Esta es la frase que me sirve para la reflexión de hoy. No hace mucho,
un día me levanté y me pregunté, ¿qué hago yo aquí? ¿Debo estar aquí en este
momento de mi vida?
Había pasado una semana muy dura, con muchas malas noticias
profesionales, añorando mucho mi familia, mis amigos, mi casa, … Lo primero que
hice fue respirar hondo, relajarme y confiar, pensar que efectivamente tenía
que estar aquí en este momento de mi vida para seguir adelante, para romper mi
zona de confort, renovarme, “rejuvenecerme por dentro”, …
Pasada esa mala semana, tras confiar que las cosas que me estaban
pasando eran buenas para mí, para mi futuro, que me estaban dando tiempo a
madurar sobre lo que realmente quiero hacer en este momento, ahora veo con
claridad que mis pequeños fracasos fueron toques para que re-enfocara, para
centrarme e ir a lo que realmente es valioso para mi crecimiento y para ser
feliz y no una alocada carrera a ningún sitio, como tantas veces me ha ocurrido
en el pasado.
Por eso doy gracias y estoy seguro que ahora estoy en el buen camino y
este lugar es parte de mi viaje.
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