martes, 16 de octubre de 2018

El Mundo De Los Mediocres


El mediocre siente la necesidad de ajustarse a los demás. Renuncia a su individualidad, a los más distintivo y precioso que tiene el ser humano: su unicidad en toda la historia de la humanidad. Se amputa de su tesoro más valioso. Deja de ser para ser los demás. Hay inseguridad y debilidad interior. La responsabilidad lo abruma, prefiere endosar las decisiones al grupo. Abdica de su persona y se incorpora a la manada. No tiene voz sino que es eco. Para él resulta inconcebible ir contra la corriente. Se masifica. Tiene que ser parte del coro. Es un masoquismo moral. Se entrega a la nada.

En debates abiertos se avanza o retrocede según sea la calidad y la solidez de los argumentos, pero cuando irrumpe el envidioso no hay razonamiento posible puesto que no surgen ideas sino que se destila veneno. Este fenómeno constituye una desgracia superlativa ya que se odia el éxito ajeno y cuanto más cercana la persona exitosa mayor es la fobia y el espíritu de destrucción.

La manía de la guillotina horizontal básicamente procede de la envidia.

Hoy en día la mayor parte de los discursos políticos están inflamados de odio y resentimiento a quienes han construido sus fortunas lícitamente en los mercados abiertos, mientras que esos mismos políticos generalmente se apoderan de dineros públicos y les cubren las espaldas a mafiosos amigos del poder, mal llamados empresarios, que asaltan a la comunidad con sus privilegios inauditos.

El igualitarismo de resultados no solo contradice la asignación eficiente de recursos sino que, estrictamente, es un imposible conceptual puesto que las valorizaciones son subjetivas y, por ende, no habría una redistribución que equipare a todos por igual (además, medir comparaciones intersubjetivas no es posible) y, para peor, aun desestimando lo dicho, en cualquier caso debe instaurarse un sistema de fuerza permanente para redistribuir cada vez que la gente se salga de la marca igualitaria.

En segundo lugar, el mediocre se burla de la teoría. Constituye una aseveración groseramente vulgar sostener que lo importante es el hombre práctico y que la teoría es algo etéreo, más o menos inútil, reservado para quienes sueñan con irrealidades.

Esta concepción revela una estrechez mental digna de mejor causa. Todo lo que hoy disponemos y usamos es fruto de una teoría previa ya sea en cuanto a medicinas, alimentos, tecnologías o lo que fuera. Los llamados prácticos no son más que aquellos que se suben a la cresta de la ola ya formada por quienes previa y trabajosamente la concibieron. En todos los órdenes de la vida.

Esta afirmación en absoluto debe tomarse peyorativamente puesto que todos usufructuamos de la creación de los teóricos. La inmensa mayoría de las cosas que usamos las debemos al ingenio de otros, incluso prácticamente nada de lo que usufructuamos lo entendemos ni lo podemos explicar.

Desde luego que hay teorías efectivas y teorías equivocadas. Las teorías deficientes no dan resultado, las buenas logran el objetivo. En última instancia, como se ha dicho "nada hay más práctico que una buena teoría". 

En resumen, el mediocre contribuye grandemente al retraso y al anacronismo.

Recoger Lo Que Sembramos

Los últimos descubrimientos científicos corroboran que la vida no es un accidente regido por el azar, la suerte ni las coincidencias. Por más que nos cueste de ver, cada uno de nosotros recoge lo que siembra. Ni más ni menos.

Formamos parte de una sociedad materialista, completamente desencantada del mundo en el que vivimos. Por eso en general solemos creer que nuestra vida es un accidente regido por la suerte y las coincidencias. Es decir, que no importan nuestras decisiones y nuestra acciones, pues en última instancia las cosas pasan por «casualidad». Esta visión de la existencia nos convierte en meras marionetas en manos del azar.

En paralelo, muchos individuos nos hemos vuelto «nihilistas». No es que no creamos en nada. Simplemente «negamos cualquier significado o finalidad trascendente de la existencia humana». 

De ahí que orientemos nuestra vida a saciar nuestro propio interés, tratando de escapar del dolor y el malestar que nos causa llevar una existencia vacía y sinsentido. Y lo hacemos por medio del placer y la satisfacción que proporcionan a corto plazo el consumo y el entretenimiento.

Pero, ¿realmente la vida es un accidente que se rige de forma aleatoria? ¿Estamos aquí para trabajar, consumir y divertirnos? ¿Acaso no hay una finalidad más trascendente? Lo irónico es que la existencia de estas creencias limitadoras pone de manifiesto que todo lo que existe tiene un propósito, por más que muchas veces no sepamos descifrarlo. No en vano, creer que no tenemos ningún tipo de control sobre nuestra vida refuerza nuestro victimismo. Y pensar que la existencia carece por completo de sentido justifica nuestra tendencia a huir constantemente de nosotros mismos por medio de la evasión y la narcotización.

Es decir, que incluso estas creencias tienen su propia razón de ser. No están ahí por casualidad, sino que cumplen la función de evitar que nos enfrentemos a nuestros dos mayores temores: el «miedo a la libertad» y el «miedo al vacío». Mientras sigamos creyendo que nuestra propia vida no depende de nosotros, podremos seguir eludiendo cualquier tipo de responsabilidad. 

Y mientras sigamos pensando que todo esto no es más que un accidente, podremos seguir marginando cualquier posibilidad de encontrar la respuesta a la pregunta ¿para qué vivimos?


Los Límites De La Mente


Cuando alguien sostiene que la ciencia tiene sus limitaciones, que su epistemología no es perfecta, abogando por un relativismo cognitivo, por el “nada se sabe seguro”, todo es opinión”, olvida que las limitaciones no son tanto de la ciencia en sí como de nuestros cerebros.

La mente es un órgano biológico más que una ventana a la realidad. Así pues, es lógico que no seamos capaces de comprender bien todos los descubrimientos de la ciencia, tanto reales como potenciales. Por ejemplo, decía Richard Feynman que quien afirme entender la física cuántica… en realidad es que no la entiende en absoluto.

Sencillamente, nuestra arquitectura mental no está diseñada para entender algo así, nuestras intuiciones sobre el espacio, el tiempo y la materia colisionan con la realidad, y debemos recurrir a herramientas extra-mentales para, al menos, operar con la realidad: por ejemplo, las matemáticas.
Por esa razón, la gente sigue preguntando cosas que resultan incoherentes en la realidad física. Preguntas como ¿qué había antes del Big Bang?. O ¿qué hay más allá de los límites del universo? ¿Cómo se las arregla una partícula para pasar a través de dos rendijas a la vez?

Murray Gell-Mann describió la mecánica cuántica como “esa disciplina misteriosa y confusa que nadie de nosotros entiende de verdad pero que sabemos cómo usar”. Esta definición, procedente de un Premio Nobel de Física por sus descubrimientos sobre partículas elementales como Gell-Mann, habría de dejarnos más tranquilos cuando continuamente nos llegan noticias de cómo el Gran Colisionador de Hadrones está literalmente destejiendo la realidad.

Si no entendemos qué ocurre, es normal, tenemos cerebros que no están diseñados para entenderlo.
Por eso no puede dejar de asombrarme que existan personas que consideren que la verdad no existe o que todo es relativo, u que es opinión subjetiva, tú tu verdad y yo la mía. 

Me asombra porque ni siquiera están diseñados para entender las verdades de la ciencia, ¿cómo van a entender si existen o no aspectos ajenos a esas verdades? (Y si las hay, tengan por seguro que no nos incumben, se alejan tanto de nuestra realidad como especie que preocuparse por ellas es estéril, e invocarlas resulta ser una clara maniobra de distracción, como quien invoca al Espaghetti Volador para explicar los misterios que aún no han sido descubiertos.


Equilibrio Emoción Razón


Ciertamente, los sentimientos tienen más fuerza de la que podemos imaginar y determinan la mayor parte de nuestra conducta. Elegimos a la pareja de la que nos enamoramos, aunque no nos convenga.

Nos empecinamos en nuestras opiniones y apuestas incluso cuando sabemos que no están justificadas. Criticamos el juego deportivo, el proyecto o la idea del rival, aunque sean estupendos. Votamos a quien nos cae bien, aunque no sea el mejor candidato en lid. Podemos ser incapaces de salvar la vida de una persona enferma negando la cesión del órgano del ser querido que acaba de fallecer, aunque sabemos que ese órgano en pocos días no será otra cosa que polvo inútil. Podemos llegar a sufrir, a odiar o a amar con intensidad inimaginable.

Las emociones influyen en nuestras reacciones espontáneas, en nuestro modo de pensar, en nuestros recuerdos, en las decisiones que tomamos, en cómo planificamos el futuro, en nuestra comunicación con los demás y en nuestro modo de comportarnos. Son críticas para establecer el sistema de valores, las convicciones y los prejuicios que guían nuestra conducta y determinan también nuestro comportamiento ético. Resulta, en fin, imposible separar el bienestar del estado emocional de las personas.

Es por ello, que el mal llamado "equilibrio emocional" no consiste tanto en victorias o imposiciones racionales, ni en la represión o el control de las propias emociones, como en el encaje o acoplamiento entre nuestras emociones y nuestro razonamiento, o sea, en un equilibrio entre diferentes procesos mentales. Cuando ese equilibrio no existe porque dominan los sentimientos, el pensamiento racional puede convertirse en una voz de la conciencia que no nos deja vivir. Sería el caso del enamorado infiel o el de quien triunfa plagiando o engañando. 

Ese pudo ser también, tal como sugería un editorial del diario El País, el motivo principal por el que el Nobel de literatura alemán Günter Gras decidió hace algún tiempo dar a conocer su antigua pertenencia a las juventudes de las SS nazis. Por el contrario, cuando domina la razón, los sentimientos pueden hacer lo propio, castigándonos del mismo o peor modo. Es el caso de quien elige la carrera profesional o la pareja sexual que lógica o supuestamente le conviene en lugar de la que verdaderamente le motiva.

Ocurre que en tales circunstancias no nos sentimos bien hasta que, dándole vueltas al asunto que nos ocupa, logramos convencernos a nosotros mismos de que nuestro sentimiento es aceptable porque tiene una base racional. O hasta que, razonando, generamos una nueva emoción ajustada a nuestra lógica que suplanta al sentimiento perturbador e indeseable. De ese modo, quien sienta remordimiento por haber sido infiel se consolará pensando que su pareja también pudo serlo en el pasado o que no le quiere lo suficiente, y quien no gane una elección política podrá recuperarse de su disgusto cuando descubra que no es el único perdedor o perciba las ventajas de volver a su habitual y quizá menos problemática profesión. 

En ambos casos, el resultado viene a ser que el estado emocional negativo, a veces insoportable, producto del desequilibrio, pierde fuerza. Pero para que el equilibrio logrado se traduzca en bienestar es necesario además que los sentimientos finalmente alcanzados sean positivos, pues los negativos, como la frustración, la envidia o el odio, aunque sean justificados, pueden ser inevitables, pero rara vez reconfortantes para quien los experimenta.


La razón, como decimos, sirve sobre todo para generar nuevas emociones que puedan suplantar los sentimientos que ya tenemos o también, ciertamente, para potenciarlos al evocar viejas memorias relacionadas o suscitar argumentos añadidos en una espiral creciente de autoafirmación emocional. 

Emoción y razón son procesos mucho más inseparables de lo que solemos creer. No podemos convertirnos en seres que anulan o aparcan sus sentimientos. Sólo la inmadurez cerebral o la enfermedad pueden originar seres o comportamientos puramente emotivos o puramente racionales y sólo el equilibrio emoción-razón garantiza el bienestar de las personas.

Ser Proactivos


Cuando somos proactivos asumimos los riesgos y consecuencias de nuestras acciones, es decir, aprendemos la importancia de tomar nuestras propias decisiones. La iniciativa es una de las virtudes más valiosas del ser humano que se hace presente al momento de resolver algún problema.
Cuando la Proactividad E Iniciativa van de la mano, somos capaces de experimentar un crecimiento personal absoluto y de manera espontánea. No habrá problema o dificultad que no podamos superar hasta de manera intuitiva.  Nos mostramos dispuestos y sin temor a equivocarnos pero con la certeza de asumir las consecuencias. Sin la  estas dos cualidades no podríamos ser los verdaderos dueños de nuestros propios estímulos como reacción ante determinadas circunstancias.

Cuando tenemos un buen autoestima somos capaces de sentir autoconfianza y permanecer serenos y muy ecuánimes ante las situaciones que se nos puedan presentar. Si por el contrario, no somos capaces de confiar en nosotros mismos, lo veremos reflejado en muchas de nuestras acciones.

Es muy importante que creas en ti mismo, en lo que eres capaz de hacer. Aunque la autoconfianza es algo que puede ser visto como difícil de dominar y se suele confundir con La autoestima, si conoces tus debilidades y virtudes podrás fortalecerla. Es aprender a quererte tal cual como eres, aceptarte y respetarte.

Al tener Autoconfianza podremos aprender de nosotros mismos y de seguro te sentirás más a gusto con lo que eres, lo que haces y lo que aspiras hacer.  Se trata de un aspecto esencial cuando tenemos Proactividad E Iniciativa como valores de vida.

Cuando sabes que eres capaz de superar cualquier dificultar y emprender ideas o proyectos que te ayuden a tu crecimiento personal y profesional, la Proactividad E Iniciativa son parte de esos valores en los que necesitamos creer y de los cuales estamos convencidos que son capaces de hacernos mejores cada día, en cada acción o comportamiento que tengamos.

Es importante entender que cuando somos proactivos o tenemos iniciativas es probable que podamos gozar de cierto liderazgo, pero un líder no puede ceñirse sólo a la toma de decisiones, no sólo puede estar a la espera de algún hecho o evento para asumir alguna postura.

Cuando somos líderes debemos ir más allá, abrirnos paso y tener la capacidad de apreciar y valorar las propuestas que puedan surgir en el entorno, con la finalidad de sumar esfuerzos en busca de soluciones efectivas. Si esas propuestas logran convertirse en realidad, de seguro serán una herramienta valiosa para el futuro.

La Proactividad E Iniciativa en ocasiones nos facilita esa búsqueda para el diseño, planificación y control  de sucesos deseados. Siempre damos un paso al frente y para ello debemos nutrirnos constantemente de la información necesaria, crearnos expectativas y sumar experiencias para marcar la diferencia.

Aunque ya sabemos que la Proactividad no es un premio que obtenemos de una caja de cereales, para tener siempre ideas innovadoras, debemos manejar conocimientos, valores y tener autoconfianza, para facilitar las condiciones ante el surgimiento de temores por miedo al fracaso.

Para la Proactividad E Iniciativa no hay mayor enemigo que el fracaso. En una cultura organizacional, no todo lo que resulta un buen trabajo, necesariamente es exitoso. El mayor reto estará siempre en darle la importancia a ese resultado final y en base a ello, anticiparse a la incertidumbre, enfrentarse a nuevos y posibles acontecimientos.

No se trata de que confundamos ser proactivos con otros aspectos que son desestabilizadores como la inconsciencia. Cuando tienes la intención de propiciar una nueva realidad, más favorable, es conveniente evaluar las circunstancias y condiciones que la rodean. Por ejemplo, si en tu espacio laboral cuentas con un equipo de trabajo que ejerce sus funciones bajo esa metodología, es probable que los resultados siempre sean innovadores y quienes son participe de ello, reciban un espaldarazo en conjunto.

Dos de los aspectos más notables cuando contamos con la Proactividad E Iniciativa como parte de nuestras vidas, son la Innovación y Creatividad.  La Innovación es considerada como el hecho de crear, de llevar lo imaginario o ficticio a la realidad, pero con un alto grado de conciencia y equilibrio.

Cuando nos referimos a la Creatividad se cree que puede ser referente a un pensamiento original o a la imaginación constructiva. A través de ella logramos impulsar o fusionar nuevas ideas o conceptos para una solución distinta a lo común.  Se puede decir que gracias a la creatividad a veces podemos aportar soluciones originales.

Si logramos ser innovadores y creativos podremos llevar esos cambios novedosos a nuestras vidas. En el campo laboral, seremos más competitivos y productivos.

No olvides que tu mente en equilibrio, te dará esa Proactividad E Iniciativa para seguir superando barreras y, aunque es probable que de vez en cuando toque probar las mieles del fracaso, tu éxito esté en seguir y dejar atrás cualquier frustración que te genere no haber llegado a la meta.

Si eres una persona proactiva, seguro pueden estar ocurriendo muchas cosas a tu alrededor, pero tienes la capacidad de decidir cómo y cuándo reaccionar. 

No te dejes vencer por la frustración, intenta centrar tus esfuerzos en aquellos aspectos en los que realmente sabes que puedes lograr cambios significativos. Siempre gozas de energía positiva y eso te ayuda a ampliar tu círculo de influencia.

lunes, 15 de octubre de 2018

Escuchar Antes De Opinar


Escuchar sin juzgar, ¡qué difícil!
Cada vez que escuchamos a alguien tendemos a chequear desde el primer segundo si las ideas que nos expresa están o no de acuerdo con nuestra forma de ver el mundo. En este momento, es cuando empiezan los problemas, porque estamos imposibilitando que nuestras neuronas espejo se centren en comprender al otro.

Al juzgar nos ocupamos de pensar en algo, en lugar de escuchar y empatizar con la otra persona.
Aunque es normal que un diálogo interno esté dentro de ti, de mí y de todos, en la escucha tenemos que saber parar este parloteo de nuestra mente y tenemos que estar allí para el otro. La forma de evitar juzgar a alguien ser consciente de este diálogo interno y ser capaz de aparcarlo a un lado para otro momento, por eso el mindfulness o atención plena está tan de moda en contextos empresariales, porque nos permite ventajas como esta, estar en el aquí y el ahora, contigo.

Los buenos negociadores son buenos porque consiguen que, al final y después de todo, una parte y la otra se hayan expresado, se hayan sentido algo entendidas y hayan podido obtener algo a cambio de la negociación que no habrían obtenido de otra forma.

Los mejores líderes de un equipo consiguen que en su equipo exista expresión suficiente, comprensión suficiente, ideas suficientes, y después de todo ello, un objetivo común que todos de alguna forma queremos alcanzar. También hay otros líderes, aquellos que no escuchan, que juzgan antes de que hayas terminado la primera frase, que callan voces, y que con el tiempo consiguen que existan grandes disfunciones dentro del equipo, la primera de ellas la ausencia de confianza: si no eres capaz de escucharme, tampoco no me puedo fiar de ti.

Sueño con un mundo en el que exista este tipo de comprensión profunda hacia las necesidades del otro. En el cual sea más fácil construir juntos porque ambos tenemos la necesidad de convivir y de crear. Imagino que muchos de nuestros conflictos actuales se acabarían diluyendo, porque no sería necesario el rencor, ni el odio, ya que habría aparecido un nuevo componente entre nosotros: el perdón.

Dice Mandela “el perdón libera el alma, por eso es un arma tan poderosa”.
Hace pocos meses que Mandela ya no está entre nosotros, muchas personas recuerdan que fue un gran conciliador. Pero pocos saben que creó para los verdugos que habían cometido crímenes en la época del Apartheid el Comité para la Amnistía en el cual se ofrecía amnistía a aquellas personas que confesaban sus crímenes. Puedes imaginar que se vivió mucho dolor entre familias de víctimas escuchando la confesión de sus verdugos, pero también hubo mucha reconciliación.

Es algo de lo que no se habla demasiado alto, no lo habrás escuchado en TV muchas veces, a muchos puede que no les convenga que algo así sea público, quizá no interesa tanto lo de reconciliarse. También para las víctimas se creó el Comité para las Violaciones de los Derechos Humanos. Me pregunto cómo sería ahora el mundo si consiguiéramos reconciliar a todas aquellas partes que están en conflicto.

Pero claro, para reconciliar hace falta escuchar… y eso…cachis… eso nos cuesta un poco más.


Con La Cabeza Erguida


En esos momentos cuando sientes que trabajas hasta el cansancio, que ya no tienes fuerzas, que la vida se ensaña en tu contra y parece no existir ningún tipo de escapatoria. Esos días en que la fortuna te da la espalda y no encuentras salida, son precisamente el inicio de la más grande enseñanza que puedes encontrar en la vida.

Todos atravesamos momentos difíciles a lo largo de nuestras vidas. Sin embargo, aunque nos parezcan a veces imposibles cuando nos encontramos sumergidos en ellos, solemos tarde o temprano superarlos para continuar avanzando. 

Las dificultades que nos encontramos en uno u otros momentos de nuestras vidas como la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o la mala noticia de un despido pueden ahogarnos en un mar de malestar del que nos será muy difícil escapar sino ponemos en marcha unas estrategias adecuadas. Ninguno nos encontramos a salvo de los vaivenes que puede tener nuestra existencia en momentos determinados.Y es en estos momentos de adversidad cuando atravesamos emociones muy poderosas como la tristeza, la impotencia, la frustración, etc… produciendo en nosotros un intenso desequilibrio emocional.

Cuando expresamos los sentimientos ya sea hablando o escribiendo, lo que estamos haciendo es liberarlos. Si ponemos palabras a qué o cómo nos sentimos, nos será más fácil aceptar las malas noticias que nos sucedan. Ya que lo que hacemos es asociar nuestros pensamientos con los sentimientos de forma rápida y casi simultánea. Por eso, cuando nuestras emociones sean demasiado negativas, podemos emplear la escritura como medio para expresarlas, librándonos de ellas sin tener repercusiones exteriores.

Cualquier situación adversa puede ser vista como una interrupción de nuestra trayectoria vital, pero si lo relatamos, estaremos más cerca de la posibilidad de aceptarlo y seguir avanzando.

Incluso si tenemos dificultades a la hora de la escritura, también podemos utilizar otro tipo de actividades como la pintura, el baile, el deporte o el teatro, que nos ayudaran a canalizar y reconocer nuestras emociones, puntos imprescindibles para poder llegar a controlar y elaborar lo que sentimos. Y tras esto, poner en marcha todo nuestro propio mecanismo de resolución de problemas en el que utilizaremos nuestros propios recursos para avanzar y hacernos paso ante la dificultad que se nos presenta.

Además ante una situación difícil hay veces que nos cuesta aceptar que nos afecta, negándonos a reconocer que en cierto modo nos duele. Pero este dolor, en parte es necesario, porque nos ayudará a elaborar todo lo sucedido, además de poder llegar a asumir la pérdida.

En estas situaciones, las personas de nuestro alrededor quizás puedan intentar con la mejor de sus intenciones que nos volvamos a sentir bien tan rápido como sea posible, pudiendo tener el efecto contrario, ya que pueden originarnos sentimientos de culpabilidad por no responder como los demás esperaban o incluso sentirnos no comprendidos. Todos necesitamos nuestro tiempo de asimilación y elaboración, unos más extensos que otros, lo importante es respetarlo, y no acelerarlo o posponerlo, 
sino manteniendo un cierto equilibrio. Es como atravesar por un proceso de duelo o pérdida, ya que se necesita un período de adaptación emocional necesario, pasando por una serie de etapas.


Y con el tiempo, tras haber superado ese momento difícil, seremos capaces de confiar en nuestra capacidad de sobreponernos a nuevas dificultades. Cada prueba superada nos irá fortaleciendo. Y aunque las dificultades o adversidades nos muestren nuestras partes más vulnerables, el hecho de superarlas nos ayudará a avanzar con más seguridad y confianza.

Mediocridad Y Talento


José Ingenieros decía que “la mediocridad es más contagiosa que el talento”. “La vulgaridad es su fuente y la psicología de lo vulgar consiste en ostentarla”. “La mediocridad es la falta de cualidades que permitan distinguir al individuo de la sociedad”. “Para el mediocre es mejor malo conocido que bueno por conocer”.
La evolución es el mecanismo de adaptación a los cambios. Evolucionar es variar las respuestas y las variaciones útiles son las que se consolidan. Con el lenguaje verbal el hombre creó los conceptos que sintetizan las experiencias vividas y los alojó en el hemisferio cerebral izquierdo. Una ruta de neuronas lo une con el derecho donde las emociones mandan. Allí la imaginación apoyada en el saber y la experiencia, se atreve a saltar por encima de todo creando hipótesis que unen el pasado, el presente y el porvenir. El pensamiento vuela más alto cuando vincula el corazón y el cerebro.
Los ideales. Los ideales son como las estrellas porque nunca se alcanzan, pero como el navegante, con ellos se dirige el rumbo de la vida. Hasta la fuerza de una idea depende de la fuente, del ideal que anticipa un futuro mejor. Es el instrumento del progreso que anticipó Bernard Shaw: “el hombre razonable se adapta al mundo, el hombre irrazonable adapta el mundo a él, todo el progreso depende del hombre irrazonable”.
El ideal nunca es absurdo, no enfrenta las leyes naturales, no se basa en la razón pura, ni en la verdad, ya que puede tratarse de una ilusión falsa. La imaginación se nutre de él y compara su perfección concebida con la realidad bruta. Así el ideal de la ciencia es la Verdad, el de la moral el Bien y del arte la Belleza. Cuando la realidad y el ideal coincidan, la imaginación ya estará intuyendo nuevas ideas.
La imaginación es más importante que el conocimiento. La frase de Einstein no reniega del saber ya que nada surge de la nada. El concepto deriva de los hechos que caminan, el ala puede errar la senda, el pie pisa firme; pero una idea que vuela puede rectificarse, mientras que el pie nunca podrá volar.
La imaginación perfecciona lo real y lo adorna con la energía, el entusiasmo y la libertad que le brinda el ideal. Imaginar es la forma experimentar que posee la ventaja de poder corregir los errores sin causar daños.
En el hombre hay dos tendencias en pugna, una lo lleva a preservar la herencia, la otra a crecer y a promover el cambio. La lucha es entre la estabilidad y el progreso. El ideal los reúne asociando la síntesis del razonamiento con la continuidad de la pasión.



Superar Carencias


“Para conseguir el amor de otros, primero debes amarte a ti mismo”. Apuesto a que has escuchado cientos de veces esta frase. Y no se discute. Es una de esas verdades de a puño que sería imposible controvertir y rebatir. Amarnos a nosotros mismos es condición fundamental para amar a los demás.
El problema de ese mandato es que da claramente un qué, pero ninguna pista sobre cómo. No es tan simple como tomar la decisión: “Perfecto. A partir de ahora voy a amarme a mí mismo. Y desde mañana, que me amen los demás.” Tener una buena relación contigo mismo puede ser un asunto que escapa a tu voluntad.

Lo que sí puedes ver nítidamente en tu vida son los efectos de esa falta de amor propio. Especialmente en el terreno de la pareja, que es donde afloran nuestros conflictos más íntimos. Es ahí donde solemos sentirnos más vulnerables y más desorientados.

Si no están bien ajustadas las tuercas de la estima propia, probablemente tiendas a ser enamoradizo. Aparentemente, Cupido se ensaña contigo. Dispara su flecha con cualquier desconocida que ves por ahí. “Amor a primera vista” dices tú, cuando sientes latir el corazón con fuerza al ver a ese extraño ser que te roba la atención.

El encanto que emana de esa persona desconocida es probablemente para ti como una promesa. El augurio de una dicha desconocida hasta ahora para ti. Ese sentimiento puede llegar a ser muy fuerte y, aun así, falso. Quizás haya atracción genuina. Pero mientras no cruces la frontera que separa la fantasía del encuentro real con la otra persona, no pasa de ser una ilusión.

Si te ocurre con frecuencia, no lo dudes: lo que hay en el fondo es un asunto por resolver contigo mismo, no con Cupido. Tu actitud habla de una carencia. Es tan fuerte que en un punto pierdes el sentido de las proporciones y te conformas con llenar ese vacío aunque sea con una mentira.

Este tipo de fantasías se presentan con frecuencia en quienes ya traen una historia de amores fallidos. “Amores perros”, de esos que dejan dentelladas y cicatrices en el alma y no pocas veces también en el cuerpo. Amores, o supuestos amores, que traen a tu vida muchos más ratos amargos que momentos de plenitud.

Ese es el punto precisamente: la nada. La carencia. Ese lugar que quedó vacío para siempre, quizás debido a necesidades afectivas que no fueron satisfechas durante la niñez. Por eso puedes sentir que el vacío, la ausencia, esa “nada”, es un sentimiento intolerable. De lo que no te das cuenta es de que justamente carencias es lo que hay tras todas esas peleas, esos disgustos, esas escenas de gritos y reclamos.

Si encuentras un compañero/a dispuesto a compartir contigo esa pequeña tragedia cotidiana, seguramente se han enganchado juntos precisamente porque tienen un problema similar. También esa persona busca desesperadamente vínculos que le ayuden a evadir sus carencias. A aplazar la tarea de reconciliarse consigo mismo, con su historia.

Ese tipo de relaciones son las más difíciles de terminar, precisamente porque se edifican sobre la carencia afectiva. Acabar con esos vínculos es caer en el abismo de soledad que la relación encubre. “Peor es nada”, dices para tus adentros.

Mejor que de una vez por todas decidas ser bueno contigo mismo. Que aprendas a reconocer esas trampas con las que tú mismo vuelves imposible tu avance. Recuerda que la vida es un pestañeo. 

No vale la pena dedicarla a fantasías o a tormentos que, lo sabes en el fondo, finalmente solamente te dejarán nostalgia por el tiempo inútil que invertiste en ellos.

Lucidez


El término Lucidez tiene cabida al hablar de salud en la esfera mental. Suele emplearse para hacer referencia tanto al estado de consciencia de un individuo como a su orientación.

La conciencia es el estado de alerta mental que permite responder ante los diversos estímulos, puede verse afectada por una gran cantidad de fenómenos y enfermedades tanto de forma circunstancial como de forma permanente, la afectación máxima del estado de conciencia es el coma, en donde el individuo es incapaz de responder a los estímulos externos.

La orientación por su parte se relaciona con la capacidad de en un momento dado estar claro en aspectos sobre quien se es, en donde se está, la fecha y la hora o momento del día. La desorientación en uno o varios de estos aspectos da origen al estado confusional.

En ocasiones también puede emplearse el término lucidez para hacer referencia a la capacidad cognitiva o de aprendizaje, que es una función cerebral cuya pérdida es el sustento que da origen a los cuadros de demencia.

La lucidez mental es producto de una vida sana, intelectualmente activa y la ausencia de factores perturbadores como enfermedades crónicas. Son muchos los factores capaces de afectar la lucidez mental, entre ellos cabe destacar:

Infecciones, muchas veces síntomas como la desorientación y cambios en la personalidad pueden ser consecuencia de enfermedades infecciosas del sistema nervioso central.

Deshidratación, la alteración de los líquidos corporales es capaz de afectar las concentraciones de los electrolitos y el pH o grado de acide de la sangre lo cual afecta el normal funcionamiento cerebral.

Enfermedades vasculares, las alteraciones del ritmo cardiaco como las arritmias, los accidentes cerebrovasculares o la insuficiencia en la circulación cerebral por enfermedades como la arterioesclerosis pueden iniciarse con cuadros de alteración de las funciones mentales además de las parálisis.

Condiciones que aumenten la presión intracraneal, trastornos como la hidrocefalia (aumento de liquido en el cerebro) y los hematomas subdurales (colecciones de sangre entre el cráneo y el cerebro que ocurren posterior a traumatismos o caídas) tienen un curso lento y progresivo por lo que pueden debutar con síntomas sutiles como la alteración leve de la conciencia o la orientación antes de dar paso a la aparición de síntomas neurológicos más precisos
.
Drogas y medicamentos, muchas veces los cuadros confusionales obedecen al efecto farmacológico de medicamentos o diversas sustancias, especialmente si se ingieren en forma excesiva o de forma inapropiada, por ejemplo al combinar medicamentos que son capaces de interactuar entre sí. En los ancianos esto es muy frecuente ya que es posible que no entiendan las instrucciones del médico o bien que por afecciones visuales no logren leer bien las indicaciones o confundan los medicamentos.
Supresión del sueño, la alteración en el normal ritmo del sueño puede llevar a un estado de agotamiento que afecta al estado de conciencia.


Abuso de alcohol, la ingesta alcohólica tiene un efecto depresor del sistema nervioso afectando las funciones mentales especialmente si se combina con factores como una pobre capacidad de respuesta fisiológica en ancianos y personas debilitadas o bien con medicamentos que potencien su efecto depresor.

domingo, 14 de octubre de 2018

Acercar El Mundo


Tal vez, hayamos pecado demasiado de centrar el aprendizaje en el mundo cercano y en los procesos de vida que, de todas maneras, nos van a arrastrar porque nos son inmediatos. No se trata de «estudiar» nuestra comarca, sino de andarla y hablar de ella. El mundo se nos presenta en forma de gente que viene de lejos y de asuntos lejanos que nos afectan.

Si se te presenta lo extraño pueden pasar dos cosas: puedes empezar a ver extraña tu propia comarca ante una mirada más amplia o puedes encerrarte en tu estrecha mirada e intentar evitar ese peligro. Antes de que lo extraño venga y te fuerce mejor que tomes la decisión de conocerlo y encontrarlo más cercano.

La gente de los barrios «iba» a Madrid o Barcelona. Hoy, psicológicamente, el mundo se nos acerca a ojos vista. Aparece en nuestra vida como un hermanito que se presenta de golpe. Podemos estar ilusionados porque esperábamos su llegada, intrigados y llenos de interés porque promete novedades o rechazarlo agriamente porque viene a cambiarnos la vida y le suponemos hostil. Algo así es lo que podemos sentir respecto a todo lo que es «extranjero». Los «extranjeros» son como el hermanito que nos traen los padres (en realidad, la Humanidad es un huérfano y los hermanitos, simplemente, aparecen). Pero, en el mundo adulto, todo puede enconarse demasiado.

Para prevenir esto, la escuela debería centrarse más en los lugares más lejanos de la finca Tierra y ayudar a todos los niños a familiarizarse con su extensa familia. La humanidad no tiene padre (visible), pero hay hermanos mayores. Los niños se pelean por los juguetes y por los recursos de sus vecinitos. Los humanos-niños hacen lo mismo, pero sus peleas pueden ser desgarradoras y no hay adulto que los frene, así que nos hemos de hacer humanos-adultos todo lo rápidamente que podamos o viviremos en la isla de El señor de las moscas, donde los niños –sin padre– aprenden a matarse.

En cierta manera no estaba tan mal aquella asignatura que se presentaba como alternativa a la Religión, Civilizaciones y hechos religiosos, creo que se llamaba. El señor Víctor Orban, presidente de Hungría carga contra los países del oeste que permiten que otras «civilizaciones y hechos religiosos» se cuelen en nuestro santuario cristiano. Hombre de mirada pequeña. Hombre-niño que teme que otros hombres-niño vengan a colarse en su intimidad, le estropeen los juguetes y le disputen la mantequilla de la merienda.

Es comprensible, hace poco que la Europa del este tiene cuarto propio. Pero eso le obliga a crecer deprisa. Si alguien piensa que Puigdemont no puede gobernar desde Bruselas cómo espera que el padre de la humanidad pueda poner orden en la casa desde el cielo. Si tenemos padres distintos, hagamos que hablen (papas, popes e imanes se reúnen demasiado poco). Pero si esos padres resultan impotentes, nos tendremos que hacer adultos todos, empezando por los hermanos mayores.


Hay que empezar a preparar hoy a los ciudadanos (hombres-adolescentes) del mañana que sabrán poner normas en toda la finca, que sabrán dialogar y jugar juntos y enseñarse unos a otros a cuidar los juguetes. Esos hombres-adolescentes (nuestros alumnos de hoy) deberán empezar a poner en pie una Ciudadanía Universal (moneda, educación, justicia-economía…), organismos para monitorizar y compartir los recursos del planeta, para garantizar los proyectos razonables y velar por todos y cada uno de los que nacen. 

Sé que no estoy hablando ni siquiera del siglo XXIII. Pero cuanto más tardemos en empezar, más sufriremos. Nuestros alumnos de hoy deben ser los que mañana votarán sólo a partidos que hablen de convergencias y Ciudadanía Universal. Que jamás votarán a partidos de hombres-niño que quieren seguir siéndolo centrándose en su propio cuarto de los juguetes. 

Y posiblemente sean los padres de los primeros humanos-adultos del planeta, los que se dan cuenta de que lo que pase en la calle les acabará afectando.

Siempre Dar Lo Mejor


Lo mejor de ti mismo es la única receta que te llevará al éxito. En el plano material, aparentemente no siempre ganamos cuando damos lo mejor de nosotros mismos. Muchas veces las cosas no salen como lo planeábamos, y es frustrante a veces ver que nuestros sueños o ideales no se mueven al ritmo que nosotros queremos; pero en el plano espiritual, no hay forma de sentirte perdedor si estás dando siempre lo mejor de ti mismo.

La receta del éxito es simple: ¡Da siempre lo mejor de ti mismo! y no te rindas, no mires atrás, no midas tu valor en relación a la retribución o a la opinión de los demás; sino en respuesta a tu satisfacción personal. Toma tiempo  para que la gente te escuche, y te escucharán sólo quienes estén listos. Tu pasión, tu dedicación y tu determinación; son las herramientas que se encargarán de que tu voz llegue lejos, de que tus sueños se materialicen en una maravillosa realidad; que por maravillosa, nunca será perfecta, ni nunca estará completa. Porque los soñadores se alimentan de sueños, y cuando un sueño se cumple, uno nuevo y más grande se vuelve a soñar.


El mundo es de quienes tienen fe en sí mismos, y encuentran en cada reto una oportunidad de transformación, de ajuste. Un llamado de atención! Acercarnos al éxito o crecer en él no hace las cosas más simples, sino que cuando estamos haciendo lo que amamos, esa pasión es la que hace que todo sea posible; y es la que nos mantiene conectados, activados y dispuestos a invertir toda nuestra fe en lo que creemos.

sábado, 13 de octubre de 2018

Integración Social

Buceando por viejos textos escolares encontramos esto: “un ciudadano comprometido es aquel que no sólo conoce sus derechos y obligaciones, sino que además los ejerce a través de la participación activa y comprometida en estos espacios”. 

Buena definición en los papeles pero, ¿de qué manera conjugamos lo que deberíamos hacer en el marco de dinámicas sociales complejas marcadas por deficiencias en educación, salud y trabajo? 

“Si el vecino tiene como prioridad comer y pagar sus cuentas, obviamente, no participará en temas sociales o comunales que directa o indirectamente luego tendrán relación directa con ellos mismos”. Una bocanada de realidad nos trae el Presidente de la Asociación Civil Formando Ciudadanos, Julián Morínigo. 

Él junto a un grupo de profesionales con marcado perfil social y de forma totalmente voluntaria, intentan “generar continuamente ámbitos de contención a los grupos de alta vulnerabilidad social y propender al facilitamiento de una ‘movilidad social ascendente’. Esta última entendida sobre la base de que todos adquieran la misma oportunidad de progresar. 

El profesional recuerda la antigua frase “Mi hijo el Doctor". Una “leyenda” que nos remonta a la fascinación por las dos carreras que algunos padres añoraban para sus hijos: Medicina o Abogacía. Un título que aportaría un cierto “status” dentro de la sociedad. Claro está que no siempre esta es una realidad cercana. 

“La posibilidad cierta y concreta de poder darle a las nuevas generaciones las herramientas necesarias para acceder al conocimiento lo que dará la libertad individual y colectiva de la sociedad. Sin el acceso libre, gratuito y universal al conocimiento (educación, cultura, salud, información, trabajo, entre otros) no podremos avanzar como sociedad”. 

Teniendo en cuenta algunos de los objetivos de la Asociación es que este grupo de profesionales considera primordial acentuar el trabajo en aquellas poblaciones más vulnerables. Inmigrantes, personas usuarias de drogas, mujeres víctimas de violencia de género como así también en problemáticas relacionadas a la salud y la educación. Todos los involucrados con “un perfil socio-económico-cultural medio a bajo”. 


Para lograr cambios en la sociedad en que vivimos, la tarea debe comenzar cuando los niños ingresan al sistema escolar. Este último debería tener un rol protagónico en la temática. La escuela como institución debiera preparar ciudadanos con capacidad crítica y activos en su compromiso con el contexto que los rodea para la transformación de una sociedad más justa. 

El Apoyo Emocional

El apoyo emocional es un gran alivio cuando nos sentimos solos o desbordados por las emociones. Este sostén nos puede proporcionar consuelo, seguridad y tranquilidad. ¿Qué aspectos hemos de tener en cuenta si queremos dar este apoyo emocional a otras personas? ¿Y si queremos recibir el apoyo de un hombro amigo?

Para dar apoyo a otras personas vamos a necesitar practicar la escucha y la empatía hacia los demás. En cambio, para recibir apoyo emocional, vamos a tener que asumir que no siempre somos capaces gestionar todo lo que nos pasa solos. Por eso, en ocasiones vamos a necesitar ayuda de otras personas

La habilidad para escuchar de forma activa es la base para generar un espacio de entendimiento. Escuchar no es lo mismo que oír, al escuchar se percibe con todo el cuerpo, con los oídos, los ojos, los gestos, etc. Todo el cuerpo se involucra en la escucha para que la persona que está hablando pueda sentir que le estamos comprendiendo de verdad.

Una buena forma de demostrar la escucha activa es resumiendo y parafrasear lo que la persona va diciendo a medida que avanza en su discurso. Así nos aseguramos de que estamos escuchando con plena consciencia y atención y no caemos en distracciones. Es muy fácil que, sin darnos cuenta, hablemos antes de tiempo u opinemos sin tener toda la información… o lo que es peor, saquemos el teléfono del bolsillo.

“Tan solo con escuchar profundamente, aliviamos el dolor y el sufrimiento.”
-Autor desconocido-

Sentir que estamos conectados con los demás nos puede proporcionar también ese apoyo emocional que nos va tan bien cuando nos desbordan las emociones. Necesitamos “a nuestras personas”, sentir que tenemos alguien interesado en conocer nuestras penas y alegrías porque le importan, alguien que entiende que somos seres complejos y asume el coste, no siempre agradecido, de intentar comprendernos.

La empatía es la capacidad que tenemos de ponernos en el lugar de los demás y comprender sus sentimientos desde sus circunstancias. De esta manera, logramos poder entender lo que les pasa, cómo se sienten, qué piensan y por qué las personas se comportan de determinada forma.

La empatía es una habilidad que podemos perfeccionar si ponemos empeño en coger de las mano a los demás y hacernos esfuerzo por seguirlos a través de puertas estrechas y rincones oscuros, que muchas veces causan aburrimiento o miedo.


“Lo más importante es que necesitamos ser entendidos. Necesitamos alguien que sea capaz de escucharnos y entendernos. Entonces, sufrimos menos"

Cerebro Y Pensamientos


El Cerebro es el que decide si un pensamiento se refiere o no al presente, si es real o imaginario, antes incluso de que el sujeto sea consciente de ese pensamiento, informa la Universidad de Ginebra en un comunicado. 

La región cerebral cortico-frontal y sus conexiones es la que asegura que nuestros pensamientos y nuestro comportamiento estén sincronizados con la realidad, incluso cuando nuestra mente divaga con fantasías. 

Los estudios realizados en esta universidad han utilizado la electroencefalografía de alta resolución en sujetos sanos para medir la rapidez con la que el cerebro procesa las informaciones. 

De esta forma han demostrado que el proceso cerebral de procesamiento de la realidad percibida se desarrolla a una velocidad de entre 200 y 300 milisegundos después de la evocación de un recuerdo o un pensamiento. (Un milisegundo es la milésima fracción de un segundo). 

Sin embargo, el reconocimiento consciente de la información recibida se desarrolla más despacio, entre 400 y 600 milisegundos, lo que pone de manifiesto que el sujeto acepta una información como real o falsa después de que el cerebro haya realizado su selección. 

Según explica el neurólogo Armin Schnider, director del departamento de Neurociencias de la citada universidad, los pensamientos sufren el filtro de la realidad al mismo tiempo que el cerebro los codifica. 

El cerebro almacena por un lado los pensamientos que se refieren al presente (la realidad) y por otro lado los que son imaginarios o fantasiosos. Esta secuencia es la que permite al sujeto distinguir el recuerdo de un hecho real de otro imaginario, según la clasificación que ha hecho el cerebro sin su conocimiento. 

Viviendo en una falsa realidad 

Por eso, cuando la zona cortico-frontal está dañada, las personas pierden la capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso, el pasado del presente, y no tienen forma de darse cuenta de que su realidad es falsa. 

Ocurre por ejemplo después de un accidente cerebral, que lleva a determinados pacientes a vivir en una realidad paralela que a menudo es una especie de reconstrucción deformada de recuerdos verdaderos, añade Schnider. 

Los investigadores de la Universidad de Ginebra han observado que, curiosamente, los pacientes que confunden la realidad no se dan cuenta de que los acontecimientos que ellos esperan no ocurren nunca. 

Esta observación confirma los resultados de estudios anteriores que habían identificado ciertas neuronas en la región órbito-frontal que sólo se activan cuando una recompensa espera no se materializa. Si estas neuronas no funcionan bien, los pacientes pueden quedar colgados de una realidad que se repite permanentemente, en bucle. 

Esas mismas neuronas están presentes en otras regiones colindantes del cerebro y se activan también cuando las redes neuronales principales se dañan, por ejemplo la región córtico-frontal que marca la diferencia entre lo real y lo imaginario. 

Este fenómeno explica por qué sólo el 5% de los pacientes que han sufrido un daño cerebral, como un accidente vascular o un traumatismo, en esta región, desarrollan una confusión entre la realidad y sus confabulaciones: el daño en la región córtico-frontal es compensado por las neuronas de la región órbito-frontal. 

Armin Schnider precisa que por este motivo los pacientes que padecen confabulaciones en su mayoría recuperan con el tiempo el sentido de la realidad, gracias a ese mecanismo de compensación de las redes neuronales vecinas a la región córtico-frontal. También señala que, a menudo, persiste la amnesia en estos pacientes. 

En psiquiatría la confabulación es una enfermedad mental que consiste en que una persona rellena las lagunas de su memoria con experiencias inventadas que en realidad nunca han ocurrido. La persona no es consciente de que lo que cuenta no es cierto y, además, lo olvida enseguida.

Schnider señala que la confabulación no es exclusiva de las personas con un daño cerebral, ya que la reconstrucción ordinaria de los recuerdos puede también provocar errores. Destaca que cuando se nos pregunta por nuestras experiencias, tendemos inconscientemente, en caso de duda, a inventar nuestras respuestas.

En ese caso, nuestro cerebro guarda esa respuesta improvisada como un recuerdo verdadero, una observación que permite manipular la memoria de una persona, dependiendo de la forma en que se le formula la pregunta. Por eso concluye que estar convencido de la verdad de un recuerdo no es garantía suficiente de su exactitud.

Los resultados de estas investigaciones sobre la realidad, los mecanismos cerebrales implicados en su reconocimiento y en la distinción de la fantasía, fruto de más de 20 años de trabajo, se recogen en un libro cuya segunda edición acaba de ver la luz: “The Confabulating Mind”, publicado en Oxford University Press.

El libro recoge en varios capítulos la historia de la confabulación y su desarrollo en pacientes, así como el tema de los falsos recuerdos, que nos afectan cotidianamente sin darnos cuenta, y aborda casos específicos de manipulación de la memoria, que tiene una importancia especial en casos judiciales.

viernes, 12 de octubre de 2018

Qué Tiempos Aquellos

Aquellos eran los buenos tiempos, que muchos vivieron y que muchos no. Aquellos tiempos donde unas nubes oscuras no daban tanto temor como ahora, tiempos donde se podía respirar aire fresco, tiempos donde no hacía mucho calor, cuando no había mucho tráfico ni tanta gente en las calles, cuando no se veían los basureros en las calles, cuando había menos delincuentes y las personas eran más bondadosas y tranquilas.

A veces parece que el progreso social cuesta porque trae muchos problemas consigo, muchos problemas pequeños y fáciles de dar por sentado, que a la larga, representan un problema epidémico para cualquier ser vivo.

Hoy en día una tormenta representa un peligro para la ciudad. La cantidad de gente que ha venido surgiendo con los años, ha hecho que se construyan más casas, más calles, más residenciales y más vehículos, pero de manera desordenada. Antes una tormenta era fácilmente tragada por el suelo, por la porosidad del mismo, se infiltraba en el manto acuífero, ahora una tormenta cae y salpica entre calles, adoquines y causes que inundan la mala estructura de ciertos lugares e inunda las casas.

El tráfico vehicular y la misma emanación de gases de los automóviles han provocado que exista en la actualidad una contaminación auditiva y una contaminación atmosférica en el ambiente. 

Obviamente no en toda la región del país, pero sí en la capital, debido también al crecimiento de número de autos y a la mala construcción de las calles que no han sido renovadas tampoco. 
Tal vez no estemos como China ni como México, donde el esmog fotoquímico es causado por una enorme cantidad de gases de combustibles fósiles que reaccionan con la luz UV que irradia sol… Pero es seguro que en unos años ese mismo fenómeno existirá acá.

Ahora con el tiempo ha existido el cambio climático, que muchos dicen que es solo un concepto, nada tan grandemente establecido, que otros dicen que no es cierto, pero uno mismo es capaz de sentir el cambio del clima.

Antes sentíamos fresco y corrientes de aire, ahora solo se sienten calores eternos por las tardes y que luego caen unas cuantas gotas de agua del cielo en la noche para hacer más calor. Siempre debido al crecimiento poblacional y a la contaminación, hecho que viene desde el acontecimiento de la Revolución Industrial en siglo XVIII.

La verdad es que no sé si antes las personas eran menos cochinas que ahora, pero puedo decir que la causa de los basureros no registrados, que vemos en las calles, detrás de las cercas, en terrenos de nadie, son las personas que no han tenido una educación ambiental, o que no les importa realmente, o que simplemente no tienen valores ni conocimiento alguno del daño que están haciendo al botar la basura en el lugar que se les plazca y cerca de sus casas, en donde ellos mismos están produciendo las enfermedades.

Esto puede causar lixiviados, químicos o sustancias que entran al suelo y que contaminan a este y que pueden contaminar también las aguas subterráneas.

Y el mismo sofoque, calor, tráfico, basura, contaminación va haciendo, poco a poco, menos tolerantes a las personas. Muchos vamos viviendo una vida con querer un cambio, pero que muchos solo contradicen estas ideas y aportan al subdesarrollo.

Las personas debemos cambiar de mentalidad y dejar de vivir de las redes sociales, de la vida de los demás, de los problemas con otras personas, de quejarse tanto y comenzar a planear una vida exitosa llena de estudios y dedicación y aportar soluciones. 


Sin un cambio de pensamiento,vamos a seguir estancados, y los muchos que queremos hacer un cambio, vamos a morir como héroes no reconocidos en simples lápidas en un cementerio olvidado con pilas de basura encima.