Hay que entender que una persona no tiene que satisfacer todas tus
necesidades, lo que importa es que todas tus necesidades sean satisfechas, y lo
puedes lograr confiando en distintas personas con diferentes necesidades.
Busca personas dignas de confianza, que traten bien a sus
semejantes; si es aficionada a contar los detalles íntimos de la vida de otras
personas, es probable que traicione también tu confianza, pero si no habla mal
de otras personas, es poco probable que hable mal de ti a los demás.
Encuentra personas, fomentando la confianza con lentitud; comparte
pequeñas confidencias y espera a ver qué pasa; si habla de ellas a los
demás, no confíes en él, pero si la persona demuestra que es fiel en las cosas pequeñas, puedes sentirte seguro
de confiar en él.
“Un pájaro posado en un árbol nunca tiene miedo de que la rama se rompa,
porque su confianza no está en la rama sino en sus propias alas”.
-Proverbio-.
Pero, sobre todo, aprende a confiar en ti mismo, ya que en
muchas ocasiones el miedo a confiar en otra persona se debe al miedo a uno
mismo, a no ser capaz de manejar una traición. No tengas prisa, ten paciencia,
ya que después de haber sido traicionado, puede ser un reto, aprender a
confiar de nuevo. Date el tiempo y el espacio que necesitas.
Es el momento de empezar a confiar en ti mismo. Porque la falta de
confianza en los demás no es más que un reflejo de la falta de confianza que
tienes en ti.
No es necesario que asumas riesgos para demostrar que confías en ti
mismo, pero puedes realizar actividades que te enseñan cosas sobre ti mismo. No
es necesario que asumas riesgos para demostrar que confías en ti mismo, pero
puedes realizar actividades que te enseñan cosas sobre ti mismo.
Empieza a confiar en los demás y, sobre todo, en ti mismo.
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