El concepto de impronta fue acuñado por Konrad Lorenz, quien
estudió el comportamiento de las crías de pato cuando salían del cascarón.
Lorenz descubrió que los patitos recibían una impronta de la figura materna
durante el primer día de vida. Para ello, se basaban en el movimiento, de
manera que si algo se movía a su lado en cuanto salían del cascarón, ese algo “se
convertía” en su madre. Además, descubrió que si más tarde los reunía con
su verdadera madre, los patitos no la reconocían como tal; los patitos ya
habían recibido la impronta.
Konrad Lorenz creía que las improntas se establecían en ciertos
periodos neurológicamente críticos, y que una vez pasado el periodo crítico, lo
que quedaba “impreso”, fuera lo que fuese, era permanente y no susceptible de
cambio.
Sin embargo, investigaciones posteriores sobre el fenómeno de impronta
en seres humanos revelaron que, en condiciones apropiadas, era posible acceder
a los contenidos que se habían improntado en anteriores periodos críticos y se
podían reprogramar o reimprontar. Esta posibilidad de la que disfrutamos los
seres humanos se debe a que nuestro sistema nervioso es más refinado que el de
los animales salvajes.
Las improntas establecidas durante ese periodo instauran creencias
núcleo que modelan nuestra personalidad. Las improntas pueden ser experiencias significativas
positivas, que conducen a creencias útiles, o bien experiencias traumáticas o
problemáticas que conducen a creencias limitantes.
Para el proceso de reimpronta deberemos localizar eventos o periodos de
tiempo de nuestra vida que estén relacionados con nuestro síntoma o situación
conflictiva actual. Reviviremos desde otra perspectiva determinados
funcionamientos, estados o tensiones que hemos experimentado en el pasado.
Lo que nos hace sufrir son las grabaciones que hemos registrado de nuestras
experiencias, no la realidad en sí.
Al externalizar estos eventos es mucho más fácil disociarse de ellos, reflexionar
y reevaluar las creencias que nos hemos formado a partir de ellos. Con
esta técnica obtendremos nuevos conocimientos y conectaremos con los recursos
que fueron necesarios pero no estaban disponibles en ese momento por las
propias circunstancias.
No estamos buscando una solución a un evento del pasado, sino más bien
una integración y actualización de nuestras creencias y del sentido de
identidad en relación con el sistema de relaciones que hemos mantenido con
personas significativas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario