Habría que preguntarse si no estaremos a las puertas de que
se produzcan, aunque fuesen siquiera minúsculos indicios, fuertes contracciones
similares a las de un parto, donde
podamos vislumbrar el nacimiento de una nueva generación de rebeldes que se resistan a tener que soportar la
vaguedad virtual que hoy nos obnubila y encorseta y sean capaces de producir una revolución
contrainformática que nos rescate y devuelva nuestra perdida identidad.
Vivimos contemplando el espejismo en medio de un desierto en
el cual hemos extraviado a la persona que una vez creímos ser.
Resulta paradojal que cuánto más intervenimos en la maraña
de las redes sociales mayor será la desintegración de todo lo que siempre estimamos de nuestra pertenencia personal aquello que constituía nuestra impronta
indeleble, nuestro ADN intelectual, que
impregna todo aquello que es la
auténtica expresión de nuestra capacidad creativa.
El concepto de comunicación tal cual es concebido
actualmente no pasa de una mera emisión de enunciados cuyos emisores se
mimetizan entre el enmarañado follaje de la selva humana, voces sin una
identidad confiable recubiertas de un condón social que les proteja del virus
virtual que les acecha en cada puesta en escena de nuestra enmascarada
representación.
"¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar
como contigo mismo?"
Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano
"Él es mi amigo más querido y el más cruel de mis rivales, mi confidente
y el que me traiciona, el que me apoya y el que de mí depende; y lo más
espantoso de todo: es mi igual."
Gregg Levoy (1953-?) Escritor estadounidense.
La Amistad pues, no tiene edad, sexo o condición social. Por
eso, como valor innato del ser humano de crecer y plenificarse en su relación y
realización, la amistad proyecta desde lo más íntimo del corazón y revela lo
que es el misterio de cada hombre y mujer, entre quienes se da espontáneamente
una auténtica relación de amistad. La amistad entendida así es un DON y un MISTERIO,
que no depende de un solo individuo, sino de ambos. La amistad pues, no se
inventa, no se forza, ni mucho menos se anda de ofrecida banalmente. Desde este
sentido la auténtica amistad que humaniza las relaciones interpersonales, es la
que sólo es posible entre los Seres Humanos, independientemente de la edad,
sexo o condición social.
Hugo W.
Arostegui
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