sábado, 4 de febrero de 2017

Nuestra Responsabilidad



Debemos considerar seriamente todo aquello que compartimos evitando incurrir en errores de apreciación que puedan ocasionar algún tipo de confusión en aquellos que acceden al contenido de nuestras opiniones muchos de los cuales parten de la premisa de que todo aquello que decimos está avalado por la sensatez y sentido de responsabilidad que nos caracteriza.

No es un tema menor el hecho de que evidentemente somos humanos y como tales estamos sujetos a incurrir en errores involuntarios, cuando nos percatamos de que hemos dicho algo que pudo ser malinterpretado lo mejor que podemos hacer es retractarnos y pedir las disculpas del caso, tal procedimiento pondrá en evidencia, no solamente nuestro sentido de responsabilidad, sino que además se podrán considerar la presencia ineludible de valores tales como la humildad y el reconocimiento del error cometido.

La palabra responsabilidad contempla un abanico amplio de definiciones. De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española (RAE), hace referencia al compromiso u obligación de tipo moral que surge de la posible equivocación cometida por un individuo en un asunto específico.

La responsabilidad es, también, la obligación de reparar un error y compensar los males ocasionados cuando la situación lo amerita.

Otra definición posible mencionada por la RAE señala que la responsabilidad es la habilidad del ser humano para medir y reconocer las consecuencias de un episodio que se llevó a cabo con plena conciencia y libertad.

Por lo tanto, una persona responsable es aquella que desarrolla una acción en forma consciente y que puede ser imputada por las derivaciones que dicho comportamiento posea. De este modo, la responsabilidad es una virtud presente en todo hombre que goce de su libertad.

Más exactamente podemos determinar que una persona que se caracteriza por su responsabilidad es aquella que tiene la virtud no sólo de tomar una serie de decisiones de manera consciente sino también de asumir las consecuencias que tengan las citadas decisiones y de responder de las mismas ante quien corresponda en cada momento.

Por ello, es necesario añadir que un elemento que tiene que estar presente y que sin él es imposible hablar de responsabilidad es el de libertad, pues esta es la que determina el que alguien pueda realizar cualquier acción porque así lo estima oportuno o lo desea. Pero también es vital que dicho individuo tenga también razón. Así, quien carece de raciocinio, como por ejemplo un niño o un desequilibrado, no puede ser responsable de sus actos.

Muchas son las personas que carecen de esta virtud que, según señalan los expertos, se hace más patente en personas que cuentan con otras dos cualidades muy positivas. Por un lado, estaría la valentía y por otro la humildad. Y es que esta última es vital para que alguien que ha cometido un error con sus actos carezca de orgullo para pedir perdón.


Hugo W Arostegui

La Mirada Extendida



Luhmann (1998:59) «La sociedad es el sistema que engloba todas las comunicaciones». « Toda comunicación engloba un triple proceso de informaciones, expresiones y comprensiones»
La comunicación humana es de contenido simbólico y conceptual de gran abstracción, trasciende el aquí y ahora.

«La comunicación es un tipo diferenciado de actividad social que implica la producción, transmisión y recepción de formas simbólicas que compromete la materialización de recursos» (Thompson 1998:36) 

La acción social tiene siempre un propósito y sentido y se lleva a cabo en contextos estructurados. Los individuos e instituciones ocupan posiciones diferentes en los contextos sociales y disponen de diversos recursos (poder) para la consecución de sus objetivos.

“Ahora bien, la mirada individual, debido a la complejidad de la mente, evoca la existencia de incontables miradas, tan innumerables como son los objetos percibidos y reconocidos.
Vivimos, además, en la sociedad de la saturación de la representación y de la imagen. Y nuestras conductas y sentires grupales e individuales son, incesantemente, guiados por el mundo icónico.

Así, la mirada contemporánea muestra cansancio, pues, ¿acaso podemos elegir mirar en la era de la ubicuidad de las pantallas?

No podemos sustraernos a la omnipresencia de las imágenes, tanto a las producidas desde el exterior como a las que recreamos o se recrean, sin control, en nuestra psique.
Somos, desde esta perspectiva, los límites que impone cada una de las miradas asumidas, para luego circunscribirlas, consciente o inconscientemente, a nuestra identidad, prejuicios, pensares y creencias.

Pero también somos la prolongación de la mirada, pues más allá de nuestra piel y de nuestros ojos está ese algo que llamamos mundo, lo social, el medio ambiente... eso con lo que conectamos haciéndolo parte de uno mismo.

“Los silencios de algunas personas muchas veces hablan. La voz de los silencios viene dada por aquello que no se dice, pero que sabe expresarse de otras formas, a través del lenguaje del cuerpo y de los gestos. La mayor parte de las veces, es esta comunicación no verbal es la que prima a la hora de tomar un primer contacto con alguien, la que nos da la primera imagen, esa que es tan difícil de borrar o difuminar después”.

No debemos descartar a priori ni mucho menos descalificar argumentando los motivos que fueren los distintos medios por los cuales el mundo exterior nos hace llegar sus mensajes, una mirada extendida hacia todos aquellos que de una forma u otra integran “nuestro mundo” nos mantendrá en un contacto constructivo mediante el cual logremos percibirnos mucho mejor de lo podríamos ser capaces de comprender en otras circunstancias.

Hugo W Arostegui

viernes, 3 de febrero de 2017

El Lenguaje Prosaico



Resulta interesante incursionar por los senderos que nos conducen a los medios y formas que utilizamos en la construcción de nuestras expresiones tanto sean éstas orales como escritas.

Sin duda el lenguaje que utilicemos será un factor determinante a la hora de evaluar lo  avanzado de nuestra cultura y el grado de riqueza expresiva que incorporemos en nuestras manifestaciones idiomáticas.

Digamos que:

“El término prosaico tiene su origen en el latín. Procede del latín tardío prosaicus, adjetivo formado por el sustantivo prosa y el sufijo –icus (a partir de, desde). A su vez, el sustantivo prosa, prosae viene de “prosa oratio” cuyo significado es discurso en línea recta, derivado del adverbio prorsus formado por el prefijo pro (delante, en adelante) y vorsus, vocablo en el que se halla la raíz vors (una variante de vers que significa verso) que indica movimiento, dirección.

En la Antigua Roma los poetas eran muy rigurosos en la construcción poética: utilizando rima, un cierto número de sílabas por cada verso y determinados versos por cada poema. Pero esto fue modificado por una nueva poesía en forma de prosa, de esta manera se la llamó prosaica en el sentido de baja, burda y vulgar.
De esta manera se puede considerar como el concepto etimológico de esta palabra lo relativo o perteneciente a la prosa o que la contiene”.
“Cabe mencionar que la noción de poético y prosaico se encuentra sumamente vinculada a las cuestiones sociales y culturales de un grupo. Por ejemplo mientras que para algunos la figuración de una rosa amarillenta dentro de un libro puede ser una imagen poética, mientras que otros lo consideran prosaico porque les resulta desagradable que las personas puedan disfrutar ante la percepción de una planta muerta

Cuando se dice que un poema es demasiado prosaico se está expresando que el autor se enfocó poco o malamente en la expresión de un idea mediante los recursos de la poesía y que, en cambio, se basó en aspectos más propios de la narrativa. 

Los textos prosaicos suelen ser menos coloridos y carecen de metáforas y analepsis, por nombrar dos recursos propios de la poesía. 

Por tanto un poema prosaico es aquel que a simple vista no representa lo que se entiende por poema propiamente dicho.

Otro concepto vinculado con este es el de prosa poética, es aquella en la que la narrativa se encuentra expresada de una forma sumamente ilustrativa, al utilizar ciertas acentuaciones en cadencias en las palabras. 

Además las pausas son más propias de la poesía que del género narrativo, y todo se construye de una forma musical.

Hugo W Arostegui


Manos Firmes En El Timón


El sentido de nuestra vida se encuentra firmemente ligado a las metas y objetivos que nos hayamos impuesto, diría que cuando notamos que existe una ausencia en todo aquello relacionado con nuestras aspiraciones, lo que percibimos es que navegamos al garete, sin un rumbo fijo, carentes de las coordenadas que nos indiquen el lugar exacto en donde nos encontramos, nuestros objetivos se nutren de las certezas que recogemos por el camino y cuánto mayor sea el esfuerzo que realicemos mayores serán nuestras expectativas de alcanzar las metas que nos hayamos propuesto.
“Cada vez que repetimos un comportamiento, del cual se desprende una emoción, estamos reforzando estas mini-redes, las cuales con el transcurrir del tiempo, van moldeando nuestra identidad y terminamos identificándonos con estas emociones y conexiones, aun sin desearlo, pues es un acto totalmente inconsciente.
Por otro lado, nuestro cerebro es un laboratorio  sumamente complejo, donde constantemente se están produciendo cientos de sustancias químicas, las cuales están asociadas a las diferentes emociones que experimentamos: alegría, tristeza, ira, frustración, amor, odio, etc. Esto hace que cuanto más repitamos un comportamiento o hábito, más se verá afectada la química de nuestro cerebro por este, lo que hará que nuestro cuerpo se vuelva más y más dependiente de esta emoción o sentimiento para “subsistir” sin importar si esta emoción es “negativa” o “positiva”.
Se podría decir entonces que nuestras emociones son productos químicos elaborados por nuestro organismo (científicamente llamados neuropéptidos) en respuesta a determinados estímulos y estas sustancias químicas recorren nuestro cuerpo y se unen a las células, marcándole como una especie de pauta a nuestro cerebro que le avisa cuando no están satisfechas estas necesidades químicas en nuestro cuerpo.
Es por esta razón que muchas veces, buscando revivir la emoción, repetimos el mismo comportamiento una y otra vez, aunque sepamos de antemano que el resultado puede no ser satisfactorio o que incluso venga acompañado de una gran carga de culpabilidad por no ser lo suficientemente fuertes para resistirnos a la tentación de prender ese último cigarrillo, o de comernos ese último pedacito de torta, o de soltar lo primero que nos cruza por la cabeza cuando sentimos que alguien está interfiriendo en nuestros asuntos. 
Lo hacemos siguiendo el impulso de nuestro cerebro, el cual tiene como objetivo mantener el suministro constante de las sustancias químicas que nuestro cuerpo necesita para sentirse bien. Es aquí donde nos volvemos adictos. Adictos a la comida, a los juegos de azar, al cigarrillo, al sexo, a las drogas, etc., y de igual manera, adictos a las emociones.
Entonces vemos personas a quienes no les importa arriesgar su vida con tal de sentir una descarga de adrenalina, o las que se regocijan y disfrutan el conflicto porque su cuerpo se lo pide y entonces de cualquier cosa hacen una polémica, o las que necesitan constantemente la aprobación de los demás y por ende buscan ser perfectas en todo, privándose de intentar cosas nuevas por el temor a “no ser la mejor”.
Quiere decir esto que la clave para lograr deshacernos de esos comportamientos que solo nos generan frustración y/o culpa es deshacer las mini-redes neuronales que nos mantienen atados a nuestras emociones adictivas. Para lograrlo no es suficiente el deseo y la fuerza de voluntad; es necesario encontrar la causa raíz de nuestra adicción, hacernos conscientes de cuál es el detonante que hace que nos comportemos de determinada manera. Por lo tanto, si quieres ver un cambio definitivo en tu vida y no seguir sintiéndote culpable por tu falta de voluntad, te invito a que inicies un proceso de indagación que te permita conectarte con lo más profundo de tu inconsciente en busca de las respuestas, en busca de esos mensajes y sentimientos que forman parte de tu memoria celular.
El hecho de que nuestros pensamientos y emociones son energía, que todo en nosotros es energía, incluyendo nuestro cuerpo, en mayor o menor grado de densidad, nos lleva a la conclusión de que para cambiar patrones de conductas y hábitos, debemos liberar la energía asociada a las imágenes mentales y recuerdos negativos que subyacen detrás de estos. 
Esto quiere decir vaciar nuestro inconsciente para luego “cambiar su configuración” y poder colocar información nueva en él. Información que nos sea útil para lograr las metas que nos hemos trazado. No podemos llenar una copa que ya está llena, hay que vaciarla primero para poder verter agua nueva y fresca en ella”.
Hugo W Arostegui


Cuando No Entran Ni Las Balas


 impertérrito:
“[persona] Que no se altera, perturba o muestra emoción alguna ante una impresión o estímulo externo que normalmente producen turbación, desencadenan una emoción o inducen a determinada acción.”

.sinónimos: impasible, imperturbable

“Existen distintas características del carácter que definen el modo de ser de una persona. El modo de ser de una persona no se describe, únicamente, por un rasgo en concreto sino por la suma de varias cualidades. Un rasgo habitual de aquellas personas que tienen una gran fortaleza emocional es que son imperturbables, es decir, pueden permanecer inalterables a nivel anímico ante un estímulo externo.

Una persona imperturbable es aquella que tiene un gran control sobre su estado de ánimo y sus sentimientos potenciando el valor de la fortaleza como muestra el estoicismo. Desde el punto de vista de las relaciones personales, aquellas personas que tienen un modo de ser de estas características pueden mostrarse distantes en ciertos momentos al parecer frías”.

... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/social/imperturbable.php

En nuestras latitudes se suele describir a este tipo de personas como “que tienen sangre de pato”, nada les altera, se muestran incapaces de demostrar emociones o aptitudes solidarias ante situaciones adversas que puedan ocurrir en su entorno o afecten directamente a sí mismo o a alguno de sus allegados.

Resulta algo común convivir con personas que demuestran tales características y a las cuales se intenta evitar por inútiles e insípidas en toda participación que les pudiese involucrar.


Hugo W Arostegui 

jueves, 2 de febrero de 2017

Vorágine


Mezcla de sentimientos muy intensos que se manifiestan de forma desenfrenada.
"estaba poseído por una vorágine de amor y pasión hacia ella"

La vorágine, en este sentido, puede ser la sucesión o al amontonamiento de elementos o situaciones que, por su velocidad, genera confusión y desconcierto. Por ejemplo: “Mañana concluyen mis vacaciones y vuelvo a la vorágine de la oficina”“¡No lo puedo creer! En el medio de la vorágine, me olvidé del cumpleaños de Paula”“Siempre es bueno salir de la vorágine y detenerse a reflexionar.

La mayoría de las veces se vive al límite de todas las posibilidades, pareciera que se quisiera estar presente en todas las opciones posibles, aunque estas opciones, nos exijan movernos a un ritmo tan acelerado, que casi sin darnos cuenta, nos precipitemos al borde de la cornisa, es decir, no poder  controlar el desborde de los acontecimientos quedando a merced de las circunstancias y que éstas adquieran las características propias de una verdadera vorágine.

La aceleración de todo lo que pretendamos hacer nos llevará a una necesaria evaluación apresurada de cada acontecimiento con el agregado de que en tales circunstancias se corre el altísimo riesgo de perder la objetividad necesaria para actuar en consecuencia.

Hugo W Arostegui


La Mentira Como Recurso





Se suele decir que el recurso de la mentira como “medio de presentación” de nuestra imagen pública, método que pareciera contar con muchos adeptos, es una forma de divulgación que no se sostiene en el tiempo pues como se suele decir en el refranero popular “la mentira tiene patas cortas”

“A veces viene bien recordarles a los demás o hacerles saber que su comportamiento resulta un tanto falso e hipócrita, sin alterar el ecosistema de una red social.

Los cárteles son la forma más indirecta de dejar escapar nuestros pensamientos sin tener que enfrentarnos a su destinatario.

Si es en una red social como Facebook, bien pueden etiquetarse, pero una enemistad con alguien siempre tiene consecuencias, sobre todo entre amigos. Muchos también opinan que eso es de cobardes, juzga tú mismo o tú misma, cada una sabe lo que hace, lo que quiere, lo que necesita.

Las formas directas son las más razonables, o sea, decirlo cara a cara y dejan desnuda cualquier defensa, pero siempre hay que hacerlo en presencia de testigos porque la mentira tras una disputa en la que tienes razón puede distorsionar la realidad, una herramienta básica que vimos en el post de cómo detectar a un mentiroso”.

Los que  vivimos en comunidades relativamente pequeñas aunque hoy en día se dice que “el mundo es un pañuelo” que bien puede caber en un puño, conocemos y tenemos muy en cuenta todo aquello que nos advierte: “pueblo chico infierno grande” claro que ahora con las “nuevas cajas de resonancia” de las redes sociales, tenemos otra posibilidad de “darnos a conocer” y tratar de “vender la falsedad de una imagen”.

Cuando estas cosas ocurren todo mentiroso sabe que estemos donde estemos, aunque inútilmente “nos mimeticemos” la realidad pondrá de manifiesto nuestra verdadera identidad, no somos tantos y en muy poco tiempo “nos conoceremos todos”

Hugo W Arostegui


miércoles, 1 de febrero de 2017

Ser Uno Mismo


Sólo decir que soy como soy, nada más...

Y el que quiera saber más, tendrá que conocerme...;)

Caminamos por este mundo interrelacionándonos unos con otros, cada uno dentro de su propia esfera, orbitando su propio mundo, e irradiando su imagen a todos los confines, con la finalidad de establecer contacto, entablar un vínculo que nos permita compartir inquietudes, intercambiar nuestras experiencias de vida, como todos aquellos que se desprenden de lo mejor de sí, para recibir en una contrapartida no reclamada ni exigida lo mejor del otro en ese dar y recibir que enaltece nuestra existencia.

“La hipocresía, la falsedad o la mentira son comunes entre los humanos. En contraposición, se considera que alguien tiene autenticidad cuando no finge, no engaña y se presenta tal y como es en realidad.

Las personas auténticas se muestran a los demás en su verdadera dimensión personal, sin dobleces ni estrategias, diciendo la verdad aunque no sean comprendidas.

Alguien es auténtico cuando no le importa la opinión de las demás y quiere ser fiel a sí mismo. Esta actitud es loable pero no está exenta de un posible rechazo social, ya que ser fiel a unos principios y valores supone posibles enfrentamientos con algún sector de la sociedad.

Ser auténtico es una aspiración personal y la mayoría de individuos tiene una opinión favorable en relación con su grado de autenticidad. Sin embargo, las distintas formas de manipulación son consideradas útiles socialmente y, en consecuencia, las actitudes sinceras y honradas resultan en ocasiones perjudiciales para los intereses personales de cada uno.

Ser auténtico es no engañar a los demás y, sobre todo, no engañarse a uno mismo. Quien posee este rasgo de personalidad asume las consecuencias de sus actos y sabe que muy probablemente tendrá que ir contracorriente o pagar un elevado precio por ello”.


Hugo W Arostegui


La Indiferencia


“A veces, la indiferencia y la frialdad hacen más daño que la aversión declarada”. JK Rowling.

La indiferencia es un estado afectivo neutro. Solemos definir a una persona indiferente como alguien que “ni siente, ni padece”. Es un sentimiento que mantiene al margen a la persona que tiene esta condición. Sin embargo, cuando recibimos un zarpazo de indiferencia de alguien, sus garras nos producen heridas dolorosas.

Pensar en alguien indiferente es atribuirle una serie de adjetivos, que poco o nada tienen que ver con el ideal de una persona virtuosa. La indiferencia está asociada a la insensibilidad, el desapego o la frialdad, características que se presuponen son contrarias a la condición social que tenemos los seres humanos y que provoca que nos relacionemos unos con otros.

Ser indiferente implica que “nada nos importa”. Que no sentimos nada ante una situación o persona, que “todo nos da igual”. Aunque estemos seguros de que esto es así, habría que preguntarse si es posible conseguir aislar nuestras emociones de esta manera. Realmente, cuando mostramos indiferencia hacia algo o hacia alguien, lo que hacemos es acercarnos o alejarnos de esa persona o esa circunstancia.

LA INDIFERENCIA DUELE

La vida está llena de momentos y circunstancias en la que optar por la indiferencia no siempre es lo mejor. Puede importarnos más o menos, pero nunca podemos dejar de sentir. Es un recurso que nos permite elegir unos estímulos para sentirlos o simplemente para apartarlos de nosotros. Por tanto, la indiferencia absoluta, nunca es posible.

Dice la sabiduría popular que “la indiferencia es la respuesta más dura, aun cuando esperas poco”. Está demostrado que cuando hacemos gala de nuestra indiferencia hacia otra persona, esta actitud es una de las más agresivas y dolorosas que podemos proyectar. Mostrar nuestra indiferencia a alguien implica que estás retirando todo tus sentimientos, que no existe para ti.

Pero no siempre la indiferencia es negativa. También es un mecanismo de defensa al que nos agarramos para no sufrir continuas decepciones, antes las vicisitudes de la vida.

“Mantenernos al margen” o “no esperar nada de nada, ni de nadie” es una manera de protegernos. Si no tuviéramos la capacidad de recurrir a la neutralidad, si tuviéramos que dar una respuesta negativa o positiva a cada estímulo que recibimos, terminaríamos agotados.”


“No podemos obligar a las personas a que nos traten de una manera diversa y abandonen su actitud indiferente. Sin embargo, cuando se trata de alguien realmente importante y significativo para nosotros, podemos esforzarnos por conocerle mejor y poner en práctica comportamientos que hagan resonancia con su sistema emocional.

En muchas ocasiones las personas que se muestran indiferentes lo hacen porque otras, a su vez, lo han hecho con ellas. La indiferencia es la única manera de relacionarse que conocen. Otras veces se comportan de esta manera porque temen implicarse demasiado emocionalmente y salir heridas. En ese caso, el secreto radica en demostrarles que eres una persona de fiar, que no les defraudarás.

Sin embargo, en algunos casos la mejor estrategia consiste en establecer una distancia de seguridad y rodearte de personas positivas que realmente te valoren por tus cualidades y te hagan sentir bien. Recuerda que no puedes elegir a tu familia pero sí a tus amigos y, sobre todo, no olvides que solo tú tienes el consentimiento para darles poder sobre ti”.


Describiendo La Vida


En este hermoso día de febrero que estamos compartiendo seguramente ocurren cosas que nos involucran a muchos de nosotros, de no ocurrir así, algo deberá ser corregido, pues nadie puede de motu proprio,  “tirarse al costado del camino” y dejar que la vida continúe como si tal cosa, como si lo que hagamos, o lo que resulta peor, dejemos de hacer, no tuviera ninguna relevancia en el quehacer diario.

La vida continúa con o sin nosotros, quien nada hace simplemente no existe, la vida se le escurre como se escurre la arena entre nuestros dedos, pensar en una “automarginación”  voluntaria de lo mucho que podemos y debemos aportar es un derroche inconsciente  de las “muy pocas oportunidades” que podamos encontrar para poder integrarnos al accionar conjunto, nuestra vital inclusión a la “vida en sociedad” en la comunidad que integramos.

El cúmulo de los días como el de este primer día de febrero es el que constituye “la existencia humana” un regalo invalorable en el cual no se nos requiere retribución alguna, malgastar estas oportunidades, demuestran el grado de ingratitud y de ceguera existencial que no solamente nos excluye como individuos sino que, además, nos condena a continuar vegetando sumidos en la ignorancia.


Hugo W Arostegui 

martes, 31 de enero de 2017

No Es Posible Dar Lo Que No Se Tiene



Quien no puede ser feliz, no puede dar felicidad, quien no está cómodo en la vida, no puede hacer que otros se sientan bien.
Por eso hay personas que contagian su felicidad, así como personas que siempre tienen quejas y dejan tras de si un largo rastro de amargura. No se puede dar lo que no se tiene.

Cuando se piensa en esta frase, de inmediato pensamos en las cosas materiales que cada cual posee, pero esta reflexión no va de eso, es de aquellas personas que viven siempre en forma triste y maldiciendo su mala suerte, porque según ellos todo les sale mal.

Personas que siempre desean cosas que no están a su alcance, cosas que otros tienen.

Personas que cuando algo tienen no saben apreciarlo y sólo piensan que debieran tener más.
Todo sería diferente si esas personas pensaran por unos minutos que la felicidad y el gozo que se puede obtener en la vida, nos las brindan las cosas sencillas, cosas que siempre están a nuestro alcance, como un amanecer, disfrutar de mirar una flor, de ver reír a los niños o simplemente agradecer lo que la vida no ha dado.

Esas clases de personas, por más que les muestres estas cosas no sentirán nada, no tendrán alegría, y no lograrás hacerles sonreír con aquellas cosas que tú disfrutas. Puedes disfrutar de esas cosas porque estás llena de amor, de ilusiones, de esperanza, te sientes contenta por dentro y eso es hace que seas una persona completa.

-Si tienes amor en tu corazón, puedes dar amor-
Y eso sí que es valioso.

lunes, 30 de enero de 2017

El Ser Y El Hacer


“Saber, saber ser y saber hacer es la ecuación que en los nuevos tiempos traza y define el camino que nuestros estudiantes deberán irremediablemente recorrer si desean convertirse en profesionales actualizados, competentes y responsables.

Al descomponer esta ecuación, la palabra “saber” hace referencia al conocimiento científico impartido, siendo este la base de la formación profesional; “saber ser” hace referencia a las condiciones humanas que son intrínsecas a la persona y que deberían ser fundamentales, pues se refiere a aptitudes y comportamientos en función de las reglas de la ética y de la humanidad, también se refiere al sentido de responsabilidad.

“El saber hacer” hace referencia a la habilidad que debe poseer un profesional para ejercer bien su trabajo. Esta ecuación se conoce pedagógicamente bajo el nombre de aprendizaje por desarrollo de competencias y es el camino o la tendencia que se impone cuando se desea formar profesionales bajo los parámetros del mundo de hoy.

“Haz las cosas como si fuera el último día que podrías hacerlas, desde el comienzo de tu día procura hacer las cosas bien, si vas a ir a trabajar hazlo bien, si vas a estudiar hazlo bien, si vas a despedir a tu familia hazlo bien, si vas a hacer algún deporte hazlo bien.

Aquellas personas que logran entender que todo avance lo único que necesita es un comienzo y entregan todo lo que este a su alcance plantando la semilla correcta, en el lugar correcto tendrán por seguro que ésta crecerá sin mayor persuasión logrando de esta forma…”

“Llegar a tu casa por la noche y dormir sabiendo que hiciste las cosas bien es un estado de felicidad porque diste lo mejor de ti a la sociedad y eso te hace sentir el bien estar.  Esta actitud en la vida te dará fuerzas para alimentar el bien ser y el bien hacer en tu próximo día, todo se vuelve un círculo virtuoso.

Sentirás siempre la fuerza de los antiguos hábitos tratando de tirar, pero una vez vencidos los limites los pones vos.”


“Luego de trabajar mucho en lo anterior, este último paso vendrá solo. Te rodearás de personas que realmente te aprecien, tú mismo te sorprenderás de las cosas que eres capaz de hacer y conseguirás el éxito en cada nueva meta que te propongas.

Piensa cómo quieres llegar al invierno de tu vida y replantéate las cosas que estás haciendo minuto a minuto.”

Empezar Por Casa


Hay cosas que no solamente cuestan entender sino que el simple hecho de aceptarlas implica un reconocimiento de la gran dicotomía que desde siempre ha estado latente entre nosotros los siempre sobrevalorados humanos a quienes nos cuesta cada vez más intentar disimular, ni digo justificar, las flagrantes contradicciones que nos definen como especie, dominamos el mundo que nos rodea, nos deslumbramos ante el poder de nuestro intelecto y de nuestra indudable capacidad creativa, pero tampoco existen dudas de que somos los mayores depredadores del medio ambiente en el cual vivimos, que nuestra ambición, deseo de poder y el consecuente sometimiento, carecen de límites ni de valoraciones morales que pudiesen de alguna manera oficiar como un marco, un paradigma, que nos sirviera de referencia en cada una de nuestras acciones.

Cuando tomamos conocimiento de que hay personas que por definición son nuestros semejantes, que pareciera que no tienen otra cosa más que hacer que el dedicarse a destruir todo lo que encuentra sin el mínimo sentido de responsabilidad por aquello que hace, simplemente lo hace sin siquiera rozarle ni pasarle por las antípodas de que la criatura humana es en sí misma un ser creativo que transforma agregando valor a todo lo que pasa por sus manos, el observar el comportamiento de tales destructores de su entorno como lo suelen hacer aquellos que hacen parte de “nuestra especie” que hasta pueden ser integrantes de nuestra propia familia o nuestros núcleos sociales más íntimos, tendremos que concordar de que tal forma de proceder es sencillamente inadmisible, que es algo que no toleraríamos en un irracional cuadrúpedo , por no decir lisa y llanamente un burro que no sabe tolerar ni convivir con su propia burricie.

Así las cosas


Hugo W Arostegui 

viernes, 27 de enero de 2017

Aprendamos De Lo Que Nos Negamos A Saber


“Se puede saber más de una persona por lo que dice de los demás, que por lo que los demás dicen de ella.”       LEO AIKMAN.

Existen muchos tipos de maestros: los de la escuela tradicional, los que generan una fuerte influencia en sus alumnos a lo largo de su vida o los grandes maestros de la historia, cuya influencia no sólo queda en la gente de su época o su cultura, sino que su conocimiento y sabiduría trasciende a lo largo de los siglos, como los grandes filósofos: Platón, Sócrates, Aristóteles o Epícteto.

Pero, además de estos grandes maestros universales – que también fueron juzgados y condenados por aquellos que proyectaban en ellos sus partes negadas – , existen otros, los de todos los días, y son aquellos que nos “molestan”, nos enojan y exasperan con sus conductas y sus comportamientos. Aquellos que están cerca de una u otra manera, en la vida de todos los días y que no toleramos porque nos reflejan aquello que, simplemente, no somos capaces de aceptar en nosotros por miedo, vergüenza o prejuicio.

Lo que percibimos en los demás, como en un espejo,  nos refleja mucho de nosotros mismos. El exterior actúa como un espejo para nuestra mente y en él vemos reflejados diferentes aspectos de nuestra personalidad.

Cuando observamos algo que no nos gusta de alguien y sentimos desagrado y rechazo, sin duda esto indica que de alguna manera ese aspecto que nos desagrada existe latente en nosotros.

Si no fuera por esa persona que es tu “pantalla” de aquello que no puedes ver, nunca tendríamos la oportunidad de aprender eso en nosotros mismos.

Cuando juzgamos o criticamos a alguien por ser demasiado arrogante, presumido, insoportable, también tenemos la oportunidad de convertirla en nuestra maestra de dichas características reconociéndolas, de alguna manera, en nosotros mismos.

Hay comportamientos que, desde la infancia, se nos enseñan como negativos y, cuando crecemos, la sociedad nos fortalece la idea de que debemos rechazarlos. Ese aprendizaje es tan poderoso,  que cuando identificamos la más mínima señal de dichos comportamientos en nosotros,  los negamos de manera rotunda o lo reprimimos.

¿Y dónde colocamos todo eso que rechazamos y que nos molesta? obviamente, en esa persona “insoportable” que tanto nos desespera y rechazamos por ser tan arrogante, envidiosa, egoísta o criticona.

También a nosotros nos puede quedar bien “el gran bonete”

Para aquellos que no conocen el juego del gran bonete, he aquí una sencilla explicación

Los chicos se sentarán formando un círculo, y en el centro estará el que haga de Gran Bonete. Cada participante tendrá asignado un color.
El juego se inicia con las palabras del Gran Bonete:
- Al Gran Bonete se le ha perdido un pajarillo y dice que el Negro lo tiene (señalando a cualquiera de los participantes, tenga éste último el color nombrado o no, para tratar de confundirlos)
Si el negro está atento dirá:
- ¿Yo, señor?
- Si, señor.
- No, señor.
- Pues, entonces ¿quién lo tiene?
- ¡El Verde!

La falta se produce cuando contesta alguien que no tiene el color al que se alude. En ese caso se anota prenda y a las 3 prendas, se paga penitencia.

Hugo W Arostegui


Conviviendo Con Un Genio


“Vivir en tu zona de Genialidad, es muy simple. Solo requieres conocerte a ti mismo e identificar tus Talentos, tus Valores Fundamentales y tu Estilo Natural de hacer las cosas. Vivir todo el tiempo de acuerdo a esto y estarás viviendo siempre en tu zona de Genialidad

Hace un buen tiempo que me he percatado de que convivo desde siempre, es decir desde que me reconozco como una persona humana, que desde entonces convivo con un genio con el cual compartimos una misma estampa que con el paso del tiempo se ha ido transformando en esta imagen con la cual se nos reconoce ahora.

Convivir con un genio tiene sus particularidades pues entre ambos, genio y persona se va construyendo una especie de simbiosis que llega a un punto tal de que uno sinceramente no puede decir que es un humano que tiene un genio o si por el contrario es este genio el que convive y tiene una persona humana junto a él.

Así las cosas los años de convivencia, digamos de fructífera convivencia, nos ha permitido a ambos un desarrollo armónico de nuestras potencialidades, reconozco su ayuda en mis etapas formativas y su absoluta imparcialidad en los temas afectivos o atinentes a los dictados del corazón, especialmente en los conocidos “asuntos femeninos” que me han caracterizado de alguna manera.

Ahora bien, este genio siempre se ha expresado en absoluta prescindencia de lo que pudiera ser mi opinión personal, la que considerando “ciertas circunstancias” hubiera quizás interpuesto alguna objeción a sus tan inquietantes “genialidades”, pero lo concreto es que ambos pensamos de “que la vida es así” y continuaremos las cosas como hasta ahora, lo que equivale a decir que “genio y figura hasta la sepultura”


Hugo W Arostegui 

jueves, 26 de enero de 2017

La Hora De Las Palomas


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Una de las cosas que muy pocos se detienen a pensar es en la paradójica situación que vivimos los que con el pasar del tiempo (antes de eso nadie te lo contaba ni uno mismo era capaz de entenderlo) nos enteramos de que somos los hijos mayores, al principio parece nada pero todo lo que viene sucediendo desde entonces, para nosotros, los mayores sucede antes, eso sin ponernos a considerar que con mis hermanos menores la diferencia suele estar muy cercana a los treinta años (digo esto para dejar contentas a las damas que suman todas juntas a diez)

Todo esto viene al caso porque cuando llega la hora de evocar los días de nuestra niñez nos damos cuenta de que estamos solos en el recuerdo, los primeros años de nuestra vida prácticamente carecen de testigos vivos y cuando recurrimos a la memoria los personajes que han estado con nosotros se  asemejan mucho a los que pueden conocer los niños en algún cuento de hadas.

El tema en cuestión es que he estado recordando una experiencia que mi padre solía contar relacionada con una visita que realizó conmigo cuando yo tendría algo así como unos tres años al jardín zoológico que en aquel entonces era el único del país y una referencia obligada para todo aquel que quisiera conocer especies animales de los más diversas latitudes del mundo.

Cuenta mi padre que él pensaba en la impresión que tal experiencia significaría en mi tan tierna infancia y que de alguna manera se había preparado para poder darme las explicaciones del caso, siguiendo con su relato dice que en un momento determinado notó mi ausencia y salió rápidamente a buscarme sabía que no podría andar muy lejos y en realidad estaba  cerquita, muy cerquita, le costó un poco identificarme porque pensó que andaría entre las fieras salvajes, pero no fue así, mi silueta se confundía con la de otros animales pero éstos no eran fieras, eran aves de corral especialmente patos por los cuales he sentido siempre una particular inclinación.

Me preguntarán el por qué digo lo que digo, pues bien,  resulta que pasado todo este tiempo todavía conservo ciertas características de mi primera niñez y cuando regreso a mi casa en la ciudad de Livramento, Brasil, lugar donde resido, alrededor de las siete de la tarde (hora Uruguaya porque en el Brasil son las ocho) tengo por costumbre preparar mi mate y sentarme en la sombra del frente a degustarlo, todo parece muy trivial pero lo que me resulta interesante de este relato es que cuando las palomas observan que me he sentado a tomar el mate todas acuden para compartir conmigo los granos que tengo preparados para ellas, no lo hacen antes, todos mis vecinos ya lo saben, ellas acuden al encuentro cuando yo me siento en el frente con mi silla y mi mate.

No es mucho el tiempo que compartimos, quizás unos veinte minutos diarios, pero créanme que muy pocos tenemos este verdadero privilegio de compartir nuestra vida con estas aves, son tiempos de nuestra existencia en que nos sentimos en comunión con las maravillas de la creación y nos congratulamos por tan singular experiencia.

Hugo W Arostegui 

El Ser Bondadoso


En momentos como los actuales donde pareciera que imperan la violencia y la desconfianza, en que las personas se interrelacionan entre sí “con los dientes apretados” partiendo de la base de que “aquel que tenemos enfrente” es un potencial enemigo que en el menor descuido nos podría “sacar ventaja” en cualquier asunto en cuestión.

Se nos hace bastante “cuesta arriba” aceptar de que estos acontecimientos que son parte de este relato ocurren dentro de “nuestro propio mundo” que nos estamos refiriendo a una actitud que hoy impera dentro de nosotros mismos, no hablamos de seres extraños provenientes de “otras galaxias” hablamos de nuestros semejantes, los que deberíamos convivir integrados y protegidos por esa inmensa red que conformamos entre todos en esta sociedad de humanos.

Las excepciones que encontramos afortunadamente nos evitan aplicar con dureza una regla que nos califique a todos por igual, como bien dicen nuestros viejos paisanos “todavía está dando buenos criollos el tiempo”  en una manifestación de confianza de que todavía priman en nuestro colectivo un conjunto de valores que nos identifican con “nuestra razón de ser” y que bien vale la pena el fomentar la puesta en práctica de esto tan especial que hemos sabido construir con el aporte de todos, incluyendo a aquellos que sólo se manifiestan con sus ruidos estridentes con el resto, una muy amplia mayoría, que continúa en silencio compartiendo lo mejor de sí en el beneficio mutuo.

“La palabra bondadoso la empleamos con recurrencia en nuestro idioma para referirnos a aquel individuo que dispone de un carácter tranquilo, apacible y se destaca por su caridad y bondad en la manera de actuar y comportarse, especialmente para con su prójimo.

La Bondad permite referir la cualidad de bueno, la cortesía en el obrar y la inclinación natural que alguien dispone para hacer el bien a los demás.

Filosóficamente hablando, el bien es el valor que le atribuimos a la acción de una persona y que básicamente hace que ésta se incline de modo natural, espontáneo, a la realización del bien y a promover todo aquello deseable y bueno para las personas que lo rodean porque precisamente se dispone de una visión y comprensión del contexto que facilita el obrar de ese modo.

El bien siempre implicará algo correcto, bueno y que producirá en la otra persona satisfacción, en cambio, el mal, lo malo, desencadenará el dolor y el sufrimiento. Jamás, un individuo bondadoso provocará en otro o en la comunidad el padecimiento”.

... via Definicion ABC http://www.definicionabc.com/general/bondadoso.php


 Hugo W Arostegui

miércoles, 25 de enero de 2017

Lo Que Abarca Tu Mirada

Abarca con tu mirada todos los caminos para que puedas elegir el tuyo,pero no lo escojas entre los que parecen fáciles y floridos porque no llevan lejos.
Elígelo entre los que se confunden con el infinito,
es decir, entre aquellos a los que tu ojo no alcanza a verles fin.
Y cuando lo hayas elegido, transita por él con alegría, con decisión, con fe.
La alegría te llenará de gozo,
la decisión te dará todo el valor que es necesario para las luchas que te aguardan,
la fe te hará invencible.
Piensa pues, antes de que elijas tu camino,
cuál te conviene seguir si deseas ir lejos.
Quienes solo trabajan para hoy nada más viven,
quienes trabajan para hoy y para mañana, viven y progresan,
pero los que trabajan para hoy, para mañana y para siempre, elevan y magnifican su vida.
En la medida de nuestras fuerzas, trabajemos para lograr un buen fin.
Cada día hagamos parte de la obra, si no es posible acabarla, pero es necesario que renovemos esperanza, fe y caridad porque en el camino de nuestras ilusiones hay siempre obstáculos, dificultades, lágrimas, decepciones y hasta fracasos.
Lentamente, pero siempre se realizan los sueños.
No te importe fracasar una y otra vez,
los más grandes de entre los hombres fracasaron muchas veces.
Levántate pues cuando tropieces, levántate pues cuando caigas, levántate siempre,
porque quizá un poco más allá de donde tropezaste,
un poco más allá de donde caíste,
Alguien te espera para repetir en nombre de la vida,
la esperanza y el amor:

¡Todo es posible para el que cree!


Hugo W Arostegui

Una Mirada Optimista


El sentido común y la mayoría de la gente, siempre nos ha dicho que ser optimistas nos ayuda a ser más exitosos en nuestra vida. Sin embargo, es posible que no tengamos muchas respuestas lógicas al por qué debe ser así, o no tengamos claro exactamente cómo podemos ser optimistas para experimentar sus ventajas.
En los últimos años, la investigación en psicología, se ha esforzado por conocer mejor cuáles fortalezas y competencias pueden favorecer a una mayor satisfacción personal que nos ayude a tener una vida plena 
Aparentemente, esta cualidad ayuda a protegernos de la visión desesperanzada que caracteriza a este problema y “amortigua” el impacto de las dificultades. A su vez, ayuda a vernos con más capacidad para enfrentar los conflictos y sobrellevar mejor el sufrimiento.
Además, se ha demostrado que el optimismo, también parece ayudar a presentar menos enfermedades físicas. Aparentemente, éste es un ingrediente fabuloso a la hora de enfrentar situaciones estresantes, lo que nos ayuda a compensar sus efectos nocivos sobre la salud.
Asimismo, el optimismo puede favorecer un mejor rendimiento académico, deportivo y una mejor adaptación profesional. Su presencia, nos ayuda a superar las dificultades, a la vez que nos permite construir metas y sueños ambiciosos, que nos mantienen motivados y orientados hacia su logro.

¿Cómo actúa el Optimismo?
El secreto parece estar en que las personas pesimistas y optimistas utilizan estrategias diferentes a la hora de afrontar situaciones estresantes
En el caso del optimismo, favorece que se empleen mecanismos mucho más eficientes y constructivos al enfrentarnos a los conflictos.

Esta potente herramienta promueve que se activen respuestas orientadas directamente a resolver el problema, lo que impide, por ejemplo, caer en el típico error de tratar de “olvidar” o de “huir” de ese elemento doloroso o angustiante, lo cual definitivamente no nos ayuda a buscarle una solución al conflicto.

Los optimistas, parecen moverse más fácilmente a resolver lo que les preocupa, se sienten más capaces, con más control y probabilidad de éxito. Por lo cual, hacen más para mejorar y piensan menos en su malestar, buscan más y mejores soluciones, y lo intentan muchas más veces. Por el contrario, los pesimistas tienden a enfocarse en las emociones negativas que les suscita el problema, quedan “encerrados” en un bucle del que es difícil salir y no les conduce a la solución.

Pero… ¿Cómo ser realmente optimista?

Parece tener mucho que ver con las expectativas. Los optimistas, tienen una predisposición a esperar resultados positivos en sus vidas, con una creencia general de que “las cosas van a salir bien” aunque pasen por momentos difíciles. Esta virtud parece desarrollarse en función de la explicación que hemos dado a los eventos en el pasado, es decir, cómo interpretamos nuestras experiencias.
Según se ha encontrado, las personas con un estilo optimista, suelen atribuir los acontecimientos positivos, a causas permanentes, globales y que tienden a deberse a sí mismos. 

Por ejemplo, cuando son ascendidos en el trabajo, lo atribuyen a que la vida es justa y que ellos son realmente competentes. Esto ayuda a tener creencias positivas que invitan a aproximarnos al mundo, a la gente, a experimentar sin miedo, y a confiar en nuestras capacidades, sobre las que tenemos control y son estables en el tiempo.

A su vez, los eventos negativos suelen atribuirlos a factores externos, temporales y específicos. 

Por ejemplo, una actitud hostil de su pareja o un amigo, la atribuyen a que posiblemente ha tenido un mal día y lo ha hecho sin pensar.

Este tipo de explicación nos invita a darle una segunda oportunidad, protege la relación con el otro y a nosotros mismos.

Esto es mucho menos doloroso y más fácil de manejar, que pensar que todas las personas son crueles y que hay algo malo en nosotros que no nos permite tener buenas relaciones. Por lo tanto, el optimista, pone la causa de este evento negativo en algo pasajero y puntual, ¡mañana será otro día!

Aunque el éxito de las cosas que hacemos depende de muchos factores, parece que puede resultarnos mucho más útil aprender a cambiar las explicaciones que damos a nuestras experiencias. 

Mantener la esperanza de que las cosas vayan a mejorar definitivamente nos puede hacer la vida un poco más fácil y ¡más exitosa!


Hugo W Arostegui