viernes, 3 de noviembre de 2017

Lo Que Sembramos


Debemos cultivar la humildad y aprender que nadie es más que nadie. Empieza a apreciar a los demás por quienes son y no por sus apariencias

¿Existe una máxima que debería ser la base de las acciones que uno toma a lo largo de su vida?
Seguramente es la máxima de la compasión: “no hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti”.

Cada uno recoge lo que siembra. Si siembras trabajo, recogerás éxitos. Si siembras amor, recogerás felicidad. Si siembras vientos, recogerás tempestades. En definitiva, que si quieres que algo ocurra, predisponlo todo para que suceda.

Prepáralo, pero hazlo adecuadamente. Escúchate y escucha a tu entorno. Tampoco busques imposibles ni venganzas, ya que eso solo atrae al fracaso y a la frustración.

“Si quieres conocer el pasado, entonces mira tú presente, que es el resultado. Si quieres conocer tu futuro,  mira tú presente, que es la causa”
Buda

Dicen que la vida es un eco, que lo que envías y regresa. Dicen que lo que siembras, cosechas. Que lo que das es lo que obtienes. También se habla de que lo que ves en los demás existe en ti. En definitiva, como dijo Facundo Cabral, “la vida es el arte del encuentro”.

La ley de la cosecha es cosechar más de lo que se siembra. Siembra un acto y cosecharás un hábito. 

"Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino".
James Allen

Todo lo que se siembra se cosecha en mayor cantidad. Nuestras semillas se hacen más voluminosas en su transformación y se convierten en algo diferente; es decir, crecen y se desarrollan.

Obviamente, no se recoge el mismo día en que se siembra, pero tú eres el responsable de lo que haces antes y después de la siembra. Este proceso requiere de tiempo.

Eres libre de hacer o no hacer, de pensar o no pensar, de actuar o no actuar, de decir o no decir, etc. No le eches la culpa a los demás de lo que te sucede. Eres libre de tus actos, pero no de sus consecuencias.

Si no te gusta lo que cosechas, analiza y cambia lo que siembras. No te canses de hacer el bien, ni dejes de trabajar cuando todo se complica. No crecemos cuando las cosas se vuelven fáciles, sino que lo hacemos cuando aumentan los desafíos.

Mira bien lo que siembras
Construimos nuestra vida lentamente y, sin darnos apenas cuenta, estamos caminando por senderos que hemos ido forjando. Conocemos como la palma de nuestra mano el valor del esfuerzo, del sacrificio y de la voluntad.

Sabemos que es el camino del éxito pero, sin embargo, lo descuidamos con facilidad.

Cosechar éxitos no siempre es dulce. El proceso hasta el éxito puede ser amargo, pues requiere de gran cantidad de sacrificio y de autocontrol. Sin embargo, cuando comenzamos a cambiar, a hacer cosas diferentes, comenzamos a alcanzar logros.


Lo mismo ocurre con la obtención de la felicidad. Hace falta plantar sonrisas y actos de bondad en semillas, tratarnos y tratar a los demás con buena voluntad. Actuar de la manera contraria solo atrae sentimientos destructivos.

Educar Para La Paz


Educar para la paz es una forma de educar en valores. La educación para la paz lleva implícitos otros valores como: justicia, democracia, solidaridad, tolerancia, convivencia, respeto, cooperación, autonomía, racionalidad, amor a la verdad… La educación en valores es un factor importantísimo para conseguir la calidad que propone nuestro sistema educativo.

Podemos realizar una breve retrospectiva histórica, recordando que la educación para la paz se inicia con el movimiento de la Escuela Nueva, recibe el apoyo institucional de la UNESCO, se enriquece con el ideal de no-violencia y continúa su andadura a través de la Investigación para la Paz y el Desarrollo. Superada la clásica oposición paz contra guerra, actualmente se propone la paz como antítesis de la violencia, la llamada paz positiva. Este aspecto encuentra su mejor marco de actuación pedagógica dentro del modelo sociocognitivista de Vigotsky (1979).

La moderna educación para la paz asume creativamente el conflicto como un proceso natural y consustancial a la existencia humana. La educación para la paz ayuda a la persona a desvelar críticamente la realidad compleja y conflictiva para poder situarse en ella y actuar en consecuencia. Educar para la paz es invitar a actuar en el microcosmos escolar y en el macronivel de las estructuras sociales. Los componentes de la educación para la paz son: la comprensión internacional, los derechos humanos, el mundo multicultural, el desarme, el desarrollo, el conflicto…

Una educación para la paz, la no violencia y la convivencia tiene que asumir sistemáticamente la tarea de analizar el currículo oculto, procurando que afloren aspectos como: trato, comunicación, participación, atuendo, información, etc. De esta forma se podrá diagnosticar el modelo educativo subyacente y buscar soluciones correctas, analizando y resolviendo conflictos. Es preciso enfrentarse con buen ánimo a situaciones nuevas y desconocidas, favoreciendo la autoafirmación y la creatividad. Es fundamental educar en el respeto a las normas cuando son justas y en la desobediencia cuando son injustas. Todos somos responsables de la educación para la paz, tanto a nivel personal como social, local e internacional. La educación para la paz supera el marco de lo extracurricular o complementario y, a través de los distintos niveles del sistema educativo, se va identificando con el mismo concepto de la educación como tal.

Implantar la educación para la paz en el proceso de enseñanza puede ser fruto del temor a la guerra y sus consecuencias o, mejor aún, de la convicción ante la llamada de la historia y el concepto de la dignidad del hombre sobre la tierra. Los grandes retos educativos son aprender a ser, a hacer, a pensar y a convivir. Fernando Lucini (l994), 



jueves, 2 de noviembre de 2017

Cruce De Caminos


La vida es como un camino, hay caminos largos y cortos, planos y empinados, fáciles y difíciles. En nuestra vida, atravesaremos por muchos caminos conforme vayamos viviendo.

Hay caminos que llevan a la fama y la fortuna, hay caminos que llevan a la desolación y la pobreza, hay caminos que llevan al matrimonio, y hay caminos que llevan a la soltería.

Hay caminos de felicidad, y hay caminos de tristeza, caminos de victoria y júbilo y caminos de derrota y decepción.

Así como en cualquier camino, existen esquinas, giros y cruces en nuestras vidas. Quizás el camino más complejo que puedas encontrar en tu vida sea una bifurcación o un cruce de caminos, en el que debes tomar la decisión de ir por alguno de los dos
.
Con sólo dos opciones para escoger y poco conocimiento sobre los resultados finales de ambas ¿Qué camino tomarías? ¿Cuál sería ese camino correcto que garantice tu éxito? Y en todo caso ¿Tomarías algún camino? O ¿Te quedarías donde estás sin moverte?.

Bueno, lo cierto es que no hay garantías.

No sabes a donde te llevará un camino hasta que empiezas a recorrerlo. No hay garantías, y a diferencia de la vida real, difícilmente podrás retornar en el tiempo y tomar otro camino distinto. El hecho de que no haya garantías sobre el éxito con casi cualquier opción que tomes, es una de las cosas más importantes que debes tener en cuenta para tu vida.

Nadie dijo que hacer lo correcto todo el tiempo te llevaría a la felicidad. Amar a alguien con todo tu corazón no te garantiza que seas correspondido. Ganar fama y fortuna no te garantiza la felicidad. 

Recibir consejos de los mejores en ciertas áreas no te hace igual que ellos y por tanto no tienes garantías de que harás las cosas igual de bien.

Existen muchos posibles resultados y todos ellos dependerán de lo que hagas al respecto en el presente. Todo se trata de tus pequeñas decisiones. Tu vida es el resultado de lo que has pensado y las decisiones que has tomado.

En lo único que si tienes pleno poder, es en cómo piensas y reaccionas ante las situaciones que se presenten en tu vida, y déjame decirte que sabiendo esto, cuentas con una gran ventaja con respecto a las personas que no lo saben. 

Estás por delante de los demás porque sabes cómo influenciar el mundo influenciándote primero a ti mismo.

Cuando tienes la potestad de autocontrolarte y efectivamente decidir cómo sentirte y reaccionar ante las eventualidades de la vida, puedes convertir tus resultados en exitosos independientemente de las situaciones y los caminos que tomes.

¿Si supieras que estás tomando una mala decisión, continuarías de todos modos? Posiblemente no. ¿Por qué escoger un camino que seguro te llevaría a la perdición? ¿Por qué tomar una decisión si desde un principio se sabe que no es la correcta?

Solamente luego de tomar una decisión y reflexionar sobre ella, es que te das cuenta si se encuentra acorde a tus deseos. Si las consecuencias o resultados son buenos para ti, entonces has decidido correctamente, sino, tu decisión estuvo mal tomada.

Sin embargo, debes tomar riesgos.

Con base en el hecho de que en la vida no existen garantías de éxito en todo camino que se escoja, por más que otros lo hayan vivido congruentemente, y sumándole a esto el hecho de que conscientemente puedes escoger dominar tus emociones, pensamientos y reacciones ante ciertos eventos en tu vida, una muy buena opción es tomar riesgos.

Suena extraño, pero lo mejor cuando se tienen dudas es arriesgarse. Es mucho mejor arrepentirse de lo que se hace, y no de lo que se deja de hacer. Finalmente, si tomaste tu decisión y te equivocaste, algo tuviste que haber aprendido. Y si fue la decisión correcta, gozaste y también aprendiste. El riesgo por consiguiente, se convierte en una excelente opción.

Pero hay que tener mucho cuidado con la palabra “riesgo”, pues no me refiero a vivir la vida aleatoriamente ni de manera errática. Me refiero a que cuando exista incertidumbre, es bueno tomar el riesgo de seguir por dicho camino, y enfocarse en generar éxito y buenas decisiones subsiguientes, todo desde un plano mental.

Tomar riesgos, es definitivamente mucho mejor que no hacer nada. Moverse a través de un camino es mucho más satisfactorio y te brinda mucho más aprendizaje que quedarte quieto sin hacer nada.

A pesar de que es cierto que cualquier pequeña decisión mal tomada puede cambiar el rumbo de las cosas y hacerte perder en el camino, también es cierto que muchas veces es posible convertir una mala decisión en una oportunidad. Lo mismo aplica con las adversidades y malos momentos.

Todo es cuestión de perspectivas. Tienes la opción de ser un viajero perdido, o un turista casual de la vida.


Toma precauciones de no vivir la vida a la ligera y escoger los primeros caminos que aparezcan, se aventurero, pero no corras peligros si no es lo que quieres. Toma riesgos calculados. Arriesgarse no es ser incauto o idiota.

El Valor De La Palabra


“Ese sí que es un hombre/mujer de palabra.”

Casi ya no se escucha a nadie decir eso hoy en día, ¿verdad? Lo cierto es que los hombres y las mujeres de palabra son bastante escasos. ¿Te has detenido a pensar cuánto vale lo que dices?

Muchos opinan que para sobrevivir en este mundo competitivo es necesario mentir, decir medias verdades, romper contratos y dejar esperando a las personas. No le dan mucha importancia a cumplir su palabra, total desde que inventaron las excusas, todo el mundo queda bien. Sin embargo, los que razonan así tienen una forma de pensar un tanto limitada. A largo plazo estos hábitos te hacen ganar la reputación de ser una persona irresponsable, insensible, y tramposa. 

Y la verdad es que eso no te ayudará en ningún ámbito de tu vida, sea profesional, familiar, o social.
Tu palabra te define

No hay nada que confiera más dignidad a una persona que la honestidad.

Un gran porcentaje de promesas rotas se originan en situaciones en las que te sientes presionado a decir “sí.” El primer paso hacia la honestidad es aprender a decir “no”. ¿Cómo es esto? Pues, puede ser que sientas vergüenza diciendo “No entiendo,” “No sé mucho acerca de ese tema,” “No creo que pueda terminarlo para esa fecha,” o “No me será posible cumplir con ese horario, o esa cuota.”

Sin embargo, aunque eso no sea exactamente lo que quiera oír tu jefe, tu cliente o tu compañero, sin duda lo apreciarán más que si dices: “Sí, claro,” y luego no cumples. Además, se quedarán con imagen positiva de ti. Muchas personas o compañías están dispuestas a dar entrenamiento o un plazo de tiempo más largo para terminar un proyecto, con tal de saber que están trabajando con una persona honrada. 

Quizás no te contraten para ese trabajo o evento, pero en el futuro cuando necesitan una persona de confianza, vendrán donde ti. Sin embargo, para poder ser honesto en este aspecto hace falta otras dos virtudes que también son bastante escasas: la humildad y la modestia.

Además recuerda, si no expresas tus dudas, nunca aprenderás. Si dejas claro que es la primera vez que has realizado un proyecto de este tipo, entonces los que te rodean tendrán expectativas realistas. 

En vez de pensar: “…Y eso, que supuestamente era experto,” pensarán “No está mal para su primera vez.”


Templanza



Qué es Templanza:
El término templanza es de origen latín templararia, es una cualidad humana que consiste en actuar o hablar de forma cautelosa y justa, con sobriedad, con moderación o continencia para evitar daños, dificultades e inconvenientes.

La templanza es una virtud que permite al individuo controlar las pasiones, vicios e impulsos frente a los encantos de los deseos, placeres o instintos. La templanza requiere un buen juicio, prudencia, discernimiento, precaución y sabiduría.

La templanza es un valor que permite al individuo tener dominio y control sobre sus actos, logrando mantener el equilibrio, a través del disfrute de las cosas buenas sin caer en el exceso ya que se puede transformar en dañino o perjudicial para el propio. Por ejemplo: el alcohol, la comida o el sexo, que pueden ser peligrosos si se deja a un lado la templanza.

Por otro lado, en el área de la pintura, la templanza es la armonía y buena disposición de los colores.
En relación a la climatología, la templanza hace referencia a la moderación del clima. “El trabajo del jardín se llevará en épocas de mayor templanza”.

Los sinónimos de templanza son moderación, mesura, ponderación, cuidado, prudencia, etc. Por su parte, los antónimos son abuso, exceso, imprudencia, desenfreno, entre otros.

Templanza en filosofía
La templanza, vista como una virtud, ayuda al individuo a controlar todo lo que es captado por los sentidos causando placer o deseos. Como tal, permite al individuo disfrutar moderadamente de los placeres o bienes sensibles. 

Para el filósofo Platón, el alma posee varias partes que le corresponde a un tipo de virtud, y en este caso, la parte concupiscible de la misma se relaciona con la templanza para enfrentar a los abundantes y excesivos deseos que aunada con el coraje y la sabiduría conlleva al ser humano a la justicia.

Por su parte, Aristóteles, en su libro La gran moral indica que la templanza es el punto medio entre los dos extremos contrarios, asimismo, en su obra realiza una aclaratoria, indicando que se está ante la templanza si el individuo frente a los placeres o deseos actúa con moderación y prudencia sin dejarse dominar, ya que si se aleja o se abstiene de todo lo que le causa placer o deseo no se puede decir que se está ante una situación de templanza.  

Frases de templanza
“Templanza y trabajo son los dos mejores custodios de la virtud”.  Juan Bosco.
“Lo que mejor sienta a la juventud es la modestia, el pudor, el amor a la templanza, y la justicia. Tales son las virtudes que deben formar su carácter”. Sócrates.
“La templanza es un gran capital”. Cicerón.
“La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía”. Aristóteles


Palabras Para Animar


El poder de las palabras es inestimable. Gracias a ellas puedes experimentar emociones, anhelos y un sinfín de sentimientos. Son capaces de hacerte reír a carcajadas y llorar amargamente. Forman frases que pueden cambiar tu vida, dándole un sentido hasta entonces incierto.

Hay frases que ponen fin a guerras; otras, que las empiezan. Muchas de ellas determinan el destino de una persona, hundiéndola en el fango o animándola a dar lo mejor de ella. Estas últimas son las que se convierten en el motor del mundo. 

Frases que pueden cambiar tu vida:

Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento
Esta irónica y acertada frase pertenece a la política y escritora estadounidense Eleanor Roosevelt. Como ella misma dijo, nadie tiene el poder de hacerte sentir inferior, a no ser que tú se lo des.

No te dejes pisotear por nadie. Ninguna persona tiene derecho a humillar a los demás y quien lo hace demuestra muy poca educación y respeto por el prójimo. Si no permites que los comentarios hirientes te afecten, estos perderán todo su poder malintencionado.

Lo peor en la vida no es acabar solo, sino acabar con alguien que te hace sentir solo
Robin Williams es el artífice de esta triste apreciación. Actualmente vivimos en una sociedad en la que se nos vende que no tener una pareja ideal es sinónimo de fracaso. Se nos hace creer que necesitamos estar con otra persona, aunque nos haga infelices, porque si no no estamos completos. Pero es completamente falso.

Es necesario aprender a estar solos, porque así podremos evitar la dependencia emocional y las consecuentes relaciones nocivas. Estar con alguien debe ser cuestión de elección, nunca de necesidad.

Equivocarse es aprender
Muchas personas son incapaces de aceptar sus errores. Creen que equivocarse es de débiles, cuando realmente es de sabios. Los niños pequeños necesitan caerse una y otra vez hasta que aprenden a andar. Lo mismo pasa con los adultos. Un error también es una oportunidad.

Si no te equivocas es que no lo has intentado. Para avanzar es necesario aprender a caer y a aceptar las derrotas.

“El error del pasado es la sabiduría y el éxito del futuro”
-Dale Turner-

Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna

Quiérete. Quiérete como querrías al amor de tu vida, porque a fin de cuentas…eres tú. Oscar Wilde promulgaba que es necesario tratarse con respeto y comprensión. Cuida tu cuerpo y tu alma, y no permitas que nadie te diga que no vales.

Amarse a uno mismo significa también eliminar de tu vida esos hábitos y personas que solo te hacen daño. Piensa que tienes que velar por tu bienestar y lo que no sea bueno, tíralo a la basura.

Si no tienes enemigos significa que nunca has luchado por nada
Winston Churchill sabía que ciertas decisiones podrían granjearle muchas enemistades.
Aun así, eligió actuar conforme a sus principios, pues consideraba que era lo correcto.

Lucha por aquello que consideres necesario. Habrá personas que te animarán y otras que no estarán de acuerdo contigo. Respeta a estas últimas, pero no permitas que infieran en tus propósitos si consideras que estos son nobles.

La autoestima es el valor fundamental que promueven estas frases que pueden cambiar tu vida. Ámate y respétate, lucha por aquello que te haga feliz y no permitas que otros decidan tu vida por ti. La lucha por la felicidad no está exenta de fracasos, pero lo importante es seguir caminando.


Definiciones De Cultura


Cultura (del latín cultūra) es un término que tiene muchos significados interrelacionados. Por ejemplo, en 1952, Alfred Kroeber y Clyde Kluckhohn compilaron una lista de 164 definiciones de «cultura» en Cultura: Una reseña crítica de conceptos y definiciones; y han clasificado más de 250 distintas.3​ En el uso cotidiano, la palabra «cultura» se emplea para dos conceptos diferentes:

Excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida como alta cultura.

Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver necesidades de todo tipo.

Cuando el concepto surgió en Europa, entre los siglos XVIII y XIX, se refería a un proceso de cultivación o mejora, como en la agricultura u horticultura. En el siglo XIX, pasó primero a referirse al mejoramiento o refinamiento de lo individual, especialmente a través de la educación, y luego al logro de las aspiraciones o ideales nacionales

A mediados del siglo XIX, algunos científicos utilizaron el término «cultura» para referirse a la capacidad humana universal. Para el antipositivista y sociólogo alemán Georg Simmel, la cultura se refería a «la cultivación de los individuos a través de la injerencia de formas externas que han sido objetificadas en el transcurso de la historia».

En el siglo XX, la «cultura» surgió como un concepto central de la antropología, abarcando todos los fenómenos humanos que no son el total resultado de la genética. Específicamente, el término «cultura» en la antropología americana tiene dos significados: (1) la evolucionada capacidad humana de clasificar y representar las experiencias con símbolos y actuar de forma imaginativa y creativa; y (2) las distintas maneras en que la gente vive en diferentes partes del mundo, clasificando y representando sus experiencias y actuando creativamente. 

Después de la Segunda Guerra Mundial, el término se volvió importante, aunque con diferentes significados, en otras disciplinas como estudios culturales, psicología organizacional, sociología de la cultura y estudios gerenciales.

Algunos etólogos han hablado de «cultura» para referirse a costumbres, actividades o comportamientos transmitidos de una generación a otra en grupos de animales por imitación consciente de dichos comportamientos.

https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura


miércoles, 1 de noviembre de 2017

Luchadores




Los débiles no luchan. Los más fuertes quizás luchen una hora. Los que aún son más fuertes, luchan unos años. Pero los más fuertes de todos, luchan toda su vida, éstos son los indispensables.
Bertolt Brecht (1898-1956) Dramaturgo y poeta alemán.

Cuando la lucha de un hombre comienza dentro de sí, ese hombre vale algo.
Robert Browning (1812-1889) Poeta inglés.

La lucha siempre merece la pena si el fin vale la pena y los medios son honestos.
Steven Brust (1955-?) Escritor estadounidense.

El que lucha contra nosotros nos refuerza los nervios y perfecciona nuestra habilidad.
Edmund Burke (1729-1797) Político y escritor irlandés.

No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
Mario Benedetti (1920-2009) Escritor y poeta uruguayo.




El Ser Responsable



Hasta dónde puedo hacer yo? ¿Cuándo es el momento para dejar de actuar? ¿Qué fantasmas hay detrás de la responsabilidad? ¿Cuál es mi papel en los problemas ajenos? La responsabilidad, como casi todo lo que nos rodea, en su justa medida es adecuada y funcional. Sin embargo, ¿qué pasa cuando supera los límites que son tolerables para nosotros o cuando nos exige más de lo que podemos dar? Cuando esto ocurre surge en nosotros la culpa, la ansiedad, los debería, los tengo que y es aquí cuando nos toca actuar.

Yo soy responsable de lo que puedo hacer y de lo que puedo controlar. En el momento en el que intente hacer algo que no está en mi mano será cuando empiecen a aflorar estas emociones desagradables. Si me diera cuenta de que mi responsabilidad llega hasta dónde puedo abarcar no sería esclavo de la ansiedad. Si me diera cuenta de que yo soy la persona con la que voy a convivir toda la vida y es a ella a quien le tengo que ser fiel y por quien debo sentirme responsable, no me comería el demonio de la culpa.

“Quien es auténtico asume la responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es”
-Jean Paul Sartre-

En nuestra cultura la responsabilidad es muy valorada. Alguien que es comprometido, organizado, leal etc. es bien visto y casi inconscientemente premiado por la sociedad, tanto para los trabajos, para realizar labores, para amistades etc. Por ello nos sentimos mal cuando no asumimos la parte de responsabilidad que entendemos que nos corresponde. Podemos pensar que sintiéndonos responsables, a veces incluso de acciones que no son nuestras o no nos incumben, nos sentiremos mejor.
Somos responsables de nuestros actos y solo hasta ahí podemos y debemos hacer. Tendremos que aprender a colocar nuestros límites y a dejar que las situaciones de los demás nos afecten hasta un punto. 

Cuando superemos estas líneas ya no estarán dentro de los límites que marcan el espacio de nuestra responsabilidad las acciones de los demás y podremos sentirnos libres y en paz, por haber hecho hasta donde podíamos y teníamos que hacer, habremos dado todo lo que está en nuestras manos.

Aprender a soltar y sentirme libre con responsabilidad

Si he logrado actuar como quería, si siento que he dado lo mejor de mí, si considero que mis actos son un reflejo de lo que soy y me gusta cómo se me ve, estaré en el lugar que me permitirá saber y reconocer que más allá de esto no hay malas emociones que puedan perseguirme. Todo lo demás está de más.


lunes, 30 de octubre de 2017

Persistir En La Lectura


¿Qué significa hoy leer? ¿Cómo son hoy los aprendizajes? Los nuevos soportes y dispositivos lectores hacen necesaria la redefinición de ambos términos, y una de las funciones más importantes de la lectura sigue siendo su condición de herramienta esencial para el aprendizaje.

Con este punto de partida la ILE (Institución Libre de Enseñanza) ha organizado tres jornadas durante el mes de diciembre en Madrid, Logroño y León para las que se ha pedido la participación de nuestro programa LEERES del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Todas tienen una estructura similar, a pesar de ciertas variaciones: combinan talleres a puerta cerrada para profesores y asesores de formación con una mesa redonda, abierta al público, que los responsables de los talleres comparten con otros expertos.

¿Qué hacer desde las instituciones? Merece la pena repasar documentos como el Marco teórico de la lectura de PISA 2009, el informe de un grupo de expertos por encargo de la UE, o las Conclusiones del Consejo sobre alfabetizaciones múltiples de diciembre de 2012.

Desgraciadamente los factores socioeconómicos de la familia, la formación de las madres o el número de libros en casa son aún decisivos para los resultados de PISA en España pero estas circunstancias –cuando son adversas- consiguen minimizarse si desde la escuela se trabaja para hacer lectores “comprometidos” con la lectura, que hagan suyo el texto. 

Como ocurre con la formación de las rocas, uno puede llegar a ser buen lector por sedimentación o por implosión. Para acelerar el proceso hay que explorar dos vías muy distintas pero complementarias: si se interviene utilizando estrategias lectoras de orden metacognitivo que ayuden a aprehender el texto o si este se relaciona con la oralidad, con las emociones con lo performativo (lectura en voz alta, social, entre iguales, dramatizaciones, etc.) Podemos preparar al alumnado insistiendo en el valor propedéutico o terapéutico de la lectura. En ambos casos les ayudaremos a hacerse con el texto, a avanzar como lectores.

Todas estas posibilidades  han estado presentes en  las distintas intervenciones de Madrid y Logroño:
Rachel Whitaker, de la UAM, mostró un Plan de Formación del Profesorado Reading to Learn que ha sido objeto de un reciente Proyecto Comenius de cooperación entre distintos países europeos y que intenta, precisamente, acelerar el progreso lector en entornos poco favorecidos o con dificultades lingüísticas.

José Antonio Millán demostró que la lectura es hoy día un fenómeno multimodal y que la búsqueda y selección de información es parte fundamental del aprendizaje. En la Residencia de Estudiantes impartió dos talleres, el primero sobre cómo aprovechar las herramientas, cada vez más sofisticadas, que permiten buscar dentro de los textos, utilizando para ello la aplicación Web Revistas de la Edad de Plata y el segundo sobre cómo leer el lenguaje icónico, la señalética.

En Madrid Ana Gurruchaga, que fue directora del colegio ESTUDIO, tan vinculado al proyecto de Giner de los Ríos, nos habló de la importancia de la lectura en su centro, hasta el punto de que la vida escolar gira en torno a las cuatro bibliotecas que acompañan cada una de las etapas.

En Logroño, en el CEIP Cervantes de Fuenmayor (Rioja), también han hecho de la lectura el eje de las actividades del centro. Carmen del Poyo, su directora, contó cómo la incorporación de las familias como agentes dinamizadores de las actividades lectoras en infantil y primaria ha cambiado la vida de su centro.

Poco a poco o a grandes bocados, educar es ayudar a crear lectores. No hay más.


domingo, 29 de octubre de 2017

Legal, Ilegal, Nos Quiere O No Nos Quiere


Podemos posicionarnos en un bando o en otro, somos libres para decidir de qué lado queremos estar.

La verdad es que sólo buscamos un bienestar, el cuál no vamos a conseguir agrediéndonos entre nosotros, sólo así conseguimos dar el gusto a los políticos que nos gobiernan de un sitio y de otro, y es que son todos los mismos perros con distinto collar.

Si nos paramos a mirar y observar, mientras nos sacamos los ojos los unos a los otros, ellos se llenan los bolsillos a costa de nosotros.

Para ninguno de ellos existe la independencia.

Para ninguno de ellos existe España.

Para ellos sólo existe poder manejarnos como títeres sembrando la discordia para desviar las miradas hacia otro lado.

Luchemos sí,  Pero por nuestros intereses.

¿A alguno de ellos les preocupa que hayan 3.335.000 parados y que de estos 2.150.000 no cobren nada?

¿A alguno de ellos les preocupa que tengamos un techo donde vivir?
¿A alguno de ellos les preocupa que tengamos o no para comer?
¿A alguno de ellos le preocupa que nuestros hijos no puedan estudiar por falta de recursos o por los recortes sufridos en educación?
¿A alguno de ellos les importa nuestras vidas, nuestro bienestar o en qué situación estamos?

La pura y dura realidad es que sólo quieren vendernos la moto.

Sólo luchan y seguirán luchando por seguir en el poder de sus intereses propios.

El problema no es Cataluña y su independencia.

El problema no es España.

El problema es la clase Política que nos gobierna tirando la piedra y escondiendo la mano.

La solución ante el conflicto es separarnos sí, pero de ellos.

No les demos el gusto de autoclasificarnos porque no lo merecemos. Ya tenemos bastante con la precaria situación en la que se encuentra nuestro país gracias a ellos, como para encima estar en el medio de una guerra de bandos.


Que mientras nosotros estamos al frente de esta guerra, ellos están sentados en el palco frotándose las manos, comiendo palomitas y llenando sus bolsillos.

La Vida Que Vivimos


 Mi vida dista mucho de ser perfecta, y sé muy bien que jamás lo será, pero he aprendido a disfrutar las pequeñas cosas….desde un vaso de agua fría cuando más lo deseo, hasta una puesta de sol que tenga el honor de observar.
En este momento de mi vida emociono con detalles que a otras personas les parecería insignificantes, y celebro cada minuto de mi existencia, agradecida de vivir, porque como siempre digo, hay muchos que no tienen ese privilegio, no solamente a los que parten de este mundo, sino a los que aún están aquí, pero no se dan cuenta.

Y es que cada minuto cuenta, y el tiempo no regresa.  Y muchos aún no entendemos para qué estamos acá.  La vida no es fácil, hay problemas, pesares, dificultades, presiones, pero está en nosotros reconocer que nada de lo anterior es perenne y que todo tiene una caducidad.  Entonces, de qué sirve lamentarse, llorar, culpar?  De nada, la vida continúa pasando y vamos perdiendo ese tiempo precioso que no regresa.

Los tiempos malos llegan solos, y cuando llegan parece como si se detuviera el tiempo y se convierten en una eternidad.  Pero eso también pasa.

Simplemente vive.  Levántate cada día con la mejor actitud, da gracias a Dios por la oportunidad de abrir los ojos, por todo lo que te ha dado y te dará, presenta tu día a Él y entrégale todo lo que has de emprender. Luego salta de la cama con tu mejor sonrisa y decide amar a todos, especialmente a aquellos que menos lo merecen.

Siempre digo que es nuestra decisión ser feliz, y no porque lo leí por ahí, sino porque lo vivo cada día.  Abro mi corazón a Dios y le invito a quedarse en él, y con El, llega la paz, la templanza, la paciencia y  la tolerancia hacia los demás.  

También llega el agradecimiento por todo lo que me llega, por lo bueno, por lo malo y por lo espectacular.


Seamos agradecidos, cada momento cuenta!

sábado, 28 de octubre de 2017

ILUSIÓN



Este afecto tiene dos acepciones muy distintas:

• Sentimiento de alegría y satisfacción que produce la realización o la esperanza de conseguir algo que se desea intensamente.

• Esperanza, con o sin fundamento real, de lograr o de que suceda algo que se anhela o se persigue y cuya consecución parece especialmente atractiva

En el primer caso se trata de un Afecto-Energía que nos lleva a la Automotivación. La ilusión como fuente de energía emocional renovable, sostenible y ecológica. Hablamos de la ilusión que nos ilumina, que nos conecta con la esperanza, que nos mueve a la acción creadora. La ilusión de que algo puede llegar a ser nos mueve a hacer planes para lograr nuestros objetivos. Nos abre a lo que nos rodea y pone a nuestros sentidos atentos y en alerta para detectar todo aquello que puede transportarnos a lo que deseamos, esperamos, queremos. Cuando nos ilusionamos nos salen chispitas de los ojos y nuestro cuerpo no puede estarse quieto. Nuestros maestros en la ilusión son nuestros niños. Ellos mantienen su llama y son capaces de contagiarnos una ilusión cargada de alegría.

En el segundo caso – sobre todo si no se basa en un fundamento real — nos encontraríamos con una ilusión como engaño de la mente, que supone esperar algo sin hacer nada para ocurra. Autoengaño. 

Consensuar el significado sobre de qué hablamos cuando decimos “ilusión” es clave.

Y cómo soportaría yo ser un hombre si el hombre no fuese también poeta y adivinador de enigmas y redentor del azar? – planteaba Nietzsche.

Lo que nos asombra nos llena de ilusión.

Es importante cuidar nuestras ilusiones porque si desaparecen, aunque sigamos existiendo, habremos dejado de vivir.

Mercè Conangla y Jaume Soler



Procrastinación


¿Te has oído a ti mismo alguna vez poner excusas como “esto no es importante” o “yo es que trabajo mejor bajo presión” para no hacer algo? Entonces, lo más probable es que sufras lo que los psicólogos llaman procrastinación o, hablando en cristiano, falta de voluntad

Nos referimos a personas que siguen un modus operandi perjudicial en su vida. Esos que se motivan mucho y, de repente, sienten que quieren hacer cosas nuevas y se proponen nuevos retos pero, al final, nunca los empiezan o suelen dejarlos a medias.

Por si fuera poco, justifican y ocultan su falta de voluntad en excusas como las que hemos dicho antes para evitar el sentimiento de culpa. Os alegrará saber que existe una explicación psicológica para este comportamiento, así como un tratamiento. No llegar nunca a terminar lo que te propongas no tiene por qué ser tú sino eterno, puedes luchar contra ello y te vamos a explicar cómo hacerlo.

¿Qué motivos llevan a alguien a sufrir procrastinación o falta de voluntad?

Según la especialista en psicología clínica del Instituto Barcelona de Psicología, Gemma Figueras, uno de los motivos por el que las personas desarrollan este comportamiento reside en la educación que se ha recibido en casa. “El tipo de conducta que inculcan en sus hijos los padres autoritarios y controladores impide que los niños desarrollen la capacidad de autorregularse, de internalizar sus propias intenciones y de aprender a actuar en consecuencia”, explica Figueras.

Por otra parte, la psicóloga Natalia Pomar nos cuenta que la frustración es una gran fuente de aprendizaje y también es importante empezar en la infancia: “si de pequeños no nos han enseñado a frustrarnos de vez en cuando, a perseguir metas con obstáculos y, lo más importante, a aprender de esos obstáculos, lo vamos a tener más complicado a la hora de sacar la fuerza de voluntad”.

La  procrastinación
 es un mecanismo de defensa que se desarrolla a partir de vivencias como estas. Lo que provoca es que actuemos con resentimiento y rebelión ante lo que suena imperativo, es decir, cosas del tipo “tengo que”. La mente se convence de que algo es difícil o complicado de realizar, incluso doloroso y, en consecuencia, busca excusas para no hacerlo a pesar de que el deseo de realizarlo sea muy potente. El problema más importante de este comportamiento es la imagen o percepción que se transmite a los demás.


Ya sea en el trabajo, en familia o en una relación sentimental o de amistad, es usual que no se confíe plenamente en una persona con falta de voluntad, porque se cree que no se va a comprometer y que puede dejarnos tirados en cualquier momento

Por otra parte, es un comportamiento que acaba dañando emocionalmente a la persona que lo sufre, ya que el círculo vicioso de proponerse algo y no conseguirlo termina por atacar la autoestima de la persona. “La falta de voluntad provoca en quienes la padecen frustración, angustia o incluso ansiedad”, asegura la psicóloga Figueras.

Tu Fuerza Interior


“Tener fuerza interior puede ayudarnos a salir airosos de cualquier situación desfavorable o puede, sencillamente, ayudarnos a evolucionar y seguir creciendo. También nos puede servir para saber cómo actuar ante los obstáculos que van surgiendo en nuestro andar por la vida

Entonces, es necesario reforzar ese poder interior que todos tenemos y que en algunos casos se halla “dormido”.

Si ante el fracaso te levantas una y otra vez, si tienes la capacidad de trabajar duro para conseguir tus metas, si nada ni nadie te detiene hasta obtener lo que deseas. Entonces, ¡enhorabuena! Tu fuerza interior es realmente poderosa.

“El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de lo que sucede.”
-Jorge Bucay-

La clave está en no desistir, en nunca “plantar bandera blanca” ni darnos por vencidos, aun cuando la tormenta haya creado tantas olas y estemos muy lejos del puerto más cercano. No se trata de una simple metáfora, sino de la vida misma, que a veces pareciera alejarnos de nuestras metas aunque sostengamos fuertemente el timón o icemos las velas.

¿Qué diferencia a las personas con una gran fuerza interior?

En primer lugar, ellas tienen el control de lo que les ocurre, o al menos, actúan como si lo tuvieran. Algunos pueden decir que han sido bendecidos, otros que tienen buena suerte y otros que son empujados por una estrella, pero todos miran al futuro con esperanza.

Además, tienen esperanza porque saben que se van a equivocar pero también que van a aprender. Saben que no todo va a ser fácil, pero no encuentran una razón lo suficientemente poderosa que les diga que no van a poder.

En segundo lugar, las personas con una gran fuerza interior saben que hay cosas en las que no pueden influir ni cambiar, por lo tanto, no gastan sus energías en ellas. Por el contrario, se enfocan en aquello que está en sus manos y trabajan incansablemente para poder llevar a cabo lo que desean.

Si quieres mejorar tu fuerza interior deberás ver el pasado como una fuente de información a la cual puedes acceder cuando lo necesites. ¡Pero atención! Existen otras bases de datos para nutrirnos. 

Muchas personas viven atadas a su pasado y no es bueno. Todo lo que les ha ocurrido se convierte en un fardo o en una mochila pesada que no permite avanzar un solo paso. Los que realmente tienen una fuerza interior considerable saben que las vivencias del ayer son valiosas, pero que no hay que encadenarse a ellas.

Y por último, los que pueden sentirse orgullosos de su fuerza interior no quieren impresionar a nadie más que a ellos mismos. No actúan para demostrar a los demás lo que son capaces de hacer, sino que son felices por su propios logros.


La motivación es algo que no pierden ni por un instante y estas personas la alimentan celebrando sus logros; no para presumir sino para disfrutar de lo que han conseguido. 

Esto no quiere decir que no puedan comunicar lo que consiguen, sino que saben cuándo, cómo y a quiénes contar sus buenas noticias.

Cuando Decimos Lo Que Decimos



Complejidad de la comunicación humana.

Cada vez que  intercambian significados dos interlocutores, intercambian lo que dicen y lo que muestran en la comunicación no verbal, y lo que dicen está fundamentado por lo que piensan y sienten, coloreado por lo que opinan de si mismos, del otro y del tema que les ocupa.

Este entramado puede llevar a los malentendidos, sí

Y también hacer de cada encuentro un rico crisol de entendimientos:

Si tengo en claro lo que pienso y siento, y eso me sirve para elaborar un mensaje claro.

Si lo que pienso del tema hace que me comprometa en desarrollarlo ampliamente o en desestimarlo si no vale la pena, no es oportuno o necesario.

Si mi opinión del otro ayuda a considerarlo un interlocutor válido, escucharlo desde el compromiso y la apertura.

Sólo hace falta comunicarse.

Con claridad, honestidad y compromiso. Sin juzgar, intentar cambiar al otro. Aceptando, validando. Eligiendo qué decir y cómo decirlo. Preguntando para entender. Disfrutando el encuentro. 

Multiplicando las posibilidades de entenderse.

Genio Y Figura

Filosofía
Genio Y Figura
En griego antiguo se designaba la divinidad unas veces como theós (ϑεός) y otras como dáimon (δαίμων). Un concepto no excluye al otro: los dioses olímpicos se pueden llamar también dáimones (δαίμονες), y los seres negativos y demoníacos se pueden denominar también theoí (ϑεοί). Lo característico del dáimon es su forma de actuar anónima e imprevista; poco a poco va tomando la forma de una instancia que determina la suerte de las personas, una especie de hado.

Fue Hesíodo el primero que dejó de identificar los dáimones (δαίμονες) con los dioses y dio una interpretación genérica del dáimon (δαίμων): las almas de los muertos actúan en el mundo como seres benéficos y guardianes de los hombres.

Se desarrolló así la idea de los demonios que acompañan a los hombres en el transcurso vital desde el nacimiento como personificación del destino, de la móira (Μοίρα), interviniendo unas veces de forma positiva y otra de forma negativa.

El que es feliz tiene un eudáimon (un demonio bueno) y el desgraciado, un kakodaímon o dysdáimon (un demonio malo). Más tarde, el cristianismo “angeliza” a los demonios buenos y “demoniza” a los malos. 

La función de mediadores la conservan ahora solamente los ángeles, todo lo negativo va a cargo de los demonios, que ahora son solamente seres malignos. Este dualismo lo aplicará más tarde la etnología y fenomenología de la religión para hablar de los dioses y divinidades de las culturas primitivas.

En Roma aparecen los demonios, en el sentido griego de dáimon (δαίμων), dáimones (δαίμονες), en forma de genios. El geniuslatino significa ‘espíritu protector / genio tutelar’ y es un sustantivo derivado del verbo latino gignere (genere) ‘engendrar, generar, dar a luz, producir’. 

El antiguo genius romano era, como personificación de la potencia generadora, el espíritu tutelar del hombre. Comienza su labor con el nacimiento de cada hombre, le acompaña en todo el transcurso de su vida e incluso más allá de la muerte. En la baja latinidad, el genius fue tomando el significado de ‘espíritu o genio creador, talento natural’, de ahí luego genio y genialidad.

Platón usa también el adjetivo, a veces sustantivado, daimónion (δαιμόνιον). Ambos suelen traducirse al español con el mismo vocablo ‘demonio’. Lo dáimones griegos habían sido concebidos antes de Sócrates como divinidades, pero en la época de Sócrates ya designan algo así como ‘superhombres’, seres hijos de los dioses, pero sin pertenecer a la esfera de las divinidades.

En el Banquete de Platón, el Amor es pintado como un gran dáimon, intermediario entre lo mortal y lo inmortal. En la Apología de Sócrates, se refiere Platón al daimónion de Sócrates, cuando éste explica por qué no se ha ocupado de los asuntos de la ciudad e indica que el motivo de ello reside en que a veces emerge de él algo divino, theión (θειόν) y demoníaco, daimónion (δαιμόνιον) que desde su infancia una voz se hacía oír a veces en su interior para empujarlo a no hacer lo que había estado a punto de hacer.  Se puede interpretar esta voz de que habla Sócrates como la expresión de la vocación intransferible de cada hombre. La voz del daimónion de Sócrates es señala lo que no hay que hacer, es un imperativo negativo, una prohibición.

En los textos neopitagóricos y neoplatónicos, los dáimones son concebidos como intermediarios, algunas veces como divinidades inferiores (genios buenos o malos), otras veces como personalidades divinas a las que los hombres están ligados de tal forma que cada uno tiene su propio dáimon o genio.