martes, 14 de abril de 2020

Seamos Creativos


Quien no ha hablado alguna vez de la creatividad, en su entorno personal, en su trabajo… Lo cierto es que esta cualidad se presenta como un elemento imprescindible en muchas ocasiones para conseguir el éxito profesional y comprobar lo innovadora que es una persona puede ser una manera de evaluar utilizada en las empresas. 

Que no cunda el pánico, porque aunque muchos afortunados la poseen de manera innata, aquellos que no se consideran tan creativos, están de suerte porque se puede educar siguiendo algunas rutinas. Si bien es cierto que no hay nada mágico y se debe trabajar y perseverar. La creatividad es un elemento importante a la hora de forjar nuestra marca personal.

 –Seguir aprendiendo: Las personas creativas son personas con inquietudes y pasión por la recopilación de nueva información. Siempre buscan alternativas y se hacen preguntas. No hay que quedarse en lo superficial.

Observación: Los sentidos están para utilizarlos y no debemos dejar de observar nuestro entorno poniendo en funcionamiento todos nuestros mecanismos. Lo que nos rodea es una gran fuente de información y hay que saber aprovecharla.

¿Quién dijo error?: Una persona creativa no tiene miedo al fracaso porque sabe como gestionarlo. Con esos errores crean oportunidades de aprendizaje y evalúan lo que salio mal para evitar que vuelva a ocurrir.

Todos tenemos un niño dentro: Esta idea siempre es muy utilizada pero es que esla verdad. Debemos recuperar a ese pequeño que cada persona tiene y ver la vida con una filosofía diferente, disfrutando de lo que hacemos, divirtiéndonos como hacíamos cuando éramos niños.

Apertura mental: Tener una actitud y una mente abierta ayuda y mucho. No se debe juzgar con rapidez y hay que evaluar y pensar el por qué de las cosas antes de tomar decisiones para evitar que sean precipitadas.

Olvidarse del reloj: La creatividad es libre y no atiende a horarios muy estrictos y eso hay que tenerlo en cuenta. Suele manifestarse a primera y última hora del día y se debe aprovechar esos instantes para poder sacar algo provechoso.

-Soñar despierto no es malo: Al contrario, muchas investigaciones demuestran que esta práctica puede sacar lo mejor de uno mismo.

Arriesgarse: No hay que tener miedo de empezar un proyecto y que fracase. Una persona creativa toma ese riesgo y aunque el resultado al final no sea el deseado, el propio proceso y todo lo que conlleva ya es motivador y gratificante.


La imaginación al poder: dar vueltas a la cabeza, pensar en diferentes posibilidades. Imaginar debe tomar protagonismo en toda nuestra vida, en los diferentes ámbitos, no solo en el laboral.


Generar Acuerdos


Hoy en día generar acuerdos es un verdadero reto. En un mundo donde pareciera que el desacuerdo es “el pan cotidiano”, nos matamos por nuestras diferencias y competimos en vez de colaborar, ¿será realmente posible “poner juntos los corazones”?

¿Qué hace que nuestros corazones se separen? ¿Qué hace que tomemos diferentes rumbos? Pienso que es la atención a nuestras necesidades.

Es posible que entremos en conflicto cuando nuestras necesidades son diferentes y queremos satisfacerlas, pero los recursos con que contamos no pueden satisfacer ambas de manera simultánea.

Por ejemplo, queremos entregar en tiempo y cuidar los costos. O quizá tener excelentes resultados y cuidar la calidad de vida del personal. ¿Es posible?

Comparto algunas ideas generales que pueden ser útiles:
1.- Todas las necesidades tienen el mismo valor.
Si en lugar de priorizar, damos valor a todas las necesidades de la misma forma, es posible que encontremos alternativas para que todas sean satisfechas.
2.- Todos los participantes tienen el mismo derecho de ser escuchados
Si cada persona tiene un lugar, es vista, escuchada y puede aportar, las probabilidades que “ponga su corazón” y contribuya a la organización se incrementan considerablemente.
3.- Estar dispuesto a que mi solución no sea la alternativa seleccionada.
Para acordar requerimos estar dispuestos a construir juntos, no a ganar. Hay una gran diferencia entre lo primero y lo segundo. Lo primero nos posibilita para crear alternativas nuevas, posibilidades no exploradas. Lo segundo, limita las alternativas a una opción y generalmente cierra las posibilidades.
4.- Contribuir desde el corazón.
Muchas ocasiones consideramos que si devaluamos al otro, lo criticamos, lo enjuiciamos o lo denigramos “vamos a ganar”. Muchos no nos damos cuenta que esto sólo contribuye a que ambos “paguemos” altos precios individuales y en colectivo. ¿Qué sucedería si aprendiéramos a hablar desde el corazón? Es decir, desde mí, desde mis necesidades, desde lo que deseo, desde lo que puedo aportar y desde lo que me gustaría recibir.
5.- Recordar nuestra suficiencia

Cómo dice Michael Blumenstein: “Suficiencia es la certeza interna de que puedo manejar la incertidumbre”. Muchos de nosotros no estamos dispuestos a abrir el corazón porque tenemos miedo de que si no controlamos todo y es cómo nosotros creemos que debe ser el resultado, no será el adecuado. Quizá nos sorprenda que desde la certeza de nuestra posibilidad de manejar el futuro sin control, seamos más capaces de generar nuevas y en muchas ocasiones, mejores alternativas.

Poner los corazones juntos o acordar, es un arte a aprender, es un reto de la sociedad moderna, es una necesidad en la organización actual. ¿Será que estamos dispuestos a aprender?


Nos Preceden


Pensar es fácil, hacer es difícil,
y convertir los pensamientos en acción es la cosa más difícil del mundo”. de Johann Wolfgang von Goethe

Es sabido el beneficio de Mindfulness en la salud y el bienestar, pero aunque no esté tan estudiado, creo que es igualmente importante el efecto que tiene en los procesos de pensamiento y en la eficacia personal. Una conciencia más ecuánime y lúcida mejora la creatividad, la capacidad de reflexionar, la asignación de prioridades, la toma de decisiones y la capacidad de funcionar en ambientes complejos, incluso nos permite funcionar con dos hipótesis contradictorias. Por ello quiero iniciar una serie de reflexiones que colgaré en el blog sobre este tema. Para empezar, tomaré un proceso mental que exploramos en el retiro de Mindfulness de este verano, las diferencias entre la Intención y la Acción.

La intención, como dice Goethe en su cita, sería el pensamiento que precede a la acción, sea esta un movimiento del cuerpo o una palabra. La intención por tanto es íntima y personal, la acción es pública e irrevocable. Una persona es dueña de sus intenciones pero responsable ante otros de sus actos. 

Tomar conciencia de las intenciones hace que nuestras acciones sean más coherentes, precisas y mejor enfocadas, respondiendo mejor a lo que demanda cada situación. Una de las grandes fuentes de frustración nace de las acciones que producen resultados alejados de las intenciones, quizás porque se actúa precipitadamente, o, también, por causas del azar, que es una condición más importante de lo que parece (como bien explica D. Kahneman). 

Hay un cita atribuida a Oscar Wilde que me fascina “no good deed goes unpunished “que podríamos traducir como “toda buena acción” tiene su justo castigo”!!. Para algunos significa que la vida no siempre es justa y que las cosas no siempre salen como queremos. A mí me lleva a reflexionar sobre ¿Qué es eso que consideramos “buena acción”? y ¿Cuál era realmente la intención que estaba originando esa “buena acción”?. Por otro lado, la filosofía Oriental enfatiza la importancia de la intención y el desapego al resultado de la acción (como recoge el Bhagavad Gita).

Las personas reactivas se caracterizan porque su intención es inseparable de la acción, por lo tanto no llegan a contemplar la intención y a valorar sus consecuencias. La sabiduría nos ayuda a crear un espacio entre la intención de hacer algo, digamos ir al frigorífico para coger un helado o enviar un email de respuesta incendiaria, y la acción en sí. 

Este espacio mental nos permite valorar si esa acción es la más adecuada. Parafraseando a otro de mis pensadores favoritos, Viktor Frankl, “lo importante no es lo que nos pasa (por la cabeza, es decir la intención) sino lo que hacemos con ello (es decir la acción). Por ello, cualquier esfuerzo por construir, ampliar y enriquecer las posibilidades del “espacio de libertad que hay entre la intención y la acción», entre los acontecimientos externos o los pensamientos y las respuestas que damos a ellos, permite que los seres humanos creen un espacio en el que responder creativamente a los desafíos de la vida. Esta es la esencia de la práctica de Mindfulness. Pruébelo!

Para que no quede en ideas y palabras, proponemos un ejercicio práctico para explorar directamente la diferencia entre intención y acción. El ejercicio consiste en fijarse cuando hay intención presente en la mente y cuando esta intención se convierte en acción. Puede ser respecto a una llamada de teléfono, satisfacer el apetito en la comida, o antes de realizar alguna actividad que uno le gusta o tener que hacer una tarea no deseada.

Contemplando la intención en la mente se puede identificar cuando es débil y está cargada dudas, o cuando es poderosa y se convierte en anhelo o deseo, estados mentales de los hablaremos otro día. La contemplación también se puede extender a la acción y ver de qué forma esta acción ha respondido a la intención, algo que también exploraremos otro día.


Confianza En Dar La Cara


En este mundo tan sumergido entre las transformaciones y las contradicciones parece que la expresión “dar la cara” fuese sacada de alguna obra literaria. “Dar la cara” es dar crédito. Dar crédito es dar confianza dice “paradójicamente” un anuncio de la radio de un banco.

Pero aunque intentemos hacer matrices, esquemas y Excel para organizar nuestra vida, no siempre sale según lo esperado. Y no siempre tenemos a nuestro lado las personas afines, las que comparten esa misma historia, esos mismos códigos, con las que cerramos los ojos y nos entendemos. A veces tenemos que gestionar la diversidad, y esa diversidad está en poder dar crédito y confianza a gente con la que pensamos diferente, actuamos diferente, tenemos historias diferentes, porque sabemos en el fondo que su talento, competencias y valores nos aportan en nuestro día a día.

Pero además de gestionar esa diversidad el “dar la cara” implica un paso más, probablemente más valiente, donde los verdaderos líderes asoman, aquellos que son capaces de poner en valor lo que nadie puso en valor hasta hoy, “dar la cara” a pesar de lo que se diga, a pesar de lo que se piense, a pesar de la historia, a pesar de todo. Será allí que nos daremos cuenta que habiendo regalado ese acto de confianza estas personas puedan dar incluso más de lo que nos dan aquellas personas afines.

Muchas veces el miedo es quien impide que exista confianza, en cualquier tipo de relación. Si vivimos con miedo, enfocamos nuestra energía y esfuerzos a protegernos y jamás podremos hacer cosas diferentes, innovar, cambiar, etc. Si el líder desarrolla seguridad en su equipo o el padre o madre en su familia, existirá confianza más allá de las compatibilidades y el grupo trabajará en conjunto obteniendo mayores y mejores resultados. Podemos ponernos las excusas que queramos, sólo servirá para dejar pasar unas horas, no más
.
Todos necesitamos, aunque pensemos lo contrario, de esa persona que sea capaz de “dar la cara” por nosotros en los momentos difíciles. Es entendible que busquemos inconscientemente estar rodeados del líquido amniótico de la confianza porque hay sensaciones que no se olvidan. Ya que ese líquido nos ha cuidado en su día, nos ha dado cierta seguridad y en la vida real instintivamente buscamos lo mismo.

Por eso, la responsabilidad del líder es tan alta y exigente y no es una misión para cualquiera. “Dar la cara” equilibrando las necesidades del negocio y compatibilizarlos con las expectativas de su equipo, y a la vez mantener la confianza de ambas parte en alto, no es una misión fácil. Ese líder que “da la cara” va primero, toma riesgos, no prejuzga y otorga confianza para generar confianza. Y en ese pacto implícito asumimos que esa confianza se gana a base de mucho trabajo pero también se pierde con muy poco esfuerzo.


“Dar la cara”, jugársela por el otro a pesar de los pesares es uno de los mayores testimonios de madurez, de grandeza, de profesionalidad, de amistad, de valores, de humildad, de fortaleza, de compañerismo. 

Es hora de darnos a luz a nosotros mismos, salir de nuestro mundo amniótico, porque gestionar lo previsible sólo nos aportará resultados previsibles, gestionar situaciones o personas previsibles nos convertirá en manager, madres, padres, amigos o gestores de equipos previsibles. Y por si nos queda alguna duda, recordemos lo que nos dijo alguna vez Ernest Hemingway: “La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él”. 

En definitiva, “dar la cara” es confianza.



Dar Lugar A Lo Nuevo


Las creencias, los objetos, las necesidades y las personas se transforman, vienen y van. Todo evoluciona. No habría posibilidad de evolución si retuviéramos lo que se tiene que ir. Estaríamos impidiendo que llegue lo nuevo.

Uno es lo que hace y piensa de sí mismo. La impaciencia y el perfeccionismo son obstáculos para amarse y amar. Estos obstáculos nos llevan a la comodidad y la costumbre, que no sólo nos niegan a nosotros mismos, sino que también niegan al otro, y a los demás, ya que le dan razón al pasado.

No nos damos cuenta de la influencia que tenemos en la vida de los otros. Somos y damos posibilidades. El ser humano no es más que la posibilidad de ser lo que quiere. De eso se trata todo, de tener la posibilidad de elegir como reaccionar, y con eso dar posibilidades de elección.

Muchas veces nos empeñamos en acumular virtudes. Muchas veces construimos nuestra vida alrededor de valores y virtudes que pensamos que nos hacen mejores, y no hacen otra cosa que estancarnos donde estamos.Amar implica trasformación. Si el amor no se transforma, no nos transforma, no es más que hábito, acostumbramiento o cualquier otra cosa que no es amor. El amor actualmente esta muy supeditado al valor del significado de la palabra, pero no al hecho de sentirlo.

Decir Te amo, parece que sólo es utilizable ante algo majestuoso, cuando el amor es todo. El amor es el mismo para todos. Cuando se quiere, se quiere. No se quiere ni más ni menos. Si se puede querer de diferentes maneras, pero el amor no es cuantificable.

El hecho de estar en contacto con otro ser humano es la libertad misma, sino quedaríamos presos de nosotros mismos. En el otro podemos ver nuestra realidad, si somos capaces de verla. El otro es el mejor espejo de uno mismo. El otro es nuestro límite.

Las creencias, los objetos, las necesidades y las personas se transforman, vienen y van. Todo evoluciona. No habría posibilidad de evolución si retuviéramos lo que se tiene que ir. Estaríamos impidiendo que llegue lo nuevo.

La imperfección admite cambios, nos permite aspirar a ser alguien mejor, nos da la capacidad de elegir lo que queremos ser. Y el único centro posible es tomar conciencia de lo real.

Amar implica trasformación. Si el amor no se transforma, no nos transforma, no es más que hábito, acostumbramiento o cualquier otra cosa que no es amor. El amor actualmente esta muy supeditado al valor del significado de la palabra, pero no al hecho de sentirlo.

¿Por eso será que somos tan críticos de los demás? ¿Por qué vemos en ellos nuestras propias miserias? El perfeccionismo es lo que nos lleva a sentirnos descontentos con nosotros mismos y a hacer sentir mal a los demás. No busquemos lo perfecto, sino lo real. Y la realidad es que somos seres indigentes, finitos e ignorantes.

Evaluar Alternativas

Muchas veces nos encontramos en un punto de nuestra vida en donde todo pareciera oscuro, en donde no encuentras una salida para lograr tus metas, en donde tu cuerpo trabaja a toda marcha pero tu alma piensa que las cosas que estás haciendo no son las adecuadas para tu vida.

Es en ese momento en donde debes parar y analizar varios aspectos de tu vida, revisar tus alternativas.

Las alternativas son una serie de soluciones que se nos presentan en nuestro camino para poder cumplir con un objetivo (ya sea tener un trabajo estable,
comprar la casa de los sueños, tener el viaje que nunca hemos tenido, preparar mis cosas para vivir solo(a), entre otras situaciones), y muchas veces nos centramos en que sólo hay una cosa para cumplir esas metas. Pues la realidad es otra, el Universo es tan sabio que te ofrece tantos caminos como sean posibles para que esas cosas que deseas se puedan convertir en una realidad. 

Siempre existirán muchas formas de lograr un resultado o de llegar a un lugar específico. Para eso, debes abrir tu mente a las alternativas y entenderás que no necesariamente porque algo sale diferente a como lo esperabas, quiere decir que haya salido mal.

Muchas veces nos encontramos en un punto de nuestra vida en donde todo pareciera oscuro, en donde no encuentras una salida para lograr tus metas, en donde tu cuerpo trabaja a toda marcha pero tu alma piensa que las cosas que estás haciendo no son las adecuadas para tu vida. Es en ese momento en donde debes parar y analizar varios aspectos de tu vida, revisar tus alternativas
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Las alternativas son una serie de soluciones que se nos presentan en nuestro camino para poder cumplir con un objetivo (ya sea tener un trabajo estable, comprar la casa de los sueños, tener el viaje que nunca hemos tenido, preparar mis cosas para vivir solo(a), entre otras situaciones), y muchas veces nos centramos en que sólo hay una cosa para cumplir esas metas. Pues la realidad es otra, el Universo es tan sabio que te ofrece tantos caminos como sean posibles para que esas cosas que deseas se puedan convertir en una realidad. 

A muchos de nosotros nos cuesta abrir la mente a nuevos escenarios (espirituales, culturales, laborales, entre otros) y siempre nos quedamos en nuestra bendita zona de confort porque es ahí donde nos sentimos bien, protegidos, y hasta amados y valorados. Pero si seguimos ahí no vamos a descubrir las maravillosas opciones que nos presenta la vida, es por esto que debemos abrir nuestra mente a nuevas aventuras, sensaciones, emociones; disfrutarlas y aprender de cada una de ellas.

Si crees que hay un único camino que recorrer, tendrás millones de formas de fracasar. En cambio, si tienes claro el bienestar que buscas y te abres a las miles de formas para alcanzarlo, tendrás miles de maneras de ser exitoso.



Tercos Y Arrogantes


Generalmente, una persona difícil quiere ser siempre la que manda, logre que las cosas se hagan a su manera, diga la última palabra o demuestre que es la que tiene la razón.
La mayor parte de las veces, aunque no lo exprese ni lo acepte, es egocéntrica e insegura.

Cuando tratas con personas difíciles, necesitas saber con quién tratas (qué motiva el comportamiento de la persona), que quieres lograr y para que lo quieres lograr, cuanto vas a arriesgar de la relación y si vale la pena el desgaste tuyo y de la relación.

Las personas pueden ser difíciles:
Sin darse cuenta de que lo son, ya sea porque:
No pueden manejar adecuadamente sus emociones negativas (estrés, frustración, enojo, etc.), y se desquitan con los demás.

Están tan inmersos en sí mismos, que no perciben las necesidades y la forma de pensar de los demás, dando por hecho que todos piensan o deberían de pensar como ellos y necesitan lo que ellos quieren.

Tienen algunas características que influyen en su conducta, como arrogancia, terquedad, hostilidad, demasiada susceptibilidad, etc. siempre están convencidas de que tienen la razón, aun cuando están equivocadas,

Están manejados por algunas creencias equivocadas, que rigen su vida.
Creencias como:
"En la vida sólo hay vencedores y vencidos", por lo que ellos no pueden ceder y convertirse en vencidos, o
"Ceder es mostrarse débil y la gente se aprovecha de las personas débiles". 
Porque de esa manera consiguen lo que quieren.

Demos Afecto

El mundo moderno se ha ideado mil formas de combatir los efectos nocivos del estrés, ese mal de la civilización que cada día parece cobrar más víctimas. Ahora resulta que la mejor arma para hacerle frente es contar con el afecto de la familia o de los allegados. Una mano amiga, dicen los especialistas, no sólo brinda apoyo emocional a la hora de los problemas sino que puede aumentar la resistencia de una persona para luchar contra las enfermedades y prolongar su vida.

Desde hace varios años había intrigado a los científicos el hecho estadístico de que los pacientes hospitalizados que contaban con el apoyo de la familia y los amigos vivían más tiempo que los solitarios. Diversos estudios han mostrado, por ejemplo, que las víctimas de ataques cardíacos que tienen soporte emocional, sobreviven mucho más tiempo que aquellos que no cuentan con este apoyo. Ese poder preventivo del afecto sobre el organismo, ha llevado en los últimos tiempos a los investigadores a indagar el porqué.

Uno de ellos es la psicóloga Janice Kielcolt, quien hace poco publicó los resultados de una investigación que demuestra que las peleas maritales pueden afectar no sólo la relación de pareja sino la salud de los cónyuges. Del mismo modo, sostiene la psicóloga, una buena relación se convierte en una ventaja biológica que fortalece el sistema inmunológico y protege contra las enfermedades cardíacas.

En una investigación realizada entre estudiantes de medicina, Kielcolt encontró que aquellos estudiantes que eran más amigables soportaban mejor las tensiones de los exámenes y visitaban con menos frecuencia el consultorio médico. "Claro que no es el número de amigos lo que parece ofrecer un alivio contra el estrés, sino la calidad de esas relaciones", afirma la investigadora. "Pero además, es la relación con las personas que usted ve día a día la que parece ser crucial para su salud". Y no todas las relaciones tienen igual significado. "Si usted tiene una pareja romántica con la cual se entiende y vive en armonía, eso lo beneficia más que si pelea con su pareja"

Aunque parezcan inocuos, los cambios en las relaciones interpersonales pueden afectar los niveles de la presión arterial", señala Steve Smith, director de la investigación. El estudio también monitoreó la presión arterial de un grupo de personas durante las actividades diarias normales y encontró que los niveles eran más altos cuando ellas estaban entre extraños, menos altos cuando estaban solas y mucho más bajos cuando estaban en familia.

Mientras estos cambios leves y transitorios están entre el rango normal de las fluctuaciones, los investigadores creen que los cambios sustanciales pueden llegar a causar daño cardiovascular. "La interacción negativa tiene un efecto a corto plazo en el sistema cardiovascular, y si es repetido regularmente durante varios años puede conducir a una enfermedad cardíaca", dice el doctor Smith. De la misma manera, advierte, si las relaciones interpersonales son una fuente de paz y sosiego, pueden ejercer un efecto protector en el corazón.

La evidencia es contundente. Un estudio realizado entre 200 ancianos, hombres y mujeres, quienes habían sufrido ataques cardíacos, comprobó que aquellos pacientes que tenían dos o más personas, fuentes de soporte emocional, 
presentaban dos veces más probabilidades de sobrevivir que aquellos que no contaban con ningún tipo de apoyo o de afecto. 

Lisa Berkman, la epidemióloga que dirigió el estudio, señala que entre los pacientes que contaban con dos o más personas, fuentes de afecto, 17 por ciento murió durante el primer año mientras que en el grupo de aquellos que no tenían un apoyo emocional el índice de muertes fue del 58 por ciento.

Según los investigadores, la gente de pocos amigos o sin familia tiene una tasa de muerte de dos a cuatro veces mayor que aquellos de su misma edad que cuentan con el afecto de sus allegados. Esto ha sido demostrado en media docena de estudios estadísticos que involucran a cerca de 20 mil hombres y mujeres.


"Para obtener esta clase de protección, la gente tiene que percibir que realmente cuenta con sus amigos o su familia. A la hora de solucionar los problemas o enfrentar una crisis puede ser suficiente tener a alguien con quien hablar o simplemente que lo haga sentir mejor acerca de sus propias capacidades para manejar una situación difícil", dice Berkman. 

Y lo cierto es que los datos de mortalidad dejan muy claro que la gente que recibe afecto tiene más larga expectativa de vida. 


lunes, 13 de abril de 2020

Saber A Través De Ti Mismo

Los verdaderos valores no son aquellos que están ligados a las cosas exteriores, como la riqueza, el poder o la fama, y tampoco aquellos que están ligados al cuerpo, como la vida, la fuerza física, la salud o la belleza, sino exclusivamente los valores del alma que se hallan todos incluidos en el conocimiento.


Por supuesto, esto no significa que todos los valores tradicionales se conviertan en antivalores, sin más; 1
significa sencillamente que por sí mismos carecen de valor.

Sólo se convertirán en valores si se utilizan como lo exige el conocimiento, es decir, en función del alma y de su areté.

Fuente de información: Johannes Hirschberger  Historia de la filosofía. Barcelona:                                          Editorial Herder, 1981.

El pensamiento Socrático a llegado a nosotros a través de filósofos de la Grecia clásica, especialmente Platón, que han inmortalizado  sus enseñanzas, cabe agregar, que tal como ha sucedido con grandes personajes de nuestra historia, como lo pueden ser, entre tantos otros, figuras como:  Melquisedec, Rey de Salem,  El Patriarca Abraham, o el propio Jesucristo, el hijo Unigénito de Dios, no nos han dejado ninguna enseñanza de su propio puño y letra, sus acciones han sido recogidas por sus discípulos y dadas a conocer al mundo con posterioridad mediante los escritos que hoy conocemos.

Estas enseñanzas que mencionamos, han marcado con su huella indeleble, el acervo espiritual y cultural de toda la humanidad y no obstante la indiscutible grandeza y profundidad de sus conceptos , bueno es considerar que lo que nos han transmitido, lo han recibido de sus predecesores, que ellos han profundizado un surco ya iniciado anteriormente y , sobre todo, que la tarea encomendada se seguirá construyendo con el aporte de cada individuo con su pensar y su sentir, en la ardua y asombrosa tarea del descubrimiento de uno mismo.

Las grandes religiones, los predicadores que hoy se atribuyen la posesión  en exclusividad de la verdad revelada, los que arguyen que todo lo que el hombre debe saber sobre sus orígenes y su destino, ya les han sido revelados y que nada más hace falta conocer, deberían sumergirse en lo profundo de la humildad, desterrar la soberbia  de sus corazones y retomar el camino de aquellos que aún emprenden la senda buscando y practicando, tal cual lo menciona el poeta:

Caminante, no hay camino, se hace camino al andar.

El Costo Social

  


En los países desarrollados dónde las personas tienen acceso a innumerables ofertas de la más variada gama que podamos imaginar, dónde la única limitación la constituye el nivel de ingresos del individuo o su núcleo familiar, existe una creciente preocupación por intentar orientar a las personas a que puedan ordenar sus finanzas y de esta manera balancear su frenético ritmo de gastos con los ingresos que obtienen.

La sociedad en términos generales cuida su crédito porque, sin él, literalmente desaparecen las oportunidades de todo tipo, que a diario se ofrecen, para aquellos que encuadran dentro de la definición de buenos pagadores.

La crudeza de esta realidad nos indica, que, si una persona no tiene crédito, por mas efectivo que maneje, sencillamente no existe, la ausencia en los registros de las controladoras de crédito y el hecho de no tener antecedentes en la materia les impide el acceso al sistema de tal modo que la persona solo podrá moverse dentro de las limitaciones de su poder adquisitivo en efectivo, no podrá contar con ninguna otra alternativa bajo ningún concepto.

Eso para una sociedad de alto consumo es una razón más que suficiente para que se busque, por todos los medios, mantener una conducta crediticia confiable.

No obstante, ante la tentación creciente de ofertas verdaderamente increíbles, es muy común vivir al filo de la navaja, al borde del abismo, contrayendo compromisos de pago que no pueden ser cubiertos en las fechas previstas de amortización, ocasionando altos costos adicionales por concepto de intereses y las consecuentes restricciones en la concreción de nuevos créditos en el futuro, los cuales si los obtienen, serán en condiciones desventajosas con relación a los obtenidos anteriormente.

Esta situación ha llevado a crear verdaderas crisis de relacionamiento en los núcleos familiares, siendo una de las principales causas de ruptura de esos vínculos.

El exceso de consumo está considerado como una verdadera plaga y es motivo permanente de atención por las autoridades de gobierno así como de agentes sociales y predicadores de todas las religiones.

Una sociedad desarrollada está orientada al consumo al punto de no concebir otro medio de subsistencia, la sociedad de consumo pregona el concepto del hombre de pie,
seguro de si mismo, capaz de producir bienes y servicios que redundarán en mayores ingresos, ingresos que se volcarán nuevamente al mercado a través de ofertas de bienes de consumo, seguros de vida, inversiones, viajes de placer, etc. etc.
Si en estas sociedades existieran economistas como los que pululan por nuestros medios subdesarrollados, que pregonan la contracción del consumo, para generar recursos para el pago de deuda externa y atender las necesidades del Estado, no sólo serían tratados de ignorantes sino que les dirían: Señores, el hombre debe estar de pie, confiado en si mismo, capaz de producir bienes y servicios, de obtener un ingreso digno y gratificante el cual volcará nuevamente al mercado, esa es la fuente de la inversión, la inventiva, allí están los nichos de mercado ha satisfacer los cuales darán ritmo a la creatividad de los empresarios y medios de difusión, el hombre con capacidad de consumir es la vida de todo el sistema.

La persona sin trabajo y sin un salario digno es un miserable, un esclavo, un demente enchalecado con el mas siniestro de los chalecos de fuerza, el chaleco económico, impuesto por los popes del sistema, los que son guiados por los que viven fuera de la caverna, los creadores de la Biblia económica para aplicación en los países que deben mantenerse a toda costa sometidos y dependientes.

No es de extrañar que se escandalicen cuándo hablamos de estas cosas, no estamos saliendo del libreto autorizado, decir que la política económica y la fiscal, son herramientas que deben estar subordinadas a la política social, para ellos es una herejía, pero nuevamente reafirmamos, la economía es una ciencia social, sus principios están íntimamente relacionados con el resto de las ciencias sociales, su razón de ser es la sociedad en la cual está inserta, el éxito de su aplicación se mide en la calidad de vida de los habitantes de esa sociedad, cuando sus resultados se miran con beneplácito por otros lares, sabremos a ciencia cierta a quién representan y sirven.

Como puede apreciarse existe una marcada diferencia entre las políticas económico-sociales aplicadas en el mundo desarrollado y las medidas que se implementan en nuestro medio, diferencias que asocian subdesarrollo a subordinación y dependencia.

Meditar sobre estos temas nos ayudará a comprender el altísimo costo social que soportan los países que padecen las recetas de los chalecos económicos, recetas que son concebidas para aplicar en el mundo subdesarrollado pero que son inadmisibles e impracticables en el mundo desarrollado, ¿ porqué será ?.

Quo Vadis?

Actualmente vivimos en una sociedad cuyos valores fundamentales son el éxito, la riqueza, el poder, el sexo, el egoísmo, la mentira, la superficialidad.... y en la que nosotros pugnamos por sobresalir y triunfar, educando a nuestros hijos en estos valores, aunque nos llamamos cristianos, vayamos a Misa los domingos, bauticemos a nuestros hijos y les llevemos a catequesis para que hagan la Comunión. ¿Qué estamos haciendo? ¿A qué jugamos?

Todos criticamos la sociedad en la que vivimos, a los gobiernos, a los políticos. La depravación de la juventud, la pérdida de valores cristianos, la falta de humanidad... pero ¿Hacemos algo por cambiarla o estamos cómodamente instalados en ella? Seamos sinceros con nosotros mismos y veamos cuál es nuestra situación en la sociedad, ya que la mejor manera de cambiar el mundo es empezar por uno mismo.

Dicen que había una vez un alcalde que quiso embellecer su ciudad, que estaba muy sucia, y publicó un bando en el que se ofrecía una enorme cantidad de dinero al que le ofreciera una manera de limpiarla eficazmente. Muchos fueron los que dieron soluciones costosísimas y complicadas invirtiendo en enormes máquinas limpiadoras, personas especializadas y productos maravillosos, pero no dieron resultado. Cuando estaba desesperado por no encontrar el método eficaz y correcto para mantener limpia su ciudad, un anciano se le acercó y le dijo: - "creo que tengo la solución al problema que tienes"- y el alcalde le pregunto un tanto escéptico -"dime cual es"- y este respondió: -"que cada vecino barra y limpie la puerta de su casa"-

Parece algo simple y tonto, pero es la verdad. ¿De qué nos sirve criticar la actuación del gobierno de los políticos o de nuestros jefes si no podemos cambiarlos?

Tenemos que empezar barriendo y limpiando nuestra casa y haciendo que cambie lo que tenemos alrededor -nuestros hijos nuestro trabajo, nuestro entorno - y así contribuiremos a que esta sociedad se renueve con una generación nueva y diferente.

Ocupémonos de una manera real de la educación de nuestros hijos, de saber qué piensan, qué les preocupa, quienes son sus amigos, qué hacen los fines de semana, dónde pasan los ratos de ocio, de cumplir con nuestra obligación de cada día... Empecemos a cambiar la escala de valores de esta sociedad, apostando por el amor, la entrega a los demás, la sinceridad, la lealtad, la sencillez, el perdón... en lugar del egoísmo, el éxito la mentira, la humillación, la competitividad, la falta de principios..., a través de nuestra familia y de nuestros hijos, que son la semilla del mañana, y convirtamos esta sociedad en una comunidad auténticamente cristiana contribuyendo así a que a través de nosotros, nuestros hijos sean de verdad hombres y mujeres cristianos e íntegros luchando por un mundo mejor.



Practicar La Convivencia

He leído la noticia sobre el hallazgo del bebé abandonado en un contenedor de San Sebastián  y me ha venido a la cabeza esa frase que dice “capaz de lo mejor y de lo peor”. Una frase con larga tradición y tan cierta como cruel. Dispar, bipolar o quizá dos caras de la misma moneda, pero a grandes rasgos, los seres humanos, podríamos definirnos así: capaces de crear vida donde no la hay, capaces de quitarla sin sentido. Y aunque nos rodeemos cada día de cientos de noticias que relatan actos, crueles por un lado y fantásticos por otro, en ocasiones, hace falta un alto en el camino y replantearnos muchas cosas al enterarnos de que hay madres y padres que son capaces de dejar abandonados a sus hijos. No a los nuestros, sino a los suyos.
He leído la noticia sobre el hallazgo del bebé abandonado en un contenedor de San Sebastián y me ha venido a la cabeza esa frase que dice “capaz de lo mejor y de lo peor”. Una frase con larga tradición y tan cierta como cruel. Dispar, bipolar o quizá dos caras de la misma moneda, pero a grandes rasgos, los seres humanos, podríamos definirnos así: capaces de crear vida donde no la hay, capaces de quitarla sin sentido. Y aunque nos rodeemos cada día de cientos de noticias que relatan actos, crueles por un lado y fantásticos por otro, en ocasiones, hace falta un alto en el camino y replantearnos muchas cosas al enterarnos de que hay madres y padres que son capaces de dejar abandonados a sus hijos. No a los nuestros, sino a los suyos.
Puede parecer demagogia, ya que no creo que nadie, sin una causa de peso o aparente, pueda ejercer tanta crueldad sobre alguien tan indefenso y dejarlo abandonado en el sitio más indigno que pueda existir para una persona, en la basura. Pero no hay excusa para tanta crueldad. Sin duda, siempre hay una solución para todo, sea mejor o peor.
Solo pido que de la misma manera que lloramos al ver actos de solidaridad que hacen de este mundo un lugar mejor, hagamos lo mismo cuando nos convertimos en Mr. Hyde y somos capaces de lo peor. Aunque más que lamentarnos, deberíamos hacer lo posible para evitarlo. Hoy, alguien, ha empezado con mal pié en la vida. Pero sin duda, y a pesar de todo, tiene todo el camino por delante. Mis mejores deseos para ese nuevo ser humano.




La Capacidad De Confiar

Hay que entender que una persona no tiene que satisfacer todas tus necesidades, lo que importa es que todas tus necesidades sean satisfechas, y lo puedes lograr confiando en distintas personas con diferentes necesidades.
Busca personas  dignas de confianza, que traten bien a sus semejantes; si es aficionada a contar los detalles íntimos de la vida de otras personas, es probable que traicione también tu confianza, pero si no habla mal de otras personas, es poco probable que hable mal de ti a los demás.

Encuentra personas, fomentando la confianza con lentitud; comparte pequeñas confidencias y espera a ver qué pasa; si habla de ellas  a los demás, no confíes en él, pero si la persona demuestra que es fiel en las cosas pequeñas, puedes sentirte  seguro de confiar en él.

“Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa, porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas”.
-Proverbio-.

Pero, sobre todo, aprende a confiar en ti mismo, ya que en muchas ocasiones el miedo a confiar en otra persona se debe al miedo a uno mismo, a no ser capaz de manejar una traición. No tengas prisa, ten paciencia, ya que después de haber sido traicionado, puede ser un reto,  aprender a confiar de nuevo. Date el tiempo y el espacio que necesitas.

Es el momento de empezar a confiar en ti mismo. Porque la falta de confianza en los demás no es más que un reflejo de la falta de confianza que tienes en ti.

No es necesario que asumas riesgos para demostrar que confías en ti mismo, pero puedes realizar actividades que te enseñan cosas sobre ti mismo. No es necesario que asumas riesgos para demostrar que confías en ti mismo, pero puedes realizar actividades que te enseñan cosas sobre ti mismo.
 Empieza a confiar en los demás y, sobre todo, en ti mismo.

domingo, 12 de abril de 2020

Lo Que Somos

Es difícil vivir como se quiere, sin grandes aspavientos pero con las ideas claras y la dignidad en ristre. 

Cuántos habrán pasado de llevar la ropa que deseen por la calle, víctimas de los roles sociales, cuántos habrán ocultado sus gustos, sus inclinaciones políticas o sus tendencias sexuales por no ser pasto de las críticas, o por no sentirse fuera del círculo marcado por la sociedad. 

A veces me pregunto, con algo de rabia, qué nos haría diferentes y únicos si todos votásemos al mismo partido, escucháramos a Enrique Iglesias o fuéramos adoctrinados en el músculo y la apariencia desde un gimnasio. ¿Dónde estaría la variabilidad de la especie humana?.

Aunque en el fondo sí que somos diferentes, distintos, tenemos ideas equivocadas o acertadas, pero al menos nuestras, aunque claro, somos débiles ante el influjo de los demás, no reparamos en la personalidad como algo importante, como algo singular. 

El mundo nos encorseta en unos perfiles que tal vez no seamos, en ellos nos desenvolvemos de un modo apático, añoramos con desgana la libertad de ser quiénes queremos ser, pero con tanto maquillaje y peluca, al final olvidamos quiénes somos. 

Si se piensa bien es una lobotomía, extirpar la originalidad, los colores y la creatividad por grises.

Todo iguales, sacados de una cadena de montaje, con ideas similares, dibujadas por medios de comunicación y escuelas alienantes con vestimentas acordes a nuestros estatus sociales, a los roles que la sociedad no ha implantando. El heavy, el hippy o el perroflauta, son elementos disgregantes, extraídos de la cadena genética de los hombres y mujeres diseñados para ser respetados y para dirigir nuestros porvenires.

La idea divergente, la que hable de cuestiones que no emboten el cerebro o hagan pensar, son apartados, alejados del hilo musical de las conversaciones lineales, copiadas unas de otras, repetidas hasta la saciedad. Vivir como se quiere es una locura a veces, pues eso mismo es lo que dirán los bienpensados, los defensores de la tradición, de lo que está bien per se. Los locos que llevan greñas y hacen los cuernos, cosas de adolescencia o un paso hacia la adultez. Son frases carentes de sentido, argumentos sostenidos con pinzas, juegos de palabras y sobre todo, ideas pobres de la personalidad de la gente.

Vibraciones


Las personas trasmiten a los demás sus vibraciones, positivas o negativas. Si sueles acompañarte de personas con buenas vibraciones, tu mente se llenará de energía, aumentará tu poder mental y estarás siempre con una actitud positiva.

"Caminamos en el mundo intercambiando 
energías"

Las personas vivimos intercambiando energías, ya sean estas positivas o negativas, lo sentimos claramente por ejemplo, cuando nos saludan con una amplia sonrisa y un abrazo sincero, las tensiones acumuladas se liberan en ese

momento, sentimos una especial armonía, lo que nos invita a devolver una resonancia de sonrisas. 
Pero si nos encontramos con una persona, que ni bien nos saluda  inicia un discurso de críticas, lamentando que todo le sale mal , que las personas tienen que ver con todo lo malo que le sucede. Notamos que a medida que pasa el tiempo nos vamos contrayendo, el oxígeno comienza a disminuir, la atmósfera se torna densa, nos preguntamos ¿Fue constructiva para ambas partes la conversación?, algo sucedió, ya no nos sentimos tan bien, algo se fue, se escapó. 

Fue nuestra energía que la dejamos ir  y permitimos el ingreso de una  carga inútil de energía negativa.

Sobre el mismo suceso, podemos revertir tal situación haciendo fluir un campo energético positivo, trasmitido a través de nuestras palabras, pensamientos y acciones, recirculando la energía para que ésta se cuele y se convierta en útil y constructiva para todos.  ¿De qué manera? Reorientando la conversación hacia la búsqueda de luces, de soluciones, siendo concretos, empáticos y eficaces en dicha transmisión

La vida cotidiana es una constante de interacciones con otros en el mundo, ocurre una transferencia de energía mental, lo hacemos a través de nuestras emociones, acciones, necesidades, sentimientos, así como tensiones, estrés y emociones negativas.