A veces lo más duro de algunos sentimientos es compartirlos con otras
personas. Pero el hecho de compartir tus sentimientos te puede ayudar, tanto
cundo se trate de buenos sentimientos como de otros que no sean tan buenos.
Además, el hecho de compartir tus sentimientos te ayudará a sentirte más cerca
de la gente que te importa y a quien le importas. Cuando la gente habla sobre
sentimientos, a veces utiliza la palabra "emociones".
Céntrate en tus sentimientos
No le puedes explicar a nadie qué llevas en la mochila si no lo sabes ni
tú. Con los sentimientos ocurre lo mismo. Para poder compartirlos con alguien,
antes tendrás que aclararte tú mismo sobre qué es lo que sientes.
Hacerte una lista sobre lo que sientes te puede ayudar. Puedes hacerla
mentalmente o bien escribirlo en un trozo de papel o dibujarlo. ¿Hay algo que
te molesta o te preocupa? ¿Te hace sentirte triste o enfadado? ¿Sientes esa
emoción de vez en cuando o constantemente?
A la hora de intentar identificar tus sentimientos, te puede ayudar
recordar cosas que te han ocurrido y cómo te han hecho sentirte. Entonces
podrás decir, por ejemplo: "Me pongo triste cuando mi amigo no quiere
jugar conmigo " o "Me enfado porque mi hermano siempre me gana cuando
jugamos a hacer canastas". Eso te ayudará a identificar tus sentimientos,
y también dará a la persona a quien se lo expliques más información sobre lo
que te molesta o preocupa.
¿Por qué hablar sobre los sentimientos?
La forma en que nos sentimos por dentro es importante. Puede ser muy
duro no explicarle a nadie que estás triste, preocupado o enfadado con alguien.
Entonces, estarás tú solo con esos desagradables sentimientos. Y, si te lo
guardas todo para ti, ¡podrías llegar a ponerte enfermo!
Pero, si hablas con alguien a quien le importas de verdad, como tu madre
o tu padre, lo más probable es que empieces a sentirte mejor. Ya no estarás tú
solo con tus problemas y preocupaciones. Eso no significa que tus problemas y
preocupaciones vayan a desaparecer como por arte de magia, pero por lo menos
habrá alguien más que sabrá qué es lo que te preocupa o molesta y que podrá
ayudarte a buscar posibles soluciones
.
A tu madre y a tu padre les importa lo que te ocurre y les interesa
saber cuándo tienes problemas porque te quieren y quieren saber lo que está
pasando en tu vida. Pero, ¿y si no quieres explicárselo a tus padres? En tal
caso, siempre puedes buscar a otro adulto de confianza, como un pariente o el
psicólogo escolar. Tal vez esa persona pueda ayudarte a hablar con tu madre y/o
tu padre sobre lo que te preocupa.
¿Cómo puedes hablar sobre los sentimientos?
Una vez hayas decidido con quién quieres hablar, necesitarás elegir un
lugar y un momento adecuado para hacerlo. ¿Debería ser un lugar recogido, o
puedes hablar con tus hermanos en la sala de estar? Eso dependerá de tus
preferencias, pero es importante que escojas un momento y un lugar en que
podáis hablar tranquilamente sin que nadie os interrumpa. Si crees que te va a
resultar difícil decir lo que tienes en la cabeza, anotátelo en un trozo de
papel. Si la persona no entiende a la primera lo que intentas contarle, prueba
a explicárselo de una manera diferente o ponle un ejemplo de lo que te preocupa
o molesta. Si hay algo que crees que podría mejorar las cosas, explícaselo
también.
Algunos niños -al igual que algunos adultos – son más introvertidos que
otros.
Esto significa que hay algunas personas que son más tímidas y les cuesta
más compartir sus sentimientos. No es preciso compartir con los demás todos y
cada uno de los sentimientos que tenemos, pero es importante que lo hagamos
cuando necesitamos ayuda. No puedes solucionar tú solo todos tus
problemas.
A veces necesitarás ayuda. Y, entonces, hablar sobre cómo te sientes
puede ser el primer paso para obtenerla.
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