaciones o el acceso a la información. A cambio, nuestra vida se ha llenado de spam, virus informáticos, incompatibilidades de formato… Al igual que en la informática, la sofisticación del sistema educativo ha traído consigo muchos elementos superfluos, que en demasiadas ocasiones atraen la atención del docente, desviándola de lo que debería ser lo principal.

¿Y qué es lo principal? El simple hecho de formular esta pregunta es un buen indicador de lo difícil que resulta identificarlo entre tanto elemento «accesorio». El dramaturgo Peter Brook, en su libro El espacio vacío (1968), se planteó la misma cuestión referida al teatro. Para buscar la respuesta realizó un sencillo ejercicio consistente en eliminar todo lo que no era esencial para su arte. «Podemos deshacernos del telón, de los focos, del vestuario… y sigue siendo teatro», afirmaba Brook. Incluso se podría suprimir el guion o la dirección artística, y no dejaría de ser teatro. Lo único de lo que no podemos prescindir es de un actor, en un espacio y ante un público.

Si trasladamos este mismo ejercicio a la escuela obtendríamos un resultado muy parecido. Para poder hablar de educación solo es preciso contar con las personas que aprenden y, en su caso, que enseñan. 

La relación humana es lo principal, la esencia de cualquier acto educativo. Si esto falla, todo lo demás (recursos didácticos, programaciones, informes, etc.) también fallará.

Decía Gabriel García Márquez que una persona solo tiene derecho a mirar a otra desde arriba cuando le está ayudando a levantarse.

Hay ciertas profesiones, como la docencia, que precisan grandes dosis de humanidad entre quienes las ejercen. Son ocupaciones difíciles, como las que desempeñan médicos, policías, trabajadores sociales… y lo son porque su materia prima es el organismo más emocionalmente complejo del universo:

El ser humano
Trabajar para otras personas que te necesitan requiere cualidades especiales, como la empatía o la compasión. Estoy convencido de que todos los que, en un momento dado, elegimos una de estas profesiones teníamos esas cualidades. Sin embargo, también he podido comprobar que las condiciones laborales, el paso de los años o algunas circunstancias vitales pueden deshumanizar a estos profesionales.

José Iribas comparte en su blog un cuento que, junto con el consejo del gran Gabo, ayudan a no perder de vista la esencia humana del oficio de educar. Es la historia de un hombre que, paseando por la playa, topó con un niño que lanzaba frenéticamente estrellas de mar al agua. Había cientos en la arena. El oleaje las sacaba y el chico pretendía evitar que murieran devolviéndolas al mar.


Aquel hombre, después de averiguar el propósito de la tarea, quiso aliviar la conciencia del pequeño. 

Le explicó que se trataba de un proceso natural. Sucedía en muchas playas de todo el mundo. «¿No te das cuenta de que no puedes salvar a todas las estrellas?, ¿no estás haciendo algo que no tiene sentido?», le preguntó para hacerle pensar en lo inútil de su misión. El chico cogió otra estrella, la miró y respondió: «Para esta sí tiene sentido»; y la devolvió al mar con todas sus fuerzas.

Observar Donde Transitamos



La responsabilidad consiste en reflexionar antes de actuar, pensar en las acciones y en sus consecuencias. En pocas palabras es asumir nuestros compromisos y aceptar como propios los resultados de nuestros actos.

Es fácil perderse si uno no se detiene, caminar sin detenernos nos hace abandonar nuestra capacidad de observar, de comprender y aprender. Seguir hacia delante y detenerse no significa parar. Es cierto que recorremos el camino elegido, deseando alcanzar nuestra meta sin observar a nuestro alrededor pero esto no nos permite conocer el mundo que nos rodea, ni vivirlo, ni sentirlo.

Normalmente evitamos que la conciencia nos detenga y haga despertar nuestro corazón.

Nos transformamos en corredores fondistas, fuertes e implacables, pero a su vez perdemos parte de nuestra humanidad. 

Procesamos con tal rapidez la información que recibimos en el camino que sin darnos cuenta, nos vamos trasformando en excelentes autómatas programados en alcanzar el éxito, confundiendo la felicidad como si fuese una meta en sí misma.

Detenerse nos permite observar, analizar, entender, compartir y ayudar, nos prepara para avanzar y ser mejores personas, conscientes de pertenecer al mundo y vivir en él. 

Detenerse, nos facilita acercarnos a las personas que viven cerca de nosotros, entender sus caminos y vidas. 


No dejes que el mundo se vuelva invisible!!

Sentimientos Intensos


La superdotación, al igual que posee un componente intelectual muy potente, goza de unas características emocionales propias, entre las que queremos destacar la intensidad.

Una gran riqueza y complejidad (en el mejor sentido de la palabra) intelectual, va unida a una gran amplitud de matices emocionales, a un mundo interior muy desarrollado y complejo, en cuanto a emociones se refiere: no sólo hablaremos de emociones básicas, sino de un enorme bagaje emocional con matices sutiles.

A partir de esto, podemos darnos cuenta de que la intensidad emocional en las personas de Altas Capacidades, no es una cuestión de “sentir más, con más fuerza” que la mayoría de la gente, sino que estamos ante una manera diferente de sentir: con viveza, de manera absorbente, con gran penetración y complejidad…

La intensidad emocional puede ser expresada de diferentes formas:

Sentimientos positivos, negativos, ambos a la vez, emociones llevadas al extremo (polarizadas), emociones que cambian de un polo a otro a gran velocidad, en un breve período de tiempo, a causa quizá del componente cognitivo que posee el superdotado y que le ofrece una alta velocidad de procesamiento mental y gran agilidad y fluidez mentalidentificación con los sentimientos de otras personas, añadiéndolos e intensificándolos con los suyos propios, fenómenos de contagio emocional que pueden llegar a asustar a la persona con Altas Capacidades, hasta que detecta esas emociones del otro y las integra en sí mismo de manera “adecuada”.

Inhibición, timidez, tristeza, desorientación.
Corporalmente, intensidad emocional expresada a través de síntomas físicos como tensión en el estómago, dolores de cabeza, vértigos, náuseas…

Memoria afectiva muy fuerte, quizá incluso más potente que la memoria cognitiva, la persona superdotada recordará y revivirá los sentimientos que tuvieron lugar durante algún incidente ante la presencia de cualquier estímulo que los desencadene o por sus propios recuerdos, de manera que esto añade complejidad a las emociones que pueda estar sintiendo en el presente, sobre todo si éstas no son tan intensas como aquellas, lo que puede llegar incluso a interferir en su vida cotidiana.

La intensidad emocional también se manifestará a través de ansiedad, tensión como rasgo(más que como estado pasajero), sentimientos de culpa y sentimientos de sentirse fuera de control sin poder hacerse cargo de las situaciones ni de sí mismo en los casos de intensidad más extrema.
Intensidad emocional en relación a la muerte: sentimientos depresivos, angustia existencial.

Sentimientos de inadecuación e inferioridad, muy crítico consigo mismo, juzgándose con dureza.
Gran sensibilidad y capacidad de empatía en sus relaciones con los otros, lo cual no quiere decir que sepa convivir bien con ellos, más bien lo contrario, al sentirse desbordado, aparecen conflictos y, en muchos casos, la persona se aboca a la soledad, por sentirse incapaz de manejarse con tantas vivencias.

Especial cercanía con los animales, ya que se aprecia una sensibilidad especial en las relaciones entre ambos, a partir de sensaciones emocionales.

Desgraciadamente, suele prestarse poca atención a este aspecto de la persona con Altas Capacidades, salvo que sea disruptivo en sus relaciones con los demás. Históricamente, la expresión de sentimientos intensos se ha interpretado como una señal de inestabilidad emocional enfermiza, a tratar médicamente, y no como la manifestación de un rico mundo interior y de una sensibilidad extraordinaria, de una magnífica capacidad de asociación y combinación, no sólo cognitiva, sino, en este caso, emocional. Emociones y cogniciones no han de verse como algo separado en ninguna persona y esto se nos hace tremendamente evidente cuando trabajamos o conocemos a personas con Altas Capacidades.

Una gran pasión por aprenderexpresiones admirables en algunas áreas de talento, la fuerte motivación hacia el crecimiento como persona, pueden considerarse los aspectos positivos de esa intensidad emocional. Sin embargo, la propia persona es consciente de estas diferencias en ella respecto a la mayoría y eso, suele producir un sentimiento de orgullo, de ser “especial”, de felicidad por haber sido agraciado con dicho don, a la vez que, más frecuentemente, accesos de pánico, de inadecuación a la sociedad, convencimiento de ser “raro” o estar loco, enfermo, llegando a decir, en el caso de los niños “tengo un problema muy raro”, “soy raro” o en el de los adultos “soy un enfermo mental, un maniacodepresivo”, “no puedo ser superdotado si no sé manejar esto…”, generándose intensos conflictos internosautocrítica, baja autoestima

Pese a esto, si estudiamos esta característica intensidad emocional desde el punto de vista de una psicología más positiva, enfocada al desarrollo del individuo, descubriremos que esos “picos” emocionales son un gran potencial de crecimiento, como ya señaló Dabrowski en su teoría acerca de las sobreexcitabilidades, y, seguramente, el único modo de llegar a un estado de desarrollo superior como seres humanos.

Para no bloquearse ante esta ingente cantidad y calidad de emociones, es importante que la persona aprenda a valorarlas como su respuesta emocional normal, despatologizándolas, así como que, sobre todo en el caso de los niños, los adultos cercanos a ellos, acepten esas emociones, ayudándoles a entenderlas y ofreciéndoles un soporte de afecto y comprensión, apoyado incluso por contacto físico, no juzgándoles, ni intentando que cambien, no comparándoles con otras personas y, en la medida de lo posible, procurando no asustarse ante esas expresiones de intensidad, ya que eso produciría un contagio negativo, como hemos mencionado, incrementando la intensidad de las emociones negativas y el sufrimiento asociado, o el freno en el goce de las emociones positivas.



Un Día Como El De Hoy


Nostalgia
Hoy estoy aquí para recordarte tu pasado. Te propongo que cierres los ojos y pienses en tu infancia, recuerdes el aroma de la casa de tus abuelos, el olor del cabello de tu madre, los besos de buenas noches de tu padre, las peleas y los juegos con tus hermanos, la intensidad del amor en la adolescencia, la ilusión en la infancia; recuerda algo, lo que quieras, pero siéntelo.

¿Lo has hecho? Ahora estás en disposición de entender que de lo que te vengo a hablar hoy es de la nostalgia… Sentir nostalgia no tiene edad ni cultura, tanto los adultos como los niños lo hacemos y probablemente con mayor frecuencia de lo que creemos.

En realidad esto no es nuevo para nadie porque somos perfectamente conscientes de que de vez en cuando lo hacemos y somos capaces de hacerlo con total naturalidad. Sin embargo, lo que sí que es relevante es la razón por la que recurrimos al anhelo y el efecto que tiene en nosotros…

Recrearse en los recuerdos contribuye a serenar el estado de ánimo, elevar nuestra autoestima y fortalecer nuestras relaciones interpersonales. La nostalgia es una fuente de equilibrio y bienestar psíquico. Sí, parece que, aunque en ocasiones suframos por ello, rememorar y sentir intensa y vívidamente esos recuerdos es una manera de mantenernos en forma emocionalmente. Además, la nostalgia nos tiende un puente entre el pasado y el presente, lo cual nos ayuda a percibir la continuidad de nuestro yo y ser conscientes de que compartimos muchas cualidades con la persona que fuimos. La nostalgia produce esa sensación de que el ayer y el hoy se funden en uno…

De todas formas, no siempre la nostalgia ha tenido esta connotación tan variada; si atendemos a la etimología de la propia palabra nos daremos cuenta de que deriva de los términos griegos nóstos (regreso) y álgos (dolor) y, por tanto, en sentido literal describe el dolor que produce el deseo de regresar al pasado. Hoy en día asociamos esto a múltiples conceptos positivos como recordar viejos tiempos felices que nos hacen sonreír.

Es posible que en más de una ocasión te hayas torturado anhelando un tiempo anterior en el que te acompañaba una persona significativa que ya no está a tu lado, pero es probable que cuando recuerdas tu infancia te sientas bien y sonrías para tus adentros. No obstante, quiero aquí hacer un apunte y decirte que un tipo de recuerdos recurrentes que debes dejar a un lado es el de los errores; si te equivocaste no te empeñes en regresar, no tiene mucho sentido para ti y precisamente no te hace sentir bien.

Pero recordar también puede convertirse en algo altamente destructivo para una persona que está muy triste o deprimida. ¿Por qué? Porque experimentará sus recuerdos de forma muy compleja y desatará en sus pensamientos un agravio comparativo que le hará entrar en un bucle infinito. Al contrario de lo que contábamos antes puede hacerle sentir que el pasado está muy lejano y que, en comparación con la persona que fue, ahora es un verdadero desastre. La distancia temporal percibida será la razón por la que estas personas se sientan peor cuando recuerdan algo positivo lo que lo alejará cada vez más de la realidad. Por esta razón, si te sientes triste o sabes de alguien que esté pasando por un mal bache o que “viva en el pasado”, intenta eliminar esa tendencia a recordar “un tiempo feliz”. Con esto quiero decirte que, aunque la intención es buena, puedes hacer mucho daño intentando levantar el ánimo de alguien triste recordándole momentos felices.
Además, como seguramente habrás pensado en alguna ocasión, tendemos a ser más nostálgicos cuando nos sentimos tristes y turbados. Precisamente esto se debe a dos razones, una negativa y otra positiva. La primera es que podemos atender a ese bucle de“cualquier tiempo pasado fue mejor”, solidificando así la base del sufrimiento y derrotándonos. La segunda, sin embargo, cumple esa función positiva elevando nuestro bienestar si atendemos a los recuerdos que nos den un motivo para realzar nuestro ánimo.

También hemos dicho que rememorar puede ayudarnos a fortalecer nuestros vínculos. Recordarás lo que te une a los demás, lo importante y valioso que eres para ellos y lo significativo que resultó tu apoyo o el suyo para lograr superar ese bache. Nadie estaba tan cerca de esa persona como tú, ¿verdad?
Con todo ello, dar rienda suelta a nuestros recuerdos puede hacernos mucho bien pero tenemos que poner especial cuidado en que éstos no sirvan para hundirnos más si es que nuestro estado anímico no es bueno. La nostalgia no sólo nos proporciona bienestar, sino que también posee un efecto preventivo para protegernos de los pensamientos negativos que nos turban. Puedes acudir a tus recuerdos para calmar tu mal humor, para relajarte, para sonreír y para darte motivos para seguir creando otros tantos y bonitos recuerdos. Abre tu álbum de fotos y relee viejas cartas, encuentra el lugar que corresponde a tus recuerdos y no dejes que se pierdan en el olvido porque están ahí para hacerte feliz.




El Talento No Tiene Edad


Juventud, divino tesoro. Los millenials han entrado con fuerza en el mercado laboral en los últimos años y ya son muchas las empresas, sobre todo startups del mundo digital, que buscan conectar con ellos para atraerlos hacia sus filas. Su energía desbordante y el hecho de ser nativos digitales los convierten en un objetivo muy deseado para aquellas compañías que están en proceso de adaptarse a los retos de la actualidad.

En el otro lado están los colaboradores senior, pertenecientes a la generación del “baby boom”. Son aquellos empleados de más de 50 años, con una trayectoria profesional más consolidada pero acostumbrados a trabajar a la antigua usanza. Se trata de dos generaciones muy diferentes, cada una con sus propios valores y características, pero ambas igualmente útiles para la empresa.

Entre las diferencias más relevantes entre millenials y seniors podemos citar su motivación laboral. Los más jóvenes buscan flexibilidad de horarios y la oportunidad de colaborar y hacer contactos, así como recibir un feedback constante sobre su trabajo. Por su parte, los ‘baby boomers’ se sienten más estimulados por el reconocimiento de su estatus dentro de la empresa y del valor de sus contribuciones. Una buena forma de motivarlos es permitirles ejercer como mentores con los empleados de menor edad, lo que además  permitirá a ambas generaciones complementarse.

Y es que, ¿no sería buena idea combinar lo mejor de ambos? Los millenials aportan una visión fresca, se mueven como pez en el agua en el mundo digital y tienen mucha iniciativa, pero los seniors acumulan una experiencia muy valiosa y un conocimiento de la compañía que resulta tremendamente útil a la hora de solucionar todo tipo de problemas, además de servir como perfecto canal de transmisión de la cultura y valores corporativos de la empresa. También se caracterizan por tener un gran compromiso con la compañía, por lo que siempre se puede contar con ellos en situaciones delicadas.

Por su parte, los millenials tienen mayor capacidad de adaptación a los cambios y una cultura de trabajo más flexible y enfocada a objetivos. No sienten necesidad de pasar muchas horas en su puesto de trabajo, sino que prefieren tener flexibilidad para conciliar la vida laboral con la personal e ir cumpliendo metas día a día, sin vincular su productividad a los horarios. Además, mientras que para otras generaciones ven un hándicap en el uso de la tecnología, los millenials han crecido con ella y la manejan con total naturalidad.

Estas dos generaciones son muy distintas entre sí, pero su combinación es un cóctel de éxito para tu empresa. Saber reconocer y gestionar las virtudes y defectos de cada una de ellas es una labor que el departamento de Recursos Humanos debe saber llevar a cabo para aprovechar al máximo el talento que ambas poseen.




Razonamiento


En sentido amplio, se entiende por razonamiento a la facultad que permite resolver problemas, extraer conclusiones y aprender de manera consciente de los hechos, estableciendo conexiones causales y lógicas necesarias entre ellos. ... En otras palabras, un argumento es la expresión lingüística de un razonamiento.

Actividad mental que conecta conceptos y justificará una idea o resolverá problemas
El razonamiento es el conjunto de actividades mentales que consiste en la conexión de ideas de acuerdo a ciertas reglas y que darán apoyo o justificarán una idea. En otras palabras más simples, el razonamiento es la facultad humana que permite resolver problemas tras haber arribado a conclusiones que permiten hacerlo.

Tipos de razonamiento
Existen dos tipos de razonamientos, el razonamiento lógico, que hace uso del entendimiento para pasar de unas proposiciones a otras, partiendo de lo ya conocido o de lo que se cree conocer a lo desconocido o menos conocido. En este, los razonamientos que se hagan a través de esta forma pueden ser válidos o no válidos. Será considerado como válido cuando sus premisas ofrezcan un suficiente soporte a la conclusión y en el no válido sucede exactamente lo contrario.

Y luego se encuentra el razonamiento no lógico, también conocido como informal, el cual no solamente se basará en premisas como el anterior sino que además se ayuda de la experiencia y del contexto.

Un argumento es la expresión verbal de un razonamiento y nos permite arribar a conclusiones determinantes
El razonamiento, además, se corresponde con la actividad verbal de argumentar, porque un argumento es la expresión verbal de un razonamiento, luego de haber establecido principios de clasificación, ordenación, relación y significados.

El concepto lo usamos muchísimo también para designar a aquella serie de conceptos y de argumentos que una persona utiliza y expresa a viva voz con la misión de demostrar algo.

Pensemos en aquello sobre lo cual estamos convencidos porque la observación y el pensamiento nos permitieron determinarlo: tal negocio no funcionará como nuestro hermano cree porque no disponemos de los recursos económicos ni el lugar físico necesarios para que funcione como corresponde.
El razonamiento demuestra que la ausencia de las mencionadas cuestiones llevará al negocio al fracaso directo más allá de las ganas y de las ideas que tengamos.

Porque básicamente este sentido de la palabra es eso, una organización y estructuración de ideas en nuestra mente para luego arribar a una conclusión sobre un tema.

Muy útil a la hora de la persuasión
Pero no solamente para demostrar algo nos sirve esta actividad mental de producir razonamientos sino que también es efectiva a la hora de conseguir el favor de alguien, de persuadir a una persona.

Del otro lado, habrá un interlocutor que también usara su razonamiento para poder discernir cuál es la mejor opción de algo y por supuesto también para creer o no aquello que el otro propone demostrar.

Una capacidad poco desarrollada y la escuela es la responsable de no promoverla como debiera
A pesar de ser una capacidad intelectual en efecto muy importante para las personas, porque a través de ella, como señalamos, se podrán resolver desde los problemas más simples hasta los más complejos, resulta ser una de las que menos desarrolla la mayoría de las personas. Por ejemplo, la escuela que debería ser la principal responsable que esta capacidad se desarrolle, por la función formadora que desempeña, se centra más, a través de asignaturas como Lengua, en que el alumno estudie y aprenda de ortografía o gramática, pero están en deuda con el aprendizaje de los métodos de expresión que son esenciales para que los alumnos puedan hacer un uso más completo del lenguaje.



No Escatimar Esfuerzos


Si realmente quieres ser exitoso en tu vida y lograr tus objetivos y metas, debes albergar los hábitos y actitudes correctas que te mantendrán encaminado a ello. Hay una serie de características que debes adquirir y mantener de por vida para descubrir que más oportunidades y cosas buenas están por suceder, si sólo las permites.

Algunas características de los grandes son:
Ser Laborioso
El trabajo duro siempre paga. Y no me refiero a trabajar para alguien más… me refiero a focalizar esfuerzos en uno mismo y lograr metas y objetivos propios. No existe ni un solo individuo famoso en la historia que haya alcanzado sus objetivos en la vida sin trabajar para lograrlos. Ser laborioso significa trabajar más duro que los demás, estudiar más que los demás e incluso en ocasiones, sufrir más que los demás. Debes comprender la importancia que tiene la gratificación que se obtiene luego de lograr objetivos y metas propuestas, y luchar para conseguirla.

Para iniciar con el trabajo duro, deberías empezar organizando tu agenda, creando una lista de tareas y funciones diarias y encontrando la gente y recursos que pueden ayudarte. Debes tener en cuenta que tienes que ser tan independiente como sea posible para lograr más a largo plazo.

Disciplina Y Consistencia
La disciplina es lo que separa a los líderes de los seguidores. Si realmente quieres hacer cambios en tu vida, debes poder cumplir con tus deberes incluso si en ocasiones no quieres hacerlo, y mantener una excelente calidad y rendimiento óptimo cada vez. Ser consistente está ligado a ser paciente, donde sin importar la situación ni los obstáculos que se presenten, continuas entregando grandiosos resultados, para lograr tus objetivos y metas finales.

La disciplina y la consistencia se encuentran interrelacionadas. Si continúas practicando los buenos hábitos, y te adhieres a las tareas que te acercan a tus propósitos, será más fácil día  día. Podrás ser una persona diferente conforme te ajustes a lo que la vida te enseñe.

Flexibilidad
Los problemas forman parte de la vida de todo ser humano, pero sólo aquellos que gozan de flexibilidad logran sus metas y objetivos. Debes aprender de tus errores y convertirlos en acciones productivas la próxima vez que te ocurra algo similar. Aprende a levantarte después de cada caída y a doblegar tus esfuerzos para mejorar. Algunas de las personas más exitosas son conocidas por haber enfrentado grandes dificultades.

Optimismo
Necesitas permanecer positivo sin importar la situación ni los problemas que enfrentes. Es vital que permanezcas optimista y siempre confíes en que lograrás tus objetivos y metas. Si eres capaz de auto-convencerte, lograrás más rápido el éxito.

Paciencia
Algunas metas son grandes y toman tiempo. No te permitas pensar que son lo suficientemente grandes como para convertirse en imposibles. Se específico y fija metas más pequeñas con base en tu actual situación, y empieza a trabajar duro por pequeños logros que te llevarán a lograr metas más grandes.

Por último, nunca olvides que eres tú el responsable de los resultados de tus acciones, y que te conviertes en lo que piensas de ti mismo. Sigue adelante, no te detengas y nunca te rindas!



jueves, 31 de agosto de 2017

La Mente Ocupada


Muchas veces escuchamos que cuando estamos tristes, estresados o pasando por un momento complicado, lo mejor es mantenernos ocupados.

Un estudio realizado por la Universidad de Chicago revela que tener tu mente ocupada te hace feliz,  pues mientras estés distraído haciendo algo, te alejas de los pensamientos negativos. Mientras estás ocupado, te deshaces de estrés, la depresión y el aburrimiento.

Christopher K. Hsee, autor del estudio, reveló que es indispensable que todos los días hagas algo; cualquier cosa, incluso si no le encuentras sentido. Los investigadores de este estudio comentan que el deseo de evitar el aburrimiento y la depresión, junto al ocio motivador, son factores importantes para mantenerse ocupados. La necesidad de ganarse la vida o de ayudar a los demás son otros factores.

A los voluntarios que participaron en el estudio se les hizo llenar una encuesta y esperar 15 minutos para llenar otra encuesta. En ese período de tiempo los participantes tenían dos opciones una de no hacer nada durante los 15 minutos y la otra de dar un paseo durante el tiempo de espera.

Al entregar la primera encuesta se le entregaba un caramelo a cada uno. Al pasar el tiempo establecido los que hicieron el paseo se encontraban más felices que los otros que decidieron no hacer nada.

También demostraron que si no se les entregaba el caramelo más participantes se veían motivados a salir y dar el paseo.

Lo importante es mantenerse ocupado a cualquier edad, si te gusta bailar, caminar es el momento. Otra buena idea es leer, fortalecer tu memoria con rompecabezas y juegos de mesa incluso hasta arreglar tu clóset te hará sentir muy feliz.