miércoles, 20 de abril de 2016

El Ser Independiente



El logro del estado independiente de un individuo en relación al resto de sus semejantes implica el ir ganando espacios de autosuficiencia en todos los aspectos, antes de detenernos a proclamar nuestra independencia deberemos habernos ganado la capacidad de ser capaces de no solamente “autoabastecernos” de nuestras necesidades esenciales, sino que además, deberemos desarrollar un alto grado de empatía que nos habilite a ejercer todo nuestro potencial con relación a nuestras responsabilidades sociales asumiendo todas y cada una de nuestras obligaciones, así como la capacidad de poder ejercer todos los derechos que nos competen.

La independencia es un estado que mucha gente ansía. Sin embargo, la mayoría de las personas se conforman con el aspecto material de la independencia y buscan su trabajo, su propio dinero y su propia casa. Pero la independencia que protege nuestra autoestima es la independencia emocional, que no es sino vivir en base a unos valores propios sin dejarse influenciar por los demás.

A veces confundimos el significado de independencia.

El objetivo es situar la autoestima a los niveles deseados y para ello necesitamos seguridad, confianza, decisión, aceptación y actitud positiva.

Y esas virtudes de la autoestima solo las lograremos si somos independientes. Pero independientes emocionalmente.

Muchas personas se sienten independientes porque han comprado una casa, tienen un trabajo estable y han formado una familia. Y sin embargo, viven con una dependencia emocional de su pareja, de su familia o de sus amigos que le impide desarrollar su personalidad plenamente. Se trata de personas con la autoestima muy baja que no se valoran a sí mismas y por eso dependen de los demás.

Depender de los demás es dejarse influenciar por los deseos y opiniones ajenas.
No hacer algo que te gusta porque sabes que a tus seres queridos les parece mal, no atreverte a tomar decisiones por miedo a defraudar a los tuyos, quedarte callada cuando deberías reclamar tus derechos o no ser capaz de decir "no" ante una situación que te molesta, todo eso es falta de independencia.

No dejarse influir por los demás para ganar independencia
La realidad es que tu vida deberías diseñarla solo tú. Eso no quiere decir que no cuentes con los demás para nada, pero las decisiones importantes, sobre tu futuro, sobre tus estudios, sobre tu trabajo, sobre el lugar donde quieres vivir, sobre qué hacer con tu tiempo libre, etc. son aspectos de tu vida en los que sólo tú deberías tener la palabra.

Ten bien presente que por mucho que te quiera tu familia, tu pareja o tus amigos, la felicidad solo te la puedes proporcionar tú mismo, a base de sentirte bien tal cual eres, de gustarte, de aceptarte y de seguir tus propios esquemas vitales, tus propios valores.

La independencia emocional es algo que se gana a base de esfuerzo y lucha constante.

Siempre es más cómodo dejarse llevar por los demás, pero a la larga se acaba pagando en forma de una vida vivida por los demás.

La parte negativa de la independencia es la responsabilidad de llevar las riendas de tu vida, así como gestionar el sentimiento de culpa.

Porque independencia significa vivir acorde a tus valores, que en muchos casos no coinciden con los de las personas que te rodean.

Así que antes de lanzarte a una vida emocionalmente independiente asegúrate de mejorar tu autoestima hasta sentirte muy seguro de ti mismo.

Hugo W Arostegui


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