lunes, 9 de julio de 2018

Los Buenos Modales

Desde mi punto de vista los buenos modales van unidos a la buena educación, y con buena educación no me refiero a tener muchos conocimientos o haber asistido a los mejores colegios del mundo.

Ser educado, tener buenos modales, es comportarse correctamente en cada una de las situaciones que nos encontremos en la vida, es tratar a las personas, a todas las personas, con total respeto aunque no coincidamos con ellas en su forma de pensar.

Tener buenos modales no es sinónimo de ser personas “estiradas” ni de tener que conocer todas las reglas de etiqueta. Saber comportarse tiene más que ver, desde mí punto de vista, con mostrar respeto y ayudan a que todos puedan sentirse cómodos.

Creo que casi todos nos hemos encontrado en alguna ocasión con personas guapas y atractivas que, desgraciadamente, han demostrado ser solamente un envase bonito sin demasiado contenido. 

Personas que no han sabido comportarse, ni tratar a los demás con cortesía, con educación, con respeto.

Los buenos modales son indispensables para desenvolvernos en la vida y ser apreciados por todo lo que podemos ofrecer y van de la mano de valores como el respeto, la lealtad, la gratitud, la compresión, la tolerancia, etc., todo ello muy necesario para ser una persona íntegra.

Saber comportarse es importante para todas las personas, sin importancia del sexo o de la edad y para llegar a ser adultos íntegros y con buenos modales se ha de trabajar desde el hogar. Se ha de enseñar a los niños a tener un buen comportamiento, padres y educadores han de unir esfuerzos para conseguirlo.

Algunas personas pueden sentirse avergonzados al actuar de acuerdo con las normas básicas de buena educación delante de otros que no lo hacen, no debería ser así. No debemos sentirnos avergonzados por tener buenos modales.

Los buenos modales consiguen que la interacción con otras personas se mucho más fácil y agradable. Tener buenos modales es poner en funcionamiento la “regla de oro”: compórtate con los demás como quisieras que ellos se comportaran contigo.

Estas son algunas normas básicas que siempre es aconsejable seguir en nuestro caminar cotidiano por la vida:

Pedir siempre las cosas por favor y dar las gracias por el servicio recibido.
Disculparnos si, involuntariamente, tropezamos con alguien o le causamos algún tipo de perjuicio.
Saludar siempre cuando lleguemos a un lugar.
Si viajamos en transporte público ceder el asiento a personas mayores o mujeres embarazadas.
Hablar siempre correctamente evitando usar un tono de voz excesivamente alto y el uso de palabras malsonantes e inapropiadas.

Es muy conveniente saber comportarse en la mesa, prestar atención a la forma de comer, pedir las cosas por favor, no usar el teléfono móvil mientras estamos comiendo, aprovechar ese momento para charlas relajadamente y disfrutar de la compañía.

También son importantes los buenos modales cuando hablamos por teléfono. Si recibimos una llamada hay que contestar con educación y si somos nosotros los que la realizamos debemos saludar y presentarnos correctamente.

Y no debemos olvidar que los buenos modales no pasan de moda.


Hazlo Ya




Las palabras se las lleva el viento....
Hechos, no palabras....

No hables, sólo ACTÚA!
y tus hechos hablarán más que tus palabras...

No digas lo que vas a hacer... 
DEMUESTRA cómo lo estás haciendo...

No permitas que las promesas salgan de tu boca
Sin aterrizar y sin lograr ningún cambio...
Mejor HAZLO ya... 


Encontrar El Lado Positivo


Lo negativo atrae a lo negativo, ser pesimista y pensar siempre en lo peor no traerá nada bueno a tu vida. Con negatividad perderás oportunidades que podrían hacerte feliz, piensa que en la vida casi todo se consigue con una buena actitud, así que negando problemas, no siendo resolutivo o teniendo miedo a tomar medidas y decisiones, serás incapaz de mejorar tu calidad de vida.

Deja de pensar que todo y todos están contra ti. Eso tan solo es una idea, una suposición que está en tu mente, así que recházala y conseguirás no sumergirte en la amargura

A veces echamos la culpa a todo lo que nos rodea porque no somos capaces de solucionar todo aquello que nos atormenta. Aparta la nube gris que está sobre tu cabeza y piensa que no es posible que el mundo se haya conjugado en tu contra, sino que eres tú el que no le saca el lado positivo

El pasado es pasado. El hecho de haber tenido una mala experiencia o decepción, por dolorosa que sea, no significa que debas volver a pasar por lo mismo o que siempre deberás estar retraído por miedo a volver a sufrir. 

Si vuelves a tropezar con la misma piedra, será el momento de levantarse de nuevo y seguir tu camino. ¡Debes superarlo! El futuro es la suma de tus experiencias y no debes tener una mala disposición ante él. Si piensas que todo irá mal, de veras, lo irá.

Tú no eres un defecto. Deja de pensar en lo que has hecho o lo que no has hecho y... ¡actúa! Tan solo tú puedes cambiar tus circunstancias y hacer que algo ocurra, pues no eres una víctima sino un factor más capaz de cambiar situaciones, métete en la cabeza que tienes tal poder.

Utiliza tus experiencias negativas y dolorosas para construir un carácter mejor. Piensa en quién quieres ser y hacia dónde quieres ir, asumiendo riesgos y tomando decisiones a diario. 

En eso consiste la vida. Arriesgar, apostar, decidir... Y si algo sale mal, tendrás tiempo para rectificar, aprender y superar cualquier circunstancia. Siempre buscando el lado positivo de las cosas.



Confianza

Para generar la confianza en los demás, es importante ser honesto y actuar de forma correcta, a la vez que hay que agradecer al que cumple sus promesas y reclamar ante aquel que no las cumple.

Para mantener la confianza debemos comprometernos y cumplir nosotros también con las promesas, pedir disculpas cuando no las cumplimos y sobre todo, aprender a perdonar los errores. Por último, cuando vemos que la confianza con la otra persona se ha roto, es importante crear nuevas oportunidades donde se pueda volver a generar esa confianza que se tenía.

Autoconfianza:
La autoconfianza, o la confianza en uno mismo, es una característica que muchos pueden tener. Con esfuerzo y tiempo cualquier persona puede llegar a construir su autoconfianza. Para desarrollar esa autoconfianza es imprescindible creer en uno mismo y, para ello, la auto aceptación es fundamental.

Además de estos elementos, para lograr tener una buena autoconfianza es importante conocernos y comprender nuestros pensamientos y emociones (lo que denominaríamos como autoconocimiento), ser persistente y disciplinar (para asegurar los objetivos y metas que se quieren lograr), tener una perspectiva clara de la vida (saber exactamente lo que quieres ser o lo que quieres conseguir), y tener un autocontrol.

La autoconfianza trae múltiples ventajas para nuestras vidas, ya que si logramos tener un gran nivel de confianza en nosotros mismos podemos conseguir el éxito más fácilmente. Por el contrario, si tenemos falta de confianza e inseguridad, no estamos satisfechos con nosotros mismos, lo que genera situaciones negativas tanto para nosotros, como para los que nos rodean. 

A nivel personal, si no tenemos autoconfianza nos sentimos insatisfechos con nosotros mismos, tristes e incluso depresivos porque no nos valoramos. A nivel social, nos genera dificultades para relacionarnos con el entorno en el que nos desenvolvemos, lo que causaría que nos retrajéramos hacia nosotros mismos. A nivel laboral, nos puede crear dificultades para conseguir, mantener o progresar dentro de un trabajo. Por último, a nivel de pareja, nos puede causar sentimientos negativos.

Pero, además de la confianza con los demás y la autoconfianza, existen también otros tipos de confianza. Hay tres tipos que todos deberíamos desarrollar: la confianza conductual, que es la propia capacidad que tenemos para actuar, tomar las decisiones correctas y superar los obstáculos; la confianza emocional, es decir, saber lo que sentimos en cada momento para protegernos del dolor y tener la capacidad de conectar con otros seres humanos emocionalmente; y, la confianza espiritual, la fe que tenemos sobre la vida que nos rodea. Sin esta última confianza es difícil desarrollar los otros dos tipos de confianza.


También podemos distinguir otros dos tipos de confianza: la confianza simple y la confianza alimentada. La primera es una confianza primaria, con la que todos nacemos. La realizamos de manera automática, es una confianza total y completa, pero cuando se rompe (siempre en algún momento de la infancia), se rompe para siempre, ya que aparece algo que no estaba hasta ese momento: la desconfianza. La segunda, en cambio, es un tipo de confianza que se construye de manera consciente y reflexiva. 

La confianza alimentada también se puede romper, pero nos da la oportunidad de ser reconstruida.

Tu Mejor Versión

Dar lo mejor de ti mismo es la única receta que te llevará al éxito. En el plano material, aparentemente no siempre ganamos cuando damos lo mejor de nosotros mismos. Muchas veces las cosas no salen como lo planeábamos, y es frustrante a veces ver que nuestros sueños o ideales no se mueven al ritmo que nosotros queremos; pero en el plano espiritual, no hay forma de sentirte perdedor si estás dando siempre lo mejor de ti mismo.

La receta del éxito es simple: ¡Da siempre lo mejor de ti mismo! y no te rindas, no mires atrás, no midas tu valor en relación a la retribución o a la opinión de los demás; sino en respuesta a tu satisfacción personal. Toma tiempo  para que la gente te escuche, y te escucharán sólo quienes estén listos. 

Tu pasión, tu dedicación y tu determinación; son las herramientas que se encargarán de que tu voz llegue lejos, de que tus sueños se materialicen en una maravillosa realidad; que por maravillosa, nunca será perfecta, ni nunca estará completa. Porque los soñadores se alimentan de sueños, y cuando un sueño se cumple, uno nuevo y más grande se vuelve a soñar.

El mundo es de quienes tienen fe en sí mismos, y encuentran en cada reto una oportunidad de transformación, de ajuste. Un llamado de atención! Acercarnos al éxito o crecer en él no hace las cosas más simples, sino que cuando estamos haciendo lo que amamos, esa pasión es la que hace que todo sea posible; y es la que nos mantiene conectados, activados y dispuestos a invertir toda nuestra fe en lo que creemos.
Un ingrediente indispensable de la receta al éxito es: Determinar cuál es tu propio éxito.

Mientras no tengas claro dónde vas, estarás caminando en círculos.

Mientras dejes que el éxito ajeno influencie el tuyo, nunca llegarás a ningún lugar.

Cree en ti, en tu éxito personal, y sin mirar a los lados, camina despacio, o si quieres camina rápido.

Pero no dudes que tarde o temprano llegarás, y es ese sendero el que te dará todas las armas para continuar; aunque a veces caigas, aunque a veces dudes o aunque a veces necesites parar a descansar.


Construir El Destino


Ciertamente, el pasado influye en tu vida actual. Pero si eres capaz de detectar la raíz del problema, enfréntalo y verás que todo empieza a fluir. 

Deja de culpar al pasado por lo que te sucede en el presente. Y si realmente eres incapaz de superarlo, busca ayuda profesional y verás que ningún complejo o trauma es insuperable. Quizá algunos sean más difíciles de resolver, pero con el tiempo, y la ayuda necesaria, todos somos capaces de superar los problemas del ayer que nos afectan.

Muchas veces, lo que te ata al pasado te causa mucho dolor y te paraliza, no te permite ubicarte en el presente. Si durante tu infancia no se cansaban de repetirte que eras “gordo/a”, o “tonto/a”, o “inútil” (o cualquier otro adjetivo con el ánimo de descalificarte), es seguro que eso lo tienes grabado y te hace pensar que es natural que seas así, aunque no te agrade ahora que eres adulto/a. Pero eso no quiere decir que debas mantener esa creencia por el resto de tu vida. Tú puedes cambiar si te lo propones.

Madurar, crecer y cambiar
El proceso de adultez conlleva madurar, crecer y cambiar. Tu etapa como adulto/a no debe ser negativa solo porque tu infancia lo fue. Cambiar las etiquetas que cargamos puede costar mucho trabajo, pero a la larga, el pensamiento positivo lleva a un cambio proactivo y este hace crecer el amor propio y la aceptación.

Aunque mucha gente recuerda su infancia como una de las mejores etapas de su vida, otros, lamentablemente, la recuerdan como una desgracia. Eso ya no se puede cambiar, pero al madurar, uno mismo es quien tiene las herramientas para construir y reconstruir su vida, porque ya no depende de nadie para crear su propio presente. Uno mismo lo crea. Eso significa dejar las malas experiencias en el pasado y hacerse responsable de uno mismo.

También hay personas que se escudan en el pasado, no porque necesariamente haya sido tan malo, sino porque no encuentran el coraje para cambiar y asumir su responsabilidad como adultos.

Los miedos no son insuperables, aunque siempre es más fácil decir que así fuiste educado/a de pequeño/a que enfrentar tu incapacidad o ignorancia. Solo recuerda que nadie podrá moverte de tu zona de confort más que tus propias acciones. 

A veces el mismo miedo es motivador, solo es cuestión de que tú te lo propongas.

Superar los obstáculos que te frenan para seguir adelante es algo que podría determinar tu existencia y nada es más cierto que esta afirmación: solo tú eres dueño de tu propio destino.



domingo, 8 de julio de 2018

Pensamiento Libre No Es Solo Pensar


Las peores prisiones son las que no tienen rejas. La ilusión de la libertad es la más cruel de las cárceles pues no permite tener consciencia de los límites de nuestras elecciones, al no percibir que las fronteras son cada vez más estrechas y, al contrario de lo que parece, apenas limita el tamaño y empalidece los colores del mundo. El pensamiento libre, la autonomía de las ideas, el espacio para aceptar lo diferente exige esfuerzo, osadía y coraje, mercancías raras en los estantes de los corazones y mentes.

Al mundo siempre le han parecido extrañas voces y actitudes disonantes que interfieran en la administración, el control y los negocios de quienes piensan que los otros están ahí para servir y no para compartir. Quien no se adecua queda relegado del mundo, son marginales.

No cito aquí a los que confunden coraje con violencia, o a los que se encaminan por las sendas de la delincuencia por ignorancia o cobardía. Me refiero a los hombres más sabios y valientes de la Historia, aquellos que le quitaron el sueño a los gobernantes sin dar un sólo golpe o incluso emitir alguna palabra agresiva.

Jesús fue el mejor ejemplo, sin embargo tenemos otros más contemporáneos como Martin Luther King. Mahatma Gandhi colocó al poderoso Imperio Británico de rodillas usando como armas la sabiduría de pensar diferente, la osadía de desobedecer, concomitante con el amor de caminar por la senda de la no violencia. Arrebató multitudes, pues tocó sus corazones y mentes. Le dio color a sus almas

La convivencia social crea la falsa sensación de que para ser aceptado es necesario pertenecer a alguna tribu, pues, además de cómodo, facilita el control de la administración al encuadrarte en modelos preestablecidos y con límites definidos. Tu escoges un clan y  haces una especie de contrato de adhesión, tácito e inconsciente, igual a esos que vienen listos para operadoras de telefonía o TV por cable, aceptando los conceptos y preconceptos, ideas preconcebidas y enlatadas, definiendo lo que es correcto e incorrecto, lo que es permitido y lo que es prohibido. Te vistes como ellos, usas un vocabulario propio y frecuentas los mismos lugares. Hasta llegas a pensar que eres feliz y que encontraste tu lugar.

Un proceso de estandarización, homogenización y, lo peor, pasteurización. Renuncias a lo que hay de mejor en ti para ser aceptado sin problemas en el grupo y te sientes feliz. De esta manera renuncias a ti mismo. Recordaste a Fausto? Bueno, guardando las debidas proporciones es exactamente esto.

Abdicas a la libertad de pensamiento a cambio de aceptación y seudo-felicidad. La administración lo agradece.

Hombres libres piensan globalmente, son ciudadanos planetarios, son solidarios, y saben que cada quien es único. No hay otro igual a ti. Y existe belleza en cada uno de nosotros, cada cual a su modo, a su manera, como piezas distintas que componen un maravilloso mosaico.

El afán de cada día con sus múltiples novedades te hacen olvidar lo nuevo. Lo verdaderamente nuevo es lo que de hecho es diferente y que es capaz de provocar transformaciones estructurales y no apenas cambios aparentes en las novedades.

En realidad la Historia nos muestra que fueron aquellos que creían que todo podía ser diferente y mejor, quienes pusieron la cara – al final, a la  administración no le gusta ser perturbada – y transformaron el mundo, pues eran el ejemplo vivo del cambio. Usaron sus propias vidas como materia prima para una obra de arte mayor, y desmoronaron los cimientos del status quo, haciendo con que el mundo avanzara. 

Esas personas hacen la diferencia porque se atreven a pensar diferente. Se transforman en héroes por el simple hecho de no aceptar papeles secundarios, rechazar los límites que les fueron impuestos, cortar las amarras que les impedían volar. A veces somos como la oruga que se deslumbra con la belleza y  el vuelo de la mariposa sin saber que también tenemos alas.

Será que no es el momento de replantear todos tus conceptos e ideas? De transformarte en el protagonista de tu propia vida? Tú tienes este poder. Una insurrección en tu forma de pensar, un análisis cuidadoso de lo que de hecho es tuyo y de lo que te fue impuesto sin que percibieras. Reflexiona principalmente sobre lo que te hace actuar como autómata y piensa si realmente tiene sentido. Recapacita si, desde el fondo de tu corazón, estás de acuerdo con esas ideas o apenas las sigues por pura comodidad o miedo al rechazo social.

Un buen truco es percibir si tu forma de pensar y actuar le trae dolor y sufrimiento a los otros. Si es así, estás en la hora de cambiar. Sembrar la alegría por donde vayas es una manera inteligente de tenerla dentro de nosotros.

Durante ese proceso te conocerás mejor y, no obstante las flores y las espinas que encontrarás en el camino, verás que es maravilloso. Al final tú eres tu mejor compañía. No se te haga raro si las personas comienzan a percibir un brillo extraño en tus ojos. Es pura luz!

Sé el héroe de tu propia revolución, de la transformación de tu alma. La única manera de cambiar el mundo es cambiando uno mismo.



Lenguaje: Instrumento Básico


¿Formamos parte los seres vivos de la Tierra de un macroorganismo que se encuentra en la actualidad en fase reproductiva? ¿Cómo podemos estar seguros de ello y hasta qué punto? La posibilidad de dar respuesta a estas dos cuestiones se encuentra en el lenguaje y desde una perspectiva racional nunca llegaremos más lejos de lo que alcance el tipo de código lingüístico que utilicemos.

El lenguaje es un instrumento básico para los humanos. Del mismo modo que observando una herramienta nos hacemos una idea de sus posibilidades funcionales, igualmente analizando el lenguaje, es posible caer en la cuenta de lo que podemos realizar mediante su empleo e incluso establecer sus límites de eficacia. 

El lenguaje es sin duda un instrumento fabuloso, nos permite utilizar la razón, una capacidad característica nuestra por la que nos calificamos de racionales, sin embargo la irracionalidad también se muestra en el lenguaje humano, más de lo que pudiéramos pensar a priori.

El lenguaje como todo instrumento arrastra un error en su uso, es más, al ser una herramienta dotada de una notable imprecisión y ambigüedad, no es nada desdeñable el factor de distorsión que introduce sobre la realidad que creemos percibir.

Nos tenemos que enfrentar a la vida, y por tanto al conocimiento, con un instrumento limitado en el que la racionalidad se manifiesta, pero también la irracionalidad, en el que la ambigüedad es una propiedad básica del instrumento, y en el que hemos podido comprobar la existencia de unos límites que probablemente nunca podremos atravesar.

Este instrumento nos transmite visiones borrosas de la realidad. Es importante considerar que tener una seguridad total en este tipo de imágenes es un error, por tanto debemos guardar una cierta duda y procurar incrementar nuestro grado de información a partir de otras perspectivas. 

Así hacemos en el acto de mirar un cuadro, donde la proximidad nos puede dar una visión más cercana de las partes, pero la lejanía nos ofrece otra clave en la que veamos una imagen global y más completa, otra dimensión de la información a nuestra disposición.



La Escuela: Un Espacio Democrático

El espacio democrático no es materia que se pueda improvisar, por el contrario supone una tarea y un compromiso, en este sentido el estado surge de la decisión y la necesidad de las personas quienes la componen, de aunar esfuerzos dentro de un espacio participativo para alcanzar el bien común. Pero esta no es una búsqueda teórica, en un lugar y un tiempo indefinido, sino una lucha diaria y concreta que se desarrolla en cada uno de los grupos sociales de los que formamos parte. 

Ejemplo de estos grupos o asociaciones intermedias son: los grupos vecinales, los sindicatos, los clubes, las cooperadoras, las sociedades culturales, la asociación de empresarios, los partidos políticos entre otros.

Como se puede ver, son grupos de personas ligadas por el deseo de alcanzar, proteger o perfeccionar algún aspecto de los muchos que comprende el bien común, para esto se organizan, fijan sus objetivos, determinan la forma en que se relacionan con otros grupos y con el Estado, especifican las normas a que deberán ajustarse sus miembros y la forma en que se elegirán y renovarán sus autoridades. La finalidad, entonces de toda asociación intermedia, es el mejoramiento de la vida de las personas; esto supone que no deben existir intereses mezquinos de personas o grupos, sino el bienestar de todos en las diferentes áreas donde las personas despliegan sus acciones; entre ellas, tenemos: el aspecto intelectual, religioso, político, físico, laboral.

Hoy día asistimos a una rápida multiplicación de grupos y asociaciones de los más diversos tipos, en los que las personas manifiestan una creciente necesidad de participación, así lo dejó testificado el memorable papa Juan Pablo II, en el documento Christifideles laici, nº. 5: Indudablemente es éste -la participación- uno de los rasgos característicos de la humanidad actual, un auténtico signo de los tiempos que madura en distintos campos y en diversas direcciones: sobre todo en lo relativo a la mujer y al mundo juvenil, y en la dirección de la vida familiar y escolar, económica, social y política.

Si tomamos un sector de dicha participación, la política, esto significa: dar ejemplo de sentido de responsabilidad y de servicio al bien común en todas las actividades que se realizan. Adquirir los conocimientos necesarios para opinar, criticar constructivamente y proponer soluciones a situaciones emergentes. Para esto será necesario conocer los derechos civiles y también conocer a fondo la realidad en que se vive. 

Un aspecto importante dentro de este intento de vivir el espacio democrático es la solidaridad, que, sin muchas complicaciones, significa: salirse de sí y ubicarse en el lugar del otro asumiendo su realidad. Este aspecto debe vivenciarse a nivel personal, familiar, comunitario, hasta llegar a la escala internacional. 

Como mencionábamos al inicio, la comprensión y la vivencia de estos aspectos es preciso empezar en la escuela, donde a partir de las pequeñas prácticas o acciones se va configurando el ciudadano que tendrá las destrezas para llevar a cabo -ya en el presente- una democracia solidaridad, con fuerte contenido de respeto, diálogo, colaboración y bienestar.

El Fenómeno De La Multiculturalidad


Un tema de especial interés, porque se relaciona tanto con los procesos de globalización mencionados como con el multiculturalismo, es el de las migraciones.

Da la impresión de que la migración es uno de los aspectos intersticiales entre lo económico y lo cultural, que puede permitir leer en clave de modernidad y multiculturalismo la cuestión de sentido que suponen los procesos de integración comercial. 

Los actuales procesos de globalización económica, tecnológica, política y cultural se producen en situaciones de desigualdad entre las distintas regiones del mundo e incluso al interior de los propios países y se dan en el marco de una tensión entre el desarrollo de una modernización técnica, orientada a la formación de sociedades informacionales, y el desgaste de un proyecto de modernidad cultural, hoy fuertemente cuestionado, basado en valores de progreso humano, igualdad y liberación.

 Los procesos de globalización cultural se evidencian en la extensión de la industria y el mercado culturales que permitieron la llegada de más personas a bienes simbólicos y en una tendencia a la homogeneización y a la segmentación de los gustos, haciéndose notoria la preeminencia de una cultura de consumo.
A pesar de que, también como parte de los procesos de globalización informacionales, hoy se reconoce la existencia de múltiples culturas que compiten de manera desigual, pues su reconocimiento no significa su aceptación.

 Por otra parte, los procesos de globalización mencionados tienen efectos de desterritorialización y reterritorialización culturales, es decir, por un lado, producen cambios culturales en las sociedades periféricas por la transmisión simbólica de la industria cultural internacionalizada, descontextualizando lo cotidianamente vivido, y, por otro, producen nuevos mercados para los emigrantes que necesitan el contacto con su tierra.

Los actuales procesos de globalización tecnológica y económica están configurando un nuevo tipo de sociedad, basada en el desarrollo de las tecnologías de la información, en los cambios en la productividad del capital y en las nuevas condiciones de trabajo como consecuencia de lo anterior.

Estas transformaciones han impulsado el paso de una economía y sociedad mundiales a otras globales. Esto no significa que los procesos económicos y tecnológicos que impulsan las sociedades desarrolladas lleguen a todos los espacios y a todos los individuos; sin embargo, afectan de manera directa o indirecta al conjunto de la humanidad. 

Se trata de un nuevo modelo de desarrollo orientado por el rol de las tecnologías de la información y la comunicación y las consecuencias económicas, sociales y políticas que se desprenden de la nueva situación.

El problema es que son muchos los que quedan fuera de este modelo, aunque las comunicaciones tiendan a integrarnos simbólicamente a todos en la globalización. 

Estos procesos enfrentan al menos dos límites duros: uno es el carácter inequitativo del acceso a los mercados globalizados por parte de los distintos países según sea su posición de fuerza en el contexto mundial; el otro, son los obstáculos de carácter político impuestos por los estados nacionales.

La nueva configuración de la economía global plantea cambios también en la división del trabajo construida en torno a cuatro diferentes posiciones en la economía global/informacional: los productores de alta calificación, basados en el trabajo informacional; los productores de grandes volúmenes, basados en el bajo costo del trabajo; los productores de materia prima, basados en recursos naturales; y los productores prescindibles, reducidos al trabajo devaluado.

La ubicación diferenciada de estos diversos tipos de trabajo también determina la fluidez de los mercados, pues la generación de ingresos dependerá de la capacidad de crear valor incorporado en cada segmento de la economía global.

Es muy importante aclarar, como lo hace el Papa en sus discursos, que la globalización es un hecho humano. Por ello, la globalización no es ni buena ni mala. Será lo que la gente quiera que sea.


Es así que la globalización es un hecho humano, los principios que han de orientar la ética en tiempos de la aldea global hay que buscarlos, en la misma persona y en los principios que regulan sus interrelaciones sociales. 

Visionarios


Visionario es un adjetivo que suele emplearse para calificar a la persona que, gracias a su creatividad, su imaginación o sus conocimientos, logra prever qué ocurrirá en el futuro. El concepto, de este modo, se asocia a una cierta visión de los acontecimientos que están por venir.

Por ejemplo: “Julio Verne era un visionario: en sus novelas anticipó la creación del submarino y de las naves espaciales”, “Muchos consideran que Steve Jobs fue un visionario que supo enfocar su negocio al nuevo mercado tecnológico”, “No soy un visionario, simplemente analizo la situación actual y saco conclusiones de cara al futuro”.

Por lo general se llama visionario a todo aquel que, de alguna forma, se adelanta a su tiempo. Tomemos el caso del dueño de una estación de radio que, mientras todos sus competidores invertían en antenas, él decidió volcarse a la transmisión vía Internet. Así, su radio fue la primera estación de su ciudad que, a mediados de la década de 1990, empezó a transmitir su programación a través de la Red.

Teniendo en cuenta el desarrollo del sector y que más tarde el resto de las estaciones se sumaron a la tendencia, puede decirse que dicho hombre fue un visionario.

No existe una fórmula mágica para convertirse en visionario, así como tampoco es posible obtener un talento por medio de la voluntad: se trata de algo con lo que se nace, y de hecho muy pocas personas lo tienen. Por otro lado, no basta con tener una determinada habilidad, sino que es necesario trabajar para desarrollarla y poder hacer uso de ella con mayor precisión y efectividad.

Retomando uno de los ejemplos anteriores, Julio Verne es considerado uno de los grandes visionarios de la historia, además de un escritor excepcional, pero los fenómenos y las creaciones que anticipó a través de su arte no surgieron como meros comentarios mientras sorbía su taza de café, sino que reflejan el resultado de su trabajo y su dedicación, de su acercamiento a aquellos temas que lo apasionaban para saber más y volar más allá de lo que había sido inventado hasta su época.

De Steve Jobs también podemos decir que los mejores proyectos en los que colaboró no se produjeron de un día para el otro, sino que surgieron de una mágica combinación de la observación del mercado y de ideas innovadoras para ofrecerle algo que aún no hubiera en circulación.

La visión de algo que no tiene precedentes no siempre conduce a un cambio profundo en la sociedad, pero tampoco es correcto decir que si no lo consigue entonces no se trata de algo verdaderamente valioso.

A lo largo de la historia algunas personas se apresuraron a presentar sus ideas innovadoras al resto de la gente, o bien lo hicieron de la manera equivocada, y esto generó que no triunfaran, e incluso que fueran criticadas con severidad o que se pusiera en duda su talento. Sin embargo, en ciertos casos no hizo falta más que tiempo para que la situación se revirtiese, y esas ideas finalmente encontraran su lugar en el plano de las grandes creaciones.

De esto podemos inferir que los grandes visionarios no solo han tenido ideas brillantes y adelantadas a su época, sino que también han sabido mostrarlas, aunque les haya tomado varios intentos. Como parte de la visión debe existir el contexto social e histórico, el conocimiento de las herramientas que necesita el entorno para comprenderla y aceptarla.

Las personas que se atribuyen poderes adivinatorios, como tarotistas, profetas o adivinos, también pueden llamarse visionarios. Lo mismo ocurre con los artistas que se convierten en precursores de estilos, géneros o movimientos: “Un visionario japonés asegura que el fin del mundo tendrá lugar en 2065”, “Miles Davis fue un músico visionario que revolucionó el jazz”.




sábado, 7 de julio de 2018

La Falsa Apariencia

Un Audi en la puerta, subidas a esquiar o viajes al Caribe y los dividendos de la casa y las cuotas del colegio impagas.

Aunque algunos consideren esta realidad como inexistente, varios viven en la clásica bicicleta bancaria tratando de mantener un estándar de vida que no es acorde a sus ingresos. El trasfondo: la inseguridad que da paso a una vida basada en las apariencias. El fenómeno no sólo se remite a las pertenencias materiales, sino que también se hace visible en las relaciones humanas que se establecen con el entorno, donde el verdadero ser es ocultado por una personalidad maquillada.

Una de las explicaciones para entender esta actitud se debe a la imperiosa necesidad de “ser aceptado, amado y sentir que uno es importante para los demás”, postula la psicóloga Paulina Alfaro. Ante esta necesidad surgirían máscaras o personajes que encubren la verdadera personalidad de un individuo.

“Desde pequeños descubrimos que no todo lo que uno dice o hace es aceptado por nuestros padres, hermanos, amigos. Entonces, comenzamos a desarrollar una serie de mecanismos de supervivencia para mantener esa respuesta amorosa y afectiva de nuestro entorno”.

Sin embargo, esta respuesta adaptativa al medio en una etapa adulta se puede volver neurótica, porque la persona empieza a identificarse con esa imagen ficticia que ha construido. Es decir, “ya no es una respuesta de supervivencia sino de sobreadaptación y comienzas a actuar preocupada por tener esa aprobación de los demás y te olvidas de ti misma”, agrega la psicóloga transpersonal.

Este descuido implica que no hay un interés por identificar las propias necesidades, los objetivos de vida, las cosas o situaciones con que se disfruta, los intereses y capacidades que hacen que cada persona sea única e irrepetible. 

La emoción que se esconde, según Paulina Alfaro, es el miedo a ser rechazado y perder aceptación, cariño. “Lo que pasa es que somos seres sociales y que vivimos en constante interacción con los demás, pero hay veces que nos quedamos atrapados en esa máscara y respondemos automáticamente sin mayor cuestionamiento por ese terror al abandono”.

Fin a la hipocresía Para Lucía Godoy, psicóloga y académica de la Universidad Andrés Bello el tema pasa por ser falso e hipócrita. “Son personas que no han desarrollado todos los aspectos de su ser y necesitan aparentar situaciones emocionales, económicas o relaciones de familia que ya no tienen o nunca han tenido para parecer que están bien, pero no tienen conciencia de sí mismas, no han desarrollado su autoestima y dependen emocionalmente de la opinión de terceras personas”.


Mantener ese estatus, imagen de perfección y prestigio no es fácil ni menos cuando dista de la realidad, pero es tal el esfuerzo que se hace por vivir de una apariencia, que tarde o temprano termina por estallar, la verdad se asoma y la persona se libera. “La presión social efectivamente existe, pero no todos respondemos aparentando lo que no somos. 

El tema está en aprender y aceptar sanamente que puede haber un alto porcentaje que no apruebe lo que digo o cómo vivo, pero eso no significa que el valor de mi persona esté en juego”, enfatiza Alfaro. En otras palabras, las personas que viven honestamente son las que saben que son queridas por lo que son y no por lo que tienen o representan. 

En ese momento el miedo al rechazo pasaría a ser parte de la experiencia humana, ya que se toma conciencia que resulta imposible controlar las respuestas de los demás. En ese mismo sentido, resulta determinante desarrollar las posibilidades de inteligencia, autoestima, autovaloración y conocer el sentido más profundo de la vida. 

“La idea es quitarse el peso de encima y salir de este círculo vicioso. Al hacerlo la persona entiende que es mucho más agradable vivir de una manera más auténtica y conectada con sus potenciales que vivir en la superficialidad”, agrega Lucía Godoy. Además, será determinante en este proceso descubrirse las aptitudes, los defectos, “lo que me gusta de mí y lo que no tanto y aceptarlas como parte mía y construir una autoestima, una certeza interna que le dará coherencia y consistencia a lo que soy para desde ahí relacionarme con la sociedad”, aconseja la psicóloga Paulina Alfaro. 



Estructuras Mentales




Las Estructuras mentales son impresiones en el cerebro de actitudes, comportamientos, costumbres que se van acumulando a través del tiempo en los seres humanos aprendidas en la familia, en la escuela, en los colegios, en las universidades, en sus relaciones con los demás individuos y con las organizaciones, por ejemplo: temores, saberes, comportamientos, protocolos.

Dentro de las estructuras mentales del ser humano se encuentran 3 áreas de conciencia, en su primera tópica, las cuales están denominadas:
· Inconsciente: El lugar donde soñamos, donde se manifiestan nuestros impulsosy nuestra búsqueda de placer.

· Pre-consciente: Es el lugar situado entre el inconsciente y el consciente, y es separado del primero por la censura.

· Consciente: Es el lugar en el cual razonamos cotidianamente y discriminamos nuestros impulsos, no permitiéndonos ser instintivos porque hay una colectividad que puede sorprenderse u ofenderse por afectar las reglas sociales.

La comprensión de las estructuras mentales facilitan el desarrollo de los procesos genéticos, procesos de pensamiento y procesos cognitivos desde la acción de la metacognición, para aprender a aprender, organizar el conocimiento, desarrollar capacidades y modos de pensamiento que permitan al ser individual y colectivo, el acceso a los contenidos y la posibilidad de conocer, valorar y transformar las estructuras mentales a partir de procesos de aprendizaje y enseñanza

Formación

La estructura se va creando a medida que crecemos por medio del entendimiento sobre cómo funciona nuestro entorno. Aunque durante la niñez el ser humano no es consciente de que, por ley de atracción, el entendimiento de ese entorno termina creándolo. De esta manera se transforma en un circuito retro-alimentado que sólo necesita un pequeño indicio de cómo debería ser el entorno para que sea así. Dependiendo de la personalidad y creatividad del individuo ese entorno será feliz o triste, simple o intrincado. Con respecto a la complejidad del entorno tiene mucho que ver la inteligencia de la persona en el sentido que pueda manejar mayor o menor cantidad de variables a las cuales les pueda aplicar la creatividad para que se terminen manifestando en su vida.

· El coheficiente intelectual en primera instancia. La personalidad misma influye ya que de acuerdo a ella y la educación se forma una estructura mental determinada que te permite entender de manera más fácil una u otra materia (fíjate por ejemplo en la personalidad misma de un matemático contra la de un filósofo, o la de un medico contra la de un contador)

· La capacidad de manejo de stress es otro factor que sin duda influye en tu capacidad de aprendizaje.

· La cognición espacial es el elemento clave para los procesos de formación de conceptos durante los primeros meses de vida. Los bebés pueden atender a movimientos y a otras relaciones espaciales que, más tarde, dan lugar a conceptualizaciones más complejas, como el tiempo o las emociones. 

Los niños son capaces de contextualizar cosas más complejas y todo está basado en las relaciones espaciales. Durante los 6-12 meses los niños son muy buenos cuando se trata de atender historias espaciales con contenedores. Se fijan mucho en la acción, en si una cosa entra o sale. Estos hábitos adquiridos durante los primeros meses de vida influyen muchísimo en los aspectos posteriores más complejos del lenguaje. Es por eso que si de pequeño se tienen problemas durante la adquisición de estos hábitos, esto puede repercutir en el desarrollo posterior del lenguaje. el razonamiento del niño tiende a organizar la información que recoge del ambiente en estructuras o esquemas, lo cual le permite asimilar mejor un conocimiento, logrando un adecuado aprendizaje ya que su pensamiento es concreto.

· Las estructuras o esquemas mentales permiten al niño diferenciar, comparar, categorizar, secuenciar, agrupar y organizar sus conocimientos pudiendo así dar un significado preciso a las cosas. Entonces podemos decir que las estructuras mentales son estrategias que ayudan al niño a representar gráficamente sus ideas y aprendizajes, construyendo de forma esquemática nuevos conocimientos, dándoles un significado que le permita entenderlos y relacionarlos con conocimientos previos.




Hacer Lo Que Pensamos


Somos muy poco coherentes con nosotros mismos. ¡Sí, creerme! Algunas veces me encuentro con personas que dicen de él aquello de “es muy coherente con lo que piensa, y por eso actúa así”. ¡Cuidado! de la coherencia a la obstinación hay un paso. 

La coherencia está también en saltarse algunas reglas internas cuando ves que ya no valen en ese momento. En el bando contrario, también existe la gente que es coherente en cuanto a pensamiento pero no en la acción. El discurso es bonito pero la acción brilla por su ausencia. Una cosa es saber y otra muy distinta es hacer. Y es que en la vida, lo ideal es llevar ese equilibrio del triángulo que incluye el pensar, el  ser y el hacer. 

Pensar, te viene de lo que sabes, el ser de lo que eres en esencia y ¡hacer?. ¡Ah, el hacer! El hacer es aquello que llevamos a cabo por que lo creemos y no nos va a parar nadie. Tú decides que tipo de triángulo quieres en tu vida: ¡Equilátero, isósceles o escaleno!. Comparto un artículo de Álex Rovira publicado en su web, que titula Saber y creer.

“A menudo nos ocurre que o bien no sabemos que podemos, o que sabiendo que podemos, no nos lo creemos. La dialéctica entre el saber y el creer es esencial.

Porque saber y creer no es lo mismo. Por ejemplo: todo el mundo sabe que se tiene que morir algún día, pero casi nadie se lo cree. Y los que creen profundamente en la obvia verdad que la muerte existe y puede aparecer en el momento más inesperado para uno mismo o para quienes nos rodean, la vida cobra un significado radicalmente distinto, y el valor que damos al instante presente, al famoso “aquí y ahora”, es infinitamente mayor.
   
Entonces comprendí en lo más hondo de mi ser la diferencia entre saber y creer.

Y sé que, por supuesto, esta memoria quedará conmigo para siempre.

La paradoja es que nuestra mente es muy tramposa ya que pensamos que eso que “sabemos” teóricamente nos pertenece a un nivel práctico, y no es así. 

Pensar en cómo nadar no implica en absoluto saber nadar. Saber qué es la amabilidad no implica en absoluto ser amable, por ejemplo. Esa es la gran paradoja, cuando pensamos que sabemos, porque ese saber es solo mental y no práctico.

El saber nos ayuda a gestionar la existencia, pero para transformarla es necesario algo más: creer. Con saber no es suficiente. La llave a la acción, al paso adelante, nace del creer.

Por eso, el poeta latino Virgilio, escribió con tanto tino: “Pueden porque creen que pueden”, y no escribió “Pueden porque saben que pueden”. Es distinto.

Muchos saben que pueden pero no hacen. Y otros que a lo mejor tienen menos capacidades hacen porque creen profundamente que pueden. Sí, hace más el que quiere que el que puede, sin duda.

Qué paradoja: el pensamiento nos lleva a la conclusión. Pero el problema es que normalmente llegamos a una conclusión cuando nos cansamos de pensar. Y los humanos nos cansamos de pensar, en general, demasiado a menudo. Y así nos van las cosas…

Por otro lado, Platón afirmaba que no hay persona por cobarde que sea que no puede convertirse en héroe por amor. En efecto, lo que nos moviliza, lo que nos lleva a ser más de lo que somos, es la emoción (cuya etimología proviene de la voz latina emovere, que quiere decir movimiento, impulso). 

Y la emoción y el creer van íntimamente unidos. Porque cuando creo, confío, y si confío, es porque siento una emoción positiva hacia el objeto o persona de confianza, porque creo en él. Luego creer es confiar y confiar nace de un vínculo emocional sano.

Luego, quizás lo óptimo sería poner la inteligencia al servicio del amor. El saber práctico al servicio del creer, y cuántas cosas cambiarían.

El problema aparece tanto en personas como en organizaciones, cuando el narcisismo les lleva a pensar que saben cuando en realidad ni saben hacer, ni creen que pueden hacer. Y ahora me viene a la cabeza un bello cuento, que dice así:

“El rey recibió como obsequio dos crías de halcón y las entregó al maestro de cetrería para que las entrenara. Pasados unos meses, el instructor comunicó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía: no se había movido de la rama desde el día de su llegada a palacio, a tal punto que había que llevarle alimento hasta allí. El rey mandó llamar a curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Encargó entonces la misión a miembros de la Corte, pero nada sucedió. Por la ventana de sus habitaciones, el monarca podía ver que el ave continuaba inmóvil. Publicó por fin un edicto entre sus súbditos y, a la mañana siguiente vio al halcón volando en los jardines.
—‘Traedme al autor de ese milagro’ —dijo.
Enseguida le presentaron a un campesino.
—‘¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago acaso?’
Entre feliz e intimidado, el hombrecito solo le explicó:
—‘No fue difícil Su Alteza, solo corté la rama en la que siempre se posaba. El pájaro se dio cuenta de que tenía alas y, simplemente, voló.”


Sí. Tenemos alas. El problema es que muchas veces no nos lo creemos, aunque es evidente que ahí están. Y a veces la vida “nos corta las ramas” para que nos demos cuenta precisamente de eso, de que tenemos alas que aún no hemos desplegado y, en definitiva, que podemos hacer más de lo que imaginábamos.”

Siembra De Libros

Más de cien títulos fueron colocados en los tendederos montados en la vereda de la institución, con el propósito de fomentar la lectura y poner en juego la magia de encontrar un libro.

Viviana Vacherand, encargada del área de extensión del Complejo de Bibliotecas y Archivos en diálogo con Nuevo Diario, señaló que  esta actividad se realiza desde hace varios años en primavera y en otoño, aunque agregó que  a nivel mundial se hace en cada cambio de estación.

Indicó que lo ideal es que si se leen estos libros hasta el 21 de diciembre, los mismos pueden  ser liberados en esa fecha, en cualquier lugar.

La idea del Complejo de Bibliotecas es  fomentar el hábito de la lectura y de concientizar que “no se trata de regalar libros”, sino que forman parte de una campaña de recolección, de excelente calidad, tanto en sus condiciones como en su contenido: “regalar un libro se trata de un acto de amor”-afirmó Vacherand
Sobre la pérdida del hábito de la lectura con el arribo de las nuevas tecnologías y formas de interacción y comunicación, la encargada de esta actividad  manifestó que  si bien en la actualidad  existen libros electrónicos y otros dispositivos, hay un momento particular que describió como “el encuentro amoroso con el libro”, algo  que produce una “satisfacción única y que atraviesa cualquier impronta tecnológica”

“Sembrar un libro”
La Coordinación General de Bibliotecas y Archivo adhirió a esta idea a partir del año 2013, y logró intervenir en algunos espacios públicos de nuestra ciudad y del interior, como ser la Terminal de Ómnibus, la plazoleta Cuatro Siglos, la Peatonal Alberdi, la Plaza 9 de Julio, la cima del cerro San Bernardo; los barrios Santa Cecilia, Solidaridad, Norte Grande; y las localidades de Aguaray, Salvador Mazza, Tartagal, Campo Quijano, La Silleta, Rosario de Lerma, Oran, Las Lajitas, Campo Santo, General Güemes, Campo del bicentenario, Parque de la Familia, entre otros. 
    
El espíritu de la liberación es "sembrar" (dejar) un libro en un espacio público (plaza, mercado, bar, transporte público, cine, museo, colegio, etc...). Pueden participar de la propuesta todos aquellos que deseen liberar un libro en el lugar donde vivan o se encuentren en ese momento.

Por ello, participar de las "Siembras de Libros" es muy simple, cualquiera puede hacerlo en cualquier lugar; no se necesita más que un libro y la voluntad de regalarlo a alguien que no se conoce.

Un simple libro que quizás uno no recuerda que tiene en la biblioteca puede despertar en quienes lo encuentren las ansias de leer.



Cuando Se Rompe La Burbuja


De repente la vida te lo arrebata. Te sorprende con un desconcierto, con una masa fría de incomprensión, con un escenario desolador. Sin piedad, te desvela en medio de la noche, convirtiéndola en fría y deshabitada de alegría. 

Sin consultarte, te lo quita. Sin tener la oportunidad de cruzar ni siquiera una palabra, de un alegato, de un ¿por qué?

Así de desgarradora y desierta de respuestas es a veces la vida. ¿Qué cabía la posibilidad? ¡Claro! Ya sabemos que hay cosas que escapan de nuestro control y que todo no está en nuestras manos, pero hasta el más retorcidamente negativo tiene un halo de esperanza que le impide vaticinar las desgracias que a veces acontecen.

“No puede ser, porqué yo, porqué así, debo estar soñando” nos decimos entre lágrimas de incredulidad y rabia. “No puede ser verdad” “No tiene sentido” “No es justo” nos gritamos con toda la razón que cabe en un juicio humano y con toda la incomprensión que es capaz de fotografiar un corazón sensato.

La vida nos lesiona, nos pone a prueba, reta a nuestra fortaleza humana con heridas sin sangre y de sutura lenta a base amor y coraje.

Y de repente aparece, como morfina para el dolor, como un leve soplo en el oído, nos da la mano. Nos transporta a territorio mental seguro y nos recuerda que en la hostilidad de la vida hay sitio para la esperanza. Aparece esa persona que nos confirma que la realidad duele, que va a ser difícil de superar y que nadie nos va a librar de llorar, pero que esas lágrimas se evaporarán y subirán en forma de abrazos al cielo.

Cuando el dolor clava su ancla en el corazón, provocando tal desgarro que hace que en ese momento todo pierda sentido, surge esa mano que nos amarra a la vida, que nos recuerda que no hay más opción que ser fuerte y que eres el protagonista en la reconstrucción de esta realidad ahora derruida.

En medio de la desolación encontramos abrazos que reconstruyen nuestros pedazos, palabras que exhalan esperanza, lugares que nos serenan algo el alma…  Si tiene algo alentador la frialdad del sufrimiento, es que sube la marea del calor humano. Que quien te mira con el corazón, consigue que su cariño inyecte algo de tranquilidad en medio de este caos emocional. Y estos son los de verdad, los que se olvidan de los desacatos del pasado y recortan toda distancia que les hubiese podido separar, para ayudarte a levantar cuando estés preparado.

Y ahora es cuando nos prometemos no dejar para mañana los “te quiero” que podamos decir hoy, no cohibir nuestras ganas de abrazar, de hablarle con sinceridad a quien nuestra cobardía le habla a medias tintas. Ahora es cuando nos juramos valorar más lo que tenemos y desprendernos de lo urgente para llevar a cabo lo importante. Y ahora es cuando nos prometemos darle el micrófono al corazón.

Y ahora toca cerrar la herida a pesar de los interrogantes, queda aceptar una realidad cambiante cada segundo, un día a día que ya no será como antes pero donde tiene cupo la esperanza a pesar de los pesares. Y ahora toca superar un tiempo de sonambulismo, donde de cuerpo sigues las rutinas pero de mente continúas suspendido de unos interrogantes sin respuesta. Y ahora queda obligarse a continuar el viaje con una fortaleza que incluso te sorprenderá tener, con una actitud armada de paciencia y coraje, que con ayuda del tiempo, conseguirá que entre un rayo de luz en esta atmósfera de tristeza e indefensión en la que te ha sumido este mazazo de la vida.

Hay cosas inexplicables, hay “por qué” incontestables, hay situaciones exentas de razón y cargadas de dolor. Pero hay “para qué” a nuestra disposición y una vida por delante “para que” brillen tu valía y templanza, para quererte.

Y quizás no lo sabes, pero saldrás adelante. Inundarás tu casa de lágrimas, seguirás interrogando al mundo sin consuelo, te desprenderás más de lo mundano y fortalecerás tus lazos. Poco a poco encajarás la realidad, volverás a sonreír a pesar de las ausencias, conseguirás respirar la felicidad que mereces y volverás a desprenderte del sufrimiento.


Sé fuerte. Tu vida ya nunca será como fue, pero volverá a ser como mereces que sea: una vida serena, arropada y con satisfacciones.

viernes, 6 de julio de 2018

El Talento Creativo


Si es cierto que sólo usamos 10% de nuestra capacidad cerebral, es urgente que hagamos algo para expandir y aumentar nuestro potencial creativo. Todos tenemos talento creativo, que no tiene que ver con la edad sino con la personalidad y la actitud.

Todos - dicen los entendidos - tenemos talento creativo natural en estado de latencia. Y todos podemos desarrollar ese talento latente con un poco de ayuda. Y lo primero que tendrá que hacer esa ayuda es despejar esa suerte de convencimiento colectivo de que la creatividad, siempre, es un don que reciben al nacer algunos pocos. Hay unos pocos que la tienen y otros muchos que no.

Lo cierto es que todos somos creativos en nuestra vida diaria, encontramos infinidad de pequeñas soluciones a los múltiples problemas que surgen durante un día cualquiera. Casi siempre damos con alguna solución ingeniosa cuando la necesidad nos obliga a superar dificultades. ¿Falta algún ingrediente para realizar algún plato? Lo reemplazamos por otro y de pronto descubrimos que salió igual o mejor. ¿No tenemos la herramienta adecuada para arreglar una rotura? Recurrimos al "alambre" y a otra cosa.

¿Qué es eso sino creatividad? El pensamiento creativo existe y lo tenemos. La creatividad - cuando le damos la posibilidad de manifestarse -- nos permite darnos cuenta de lo que somos capaces, de que nuestros límites son extensibles y que los podemos correr sólo si nos animamos o si sabemos cómo hacerlo.

La creatividad nos hace bien, dicen los psicólogos

Además, la creatividad nos permite elevarnos por sobre la rutina diaria de la vida cotidiana. De vez en cuando necesitamos una manera diferente de mirar al mundo y a nosotros mismos. El permitirnos la creatividad renueva esta conexión con nuestro propio yo.

La creatividad vista desde la filosofía

En un nivel un poco más filosófico, la creatividad nos permite pensar con independencia de lo que generalmente impera a nuestro alrededor. Nos permite cuestionar, nos permite rechazar lo que existe y nos deja en libertad para encontrar nuevos caminos que todavía no están trazados.

El creativo es, por definición, un revolucionario. Si no lo fuera, sería una oveja más en el rebaño que sigue obedientemente las órdenes de alguna ley, dogma o tradición.

El creativo se libera de todas las limitaciones que le impone su entorno, que por otra parte han sido creadas para ordenar la vida de los pueblos. Y en sus momentos de mayor creatividad - los chispazos de genialidad --, la persona creativa, imaginativa, libre, consigue también liberarse de los juicios ajenos y propios. Confía en el proceso. Como si una luz iluminara su mente, su corazón y su alma para que se sienta completamente libre para jugar con las ideas, con los objetos en una forma enteramente nueva hasta la fecha. Siente, en lo más profundo de su ser, que eso es lo que significa estar plenamente vivo.

La creatividad, como la risa, da placer. Es la capacidad de experimentar placer a nivel intelectual, emocional y espiritual. Cualquiera sea el objetivo - ampliar mentalidades, tocar corazones o resolver problemas complejos - el punto está en permitirse a uno mismo la libertad de dejarse llevar por los instintos y por el intelecto.

Permítase una dosis de creatividad

Si es cierto que la creatividad es buena para el alma, ¿qué podemos hacer para agregar más creatividad a nuestra vida? ¿Qué habilidades o hobbies nos dan placer y nos permiten ser creativos? ¿Tal vez la cocina, el diseño de muebles, alguna otra artesanía? ¿Escribir poesía o cuentos?¿Diseñar programas de computación? Cualquiera sea la actividad que a usted le permita perderse en el proceso y liberarse para ser más de lo que es, acéptela con gusto y conviértala en parte de su vida.

¿Cómo puede poner en práctica el pensamiento creativo en su trabajo o negocio? ¿Tiene usted muchas ideas para su departamento o empresa que aumentarían la productividad o las ganancias? No sea tímido/a. Escriba esas ideas y preséntelas a la persona que tiene el poder para hacerlas realidad. Y, si esa persona es usted, entonces por todos los medios juéguese por ellas.

Para ejercitar el músculo creativo

Nuestra habilidad para encontrar soluciones creativas a los problemas de la vida es un equipo de supervivencia. Es una extensión de la capacidad de la humanidad para adaptarse al medio. Y una vez que nos habituamos a usar esa habilidad, comenzamos a ver los problemas como un desafío placentero a nuestra creatividad inherente.

De manera que, adelante y ejercite su músculo creativo. Sentirá que se va fortaleciendo cada vez más mentalmente y espiritualmente. Refuerce la confianza en su capacidad para sobrellevar cualquier obstáculo que se presente en su camino. Aplicando pensamiento creativo, cualquier cosa se vuelve posible.

Paradigmas


Probablemente desde pequeños hemos tenido algunas personas o personajes en mente al momento de pensar en aquellos referentes que admiramos o quienes poseen cualidades que nos encantaría poder desarrollar hasta el más alto de los niveles. El lugar en que fijemos nuestro propósito nos marcará el trayecto que iremos recorriendo y el estándar al cual queremos llegar para sentirnos satisfechos y realizados con nosotros mismos en las más variadas áreas de nuestra vida.

Cuando uno lee las entrevistas o biografías de grandes personajes de la historia de la humanidad que cambiaron el mundo en muchos de ellos podemos encontrar un factor en común: se rodeaban con personas que sabían más o eran dignos de admiración para ellos.  Pero si me rodeo con personas que siento que son más competentes, inteligentes o experimentados que yo ¿cómo voy a trabajar mi amor propio?

Muchas personas optan por llevar sus vidas por entornos poco desafiantes y rodearse de personas que los adulen o consideren incluso más allá de sus atributos reales de manera de alimentar su ego y desde allí construirse a sí mismos tal como desean. Sin embargo, al ir a otros entornos con personas que cuentan con mayores atributos en sus respectivas disciplinas o quehaceres comienzan a salir los comentarios que buscan minimizar y cuestionar al otro, para así poder resguardar el amor propio que está basado en la ilusión de un estándar que se desarrolla en una categoría inferior.

Les doy un ejemplo para ser más claro. Si mis conductas fueran medianamente éticas en todo orden de cosas, pero me relaciono tan sólo con delincuentes, probablemente sería el tuerto en el mundo de los ciegos, lo que sería muy cómodo y conveniente. Pero si me rodeara de quienes resultan intachables mi estándar personal quedaría rápidamente develado y me vería en la situación de hacerme cargo de aquello para poder ser mejor.

Si deseas ser escritor tal vez sería conveniente medirte con los más grandes escritores, pues ello te llevará desafiantemente a ser mejor. Si trabajas en el área de la salud, quizás aspirar a un gran referente en la disciplina sea mucho mejor que rodearse de personas que te “respetan” tan sólo por usar un delantal blanco.

Muchas veces las personas desarrollamos una estrategia que nos permite cuidar nuestra auto-imagen y aquello que pensamos de nosotros mismos, yendo a contextos que validan y sostienen aquello que somos en la actualidad, sin generar ningún desafío para continuar creciendo. Recuerdo en una ocasión una alumna del programa de coaching quien me señaló frente a un ejercicio que debía realizar: “no puedo hacerlo porque no tengo ningún tema que tratar… ya tengo todo resuelto en mi vida”… que tema más interesante de conversar en una sesión, pensé.


Sentirnos en el nirvana nos niega la posibilidad de llegar más lejos. Rodearnos de quienes sólo nos adulan nos ciega frente aquello que podría ser mejor en nosotros mismos. Aspirar llegar a la luna seguramente nos permitirá sentarnos en la montaña más alta que encontremos y disfrutar un paisaje externo e interno que no me cabe duda será más estimulante, desafiante y satisfactorio.