Ser educado, tener buenos modales, es comportarse
correctamente en cada una de las situaciones que nos encontremos en la vida, es
tratar a las personas, a todas las personas, con total respeto aunque no
coincidamos con ellas en su forma de pensar.
Tener buenos modales no es sinónimo de ser personas
“estiradas” ni de tener que conocer todas las reglas de etiqueta. Saber
comportarse tiene más que ver, desde mí punto de vista, con mostrar respeto y
ayudan a que todos puedan sentirse cómodos.
Creo que casi todos nos hemos encontrado en alguna ocasión
con personas guapas y atractivas que, desgraciadamente, han demostrado ser
solamente un envase bonito sin demasiado contenido.
Personas que no han sabido
comportarse, ni tratar a los demás con cortesía, con educación, con respeto.
Los buenos modales son indispensables para desenvolvernos en
la vida y ser apreciados por todo lo que podemos ofrecer y van de la mano de
valores como el respeto, la lealtad, la gratitud, la compresión, la tolerancia,
etc., todo ello muy necesario para ser una persona íntegra.
Saber comportarse es importante para todas las personas, sin
importancia del sexo o de la edad y para llegar a ser adultos íntegros y con
buenos modales se ha de trabajar desde el hogar. Se ha de enseñar a los niños a
tener un buen comportamiento, padres y educadores han de unir esfuerzos para
conseguirlo.
Algunas personas pueden sentirse avergonzados al actuar de
acuerdo con las normas básicas de buena educación delante de otros que no lo
hacen, no debería ser así. No debemos sentirnos avergonzados por tener buenos
modales.
Los buenos modales consiguen que la interacción con otras
personas se mucho más fácil y agradable. Tener buenos modales es poner en
funcionamiento la “regla de oro”: compórtate con los demás como quisieras que
ellos se comportaran contigo.
Estas son algunas normas básicas que siempre es aconsejable
seguir en nuestro caminar cotidiano por la vida:
Pedir siempre las cosas por favor y dar las gracias por el
servicio recibido.
Disculparnos si, involuntariamente, tropezamos con alguien o
le causamos algún tipo de perjuicio.
Saludar siempre cuando lleguemos a un lugar.
Si viajamos en transporte público ceder el asiento a
personas mayores o mujeres embarazadas.
Hablar siempre correctamente evitando usar un tono de voz
excesivamente alto y el uso de palabras malsonantes e inapropiadas.
Es muy conveniente saber comportarse en la mesa, prestar
atención a la forma de comer, pedir las cosas por favor, no usar el teléfono
móvil mientras estamos comiendo, aprovechar ese momento para charlas
relajadamente y disfrutar de la compañía.
También son importantes los buenos modales cuando hablamos
por teléfono. Si recibimos una llamada hay que contestar con educación y si
somos nosotros los que la realizamos debemos saludar y presentarnos
correctamente.
Y no debemos olvidar que los buenos modales no pasan de
moda.