miércoles, 29 de septiembre de 2010

Presentación




Una hoja en blanco, una forma de vivir y sentir, y ese impulso que brota de lo profundo del corazón, conmueven el alma humana y hacen surgir incontenibles las emociones, como aflora la tierna sonrisa o se desliza furtiva una lágrima. 
Es por esa sensación, propia del artista que anida en el interior de cada uno, que no resisto el impulso de contar, que más que un deseo de simplemente decir cosas, es como una huella, que en medio de la nada indica que allí , si se sabe buscar, hay una senda, y a través de ella, un escenario de hechos que se exponen para ser observados y evaluados según el propio sentir de quien es invitado a transitarlos

El Enigma de la Existencia


Resulta interesante, el poder observar las diferentes reacciones, que un mismo hecho puede generar, en la capacidad de respuesta de las personas involucradas.

La vida que construimos condiciona nuestra relación con los demás, las experiencias vividas, es decir, el acumulado de situaciones de las cuales hemos sido actores, ya sea en forma voluntaria – cuando hemos sido autores o coautores de los mismos – o involuntariamente – cuando los acontecimientos generados por terceras personas nos involucran ya sea para nuestro bien o para soportar sus consecuencias.
Lo que llamamos nuestra vida, aún cuando la vivamos en estrecha relación con las personas que comprenden nuestro entorno, las cuales son parte del entramado social de nuestras relaciones cotidianas, no puede ser vista como la consecuencia de un comportamiento padrón, modelado por las circunstancias comunes que supuestamente nos hemos visto obligados a aceptar, ya sea por sometimiento o sujeción voluntaria.
Cuando nos damos cuenta que nuestra existencia se relaciona en el devenir de los acontecimientos con la existencia de otros seres, otros “yo soy”, formando una constelación de entidades unipersonales que no siempre lograr dominar  el rumbo de sus orbitas, colisionándose, las unas contra las otras, cuando el efecto de este encuentro es armónico, solemos decir que se ha provocado el desprendimiento de alguna misteriosa substancia, que hemos captado cierta “química”  que nos atrae al uno hacia el otro.
Estas atracciones, pueden llegar a mantenerse por largos períodos, incluso  toda una vida.
Cuando este encuentro se produce en circunstancias adversas, conflictivas, inmediatamente activamos nuestros mecanismos de defensa, nos ponemos en guardia, desconfiados, agresivos  y/o temerosos, intentando justificar tal proceder, con el argumento de que tal persona tiene muy “mala onda”.
Tales momentos de percepción de nuestra condición humana, la cual, como lo  hemos expresado tantas veces, es esencialmente social, y, por esta circunstancia, extremadamente permeable a los acontecimientos que se desarrollan, ininterrumpidamente, en este gran escenario donde se exhibe el drama del diario vivir, en el cual, todos, interpretamos nuestro  propio papel siguiendo un libreto improvisado por las circunstancias compartidas.
Quizás, en situaciones como las descriptas, nos preguntemos, por las razones, si es que hay alguna, de que pertenezcamos a una especie, que según nos han dicho, es la única sobre la faz de este planeta que tiene conciencia de ser, es decir, que estamos condenados a saber de nuestra existencia, desde su principio al de su inevitable fin, la certeza del nacimiento y la acechanza constante de la muerte, constituyen elementos centrales del drama humano.

Las preguntas que nos formulamos, requieren alguna respuesta, y esta, la respuesta que afanosamente buscamos, en muy contadas ocasiones surge de nuestro fuero interior, lo más probable es que en el afán de satisfacer la ansiedad que nos embarga en cuánto a los motivos de nuestra condición actual en esta vida, de donde surgen los atributos de nuestra especie, y, sobre todo, hacia dónde nos dirigimos, recurramos a la búsqueda de las distintas posturas que sobre este trascendental tema se nos exhiben por parte de aquellos que se autoproclaman como guías, orientadores autorizados, poseedores de la mística y única llave capaz de abrirnos las puertas del infinito.
El mercado del conocimiento ilustrado que pretende darnos una respuesta a nuestras interrogantes, está atiborrado de ofertas, si pudiésemos recorrerlo, como quién recorre una feria, oiríamos a sus mercaderes corear a viva voz las ventajas de sus enunciados, llamando nuestra atención  a través de la piadosa agresividad de sus argumentos.
En cada rincón de esta imaginaria feria se nos dirá que ese lugar específico, y ninguno de los otros lugares que les circunda, es el que tiene el único conocimiento verdadero, que es a ellos, y solamente a ellos, que se les ha conferido el poder de llevarnos a la salvación , al encuentro del paraíso perdido.
Al transitar por ese mundo, el llamado mundo de los “ismos”  veremos que el simple hecho de estar vivos, nos convierte en una valiosa mercancía, una presa apetecible para ofrendar a sus dioses, ya sean éstos dioses, canonizados, idealizados,  o deambulen perdidos  por las sendas del nihilismo.
Encontraremos allí, capitalismo, fascismo,  comunismo, cristianismo, islamismo, judaísmo, existencialismo, materialismo, ateísmo, etc. etc. todos con su dogma debidamente estructurado, férreo, inconmovible, plantado con todas sus huestes en el campo de batalla, con la finalidad de luchar hasta el fin contra todos los demás, porque,  para el ismo, los demás están en el error, sumidos en la ignorancia y deben ser destruidos , humillados ,para que de esta forma acepten “nuestra verdad”  la única, la verdadera.
Es que parece que para asegurarnos el porvenir, debemos estar protegidos por la coraza de nuestro credo, el dogma nos exige no salir de sus bien delimitados confines, fuera de sus fronteras está la perdición, lo expresamente prohibido.
Para los ismos, la tierra aún es como un plato, afuera seremos atrapados por las tinieblas y caeremos inexorablemente al abismo.
En una oportunidad los discípulos le preguntaron a Jesús, que se debería hacer para lograr la salvación, El, sabiamente, les respondió: “Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará Libres”.
Los grandes pensadores de la humanidad, no han sido los creadores de los ismos, ellos , los ismos, han surgido como hongos, mucho después, cuando sus ideas fueron patentadas, cuando los unos buscaron prevalecer sobre los otros, cuando la intolerancia nos privó de la libertad y por ende nos limitó el acceso a la verdad.

La chispa divina está latente en cada criatura humana, sin importar en que rincón del planeta haya nacido, la idea, la imaginación, la capacidad  creativa, no tienen un molde previo, pretender hacernos creer que estamos sujetos a un dios que todo lo determina, es pretender negarle a ese mismo Dios la capacidad de dotar a sus hijos de libertad irrestricta, el libre albedrio, la condición esencial de nuestra existencia.
                                                                      
  Hugo W. Arostegui
    

sábado, 24 de julio de 2010

El Vuelo de la Mariposa

Para ayudarnos a comprender mejor como es el estado de los hijos de Dios antes de la creación de la tierra, es necesario de que nos despojemos de toda tendencia que nos lleve, siquiera a intentar, al uso de una imaginación, condicionada o manipulada por divagues especulativos, que nos quieran convencer, de que la vida en los cielos puede ser una réplica mejorada de nuestra vida terrenal.

 Para los que nos encontramos en este estado, es decir, viviendo esta etapa terrenal de nuestra existencia, lo primero que debemos saber, es que el viaje que hemos emprendido, no tiene retorno, jamás podremos volver a experimentar las mismas sensaciones, aquello ya fue, por más trascendente que haya sido, nos es vedado el regreso, la ley de progreso eterno nos ha cerrado esa puerta definitivamente.

 Todos conocemos lo que la madre naturaleza nos enseña al respecto, el estado previo de la hermosa mariposa pasa por el gusano que se arrastra , alimenta, y a su debido tiempo, construye la crisálida, donde pacientemente, prepara la transformación que le permita, en el instante preciso, lucir las galas de su incomparable belleza y volar libremente por la floresta. El gusano no es un estado inferior de la bella mariposa, el gusano es la mariposa, tal como los hijos espirituales de Dios, lo son, con relación a quien les ha creado. No podremos volver jamás como gusanos, sólo podremos volver a encontrarnos en el vuelo victorioso de las hermosas mariposas, que simbolizan, este caso, la Gloría de Dios. “Esta es mi Obra y mi Gloria, llevar a cabo la inmortalidad y vida eterna del hombre” Moisés 1: 39

 De la misma manera, que la etapa del gusano, no es comparable a la majestuosidad del estado de la mariposa, ocurre lo mismo con las condiciones en que se desarrollaba nuestra vida pre mortal. Esa etapa no es, en absoluto comparable, con la que vivimos ahora, o la que podamos alcanzar, de acuerdo al grado de gloria que nos pueda corresponder.

Tenemos la tendencia a comparar nuestro estado actual con el anterior y es por eso que pensamos en términos de hogar celestial, imaginando: tiempos, contactos, y tipos de relaciones, con un grado de intimidad y cercanía que nos lleva a pensar en un Dios, esencialmente padre, rodeado de sus hijos y hasta es posible que nos veamos sentados en sus rodillas.  

Sin duda, es un sentimiento noble y dotado de una carga emotiva sencillamente conmovedora, pero es bueno que entendamos, que el lirismo de nuestras emociones humanas, no necesariamente concuerda, con los dictados de la realidad expresada en las escrituras.

Nuestros cuerpos espirituales fueron creados en la plenitud de nuestra vida adulta, como inteligencias, fuimos organizados en esas condiciones, la gran obra de Dios ya estaba en proceso, y una vez iniciada, nada la detiene, el gusano y la mariposa (en sentido figurado) están comprendidos en forma simultánea, no existe el tiempo, por la sencilla razón, de que estamos hablando, en términos de Eternidad. Ahora bien, hablando precisamente del concepto tiempo, ¿que es el tiempo? una respuesta válida y lógica, es de que es una unidad de medida, pero, para que nos pueda resultar de utilidad, es imprescindible contar con la referencia correcta.

Los astrónomos del antiguo Egipto, - Shulem, era uno de ellos ,- le enseñaron al patriarca Abraham, que el tiempo era regido por una estrella llamada, Kolob, la cual es la estrella mas cercana al Trono de Dios.

Para que Abraham pudiese tener una noción más o menos aproximada de esta unidad de medida llamada, Kolob, le explicaron, que un día, en la órbita de Kolob, equivalía a mil años para un planeta como la tierra, que pertenece al sistema Solar.

Contando con este conocimiento, es posible entonces, comprender mejor, el sentido de la emergencia, con referencia al devenir de los hechos relacionados con la creación y sus consecuencias, la vida en sí misma no se detiene, cuando un óvulo es inseminado, la cuenta regresiva ya está en andamiento. Los aproximadamente, seis mil años, en la historia de los hijos de Adán, registrados hasta el presente, no son más que un lunes a sábado en la órbita de Kolob.

Siguiendo esta línea de razonamiento, las matemáticas nos estarían indicando, que un año en la órbita de Kolob, correspondería a 365.000,00 años de tiempo terrestre. Si la vida promedio de un ser humano en la tierra, la situáramos en 75 años, que en la época actual parece bastante razonable, todo este tiempo significaría apenas 1 hora y 48 minutos en la órbita de Kolob.

Conste, que este no es un simple juego de principios matemáticos, es solamente una proyección a escala de lo que significa en términos de tiempo, el pasaje terrenal de un hijo de Dios por el planeta tierra.  

Este capítulo, intenta ofrecer una perspectiva adecuada, para quién pretenda internarse, en los instantes previos a la realización del Gran Concilio de los Cielos.

Hoy en día, todos podemos tener acceso al conocimiento, de cómo han sido nuestros días, en la etapa de gestación dentro del vientre materno, a pesar de que cada uno de nosotros ha estado allí, seguramente no lo recuerda, la información científica que nos la cuenta, nadie la pone en duda y la acepta como correcta, es por eso que alardeamos de que hemos vencido a la ignorancia que teníamos al respecto, ¿no es así?

Nosotros también hemos sido partícipes de los hechos que Shulem nos está relatando, Hemos estado allí, aunque no lo recordemos.

La ciencia conocida, lamentablemente, esta vez, no nos puede ayudar como tan convincentemente lo ha hecho, en nuestra etapa en el vientre materno. ¿Estamos dispuestos a recurrir a otras fuentes? ¿Estamos dispuestos a pagar este precio, y alardear después que hemos vencido a la ignorancia? 

Recuerda, que las escrituras nos advierten, con palabras sencillas pero contundentes: “Es imposible que el hombre se salve en la ignorancia” D y C 131: 6


Hugo W Arostegui

jueves, 22 de julio de 2010

Hablemos de: El Valor Agregado

Hablemos de: El Valor Agregado Cuando dedicamos algunas líneas para hablar sobre El Valor Agregado, el pensamiento y la intención nos lleva a relacionar este término, con factores relacionados con la incorporación de valor a los productos primarios a través de la transformación de los mismos en producción final de bienes y o servicios que generen una mayor participación de recursos humanos y horas hombre calificada. También se menciona este término cuando hablamos de política fiscal, de la necesidad de las economías nacionales de una mayor y mejor redistribución de la riqueza, mediante la aplicación de tributos que graven la cadena productiva con un impuesto al consumo, el cual es conocido internacionalmente como: Impuesto al Valor Agregado. Un tema importante y recurrente que no se agota, que seguramente su vigencia se mantendrá latente, a medida en que las economías crecen en complejidad y los efectos de la llamada globalización, la cual nos amplia mercados pero también nos torna cada vez más vulnerables a lo que pueda suceder en cada rincón remoto del planeta. Pero esta vez quiero poner un dique en la corriente del pensamiento tratando de evitar que el mismo se precipite en los profundos surcos ya mencionados e intentar un ligero desvío que nos permita incursionar por algunas sendas menos transitadas pero igualmente interesantes de incursionar. De manera que, en lugar de recurrir a alguno de los tantos tomos sobre economía que felizmente dispongo, decidí sentarme en el ambiente acogedor de mi hogar, cercano a los leños encendidos, y tomar entre mis manos un libro de consultas excepcional, donde son vertidas opiniones provenientes de lo más profundo del alma humana, pronunciadas por seres que han sabido cultivar, aún en medio de la mayor adversidad, los valores agregados que dan sentido a nuestra esencia humana. Este libro al que he recurrido es conocido de sabios y humildes, aunque no todo aquel que posa sus ojos sobre las letras, que van formando palabras y frases, una tras otra, puedan decir que han comprendido a cabalidad la cuota parte requerida, de cada lector, a fin de poder recoger las respuestas que están allí, esperando a quién esté dispuesto al esfuerzo de extraer de sus entrañas, tal como un labrador en medio de su huerto, el fruto tan anhelado como requerido. Este libro, tiene un nombre, y su nombre es: La Santa Biblia. El Valor Agregado de los Talentos individuales: En el Libro de Mateo, en el capítulo 25, hay un valioso recurso que puede ayudarnos a comprender lo que se espera de nosotros, porque me imagino que alguna vez nos habremos formulado alguna de estas interrogantes, ¿Qué hago aquí? ¿A qué he venido? ¿Cuál es mi posición actual y hasta dónde me es posible llegar? Todo parece indicar que nuestro trabajo primordial es el trabajo de vivir nuestra propia vida, somos operarios en esta empresa y en ella ocupamos todos los puestos de trabajo, nadie puede sustituirnos, a lo sumo, alguien podrá darnos algunas sugerencias, pero quién marca su tarjeta día a día, las 24 horas, sin días de asueto, ni feriados especiales, somos cada uno de nosotros, desde nuestro primer llanto hasta el último suspiro. De este capítulo de Mateo del cual hago referencia he sentido la necesidad de citar el siguiente pasaje: “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste, aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su Señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo que tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; y aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.” Mateo: 25: 14 – 30 No voy a cometer la torpeza de pretender manipular la intencionalidad que motivaba al disertante de estos pasajes citados, pero quienes hemos siquiera oído de la magnitud de su obra, no podemos quedar indiferentes ante tan magistral demostración de lo que nos va en cada ocasión perdida, en la importancia de cultivar y multiplicar los talentos con los cuales hemos sido beneficiados, valores que han sido depositados en nuestra cuenta corriente y de los cuales deberemos rendir cuenta cuando se nos sea requerido. Una lectura superficial, a la cita bíblica que hemos expuesto, nos podría dar diferentes conclusiones, hubo alguien que mencionó la dureza y crueldad del señor, para con el atemorizado siervo, que ante el miedo al riesgo de perderlo todo enterró el talento recibido con la esperanza de mostrarlo y devolverlo tal cual lo recibió de manos de su señor. Ahora bien, reflexionemos, ¿qué significa para nosotros nuestra propia vida? Hemos dicho que la existencia es un desafío individual indelegable, sin duda no existe un desafío más importante, una empresa de mayor trascendencia, que la de construir con los elementos que estén a nuestro alcance, una vida digna que nos identifique con los valores inherentes a nuestra condición de pertenencia a la raza humana. Sin duda alguna, la vida es un desafío, y un desafío significa enfrentar la adversidad, correr riesgos, esforzarse por vencer y luchar hasta alcanzar la victoria, esto es la vida. Si alguien puede creer que esto que digo es fácil de realizar, entonces nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, y si nunca se ha tenido que enfrentar seriamente con la adversidad, no conoce nada de los valores humanos, porque los valores humanos sólo crecen en medio de la adversidad. A lo que hayamos recibido, además de ser gratos por quién nos lo haya proporcionado, debemos agregarle más valor, multiplicar lo que se nos ha dado y que aún no estamos en condiciones de devolver, para que podamos ser merecedores de ser llamados dignos de recibir la gloria del triunfo, esto es El Valor Agregado al que hago referencia en este artículo. Podría hablar horas y horas sobre este tema, pero dejémoslo aquí, les he sembrado unas cuantas semillas de inquietud, el resto es tarea individual de cada uno. Hugo W. Arostegui

domingo, 4 de julio de 2010

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Hugo W Arostegui Nacido el 20 de abril de 1943, en Cerro Largo - Uruguay formado en Administración de Empresas, Dirección de Hospitales, Consultor en Recursos de Empleo, Economía, Autoridad Religiosa, Teólogo. Autor de artículos sobre Economía, Religión, Literatura, Empleos, humanidades. Sexo: Masculino Signo: astrológico: Áries Actividad: Analista en Gestión Empresarial Profesión: Asesor de Empresas Local: Ciudad: Rivera: Uruguay Una hoja en blanco, una forma de vivir y sentir, y ese impulso que brota de lo profundo del corazón, conmueven el alma humana y hacen surgir incontenibles las emociones, como aflora la tierna sonrisa o se desliza furtiva una lágrima. Es por esa sensación, propia del artista que anida en el interior de cada uno, que no resisto el impulso de contar, que más que un deseo de simplemente decir cosas, es como una huella, que en medio de la nada indica que allí , si se sabe buscar, hay una senda, y a través de ella, un escenario de hechos que se exponen para ser observados y evaluados según el propio sentir de quien es invitado a transitarlos Cuando escribo, generalmente relato situaciones vividas muy intensamente, los elementos que aparecen en mi escenario descriptivo, no siempre tienen la calidad expresiva que el asunto a narrar merece, es ahí entonces que aparecen a los ojos del lector, mis garabatos, con los cuales pretendo trazar las líneas que den forma y figura a la experiencia que pretendo plasmar en relato. Un escritor es un profeta en el mundo que describe, sin duda el contenido de su relato es fruto de la inspiración, y ese estado especial de percepción sólo puede ser alcanzado por medio de la intervención divina, existe una zarza ardiente en lo alto de nuestro camino, allí nos conducimos despojados de nuestros zapatos terrenales, para asistir a la presencia de lo excelso, rodeado de las musas que nos susurran al oído. Jamás recurriría en mi relato a la improvisación, porque ese es el atajo engañoso por el que transitan los vanidosos, los que recogen las semillas que han caído en los bordes del camino, las que germinan en la superficie su fruto efímero y mezquino. La semilla cuyo fruto permanece, germina en lo profundo de la tierra fértil, cuyas entrañas hay que escarbar con amor y tesón, esa es la semilla que produce la inspiración, el alimento que nutre el alma de todo creador, sea éste un artista, un músico, un pintor, un poeta, o un simple garabateador de papeles como yo.

domingo, 6 de junio de 2010

La Flotilla de la Libertad

La Flotilla De La Libertad
Cuando hablamos de “Los Derechos Humanos” ya no alcanza con mencionar que nos estamos refiriendo a una frase que simboliza y define toda una gama de adjetivos que intentan identificar el alto grado de conciencia que la raza humana ha alcanzado en su constante evolución.
Conceptos amparados por el Derecho Universal, que intentan expresar y preservar, el valor de la criatura humana, su dignidad individual, y el derecho natural que ésta tiene, de poder desarrollar todo el potencial inherente a su condición, sin importar su origen, raza, posición social, etc.etc.
Decimos que no alcanza con la simple mención de estos derechos, porque la humanidad desde que ha podido registrar los acontecimientos que han marcado su peregrinar a través de los siglos, no ha logrado desprenderse del preconcepto, de pretender clasificar en castas, de separar a los fuertes de los débiles, de subyugar mediante el poder, de explotar al vencido, de esclavizar y masacrar a naciones enteras, en una lucha irracional, que ha contado, en la mayoría de las veces, con la complicidad de sus propios dioses.
Aunque no nos guste mencionarlo, aunque nos avergüence reconocerlo, aunque transitemos orgullosos por el siglo XXI de la era cristiana, aunque hayamos alcanzado niveles que superan nuestra capacidad de asombro en cuánto a ciencia y tecnología, subsiste entre nosotros la ignominiosa clasificación de “tipos de humanos” los humanos de aquí, los humanos de allá, los que viven en el primer mundo, los que habitan el tercer mundo, los desarrollados y los subdesarrollados, los que saben todo lo que pasa y los que viven y mueren ignorados en medio de la miseria.
Es por eso, que cuando nos enteramos de acciones bélicas, como la ocurrida en las aguas internacionales cercanas a la Franja de Gaza, donde las tropas de elite de Israel, abordaron y masacraron a los activistas que viajaban a bordo de la llamada Flotilla de la Libertad, aduciendo de que estaban ejerciendo “su derecho de defensa” frente a la potencial agresión, por la sospecha de que podrían transportar, un supuesto cargamento de armamento para los “terroristas” palestinos.
Quienes tuvimos la posibilidad de ver las imágenes difundidas por las agencias informativas, sabíamos, que una vez más, la arrogancia israelí, ignoraría las indignadas protestas, de la opinión pública internacional, en una clara demostración de indiferencia, la impunidad de sus actos está garantizada por sus aliados incondicionales, esta vez, El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas condenó el ataque, pero no prosperó ninguna sanción, Estados Unidos, Holanda e Italia, lo impidieron.






Entiendo que no debería existir Xenofobia grande como tampoco Xenofobia chica, todo hecho que se practica a seres indefensos, por causa de su raza o su religión, o por cualquier tipo de razón que podamos esgrimir, es condenable e indigno, ha sido tan tremendo el holocausto del pueblo judío durante la segunda guerra mundial, como el que se practica diariamente a los sufridos habitantes de la Franja de Gaza, por parte del ejército israelí.
Cuando la xenofobia y la exclusión, cuando los actos de violencia genocida, forman parte de las Sagradas Escrituras, cuando los profetas reveladores de la palabra de dios, alientan el odio y el desprecio a otras naciones, entonces, los derechos humanos se parcializan a favor de unos y desmedro de otros.
Antes, la excusa esgrimida consistía en que habían caído en condenación por adorar a otros dioses y, en consecuencia, haber caído en las garras del pecado.
Hoy, en pleno siglo XXI, la justificación para arrasar a las naciones, es que pueden tener armas de destrucción masiva, que son parte de algún eje del mal, o que son terroristas, si los modernos inquisidores juzgan y condenan, serán invadidas, ocupadas, y puestas en un largo proceso de purgatorio bajo la tutela de las naciones dominantes.
Alguien me ha preguntado una vez, si yo sabía cuáles eran las oraciones, que los devotos de la religión judía decían delante del Muro de los lamentos, las sagradas ruinas del antiguo templo de Jerusalén, pues bien, una de las plegarias recitadas se encuentra en el Talmud, la Ley de Moisés, los primeros cinco libros de la Biblia, parte del texto dice lo siguiente:
“Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo,al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto.
Más así debéis hacer con ellos; sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.”
Deuteronomio 7: versículos del 1 al 6
Una nación, con semejante aval, difícilmente pueda ejercer la tolerancia y la compasión, con aquellas naciones que considere sus enemigas, hace falta dar vuelta unas cuantas páginas del texto sagrado, para aprender el mensaje del verdadero Rey de los Judíos, el llamado Príncipe de Paz, seguramente que si hoy estuviese nuevamente entre nosotros, no faltarían maderos ni clavos, para volverle a inmolar en la cruz.
Hugo W. Arostegui

viernes, 28 de mayo de 2010

Esculpidoras de Piedras

Esculpidoras de Piedras
Los Servicios de Atención al Público de ANTEL – ANCEL en la ciudad de Rivera – Uruguay
Quién haya tenido que realizar algún tipo de trámite en las oficinas de ANTEL – ANCEL, en la ciudad de Rivera – Uruguay, seguramente concordará conmigo en cuanto a que no debe haber una muestra más acabada de ineptitud y displicencia, que las que realizan a diario las funcionarias asignadas a la atención de los usuarios de los servicios de telecomunicaciones, ya sean éstos tanto de telefonía fija, celulares, conexiones de internet, etc. etc.
Como es un espectáculo público, el que realizan las consabidas funcionarias, el mismo puede ser observado y/o padecido, por todo aquel que, por esas cosas del destino, deba realizar cualquier tipo gestión que tenga como objetivo, el adquirir alguno de los servicios que hemos mencionado anteriormente.
Estamos hablando de un servicio que bien puede considerarse entre los llamados esenciales, quién no ha tenido que registrar un humilde medio de comunicación como lo puede ser un teléfono, pues bien, aunque este aparato sea algo extremadamente sencillo y modesto, como la compra de un celular para un niño escolar, o un teléfono fijo de uso familiar, o se trate de todo un equipo de telecomunicaciones de uso empresarial, sea usted un ama de casa, un empresario, un profesional, un productor rural, en fin, sea quien sea quien lo necesite, la adquisición de este bien deberá pasar indefectiblemente por la sala de espera.
Entonces, mi amigo, tendrá que esperar… y esperar…, mientras presencia el accionar de las damas del misterio, las cuales le harán participar de una sesión de telecomunicación con el más allá, esculpirán su nombre en la piedra de sus rostros maquillados, luego se levantarán, para deambular entre los demás escritorios, conversar entre ellas, leer juntas el prospecto de un nuevo producto, o las ofertas del supermercado, recibir alguna llamadita por el celular, y claro, luego de tanto trabajo de comunicación entre ellas, deberán ir al baño para retocar el maquillaje o darse otro tiempito para saborear un té o un café.
Mientras tanto, por supuesto, usted está mirando el papelito con su número de consulta impreso, el cual mira y remira entre sus manos, eleva su vista al cielo y espera… y espera… y espera.
Como digo, esto parece una sátira de mal gusto, dirigida a un grupo de funcionarias que realizan una encomiable labor, en nada menos que en “La Puerta de Entrada” a los servicios de un ente moderno, que luce orgulloso una imponente “Torre de las Comunicaciones” cual si fuese un icono de eficiencia, símbolo de un patrimonio que se supone nos pertenece a todos los uruguayos.
Pero, sabe una cosa, amigo lector, lo que estoy manifestando en este artículo, es lamentablemente una cruda realidad, es lo que ocurre diariamente, de lunes a viernes, menos los días feriados, por supuesto, y los famosos días de indisposición femenina, que sumados al stress, las obligan a tomar un descanso y no asistir a trabajar.


Los servicios de atención a los usuarios, que se realizan conjuntamente, tanto para ANTEL como para ANCEL, son verdaderamente, una puesta en escena de todo lo que no debe hacerse, aquí el ciudadano es tratado con la mayor indiferencia, a menos que sea amigo/a de alguna de las encargadas de la atención, en ese caso, cuando las luces del firmamento le indiquen que pueden pasar a sus escritorios, y sentarse enfrente de ellas, entonces usted podrá entretenerse, mientras sigue esperando, escuchando sus comentarios sobre una variada gama de asuntos particulares, que nada tendrán que ver, claro está, con el motivo central de su visita.
Resulta evidente que todavía existen resabios de antiguas prácticas, aún en esta época, e n que apretando una tecla, en cuestión de segundos, nos conectamos con el más apartado rincón del planeta, nos encontramos con personas que piensan que han nacido para ser el ombligo del universo, que los demás solo están para dar un marco adecuado a sus propias extravagancias.
Es posible que al enterarse de las opiniones vertidas por quien suscribe este artículo, las damas en cuestión, me demanden por injurias, de ser así, elevaré a quién corresponda las excusas del caso, no me anima en absoluto la voluntad de ofender, simplemente relato lo que sucede a mi alrededor y lo pongo a consideración de aquellos conciudadanos, a quienes la necesidad, les haya obligado a pasar por la misma situación que hoy describo.
En última instancia, me queda el mismo recurso que utilizó una vez, Galileo Galilei, quién ante los apremios de la Inquisición, no pudo afirmar la teoría copernicana del movimiento de la tierra, sin embargo, en la intimidad, suavemente expresó “todavía se mueve”
Hugo W. Arostegui

miércoles, 26 de mayo de 2010

Construyendo Ciudadanía....¿Construyendo?

Construyendo Ciudadanía:… ¿Construyendo?
En estos días pasados, en la Plaza Internacional, que une a las ciudades de Santana Do Livramento, Brasil y Rivera, Uruguay, más conocida como “La Frontera de la Paz”, se ha puesto en práctica un programa que tiene como muy loable objetivo, la búsqueda de una mayor conciencia de lo que significa el “ser ciudadano” una forma de mostrar lo que es posible realizar cuando la sociedad en su conjunto, vuelca su potencial en la acción solidaria hacia los sectores menos favorecidos.
En el transcurso de estas jornadas, los ciudadanos pueden, entre otras tantas actividades, regularizar su documentación, hacer chequeos de su salud, como: presión arterial, diabetes, clínica odontológica, vacunación, etc. como también realizar diferentes actividades, todas ellas relacionadas con su bienestar y recreación.
Es posible observar intentos de educación ciudadana a través de actividades dirigidas a los niños pequeños: como ser, respeto a las señales de tránsito, allí los niños disponen de vehículos acordes a su edad, donde se desplazan en circuitos donde pueden poner a prueba los conocimientos teóricos recibidos.
Como es comprensible, en estos días de intensa actividad, reina un clima festivo, de jolgorio colectivo, con mucha música y diversión al alcance de todos, con puestos de comida abarrotados, mucha cerveza para los jóvenes y adultos, refrescos y golosinas para los más pequeños, en una palabra, la plaza se llena de gente dispuesta a disfrutar al máximo de este encuentro al cual las autoridades han denominado con el sugestivo nombre de “Construyendo ciudadanía”.
En esos días la plaza luce sus mejores galas, iluminación a pleno, vigilancia policial, inspectores de tránsito, servicios de limpieza, gabinetes higiénicos, en fin, toda una infraestructura que permita una atención adecuada a un público que acude en familia y permanece largas horas durante prácticamente todo el día.
Durante el transcurso de esta actividad, los ciudadanos que han venido con la consigna de “construir soberanía” se comportan de un modo muy particular, en una demostración flagrante de que para ellos el concepto de ciudadanía no es otra cosa que una referencia abstracta, algo que se menciona en los discursos, algo que no les incumbe, y sobre todo, que en nada les obliga con el entorno, a lo sumo les interesa su propio clan, el pasarla bien junto a los suyos, el aprovechar al máximo lo que se les ofrece sin pensar en absoluto en los demás.
Lo que observamos, conspira contra todo lo que entendemos como cultura cívica, lo que allí ocurre es una postal que ilustra el grado que hemos alcanzado de conducta antisocial, conducta que es aplicada por todos, por los adultos, que son los paradigmas de todo lo que no debe hacerse, como los más jóvenes y niños, que crecen adoptando estas actitudes con total naturalidad.


Entiendo que esta forma de exponer lo que observamos, puede causar en los lectores, la sensación de que nos anima una intención de realizar una crítica destructiva, de menoscabar todo el esfuerzo que se realiza con la sana intención de crear conciencia de pertenencia a un entramado social, al cual denominamos, ciudadanía.
Aceptamos este riesgo, lo que mencionamos puede molestar e incluso irritar a más de uno, pero, aunque pueda dar el efecto de un supositorio de pimienta, creo que bien vale la pena explicar, los acontecimientos que han motivado nuestra exposición.
Acontecimientos tales como: Si estamos comiendo, dejamos caer los restos en el mismo lugar donde los consumimos, a lo sumo los corremos con la punta del pie para que no moleste, a nosotros, claro está, lo mismo ocurre con la bebida, dejamos caer el vaso, una vez vacío, de nuestra mano y a otra cosa, y conste que esto se realiza tanto en la calle o en el medio de una sala de baile, ni hablar de los gabinetes higiénicos, ni menos de caballeros o de damas, estas denominaciones sólo se utilizan en el juego de ajedrez.
No resulta un comportamiento propio de alguien que tenga un grado mínimo de conciencia social, los actos realizados en plena plaza pública, por aquellos que han sido convocados para nada menos que “construir ciudadanía” actos que no se limitan a un evento en particular, como el que mencionamos ahora, sino que son repetitivos en todo lugar público, a cada día y a toda hora, dando una clara demostración del grado de depredación que el mal llamado ciudadano, hace de los espacios que debería preservar, por ser un bien común que nos pertenece a todos, y por lo tanto, ser una responsabilidad indelegable de cada uno.
Nos referimos a actitudes comunes, que por lo tanto nadie reprime, acciones que molestan a muchos, pero que nadie denuncia ni reclama, simplemente dejamos “que la vida nos lleve”, como se expresa en una canción muy popular, aunque, en el fuero íntimo, todos seamos conscientes del grado de deterioro que, como sociedad, nos va deslizando, para algunos inadvertidamente, a otras épocas, las de barbarie, que lamentablemente no hemos podido superar.
Hugo W, Arostegui

lunes, 17 de mayo de 2010

Economía: Versión Juan Pueblo

Economía: Versión Juan Pueblo
Cada vez que hemos tenido la oportunidad de abordar temas relacionados con la actividad económica, nuestra principal preocupación ha sido la de poner en evidencia el rostro humano que motiva, hace posible, que incide y sobre todo, que sufre, las repercusiones que el devenir de la economía, en su metamorfosis de lo macro a lo micro, decanta e influye en el poder adquisitivo de aquellos que viven e interactúan en la base plana de la pirámide social.
Esta vez, narraremos una historia cuyos protagonistas han sido extraídos de la vida cotidiana, personajes de carne y hueso, como usted y yo, amigo lector, con la salvedad de que hemos preferido preservar su identidad, utilizando la famosa frase de las películas de ficción: “Los personajes de esta historia son ficticios, cualquier semejanza con la realidad, es mera coincidencia”.
Una vez dijimos, que el Derecho y la Justicia, no siempre recorren orbitas similares, por la sencilla razón, de que por más que la justicia determine que todos somos iguales ante la ley, la realidad nos demuestra de que no todos somos iguales y que un tratamiento igualitario, sólo logrará, incrementar aún más, la enorme brecha que separa a aquellos que logran satisfacer sus necesidades básicas, de quienes a duras penas subsisten, ahogados por el entorno y la marginalización.
Es bajo esta óptica que pretendemos situar a los personajes de nuestra historia, con el agregado que la misma salvedad que hemos hecho con relación al derecho y la justicia, corresponde la hagamos a los conceptos que cada uno de nosotros tiene sobre ética y moral, seríamos muy ingenuos, si pensáramos que ética y moral son sinónimos.
El pensamiento filosófico considera la ética como un conjunto de valores, de ahí surge que cuando decimos que una persona es ética, es porque la misma, se orienta por principios y convicciones. Decimos entonces que tiene carácter y buena índole.
En cuanto a la moral, esta forma parte de la vida concreta de cada uno. Trata de la práctica real de las personas que se expresan por costumbres, hábitos y valores aceptados. Una persona es moral cuando obra conforme a las costumbres y valores establecidos que, eventualmente, pueden ser cuestionados por la ética. Una persona puede ser moral (sigue las costumbres) pero no necesariamente ética (obedece a principios).
Una vez realizadas estas consideraciones, podemos comenzar el desarrollo de estas historias de vida, vidas que actúan bajo la influencia de su entorno, mimetizando valores y costumbres, adoptando actitudes que , como apreciaremos, no siempre son coincidentes con lo que la sociedad en su conjunto, entiende y valora como : comportamiento éticamente correcto.
Veamos:



Cuando el Estado, desde su cúpula económica, dicta las normativas que regulan las actividades empresariales, impone como condicionante ineludible, el registro del empresario en los organismos de fiscalización, donde se le expide la habilitación correspondiente, previa declaración jurada, donde conste: Identificación de los Titulares, Fecha de Inicio, Ramo de Actividad, Ubicación del local de ventas, impuestos a los que está obligado tributar y las Cargas Sociales por concepto de la Seguridad Social, de Dueños y Personal Dependiente, si los hubiera.
Esto que mencionamos, es para que sepamos cuales son los requisitos previstos en la ley y son para ser cumplidos, claro, por todos aquellos que pretenden incursionar en el mundo empresarial, se determinan derechos y obligaciones dentro de una regulación que pretende garantizar en su aplicación un justo control tanto para el empresario, que es quién realiza la actividad, como para el Estado, el cual prevé la cuota parte de ingresos que le corresponde a la sociedad por tal habilitación.
Demás está decir, que todo aquel que se constituya en empresario, por sí y para sí, eludiendo estas normativas, actuará al margen de la ley, es un marginal que desarrolla una actividad clandestina en el marco de la informalidad, cabe mencionar que en nuestro medio, el mercado informal, llega a cifras superiores al 40% (cuarenta por ciento) un numero verdaderamente preocupante para cualquier economía medianamente organizada.
Los personajes que forman parte de esta historia son extraídos precisamente de este sub mundo que se desarrolla en forma paralela al mundo formal de los reglamentos y para el cual se aplica lo que hemos descrito referente a: El Derecho y La Justicia, La Ética y la Moral.
Haremos de este relato un cuento corto, una simple reseña de acontecimientos lo suficientemente explícitos como para ayudarnos a entender un poco mejor, los cómo y los porqué, ocurren las cosas que ocurren, acciones que se desarrollan en nuestro entorno y que sin embargo, no obstante ser obvias, escapan al registro crítico de quienes las compartimos.
Una constatación flagrante de que la ética de los principios enunciados, se diluye en las acciones reales de la convivencia, moral es esencialmente, costumbre, la forma de hacer y entender lo correcto, como una respuesta práctica a la realidad posible.
Comenzaremos con Silvia, una mujer de mediana edad, que un día decidió hacer lo que muchas de sus conocidas, incluida su propia hermana, habían hecho, independizarse montando su propio negocio, de manera que buscó un local acorde a sus necesidades locativas, se proveyó de mercadería viajando con sus colegas a Buenos Aires , siguiendo una ruta segura, con los pasajes de frontera asegurados a un precio razonable, y como alternativa de aprovisionamiento viajaba cada dos semanas a Uruguayana, frontera entre Brasil y Argentina o a Ciudad del Este en Paraguay .



De esta manera se constituyó en empresaria de hecho, los trámites formales de inscripción quedarían para más adelante, cuando las circunstancias se lo permitieran, cuando sus costos operativos le dejasen un margen suficiente como para poder absorberlos.
Cuando las cosas mejoraron, buscó a alguien para que la ayudase y así, de un plumazo, sintió que además de empresaria era una patrona, tenía a alguien bajo su autoridad, alguien a quién tratar como había sido tratada ella en el pasado, había llegado el momento de mandar a otra persona, a quién la dependencia del salario obligaba a obedecer, a limpiar el local si había que limpiar, a hacer los mandados, cualesquiera que fuesen, y obligarla a estar a su orden todo el tiempo que entendiera necesario, ¿Cuántas horas? Todas las posibles, y si a la empleada no le gustaba, que se fuese nomás, no iba a faltar otra candidata que necesitara trabajar, así había sido con ella y así actuaba, no encontraba en su proceder nada anormal o censurable, otra vez, moral es fruto de la costumbre.
De esta forma, Silvia se vinculó con Mabel, su empleada para todo servicio, ambas decían que eran amigas, no obstante , cuando una se refería a la otra, en los círculos sociales que frecuentaban, los epítetos utilizados, dejaban entrever el descontento a duras penas contenido, es que hablar mal de un empleado y quejarse de lo que hace, es considerado natural entre los patrones, como así mismo , decir que un patrón, es un desconsiderado y explotador, es una reacción lógica de quienes desarrollan tareas en relación de dependencia.
Ahora, pensar en agremiarse Silvia, a la asociación que agrupa a los comerciantes, ni hablar, eso es también parte de la marginalidad, al igual de Mabel, ella reclama sus derechos, pero no es capaz de recurrir al sindicato que la defienda y represente
Tanto los unos como los otros, esgrimen sus razones, se quejan y reclaman del sistema, se sienten parte de la sociedad, son parte de la economía informal, sus ingresos se integran al gran caudal que mueve los mercados, son como pequeños diques de contención que provocan la sangría constante de los recursos previstos por la política fiscal de los gobiernos de turno, los atajos que han tomado les provee en lo mediato, pero sin que lo hayan premeditado, sin que tengan la intención de provocarlo, son parte de la gran hipoteca que les condiciona el futuro.
Es que historias de vida como las descriptas en este artículo, son aspectos de un mismo entramado social, una demostración de que informalidad y subdesarrollo, son hermanas gemelas, hijas de la improvisación del gobernante, que, dicta las normas con una mano, y las borra con el codo de la indiferencia a la realidad social que les circunda.
Hugo W. Arostegui

miércoles, 12 de mayo de 2010

Las Calificadoras de Riesgo: ¿Academia de Sofistas?

Las Calificadoras de Riesgo: ¿Academia de Sofistas?
Nuevamente asistimos estupefactos al desplome de las economías, en esta oportunidad, las miradas están puestas en la vieja y capitalista Europa, donde parece que se ha destapado una olla, cuyas emanaciones, están provocando más estragos, que las producidas por un volcán de Islandia, de nombre impronunciable: “Eyjafjallajokull”, el cual prácticamente, ha paralizado los desplazamientos por vía aérea en varias naciones del continente.
Todos nos preguntamos cómo es que a más de dos años del descalabro norteamericano, donde según se nos dice, surgen indicios de una franca recuperación de su economía, (seguramente alentada por el hecho de que nadie se atreve a calificarle los riesgos a la nación más poderosa del planeta, ni mucho menos exigirle poner sobre la mesa, como se le exige al resto del mundo, el respaldo mínimo exigible a su moneda, cuya maquinita de emisión, sigue vomitando billetes verdes, con total impunidad) puedan colapsar economías como las de Grecia, tambalear las de Portugal y España y poner en alerta roja al Banco Central Europeo.
Cuando nos iniciamos en el estudio de los hechos económicos, una de las primeras cosas que aprendemos, es que las llamadas Ciencias Económicas, son la reina de las ciencias sociales, pues la economía existe como tal, porque hay personas, sin la sociedad en su conjunto, el desarrollo de esta disciplina no tendría ninguna razón de ser.
De manera que básicamente podemos decir que la economía como tal, ha sido concebida como una herramienta puesta al servicio de la sociedad, con la finalidad de lograr la optimización de los recursos - cada vez más escasos – en beneficio de todos los sectores que la conforman, a través de acciones que garanticen una justa distribución de la renta producida, la llamada plus valía, la cual debería ser canalizada a mejorar la calidad de vida de sus integrantes y digo debería, porque en los hechos, la cruda realidad nos demuestra todo lo contrario.
La actividad económica de las naciones, ha sido virtualmente copada por la especulación financiera, el capital, que es un componente básico de la ecuación productiva, no tiene patria, ni se rige por normas morales, simplemente actúa e invierte donde puede obtener resultados positivos, y la procura de éstos mercados lucrativos ha derivado en la creación de entidades especializadas en orientar las inversiones, las hoy tristemente conocidas con el pomposo nombre de consultoras de riesgo.
Es el sistema financiero quien ha parido estas consultoras, ellas se han introducido en la vida económica en forma tal, que se han erigido en verdaderos entes rectores de la capacidad de retorno de las inversiones de capital, en realidad, nadie sabe concretamente de dónde provienen, ni a quién responden específicamente, pero ellas emiten calificaciones de riesgo que tanto pueden alentar las inversiones o, como en este caso, causar verdaderos terremotos, sembrando el pánico y la desorientación entre los actores económicos.

Nos preguntamos: ¿Quién califica a las calificadoras de riesgo? ¿Quién o quienes las han encumbrado? ¿Cuáles son sus criterios de evaluación? Y, sobre todo, ¿ante quién se responsabilizan por los juicios de valor que han emitido?
Lo que sí sabemos, es que para los especuladores, siempre hay lugar para uno más, es así que la burbuja crece y crece hasta que llega a un punto que estalla, y cuando esto ocurre, dejando al descubierto un enorme agujero negro, dónde ha desaparecido el ahorro de miles de incautos, entonces el sistema se escandaliza y reacciona, aparecen los sofistas de la academia, para exigir a los cuatro vientos que hay que salvar al sistema.
Mientras los mercados caen y las bolsas se desinflan, se evalúan las posibilidades de rescate de las economías más comprometidas, se exigen recortes en los gastos, sobre todo, a los relacionados con la atención de los sectores más vulnerables de la sociedad, y cuando se logran ciertos consensos, se efectúa un blindaje de protección que asegure que todos aquellos que han contribuido al crecimiento de la burbuja, puedan cobrar sus intereses.
El sistema se protege a sí mismo, no se come por su propia cola como la serpiente cósmica , los mercados y las bolsas del mundo recuperan su ritmo habitual, pero la devastación producida tiene un precio, y como ocurre siempre, quienes tienen que pagar la cuenta, son siempre los mismos, aquellos que dependen de un salario, los que engrosan los índices de desocupación, los que subsisten con magras pensiones a la vejez, los que quedan marginados de la asistencia social, en resumen:
Las Crisis las pagan los pueblos, Las calificadores de riesgos seguirán orientando las inversiones, los sofistas continuarán afirmando la cuadratura del círculo, hasta que algún día la propia sociedad se decida a poner las cosas en su verdadero lugar.
Hugo W. Arostegui

lunes, 10 de mayo de 2010

El Ser Y La Metafisica

Voy a intentar abordar un tema, que seguramente, es uno de los cuales hemos oído hablar más, desde los albores de nuestra toma de conciencia de que somos parte de un mundo que nos rodea.

Quién de nosotros no ha sido testigo, de las diversas formas, en que, nosotros los humanos, nos explicamos y transmitimos la noción, de que existe un Dios omnipotente, que escucha nuestras oraciones y súplicas, y al cual debemos recurrir cuando nos vemos en dificultades que superan nuestra capacidad de resolución.

En nuestro entorno, siempre nos han rodeado imágenes de rostros idealizados, las cuales representan, a hombres y mujeres, que han dejado de ser, precisamente, hombres y mujeres, para ser recubiertas por un halo solar, que las convierten en poderosos mediadores, entre nosotros, los pecadores mortales, sujetos a un cuerpo de carne y hueso, sexualmente definido, y nuestro creador al que llamamos Dios.

Estas imágenes de personajes asexuados que han superado las limitaciones de la carne, nos son presentadas, como personajes santificados, cuando utilizo el término asexuados, es porque jamás les veremos en una relación directa con el sexo opuesto, las que han nacido mujeres, son vírgenes, y los que se nos representan como varones, son castos y santos, nunca les veremos asociados a lo que llamamos una vida en familia.

La salvedad a estas imágenes, que se han enquistado en nuestro subconsciente, es la de la “sagrada familia” compuesta por José, María, y el niño Jesús, pero claro, acompañada por la correspondiente aclaración: que José no es el padre de Jesús, y que María, es madre, pero “sin pecado concebida” por obra y gracia del Espíritu Santo, dándonos el mensaje, de que todos los demás concebidos en este mundo, nacemos bajo el signo pecaminoso de “ las debilidades de la carne.”

El mundo occidental y cristiano, al cual pertenecemos en estas latitudes, ha sido impregnado de éstas imágenes, todas las religiones que se sustentan de este tronco inicial, recompuesto a la voluntad, interés, y capricho, de un poderoso emperador, llamado Constantino el Grande, de una forma u otra, rinden tributo a este personaje, de carne y hueso, como cualquiera de nosotros, pero que contaba con la poderosa arma del poder, y de los recursos que de éste emanaban, para condicionar desde entonces, nuestro modo de pensar y adorar.

Existen a nuestro alrededor, innumerables evidencias de lo que estoy expresando, son tan obvias, que ni siquiera me voy a tomar el trabajo de especificarlas, si algunos, de los posibles lectores o escuchas de esta exposición que estoy realizando, no las han descubierto aún, de nada les servirá continuar con la lectura, pues las escamas que cubren sus ojos espirituales, les impedirán observar el entorno del paisaje que intento desplegar ante vosotros.

“ Entonces Saulo se levantó de la tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole de la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.”
Hechos 9: 8 - 9

Crecemos, con la sensación de desamparo, propia de criaturas mal nacidas, a las cuales, hay que de alguna manera “purificar” del estigma de su concepción, todavía hoy en día, se toman a estas inocentes criaturas, a las cuales se les acompaña con padrinos y testigos para ser lavados por unas gotas de agua que simbolizan su bautismo, una especie de rescate de su condición original.

“ He aquí, te digo que el que supone que los niños pequeños tienen necesidad del bautismo se halla en la hiel de la amargura y en las cadenas de la iniquidad, porque no tiene fe, ni esperanza, ni caridad; por tanto, si fuere talado mientras tenga tal pensamiento, tendrá que bajar al infierno.

Porque terrible es la iniquidad de suponer que Dios salva a un niño a causa del bautismo, mientras que otro debe perecer porque no tuvo bautismo.

“ ¡ Ay de aquellos que perviertan de esta manera las vías del Señor !, porque perecerán, salvo que se arrepientan.

He aquí, hablo con valentía, porque tengo autoridad de Dios; y no temo lo que el hombre haga, porque el amor perfecto desecha todo temor.

Y me siento lleno de caridad, que es amor eterno; por tanto, todos los niños son iguales ante mí; por tanto amo a los niños pequeñitos con un amor perfecto; y son todos iguales y participan de la salvación.

Porque yo sé que Dios no es un Dios parcial, ni un ser variable; sino que es inmutable de eternidad en eternidad.”
Moroni 8: 14 – 18

Estoy recorriendo caminos alternativos, es decir, que para que pueda llegar al punto central que motiva esta exposición, considero necesario, ir incorporando algunos aspectos, que hacen a nuestra percepción individual, del grado de desarrollo que hayamos alcanzado, en todo aquello que nos identifica como hijos de Dios.

Estas señales nos ayudarán a descubrir, por nosotros mismos, si hemos logrado realmente establecer una verdadera comunicación con Dios, si creemos que es posible que ocurra realmente esa comunicación, y si lo consideramos posible, si pensamos que sea imprescindible, la mediación de terceras personas para alcanzar este fin.

Considero que establecer comunicación con otra persona, significa, que la información que le hemos transmitido, ha provocado en esa persona, algún tipo de reacción, que nos permita verificar que sí ha captado nuestro mensaje.

Si no hemos logrado obtener algún tipo de respuesta, significará, que lo que hemos estado haciendo no ha pasado de una simple emisión de señales que no han podido establecer contacto con él, o los destinatarios, del mensaje enviado.

Lo que debe quedar claramente establecido, es que sólo se puede considerar que hemos logrado una comunicación, cuando obtenemos como respuesta, algún tipo de reacción a nuestros requerimientos, sin acuse de respuesta, no existe comunicación.

Ante lo que hemos expuesto, relacionado a la comunicación; si tuvieras que responderte a ti mismo, ¿ cómo considerarías tu relación con Dios ? ¿ haz logrado establecer una comunicación con él ? o piensas, que lo que has estado haciendo hasta ahora, no ha sido otra cosa, que simplemente emitir sonidos, sin pretender siquiera obtener una respuesta.

Si tu caso es, que siempre haz querido comunicarte con Dios, y no sabes, cómo obtener una respuesta, que te confirme que tu petición ha sido escuchada, permíteme que ponga a tu alcance algunas sugerencias que pueden ayudarte:

Lo primero que debes considerar, es que tu eres realmente, un hijo amado de Dios.

Tú, al igual que el más destacado de tus hermanos, haz venido ha este mundo dotado de facultades, que se te han otorgado para bendecir tu vida, y la de aquellos con quienes te relaciones, potencialmente posees todos los atributos inherentes a una criatura de origen divino.

Tal condición, la de hijo de Dios, te da el derecho de invocarle cada vez que lo estimes necesario, todo hijo puede y debe estar en contacto con sus progenitores, pero lo que tú ni nadie puede hacer, es apropiarte de Dios, tenerlo a tu disposición, eso no puedes hacer.

Cuando tu te comunicas con Dios a través de la oración, tu invocación se elevará a los cielos y será escuchada, aunque tu te encuentres en ese momento, en el patio trasero del mismito infierno, nada puede escapar al conocimiento de Dios, y menos cuando se trata de uno de sus hijos el que está clamando por él.

Ahora, una cosa es que Dios, sepa lo que te está ocurriendo, y otra cosa, es que tú estés en condiciones de escuchar su respuesta.

Veamos:

Cuando tu llegaste a este mundo, no lo haz hecho solo, tu padres celestiales, han dispuesto que uno o más ángeles te acompañen y protejan, ellos siempre responden por ti, aunque tu no te recuerdes de Dios, el recibirá un reporte diario de todo lo que está pasando contigo, ¿ te haz puesto a pensar en esto ?

Tú, nunca estás sólo, aunque vivas en una ermita en el medio del desierto.

El cuerpo que tu posees, es tu palacio personal, no eres el propietario, sólo lo estás ocupando, se te ha confiado un cuerpo creado del polvo, y algún día ese polvo volverá a la tierra que lo produjo, pero mientras tu lo ocupes, eres responsable de su cuidado y de su bienestar, con ese cuerpo que tu tienes, puedes alcanzar el objetivo que te habías propuesto, cuando aceptaste, venir a cumplir tu experiencia terrenal.

“ ¿ No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros ?

Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”
1 Corintios 3: 16 –17

Comparando tu cuerpo físico con una casa, especialmente la que puedas construir en tu propia mente, ¿ en que condiciones la tienes actualmente ? ¿ cuales son los ambientes que haz acondicionado ? ¿ a quiénes invitas a visitarla ? ¿ tienes un lugar para tus ángeles y otro para Dios en la mansión de tu mente ?

“ Pasé junto al campo del hombre perezoso.

Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;

Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos,

Ortigas habían ya cubierto su faz,

Y su cerca de piedra estaba ya destruida.

Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo.”
Proverbios 24: 30 – 32

Si tu necesitas de tus padres, y quieres que vengan a ti para ayudarte, lo menos que se espera que hagas es que tengas un lugar donde recibirles, piensa en tus padres terrenales, ¿ de que manera te gustaría recibirles en tu casa ? cuando tu oras a Dios, lo que haces es invitarle a escucharte, a estar contigo, a brindarte consuelo y a que te bendiga con su amor.

Es bueno que realices un ejercicio mental, en el cual puedas imaginarte, que eres el ocupante de una hermosa mansión, tan confortable y agradable, como seas capaz de recrear en tu mente.

Si logras esta imagen mental, intenta recorrer todos los ambientes que le hayas incorporado, y recorre con tu vista interior los elementos que integran cada uno de esos lugares, evalúa todo lo que haz escogido para cada lugar, cuales han sido tus prioridades, cual es el clima que se respira, que soporte estético le incorporaste, que sentimientos te embargan cuando observas todo lo que tu mente ha construido.

Recuerda que ese es tu hogar celestial, nada ni nadie puede quitártelo, tu has hecho de ese lugar un tesoro de valor incalculable y en ese reducto donde moras, que haz construido con amor, sólo tu decides lo que pueda suceder, tu eres su creador.

“ No temáis manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha complacido daros el reino.

Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.

Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Lucas 12: 32 – 34

Cuando tu mente se acostumbre a imaginar lo que tu corazón desea, podrás comprenderte mejor, es posible que tus deseos no recorran la misma orbita, que la que recorren tus acciones diarias, y si te encuentras en esta situación, podrás entonces darte cuenta, solo, y sin ayuda, de los por qué, el camino que recorren tus ruegos a Dios, no se encuentra con las respuestas que tu amado Padre te envía.

“ ... y os diré de la lucha que tuve ante Dios, antes de recibir la remisión de mis pecados.

He aquí, salí a cazar bestias en los bosques; y las palabras que frecuentemente había oído a mi padre hablar, en cuánto a la vida eterna y el gozo de los santos, penetraron mi corazón profundamente.

Y mi alma tuvo hambre; y me arrodillé ante mi Hacedor, y clamé a él con potente oración y súplica por mi propia alma; y clamé a él todo el día; sí, y cuando anocheció, aún elevaba mi voz en alto hasta que llegó a los cielos.

Y vino a mí una voz, diciendo: Enós, tus pecados te son perdonados, y serás bendecido.
Enós 1: 2 – 5

Usa tu mente y tu corazón y reflexiona sobre lo que ahora voy a decirte, hasta ahora hablamos de que somos hijos de Dios, de que el nos ama y anhela nuestro bienestar, pero ocurre que todos nos sentimos extraños ante Dios, hay algo que no cierra, en nuestro interior, nos sentimos como hijos huérfanos de madre, nuestro Padre que está en los cielos nos ama, somos fruto de su amor, pero en nuestra partida de nacimiento, en la doctrina de las distintas religiones cristianas, no figura nuestra madre.

¿ Seremos acaso, hijos de Dios el Padre y de una madre desconocida ?

Voy a dejarte un sendero de pistas, por si se despierta en ti, el deseo de iniciar la búsqueda de tu madre celestial , porque sin duda la tienes, y, mucho más cerca de lo que te imaginas.

Se nos han dado muchos ejemplos del amor de Dios en las escrituras, Jesús, en sus enseñanzas, comparó el amor del Padre, con el que nosotros mismos brindamos a nuestros propios hijos:

“ ¿ Que padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra ? ¿ o si pescado, le dará una serpiente ?

¿ O si le pide un huevo, le dará un escorpión ?

Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿ cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan ?

¿ Haz pensado en los atributos que una madre celestial debería poseer ? ¿ sería esta madre celestial, un modelo a seguir, por las mujeres madres en esta tierra ?

Si sientes un sentimiento tierno hacia tu madre terrenal, ¿ piensas que ella sería capaz de abandonarte ? ¿ o de negarte su consuelo ? ¿ acaso no ha estado junto a ti y no te ha protegido ? ¿ acaso no ha sido ella la primera voz que te ha orientado en la vida ?

Si aún continúas por la senda de pistas, reflexiona sobre estas palabras de Juan:

“ Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.

Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan.”
1 Juan 5 7 – 8

Cuando llegaste a este mundo, cuando irrumpiste por primera vez en un llanto de vida, ¿ quién ha estado a tu lado ? tu madre, el agua que te cubría en el vientre, y la sangre del cordón umbilical que te mantuvo unido a ella.

Si tuvieses que identificar los atributos maternos en las palabras de Juan, ¿ cual de los personajes descriptos por él, cuando menciona a: el Padre, al Verbo, y al Espíritu Santo, se asemeja más.

Los tres constituyen una unidad, y esa unidad tiene su símil terrenal, y ese símil no es otro que: Tu padre, tú, que eres el verbo, y tu amada madre que te dio a luz.

Quizás ahora, luego de transitar por esta senda, podrás encontrar en las enseñanzas de Jesús, un sentido diferente, mucho mas amplio y consistente, referente a los sentimientos del Salvador hacia el Espíritu Santo, leamos:

“ De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean;

pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno. ”
Marcos 3: 28 – 29

Te recuerdas cuando eras niño y jugabas con tus amigos, y aún ahora siendo ya un adulto, cualquier cosa podías permitir que te hicieran, todo podía ser perdonado, pero jamás permitirías que alguien ofendiese a tu madre, ella es para ti algo sagrado, algo que sitúas muy cerca de Dios.

Ahora, con esta imagen materna en tu mente, escucha estas palabras de Jesús:

“ Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle.

Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan.

El les respondió diciendo: ¿ Quién es mi madre y mis hermanos ?

Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos.

Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.”
Marcos 3: 31 – 35

Una lectura distraída de este relato, nos dejaría la impresión, de que Jesús estaría de alguna forma, menospreciando a sus hermanos y a su madre terrena, o por lo menos, no hace ninguna diferencia entre ellos y las demás personas que le acompañaban.

Pero, leamos nuevamente con mayor atención:

¿ Qué estaba haciendo Jesús cuando llegaron su madre y sus hermanos ? la respuesta es que estaba enseñando sobre el Espíritu Santo, ahora bien, ¿ que mejor ocasión se le podría presentar para una explicación práctica sobre ese tema ?

¿ A quiénes comparó Jesús que son sus hermanos, hermanas, y su propia madre ?

Leamos nuevamente el último versículo:

“ Porque todo aquel que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.”

Cuando hacemos la voluntad de Dios, ¿ cual es la promesa que recibimos ? ¿ no nos han enseñado que el Padre nos ha prometido la asistencia del Espíritu Santo ?

Entonces, quiere decir, que aquellos que son obedientes y viven dignamente, tienen la presencia de su madre, la cual es la misma madre espiritual de Jesús.

Cuando nos juntamos bajo la influencia del Espíritu Santo, Jesús, el salvador del mundo, se encuentra rodeado de sus hermanos, de sus hermanas y de su madre, ¿ entiendes ?


Hugo W. Arostegui

El Cumpleaños de Emiliano

El Cumpleaños de Emiliano
Esta mañana, sentado al frente de la pantalla de mi computador, y con una página en blanco de Word, que me invita a convocar a las palabras que anidan en mi mente, prontas para delinear, una tras otras, las frases que me ayudarán, a darle forma y sentido, a un conjunto de vivencias, que se agolpan en mi pensamiento, y a las cuales pretendo desglosar en el contenido de este artículo.
Ayer, último día de abril, no era un día más, en el calendario de unos jóvenes padres, desde hace un año, este último día de abril, les quedaría grabado para siempre a lo largo de toda su vida, ¿el motivo? La llegada del pequeño Emiliano, un niño, que al nacer, les extenderá el certificado que los acreditará formalmente como padres, sin él, sin el pequeño Emiliano, nada de esto ocurriría, son nuestros hijos, quienes nos convierten en padres, de ahí, la trascendencia e importancia de su presencia , primer aniversario, ¡felicitaciones!
Ahora, ya que estamos hablando de cumpleaños, me gustaría realizar algunas apreciaciones, sobre el verdadero significado de un cumpleaños.
Es interesante observar, que la mayoría de las personas, no tiene muy claro lo que verdaderamente ocurre cuando festejamos un cumpleaños, y digo festejamos, porque esto es lo que ha sucedido, hemos cumplido, coronado una etapa, hemos acabado un ciclo, y nos preparamos para comenzar otro, inmediatamente.
Cuando se conmemora un cumpleaños, generalmente, hacemos una fiesta, convocamos a familiares y amigos, y… por supuesto, preparamos una torta, de determinadas dimensiones, a la cual le colocamos tantas velitas, como años cumplidos tenga el aniversariante ¿no es así?
Me pregunto: ¿alguien se ha puesto a pensar en el significado de las velitas encima de la torta?
Lo que hacemos en un día de cumpleaños, lo heredamos de nuestros ancestros, existen ciertos formalismos sin los cuales, un cumpleaños no estaría completo, y dentro de esa formalidad, sería impensable un cumpleaños, sin torta, sin las velitas encendidas, y mucho menos, sin el aniversariante aspirando profundamente para de un soplido apagar las consabidas velitas, a veces, soplando y resoplando, si éstas, las velitas, son aquellas que se vuelven a encender varias veces.
He preguntado varias veces sobre si alguien sabe porqué apagamos las velitas, cantamos que lo cumplas feliz, y aplaudimos ruidosamente una vez apagadas las velitas, y al parecer nadie se ha puesto a pensar si existe algún significado a no ser el de hacerle pasar un momento de alegría y reconocimiento al homenajeado.

Me parece que existe cierta confusión sobre la forma de contabilizar los años que cumplimos, todos nos referimos a nuestra edad partiendo de nuestro último cumpleaños, es por eso que decimos tengo tantos años, cada vez que se nos pregunta nuestra edad, pero, ¿es esto una forma correcta de contabilizar nuestra edad? Si estuviésemos dando una lección de historia, nos referiríamos a nuestro siglo, como el siglo veintiuno de la era cristiana, y esto lo hacemos porque el siglo veinte se cumplió el día 31 de diciembre de 1999.
Siguiendo esta línea de razonamiento, nuestro año se cumplió, precisamente el día en que festejamos nuestro cumpleaños, al día siguiente, ya estamos viviendo a cuenta del año siguiente, de manera que , si por ejemplo, una persona cumple hoy veinte años, mañana estará viviendo el año veintiuno de su vida, ¿entienden?
Esto es lo que da sentido al apagado de las velitas en nuestra fiesta de cumpleaños, lo que ocurre, cuando soplamos las velitas, es decir que hemos culminado un año de vida, las velas encendidas representan el año que culmina y al apagarlas, bueno al apagarlas, nuestro año ha culminado, nuestro año ha sido cumplido, ya empezamos a vivir a cuenta del próximo.
La clave de todo esto es que tengamos conciencia del pasaje de los años y que cuando apaguemos las velitas, sintamos que hemos cumplido, que no solamente el tiempo cronológico ha pasado, sino que también hemos ganado un año más en nuestra realización individual, entonces sí, cuando soplemos las velitas, podremos decir, ¡feliz cumpleaños!
Hugo W. Arostegui

miércoles, 28 de abril de 2010

Conductas Sexuales Del Clero

Conductas Sexuales del Clero
Los acontecimientos que han escandalizado a la opinión pública mundial en estos últimos días, referente a las denuncias de abusos sexuales por parte de algunos sacerdotes católicos, abusos, que han sido perpetrados a lo largo de toda su vida clerical, que no han sido consecuencia de un impulso involuntario o debilidad circunstancial, sino producto de toda una gama de perturbaciones, surgidas en la maquiavélica impronta de los seminarios formativos, dónde se cultivan, en el nombre de dios, -con minúscula- conductas reñidas con lo que la “letra de la Ley” divina, ha decretado en cuanto a la moral y las buenas costumbres.
Este tema, dista mucho de ser considerado, un fenómeno contemporáneo, fruto de la “modernidad” que todo lo corrompe, la pérdida de valores, o la crisis económica y social, si así fuera, tendríamos que pedir urgentemente a los cielos, el envío en forma inmediata, de nuevos mandamientos, que sustituyan los viejos escritos de Moisés, por otros que puedan estar más en sintonía, con los traumáticos cambios que sacuden este mundo globalizado.
La historia, que todo lo registra, el tiempo Transcurrido, que nos ha permitido “desclasificar” archivos celosamente guardados por la censura, nos permite tomar conocimiento de cómo han sido las cosas desde siempre, es así como sabemos cuántos prelados de la antigüedad, muchos de los cuales han sido canonizados y cubiertos por el manto de la santidad, han incurrido en las mismas desviaciones, por los siglos de los siglos, amén y amén.
Algunos de éstos clérigos, en la actualidad, han sido suspendidos de sus funciones clericales, por realizar actividades no compatibles con los votos realizados en su ordenación, como puede ser, por ejemplo, el caso del actual presidente la República del Paraguay, pero nada se dice, desde el Vaticano, de los vástagos y sus madres, que reclaman el reconocimiento de su paternidad.
A esta altura de los acontecimientos, resulta obvio, que hay que poner “algo más”, en el análisis de los “por qué” ocurren estos hechos, llamados aberrantes por la sociedad en su conjunto
Y como principio requieren todas las cosas, nada mejor que recurrir al Génesis, el libro escrito por Moisés, el cual da comienzo a la historia canónicamente aceptada, del origen del hombre en el planeta tierra.
El capítulo 1, dice lo siguiente, leamos:
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Y les bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” Génesis 1: 27 – 28.



Ahora bien, ¿Qué se nos está diciendo en estos versículos?, permítanme, que haciendo uso de
Es conveniente agregar la siguiente advertencia: “la interpretación de estos pasajes bíblicos pueden dañar la sensibilidad del lector”, una vez hecha esta salvedad, autorizo al lector a cerrar sus ojos, si está leyendo, o a taparse los oídos, si alguien se los está leyendo, para evitarme el escándalo que les pueda provocar.
Lo que entiendo yo que se nos dice, es que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, por lo que interpreto, que lo que Dios nos proveyó, es un cuerpo físico perfecto, y por lo tanto, nada vergonzoso y censurable puede haber en él, ¿no? ¿Y qué es lo que ven mis ojos y puedo verificar en mi propio cuerpo? Que el cuerpo de Adán tiene un pene y dos testículos, y que la mujer, Eva, extraída de una de sus costillas, tiene una vagina y un clítoris.
Si a esta primera verificación, le agrego que se les mandó fructificar y multiplicarse, al punto de henchir la tierra, sin decirlo en forma explícita, me parece que les dijo,- en mi básico español así lo entiendo,- “les ordeno que tengan una vida sexual activa, para que puedan cumplir con este propósito, fundamental en el Plan, que Yo, Dios, he preparado “ para todos los seres humanos” y cuando digo todos, no encuentro ninguna distinción entre mí, mi mujer, sacerdotes o monjas, por cuánto también ellos son provistos de los mismos enseres, vale decir, pene, testículos, vagina, ovarios, etc. etc.
Corroborando, mis dichos, me remito a las palabras escritas por Moisés: Y dijo Jehová Dios: “No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” Génesis 2:18
“Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. Y estaban desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.” Génesis 2: 22-24
En buen romance, en el sentido literal de la palabra: el hombre y la mujer son una sola carne, cuando se consume el acto sexual, en otras palabras, puede haber un sinnúmero de variedades de practicar sexo, pero para ser una sola carne el hombre y la mujer, es necesario que el hombre se introduzca dentro de la mujer, ¿como lo hace? Considero innecesaria la respuesta.
Lo que entiendo yo de este precepto bíblico, es que la práctica sexual es una condición básica de la criatura humana, el haber experimentado, alguna vez, una vida sexual plena, es esencial para un sano equilibrio emocional, sabiamente ,el escritor satírico romano, Juvenal expuso: “ mens sana in corpore sano” me podrán decir que existen infinidad de personas, que por diversas circunstancias, se abstienen de practicar sexo, y yo digo que está bien, siempre que sea por su libre y espontánea elección, cada uno es dueño de actuar de acuerdo a los dictados de su propia conciencia, esto constituye el Libre Albedrio del hombre, … y el de la mujer, por supuesto.




Pero volvamos al principio, al título de este artículo, me pregunto: ¿es admisible?, a la luz de la verdad revelada, a la que hemos hecho referencia, aceptar como una condición ineludible, que tanto el hombre, como la mujer, que pretendan seguir una vocación religiosa, tengan que hacer votos de abstención sexual, renunciando a los atributos que Dios les ha dado al momento de su creación? ¿La vocación sacerdotal, es excluyente de la práctica sexual? Me pregunto una y mil veces: ¿por qué?
El sacerdote, tiene un pene y la monja sin ninguna duda, una vagina, por lo tanto el sacerdote y la monja, aún en la soledad de su claustro, naturalmente tienen, aunque lo nieguen, algún tipo de estímulos sexuales, la intensidad de éstos estímulos es algo que cada uno lo sabe en lo profundo de su intimidad, mucho se ha hablado sobre el sometimiento de los deseos de la carne, de cinturones de castidad, de autoflagelación, de azotes, ayunos prolongados, dolorosas penitencias, etc. tales prácticas suelen traer trastornos severos de conducta, de comportamiento masoquista, se podrá intentar revestir la libido de santidad, cuidar las formas exteriores, pero nada puede ocultar lo inocultable.
La iglesia ha asumido una actitud francamente hostil, hacia cualquier tipo de expresión homosexual, se presiona abiertamente a los gobiernos del mundo, para que éstos les nieguen derechos y representatividad, para que les cercenen espacios, en un vano intento de pretender tapar el sol con las manos, cual si fuesen inquisidores medievales que mediante la condena y el terror, imponen su sacrílega voluntad.
La homosexualidad, no es una conducta aberrante, es una opción, una forma de expresar su sexualidad, sin permitir la represión de sus impulsos y preferencias, en cambio, las conductas sexuales, practicada por una parte conocida, la punta del iceberg, de los sacerdotes católicos en todo el mundo, sí es una aberración, la pedofilia, es una aberración, no puede considerarse, en absoluto, un simple desliz, una falta leve, que se sanciona con imponer al infractor rezar veinte avemarías y diez padres nuestros, es una conducta, señores miembros del clero, aberrante, porque se practica sobre seres indefensos, violentados en cuerpo y espíritu, quienes la practican, son victimarios y víctimas a la vez, escoria clerical, que no se limpia, con una simple disculpa.
Hugo W. Arostegui

viernes, 23 de abril de 2010

Un Día en Nuestra Vida

Un día, en nuestra vida.
No hay dudas que, por más que uno quiera tratar de ignorarlos, no todos los días son iguales, hay algunos que por su significado nos hacen sentir la enorme incidencia que tienen en nuestras vidas.
Distribuidos a lo largo del calendario, se erigen como hitos, como mojones que marcan secuencias importantes en el ya largo camino de toda una vida.
Cuando les llega el turno, no precisan ser anunciados, no dependen de nuestra memoria, ellos tienen vida propia y nos la hacen saber, indudablemente, no se registran en nuestra mente, estos días están grabados a fuego en nuestro corazón.
Hubo una primera vez, en mi niñez, que supe el nombre de uno de ellos, ese día no era simplemente un 20 de abril, ese día, sin que yo tuviese clara conciencia de las circunstancias, ese día, era el día de mi nacimiento y desde entonces, año a año, su llegada, marcaba, como cuando viajamos en un taxi, la caída de una ficha, que nos indicaba el tiempo transcurrido y el valor acumulado de nuestro trayecto.
Hace mucho, yo diría que desde siempre, mi cumpleaños y yo, nos encontramos el uno al otro en solitario, como que ,si no nos atendíamos mutuamente, nadie más se daría cuenta de que ambos estábamos presentes, así ha sido hasta nuestros días, con algunas , muy pocas, excepciones.
Así que, las próximas veinticuatro horas, nos pertenecen a ambos, sólo nosotros dos nos conocemos como nadie nos podrá conocer jamás y atesoramos, todas y cada una, de las alternativas tan marcantes, que la vida , nos ha deparado, y sólo ella, la vida, nos dirá, algún día, cuándo esta íntima relación, llegará a su fin.
Lo cierto es que así ha sido, y seguramente, así será cada año, desde muy pequeño supe que las cosas no serían nada fáciles para mí, la realidad y crudeza de la vida me lo estaban enseñando cada día, en mi entorno escaseaban las manos protectoras a quién recurrir o de quién esperar algún tipo de atención o cobertura, si algo pretendía, no habría Papá ni Mamá, no porque no los tuviese, los tuve, pero lejos, muy lejos estaba, en la inmediatez de sus prioridades, el poder atenderme adecuadamente, ni mucho menos, el tratar de satisfacer de alguna manera, por modestas que fuesen, mis necesidades básicas.
Cuando llegó mi sexto cumpleaños, me puse a trabajar, dicho de esta manera, parece algo trivial , al menos así me parece a mí, porque no obstante ser este hecho conocido por muchos, jamás nadie dio muestras de sensibilidad alguna, ¿así que trabajas desde los seis años de edad? , Que bien, te felicito! y eso era todo.



Como no tengo intención de convertir este artículo en un relato melodramático, no voy a incursionar en mayores detalles de lo que significa en la vida de un niño de seis años, la decisión de ponerse a trabajar con la finalidad de no solamente autoabastecerse de sus propias necesidades, sino, además, poder brindar ayuda a aquellos de su entorno que necesitaban tanto o más que el.
Si a lo que intento describir le agrego el hecho de que vivo solo desde que tengo once años, y cuando digo solo, es simplemente eso, solo, sin protección ni ayuda familiar, esto es, ni más ni menos, que enfrentar la vida, cual si fuese un adulto dueño de su destino.
Ahora, amigo lector, si usted se pregunta cómo pudo suceder esto, si la situación que describo no implica lo que ahora se conoce como violencia doméstica, que un niño sometido a este tipo de experiencias, ha corrido serios riesgos, que pudo ser muerto, violentado, explotado, que pudo ser un delincuente, un drogadicto, un depravado, etc. etc., yo solo puedo responderle que por supuesto, claro que sí, pudo ser todo eso y mucho más.
Es en estos momentos de evaluación de lo que pudo haber sido, que uno siente como un frio que le recorre la espina dorsal, uno sabe que a esa edad, un niño es extremadamente vulnerable, pero también las circunstancias extremas como las descriptas, accionan fuerzas y recursos propios de las situaciones límite, que permiten vislumbrar un fino hilo conductor que separa las aguas entre el bien y el mal, y aunque aún no se perciben con claridad, se puede sentir la presencia de ángeles protectores, que asumen diversas identidades, rostros de nuestro entorno, que actúan cuando es preciso y nos dicen, de una forma muy peculiar, que están allí, para brindarnos su ayuda, pase lo que pase.
Tal sensación permanece en mí desde entonces, al punto, de que cuando alguien me pregunta: ¿Cuál ha sido la institución con mayor influencia en su formación profesional?
Mi respuesta inmediata no es otra que esta: yo he sido formado en la Universidad de los Ángeles, y, aunque podría, no me estoy refiriendo a la ubicada en Los Ángeles, California.
Como puede apreciarse, hay días de nuestra vida que guardan un significado muy peculiar, resulta obvio, que no dependen del calendario, lo escrito en este artículo seguramente no agota todo lo que podríamos decir de este día en particular, simplemente lo mencionamos como al pasar, para que el lector pueda intuir en su fuero íntimo, cuantas cosas se anidan en la mente y el corazón, en un día como el de hoy.
Hugo W. Arostegui

lunes, 19 de abril de 2010

Deuda Externa y Bonos En Default

Deuda Externa y Bonos en Default.
El Canje: ¿A quién Beneficia?

Todos estamos expectantes ante lo que está sucediendo en la república Argentina con relación al pago de deuda en default recurriendo al uso de las reservas acumuladas en el Banco Central de la nación.

El argumento esgrimido por el gobierno argentino para pagar deuda con las referidas reservas es el de la imperiosa necesidad mejorar la imagen internacional del país y de esta manera alentar a potenciales inversores a que renueven su confianza y vuelvan a adquirir los nuevos bonos, los que serán emitidos, una vez acordada una difícil negociación con la banca acreedora.

Esta decisión, la de cancelar deuda recurriendo a las reservas, ha generado un ríspido enfrentamiento entre el gobierno argentino y la oposición, y se refleja en un paralizado congreso nacional el cual no logra los acuerdos necesarios y les ha llevado a recurrir, en más de una oportunidad, al Poder Judicial, para que éste intervenga e impida lo que ambos contendores, gobierno y oposición, pretender realizar.

Ante este panorama, la Banca Internacional, que califica el estado de la deuda, ha mejorado notoriamente la calificación de la misma, notándose cierto regocijo en los tenedores de los bonos depreciados e impagos, ante la posibilidad de obtener enormes beneficios, de concretarse los términos en que el gobierno plantea la negociación.

Ahora bien, ¿Quiénes son los tenedores actuales de los bonos en cuestión?

Para responder a esta pregunta sugiero que hagamos una ligera recopilación de ciertos acontecimientos que hacen al origen de los primeros adquirientes de bonos emitidos por el estado argentino, como surgieron y cuales han sido las razones que les motivaron a adquirirlos.

Veamos:

En oportunidad de estar en países con economías desarrollados, me interesé por la situación de amplios sectores de la población, que, incitados por una propaganda extremadamente agresiva, habían caído en las garras del consumismo, llegando a extremos verdaderamente preocupantes en cuanto su capacidad de mantener un equilibrio básico, en la cada vez mayor diferencia entre sus limitados ingresos y el creciente endeudamiento fruto de la avidez por consumir todo lo que les ofrecía mediante ofertas cada vez más tentadoras.

Tal situación, también fue observada por los sectores financieros, que ante el aluvión de deudas impagas que estaba desgastando la credibilidad del sistema, obsérvese que esto que mencionamos no es más que el preámbulo de la enorme crisis que sacudió las economías del mundo recientemente y que solamente mencionamos al pasar en este artículo, nos estamos refiriendo al germen de y no a la cosecha de esta verdadera tragedia que estamos viviendo.


Había que dar una respuesta inteligente para contener y canalizar la capacidad de grupos sujetos a ingresos fijos, como lo pueden ser los asalariados y los jubilados, por citar algunos, y para ello, se puso en práctica, una modalidad de trabajo muy interesante, la preocupación que hemos mencionado. referente a los estragos sociales ocasionados por la fiebre consumista de la sociedad, ha dado lugar a un ingenioso trabajo de asesores financieros de tipo personal o familiar.

Estos asesores responden a instituciones financieras muy sólidas y respetables, generalmente grupos económicos de gran prestigio, que intentan a través de la actividad de sus agentes, ofrecer un servicio gratuito de asesoramiento financiero con la finalidad de ayudar a estas personas a librarse de deudas incómodas y acomodarse a un presupuesto acorde con su nivel de ingresos, con la aspiración de que éste saneamiento financiero provoque saldos positivos susceptibles de ser volcados al ahorro y la inversión.

Como se comprenderá un emprendimiento de esta naturaleza cuenta con el beneplácito de las autoridades gubernamentales, la cámara de comercio, las instituciones de crédito, instituciones religiosas y todas las otras organizaciones involucradas directa e indirectamente en esta problemática, es un gran esfuerzo dirigido a lograr superar las dificultades y proveer un medio de lograr mayor estabilidad y solvencia en los núcleos familiares.

¿Cómo operaban estas instituciones?, como se comprenderá existía sumo cuidado en la selección y capacitación de estos agentes asesores, los cuales eran profesionales con una sólida formación y experiencia.

Estos asesores una vez definida su área de trabajo se contactaban con sus potenciales clientes, en lugares públicos o privados previamente seleccionados, el primer contacto
tenia como finalidad romper el hielo, puede darse un folleto explicativo, una invitación a una charla informal o cualquier otro medio que se considere apto para despertar el interés del candidato, el objetivo es lograr concretar una cita, de preferencia en la su casa, y de ser posible con la presencia de toda la familia.

Un asesor bien entrenado podía llegar a tener en su agenda entre 15 a 20 entrevistas diarias.

Una vez concretada la entrevista, el asesor procede con mucho tacto, a presentar su plan de asesoramiento financiero, dejando para la próxima visita una posible incursión en la problemática financiera particular de la familia.

A medida que aumenta la confianza en su asesor, la familia plantea sus dificultades y el asesor les indica cuales son los aspectos que a su entender deberían mejorarse para lograr mejores resultados en la relación ingresos – egresos, analizará con ellos las medidas a tomar a fin de sanear los aspectos negativos.
Cuando la situación lo requiere puede ofrecerles un préstamo en condiciones favorables para sanear créditos ya vencidos y de esta manera mejorar sus posibilidades de obtener excedentes en efectivo.



Una vez logrado el primer objetivo de organizar las finanzas familiares, se trabajaba en los excedentes que surgirán a través de un presupuesto equilibrado y dirigido a alcanzar este propósito, generalmente el objetivo primario es obtener excedentes en el orden del 10% del presupuesto familiar, con destino a la compra de un plan de ahorro e inversiones.

En los mercados financieros del llamado primer mundo, las tasas de interés rondaban el 1% al 1,5 % anual, de manera de que si al candidato se le ofrecía duplicar o triplicar este indicador en su plan de inversiones seguramente era un fuerte incentivo para lograr su aceptación.

Estos planes de inversión de aportes que oscilan en una franja que va de los 150,00 a los 350,00 (dólares americanos ) mensuales, se contratan en planes de 12, 24, 36 meses, o ampliables a voluntad del candidato, con los compromisos de cumplimiento por ambas partes propios de contratos de esta naturaleza.

Esta es una operación legítima y regulada por el sistema financiero federal el cual es muy estricto en velar por el cumplimiento de sus normas al respecto.

Desde el punto de vista del sistema, obviamente no vemos ninguna objeción y la actividad de estos asesores financieros es muy loable y valiosa.

El destino de los miles de millones de dólares ingresados al sistema por medio de la mediación de estos agentes, es volcado a los países con economías emergentes, con la expresa autorización del suscriptor del contrato de ahorro e inversión.

Estos países emergentes llegan a pagar tasas sumamente elevadas, nuestro país llegó
a pagar un 15% de interés anual, por la captación de estos fondos los cuales ingresaban a través de la banca internacional.

Cuando la argentina dejó de pagar, estos bonos se desplomaron, llevando a la ruina y la desesperación, a innumerables dagnificados, llegando muchos de ellos a la locura o el suicidio.

La gran pregunta era: ¿Que hacer con estos bonos tan devaluados? Y la respuesta no era otra que la de caer en manos de especuladores, los cuales los tomaban pagando un valor residual que difícilmente supera el 20% de su valor nominal.

Estos son los que actualmente negocian con el gobierno argentino, y es por eso que no sorprende que estén tan contentos, cómo no van a mejorar la calificación de una deuda que generosamente les da a sus arcas ganancia semejante.

Hugo W. Arostegui