domingo, 8 de julio de 2018

Pensamiento Libre No Es Solo Pensar


Las peores prisiones son las que no tienen rejas. La ilusión de la libertad es la más cruel de las cárceles pues no permite tener consciencia de los límites de nuestras elecciones, al no percibir que las fronteras son cada vez más estrechas y, al contrario de lo que parece, apenas limita el tamaño y empalidece los colores del mundo. El pensamiento libre, la autonomía de las ideas, el espacio para aceptar lo diferente exige esfuerzo, osadía y coraje, mercancías raras en los estantes de los corazones y mentes.

Al mundo siempre le han parecido extrañas voces y actitudes disonantes que interfieran en la administración, el control y los negocios de quienes piensan que los otros están ahí para servir y no para compartir. Quien no se adecua queda relegado del mundo, son marginales.

No cito aquí a los que confunden coraje con violencia, o a los que se encaminan por las sendas de la delincuencia por ignorancia o cobardía. Me refiero a los hombres más sabios y valientes de la Historia, aquellos que le quitaron el sueño a los gobernantes sin dar un sólo golpe o incluso emitir alguna palabra agresiva.

Jesús fue el mejor ejemplo, sin embargo tenemos otros más contemporáneos como Martin Luther King. Mahatma Gandhi colocó al poderoso Imperio Británico de rodillas usando como armas la sabiduría de pensar diferente, la osadía de desobedecer, concomitante con el amor de caminar por la senda de la no violencia. Arrebató multitudes, pues tocó sus corazones y mentes. Le dio color a sus almas

La convivencia social crea la falsa sensación de que para ser aceptado es necesario pertenecer a alguna tribu, pues, además de cómodo, facilita el control de la administración al encuadrarte en modelos preestablecidos y con límites definidos. Tu escoges un clan y  haces una especie de contrato de adhesión, tácito e inconsciente, igual a esos que vienen listos para operadoras de telefonía o TV por cable, aceptando los conceptos y preconceptos, ideas preconcebidas y enlatadas, definiendo lo que es correcto e incorrecto, lo que es permitido y lo que es prohibido. Te vistes como ellos, usas un vocabulario propio y frecuentas los mismos lugares. Hasta llegas a pensar que eres feliz y que encontraste tu lugar.

Un proceso de estandarización, homogenización y, lo peor, pasteurización. Renuncias a lo que hay de mejor en ti para ser aceptado sin problemas en el grupo y te sientes feliz. De esta manera renuncias a ti mismo. Recordaste a Fausto? Bueno, guardando las debidas proporciones es exactamente esto.

Abdicas a la libertad de pensamiento a cambio de aceptación y seudo-felicidad. La administración lo agradece.

Hombres libres piensan globalmente, son ciudadanos planetarios, son solidarios, y saben que cada quien es único. No hay otro igual a ti. Y existe belleza en cada uno de nosotros, cada cual a su modo, a su manera, como piezas distintas que componen un maravilloso mosaico.

El afán de cada día con sus múltiples novedades te hacen olvidar lo nuevo. Lo verdaderamente nuevo es lo que de hecho es diferente y que es capaz de provocar transformaciones estructurales y no apenas cambios aparentes en las novedades.

En realidad la Historia nos muestra que fueron aquellos que creían que todo podía ser diferente y mejor, quienes pusieron la cara – al final, a la  administración no le gusta ser perturbada – y transformaron el mundo, pues eran el ejemplo vivo del cambio. Usaron sus propias vidas como materia prima para una obra de arte mayor, y desmoronaron los cimientos del status quo, haciendo con que el mundo avanzara. 

Esas personas hacen la diferencia porque se atreven a pensar diferente. Se transforman en héroes por el simple hecho de no aceptar papeles secundarios, rechazar los límites que les fueron impuestos, cortar las amarras que les impedían volar. A veces somos como la oruga que se deslumbra con la belleza y  el vuelo de la mariposa sin saber que también tenemos alas.

Será que no es el momento de replantear todos tus conceptos e ideas? De transformarte en el protagonista de tu propia vida? Tú tienes este poder. Una insurrección en tu forma de pensar, un análisis cuidadoso de lo que de hecho es tuyo y de lo que te fue impuesto sin que percibieras. Reflexiona principalmente sobre lo que te hace actuar como autómata y piensa si realmente tiene sentido. Recapacita si, desde el fondo de tu corazón, estás de acuerdo con esas ideas o apenas las sigues por pura comodidad o miedo al rechazo social.

Un buen truco es percibir si tu forma de pensar y actuar le trae dolor y sufrimiento a los otros. Si es así, estás en la hora de cambiar. Sembrar la alegría por donde vayas es una manera inteligente de tenerla dentro de nosotros.

Durante ese proceso te conocerás mejor y, no obstante las flores y las espinas que encontrarás en el camino, verás que es maravilloso. Al final tú eres tu mejor compañía. No se te haga raro si las personas comienzan a percibir un brillo extraño en tus ojos. Es pura luz!

Sé el héroe de tu propia revolución, de la transformación de tu alma. La única manera de cambiar el mundo es cambiando uno mismo.



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