viernes, 8 de abril de 2016

El Burrito De La Noria


Desde siempre, los fabricantes de las innumerables norias, que se han instalado con el propósito de que permanezcan firmemente adheridas en nuestro subconsciente,  han desarrollado una técnica de sumisión tan eficiente que aún en nuestros días, en los que presenciamos  la mayor cantidad de información - desinformación circulando por todos los medios de comunicación que la tecnología nos ha permitido desarrollar, continúan siendo tremendamente efectivas en el condicionamiento nuestro comportamiento tanto individual como colectivo.

No en balde, un maestro en el arte de la manipulación, como lo ha sido sin ninguna duda Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, quién recurría con frecuencia a una frase que sus sumisos seguidores repetían al ritmo de sus autoflagelaciones, como una afirmación del grado de sometimiento alcanzado:

"¡Bendita perseverancia del borrico de noria! Siempre el mismo paso. Siempre las mismas vueltas. Un día y otro: todos iguales.

Y así andamos, día tras día, girando alrededor de un pértigo que nos mantiene firmemente ligados a propósitos que en su esencia nos son ajenos, que nos alienan, que nos hacen vivir una vida que creemos que nos pertenece, que somos libres e informados, que vamos por el buen camino, el que ha sido trazado por quienes han logrado la iluminación de sus dioses  y ejercen el derecho de dictarnos las normas de vida que nos asegurarán un justo premio si seguimos constantes, firmemente asidos a una ilusión, sin otra perspectiva  que la de continuar y continuar, sin mirar ni apreciar otra cosa que la sabrosa zanahoria que se nos ha puesto por delante… así, tozudamente… continuamos.

Veamos: Si de economía se trata, se nos dice que el sistema financiero está en crisis y que por lo tanto ¡tenemos que salvar al sistema!  Y salvar al sistema requiere sacrificio, deberíamos preguntarnos “¿sacrificio de quienes” , pero la noria no nos permite tales preguntas, nuevamente resuenan en nuestros oídos la interrogante: que está primero: ¿el huevo o la gallina? 

Y en lugar de responder que nos importa un rábano tanto el huevo como la gallina, que las crisis deben ser asumidas por quienes las han generado, que la economía y el sistema financiero que se enquista en ella y la succionan sin piedad , no son más que una mera herramienta puesta al servicio de la sociedad en su conjunto, y que los papeles llenos de distinguidas firmas de banqueros y políticos corruptos que determinan el monto de tan abultada deuda  no son más que eso: papeles, y como tales deberían esperar su turno.

Los papeles de los tenedores de deuda registrados en los Bancos Centrales del Mundo, no generan la producción que hace posible la vida en sociedad, por lo que habrá que dar prioridad a quiénes producen, porque producción es sinónimo  de riqueza y de trabajo y trabajo es sinónimo de dignidad y bienestar de las naciones y eso es lo prioritario, la gallina no come papeles ni sus excrementos son monedas, de manera que recortemos lo que hay que recortar, es la hora de apostar y defender  la vida, de dar cobertura a las necesidades básicas de nuestra especie.

Y cuando hablamos de defender la vida, ¿Qué es lo que oímos? Que nos dicen los dueños de la noria? ¡Debemos luchar contra el aborto! Eso es lo que dicen.

Y yo humildemente me pregunto: Donde reside el aborto?  Será que sólo percibimos lo que pueda suceder en el interior del útero, ¿eso es la vida que hay que defender?, y que decimos del fruto de ese vientre?  Cuántos de esos niños nacidos vivos morirán en los próximos meses?

En la mirada cortoplacista de los que damos vueltas en la Noria, nos preocupa más, los nueve meses en el interior de una gestante, que los hipotéticos años de vida de quien llega a este mundo, antes se decía que los niños al nacer lloran por causa de una suave palmadita en sus nalgas, ahora sabemos, que su llanto se debe a que debe asumir su cuota parte de deuda financiera, que le privará de una buena cobertura de salud, que tendrá una mediocre educación, y ni que hablar de su futuro, cuando se entere que uno de cada cuatro de los que vengan a este mundo, dentro de veinte años, engrosarán las filas de los aspirantes a un empleo que no se vislumbra en el horizonte.

Así va la noria.

Hugo W. Arostegui


Código De Barras

Existen palabras que encierran en sí mismas una enorme gama de contenidos sin los cuales nos sería prácticamente imposible exponer ciertas situaciones que hacen a las diversas formas de transmisión del conocimiento trascendente, aquel que encierra en sí mismo la esencia de nuestra razón de ser, nuestra identidad, aquello que nos identifica como individuos, únicos e irrepetibles, cuyas huellas, en el camino de la vida, dejan la indeleble impronta de su existir.

De estas palabras que menciono hay dos que suelen confundirse como si fueran una sola, me refiero a las palabras: esotérica y exotérica, ambas en muchos casos suelen utilizarse como si fuesen sinónimas, como que diese lo mismo utilizar una u otra indiscriminadamente, lo cual es un craso error de interpretación de los contenidos que implican el uso de cada una de ellas.

Esto que traigo a colación adquiere una mayor relevancia cuando se tratan temas relacionados con lo que hemos mencionado al comienzo de este artículo, es decir, cuando se trata de incursionar en situaciones en las cuales debemos hacer uso de nuestro conocimiento en todo aquello relacionado con lo intangible u abstracto, como bien pueden ser nuestras creencias o posturas en temas tales como:  religiosos, sociológicos u filosóficos, conocimiento genérico que puede ser de fácil acceso a cualquier persona que se interese en su abordaje, o por el contrario, que sea de tal profundidad,  que requiera de quien lo practique, cierta iniciación en el ritual o en la práctica de una disciplina dada.

De manera que podemos considerar que la gran mayoría de las personas basan su “conocimiento”  en valores adquiridos mediante métodos exotéricos, es decir, los transmitidos convencionalmente, por parte de aquellos que son debidamente autorizados para  enseñar la “doctrina básica” la que les convierte en acólitos dependientes, “ovejas del redil” sujetos a la  autoridad de quienes han sido constituidos como pastores  que les guían  y mantienen dentro del rebaño.

 “Ellos hablaban entre sí que no tenían panes. Dándose cuenta, les dice: ¿Por qué estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la mente embotada? ¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis de cuando partí los cinco panes para los cinco mil? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?. «Doce», le dicen. Y cuando partí los siete entre los cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis? Le dicen: «Siete». Y continuó: ¿Aún no entendéis?. Marcos 8: 14 – 21”

Es esta ausencia de autoridad plena lo que caracteriza a la enseñanza exotérica la cual se enseña y transmite en relación de dependencia, las llaves del conocimiento permanecen bajo la autoridad esotérica la que conserva para sí el poder de actuar en “el nombre de” como representante autorizado de tal o cual organización.

Nadie debería suponer que por el simple hecho de haber participado en programas de orientación exotérica se encuentra en situación de superioridad sobre aquellos que no la han tenido, lo mismo es extensivo para aquellos que han incursionado en la enseñanza esotérica de alguna disciplina formal, aunque quien haya alcanzado niveles superiores de formación trascendente difícilmente se encuentre entre aquellos que menoscaben el grado de conocimiento adquirido por aquellos que han recibido tal enseñanza a través de la tradición oral o escrita de otras culturas.

Como bien puede apreciar el lector de este artículo, el tema en cuestión, no es de fácil acceso, como tampoco es sencillo discernir las diferencias expuestas en el uso de dos palabras que a simple vista parecieran ser sinónimas, lo mismo ocurre cuando hacemos juicios de valor sobre las diversas formas de exponer su conocimiento esotérico por parte de quienes lo han adquirido bajo el influjo de valores que les han sido revelados por sus ancestros,  siguiendo una línea de transmisión totalmente diferente a las convencionales, las que provienen de la tradición cultivada  “de persona a persona” de generación en generación.

Es por eso que utilizo como título “El Código De Barras” para referirme al conocimiento esotérico transmitido de mano en mano como el que se utiliza, por ejemplo, en la Kabbalah, y lo menciono con este nombre porque encuentro cierta similitud entre la lectura del código de barras impreso en los artículos que adquirimos habitualmente en cualquier supermercado los cuales miramos sin entender su contenido, con los códigos empleados por quienes transmiten la información esotérica la cual sólo es accesible para aquellos que pueden descifrar el contenido impreso en su simbología, aunque podamos observarlo libremente,  nuestros “ojos naturales” no logran descifrar lo trascendente de su mensaje.

Este conocimiento permanece entre nosotros y no solamente se encuentra en las grandes bibliotecas y museos del mundo también se manifiesta en los rituales y danzas de los pueblos originarios, en las plegarias ininteligibles de hechiceros y chamanes, en la naturaleza que nos circunda y en los elementos que expresan su poder ante nuestra impávida mirada.

En los mundos paralelos de la cultura humana el saber y el sentir no necesariamente transitan por la misma senda.

Hugo W. Arostegui



Amistad: Ser o No Ser


Habría que preguntarse si no estaremos a las puertas de que se produzcan, aunque fuesen siquiera minúsculos indicios, fuertes contracciones similares a las de un parto,  donde podamos vislumbrar el nacimiento de una nueva generación de rebeldes  que se resistan a tener que soportar la vaguedad virtual que hoy nos obnubila y encorseta  y sean capaces de producir una revolución contrainformática que nos rescate y devuelva nuestra perdida identidad.

Vivimos contemplando el espejismo en medio de un desierto en el cual hemos extraviado a la persona que una vez creímos ser.
Resulta paradojal que cuánto más intervenimos en la maraña de las redes sociales mayor será la desintegración de todo lo que siempre  estimamos de nuestra pertenencia personal  aquello que constituía nuestra impronta indeleble,  nuestro ADN intelectual, que impregna  todo aquello que es la auténtica expresión de nuestra capacidad creativa.

El concepto de comunicación tal cual es concebido actualmente no pasa de una mera emisión de enunciados cuyos emisores se mimetizan entre el enmarañado follaje de la selva humana, voces sin una identidad confiable recubiertas de un condón social que les proteja del virus virtual que les acecha en cada puesta en escena de nuestra enmascarada representación.

"¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo?"
Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano

"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales, mi confidente y el que me traiciona, el que me apoya y el que de mí depende; y lo más espantoso de todo: es mi igual."
Gregg Levoy (1953-?) Escritor estadounidense.

La Amistad pues, no tiene edad, sexo o condición social. Por eso, como valor innato del ser humano de crecer y plenificarse en su relación y realización, la amistad proyecta desde lo más íntimo del corazón y revela lo que es el misterio de cada hombre y mujer, entre quienes se da espontáneamente una auténtica relación de amistad. La amistad entendida así es un DON y un MISTERIO, que no depende de un solo individuo, sino de ambos. La amistad pues, no se inventa, no se forza, ni mucho menos se anda de ofrecida banalmente. Desde este sentido la auténtica amistad que humaniza las relaciones interpersonales, es la que sólo es posible entre los Seres Humanos, independientemente de la edad, sexo o condición social.

Hugo W. Arostegui

Lo Finito Sin Fecha De Vencimiento


A medida en que transcurre nuestro tiempo en el devenir de los acontecimientos que van trazando, cual si fuesen golpes de un cincel, nuestra imagen social, aquella que ha emergido esculpida a tientas, por reflejos condicionados por el instinto de conservación como una advertencia emitida desde lo más recóndito de nuestro “ser”  esencialmente humano.

Nos preguntamos, ¿Quiénes somos? ¿De dónde provienen las señales que percibimos desde lo infinito, en las antípodas de todo lo que nos rodea?  Allá en donde dicen que residen los llamados “frenos de la conciencia” aquellos valores innatos que acuden a nuestro rescate cada vez que las circunstancias nos retrotraen en el tiempo a los mismos albores de nuestra esencia  aquello que percibimos como trascendente y superlativo, el cordón umbilical que nutre nuestra alma y nos asemeja a los dioses que nos han dotado el aliento de vida.

Algo nos dice, cual si fuese un susurro apenas perceptible que existen en nuestro entorno ciertos valores que hacen posible la ecuación que le da sentido a nuestra presencia terrena, valores que actuando en consonancia con los elementos de la naturaleza conforman el hábitat ideal en el cual desarrollarnos tanto física como intelectualmente tal cual lo requiere nuestra ambigua constitución: sentirnos una estructura física y finita - lo que equivale a decir que tenemos estampada en algún lugar una grifa con fecha de vencimiento-  pero sabedores de que portamos en nuestro interior la herencia genética propia de una criatura eterna e inmortal.

Los mundos de las inteligencias han desbordado largamente los límites de todos los condicionamientos, de todas las fronteras, de todos los prejuicios y limitaciones, resulta absurdo el vano intento de pretender implantar una trazabilidad de lo humano, somos seres únicos e irrepetibles, nos relacionamos por elección en una constante evolución, trazando nuevas órbitas totalmente ajenos a los tiempos y a las distancias, ya no es posible imponer un criterio, una conducta, la revolución tecnológica de las comunicaciones nos está demostrando que estamos insertos en una globalización del universo donde todo puede suceder aunque nos enfoquemos en un punto tan minúsculo como se pueda concebir en la cabeza de un alfiler.

De manera que estamos en el retazo de historia universal en el cual se han abolido las  “marcas registradas” “los derechos de autor” “los representantes de” ha llegado el tiempo en que los hijos de Dios, el Dios con mayúscula, El Creador de Todo El Género Humano se nos manifieste  a todos y a cada uno sin excepciones, en la inmensidad de nuestro espacio creativo allí donde residen los valores que se nos ha inculcado y que permanecen  en nosotros por tiempo y eternidad.


Hugo W Arostegui

lunes, 4 de abril de 2016

Un día, en nuestra vida.


No hay dudas que, por más que uno quiera tratar de ignorarlos, no todos los días son iguales, hay algunos que por su significado nos hacen sentir la enorme incidencia que tienen en nuestras vidas.
Distribuidos a lo largo del calendario,  se erigen como hitos, como mojones que marcan secuencias importantes en el ya largo camino de toda una vida.

Cuando  les llega el turno, no precisan ser anunciados, no dependen de nuestra memoria, ellos tienen vida propia y nos la hacen saber, indudablemente, no se registran en nuestra mente, estos días están grabados a fuego en nuestro corazón.

Hubo una primera vez, en mi niñez, que supe el nombre de uno de ellos, ese día no era simplemente un 20 de abril, ese día, sin que yo tuviese clara conciencia de las circunstancias, ese día, era el día de mi nacimiento y desde entonces, año a año, su llegada, marcaba, como cuando viajamos en un taxi, la caída de una ficha, que nos indicaba el tiempo transcurrido y el valor acumulado de nuestro trayecto.

Hace  mucho, yo diría que desde siempre, mi cumpleaños y yo, nos encontramos el uno al otro en solitario, como  que ,si no nos atendíamos mutuamente, nadie más se daría cuenta de que ambos estábamos presentes, así ha sido hasta nuestros días, con algunas , muy pocas, excepciones.
Así que, las próximas veinticuatro horas, nos pertenecen a ambos, sólo nosotros dos nos conocemos como nadie nos podrá conocer jamás y atesoramos, todas y cada una, de las alternativas  tan marcantes, que la vida , nos ha deparado, y sólo ella, la vida, nos dirá, algún día, cuándo esta íntima relación, llegará a su fin.

Lo cierto es que así ha sido, y seguramente, así será cada año, desde muy pequeño supe que las cosas no serían nada fáciles para mí, la realidad y crudeza de la vida me lo estaban enseñando cada día, en mi entorno escaseaban las manos protectoras a quién recurrir o de quién esperar algún tipo de atención o cobertura, si algo pretendía, no habría Papá ni Mamá, no porque no los tuviese, los tuve, pero lejos, muy lejos estaba, en la inmediatez de sus prioridades, el poder atenderme adecuadamente, ni mucho menos, el tratar de satisfacer de alguna manera, por modestas que fuesen, mis necesidades básicas.

Cuando llegó mi sexto cumpleaños, me puse a trabajar, dicho de esta manera, parece algo trivial , al menos así me parece a mí, porque no obstante ser este hecho conocido por muchos, jamás nadie dio muestras de sensibilidad alguna, ¿así que trabajas desde los seis años de edad? , Que bien, te felicito!  y eso era todo.

Como no tengo intención de convertir este artículo en un relato melodramático, no voy a incursionar en mayores detalles de lo que significa en la vida de un niño de seis años, la decisión de ponerse a trabajar con la finalidad de no solamente autoabastecerse de sus propias necesidades, sino, además, poder brindar ayuda a aquellos de su entorno que necesitaban tanto o más que el.

Si a lo que intento describir le agrego el hecho de que vivo solo desde que tengo once años, y cuando digo solo, es simplemente eso, solo, sin protección ni ayuda familiar, esto es, ni más ni menos, que enfrentar la vida,  cual si fuese un adulto dueño de su destino.

Ahora, amigo lector, si usted se pregunta cómo pudo suceder esto, si la situación que describo no implica lo que ahora se conoce como violencia doméstica, que un niño sometido a este tipo de experiencias, ha corrido serios riesgos, que pudo ser muerto, violentado, explotado, que pudo ser un delincuente, un drogadicto, un depravado, etc. etc., yo solo puedo responderle que por supuesto, claro que sí, pudo ser todo eso y mucho más.

Es en estos momentos de evaluación de lo que pudo haber sido, que uno siente como un frió que le recorre la espina dorsal, uno sabe que a esa edad, un niño es extremadamente vulnerable, pero también las circunstancias extremas como las descritas, accionan fuerzas y recursos propios de las situaciones límite, que permiten vislumbrar un fino hilo conductor que separa las aguas entre el bien y el mal, y aunque aún no se perciben con claridad, se puede sentir la presencia de ángeles protectores, que asumen diversas identidades, rostros de nuestro entorno, que actúan cuando es preciso y nos dicen, de una forma muy peculiar, que están allí, para brindarnos su ayuda, pase lo que pase.

Tal sensación permanece en mí desde entonces, al punto, de que cuando alguien me pregunta: ¿Cuál ha sido la institución con mayor influencia en su formación profesional?

Mi respuesta inmediata no es otra que esta: yo he sido formado en la Universidad de los Ángeles, y, aunque podría, no me estoy refiriendo a la ubicada en Los Ángeles, California.

Como puede apreciarse, hay días de nuestra vida que guardan un significado muy peculiar, resulta obvio, que no dependen del calendario, lo escrito en este artículo seguramente no agota todo lo que podríamos decir de este día en particular, simplemente lo mencionamos como al pasar, para que el lector pueda intuir en su fuero íntimo, cuantas cosas se anidan en la mente y el corazón, en  un día como el de hoy.


Hugo W. Arostegui   

El Derecho y la Justicia

Se cuenta que una vez ,hubo alguien, que se sintió muy mal ,porque todas las personas con las cuales se relacionaba, le llamaban Pato.

 En todo lugar, sin importar lo que estuviese haciendo, en cualquier circunstancia, al dirigirse a él, todos le decían; Pato.

Era Pato para aquí, Pato para allá, situación ésta, que se le fue tornando insoportable, al punto de llevarle a pensar, seriamente, en la necesidad de consultar con un profesional en la materia, a fin de dilucidar, el por qué, todos cuántos trataban con él, le llamaban Pato.

Así las cosas, un día, marcó una consulta con un prestigioso profesional, y allí marchó dispuesto a develar los motivos que llevaban a todas las personas a llamarle, en todas las ocasiones, Pato.

Luego de un minucioso estudio del caso, el profesional consultado, le dice , veamos : por lo que he podido escuchar y observar durante esta consulta ; Usted, amigo mío , tiene cabeza de pato, pico de pato, cuerpo de pato, tiene plumas de pato, camina y se comporta como un pato, por lo tanto , usted ;  ¡ ES UN PATO ! .

Conflictos de identidad como el descrito nos dan una pauta de la forma tan peculiar que tenemos los “homo sapiens”  de disfrazar o esconder, ciertos aspectos, de nuestro comportamiento social, que pudiesen ser, sujetos de censura, por parte de aquellos que observan nuestra conducta.

Es como si dijésemos todo el tiempo: Aunque les parezca que hago cosas de pato, soy un miembro distinguido de la Sociedad de los Cisnes, y puedo mostrar mis credenciales que avalan lo que digo, están equivocados conmigo,    ¡Ignorantes!

Algo semejante pasa con el concepto que tenemos de la aplicación de la justicia.

Se dice que cuando Dios dicto la Ley, surgieron como hongos los abogados, para maniatarla por medio del derecho.

El inolvidable Alfredo Zitarroza nos canta en una estrofa de “La Ley es Tela de Araña” :

 “Siempre había oído mentar, que ante la ley era yo, igual a todo mortal... pero hay su dificultad en cuánto a su ejecución... Si esto se llama igualdad, ¡la perra que los tiró!”.

Siempre pensamos que existe una línea imaginaria que separa claramente lo correcto de lo incorrecto, lo moralmente aceptable, de lo moralmente inaceptable, damos por sentado que existen límites bien definidos entre lo que se considera bueno y lo que rechazamos como malo.

Sin embargo, cuando observamos con atención esa línea imaginaria que mencionamos, veremos que en lugar de separar, esa línea une los opuestos, es una “línea de costura”    que con un hilo muy sutil, “remienda el comportamiento” conformando un entramado de acciones, las cuales no nos parecen tan malas, sobre todo cuando vemos los puntos de costura que se afirman en su lado bueno.

Por eso, cuando alguien en su comportamiento malo, se va acercando en sus acciones, a los límites de lo que es considerado bueno, la línea le atrapa y lo convierte en bueno, si por el contrario, aquel que tiene un comportamiento considerado bueno, se va acercando peligrosamente a los límites de lo considerado malo, también a él la línea le atrapa y le convierte en malo.

En las revelaciones de El Apocalipsis,  leemos lo siguiente:

“Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. Ojalá fueses frío o caliente!

Pero por cuánto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.”
                                                           Apocalipsis 3: 15 – 17

El de comportamiento tibio, ni frío ni caliente, ni malo ni bueno, es aquel que vive con sus pies sobre la línea imaginaria, con su tibieza, cuando se acerca al calor, va aumentando su temperatura hasta confundirse con los calientes, y cuando se acerca al frío, va descendiendo hasta congelarse.

Teniendo en cuenta, esta  “tendencia natural”, que tenemos, de soñar con lo bueno y lo noble, mientras nos dejamos seducir con lo prohibido, esa dualidad de criterio que nos induce, a ser indulgentes en extremo, con nuestros actos, y sumamente severos, al juzgar el comportamiento de los demás, es que deberíamos - por lo menos intentar - reconocer en que lado de la línea nos situamos, cuando pretendemos “aplicar la justicia” en la conducta de nuestro prójimo. 

“No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.

Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebozando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?        ¿No caerán ambos en el hoyo?
El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro.

¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no hechas de ver la viga que está en tu propio ojo?

¿O cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo tuyo?

Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano. ”
                                                                       Lucas 6: 37 – 42

Estas enseñanzas de Jesús nos permiten apreciar hacia dónde apunta su objetivo, quién pretenda ser su discípulo, deberá tener bien claro, que no habrá lugar para él en las sendas sinuosas e indefinidas donde transitan la mayoría de los mortales.

“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.

Si fueras del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. ”
                                                                       Juan 15: 18 – 19

“Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré a dondequiera que vayas.

Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.”
                                   Lucas 9: 57 – 58

Antes, ahora y siempre, habrá intérpretes de la ley, los escribas y fariseos de la época de Jesús, escribas y fariseos que aún permanecen entre nosotros y son aquellos que suelen sentarse en los primeros lugares en casi todas las congregaciones.

“Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas...”
                                                                                   Marcos 12: 38 - 39

Son los conocidos seguidores de “la letra de la ley” los amantes de las formas exteriores, atentos a los detalles que hacen al continente, prescindiendo, como si fuese algo accesorio, de lo esencial, el contenido, lo que Jesús definió como; “El espíritu de la Ley”.

Estos escribas y fariseos, son híbridos, no dan fruto, están secos, no han percibido que la verdadera conversión, lo auténtico, es la que se cultiva de “la piel para adentro” por eso es que andan por la vida como “arbolitos de navidad” con los adornos “colgados” de sus ramas secas.

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.

¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos muertos y de toda inmundicia.

Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad. ”.
                                                                                   Mateo 23: 25 – 28

Conozco a muchos que se abrogan en forma exclusiva el derecho y la autoridad de obrar en el nombre de Jesús, no lo hacen impulsados por la soberbia, como tampoco creo, que existan otros motivos que no sea el genuino deseo de ayudar y orientar a aquellos que conviven bajo su área de influencia... pero... quienes se adjudiquen esta atribución, deberán tener muy claro el concepto, que representación de, no significa en ningún modo; sustitución o prescindencia del representado.

“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?

Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”.
                                                                                      Mateo 7: 21 – 23

Este rechazo, duro rechazo, que Jesús demuestra, por aquellos que “interpretan” sus enseñanzas como si éstas fuesen un legado, algo congelado en el tiempo, que necesita forzosamente, ser sujetas a los cambios que la evolución del pensamiento humano ha tenido a lo largo de los siglos, éstos usurpadores inconsultos, si de ellos dependiera, le mantendrían clavado en la cruz; necesitan de su imagen e influencia, mas les incomoda tremendamente su presencia.

Las escrituras nos cuentan, que saliendo Jesús, de Judea rumbo a Galilea, decidió hacer este viaje pasando directamente por Samaria; viene al caso recordar, que los judíos despreciaban a los samaritanos, a tal punto, que preferían realizar un largo rodeo, para no pisar tierra samaritana, en sus viajes desde Judea a Galilea.

El relato nos dice lo siguiente:

“Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.

Y estaba allí el pozo de Jacob.

Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.  -  hora que indicaba el medio día –

Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.

Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.

La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que  soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.

Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.

La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo.

¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?

Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”
                                    Juan 4: 1 – 14

Con esta convicción, de que la vigencia y permanencia del Cristo vivo, es esencial en la orientación de todos aquellos que se proclaman cristianos, es que el apóstol Pablo, se dirige a los Efesios.

“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. ( Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad ), comprobando lo que es agradable al Señor.

Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.

Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es la que manifiesta todo.

Por lo cual dice:

Despiértate, tú que duermes
Y levántate de los muertos,
Y te alumbrará Cristo.

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor.”
                                                                                   Efesios  5: 8 – 17

Nos preguntamos: ¿cómo saber cual es la voluntad del Señor? Pablo nos indica que no seamos insensatos sino entendidos, ¿Dependemos de intermediarios para obtener el conocimiento básico que necesitamos?

Sin duda nos hemos hecho innumerables veces, esta pregunta: ¿dónde reside la naturaleza de nuestra relación con Dios? ¿Es un derecho de todos y cada uno ?
O por el contrario, ¿ es algo privativo de ciertos individuos que han logrado alcanzar elevados estados de iluminación personal ?.

La respuesta a estas interrogantes ha sido formulada en forma natural y sencilla por el apóstol Santiago, veamos:

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada...

... Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación...

... El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas...

... Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque  la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

                                                           Santiago 1: 5, 17 – 20

Como vemos, cada uno de nosotros es considerado “como la primicia de sus criaturas”

“Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?

Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno,
¿Cuánto más a vosotros, hombres de poca fe?
                                                                                   Lucas   12: 24,27-28

Este amor, que Dios tiene por sus criaturas, es la razón fundamental del ministerio de Jesús entre los hombres, amor que no hace distinciones, que no desecha al pecador.

Es imposible, que el género humano, se salve en la ignorancia de lo sagrado que anida en su interior, para liberarlo de la opresión y el pecado, Dios ha enviado a su unigénito, para pagar el precio de su rescate y saldar con misericordia las demandas de la justicia.

Caminemos junto a Jesús y conozcamos a algunas de las personas con las cuales se relacionó durante su ministerio, veamos la intención clara y manifiesta de compartir su amor con aquellas criaturas humanas a las cuales llamó: mis hermanos, hijos del amado Padre que está en los cielos.

“Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.

Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores , que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos.

Cuando vieron esto los fariseos,  (cuando no) dijeron a los discípulos:   ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio.
Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.

                                                                                  Mateo 9: 9 – 13

En este pasaje, Jesús les citó, parte de la profecía de Oseas, que dice:

“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió y nos vendará.

Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.

Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia tardía y temprana a la tierra...

... Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos. ”
                                                                                  Oseas 6: 1 – 3, 6
 La grandeza en el servicio:

A pesar de la sencillez y contundencia de sus enseñanzas, no es nada fácil, seguir a Jesús.

Reunido con sus discípulos, en el aposento alto, donde se instituyó lo que la historia registra como la Cena del Señor, ante la inminencia de los hechos, que culminarían con el sacrificio expiatorio de su guía y maestro, algunos de sus discípulos, disputaron entre ellos, sobre quién sería el mayor en la conducción de la obra encomendada.

El relato de Lucas, nos dice:

“Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor.

Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores;

mas no así a vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el mas joven, y el que dirige, como el que sirve.

Porque ¿cuál es el mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve ”.
                                                                                   Lucas 22: 24 – 27

Este concepto de grandeza en el servicio, es la clave para comprender, el verdadero objetivo del ministerio terrenal de Jesús, el cual ha quedado claramente explícito en el siguiente pasaje:

“Porque, he aquí, ésta es mi obra y mi gloria: Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre

Perla de Gran Precio, Moisés 1: 39

La comisión delegada a sus discípulos, es clara y terminante: No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos.

Jesús, no ha venido a este mundo a fundar el “Club de Los Justos”, no ha instaurado entre sus seguidores, “identificadores VIP” destinado a privilegiar a aquellos considerados “dignos de estar en su presencia” sus palabras no pueden ser más elocuentes:
Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
La iglesia que Jesús organizó entre los hombres, es en los hechos, o debería ser; Un gran hospital, un centro de asistencia, el único centro de asistencia donde puedan concurrir los enfermos, los infectados por todas las lacras sociales, que conmovieron, conmueven, y conmoverán a todos los hijos de Dios , desde los días en que Adán y Eva, fueron expulsados del paraíso.

Nos preguntamos: ¿Con quienes estaría Jesús si nos visitara en estos días?

Los organizadores de su agenda quizás estén confirmando reservaciones en el Sheraton, y programando reuniones con los poderosos del mundo, los imperialistas que en el nombre de Dios, invaden y masacran multitudes, los traficantes de armas, los que oprimen con sangre y horror a las naciones, los que adulan a los tiranos, que con la excusa de defender la moral y las buenas costumbres, cometen los mas salvajes abusos y vejámenes contra la libertad de expresión.

Sin olvidarnos de aquellos adoradores del “Dios Capital” de la economía de mercado, los que viven en la opulencia y se glorían en el poder que les proporcionan las riquezas, mientras, a su alrededor, mueren millares, por causa del hambre y las enfermedades, que son clasificados como de segunda clase, los que se hacinan, en medio de la miseria, a los llamados,  ciudadanos del tercer mundo.

De efectuarse esa reunión, seguramente tronará la voz del apóstol Santiago, quién les recordará lo siguiente:

“¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán.

Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla.

Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.

He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.

Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza.

Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia”.
                                                                                   Santiago  5: 1 – 6

Otra vez, nos preguntamos,  ¿el Señor Jesús, con quienes estará?

Quienes podrán respondernos esta pregunta son los discípulos de Juan a quienes todos conocían por el Bautista.

Ellos le vieron y hablaron con Él, he aquí, lo que les dijo:

“ ... Llamó Juan a dos de sus discípulos y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?

Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?

En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les devolvió la vista.

Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es anunciado el evangelio ”
                                                                                                 Lucas 7: 18 – 22

Y para que nadie tuviese ninguna duda, haciendo referencia a Juan el Bautista, Jesús dijo:

“Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a decir de Juan a la gente:

¿Que saliste a ver al desierto?  ¿Una caña sacudida por el viento?

Mas ¿que salisteis a ver?    ¿A un hombre cubierto de vestiduras delicadas ?

He aquí, los que tienen vestidura preciosa y viven en deleites, en los palacios de los reyes están.

Mas ¿que salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí os digo, y más que profeta.

Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti.

Os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista;
pero el mas pequeño en el reino de Dios es mayor que él ...

Y todo el pueblo y los publicanos, cuando lo oyeron, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan.
Mas los fariseos y los intérpretes de la ley (otra vez ellos) desecharon los designios de Dios respecto de  sí mismos, no siendo bautizados por Juan.

Y dijo el Señor: ¿A qué pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?

Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, que dan voces unos a otros y dicen: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis.

Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino y decís: Demonio tiene.

Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y pecadores.

Mas la sabiduría es justificada por todos sus hijos.
                                                                                   Lucas 7: 24 – 35

Este Jesús, que nos ha redimido, cuya sangre expió absolutamente todos los pecados, del pecador arrepentido, no derramó su sangre en vano, muchos pretenden “administrar” la universalidad de su sacrificio, quieren racionalizar sus acciones, no conciben un amor y una entrega tan profunda.

Estos intérpretes de la ley, se consideran mas realistas que su propio Rey,  y se escandalizan de que “pierda su tiempo” con publicanos y pecadores.

“Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí.

Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?

¿No es éste el hijo del carpintero?
¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?

¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?

Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.

Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
                                                                                              Mateo 13: 53 – 58

De manera que, si Jesús, viniese a su casa, de visita, ¿dónde dicen las                                 escrituras que estaría? ¿ Y con quiénes estaría ?

“Sanará a muchos de enfermedades y plagas...” ¿serán éstos?:
Los infectados por el Sida, Los contaminados por las radiaciones nucleares, Los que andan por las calles arrastrando sus miserias, de alcohol, prostitución y drogas...

“... y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista” ¿serán éstos?:

Los que aplican la violencia con sus mujeres e hijos, los violadores, asaltantes, los que practican la pedofilia, las madres que maltratan y abandonan a sus hijos, los malos gobernantes, los corruptos, los que están presos en todas las cárceles del mundo ... 

“Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”    ¿serán éstos?:

Los niños que nacen en hogares que están por debajo de la línea de pobreza, los que mueren por desnutrición, los descuartizados por las bombas, las víctimas del terrorismo,... una larga y terrible lista que no queremos continuar, pero que estará plenamente actualizada, por quién expió cada una de las iniquidades humanas, y las sintió fluir en el sudor de sangre que brotó por cada poro de su cuerpo.



“Así que no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.

Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.

Pues aún vuestros cabellos están todos contados.

Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.

 Hugo W. Arostegui                  

En el nombre de:


Cuando nos ponemos a escribir, lo hacemos impulsados por una fuerza interior a la cual es imposible reprimir, uno puede intentar darle largas al asunto, alejarse de la computadora, salir a caminar, escuchar música, etc. pero los sentimientos se van llenando de ideas, y las ideas conmocionan al pensamiento, y el sentir y el pensar se vuelven alas, y éstas, al aletear , ya no es posible contenerlas, todo se convierte en acción, y la acción le da vida a la expresión creativa, y esta se plasma en la escritura.

A medida en que ordenamos las ideas, éstas van bosquejando las acciones que se convertirán en vivencias, en el gran escenario donde se exhibirán los hechos, el texto de nuestro tema, el verdadero motivo de nuestra inquietud creadora.

Y cuando nos expresamos: ¿que decimos? sin duda respondemos a las interrogantes que aguijonean nuestro intelecto, interrogantes que nacen y crecen a medida en que somos invadidos por las frases hechas, las conocidas como, “lectura de masas” creadas por los “formadores de opinión” aquellos autoproclamados “iluminados” que intentan darnos la información recubierta por el “condón” protector que impida que nos expongamos a la contaminación proveniente de la realidad pura y simple.

Cuántas imágenes son creadas por los “vendedores de ilusión” los que se abastecen en el mercado de la apariencia y vierten sus impresiones a un público ansioso por incursionar por los caminos tapizados de fantasías, recreados por la ausencia de compromisos y seducidos por la constante evasión. 

La realidad, el hecho en sí mismo, sólo es considerado como tal, cuando se lo prepara para “ser presentado” al resto de la sociedad, sin la puesta en escena adecuada, sin la divulgación oficial de los medios de difusión, el hecho no existe como tal, los acontecimientos que “observamos” son puestos ante nuestros ojos, previamente maquillados, estéticamente ajustados a determinados padrones de  “conducta colectiva” el hecho, lo que verdaderamente ha ocurrido, sólo es considerado como “materia prima” la cual debe ser “procesada” adecuadamente antes de convertirse en noticia.

Estos días pasados he podido recoger un pensamiento, el cual rescato, aunque ignoro la identidad de su autor, que dice lo siguiente:

                        (*)       “Nuestra era prefiere:
                                     La imagen a la cosa
                                     La copia al original
                                     La representación a la realidad
                                      La apariencia al ser. ”

(*) Comunicación y poder. Exposición del Prof.Antrop. Fernando Acevedo





Nos estamos convirtiendo en observadores desde la platea, nos hemos acostumbrado a que los especialistas nos monten el espectáculo y que nos suministren la dosis diaria de sensaciones, somos especto-dependientes, nos cubrimos de profilácticos, tememos el encuentro con lo real y objetivo como a la propia muerte.

Un mundo de solitarios, marionetas enmascaradas, mimetizadas en la multitud.

La vida es aquí, ahora y conmigo, cualquier otra forma de existencia es simplemente vegetar.

                                                                       Hugo W. Arostegui





De Lo Que No Se Habla (Tema extenso y un tanto escabroso)


El mundo se ha conmocionado, en realidad, estamos tan acostumbrados a los noticieros, que difícilmente ocurra algo que atrape nuestra atención a un grado tal que podamos usar este término, conmoción, para que esto ocurra tendrá que suceder algo que perfore el condón de indiferencia con la cual solemos protegernos de las circunstancias adversas que intentan en vano provocar cambios en nuestra consciencia social, sobre todo en lo referente al grado de compromiso que deberíamos asumir para intentar al menos una posibilidad de cambiar el estatus quo establecido.

Pero esta vez si que nos hemos conmocionado, la causa:” El Bosón de Higgs” la “partícula de dios” anunciada por la cúpula de los científicos más calificados en el campo de la física, tras sesudas investigaciones y a través de los datos aportados y corroborados por la tecnología científica en laboratorios de prueba de primerísimo nivel.

Ahora bien, no obstante contar con el mayor bagaje expresivo que la ciencia haya producido jamás, en lugar de mostrar al mundo un conjunto de formulas y ecuaciones ininteligibles para los profanos en el tema, el asombro que les ha causado tan trascendental descubrimiento, les ha hecho declarar esta frase que pareciera salir de un oculto experimento de los antiguos alquimistas: ¡hemos descubierto la partícula de dios!

Es como tomar entre nuestros dedos un anillo y observar su círculo en el cual no existe principio ni fin, un giro eterno, lo que los griegos definían como el Alfa y la Omega, lo que recogemos entre el polvo acumulado de los siglos de los siglos se ha mezclado con los avances de la ciencia de este mal llamado siglo XXI de la era cristiana.

La respuesta ha estado entre nosotros desde siempre y permítanme demostrarlo recurriendo a ciertos pasajes de un artículo que hemos publicado hace algunos años atrás.

Lamento lo extenso del mismo pero la trascendencia del tema en cuestión me impide recurrir a resumirlo, disculpas aparte. He aquí nuestra humilde opinión: “…el enfoque estaba dirigido a un intento de establecer, “el preciso momento” en que el espíritu se aloja dentro de un niño en el vientre materno, aunque éramos apenas unas pocas personas las que interveníamos en la discusión – en el sentido estricto del término – las posturas asumidas por cada uno diferían sustancialmente unas con otras, no obstante recurrir cada uno a las mismas fuentes informativas para fundamentar su postura.
Confieso de que el tema me atrapó en el sentido de que salí presuroso a buscar elementos adicionales en respaldo de mi teoría, y, al encontrarlos, intenté usarlos rápidamente, como si estuviese jugando una partida de truco, para retrucarle a mi supuesto adversario, y de esta manera, ganarle la partida.
Luego de reunirme con mis amigos y plantearles el tema en cuestión, al escucharles desarrollar sus argumentos, inmediatamente me vino a la mente las palabras proferidas por Sócrates “yo sólo sé que no se nada” mi percepción y mi intelecto me pusieron en la perspectiva de que yo no era más que un mísero gusano pretendiendo escalar una montaña.
Mi amigo Agabo nos dijo: Amigos míos, este es un tema que está situado muy lejos del alcance de nuestro nivel de desarrollo, intentar abordarlo con los elementos que están a nuestra disposición es como pretender alcanzar la luna remontando una cometa.
Hay veces que me parece que estoy observando las investigaciones científicas de tres científicos ciegos que han logrado acceder a distintas partes de un elefante.
El primero de ellos, dedicó años de estudio a la oreja de un elefante que era el único elemento que había encontrado del mismo, y al concluir su teoría dijo solemnemente: “el elefante es como una enorme sábana corrugada”
El segundo discrepó vehementemente, contra ésta, para él, insólita  teoría, había estado también mucho tiempo estudiando una pata de elefante que era lo único que había podido encontrar de tal animal, su veredicto también fue contundente, y dijo:
“el elefante es como el tronco de un árbol”
El tercero, se reía de la ignorancia de sus dos contrincantes, él había estudiado la trompa de un elefante, que era lo único que había podido encontrar, y les dijo con gran autoridad: “el elefante es como una serpiente muy grande”
Cuando le llegó el turno a Shulem él nos dijo que no obstante ser un tema difícil de abordar, no necesariamente nos condenaba a la ignorancia, ocurre con este tema lo mismo que con la lectura del lenguaje de los símbolos, el enigma desaparece cuando aprendemos a observarlo desde la óptica correcta, la principal característica de un símbolo, es de que oculta a la vista del profano, la información que está implícita en su contenido
En el caso de todas las creaciones de Dios, la información que pretendemos alcanzar está inserta en cada una de ellas, como si fuese un sello indeleble e inmodificable, toda la información requerida se encuentra en sí misma y es perfectamente reproducible si se cumple con las condiciones previstas en su preconcepción.
Gabriel nos invita a escuchar lo siguiente;
“Y ahora bien, he aquí, te digo que éstos son los orígenes del cielo y de la tierra, cuando fueron creados, el día en que yo, Dios el Señor, hice el cielo y la tierra;
y toda planta del campo antes que existiese en la tierra, y toda hierba del campo antes que creciese.
Porque yo, Dios el Señor creé espiritualmente todas las cosas de que he hablado, antes de que existiesen físicamente sobre la faz de la tierra.
Pues yo, Dios el Señor, no había hecho llover sobre la faz de la tierra.
Y yo, Dios el Señor, había creado a todos los hijos de los hombres; y no había hombre todavía para que labrase la tierra; porque los había creado en el cielo; y aún no había carne sobre la tierra, ni en el agua, ni en el aire;”
                                                                                              Moisés    3: 5
Continuamos:
…“Y de la tierra, yo, Dios el Señor, hice crecer físicamente todo árbol que es agradable a la vista del hombre; y el hombre podía verlos.
Y también se tornaron almas vivientes.
Porque eran espirituales el día que los creé; pues permanecen en la esfera en que yo, Dios, los creé, sí todas las cosas que preparé para el uso del hombre; y este vio que eran buenas como alimento.”
                                                                                              Moisés   3: 9
Estas escrituras que les he citado tienen como finalidad encontrar bases sustentables sobre las cuales podamos avanzar en nuestro análisis.
La creación de todos los seres vivos que conformarían el hábitat de los hijos de Dios fueron creados primero espiritualmente y luego físicamente, en la creación espiritual de las especies se incluyo algo que es esencial en todo ser creado espiritualmente, y ese algo, es la inteligencia.
Sin el componente esencial de la inteligencia ningún ser puede ser creado espiritualmente ni estaría en condiciones de obedecer un mandato claro y terminante:
“Y yo, Dios, dije: Produzcan abundantemente las aguas seres vivientes que se muevan, y aves que vuelen sobre la tierra en el amplio firmamento del cielo.
Y yo, Dios, hice las grandes ballenas y todo ser viviente que se mueve, según su especie, los cuales las aguas produjeron en abundancia, y toda ave alada, según su especie; y yo, Dios, vi que todas las cosas que había creado eran buenas.   
Y yo, Dios, los bendije, diciendo: Fructificad y multiplicaos, henchid las aguas del mar; y multiplíquense las aves en la tierra.
Y yo, Dios, dije: Produzca la tierra seres vivientes según su especie: el ganado, y lo que se arrastra, y las bestias de la tierra, según su género y fue hecho.
Y yo, Dios, hice las bestias de la tierra según su género, y el ganado según su género, y todo lo que se arrastra sobre la tierra, según su especie; y yo, Dios, vi que todas estas cosas eran buenas.”             Moisés 2: 20 – 25
Hablemos algo sobre las inteligencias, las inteligencias son gnolaum, es decir, eternas, Dios el Padre las organizó según su esfera y a aquellas grandes que le eran semejantes en potencia, les creó cuerpos espirituales mediante la fusión de los polos masculinos y femeninos del Olimpo, a decir de los griegos, al referirse a Kolob, la mansión de los Dioses.
Leamos:
“También el hombre fue en el principio con Dios. La inteligencia, o sea, la luz de verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser.
Toda verdad es independiente para obrar por si misma en aquella esfera en que Dios la ha colocado, así como toda inteligencia; de otra manera, no hay existencia.”
                                                                                  Doctrina y Convenios 93: 29 – 30
Haciendo un breve resumen podemos declarar;
El término inteligencia tiene varios significados, tres de los cuales serían los siguientes:
1 – La luz de la verdad que da luz y vida a todas las cosas del universo.
2 – El vocablo inteligencia también puede referirse a los hijos espirituales de Dios.
3 – En las escrituras también se menciona la inteligencia como el elemento espiritual que existía antes de que fuéramos engendrados como hijos espirituales                                                           Guía de Estudio página 99
De manera que la información genética de cada especie está implícito en cada una de las criaturas creadas por Dios, y sin ese componente no puede haber existencia.
Esta conciencia de género existe en las esferas inferiores, reinos: animal, vegetal, mineral, etc. en forma colectiva, es decir cada especie tiene el componente de inteligencia que le permite transmitir esta información a cada nuevo ser engendrado.
Pero si bien cada nuevo individuo de la especie posee la información necesaria para desarrollarse en su esfera, no tiene conciencia individual de ser, la información es de la especie y a ella retorna una vez cumplido el ciclo vital, algo así como una gota de agua que retorna nuevamente a la fuente que le dio vida.
Este principio, ha llevado a confusión a muchos pensadores de la antigüedad los cuales han sido los fundadores de las grandes religiones del Oriente.
Los Budistas anhelan alcanzar mediante la peregrinación por varias vidas, el estado de santidad que les permita ingresar al Nirvana, donde la conciencia deja de ser un pesado Karma individual, para integrarse en el todo de la deidad.
De manera que cuando se dan las condiciones programadas en la información genética, surge como consecuencia una nueva vida, esta podrá alcanzar su plenitud, puede este proceso truncarse por circunstancias adversas, puede incluso modificarse a través de la ingeniería genética, pero nada de lo que suceda constituye una creación de vida, no debemos confundir creación con modificación, el hombre como inteligencia superior podrá lograr mutaciones de vida, pero la vida sólo la puede dar Dios.
A este principio que regula la multiplicación de las especies, nosotros los humanos la conocemos y designamos, casi sin darnos cuenta de su tremendo significado “ Madre Naturaleza.”
“¿No se venden dos pajarillos por un cuarto ? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Pues aún vuestros cabellos están todos contados.”
                                                                                              Mateo   10: 29 – 30
Ahora hablemos de nosotros, las inteligencias organizadas y engendradas en cuerpos espirituales, como hijos e hijas de Dios.
¿Que es lo que sucede con nosotros?

“He aquí esto constituye el albedrío del hombre y la condenación del hombre; porque claramente le es manifestado lo que existió desde el principio, y no reciben la luz.
Y todo hombre que no recibe la luz está bajo condenación.
Porque el hombre es espíritu. Los elementos son eternos; y espíritu y elemento, inseparablemente unidos, reciben una plenitud de gozo;
y cuando están separados, el hombre no puede recibir una plenitud de gozo.
Los elementos son el tabernáculo de Dios, a saber templos; y el templo que fuere profanado, Dios lo destruirá.
La gloria de Dios es la inteligencia, o en otras palabras, luz y verdad.”
                                                                       Doctrina y Convenios  93:  31 - 36    
Al desencadenarse el proceso de gestación de una criatura humana, ya sea por la fecundación del óvulo materno mediante la relación de los sexos, o por métodos de manipulación desarrollados por la ciencia, una vez iniciado, para obtener un embrión en cualquier etapa de su formación, se requiere de la inteligencia con la cual fue organizada su especie, de otra manera no puede haber existencia.
Ahora, esta inteligencia no opera en forma colectiva, como en los reinos inferiores, esa inteligencia es individual e indivisible, pertenece a un hijo espiritual de Dios.
Este proceso de gestación, una vez iniciado, puede ser interrumpido, en cualesquiera de sus etapas, mediante el aborto espontáneo o inducido, por maniobras de ocultamiento tirándolo en el inodoro, en la basura, quemándolo, etc. etc.
Puede mantenerse en Vitro, o en cualquier otra forma de conservación, no voy a detenerme a  enumerar las diversas formas de manipulación genética que la ciencia de los humanos a alcanzado a desarrollar o la que pueda desarrollar en el futuro, todo esto que mencionamos puede hacerse y negarlo sería un burdo acto de ignorancia.
Pero lo que no puede hacerse es destruir la vida contenida en embrión humano, el hombre puede interrumpir el proceso en cualquiera de sus etapas, incluso, una vez nacido a la vida puede ser interrumpido su desarrollo, ya sea por mala praxis, por algún tipo de accidente, por malformaciones genéticas, por las hambrunas, la guerra, la contaminación ambiental, etc. etc.
Puede llegar a crecer aprender a caminar, correr, alcanzar la vida adulta o bruscamente morir por causas no esperadas, todo eso puede suceder, pero leamos nuevamente las escrituras :
“Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.
Lo que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que haz oís al oído, proclamadlo desde las azoteas.
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed mas bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
¿No se venden dos pajarillos por un cuarto ? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Pues aun vuestros cabellos están todos contados.
Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.”
                                                                                                          Mateo 10: 26 – 31
Una de nuestras mayores preocupaciones son las referidas a las expectativas de vida de la humanidad, se han logrado avances sustanciales en cuánto a la calidad de vida que puede alcanzarse con el avance científico y tecnológico, pero en contrapartida, millones de niños nacen para lamentablemente morir, víctimas de la hambruna, las guerras, la radiación, los desastres naturales, enfermedades, plagas, etc. etc.
Estas desigualdades, donde unos viven en medio de la opulencia, y otros, los más, nacen y mueren en condiciones infrahumanas, son el motor que enciende los reclamos, a los gobiernos, los sistemas, las organizaciones, las corporaciones de diverso tipo, a las religiones y por supuesto a Dios.
Hay quienes aducen de que la tierra está superpoblada, que la marginación y la miseria ha de crecer en forma proporcional a la escasez de recursos para abastecerlos a todos, se proponen planificaciones que limiten el crecimiento, uso de anticonceptivos, ligaduras de trompas, esterilizaciones, y toda una gama de recursos lícitos e ilícitos, incluidas las masacres, los genocidios y la destrucción masiva.
Para no desviarme del tema de fondo, pero también para no dejar “colgado” un pronunciamiento obligado sobre estas profundas desigualdades que hoy nos agobian, es que voy a hacer una ligera referencia al apóstol Santiago, sin duda este es un gran tema que debería ser tratado en profundidad, pero no ahora, donde lo que estamos exponiendo, si bien tiene mucho que ver, no hace a la cuestión de fondo que estamos intentando desarrollar.
Leamos a Santiago:  
¡Vamos ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán.
Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla.
Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros.
He aquí clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza.
Habéis condenado y dado muerte al justo, y él no os hace resistencia.”
                                                                                              Santiago  5: 1 – 6
Volvamos ahora a nuestro tema central, todo esta exposición que estamos desarrollando, obedece a que alguien nos ha hecho la siguiente pregunta ¿en qué momento se produce el ingreso del espíritu, al cuerpo que está siendo organizado, ya sea en el vientre materno, en la probeta, o en algún otro método científico de manipulación genética?
La respuesta que voy a formular, es contundente, no se trata de una simple sugerencia o de un ejercicio de especulación teológica o filosófica, es la respuesta que está implícita en el código genético que cada uno de nosotros porta aun sin saberlo.
Sin el espíritu, no es posible la existencia de ningún ser vivo cualquiera sea la etapa de su evolución, la vida no le pertenece a la madre ni al científico, la vida sólo puede provenir de Dios, el cual es el dador de la vida.
Esto es algo muy difícil de comprender y mucho menos de aceptar pero no obstante confío en la capacidad de reflexión de cada uno, veamos lo siguiente:
Podemos alegar, por ejemplo, que nos parece inaceptable el considerar a un espíritu que mora en la presencia de Dios, que acepte participar de una experiencia de gestación que puede ser interrumpida en cualquier momento ya sea, a través de un acto involuntario o por que se ha tomado la decisión de interrumpirlo por razones científicas, económicas, presiones familiares, temores o simplemente por desinterés.
Ahora, sigamos adelante en el razonamiento, ¿que es lo que pueda ocurrir? lo que puede ocurrir es que por las razones expuestas o por cualquier otra que se nos venga en mente, se decida interrumpir el proceso, eso es lo único que puede ocurrir.
Si se interrumpe el proceso, ¿que es lo que realmente sucede? el proceso sin duda puede interrumpirse a voluntad del hombre, pero no puede destruirlo, sólo puede interrumpirlo, como se puede interrumpir una vida mediante una ejecución, por ejemplo.
La existencia humana es la existencia de los hijos de Dios, el proceso interrumpido por la razón que sea, puede ser retomado nuevamente una vez en que se cuenten con los medios que el Padre de todas las ciencias ha previsto, y cuando eso suceda, esa existencia provista de inteligencia y espíritu, continuará su evolución hasta alcanzar la medida de su creación.
El hombre no tiene posibilidad alguna de destruir la vida, puede alterar, interrumpir, detener, aun la puede adulterar o manipular, pero no la puede destruir, las consecuencias de la acción del hombre no logran destruir el plan de Dios, sólo puede distorsionarlo, hasta que llegue el momento oportuno en el cual la ciencia del Creador corregirá esas alteraciones y recuperará todas las cualidades de la especie.
De manera que aunque nos encontremos ante una célula, un embrión, un feto incompleto, una malformación genética, un discapacitado física o mentalmente impedido, nada escapa a los ojos de Dios, ese espíritu impedido de lograr su plenitud tiene la certeza, de que a su debido momento, su Creador corregirá toda alteración, y restaurará su perfecta forma.

Recordemos de que hablamos en términos de eternidad, el tiempo carece en absoluto de importancia, nosotros los que vivimos al ritmo que marcan las horas, no cuesta entender la eternidad, como nos cuesta entender que nada se pierde, que se transforma por variadas razones pero que conserva latente la información necesaria que hace posible su restauración.
No creo necesario extenderme mas en la consideración de este asunto, lo que correspondería agregar, son las consecuencias en las que incurren todos aquellos que de una manera u otra han tomado la decisión de interrumpir una vida.
No siempre la decisión de interrumpir un proceso de gestación es un acto pecaminoso, una acción de carácter delictivo o una desviación a las normas divinas, existen circunstancias muy particulares que deben ser debidamente consideradas, cuando peligra la vida de una madre, cuando se constatan malformaciones o daños a los cuales la ciencia no puede resolver, entiendo de que es válida la interrupción.
Una interrupción que no significa decidir sobre la vida o la muerte, eso claramente nos está impedido de realizar, aunque quisiéramos hacerlo, lo que yo diría estando en un momento en que debo tomar una decisión semejante, es lo siguiente:
Amado Padre que estás en los cielos, permíteme dejar en tus manos esta interrupción que las circunstancias adversas me obligan a realizar, encomendándote Señor que en su debido tiempo, cuando tú lo estimes conveniente, permitas que puedan ser superadas las actuales dificultades y retome su desarrollo hasta alcanzar su perfecto estado.
 Hay incontables situaciones a las cuales solo podemos dejar en las manos de Dios, y  no se nos es permitido juzgar, cuando hay un aborto, un suicidio, cuando nos enteramos de que la ciencia incursiona en el campo de la ingeniería genética, cuando oímos hablar de clonar y reconstruir vidas, recordemos de que la gloria de Dios es la inteligencia y que ningún hombre podrá salvarse en la ignorancia.
Hugo W Arostegui