jueves, 2 de noviembre de 2017

El Valor De La Palabra


“Ese sí que es un hombre/mujer de palabra.”

Casi ya no se escucha a nadie decir eso hoy en día, ¿verdad? Lo cierto es que los hombres y las mujeres de palabra son bastante escasos. ¿Te has detenido a pensar cuánto vale lo que dices?

Muchos opinan que para sobrevivir en este mundo competitivo es necesario mentir, decir medias verdades, romper contratos y dejar esperando a las personas. No le dan mucha importancia a cumplir su palabra, total desde que inventaron las excusas, todo el mundo queda bien. Sin embargo, los que razonan así tienen una forma de pensar un tanto limitada. A largo plazo estos hábitos te hacen ganar la reputación de ser una persona irresponsable, insensible, y tramposa. 

Y la verdad es que eso no te ayudará en ningún ámbito de tu vida, sea profesional, familiar, o social.
Tu palabra te define

No hay nada que confiera más dignidad a una persona que la honestidad.

Un gran porcentaje de promesas rotas se originan en situaciones en las que te sientes presionado a decir “sí.” El primer paso hacia la honestidad es aprender a decir “no”. ¿Cómo es esto? Pues, puede ser que sientas vergüenza diciendo “No entiendo,” “No sé mucho acerca de ese tema,” “No creo que pueda terminarlo para esa fecha,” o “No me será posible cumplir con ese horario, o esa cuota.”

Sin embargo, aunque eso no sea exactamente lo que quiera oír tu jefe, tu cliente o tu compañero, sin duda lo apreciarán más que si dices: “Sí, claro,” y luego no cumples. Además, se quedarán con imagen positiva de ti. Muchas personas o compañías están dispuestas a dar entrenamiento o un plazo de tiempo más largo para terminar un proyecto, con tal de saber que están trabajando con una persona honrada. 

Quizás no te contraten para ese trabajo o evento, pero en el futuro cuando necesitan una persona de confianza, vendrán donde ti. Sin embargo, para poder ser honesto en este aspecto hace falta otras dos virtudes que también son bastante escasas: la humildad y la modestia.

Además recuerda, si no expresas tus dudas, nunca aprenderás. Si dejas claro que es la primera vez que has realizado un proyecto de este tipo, entonces los que te rodean tendrán expectativas realistas. 

En vez de pensar: “…Y eso, que supuestamente era experto,” pensarán “No está mal para su primera vez.”


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