sábado, 11 de abril de 2020

El Hacer Humano


No es ningún secreto que estamos casi todo el tiempo “haciendo” algún tipo de actividad.

La vida hoy en día es muy compleja. Hay más información que antes, más tráfico, más posibilidades, más distracciones, más tareas, más desplazamientos, más proyectos, más dispositivos electrónicos, más aplicaciones y en general muchas más elecciones que antes – también más elecciones generales!

Como consecuencia siempre hay algo por hacer y mientras que hacemos una cosa estamos ya planeando la siguiente. Todo el día, desde la más pequeña cosa a las más grandes. Cuando a lo largo del día tenemos un momento de respiro, esperando algo o a alguien, lo primero que muchas veces hacemos es coger el móvil para ver los mensajes, hacer una llamada o mirar una cosa por internet, o tal vez pensamos en las cosas que hay que hacer y lo que acabamos de hacer.

Al final del día nos agota la energía de tanto HACER, física y mentalmente y hacemos algo para salir de nuestros incesantes pensamientos de urgencia, preocupación, planificación, de lo que acaba de pasar, etc. Tal vez tomamos unas copas, una pastilla o nos conectamos con la pantalla – grande o pequeña.

Sin darnos cuenta terminamos haciendo una vez más y nos estresamos y nos agotamos y somos mucho menos productivos que si hubiéramos tomado algo de tiempo para pararnos y reconectarnos con nosotros mismos.

HACER es un estado en el que sentimos que nuestra autoestima depende de seguir haciendo y esto a menudo es resultado de que avanzamos por la vida con el piloto automático puesto. Nos convertimos en unos cabezas parlantes con muy poca conciencia corporal, condicionados por nuestros hábitos.

No hay nada malo en absoluto en el estado de HACER, pero si aspiramos a vivir más plenamente, estar menos estresados y ser más productivos, entonces tenemos que encontrar la manera de crear el tiempo y el espacio para simplemente SER y saber también integrar el SER en el HACER.

¿Qué significa SER?
Sin la experiencia con la meditación, la idea de SER tal vez suena pasiva, sin sentido e indulgente. “No tengo tiempo para no hacer nada cuando hay tantas cosas por hacer”. “Qué pensarán de mi si no hago nada”. “Debería hacer esto o lo otro……”

Pero si has probado la experiencia de la libertad que viene con la sensación de que no tienes que HACER tanto ya sabes que a menudo es una sensación maravillosamente purificadora e incluso productiva. Y curiosamente cuando te encuentras en este estado parece que tienes más tiempo.

Además desde la perspectiva del SER, gran parte de lo que consideramos actividad productiva parece más bien frenética, como es escribir un documento o leer un correo mientras atendemos una llamada telefónica o mantenemos una conversación con alguien. No estamos presentes en ninguna de las actividades cuando hacemos multitarea.

La idea no es que todos debamos pararnos y no HACER nada, sino que reconozcamos que nuestras acciones serán mucho más equilibradas, creativas y consideradas si se basan en unas experiencias diarias de SER.


No hay comentarios:

Publicar un comentario