miércoles, 8 de agosto de 2018

Cultura


Cantando, pensando, jugando, rezando, comiendo o haciendo cualquier cosa estamos expresando nuestras formas de ser, de sentir y de pensar: estamos expresando nuestra cultura. ¿Cómo la expresamos? Poniendo en juego una serie de formas culturales escogidas a las que les damos uso y con las que nos identificamos: nos vamos haciendo a nosotros mismos en la práctica de las acciones del día a día.

En ese uso que le damos al vivir la reutilizamos de forma diversa, creando nuevos estilos de interpretar y formas distintas de hacer las cosas.

Cuando las ponemos en práctica nos identificamos no sólo con nosotros mismos -para reconocernos-, sino con los otros. Este acto de identificación y de construcción de uno mismo no es un camino que se recorra sólo en un sentido, pues nos hacemos a nosotros relacionándonos con los demás, pero los demás también se hacen relacionándose con nosotros.

Cada uno de nosotros somos únicos en nuestro hacer. Es precisamente este genuino uso lo que nos advierte que no somos como el de al lado, y que no hay nadie exactamente igual a nosotros: ni mejor ni peor, sólo distinto. Las personas no somos contenedores de cultura, sino sus usuarios.

El pensar que nuestra cultura podría llegar a determinarnos en nuestro comportamiento como ser humano nos hace decir cosas como "un chino es..." o "un gallego diría...". Esta forma de hablar descubre formas de pensar con las que debemos tener cuidado, pues nos estamos refiriendo a un estereotipo con el que equivocadamente -y peligrosamente- pensamos sobre los demás. Estamos pensando precisamente que la cultura -china o gallega- nos determina hasta el punto de acabar siendo de una única forma posible. Los grupos no son homogéneos, son diversos. 

Además, la cultura no es diversa porque haya muchos grupos, sino porque cada grupo es igualmente diverso en sí mismo

Si no queremos verlo estaremos negando la realidad plural, compleja y rica en la que vivimos; esto es, la diversidad cultural que precisamente nos caracteriza como raza humana

Las contradicciones, los acuerdos, las negociaciones, las rectificaciones... en definitiva, colaborar y vivir. Eso es cultura.




Nuestros Límites

Es increíble la cantidad de límites que los seres humanos tenemos en nuestra mente y, en la mayoría de las veces, son límites impuestos por nosotros mismos.
Los límites son barreras, demarcaciones, líneas, muros, paredes, obstáculos insalvables que nos restringen y que, aunque no son reales, tienen un poder incalculable en la mente de los seres humanos que les impiden actuar con fluidez en muchos aspectos de su vida.
¿De dónde salen?, ¿quién los define?, ¿por qué se dan dichos límites? Estos tienen muchas causas pero tienen que ver con los pensamientos y las percepciones que cada persona tiene de sí misma y de sus capacidades, más que de las circunstancias externas o el entorno que lo rodea, porque los pensamientos son los que nos definen.
La mente ejerce un enorme poder sobre nosotros porque es la que nos define como personas diciéndonos lo que somos, aunque a veces lo que nos dice no sea verdad. ¿Por qué? Porque ella nos puede estar mintiendo haciéndonos creer que somos algo que en realidad no somos. Sin embargo, esa percepción es la que nuestra mente ha aprendido y es la que nos enseña sin importar si es verdad o no, porque ella también puede haber sido engañada.
En otras palabras, la mente puede ser condicionada a ciertos conceptos, ideas y comportamientos limitantes aprendidos a través de nuestra vida y de nuestras malas experiencias que nos marcan de una manera desfavorable, haciéndonos creer que somos incapaces para alcanzar ciertas tareas o destrezas.
Una vez que estos conceptos limitantes se aprenden son reforzados por nuestra mente hasta convertirse en una verdad irrefutable que nos define y que nos dice a diario “tú no puedes” o “eso es imposible” o “no lo vas a lograr”, haciendo que en verdad sea imposible para nosotros alcanzar lo que queremos. Sin embargo, como son aprendidos pueden ser también cambiados y reemplazados por conceptos positivos.
Aunque no es tarea fácil, estas percepciones o conceptos negativos pueden cambiarse si lo hacemos con mucha consistencia, determinación y perseverancia porque se trata de cambiar malos hábitos por buenos. Recuerde que no es lo mismo escribir sobre un plano vacío, a tener que borrar algo y reescribir sobre él.
Sin embargo, es posible superar esos límites que entorpecen nuestro crecimiento, reforzando la confianza en nosotros mismos y permitiendo desarrollar firmemente ese grande y maravilloso potencial con el que hemos sido creados todos.


Vales Por lo que Eres


Hay personas que necesitan ser valoradas por lo que tienen porque por dentro están vacías, por eso compran toda clase de objetos para sentirse valiosos, necesitan sentir que valen y ese sentimiento solo lo obtienen de acuerdo a lo que poseen.

No es malo tener lo mejor, no es mala la abundancia, el error está en pretender que son nuestras posesiones las que nos hacen valiosos ante los demás. 

Puedes tener la mejor casa, el mejor coche, lo mejor de lo mejor y ser valioso como ser humano.

Las personas que necesitan ostentar lo que tienen es porque no se sienten valiosas y sienten que valen de acuerdo a lo que poseen, no de acuerdo a lo que son, por lo general son personas huecas, que saben que no tienen nada que dar de sí mismos, y por eso buscan tener todo aquello que les otorgue un valor.

Pero no es tu riqueza material la que te hace valioso como persona, son tus principios, tu actitud, tu entereza, lo que hace que las personas te valoren, y te respeten.


No pretendas impresionar a los demás con tus posesiones, tus posesiones son para que las disfrutes, impresiónalos con tus talentos, con tu brillo, impresiónalos con la luz que irradias, con tu alegría y buen humor, con tu capacidad de sobrellevar cualquier situación que se te presente… porque eso si te hace valioso como ser humano.

Avanzar En Cultura

"La cultura debe ser considerada en grande, 
no como un simple medio para alcanzar ciertos fines, 
sino como su misma base social.
No podemos entender la llamada dimensión cultural del desarrollo 
sin tomar nota de cada uno de estos papeles de la cultura"
Amartya Sen

En los últimos tiempos la cultura ha comenzado a redefinir paulatinamente su papel frente a la economía y al desarrollo. Poco se duda ya acerca de su importancia como inductora de desarrollo y cohesión social, de su relevante papel ante la cuestión de la diversidad cultural, la integración de comunidades minoritarias, los procesos de igualdad de género y la problemática de las comunidades urbanas y rurales marginadas.

Los sectores políticos están comenzando a percibir y reconocer que la cultura juega un papel mucho más importante de lo que suponían y constatado que las decisiones políticas, las iniciativas económicas y financieras y las reformas sociales, tienen muchas más posibilidades de avanzar con éxito se si simultáneamente se tiene en cuenta la perspectiva cultural para atender las aspiraciones e inquietudes de la sociedad.

Se realza además de forma especial la contribución de la cultura como factor de cohesión ante los procesos de profundización de desigualdades económicas y de tensiones de convivencia social. Esta tendencia se percibe particularmente, en la dimensión que las mismas representan en el plano de los intercambios de bienes y servicios culturales entre las economías de las naciones.

Amartya Sen
Profesor de la Universidad de Lamont y Harvard - Premio Nobel de Economía 1998.
Extraído de "La cultura como base del desarrollo contemporáneo"; Diálogos UNESCO



Afinidades Humanas


La afinidad, en términos sociológicos, se refiere a un «parentesco de espíritu», interés y otras similitudes interpersonales. La afinidad se caracteriza por altos niveles de intimidad y convivencia, generalmente en grupos cercanos, también conocidos como grupos de afinidad. Se diferencia de la afinidad en el derecho y el derecho canónico en que ésta se refiere a la relación matrimonial. La afinidad social es considerada comúnmente como un «matrimonio» de ideas, ideales y causas compartidas por una estrecha comunidad de personas.

En el libro Who is my neighbor? Social affinity in a modern world (en español, ¿Quién es mi vecino? La afinidad social en un mundo moderno), el profesor James Allan Vela-McConnell del Boston College, explora el surgimiento del concepto de «afinidad social» acercando la noción clásica de cohesión social a la psicología social contemporánea, afirmando que las ideas subyacentes a la afinidad social se centran en el sentimiento de obligación moral que mantiene unida a la sociedad

Se conoce como afinidad a aquella proximidad, analogía o semejanza que un individuo comparte con otro u otros. Por ejemplo, cuando dos personas comparten gustos, pensamientos, ideologías y hasta caracteres se dice que esas dos personas son afines, es decir, mantienen una cierta afinidad entre sí.

Desde la creación del hombre, este ha ido organizándose en clanes, tribus, grupos sociales, entre otros y especialmente siempre lo ha hecho buscando aquellos pares con los cuales comparte motivaciones, gustos, entre otras cuestiones y alejándose de aquellos con los cuales no comparte nada y ni siquiera se identifica.

Pero la afinidad no solo se reduce a otras personas, sino que también puede ser que experimentemos afinidad por determinadas cosas u objetos. Por ejemplo, una persona que tiene afinidad con un color determinado y decide entonces pintar su casa o su espacio con ese color, porque de esa manera siente que ese lugar lo identifica y le pertenece aún más.

En tanto, la afinidad es una situación fácilmente detectable en cualquier entorno social, porque si bien en el caso de una reunión casi todos en algún momento interactúan con todos sin excepción, también es una realidad que aquellos que aún sin conocerse demasiado, empiezan, gracias a la charla, a coincidir en diversos aspectos, seguramente se los podrá ver en un costado de la reunión charlando animadamente sobre aquello que comparten. Y por el contrario, aquellos que no encuentran puntos en común, será inevitable verlos discutir por sus posiciones contrapuestas.

De esto se desprende que la afinidad, en un plano estrictamente social, es a lo que mayormente aspiramos los seres humanos en nuestras relaciones con los demás y aunque a veces con un amigo no compartamos o coincidamos en todas las ideas, siempre habrá algo, una actitud, gestos, que hacen que seamos afines con esa persona.

Características Personales


Todos tenemos distintas características personales que nos diferencian del resto y hacen únicos.
Las características personales nos muestran tal como somos, nos hace enfrentar al mundo y hace que el resto nos conozca y sepa cómo tratarnos.
Es importante desarrollar las características positivas para lograr el éxito y llegar a ser mejor persona. Así como también identificar las características negativas para aprender a controlarlas y superar los obstáculos que puedan ocasionarnos.
Acá encontraras un listado de vocabulario con las características personales. Aparece una palabra e inmediatamente abajo de ella aparece su antónimo (opuesto).
Mal genio: Persona que tiene un carácter difícil y se enoja fácilmente.
Buen genio: Persona con un carácter muy agradable.
Atinado: Persona que acierta en algo, que actúa con sentido común.
Desatinado: Persona que no tiene moderación o sentido común.
Ordenado: Persona que le gusta mantener todo en su lugar.
Desordenado: Persona que no puede ordenar las cosas.
Eficiente: Persona que hace bien su trabajo.
Ineficiente: Persona que no realiza su trabajo de buena forma.
Olvidadizo: Persona que repetidas veces olvida las cosas que debe hacer.
Atento: Persona que pone atención a sus quehaceres y no los olvida.
Generoso: Persona que le gusta dar lo que tiene.
Tacaño: Persona que no le gusta dar las cosas que tiene.
Trabajador: Persona dedicada al trabajo.
Flojo: Persona que no le gusta trabajar.
Paciente: Persona que espera sin problemas.
Impaciente: Persona que no le gusta esperar.
Equilibrado: Persona que tiene un carácter armónico.
Desequilibrado: Persona que no puede mantener la estabilidad emocional.
Cambiante: Persona que tiene un carácter no definido, algunas veces es de una forma y otras veces es de otra.
Constante: Persona que no cambia, de una sola línea.
Sumiso: Persona que no le gustan los enfrentamiento y prefiere seguir las ordenes de otros para evitar confrontación.
Dominante: Persona que usa su poder sobre otros para dominarlos y conseguir lo que quiere.
Voluble: Persona que cambia muy rápido en sus opiniones y/o gustos.
Firme: Persona estable y constante, de opiniones seguras.
Puntual: Persona que llega siempre a la hora acordada.
Impuntual: Persona que no llega a la hora acordada.
Exigente: Persona que le gusta auto imponerse metas altas para ser cada día mejor.
Indulgente: Persona que es poco severa y exigente en cuanto a sus obligaciones, metas y aspiraciones.
Testarudo: Persona que no escucha consejos, no sigue las recomendaciones de nadie, siempre hace su propia voluntad.
Transigente: Persona que razona, tolera o acepta recomendaciones y consejos de los demás.
Egoísta: Persona que no le gusta compartir nada con nadie, solo piensa en si mismo.
Solidario: Persona que da o ayuda a las personas necesitadas, piensa en los demás.
Sensato: Persona que actúa de manera prudente, tiene buen juicio y toma las mejores decisiones en el momento preciso.
Insensato: Persona que actúa de manera imprudente, disparatada y no analiza antes de actuar.
Sabio: Persona que tiene sabiduría y conocimiento a través de las experiencias de vida o de estudios adquiridos.
Ignorante: Persona que no tiene educación o que carece de instrucción o formación, desconoce algún tema.
Inteligente: Persona con mucha capacidad de resolución de problemas y conocimiento aplicado a la vida.
Estúpido: Persona con poco cerebro.
Luchador: Persona con una gran capacidad de lucha frente a los problemas y dificultades.
Pusilánime: Persona con poco valor para enfrentar las desgracias o hacer frente a la vida.
Valiente: Persona que no tiene miedo al hacer algo.
Cobarde: Persona con miedo para hacer todo.
Conflictivo: Persona que está constantemente buscando armar un problema.
Pacífico: Persona partidaria de promover la paz y se opone a los conflictos.
Tolerante: Persona que escucha a quienes no comparte las mismas opiniones que él y las respeta.
Intolerante: Persona que no soporta que otra persona piense distinto a él.
Predecible: Persona que predice las actitudes o acciones que realizará.
Impredecible: Persona que no puede predecir las actitudes o acciones que realizará.
Serio: Persona que generalmente no se ríe mucho.
Bromista: Persona que demuestra alegría haciendo bromas.
Diplomático: Persona que actúa muy correctamente ante cualquier situación.
Rudo: Persona que actúa groseramente o toscamente, no demuestra su educación.
Ubicado: Persona que actúa correctamente frente a cualquier situación en la cual se encuentre.
Desubicado: Persona que actúa o se expresa de manera inapropiada frente a distintas situaciones.
Grave: Persona que se toma todo muy serio.
Frívolo: Persona que se toma las cosas a la ligera.
Estricto: Persona que no permite que algo no se realice o se haga de mala forma, todo debe ser correcto.
Permisivo: Persona muy tolerante, que otorga o permite con facilidad.

Creativo: Persona que tiene la capacidad de abstracción y puede inventar cosas nuevas.
(No existe antónimo para creativo)

Motivaciones


La motivación es otro de los tópicos recurrentes que la psicología ha aportado al lenguaje popular. Tengo o no motivación se suele asociar con el empeño que le ponemos a una labor determinada. Se supone que si tenemos “más motivación” nos dedicaremos con más esfuerzo o entusiasmo a ella.

Pero esto no es del todo cierto.
La motivación está compuesta por infinidad de matices que pueden propiciar que alguien se dedique con más o menos dedicación a lo que hace. Hoy les propongo un primer acercamiento a estos matices que nos pueda ayudar a entender que nos motiva y porque.

A grandes rasgos podemos hablar de dos tipos de motivación, la que viene de fuera (extrínseca) o la que viene de nuestro interior (intrínseca). Ambas son necesarias y, en cierto punto, se complementan, pero la clave viene precisamente de esto, como se relacionan ambos tipos de motivación.

Les cuento una historia. Ana tiene éxito. Compite los fines de semana en pruebas de triatlón,  en su categoría de veteranas siempre está en los primeros puestos. Todos la saludan por su nombre y le alaban sus logros deportivos. Es feliz.

El lunes Ana llega a su oficina. Se sienta tras su mesa a completar su tarea diaria. Apenas habla con nadie. Apenas cuestiona su trabajo. Piensa que podría hacer otras cosas pero no lo comenta. No la escucharían.

La misma persona con dos tipos de motivaciones. Los fines de semana hace algo que le gusta, le llena. El sentido de la motivación viene desde dentro, aunque también el reconocimiento que obtiene juega un papel muy importante en lo que hace. Al llegar el lunes la motivación es exclusivamente externa, su salario a fin de mes.

Es verdad que en los tiempos que corren (¡ya está! he utilizado la frase de moda), no parece que estemos para experimentar mucho con nuestro trabajo asalariado o no. Tenemos suerte si lo tenemos.
Pero lo paradójico es que esto mismo es lo que nos lleva a no levantar cabeza, tanto a nivel individual como colectivo. Si no innovamos, si no nos adaptamos o, en definitiva, si no cambiamos nuestra fuente de motivación es muy probable que no consigamos superar la coyuntura actual.


Y esto no tiene que ver solo con Ana, tiene que ver con sus jefes, sus clientes o sus compañeros. 

Es un cambio de actitud imprescindible y radical que nos puede llevar a un modelo de sociedad distinto.

Los Medios Sociales

Contar con una estrategia de medios sociales es básico para cualquier emprendedor, marca o empresa. Y la primera pregunta que debes plantearte es ¿En qué medios estar presente?

El consejo siempre es analizar este punto con detenimiento antes que lanzarse a todas las redes y generar una dinámica que no puedas sostener en el tiempo. El precio de tener perfiles en desuso o blogs sin contenido resulta muy alto para cualquier emprendedor o empresa que comienza a dar sus primeros pasos en los medios sociales.

Por eso, recuerda que no es necesario estar en todos lados, sino en aquellas redes y medios que son relevantes para ti y tu audiencia, dependiendo de los contenidos e intereses.

Existen varios puntos a evaluar a la hora de tomar esta decisión:
¿Cuál es tu público? Por intereses y edades los usuarios de los medios sociales suelen inclinarse por uno u otro medio. Es muy importante que conozcan exactamente dónde está tu público, para lograr que tus acciones de marketing y comunicación den resultados concretos en tu negocio. Para ayudarte, existen algunos estudios que muestran segmentaciones más o menos generales en cuanto a las edades o hábitos de los usuarios en las diferentes redes y que pueden servirte como una primera guía de orientación.

¿Cuáles son tus fortalezas? Hay medios sociales que requieren de capacidad para generar contenido visual, como Instagram o Pinterest; mientras que en otros, deberás ser capaz de generar contenido informativo, interesante y atractivo para tu audiencia, por ejemplo, para publicar posts en un blog.

¿Cuánto tiempo dispones para gestionar tus medios sociales? Si eres nuevo en el mundo de las redes, lo mejor es calcular al menos una hora o dos al día por cada medio que desees mantener activo. De a poco, irás descubriendo que existen herramientas que te ayudarán a gestionar estos medios de un modo más veloz. Pero, para comenzar, considera al menos dedicarle algo más de tiempo a cada red, para poder llevar adelante una estrategia efectiva.

Considerando estos puntos anteriores, seguramente tendrás información suficiente para decantarte por unos medios sociales u otros. Una vez que hayas consolidado un perfil en un medio, podrás avanzar con nuevas estrategias. Pero recuerda que siempre será preferible estar activo y generar un intercambio favorable con tu público en una sola red social o blog, que tener varios perfiles abiertos y en desuso. ¡Cuida tu imagen y potencia tu negocio!



Identidad Cultural

“Nunca la uniformidad, ideal de imperialismos estériles: sí la
unidad, como armonía de las multánimes voces de los pueblos”.
Pedro Henríquez Ureña


El sentimiento de lealtad y pertenencia a una nacionalidad es muy difícil de desarraigar en América Latina. Esa identificación cultural forma parte del inconsciente colectivo y ha resultado irreductible a las influencias de la publicidad comercial y la propaganda política. La Conferencia de la UNESCO reunida en Bogotá en 1978 recordaba que la identidad brota del pasado y se proyecta en el porvenir, justamente por continuar viva en el presente. Se entiende así que para los pueblos del Cono Sur americano la identidad cultural sea un concepto central, sin que ello pueda confundirse - insistimos - con esencialismo filosófico ni negación del multiculturalismo o la diversidad. Fernando Ainsa, desde la UNESCO, recuerda que para los iberoamericanos la identidad es un concepto primordial que “refleja las tensiones de nuestro imaginario entre la identidad cultural y la utopía”.
 
Ese proceso colectivo identificatorio radica en la continuidad de una conciencia profunda”, que nos dice que - a pesar de los cruzamientos, la hibridación y los cambios - somos nosotros mismos. La identidad consiste, simplemente, en ser lo que somos.

¿Por qué resulta tan importante para nuestra región la afirmación identitaria? 
La razón es que la identidad es la fuerza espiritual que actúa frente a los proyectos hegemónicos; la fuerza que posibilita enfrentar al autoritarismo y al centralismo avasallador, característico de muchos regímenes latinoamericanos.
  
Sabemos que en nuestro tiempo posmoderno existen cambios en la estructuración del sujeto y cruces diversos en un mismo sujeto individual o colectivo. Un juego de fragmentación, afirmación y deconstrucción del sujeto que explica la autoconciencia de diferentes identidades. Pero no podremos entender bien esta realidad válida para cierto contexto témporo-espacial si no estudiamos en profundidad la particular realidad del mundo latinoamericano.

Cabe decir que el problema de la identidad se plantea sólo donde existe la diferencia. Este es un punto clave, porque la diferencia, para los países latinoamericanos, se presenta no solamente como diversidad, sino también como asimetría en las relaciones internacionales de poder. Solo nos afirmamos en nosotros cuando nos sentimos discriminados o manipulados por los otros. 

Una cultura crítica implica siempre resistencia. Por eso el estallido de las identidades es la revancha de la memoria colectiva y la afirmación de un presente resistente.

No puede extrañar, en consecuencia, que el tema de la identidad resulte indiferente a los países desarrollados del G-7 y, en cambio, sea considerado crucial por los pueblos del Tercer Mundo afectados por la oleada globalizadora.

El desafío de nuestros pueblos - dirá Achúgar - consistirá en “construir una identidad colectiva, narrar una historia cultural o construir políticas culturales válidas y democráticas para nuestros países”.

martes, 7 de agosto de 2018

Soberbia E Ignorancia


Muchos me han acusado de soberbio, pero yo me pregunto, ¿quién es el verdadero soberbio, el que trata de compartir lo que sabe o el que se niega a aprender lo que no sabe?.

Generalmente la ignorancia se suele acompañar de soberbia, porque el arrogante trata de minimizar sus carencias de sabiduría y autoestima usando la arrogante soberbia como mecanismo de defensa. "Yo no quiero saber nada de política", "todos son iguales" o "aquí no hay nada que hacer", afirma el ignorante pontificando por encima del bien y del mal, o mejor dicho escondiendo su propia incapacidad, su propia ignorancia y su propia falta de autoestima.

En realidad alguien definió la ignorancia no como la falta de conocimientos sino como la negativa a adquirirlos. Pero al ignorante su propia soberbia le impide experimentar mínimamente lo ignorante que es y, por tanto, darse cuenta de su situación y de poner algún remedio a la misma. El soberbio ignorante se hunde él solo cada vez más en un círculo vicioso.

Al no poseer herramientas mentales de cierto calado, tampoco es capaz de percibir las que sí poseen los demás, y de las que se podría servir para salir de su lamentable estado. Se encastilla en sus propias creencias y conclusiones y tan pronto ve que algún razonamiento le puede llegar a apartarse de las mismas -o, ¡qué digo yo!, siquiera fuera a sembrar algún mínimo atisbo de duda-, sencillamente lo ignora, lo deja de atender. Se niega a aprender. Le falta humildad para aprender y aquello que no comprende es una paparrucha o un cuento.

El soberbio ignorante no es capaz de entender que las posturas que él defiende no sean asumidas por el resto y no sean vistas por los demás con la misma claridad que él. ¡Son tan evidentes! Mitifica y se agarra al sentido literal de las cosas, sin preocuparse de si están actualizadas o siguen siendo válidas a día de hoy. Los que no asumen y comparten sus puntos de vista lo hacen, según él, por razones extrañas y malvadas: son de otro bando, buscan hacer daño, están financiados por la CIA o por los Illuminati, son traidores. Toda idea o proyecto que él no entienda, le parece mala y digna de ser derribada.

Pero no solo compagina la ignorancia con la soberbia, también lo hace con el narcicismo,.. y que hay más narcisista que la típica frase "A mí nadie me dice lo que tengo que hacer". Evidentemente el narcicismo postmoderno se rebela ante cualquier idea de profundidad o jerarquía. Empieza diciendo que todas las opiniones son válidas y termina diciendo que todas las opiniones valen lo mismo, como si todos tuviésemos el mismo grado de conciencia, de experiencia y de conocimientos. 

De las leyes que describen y tipifican la conducta humana podemos enunciar algo así como la Ley de la Conservación de la Ignorancia, "Es casi imposible cambiar un estado de cosas arraigado. Y es tanto más difícil cuanto menos sabe la persona o personas de la cuestión."


O dicho de otro modo, que cuanto más ignorante se es, más resistencia se ofrece a salir de esa ignorancia.

Moral Y Justicia

Filosofía
Moral Y Justicia
El principio fundamental de la moralidad es la justicia, entendida como la aplicación escrupulosa de las normas que regulan las relaciones de los individuos o grupos de individuos en cuanto partes del todo social: de donde se deduce que la aplicación de la justicia en el sentido moral, puede conducir a situaciones injustas desde el punto de vista de otras morales. Pueden llegar a ser morales actos que aun siendo muy poco éticos están orientados a eliminar a un individuo dado de un puesto social (lesionando sus intereses y aun poniendo en peligro su subsistencia), si sólo de este modo, es decir, “poniéndole en su lugar”, se hace justicia a este individuo y a la sociedad que lo alberga.

La Justicia, es sin duda una de las palabras más usadas y conocidas en el mundo a lo largo de los siglos y a lo largo de las diversas culturas que han habitado el planeta tierra, es una palabra que engloba muchas características y cada una de ellas es diferente entre si y del modo que cada ser las quiera valorar o entender, en mi opinión personal el termino Justicia seria dar la tolerancia y congruencia a las cosas y a las personas, no juzgar los hechos por la sola observación de las diferencias o características que nos son afines, la Justicia es una virtud del ser humano, es una cualidad personal de un individuo y de ella depende su desarrollo en sociedad, si se cae en la tiranía se aplicara Justicia de un modo cruel.

Este conjunto de reglas tiene un fundamento cultural y en la mayoría de sociedades modernas un fundamento formal y cultural.


Se basa en un consenso amplio en los individuos de una sociedad sobre lo bueno y lo malo, y otros aspectos prácticos de cómo deben organizarse las relaciones entre personas. Se supone que en toda sociedad humana, la mayoría de sus miembros tienen una concepción de lo justo, y se considera una virtud social el actuar de acuerdo con esa concepción. 

EL FUNDAMENTO FORMAL: Es el codificado formalmente en varias disposiciones escritas, que son aplicadas por jueces y personas especialmente designadas, que tratan de ser imparciales con respecto a los miembros e instituciones de la sociedad y los conflictos que aparezcan en sus relaciones.

La Justicia no es el dar o repartir cosas a la humanidad, sino el saber decidir a quién le pertenece esa cosa por derecho. La Justicia es ética, equidad y honradez. 

Es la voluntad constante de dar a cada uno lo que es suyo. Es aquel sentimiento de rectitud que gobierna la conducta y hace acatar debidamente todo los derechos de los demás. 

Retrospectiva


El ser humano vive en el tiempo. A nivel de existencia, vive en presente, es decir, no existe más realidad que el ahora. Sin embargo, desde el punto de vista mental, una persona puede analizar lo que ha ocurrido a través del recuerdo y traer al presente momentos del ayer a través de la memoria. Es muy positivo vivir centrado en el presente pero también es importante hacer una pausa en determinado momento para hacer balance.

Existen etapas en las que es especialmente habitual hacer balance, por ejemplo, a final de año. Un momento en el que la persona realiza una retrospectiva, es decir, enumera los momentos más importantes que han ocurrido a lo largo del año. Dicha retrospectiva puede aplicarse a un contexto concreto, por ejemplo, al trabajo, al ámbito personal o al familiar.

Es muy positivo hacer esta retrospectiva también acerca de la relación de pareja para hacer balance del camino recorrido en común y para dar valor a los momentos felices. Es decir, es posible hacer una retrospectiva de todo lo bueno que se ha compartido en común. La sociedad actual está marcada por la prisa, sin embargo, es muy importante encontrar tiempo para pensar y hacer una pausa con el objetivo de poner la realidad en perspectiva y tomar conciencia de qué es lo verdaderamente importante.

A nivel periodístico, también se realiza una retrospectiva en los telediarios a final de año, momento en el que a modo de resumen se hace un repaso de los acontecimientos políticos, sociales y económicos más importantes que han ocurrido a lo largo del año justo cuando se cierra un ciclo y se comienza otra etapa en el calendario. Del mismo modo, también es posible realizar una retrospectiva de la carrera profesional de un artista con el objetivo de presentar sus éxitos más recordados.

Desde el punto de vista cognitivo, una retrospectiva es una recapitulación que permite ordenar y clasificar distintos elementos con una coherencia interna. Es importante analizar el camino recorrido porque ese camino es el que aporta un valor añadido al presente.

Las personas que de verdad reflexionan sobre sus vivencias son las que extraen grandes lecciones vitales a partir del propio vivir. Existe una forma sencilla de realizar una retrospectiva. Por ejemplo, escribir en un diario las vivencias y pensamientos frecuentes del día a día.

Siempre Vivimos


Todos tenemos la certeza de que vamos a morir y aun así continuamente es importante recordar que la vida es un regalo y una responsabilidad. Acercarnos por un momento a la muerte es al mismo tiempo acercarnos a la vida. Nos podemos preguntar ¿Qué queremos hacer antes de morir?

La Dra. Elizabeth Kübler-Ross (Suiza, 1926 – EEUU, 2004) fue psiquiatra y escritora. Se la considera una de las personas que más ha estudiado la muerte o traspaso como ella prefería llamarlo. 

De entre sus numerosos libros, destacamos: "La muerte: un amanecer", en el que recoge testimonios de personas a las que asistía en sus últimos días. En él cuenta que la mayoría de personas no se arrepentían de lo que habían hecho sino de las cosas que no habían hecho, de todas las veces que no se arriesgaron, de los sueños que nunca persiguieron. Las palabras más pronunciadas eran ojalá hubiera... De todas las entrevistas concluye:

“No es la muerte lo que más asusta sino haber llegado al final de la vida sin haber vivido de verdad”. (Dra. Elizabeth Kübler-Ross)

En su último libro "Lecciones de vida", escrito junto al experto en cuidados paliativos David Kessler, nos dice: “Estamos aquí para sanarnos unos a otros y a nosotros mismos. No una sanación como en la recuperación física, sino una sanación mucho más profunda. La sanación de nuestros espíritus, de nuestras almas”. 

Lo que se desprende de todos sus estudios y reflexiones sobre la muerte es justamente la importancia de la vida, de esta forma de vida.

"La rueda de la vida" es un relato autobiográfico en el que cuenta su infancia con sus dos hermanas mellizas, a las tres las vestían igual, realizaban siempre las mismas actividades y las trataban igual. Buena parte de los pasos de su vida fueron tras la búsqueda de su propia identidad, de poder diferenciarse de sus hermanas y  saberse un individuo. 

El hecho de centrar la atención en ser ella misma le llevó a creer en sus posibilidades y aunque sus métodos no fueron siempre aceptados al final de su vida recibiría más de 25 títulos Honoris Causa de diversas universidades. Estaba convencida de que cada uno tiene un don y que debemos desarrollarlo y potenciarlo.

Lo más importante no es si morimos pronto o tarde, lo fundamental es cómo se ha vivido antes de morir.

La muerte como la entendemos no existe, lo que existe es un viaje y como para cualquier otro viaje podemos preparar las maletas con lo imprescindible.  Si vivimos despiertos, tendremos nuestras maletas de vida y estaremos preparados para cambiar de forma pues “la vida en el cuerpo físico representa sólo una pequeña parte de nuestra existencia” 

Enric Corbera, en su libro "Yo soy tú: La mente no dual", nos dice lo siguiente: “La conciencia se identifica con todo lo que cree ser: deseos, pensamientos, objetos, nacionalidades, etc. Todo aquello de lo que uno es consciente no es el Yo. Por eso hay que dejar de identificarse con todo lo que nos rodea y con el cuerpo. Estás aquí, en este momento, en esta vivencia, en esta experiencia, simplemente para trascenderla y liberarte, para hacerte Consciente, para que todas las partes de este Todo despierten de este mundo de dolor, sufrimiento, enfermedad y muerte. 

Al final uno descubre que todo lo que actualmente considera como sí mismo –incluyendo el ego y la mente- no es Consciencia, es sencillamente conciencia de uno mismo en diferentes cosas. Lo que es real no muere. Lo que no es real nunca vivió. 

Cuando sabes que la muerte le sucede al cuerpo y no a ti, simplemente observas tu cuerpo decaer como si fuera una prenda de ropa usada. Lo que tú realmente eres es atemporal y se encuentra más allá de la vida y la muerte.

El cuerpo vivirá lo que sea necesario. No es importante que viva mucho".

 “Cuando hemos realizado la tarea que hemos venido a hacer en la tierra, se nos permite abandonar nuestro cuerpo, que aprisiona nuestra alma al igual que el capullo de seda encierra la futura mariposa” y así “regresamos a nuestro hogar”.  

Kübler-Ross.

Los Silencios Oportunos

Decir sin pensar, hablar sin saber - recuperar el silencio
"Piensa el sentimiento, siente el pensamiento.”
Miguel de Unamuno - escritor y filósofo español (1864-1936)

Muchas veces, hablamos por hablar, como una forma de llenar espacios, con comentarios banales o charlas insustanciales, otras veces decimos cosas de las cuales luego tenemos que arrepentirnos hablamos sin pensar y sin medir el alcance de las palabras y sus consecuencias.

Hablar sin pensar y actuar sin reflexionar puede lastimar, herir, ofender y llevar a cometer injusticias, pero también en ocasiones nos comprometemos a cumplir cosas que no vamos a cumplir o a realizar –convencidos de que lo haremos- lo que no vamos hacer.

No somos conscientes de que las palabras pueden lastimar -juzgamos sin saber- adoptando una posición que nadie otorgó, o creamos expectativas de algo que en realidad no será.

Cuantas veces decimos "daría la vida por...". Y la mayor parte de esas veces lo decimos sin pensar en lo que significa porque: ¿De verdad daríamos la vida por algo o por alguien?, tal vez lo creemos realmente, pero si se presenta el momento sabemos cómo reaccionaríamos?

No siempre "las palabras se las lleva el viento", quizás haya frases que desaparezcan en el olvido, pero otras, ya sea por su importancia o por lo que pueda afectar a aquellos a las que van dirigidas, quedarán latentes por mucho tiempo.

Por ello, hay que ser siempre consecuente con lo que se dice y con lo que se hace, arrepentirse luego no es la solución, y saber callar a su debido tiempo, -encontrando el valor del silencio- es también una forma de comunicarse y una de las recomendaciones más frecuentes de los sabios de todos los tiempos.

Como dice M. Benedetti en un fragmento de su novela: "Primavera con una esquina rota”

A veces una buena relación, una relación que puede convertirse en amistad para siempre, se construye mejor con los silencios oportunos que con las confidencias intempestivas."

Reflexionemos y hagámoslo!!!...



La Comedia Humana

Para comenzar esta historia debemos remontarnos a la Antigua Grecia, sí a la época en donde los chicos usaban falda y se elaboraban esculturas de diferentes proporciones, fue en esta época cuando se hacían fiestas en homenaje al Dios Dionisos, el Dios del vino. En el transcurso de estas celebraciones, era notable el intercambio de risas y burlas las cuales se consideraron como antecedentes de la comedia.

Sin embargo, fue Epicarmo quien transformó la comedia en una expresión del género teatral y fue con Aristofanes que la comedia tuvo gran auge en Grecia aproximadamente 450 años A.C. Este personaje en la obra “Los Arcanienses” incluyó un lenguaje lleno de humor y crítica que dio pie para la libertad de expresión en tonos jocosos y burlescos, con el tiempo se empezaron a dar representaciones artísticas mímicas de tipo cómico que entretenían al público por incluir situaciones cotidianas enlazadas con comedia.

Aristóteles escribió sobre la comedia en “La Poética” concluyendo que tanto la comedia como la tragedia surgen del placer de imitar y esto es exactamente lo que podemos definir como comedia una imitación de la realidad que se exagera y se satiriza para captar la atención del público.

Ahora nos ubicamos en la edad media, los caballeros, la religión, los castillos y la comedia, en esta época las temáticas no se centraban en política y desaparecen los elementos tradicionales, se incorporan cada vez más elementos que se pueden llamar “Comedia Burguesa” entre esos temas eróticos, personajes marcados por características mucho más fuertes, el enamorado, la doncella, el chef, etc… Cabe resaltar que fue durante esta etapa de la comedia que surgieron diferentes tradiciones y expresiones como “Rómpete una pierna” por lo tanto podemos asegurar que fue una época enriquecedora para la comedia.

Para finalizar nuestro recorrido histórico de la comedia llegamos a la llamada “Nueva Comedia” que surgió en un momento en que el género teatral de la tragedia estaba desapareciendo y la comedia renaciendo. Surgió en la época helenística y sus obras comenzaron a tener un éxito inesperado cambiando varias características y estructuras en el lenguaje literario.

Las temáticas principales se basaban en el amor, con todo tipo de contraposiciones, por supuesto siempre llegando a un final feliz, los personajes eran más del diario vivir y tenían características más marcadas de la comedia. 

Los autores más representativos fueron Difílo, Filemón, Menandro y Filípides quienes escribieron obras cruciales para este género teatral.


Segundas Intenciones


Todas las intenciones son segundas intenciones. La palabra fue dada al hombre para permitirle esconderlas. La felicidad necesita hipocresía. El silencio permite ocultar nuestra barbarie. La lucidez es una especie de segunda intención desenmascarada; lo impúdico se vanagloria de exponer el fondo de su cerebro. 

Hasta la sinceridad es un disfraz: hacemos creer que no tenemos segundas intenciones, cuando tenemos como segunda intención hacer creer que no la tenemos.

No toda segunda intención es necesariamente vergonzosa o sucia. El escritor es un hombre que da vueltas a sus segundas intenciones en su rincón, la literatura es el arte de manipular al lector sin desvelar todo lo que trama. La escritura no revela nunca por completo el fondo de un pensamiento brillante y destructor sobre el que el autor no tiene control. 

La vida consiste en pensar en otra cosa distinta a lo que hacemos, lo que escribimos o lo que eructamos. El hombre piensa demasiado, y si algunas personas disimulan sus pensamientos no es por miedo a desnudarse ni porque sean forzosamente malvados, sino (también) porque quieren demasiado bien al prójimo: si se conociera la bondad de los callados, correríamos el riesgo de canonizarlos en vida.


¿Qué sería del mundo sin segundas intenciones? Viviríamos como en un programa de tele realidad. Todos los ciudadanos serían grabados, su correo espiado, su existencia exhibida todos los días voluntariamente. 

No existiría la vida privada, todos los pensamientos se publicarían instantáneamente en medios mundiales y gratuitos. Un mundo sin segundas intenciones sería terrible, invivible e inhumano. 

Se trataría de un sistema totalitario, absurdo y brutal, un apocalipsis espantoso, la garantía de la infelicidad absoluta para toda la humanidad. 

Sería el mundo actual.

La Emoción Humana


El prestigioso neurocientífico portugués Antonio Damasio repasa el importante papel que ha tenido la emoción en la evolución de la cultura humana.

En el título de uno de sus ensayos más populares, Antonio Damasio (Lisboa, 1944) afirmaba que El cerebro creó al hombre: lo que nos distingue de otros animales, aunque a estas alturas nos pueda sonar a obviedad, es nuestra capacidad de razonar. Pero en su nuevo libro, El extraño orden de las cosas (Destino, 2018), el neurocientífico portugués -seguramente la mayor celebridad mundial en cuanto a la divulgación de los misterios de la mente- va aún más allá, pues sostiene que antes de la razón, estuvo la emoción, y que de ahí surge nuestra cultura. "El intelecto suele ponerse a un nivel muy por encima", nos explica en una sala interior de La Pedrera, el emblemático edificio de Gaudí, "porque con nuestra inteligencia hemos desarrollado el arte, la ciencia y la moral. 

Pero la pregunta que tendríamos que hacernos es por qué. ¿Por qué queremos, por ejemplo, la medicina? Porque sufrimos y tenemos miedo a la muerte. ¿Y por qué queremos la tecnología? Porque nos incomoda el clima y necesitamos refugiarnos. Y empezamos a cantar porque eso nos genera felicidad".

Antes de cada gran avance intelectual, sostiene Damasio, no hubo un reto de la razón, sino un sentimiento irreprimible que necesitábamos dominar por una simple cuestión de supervivencia y mejora de la especie. Ese proceso se conoce como homeostasis, y afecta a todos los seres vivos, pues implica un intercambio de materia y energía con el mundo exterior para regular la condición interior, hacerla más estable y, por tanto, más proclive al desarrollo y la mejora. 

Una técnica propia de la homeostasis es el metabolismo -algo que une a las bacterias con organismos pluricelulares como usted y yo-, pero también lo es el desarrollo y la gestión de un sentimiento, y eso es lo que nos diferencia de la bacteria, o de una mascota. "Lo que hacemos no lo hacemos para estar vivos", prosigue Damasio, pues para estar vivos nos bastaría con respirar y alimentarnos.

"Lo hacemos para sentirnos vivos. Y como se trata de sentir, no es suficiente con el intelecto".

El razonamiento de Damasio puede parecer sorprendente, por el enorme sentido común que despliega. Es evidente que Dante escribió la Divina comedia por amor, que Shostakovich compuso la mayor parte de su música movido por la frustración y el rencor, y que no sería posible la literatura de terror sin el sentimiento primario del miedo a lo desconocido, como sostenía Lovecraft.

Ninguno de estos nombres, y ningún artista, comienza a crear sólo por medir sus capacidades intelectuales. Pero según Damasio, esto no se comprende en la comunidad científica de la que él participa. Aunque nacido en Lisboa, desde hace años reside en California y, como explica un poco en voz baja, vive rodeado de lo que identifica como "gente de Silicon Valley", a la que sólo le interesa el dinero y le mueve otro sentimiento, la codicia. 

En ese ámbito, el influjo que el materialismo ha proyectado sobre la ciencia ha relegado al ser humano sensible a una categoría menor, en comparación con el ser humano racional.

"A nadie en el mundo de las artes hay que explicarle que los sentimientos nos hacen ser lo que somos", prosigue. "Pero en la ciencia, sobre todo en las ciencias físicas y algunas humanas, como la psicología, hay una larga tradición de negar el sentimiento. Y ahora más que nunca, los gobiernos apoyan aquellas disciplinas que facilitan el crecimiento económico: matemáticas, ingeniería... Es por eso por lo que no hay apenas dinero para música o humanidades".

De este modo, en El extraño orden de las cosas el esfuerzo de Damasio pasa por revalorizar la emoción en el debate científico, y situarlo antes que la razón en la cadena biológica de los hechos que han formado y desarrollado al ser humano inteligente y el más grande de sus logros intelectuales, la cultura. Esa cadena crece -después de la cultura, Damasio sitúa la razón, la ética, la moral y la civilización-, pero siempre a partir de un origen sentimental que todavía es motor de nuestras acciones.

Puesto que es la capacidad de entender los sentimientos lo que nos distingue de las bacterias o los gatos, es el mismo cuerpo lo que nos diferencia de las máquinas. "Estoy a favor de las inteligencias artificiales", asegura, "pero me opongo a quien diga que algún día un ordenador podrá sentir como tú o yo. El neurosistema de un computador los hace mejores a nosotros en cálculo, las matemáticas las aprenden fácil, el lenguaje lo pueden llegar a adquirir, pero la parte del ser no la llevan bien. 

Sin un cuerpo, no pueden experimentar el dolor, el miedo o el placer, y por tanto no pueden regular la vida. Nunca serán mejores que nosotros".



lunes, 6 de agosto de 2018

Intelectualidad


Intelectual es el que se dedica al estudio y la reflexión crítica sobre la realidad, y comunica sus ideas con la pretensión de influir en ella, alcanzando cierto estatus de autoridad ante la opinión pública.

Proveniente del mundo de la cultura, como creador o mediador, interviene en el mundo de la política al defender propuestas o denunciar injusticias concretas, además de producir o extender ideologías y defender unos u otros valores. 

La intelectualidad es el colectivo de intelectuales, agrupados en razón de su proximidad nacional o ideológica.

En ocasiones se utiliza de forma equivalente la palabra rusa intelligentsia, que en su uso más común designa a la totalidad del estrato social de los que poseen un cierto grado de formación intelectual, se defina o no como clase social.

El término fue acuñado en Francia durante el llamado affaire Dreyfus, inicialmente como un calificativo peyorativo que los anti-dreyfusistas utilizaban despectivamente para designar al conjunto de personajes de la ciencia, el arte, y la cultura que apoyaban la liberación del capitán judío Alfred Dreyfus acusado injustamente de traición.

Con posterioridad, su uso se hace habitualmente con connotaciones positivas, al estar dotado socialmente de un valor de prestigio asociado a la atribución de un intelecto o inteligencia superior a quienes son identificados con el término; y sobre todo, al entenderse que la actividad pública de los intelectuales que previa o simultáneamente se dedican al pensamiento tiene una dimensión y una repercusión que se consideran muy valiosas, y que confieren altos valores humanísticos a quien ejerza tal función (responsabilidad, altruismo, solidaridad, etc.), especialmente cuando lo hace elevando el nivel intelectual del público que lo recibe, sin manipularlo ni caer en el populismo o el paternalismo condescendiente.


Nada Puede Detenerte


porque eres un ser único e irrepetible
porque gozas de una inteligencia y sabiduría ilimitadas
porque tu creatividad es explosiva
porque sabes quién eres
porque todo gira a tu favor
porque las llaves que todo lo abren se llaman disciplina y pasión
porque crees en ti
porque deseas ser feliz
porque la realidad nace en tu mente
porque quieres crecer
porque pasaste de la intención, a la acción
porque eres más fuerte que tus miedos
porque llego la hora de actuar
porque este es el mejor momento para volver a empezar
porque eres un atrevido
porque la grandeza nació contigo
porque es divertido
porque el brillo de tus ojos también lo está gritando
porque tus manos son fuertes
porque tu fe te abraza todos los días
porque lo imposible no existe solo cuesta un poco más de trabajo
porque haces la diferencia
porque ambicionas cambiar las cosas
porque cada día construyes tu propia historia
porque no mereces menos
porque tu fuerza de voluntad crece extraordinariamente
porque tienes muchas ganas
porque puedes verlo realizado, y los demás no
porque te hace sentir bien
porque tienes una actitud poderosa
porque eres libre
porque no te permites bajar la guardia
porque es tu responsabilidad
porque mientras el mundo duerme, tú sigues creando
porque estas inspirado
porque no puedes detenerte…

Y recuerda. . . .

NUNCA TE DETENGAS

Por Mariano Osorio




Persistencia Y Voluntad


La voluntad es la capacidad que tienes para elegir entre realizar o no un determinado acto en tu vida. Esta capacidad de elección depende directamente del deseo y la intención de realizar un acto en concreto.

La voluntad que posees es el indicador de la fortaleza y constancia con la que haces las cosas, de la gestión de tus emociones e impulsos, del grado de paciencia y espera frente a la fatiga, de los deseos de ser lo que se quiere ser y de ser capaz de dejar hábitos inadecuados.

La voluntad también es un indicador de la persistencia para conseguir algo, para querer algo y no dejarse seducir por lo fácil , es decir , anhelar lo que realmente se busca por más difícil que al principio esto parezca.

Toda acción voluntaria que te propongas va a pasar necesariamente por las siguientes 4 etapas:

ETAPA 1. Automotivación: es el factor clave que te incita a actuar, a tomar acción. La voluntad empieza con una cierta sensación de inquietud que se provoca al ponerte en movimiento, con el fin de lograr tu objetivo. Es el deseo cuando se trata de un estímulo agradable, o es el rechazo y alejamiento cuando el estímulo es desagradable.
ETAPA 2. Racionalización: en esta etapa se valora la necesidad de la acción. Se realiza un balance entre los factores favorables y los desfavorables para ver si es oportuno o no actuar.
ETAPA 3. Decisión: Este es el momento clave donde entre todas las posibilidades de actuar, tú tomas una determinación: o decides realizar aquello que quieres y planeas cómo hacerlo, o renuncias a ello.
ETAPA 4. Acción: mediante la acción tiene lugar la consumación del deseo y es la última etapa del acto voluntario. El resultado de tu acción es el que te va a dar la información de si tu decisión fue acertada o no. Es el momento de aprender sobre ti mismo. Si en la ETAPA 3 la decisión ha sido acorde con tus deseos, su realización, es decir, el resultado que arrojó esa acción, infunde una sensación de satisfacción placentera. Por el contrario, si la decisión fue errónea o no se consiguió el resultado deseado, tiene lugar la frustración.

Además de tener en cuenta las 4 etapas anteriores, tu voluntad también se ve influenciada por otras facetas de la personalidad, como son: la tenacidad, la constancia y la perseverancia, que son determinantes de tu fuerza de voluntad.

En verdad cuando hablamos de fuerza de voluntad en nuestro día a día lo confundimos con que la persona quiera o pueda hacer una cosa, y como vemos nada más lejos de la realidad.

La fuerza de voluntad es el resultado de tener en cuenta las 4 etapas de la acción voluntaria y además la tenacidad, la constancia y la perseverancia.